Divine Knight Vs Primal Eclipse Dragon
El lugar donde estaban, tembló por el mero choque de las dos fuerzas que estaban ahí presentes. La espada de Rean estaba en contacto con el puño envuelto de oscuridad de Apophis. Ambos retrocedieron unos segundos, solo para volver a iniciar la batalla en un modo que era velocidad pura.
Rean sentía los golpes del Dragón en forma humana, estos eran tales, que era un milagro que no haya sido hecho pedazos. Debe de ser por su poder. Su maldito poder. Sentía como el poder estaba emocionándose de pelear con este dragón.
Giro en su eje, para poder crear un tornado de fuego, que hizo que Apophis se cubra con sus brazos, para luego usar el impulso de una pared y atacar con varios cortes al cuerpo del dragón, quien sintió los ataques. Ambos cayeron al suelo...
Apophis vio los cortes en su cuerpo, cualquiera habría muerto, pero él no es cualquiera. La oscuridad cerró las heridas a una velocidad más que impresionante. Rean notó ello y supo que esto no iba a acabar de un modo tan sencillo. Era demasiado bueno para ser verdad.
-Wow. Se nota que tu fama no es para nada una exageración. – Apophis vio los cortes que estaban cerrando. – Además de que tu espada, en verdad es algo que no puedo dejar de lado. ¿Cómo es que se llama?
-Homura...
-Fuego en japonés. Interesante nombre. Pero se puede ver el porque. – Apophis se sobó el cuello. – Admito que esperaba... decepcionarme. Ya sabes, porque eres un humano y demás.
-¿Piensas menos de los humanos? Es un error que muchos han cometido. Sino mira a Grendel...
-Jajaja. Es verdad. – Apophis soltó una risa jovial. – El muy idiota fue derrotado por Beowulf, pero él si se lo merece. No creas, de entre nosotros... Grendel era el menos apreciado. De ser por mí, lo habría dejado bien muerto. Como se merece estar.
-Es curioso el ver que... eres diferente a como te pintan.
-Gracias... ¿Seguimos?
Rean se puso en guardia de nuevo, solo para ver como Apophis apareció al lado de él. Un portal de oscuridad... ¡Usó la oscuridad como medio de transporte! Alzó la espada para bloquear el impacto del puño a su cara, pero algo de la oscuridad en el golpe le dio a él de lleno en la cara. Haciendo que vaya volando hasta uno de los muros en la zona y lo derrumbe.
Se puso de pie rápido, sintiendo el lado derecho de su cara arder. No solo ello, pudo sentir sus huesos crujir. Que poder... Ladon no se compara en nada a este sujeto. Ver como este canalizó oscuridad y lanzó ráfagas hacia él, solo hizo que lance una onda de corte con su espada, logrando repeler los ataque y de pasó, girar para lanzar una onda de fuego. Una que Apophis desvió con su mano llena de oscuridad.
Pero en ello, vio como Rean se movió a toda velocidad para atacar... Además, de que cortaba las bolas de oscuridad como si lo hiciera con hojas. Tanto era ese poder, que Apophis se cubrió, porque al acabar de atacar esas cosas, Rean alzó su puño izquierdo y lanzó un golpe al dragón en todo el pecho.
Apophis sintió como su pecho se contrajo por el golpe, que era como un huracán lanzado a esa zona con un punto en específico. Salió volando, solo para que Rean vaya por él, usando las paredes y el techo como apoyo para moverse a toda velocidad. En su último impulso, giró varias veces para dar un corte en el lado derecho del dragón, quien al ver ello, se mostró más que molesto. Alzó su brazo derecho y atacó con una ráfaga de oscuridad.
El impacto en su cuerpo, no lo amedrentó... Rean dejó de lado el sentimiento de su cuerpo resentirse por el ataque, para luego dar una serie de cortes en todo el cuerpo de Apophis, quien rugió al mismo tiempo que atacaba con sus puños.
El impacto de los puños con el metal, solo soltaban ondas de energía en el aire, que iban destruyendo la estructura donde estaban. Lo temible de esta batalla, era que si bien ambos eran tan poderosos como acabar destruyendo esta isla con poder puro, era que lo controlaban tan bien, que cada golpe era letal. Con ese golpe, podían destruir una ciudad entera. Con cada corte, podían abrir la tierra.
Apophis cubrió sus manos en oscuridad, mostrando que estas habían tomado la forma de su apariencia real. Había gemas, que mostraban un destello plata, que daba una sensación de muerte. Pero Rean le quitó importancia. Concentró energía en su espada, que soltó un intenso brillo, como sabiendo que su amo estaba dando todo.
Ambos volvieron al ataque, solo que esta vez siendo más cautos. Los ataques seguían chocando, pero esta vez, más que velocidad, era poder lo que usaban. Y Apophis, en un último choque, pudo ver como este humano no caía. Era...
-Impresionante... Aunque no estoy usando todo mi poder, que logres resistir una pelea de fuerza contra mí, es algo que no espere posible.
-Je... No subestimes a los humanos. – Rean sonrió al ver la expresión incrédula de Apophis, quien...
-Cierto... Mi error. No pasará más.
Se vio como la oscuridad creció aun más alrededor de Apophis y de la nada, una gran cola emergió del cuerpo del dragón. Rean al ver ello, retrocedió. Dio varios saltos hacia atrás, notando que la gran cola era como eterna. Parecía extenderse y retractarse como si nada. Lanzó varios cortes, unos que lograron repeler los ataques del dragón, pero de todos modos, la oscuridad que Apophis lanzaba, era temible.
-Demonios.... ¡Urahayate!
Rean lanzó varias ráfagas de cortes con su espada, para luego atacar con varios cortes a toda velocidad las ondas oscuras, pero en ese momento, sintió su pecho contraerse... No... No ahora.
Recibió el impacto de una onda de oscuridad en el pecho, haciendo que caiga al suelo. En este, sintió su pecho... su corazón estaba... Maldita sea. Apophis con curiosidad ello, el humano estaba tosiendo como si tratara de aliviar en algo su pecho. ¿Qué le estaba pasando? Pero notó como Rean se puso de pie de nuevo. Vaya... Aun con el enorme impacto que recibió en el pecho, estaba de pie.
-Oh. Que bien. Me gusta ver que no te has rendido.
-No... No es la hora de ello. ¿No crees? – Rean se limpió la sangre... que había salido por haber tosido. – No te rindas ahora cuerpo. Aguanta aunque sea... lo que deba de bastar.
Rean debía priorizar las cosas. Sabe que... Sonrió al pensar en lo que estaba pasando en su cuerpo. Vio como Apophis estaba algo más serio, por lo que él decidió hacer lo mismo. Dejó salir más el aura que lo envolvía, mostrando más como su apariencia cambiaba un poco más.
EL dragón podía ver en los ojos de Rean, algo poderoso... ese amarillo envuelto en el rojo de sus ojos, parecían dejar una estela de energía cuando caminaba. Era... tenebroso. Tanto, que hasta a él, le ponía de los nervios. Podía ver como el aura en ese hombre, parecía dar forma a la de una criatura con dos grandes cuernos en la frente. Una bestia... un ogro...
-El nombre de Ogro te queda... Puedo sentirlo...
-Y sentirás más de lo que has oído.
Apophis vio como Rean desapareció de su vista, solo verlo sobre él. Alzó los brazos para bloquear el ataque, pero notó tarde que el ataque era una finta... era una imagen dejada por la estela de su anormal velocidad. Vio como Rean apareció a su lado, le dio un codazo en la cara, para luego girar y dar un corte de 360°, con tal velocidad y fuerza, que sintió que casi lo parte a la mitad.
Rayos... si no fuera por su oscuridad, lo habría... Notó como las llamas envolvieron la espada y esta brilló con más fuerza. Apophis no pudo evitar sonreír... Esto era lo que él buscaba, esta batalla... Si este es el maestro del Sekiryuutei, eso explica muchas cosas.
-Jajaja. Eso demuestra el porque tu alumno es una bestia en batalla. Tú eres igual. – Rean no dijo nada. – No lo digo en el mal sentido. Solo... Ahora se entiende porque logra ganar, tener un instinto así... es algo que se aprende, si tienes un maestro como tú.
-... Y ese es un error que siempre tendré que cargar. El haberle dado a Ise, mi carga... - Apophis no entendió. – El de haberle enseñado tan bien a pelear, que es tan natural para él, como respirar.
-Hablas como si fuera algo malo...
-.... No lo entenderías.
Rean se lanzó al ataque contra el dragón, quien cargó más oscuridad en sus garras, volviendo a chocar ataques contra el poderoso humanos, quien en verdad estaba demostrando ser una diversión para él. Pero lo que él no notaba o sabía, era que Rean estaba tratando de que él dolor en su pecho no lo afecte. Que no... lo mande al suelo. Pero la sangre que salía de su boca, era un signo claro de que... no estaba bien.
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Por su lado, Celine sentía a la distancia, el choque de los ataques de su amigo con ese dragón. La gata miraba como la máquina solo estaba a un 50% de transferencia de datos. Rayos, estaba siendo una eternidad. Debe de darse prisa. Duda que Rean pueda durar mucho limitando tanto su poder. Y sabe que ese dragón hace lo mismo, si ambos quisieran, pudieron haber destruido el lugar con un ataque. Dios... eran monstruos.
-Vamos, date prisa... por favor. – Celine estaba preocupada. Tenía un mal presentimiento. Uno que en verdad espera no se cumpla, porque... porque.... No quiere ni pensarlo...
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De nuevo en la batalla, Rean esquivó las garras de Apophis, quien estaba atacando con más y más poder. Ambos estaban enfrascados en la batalla, que no notaban que estaban saliendo de la sección bajo tierra. Ya que los ataques estaban destrozando el techo y estaban escalando el agujero que creaban, con golpes, patadas y cortes.
Rean giró para esquivar el ataque a su cara, para dar una patada, que Apophis bloqueó. Tomó la pierna del humano y lo hizo girara varias veces, antes de lanzarlo hacia arriba, justo en el orificio que habían creado con sus ataques.
EL humano al ser lanzado, sintió la fuerza, del giro. Vio como Apophis saltó hacia él, para luego lanzar una ráfaga de corte de fuego con su espada. La onda era tan grande, que fácilmente podía ser del tamaño de una persona o dos. Apophis alzo sus garras y golpeó el ataque, para luego volar hacia el humano con toda su velocidad.
Y con eso, Rean se vio de nuevo en la superficie, dio una patada para darse un impulso hacia un lado, al mismo tiempo que Apophis salía como un proyectil. Giró varias veces para poder caer de pie en el suelo, logrando tomar un respiro. Alzó la vista, para notar como Apophis estaba en el aire, usando su oscuridad para ello. Por supuesto.
Tomó aire y se puso en guardia, ignorando como sus pulmones parecían arder, como si estuviera respirando fuego puro. Dios... ¿Así se siente...? Sacudió la cabeza, mostrando que no era el momento de preocuparse por él. Sino... Tomó aire, para controlar su respiración con una técnica que... su maestro le enseño antes. Sabe que con eso, puede aliviar en algo el dolor. Porque podrá seguir oxigenándose, sin respirar mucho. Eso aliviará el dolor... Más no el daño que sabe que ya posee.
Miró a Apophis, quien se limpió la cara... un corte había hecho su trabajo. ¿Acaso...? Puede que sí. La oscuridad que él tiene, es su escudo, su ataque... su energía. Su combustible. Pero... ¿Qué puede pasar si lo obliga a usarla tan seguido que esta ya no pueda?
-Vale la pena probar. Pero para ello, debo de igualar las cosas. – Miró su espada, para luego... - Una última vez, vieja amiga.
Homura soltó un pulso, un destello, para darle a Rean de nuevo su armadura. La que era llamada Valimar. Esta también le daba la capacidad de volar, lo que puede permitirle luchar contra Apophis de una manera... más igualada ahora que están en el aire.
-Muy bien... Eso es lo que estoy esperando, Rean Schwarzer. – Apophis sonrió más, al ver al humano en armadura volar hasta estar a su altura. – Veo que... esta puede ser una batalla más que interesante. Solo Ra me hacía sudar... y tú estás logrando poco a poco, que desee mostrar todo mi poder.
-No sé si estar halagado o asustado. – No pudo evitar bromear un poco, pero debe de ganar tiempo. – Imagino que estar ya al aire libre, es mejor para ti.
-Adivinas bien. Más si estoy rodeado de agua. – Rean no entendió a que se refería. - ¿Crees que la oscuridad es más afine con el fuego? No... Puede que sea lo más común o usado, pero créeme... hay otros modos de usar la oscuridad. Como con el agua.
En eso, Rean vio como las aguas del mar que rodeaban la isla, se tornaban oscuras... como estas empezaron a elevarse de tal manera, que parecían ahora ser dominadas por la mente del dragón que tenía en frente, quien ahora mostraba un tercer ojo, que yacía en su frente. Ok... eso es...
-Que creepy...
-Gracias. Pero volvamos a lo central. ¿Te parece?
En un movimiento rápido, las manos de Apophis hicieron lo impensable con el agua oscura. Esta se movió como si fuera una serpiente, para atacar a Rean, quien voló para alejarse del ataque del dragón. Al estar a cierta altura, giro para lanzar una onda de corte hacia el agua, logrando cortarla, solo para que.... Esta al instante de separarse, se una de nuevo...
-¿Qué demo...?
En eso, el agua fue hacia Rean para lograr acercarse con tal fuerza que... casi le da en la cara, pero algo del agua le dio en el hombro de la armadura, haciendo lo que pensó era imposible. Ver como la zona que tocó el agua... se derretía. No puede ser... ¿Cómo es que él...? Alzó vuelo de nuevo, esta vez para girar y esta vez crear una onda de energía en la espada, para que esta se vuelva como una columna de fuego que nacía de la base de parte que unía la empuñadura con la hoja, para lanzar varios cortes como si la espada estuviera hecha de fuego, logrando evaporar en algo esa agua. Pero el daño estaba hecho... Eso era...
-¿Sorprendido? – Rean pasó a ver a Apophis, quien simplemente sonrió. – Eso es lo que soy capaz de hacer. Con el poder de la oscuridad, sumado al agua... puedo hacer que esta se vuelva un poderoso ácido. Uno que puede afectar y herir incluso a los seres de clase Dios. ¿Cómo crees que Ra siempre me alejaba del agua?
-.... Por eso es que te pusieron a cuidar este lugar. Una isla rodeada de agua... es tu mejor elemento. Tu zona de confort.
-Correcto. Pero no olvidemos que en verdad es algo que se necesita, ya que mi oponente no es normal.
-Hablas como si tú lo fueras.
Apophis sonrió a las palabras de Rean, quien vio la zona derretida de su armadura. Como la tomó y la arrancó. De nada sirve ese trozo de metal ahora. Solo se puso en guardia, volando para poder lanzar varios cortes hacia Apophis, quien creó varios látigos de oscuridad y agua para desviar los ataques.
Los choques en el aire, solo hacían que las edificaciones que habían servido como un atractivo turístico para los humanos comunes. Se vio como el aire derrumbaba edificios de años de construcción. Como el agua se alejaba de la costa de la isla, así como unas olas de seguro chocaban con fuerza en las costas de Creta.
Rean esquivó los ataques del agua oscura, que ahora como el peor de los ácidos. Como se movía para evitar los ataques, mientras avanzaba con cautela hacia Apophis, quien maldijo los buenos reflejos de ese humano. Ahora puede ver el potencial de un X-Rounder. Ese Weil, en verdad estaba bien informado en el potencial de esos sujetos.
Alzó las garras para bloquear el impacto de la espada envuelta en llamas de Rean, quien con un movimiento rápido, se movió a un lado, para librar su mano izquierda y dar un golpe con palma en el abdomen del dragón, quien sintió como el ataque disipó la oscuridad en esa zona. No feliz con ello, Rean lanzó varios cortes hacia el dragón maligno, quien sintió como las heridas que recibía eran tan severas, que no estaba en posición de seguir en y con un movimiento de su cuerpo, voló hacia atrás, solo para verse cara a cara con lo que era... una columna de fuego.
¿Lanzó una ráfaga de magia mientras lo atacaba? Eso significa que... predijo lo que iba a hacer. Eso no es...
Apophis se vio envuelto en las llamas de esa columna que parecía sacada de las brasas del infierno. Rean no perdió la oportunidad y se lanzó al ataque de nuevo. Esta vez lanzando varias ondas de corte con Homura, que estas parecían irse de un modo ortodoxo, volando como si dieran curvas para lograr dar de nuevo en el objetivo.
El dragón salió del fuego, con su ropa quemada y él mostrando zonas de quemadura en todo el cuerpo, además de que estaba molesto. Trató de atacar con su oscuridad, pero no esperó que Rean diera un salto más hacia él, para dar una ráfaga de nueve cortes en todo su cuerpo, haciendo que este caiga al fin al suelo.
El humano, pisó tierra, luego de sentir que esto en verdad era más complicado de lo que pensó. Pero en ello, vio como Apophis se puso de pie y... estaba serio. Nada de la mirada calmada y tranquila de antes... se podía sentir su poder... el como...
-¿Cómo lo hiciste? – Apophis vio sus heridas. – Parecía que... sabías que iba a hacer. Eso no es posible. ¿Acaso es por ser un X-Rounder? No... ni el Sekiryuutei, que sé es un X-Rounder, puede hacer algo así. Debe de esperar el ataque para reaccionar, pero tú...
-Es cierto... es algo mío. Mi X-Pulse es... ligeramente distinto al de Ise y los demás. Y es porque llevo años siendo un X-Rounder. Eso hace que... desarrolle lo que sería una mejora ligera. Lo puedes llamar, X-Detector. – Apophis alzó una ceja. – Mejora el uso del X-Pulse y me permite predecir el movimiento o patrones del oponente varios pasos. Es como si viera, una sombra de ti moviéndote antes que lo hagas. Es algo útil... ¿Cómo crees que duré tanto contra Ladon sin usar tanto poder? A veces, es mejor ser más listo.
-... Ya veo... Es algo temible. – Apophis se limpió la sangre que tenía en la boca. – Si eso que dices es real... tu alumno y los demás X-Rounders, pueden lograr mejoras en sus instintos X-Rounder. No... ya lo deben de estar haciendo, porque pelean mucho. – Rean no dijo nada, pero el dragón se arrancó la parte superior de la ropa que llevaba. – Es hora de dejar los juegos.
Rean vio como el aura alrededor de Apophis cambio. Como el cuerpo de este empezó a volverse un híbrido de humano y dragón. Gran parte de su cuerpo, estaba lleno de escamas negras y esas gemas plateadas.
-Luchemos, hasta la muerte.
Rean se puso en guardia, sabiendo que la situación ahora es peor. Pero en ello, sintió como su cuerpo se tensó... No... ¿Acaso...? Sintió la sangre en su boca y como... como... su vista... ¿Era su...?
EL rugido de Apophis lo sacó del estado en que estaba. El como este se lanzó al ataque, solo hizo que el poder en él fuerce al mal en su cuerpo, a reaccionar de nuevo. Mientras pueda pelear, su poder lo hará moverse y seguir vivo, hasta que...
Lo que tenga que aguantar...
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En su lugar, Celine sentía los temblores en toda la isla. La gata vio como la máquina estaba por acabar su... su tarea. Dios, un poco más de prisa no le vendría mal. Y en ello, cuando sentía que la espera no podía de ser peor. Vio algo que la hizo sonreír...
-Descarga completa.
AL fin... Dios, si que le gustan hacerla sufrir. Estuvo por tomar lo que era el disco duro... solo para recordar que... sus patas... Oh no...
-¿¡Ahora como me llevo esto!? – Celine recordó que estaba en su forma gato. ¿Cómo puede arreglar esto? – Piensa Celine... Tú puedes... debe de haber.. – el temblor que estaba en el lugar, solo hizo que ella... decida. – Ugh... Me debes mucho por esto Rean...
La gata cerró los ojos. Su cuerpo brilló para dar paso a la forma de una chica que aparentaba ser del tamaño de Koneko, además de que sus ojos... eran amarillos. Su cabello, amarrado en dos coletas era del color del pelaje de Celine, sus orejas de gato decían mucho. Su piel bronceada y ropas negra, quedaban con la cola que tenía. La chica se vio las manos y...
-Ugh... Odio usar mi forma real. Ser una gata es más sencillo. Pero... - Sacudió la cabeza al saber que... - Nah, soy una nekomata a fin de cuentas. – Celine tomó el aparato, que tenía todo lo que necesitan y lo guardó con recelo en sus manos.
El temblor que sintió, solo hizo que ella casi se caiga al suelo. Alzó la vista, notando que el poder de esos dos solo hace que la batalla sea peor. La isla no va a aguantar esto mucho tiempo. Debe de darse prisa.
Con una serie de saltos, Celine logró subir por el orificio que estaba en el techo y salir al fin a la superficie, solo para notar el daño que estaba en la zona. Los edificios destruidos, además de que... es como si una densa oscuridad se hiciera dueña de la isla. ¿Este era el poder de Apophis? Negó con la cabeza, no era el momento. Debe de moverse, debe de buscar a Rean e irse.
Corrió por los escombros, buscando a su amigo. Solo para ver que... no lo hallaba. ¿Acaso...? No... No quiere creer eso. Él...
En ello, el temblor que sintió, solo hizo que mire hacia un lado y vea lo que pasaba. Su respiración se contuvo al notar que...
En el aire, usando su armadura, Rean trataba de desviar los ataques de Apophis, pero era como si el agua que estaba alrededor del dragón tocaba la armadura y la derretía. Vio como la cara de Rean estaba visible. Como se notaba su sufrimiento con cada movimiento. Como tras desviar un ataque, tosía y sangre salía de su boca, como si fuera saliva.
La Nekomata negó con la cabeza... No... ¿Acaso él...? Su cuerpo se movió rápidamente, solo para estar a la altura que quería. Canalizó energía en sus manos y la lanzó para que este en medio de los dos oponentes. Lo que hizo que ambos vean la dirección del ataque...
-¿Celine...? – Rean se sorprendió al ver a su amiga en... - ¿Esa es la apariencia que...? – Recuerda que Emma le dijo que... Celine no era gata común, sino una Nekomata, que prefería estar en su forma de gato... Vaya...
-Vaya... veo que tenemos una intrusa en nuestra batalla. – Apophis vio a la Nekomata y... - Eso es... - Con que tienen algo que los puede ayudar. Muy bien...
-¡Debemos irnos Rean, ya tenemos lo que queríamos! – Celine le dio la sugerencia a su amigo, quien trató de moverse, pero el cuerpo ya no...
-Oh no. No irás a ningún lado con esa cosa en tu poder, gata.
Apophis lanzó agua oscura a Celine, quien vio el líquido ir a su persona. Ella sabía que era imposible detenerlo, por lo que cerró los ojos en espera de que... Pero nada pasó. Abrió los ojos y vio con horror, que Rean había usado su cuerpo como escudo. Su espalda había recibido el agua... el olor del metal derretido era lo de menos, porque puede oler el de la piel... el de la carne siendo...
-¡Rean!
-¡Fatal Crescent Flash! – Concentrando la energía maldita en su cuerpo, Rean lanzó una onda de corte oscura con morado hacia Apophis, quien desvió el ataque como pudo con sus brazos, pero... bastó para ver que esos dos...
-¡De nada sirve que huyan! ¡Nada puede salir de esta isla sin mi permiso! ¡Mi barrera es impenetrable! – Sabía que era cuestión de... tiempo. Los va a encontrar tarde o temprano.
...
En medio de las ruinas, Celine ayudó a Rean a sentarse. La Nekomata miró a todos lados, notando que estaban solos, trató de activar su círculo mágico para irse. Solo para notar que este se rompía.
-Lo están bloqueando... No puedo...
-Este es el espacio de Apophis. Él... - Rean tosió de nuevo, esta vez mostrando más sangre. – Maldita sea...
-Debemos... debe de haber un modo....
Rean vio a Celine... como ella... ella trataba de hallar un modo de que se puedan ir los dos. Pero... él lo sabía... Sabía que no lo había. Solo uno puede irse. Y sabe que él... él no...
-Sabes... Emma me dijo de esa forma que usas... - Celine detuvo su mente, para pasar a verlo. – Pero... jamás pensé que te verías tan linda.
-¿¡Ah!? – la Nekomata se sonrojo. - ¿¡Que estás diciendo en esta situación!? ¡No es hora de coquetear!
-No es eso... - Rean soltó un suspiro. Y... - Puedo sentirlo Celine... mi cuerpo... ya está en las últimas.
Sus palabras pegaron fuerte en ella... Negó con la cabeza, tomó su mano con las suyas, tratando de darle fuerza. De que se quite esa idea. Pero él... él la vio con esos ojos tan cansados que ha visto estas semanas, que ella...
-NO... No puedes...
-Si logro... desconcentrarlo el tiempo necesario, puedes irte. Puedes salir de aquí y volver con los demás. Con Azazel... él sabrá que hacer con esta cosa...
-¡NO! – Celine negó con más fuerza. - ¡Debe de haber otra manera! ¡No es lo que prometiste Rean! ¡Debemos...!
-... Hay... cosas más importantes que la promesa de un moribundo... - Rean soltó una risa. – Sabes... siempre.... Siempre pensé en como iba a morir. Si lo haría en una cama, viendo el techo mientras mi cuerpo se degeneraba... O en batalla, de una manera donde puedo decir, luche hasta el final.
Rean soltó una risa... una que... demostraba su determinación. Celine sintió sus mejillas mojarse a más no poder.
-Rean... Por favor...
-Mi vida... no fue mala... Ha sido... la mejor que pude crear. La mejor que pude decidir... aun con sus altos y bajos... y... Pude tener la suerte de hacer muchos amigos... de... tener gente que puedo decir, siempre han sido lo que me impulso. Y... con gusto, daría mi vida por ellos.
-Aun tienes mucho que dar Rean. Tus hijos... ellos no...
-Sabrán... por lo que peleé... sabrán... porque me fui. Espero que ellos me perdonen, así como sus madres. Celine... por favor, es lo último que te pido. Eres mi amiga... y te confío esto. Mi última petición... Déjame morir como quiero. Peleando y dándoles a todos, la oportunidad de proteger el futuro.
Celine sintió como lo que quiso decir, para que se detenga, se quedó en su garganta. Pudo ver en ese cansado rostro, la misma determinación que... lo hacía quien era. Quien... peleaba hasta el final. Ella solo pudo cerrar los ojos, dejar que las lágrimas salgan de estos. Y lo pasó a ver.
-OK... Si es lo que deseas Rean, no te voy a detener. – Celine se limpió las lágrimas y le sonrió como pudo. – Pero debes de prometerme una cosa...
-¿Y es...?
-Que no te molestaras por lo que haré ahora.
Él asintió... esperando que le diga un insulto. Algo que siempre hacen. Pero jamás pensó que ella tomaría su rostro y pondría sus labios sobre los suyos. El beso de ella, era... salado. Por las lágrimas. Pero no menos emotivo. Él devolvió el gesto como pudo. Celine saboreó el sabor a hierro que la sangre en sus labios le daban. Alargó el gesto lo más que pudo. Quiso que fuera eterno... pero el aire era necesario y ella acabó con el gesto, dejando en claro lo que ella...
-¿Desde cuando...?
-... Siempre... - Celine le sonrió con tristeza y dolor. – Desde esos días en Thors... siempre sentí que eras... esa persona que... - Ella lloró más... - Y me arrepiento de no haber actuado antes. Quizás...
Rean la abrazó con fuerza, pero con cariño. Podía sentir a Apophis cerca. No estaba lejos. Sabía que... era el momento de... la soltó y se puso de pie. Debía de detener a ese sujeto lo suficiente y con el poder necesario para que Celine se vaya.
-Debo de irme... Es... hora. – Rean se puso de pie. – Diles a todos... que... fui feliz. Y que yo decidí esto... Que... no me lloren demasiado... - Soltó una risa, demostrando que hasta el final, veía algo bueno de esto. Empezó a caminar hacia la salida más cercana y...
-Rean... - la voz de ella, lo detuvo... - Te amo...
Miró a Celine una vez más, le sonrió como siempre y siguió su camino... dejando que ella llore en silencio. Que llore, sabiendo lo que se viene para él. Lo que se viene para todos... pero sabía que debe de cumplir por lo que vino. Miró el disco duro, donde estaba Ciel y toda la data que ella les puede dar. Si... por esta información, por esto... es que han venido.
Celine se puso de pie como pudo y camino hacia otro lado, con cuidado. Llorando, pero firme... usando toda su alma, para no girar e ir con él. Quería estar a su lado hasta el final. Pero era consciente de que no puede hacerlo. Debe de cumplir su promesa... a lo que vino. Siguió avanzando, no sin antes decir las palabras que no pudo decirle a la cara...
-Adiós Rean....
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Apophis miró todo el lugar, ya estaba tentado a alzar los brazos y destruir la superficie para acabar con esto, no era su estilo. Pero en eso, vio como de la nada, salió la persona que buscaba. Se le veía cansado... débil. Pero la firmeza en su espada, no se iba...
-Veo que sabes que se te viene.
-... No alarguemos esto más.
Rean concentró energía en su pecho. Sintió como la bestia en su ser, el poder tan maldito que tenía, estaba deseoso de salir una vez más. Pelear hasta el final... y con un grito, todo salió. La energía que estaba en el lugar, bastaba para que Apophis piense que este sujeto, en verdad no era un humano...
-Tal como dicen... eres un Ogro. Algo más temible que un demonio.
Los ojos de Rean parecían ser más bestiales, además de que las venas en su cuerpo parecían brillar en rojo. El gruñido que dio, bastó para demostrar que todo vestigio de razonamiento del hombre se fue. Quedando solo, lo que era el instinto combativo.
Vio con sorpresa, como el hombre se acercó a él a una velocidad más que temible y lanzó un corte hacia su persona. Uno que casi le arranca el brazo. Retrocedió para poder darse tiempo de respirar y pensar lo que debe de hacer, pero en ello, notó como varios cortes de llamas malditas iban hacia él.
Utilizó el agua como escudo, solo para notar que en verdad esas llamas eran peligrosas. El agua se hizo humo y el ataque siguió. Apophis volvió parte de su cuerpo más dragón, para luego moverse sobre el aire. Vio al humano, quien parecía un animal salvaje, que lanzaba ataques a diestra y siniestra. Que estos eran tan peligrosos, que la oscuridad de su cuerpo era lo único que lo protegía. Pero en ello, vio como ese hombre volaba sobre él y daba cortes tan veloces, que era como si fuera luz viva. Su cuerpo hecho de oscuridad se estaba viendo destruido pedazo a pedazo. Por lo que, harto de esto, notando que de seguir así... puede acabar mal, optó por tomar su tamaño y forma real.
A lo lejos, Celine vio con miedo la masa de oscuridad que era el enorme dragón. Como sus tres ojos brillaban. Como las gemas en su cuerpo, eran la única luz que había en este mundo devorado por las tinieblas. Sintió miedo, pero pudo ver como en medio de esta masa oscura, Rean seguía atacando.
Apophis abrió la boca y lanzó ráfagas de oscuridad hacia el hombre que estaba demostrando ser una molestia. Pero este canalizó más energía en su espada y giró como un trompo para que el corte se vuelva como un taladro hecho de ese fuego maldito.
El impacto en su cara, solo hizo que Apophis ruja de la rabia. Y que a su vez, Rean se ponga en guardia... Su espada brilló con más fuerza, solo para que...
-Mi mente es clara... Mi espada es el vacío.
Apophis vio como en medio del aire, Rean se movió a tal velocidad, que parecía que eran varios los que estaban ahí. Los cortes que le dio, fueron tan veloces y potentes, que su pecho se vio afectado. Y con un movimiento final, con corte giratorio, creó una onda de choque de esa energía oscura, que obligó al dragón a retroceder de modo obligatorio. Porque se vio como una gran marca yacía en su pecho... un corte que dejará cicatriz.
-Termination Slash – Dusk. – Rean sintió que eso era lo mejor que puede hacer... Ya no... - ¡AHORA CELINE! ¡VETE!
Celine oyó el gritó de su amigo. Con lágrimas, ella creó el círculo que la iba a sacar de aquí. Con Apophis centrado en el dolor que siente, sabe que se puede ir. Ella vio como la luz la sacaba de aquí, solo para alzar la vista hacia donde estaba Rean. Viendo como él le sonrió... Y ella no pudo ni decir su nombre, antes de que su cuerpo fuera sacado de ahí.
-¡NO! ¡Eres un...! – Apophis vio a Rean, quien estaba perdiendo energía... su aura.... Ya casi no... - ¡Miserable! ¡Pagarás por eso!
Con un grito, Rean vio como Apophis centró energía en su cabeza y lanzó lo que era una esfera concentrada de oscuridad, que le dio de lleno. Sintió como su cuerpo... Pudo sentir como sus huesos y músculos se destrozaban. Como su propio cuerpo perdía lo último que le quedaba de sentir. En una explosión, se vio como el humano caía al suelo con fuerza. Como... se quedaba en silencio y su espada se clavaba a su lado.
Apophis no puede creer que haya atacado con todo su poder... que.... Este humano lo haya hecho ir en serio solo un segundo. Pero eso demostraba el gran poder que tuvo. Al menos, con esto... la batalla acabó. La oscuridad que estaba en el lugar, debe de disiparse para que...
-Debo de ir por esa gata. Debo de evitar que se vaya... no puede haberse ido muy lejos. Es más, algo de mi oscuridad sigue con ella al menos unos minutos. Con eso, puedo rastrearla. No debo dejar que lleve eso a los de DxD.
Sin que él lo sepa, Rean aun oía... pudo oír que... Celine no estaba a salvo aún. Unos minutos más... solo unos más... debe de detener a este sujeto para que ella... Quiso moverse... pero sentía como... como su cuerpo no... No lograba mover ni un dedo. Miró de reojo su espada, que estaba clavada a su lado. Su maltrecho cuerpo... destrozado tanto por fuera como por dentro, se estaba apagando. Ya no había nada más que salvar... hasta el poder que tenía lo sabía. Porque no lo estaba forzando a pararse. Ya no...
Con que... así acaba... Así es como se irá de este mundo... No pudiendo... lograr su última misión... no pudiendo... ayudarlos a ellos de... ganar la ventaja. Aun con su muerte, no lograrían nada...
Sentía su corazón apagarse... los latidos eran cada vez... menores... Se estaba muriendo. Lo sabe. Sabe que... no hay salida. Uso todo su poder y... eso ya debió acabar las reservas que le quedaban, sumado al ataque de Apophis. Dios... ¿Acaso... es todo lo que puede dar?
-... Vaya modo de irme... Pensé que... - Sintió su mente ser devorada por la oscuridad, era lo que le quedaba. – Yo... ¿Fallé? ¿Es así como me iré al más allá?
Recordaba su vida... todo. Sus alegrías... sus dolores. Sus... tristezas. Sus fallas... Y vaya que tenía de todo un poco. Sus alegrías... Sus relaciones, sus amigos... los hijos que sabe que jamás verá. Sus dolores... la muerte de Crow, el dolor de tener un poder que te mata lentamente. Lo triste... las separaciones... las traiciones, las verdades tan crueles... sus fallas... en no haber podido ver a toda la clase VII de nuevo junta. Con ese pensamiento, su corazón dejó de latir y Apophis lo oyó... con que se acabó.
Pero en eso, Rean pensó en como le hubiera gustado hacer una sola cosa. El poder... ver a Ise graduarse... casarse... tener un hijo... como le habría gustado verlo... estar ahí para él. Aconsejarlo... Verlo sonreír. Porque se lo merece, tras tanto sufrimiento.... Él merece ser feliz...
-Ise... - Pero fue ese nombre, lo que le hizo que su mente aún no se apague. – Siempre... has sido mi orgullo. Siempre... Te he visto crecer y mejorar... como persona y guerrero. Eres lo mejor que he podido dejar... mi legado... y sé... Sé que sufrirás por las decisiones de este tonto... Tú y todos... Pero...
Apophis estuvo a punto de irse, solo para sentir algo que no esperó. Volteó y sus ojos se abrieron al notar que... el humano se estaba levantando. No... no era posible...
-Imposible... su corazón ya no... ¡Estaba muerto!
Rean se arrodilló y tomó su espada con dificultad. La sacó del suelo y...
-Siempre hice lo mejor por ti Ise.... Aunque no lo creas o me odies por esto. Lo hago ahora... Hasta el final. – Se puso de pie y sonrió al recordar una cosa... - Me dijiste que... yo era tu padre. Y... el deber de un padre, es dejarle a su hijo... un recuerdo de ejemplo. Uno que siga hasta el final.
Sintió como su espada le dio una respuesta. La energía que le quedaba, se la dará... Es más, el poder maldito de Rean pareció resurgir de nuevo. Y pudo sentir como este... aún estaba listo para algo más... una última... batalla...
-Si... Hasta el final... si me voy a ir... dejaré mi marca en el mundo... - Rean giró para ver a Apophis, quien estaba molesto. - ¡Que todo el mundo sepa que un humano te dejó esos cortes, Apophis!
-¡Esta vez te destruiré! ¡Rean Schwarzer!
Homura brilló, mezclando su energía con el poder maldito de Rean. Lo que se creó, era la armadura Valimar, solo que esta se mostraba más... intensa. Con las gemas verdes y marcas doradas en la armadura gris. Las alas que tenía en su espalda, eran como las de un ángel. Como si fuera un ser divino... y Apophis no lo creía... eso era...
-¿¡KAMUI!? ¿¡Como un humano pudo hacerse con una Kamui!? ¡Es imposible! ¿¡Acaso tu poder...!? ¿¡Lo purificó!? ¿¡Es este el poder oculto del Zemurian!? – Apophis había oído que ese metal era de lo que estaban hechas las armaduras que los Dioses usan, pero que un mortal logre usarlo para poder crear una armadura de esa clase... ¿¡Tanto era el poder que estaba sacando!? ¿¡Aún al borde de la muerte!?
No... Era porque estaba usando su vida con el poder... ¡Eso lo llevó más allá del límite! ¡El muy maldito está dando su vida por más poder como si fuera combustible! ¿¡Acaso estaba dispuesto a llegar tan lejos por una oportunidad!? ¡Jamás había conocido a alguien así de loco!
Rean no dijo nada, solo agitó su espada y voló hacia Apophis a toda velocidad, haciendo que el dragón vaya en su encuentro. El choque que se generó, solo hizo que los edificios se vengan abajo. Que el cielo sea el testigo de como un caballero en brillante armadura, un Divine Knight chocaba de igual a igual con el Evil Dragon, Apophis. Como ambos destrozaban el cielo con sus choques.
Apophis lanzó varias ráfagas de energía de su boca, pero Rean las cortó con su espada, la cual brillaba como si fuera una estrella. Con un giro, gracias a sus alas, logró ponerse sobre el lomo del dragón y dar un poderoso corte que dejó marca en este.
El Evil Dragon se movió, para quitarse a este sujeto de encima. Pero Rean lanzó varios cortes con su espada, logrando mandarlo al suelo. El choque solo hizo que Apophis mueva su enorme cola hacia Rean, quien sintió eso con su X-Pulse. Vio como la cola lo iba a atacar y saltó, para mover su espada en posición, logrando clavar la espada en la punta de la gran cola y empezar a moverse para dar un corte a lo largo de toda la cola. Y con un movimiento, la onda de corte siguió por todo el cuerpo del dragón hasta la base de su nuca.
-¡AGH! ¿¡Como!? Este poder... - Apophis miró a Rean, quien estaba en el aire.. Se alzó y... - ¿¡Cómo puedes tener ese poder!? ¿¡Cómo es que alcanzaste el nivel de un Dragón Celestial!?
Rean no dijo nada. Solo se quedó en silencio... porque sabía que no importa lo que pase, no va a cambiar su destino. Por lo que seguirá atacando hasta que... no pueda más.
Apophis se lanzó al ataque, solo para que la espada bloquee el ataque. Se sentía como la energía de la espada y la de ese poder maldito, estaba a un nivel que Apophis no esperó. ¿De que descendía este hombre en verdad? ¿¡Qué clase de monstruo es para que su poder le dé a un humano esta capacidad!?
Rean canalizó poder en su espada, sintiendo que... ya era casi la hora. Giró la espada y lanzó varios cortes con ondas de fuego, ondas que dieron de lleno en Apophis, para luego hacer que este se mueva para atacar con ondas de oscuridad y de agua. Pero Rean voló con gracia, como si supiera lo que estaba por pasar.
Apophis siguió con su ataque, esta vez invocando lo que era un mar negro sobre ellos, para poder acabar con ese hombre, que estaba demostrando ser más poderoso de lo que jamás esperó. Pero en ello, este alzó la mano y...
-Técnica Secreta... Hakai no Ken. – con un golpe, creó una onda tan poderosa que hizo que toda el agua sea lanzada a otro lado. Creó un hueco sobre el mar que había creado para... matarlo. Eso no puede ser... Este hombre es... Es...
Rean hizo girar su espada en su mano, como haciendo que se mueva con la fluidez del viento. Creó una funda para esta con su mano izquierda y...
-Fluir eternamente. La forma es el vacío, el vacío es la forma. – Guardó la espada en su funda y voló hacia Apophis, quien... - ¡Ichi! – Un corte vertical en el pecho. - ¡Ni! – un horizontal con un corte hacia abajo. - ¡San! – Un corte hacia abajo, esta vez con llamas en la espada. - ¡Yon! – Guardó la espada y la sacó rápidamente para dar un corte diagonal a toda velocidad. - ¡Go! – Volvió a guardar la espada, solo para sacarla dando un corte hacia arriba con gran fuerza. - ¡Roku! – Tomó la espada con ambas manos y lanzó una onda de corte de fuego de gran tamaño. - ¡Nana! – Dio un corte giratorio para afectar toda el área, solo para acabar con... - ¡Hachi! – con un movimiento de su espada, dio un corte hacia Apophis en el pecho, completando la marca... Giró y sacudió a Homura, quien seguía brillando. - ¡Hachiyou Ittou! (¡Ocho Hojas!) ¡Mujinken! (¡Breaking Dawn!)
Se vio como un símbolo de ocho hojas en el pecho de Apophis brillaba, así como tras el grito del dragón... todo brilló, al mismo tiempo que se veía como la dimensión oscura del Evil Dragon se caía a pedazos.
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En Spinaloga... el desastre que se había creado, era tal que nada había quedado ileso. Pero en el suelo, se veía como Apophis en su forma humana, se tomaba la herida que había recibido. Como la marca que estaba ahí, no sanaba... Era eterna. Ese sujeto... volvió a su forma humana solo para no dejar que el poder lo afectara más. Alzó la vista para verlo... solo para notar que...
-Es... bello... ¿No crees...? El amanecer.... – Estaba delirando... aún era de noche en este lugar. – Pero... a veces es algo que no tomamos en cuenta. Es... triste. Y aun así... nos hace ver que somos solo un parpadeo en este mundo.
Apophis estaba listo para seguir la lucha, pero vio como la armadura en el cuerpo del hombre se hizo cenizas. Y empezó a ver que él... él se estaba haciendo partículas... Por supuesto, el poder que usó... el poder de un ser Divino. Un Dios Jefe... un Dragón Celestial. Él ya estaba muerto... pero el poder... su determinación lo regresó al mundo de los vivos, solo para que... Trató de sentir a la gata, pero ella... ella ya no estaba... No sentía su presencia. Se había ido...
-Nunca pensaste en ganar para vivir... solo...
-Mi objetivo... era claro. Y cuando los humanos tenemos una idea clara... creo que somos capaces de lo que sea. – Rean sonrió y pasó a ver a Apophis, quien notó al fin las diferencias...
Adiós estaba el color blanco de su cabello, ahora solo yacía un cabello negro. Sus ojos rojos carmesí ahora eran... lila. Se le veía... tan cansado, pero en paz. Sea lo que haya pasado... o lo que haya hecho, al fin calmó la maldición en su cuerpo... y lo dejó. Al final de su vida, Rean Schwarzer había recuperado la apariencia con la que había nacido.
El hombre miró su espada... Homura estaba toda rajada. Se notaba que el poder del último ataque, la dañó de un modo severo. Esas rajaduras... eran la marca de la batalla final de su maestro de años. Su compañero... Rean sonrió... acarició la parte plana de la espada y...
-Ve... Mi tiempo se acabó. Ve con Celine... ella te llevará con el resto. Lo que hagas luego... es tu decisión. – Su voz se quebró... era.... – Adiós vieja amiga. Gracias por todos estos años a mi lado.
Como si llorara, Homura se rajó un poco más, antes de desaparecer en un destello de luz... dejando a Rean con las manos vacías. Rean se tambaleó... solo para soltar un suspiro. Su corazón... ya no latía. Solo era cuestión de tiempo para que su cuerpo, se vuelva polvo... como todo lo que nació del polvo, vuelve a él.
-Un consejo Apophis... - Rean miró al dragón. – Cuando pelees con Ise, no te contengas. Créeme. Te arrepentirás si lo haces.
-Tú...
Apophis no pudo decir nada ya que... Solo pudo guardar silencio en respeto a este hombre, a quien...
Rean siguió viendo el horizonte... estaba... en paz. Todo estaba tan tranquilo. Al mismo tiempo que sentía que su hora se acercaba. Sonrió al recordar todo lo que vivió este año. Todo lo que pasó. Los momentos donde... estaba feliz con ellos...
-Venelana, Celestia, Luna... Sean felices, lamento no poder ayudarlas con los bebés... Emma, Fie, Eva... Por favor, sigan adelante. Laura, lo siento... no podré conocer a tu hija. Alisa... Como me hubiera gustado... que arregláramos las cosas. – Sintió que... - Jusis, Machias... no peleen tanto ahora que me voy. Gaius... Lamento que debas ahora ser el que... sea el mediador. Millium... por favor, ayuda a Elliot a ver que... todo puede cambiar a mejor. – Rean trató de abrir una vez más los ojos... - Azazel... No te culpes... Penemue... Gracias... Serafall.... Extrañaré nuestras charlas... Sirzches.... Cuida a todos.... Ophis.... Sé feliz mi pequeña amiga...
Recordó al Grupo Gremory, los Elementos de la Armonía... el equipo RWBY, a todos esos chicos... la nueva generación. Como los conoció... entrenó. Lo que han pasado... tantos momentos en tan poco tiempo. Creyó que iba a llorar de la tristeza, pero no era así... estaba feliz... se iba sabiendo que logró algo en su vida. Que dejó... su legado. Y con eso... puede sonreír a puertas de la muerte. Cerró los ojos, sabiendo que...
-Ise... - Dijo el nombre de esa persona... su hijo. Su legado... - Ahora es tu turno... Sé... quien alumbra el futuro. Puedes hacerlo... Creo en ti... - Con eso, Rean Schwarzer murió de pie mientras estaba parando frente al horizonte, con una sonrisa mientras su cuerpo se unía de nuevo a la Tierra... al polvo del que se dice, todos nacieron.
Apophis vio como tras esas palabras... el humano desapareció... Se había hecho polvo. Un polvo que brillaba en esta oscuridad... había.... Había muerto con una sonrisa... Vio el daño en su pecho, en su cuerpo... Cumplió lo que dijo, dejó su marca en el mundo...
-Rean Schwarzer... Tu nombre vivirá siempre en mi memoria. Y en honor a esta pelea, pelearé con todo contra tu alumno cuando sea el momento.
Con un destello de luz, emergió una persona que... no esperaba ver...
-Wow... mírate. - Aži Dahāka apareció al lado de su aliado y... - Te hizo sufrir. Pero ganaste...
-No... Perdí... - Apophis no era ciego. En el último corte, el que lo pudo matar, él ya... - Ya su corazón dejó de latir en su último ataque.... Murió. Pero él me derrotó. Vivo porque su cuerpo no le dio más para destrozarme.
-Lo veo... Rean Schwarzer, vaya sujeto.
-Sí... - Apophis vio como Aži Dahāka dio un símbolo con sus manos y... - ¿Parte de tu mitología?
-Es un modo de dar respeto a los grandes guerreros en mi mitología. Y que hallen la paz a donde sea que vayan. Anda, hay que ver al viejo. Ya sabe lo que pasó... supongo que acelerara el plan.
Apophis asintió. Miró una vez el lugar, donde estuvo ese hombre y asintió con la cabeza, para solo irse en silencio.
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Celine había logrado irse de la zona... había logrado llegar a donde nadie la puede ver. Un árbol en este bosque donde cayó, era su apoyo... tratando de respirar. Solo para que su oído capte el sonido de algo cayendo cerca de ella.
Miró para ver que era y vio que... se puso de pie como pudo y corrió hacia el objeto. Lo tomó con sus temblorosas manos y.... notó que era...
-Rean.... – Celine vio a Homura, rajada y dañada... aquí, sin su dueño. Lo que solo significa una cosa... - Rean. – Lágrimas cayeron sobra la dañada hoja y la Nekomata cayó de rodillas mientras abrazaba la katana llorando con todas sus fuerzas. - ¡REEEEEEEAAAANNNNN!
Celine sabía que... su amigo se había ido. Para siempre...
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En Japón, el día ya había comenzado. Muchas cosas ya habían pasado... en la casa Hyoudo, Venelana, Celestia y Luna estaban arreglando unas cosas. Esperando la llegada de los chicos con las noticias de...
En eso, las tres mujeres sintieron como si... algo... Ellas no sabían que fue eso, pero en la ventana... ninguna notó las lágrimas que cayeron de los ojos de Ophis, quien solo pudo...
-Adiós Rean... Gracias. Descansa.
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En Kuoh, las votaciones ya habían sido hechas. El discurso que Xenovia dio, se notaba que había sido con el corazón, es más... se podía ver que hasta la favorita que era Momo, admitía que había sido derrotada.
-¡Oigan, vamos! ¡Ya se va a decir quien ganó! – Matsuda llamó a Motohama e Ise, quienes estaban conversando de algo en el salón.
-Al fin. Se nota que se tomaron su tiempo. – el chico de lentes se puso de pie. – Vamos Ise, de seguro Xenovia gana.
-Jaja. Eso sería bueno. Xenovia desea ganar con fuerzas, aunque dice que le gustaría que mi maestro esté aquí para agradecer su ayuda.
-¿Hizo algo grande?
-No lo sé... no me lo quiere decir. Dice que cuando él vuelva de su viaje, me lo dirá. – El Sekiryuutei se puso de pie, para ir a la salida del salón.
-Pues hay que esperar. Ya volverá.
-Si... lo sé. – Ise les sonrió a sus amigos, ya en la puerta del salón solo para... sentir como algo tocaba su cabeza. Como una mano... una que él... - ¿Eh? – Giró para ver si... - ¿Maestro? – Miró a todos lados, no entendiendo si... - Que raro...
-¡Date prisa Ise!
-¡Voy!
El joven miró de nuevo el salón, como esperando una respuesta... solo para encogerse hombros. Caminó por el pasillo, viendo por la ventana algo que no esperó. Ver como un ave alzaba vuelo hacia el cielo. Sonrió al pensar que... puede que sea una señal.
-Ojalá vuelva pronto. Para decirle las buenas noticias. La casa se siente diferente sin él. – El Sekiryuutei siguió su camino. Esperando aun que Rean vuelva...
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Sintió sus ojos abrirse con fastidio... en verdad que era una molestia. Que tranquilo estaba... pero sintió como... se detuvo de la nada. Abrió los ojos, solo para verse en un tren, uno muy familiar. Y con un uniforme de casaca roja y pantalones negros que conocía muy bien. Se puso de pie, para caminar y salir del tren.
Al hacerlo, pudo ver que estaba en una estación de tren... muy similar a la de... no puede ser. Siguió su paso, hasta llegar salir de este lugar y verse con una vista que jamás esperó ver de nuevo. Las hojas volando frente a la Academia Thors, el lugar donde siempre...
-¿Qué está...?
-Cuando morimos... a veces vamos a ese lugar que marco nuestra vida. Antes de seguir... - Esa voz...
Alzó la vista y se vio con una mujer, que estaba en sus 20. Llevaba una caperuza blanca, con una capucha que cubría su cabeza. Pero la mujer se la quitó dejando ver unos ojos plata que él reconocía y un cabello que estaba atado en dos coletas bajas.
-Hola Rean...
-Summer... Tú...
-Quería... - Ella sonrió algo apenada. – Quería ser la primera en darte la bienvenida. Vaya... te ves bien...
-Yo... Estoy...
-Si... lo estás. – Ella sonrió triste. – El esfuerzo fue mucho para ti Rean. Tu cuerpo no lo soportó. Alcanzaste el poder de un Dios jefe, un Dragón Celestial.... Pero eso bastó para que...
-Entiendo... - Rean sonrió... - Yo... me lo esperaba. Fue mi decisión. – Rean soltó un suspiro. – Pero de todos modos, me alegro verte Summer. Aun del mismo tamaño.
-¡Hey! ¡No tengo la culpa de que sea herencia!
-Oh si... Ruby está igual. – Sonrió al pensar en ella... - Deberías verla. Lo que ha crecido. Ella y Yang.
-Sí... Crow me lo dijo.
-¿¡Crow!? ¿¡Está aquí!?
-Claro que sí. Créelo o no, los cielos de muchas religiones convergen en ciertos puntos. Y podemos hablar. Hay dos personas que desean conocerte. Desean darte las gracias por cuidar a su hijo.
-Oh... Pues... Ahm...
-Jajaja. Que no te apene. Están felices. Es más, ¿Puedes decirme de mis niñas y lo que han pasado? Oí que tu alumno derrotó al que me mató. Quiero oír como es. Crow dice que es increíble. Él y sus amigos.
-Si... lo son. – Rean suspiró, sabiendo que... - Oye Summer.
-¿Hm? – ella lo miró con esa inocencia que siempre... lo calmaba.
-Yo... ¿Lo hice bien?
Summer le sonrió con mucha ternura. Tomó la mano derecha de su amigo con su mano... la apretó y abrió la boca.
-Si Rean. Lo hiciste muy bien. Mejor de lo que cualquiera pudo. – ella pudo ver lágrimas en los ojos de su amigo y... - Anda... hay mucho que hablar y tenemos mucho tiempo para ello. Ellos... estarán bien. Son tus alumnos, al fin y al cabo.
-Si... Si. Vamos Summer. Hay tanto que contar.
Con eso, Summer guio a Rean hacia adelante, de la mano. Ambos conversando en medio del camino, sabiendo que tienen mucho de que hablar. Pero de una cosa estaban seguros...
Rean Schwarzer, el Ogro Carmesí, Maestro del Sekiryuutei Supremo y de la nueva generación.... A pesar de todo lo que pasó y experimento, de lo que vio e hizo en su vida... Al final de todo se dio cuenta que, de verdad, si fue feliz.
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Adelanto
Una noticia que nadie esperaba, que nadie quería escuchar, solo hizo que entiendan el verdadero peso de lo que se juegan. Pero el dolor a veces no deja avanzar, Ise y compañía tenían que pasar su luto, pero no era sencillo. Y no ayudaba que Qlippoth se movía, dado el cambio de planes.
Pero visitas inesperadas, acciones, palabras y a veces el recordar que hay cosas que ni la muerte puede destruir, puede ser el camino para ir más allá de la Divinidad.
Próximo Arco: Divinus ∞ Death
¿Puedes superar la muerte para ir más alla de la Divinidad?
Curiosidades:
-El plan de Strada, era de poder darle a los chicos que no estaban de acuerdo con la Alianza, una manera de sacar sus fruistaciones, así como de demostrar que una Alianza, no era mala si con eso se llega a la paz. Así como sacar planes de traición dentro del Vaticano.
-Vasco Strada, es de lejos, el humano más fuerte, que no necesita poderes o armas especiales para estar a la par de varios seres sobrenaturales. Algo que todos consideran, digno de admirar. Hasta la fecha, muchos dudan que sin Sacred Gears o poderes especiales, exista otro humano igual en la historia.
-El Avatar Trigger de Irina es poderoso, más por el hecho de que Irina no ha dejado de lado sus sentimientos vengativos, pero los usa para algo mas justo, por más irónico que parezca.
-Crow era el mejor amigo de Rean, que se volvió un Pseudo usuario del poder de Corbenik, pero jamás logró usar su poder total.
-En la batalla contra Corbenik, se puede ver el poder de este y que es sin duda alguna, el de un Dragón Celestial.
-La visión que mostró la luz de Corbenik, es de una línea de Tiempo alterna, una que ya no existe, siendo las 8 Fases lo único que queda de esta.
-Vali es el verdadero usuario de Corbenik, por razones que se desarrollaran más adelante.
-El ejercito Atlesiano, es un intento de los gobiernos del mundo de querer pelear contra lo sobrenatural y si bien su participación no es de mucho impacto en este punto, será visto con más desarrollo a futuro.
-Apophis es un ser Clase Dragón Celestial, por lo que su fuerza es algo digna de temer, sumado a su gran control de la Oscuridad, la cual es parte de él hasta cierto punto.
-El poder de Rean, si bien le daba capacidades que humanos comunes no tendrían jamás, lo mataba lentamente debido a degeneraciones celulares, haciendo que su cuerpo se avejente muy rápido de manera interna. Otro efecto, es que usado a niveles muy extremos lo mataba si es que no se detenía.
-No es claro de que desciende Rean, por lo que se especula que puede ser un ser de otro mundo o una mutacion de una raza existente. Su maldición era la misma que la de su ancentro Zaveid, el esposo de Aura.
-El Zemurian es un metal del cual nadie sabe todas sus habilidades, lo que se sabe es que puede ser un buen catalizador de magia o crear armas, hasta armaduras. Usadas con un cierto nivel de poder, estas crean las Kamuis que usan los Dioses. A más poder, mejor la armadura. Aunque claro, el precio es la resistencia de la persona, a veces la vida si es que no se usa con cuidado.
-Al final, Rean usa todo su poder usando su vida y el poder del Zemurain a su máximo, logrando por escasos instantes alcanzar el nivel para pelear a la par de Apophis, tomandolo por sorpresa, más no lo supera en poder, pero si en técnica. Aun sabiendo el resultado, lo utilizó sin dudar.
-La escena final, es un punto donde los paraísos de las mitologías pueden entrar en contacto, lo que lleva a que se puedan comunicar. Para Rean, su punto de transición, su Limbo, era la escuela donde estudió años.
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