Destino en Marcha
La persona que estaba parada frente a ellos se parece mucho a ella. Eran iguales. Sólo que ella tenía el cabello amarrado en una cola de caballo. Además de la mirada algo más vacía que la de Ophis, como si no pudiera mostrar mucha emoción.
Eso sí, Ise no veía malas intenciones en ella. Es más, tenía más la actitud de un niño perdido. Y...
-¿La conoces? – Ruby le hizo la pregunta, no era una experta en sentir auras, pero podía sentir con su propia piel que está chica tenía un poder enorme.
-No. Pero creo que pronto lo haremos.
El Sekiryuutei se acercó a paso lento hacia la niña, quién seguía con su pelota en mano. No quería que se fuera corriendo. Quería despejar la duda que tiene ahora mismo. ¿Será posible que ella sea...?
[El poder que siento de esta niña, es el de Ophis. Una parte de este, pero es similar] – Ddraig le comentó a su compañero lo que podía deducir con el poder que siente. – [Es probable que ella sea el resultado de... lo que le quitaron a Ophis semanas atrás]
La nueva Ophis. Eso es lo que Cao Cao les dijo esa vez. ¿Esta niña? Tiene el poder, pero se puede sentir que estaba algo confusa. Cómo alguien que recién aprende lo que es la vida. Se arrodilló para poder verla a los ojos. Se vio algo de miedo en ella, no por el poder, sino por lo desconocido... que no sabía que esperar de este chico.
-¿Quieres jugar?
La pregunta la sorprendió. Más ella mostró su pelota y él asintió con una sonrisa. Eso la hizo casi imitar su gesto. El olor que él desprendía era familiar, calmado... a casa. Vio como el can cerca de él ladró mientras movía la cola para luego correr alrededor de ella. Cómo invitándola a jugar con él.
Ise tomó la pelota y la lanzó al aire para que luego Kurama la cabecee. El objeto cayó de nuevo en manos de la niña, quién parpadeó varias veces.
-¿Dejan que nos unamos? – Blake hizo la pregunta con una media sonrisa. – A más mejor.
-¡Sí, hace tiempo que no juego a la pelota! – Incluso Ruby.
Ella las vio, algo temerosa, pero el muchacho confiaba en ellas por lo que pudo ver y... Asintió para luego empezar el pequeño juego entre ellos.
La pelota iba de uno al otro, sólo jugando algo tan simple la hizo sentirse distinta. Cálida. ¿Feliz? No lo sabía. Pero le agradaba. Era... cálido. Ella vio como Kurama trató de atrapar la pelota, pero Ruby hizo una tinta para que luego el lobo pase de largo y caiga de lleno en la nieve. Algo que le sacó una risa a la muchacha y unas sonrisas en Ise y Blake, mientras que el lobo se mostraba molesto.
Ella no pudo evitar querer imitar ello. Quería entender cómo expresar lo que sentía. Quería... poder sonreír de modo natural.
El tiempo pareció volar al ver que el sol pronto se iba a ocultar. No podía quedarse más tiempo. Tenía que volver... con él. Y el simple pensamiento le dio... ¿Asco? Eso era algo nuevo para ella. Nunca antes...
-¿Ya te vas? – alzó la cabeza al ver que Ise la llamaba. – Te has quedado viendo una dirección y el sol... significa que ya debes volver, ¿verdad?
Ella asintió con algo de pena. Nunca se había sentido así. Normalmente, no siente nada. Pero con él... ¿Por qué le da esa sensación de querer seguir sintiendo lo que nunca pudo?
-Casa. Volver... Molestar si no vuelvo.
-Llévate esto entonces. – Ruby sacó de su capucha algo. – Es mi ración de emergencias, pero quiero dártelas. – era una bolsa con galletas de chips de chocolate. – Son de la receta especial de mi mamá. Para que nos recuerdes.
-¿Galletas? – la chica tomó la bolsa y la observó con duda. Pero no se negó al gesto. – ahm... - ¿Qué se decía en estas situaciones?
-Gracias. – Blake trató de ayudarla. – Lo que tratas de decir es gracias. Eso dice.
-¿Gracias? Gracias... - memorizo la palabra para luego mirar al lobo, quién lamió su mano.
El gesto la sorprendió más. Pero la hizo sentir más de ese calor que tanta extrañeza le daba. ¿qué era esto...?
-¿Cómo te llamas? – El Sekiryuutei se acercó a ella y la miró con duda. – Yo me llamo Ise. Él es Kurama. – el lobo ladró en respuesta.
-Yo soy Ruby.
-Blake.
Se presentaron a ella. Eso la hizo murmurar sus nombres al querer recordarlos. Más era porque en verdad quería saberlos de memoria. Ahora, ¿Debía decir su nombre? La verdad... no le ve lo malo.
-Lilith. Mi nombre. Lilith.
-Lilith... - Ise acarició la cabeza de la chica, haciendo que ella abra los ojos de la sorpresa. – Nos volveremos a ver. ¿Sí? Sólo cuídate.
Ella asintió para luego darse vuelta y caminar de vuelta hacia... ese lugar. Volteó para verlos una vez más. Pudo observar como Ruby la despedía con agitar la mano mientras Blake lo hacía de un modo más calmado. Ella repitió el gesto de un modo más tímido. Para luego, seguir su camino... a paso lento.
-¿Sabías quién era exactamente Ise? – Blake pasó a ver al muchacho, notando su expresión perturbada. - ¿Lo sabes?
-Me doy una idea. – el Sekiryuutei pudo ver la confusión en los ojos de Lilith. Cómo se sorprendió de unos simples gestos de amabilidad. Le parecían tan raros que...
-¿Creen que la volvamos a ver? ¿Por qué no pediste que se quede?
-Porque... Ella debe decidir que quiere. Y eso sólo lo puede descubrir ella misma.
Por más que él lo deteste, sólo ella puede elegir su propio destino. ¿Quién la tiene bajo su mano? ¿El que está detrás de esto? No lo sabe. Pero... espera que esta ligera interacción haya sido de ayuda para ella. Y Ruby aceptó sus palabras para luego acariciar la cabeza de Kurama, que se mostraba algo triste. El lobo reconocía el olor de Ophis en Lilith. Era idéntico. Por ello... eso lo hizo jugar con ella. Lástima que se tuvo que ir.
-Volvamos adentro. Debo comentar de esto. – El Sekiryuutei se dio vuelta para regresar al interior de la casona, siendo seguido por las chicas y el lobo.
[No será fácil compañero. Ella parece más alejada de las emociones que Ophis] – Era verdad... aún así... - [Pero tu interacción con ella debe de haber despertado algo. A fin de cuentas, algo de Ophis vive en ti y tu cuerpo es de Great Red. Esos dos factores deben de ser importantes. Esperemos lo mejor]
Sí... era lo que les quedaba. Nada más...
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Lilith siguió con su regreso a casa... al menos el lugar que Rizevim le dijo que lo era. Pero no se sentía de ese modo. Nunca fue así. En verdad, lo sentía cómo un lugar donde tenía que estar encerrada en cuatro paredes. Y eso lo... ¿cuál era la palabra? ¿Molesta? ¿Fastidia? No lo sabe. Pero sí sabe una cosa, quiere ver a esos chicos de nuevo. Al menos una vez más. Pero con Rizevim vigilándola... No será fácil. Más para ella.
Cuando divisó la casa Tepes... supo que debía entrar y estar con mucho, pero mucho cuidado. No quiere que nadie se entere de su escapada. Saltó el muro que separa la casa del exterior y... Vio que la ventana donde salió aún estaba abierta. Con otro saltó, logró alcanzarla y entrar sin problema alguno. Vio que no había nadie. Se acercó a la puerta y estaba aún con llave. Perfecto. Nadie la había buscado en la hora que estuvo fuera.
Pero oír los pasos de alguien acercándose, la hizo volver al asiento del lugar. Sentarse. Esconder la bolsa con Galletas bajo el cojín y botar su pelota. Para hacer apariencias.
Cuando la puerta se abrió, obviamente el que entró era Rizevim. Este de veía muy feliz o conforme con algo. No lo sabe, pero siente que deberá... estar algo más alerta. No sabe porque...
-Oh, Lilith. Veo que has estado quieta. Como siempre. – ella asintió, no quería decir nada de su reciente aventura. – Lamento haber tardado tanto. Pero tenía que ver nuestros resultados en los experimentos.
-¿Experimentos? – Primera vez que oye de eso.
-Si. Pronto podrás ver de que hablo. Es más. Él acaba de llegar. Dice que algo fuerte aquí llamó su atención.
¿Él...? ¿Acaso...? Si es así.... La mano del hombre se posó en su cabeza.
-Sigue siendo una buena niña. Estas haciendo bien.
Era el mismo gesto. Era exactamente lo mismo. Pero el sentimiento que había detrás de él y lo que le generaba era distinto. Ahora sentía asco... quería que la deje de tocar. Quería que la deje en paz. Tomó su mano que casi se levanta para alejar la de Rizevim... debe de estar calmada y seguir actuando como siempre.
-Le daré la bienvenida. Está ansioso de un buen reto. Y ella también viene para acá. Al menos en parte... claro está.
Verlo irse del cuarto, volviendo a poner llave, la hizo soltar el aire que no sabía que tenía. ¿Qué fue eso? Antes no le molestaba eso... ahora sí. No quiere que él la toque de ese modo. Le da asco. Porque su sonrisa no era como la de él. No era real. Él no olía a casa.
Lilith dejó a un lado su pelota para sacar del cojín, las galletas que había escondido. Las vio con algo de duda, nunca las había visto, pero olían bien. Y eso era algo bueno en su lista.
Abrió la bolsa y sacó una de estas galletas. La observó, analizó... nada. No veía nada extravagante en ella. Pero le iba a dar una probada. Abrió la boca y dio un mordisco.
Al hacerlo, sus ojos mostraron una gran sorpresa. Estaban ricas. Era lo más rico que había probado en su vida. Volviendo a dar otra mordida, Ophis no pudo evitar... sonreír por primera vez de verdad. Este sentimiento... quería saber de este.
¿Era esto lo que significa estar en casa?
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Rizevim caminaba hacia la zona donde lo estaba esperando... quién era su aliado. Al menos en lo que va el trato. Mientras hallan oponentes poderosos, él lo iba a ayudar. Y eso no iba a cambiar... espera. Tenerlo de enemigo sería una gran estupidez.
Al llegar al gran salón, sonrió al verlo...
-Ah, Crom Cruach. Me alegro de verte.
El hombre que estaba esperando la llegada del demonio, volteó a verlo. Tiene la apariencia de un hombre alto y guapo con un abrigo negro con una larga mezcla de pelos negros y rubios, así como ojos heterocromáticos donde su ojo derecho es dorado y su ojo izquierdo es negro y tiene orejas puntiagudas.
Este hombre, aunque no lo crean, es el Dragón Maligno Crom Cruach. Considerado el más poderoso de todos ellos. Y eso era algo que lo podías obviar. Y aunque, por su título, el Crescent Circule Dragon y su lugar como uno de los Evil Dragons, era un dragón calmado en cierto modo. Y era eso lo que le permite poder tener sus objetivos e ideas claras. Por lo que... estaba sobre un nivel más que superior a la mayoría de sus congéneres. Excepto dos, que son cómo él. Eso sí, su amor por las batallas es algo que nunca pongas en duda alguna.
-Rizevim. Veo que al fin tienes el tiempo de verme. Te he estado esperando varias horas.
-Lamento la tardanza. Pero estaba viendo los experimentos de Marius. Están casi completos.
-¿Completos? ¿Esos seres creados artificialmente? No estoy de acuerdo con que usen tecnología para crearlos. Nos ponen en vergüenza.
El dragón tenía una postura clara en todo esto. Estaba totalmente en contra de que .. hagan lo que hacen. Por orgullo, más que nada. En fin, eso no fue por lo que vino, sino por algo más.
-Quiero saber que fue eso que sentí. Era poderoso, pero salvaje. Me hizo recordar a Ddraig. Más por el instinto de lucha tan poderoso que sentí.
-Ah, el Sekiryuutei Supremo. Eso debió ser. Debiste sentir cuando destrozó al Grimm Wyvern él sólo.
Crom alzo una ceja al oír ello. Sabía que de entre los Grimms, esos Wyvern eran una molestia y muy poderosos. Había enfrentado varios a lo largo de los años. Es más, le habían servido como entrenamiento para acostumbrarse a su forma humana. Pero oír que el Sekiryuutei actual logró vencer uno, sólo, sin importar el estado en que terminó. Era algo que en verdad era digno de recalcar.
-Interesante. – Y eso llamaba su atención. Sabía que Apophis desea enfrentar al chico, pero nadie dice que él no puede ver el poder que posee.
-No dudo que pronto vendrán a atacar. Este lugar no sirve para nada. Ya cumplió su meta. Por lo que espero tu apoyo en esto Crom.
El dragón simplemente calló. No dijo nada. Sólo se dio media vuelta para seguir pensando en sus cosas. Pero a su vez, poner sus ideas en claro. Rizevim sabía que, si bien está del lado de ellos por ahora, eso puede cambiar si ve que puede lograr su meta de otro modo, él la buscará. Y eso es lo que deben de evitar. Si Crom hace eso, puede que tengan problemas.
...
Por su lado, el dragón siguió su camino hacia afuera. Aún pensando en lo que le habían comentado y estaba más que seguro de que una pelea con el poseedor de Ddraig sería interesante.
Había luchado en el pasado con el dragón. Había un respeto entre ellos. La fuerza de ambos... por eso, quiere ver si ese chico está a ese nivel de respeto. Y espera lo mismo que de Albion y su poseedor. Es más... no sería mala idea pelear con ambos a la vez si la posibilidad se da. Eso sí sería interesante.
Pero sus pensamientos se vieron interrumpidos al ver al vampiro ese, que Rizevim usa para su beneficio, salir de una de las recámaras. Su sonrisa denotaba la alegría de haber logrado lo que pensó imposible. Es más, bordeaba la locura y a Crom, eso le parece más que patético. Raro y hasta... asqueroso. La idea de querer dominar la vida... Que pensamiento tan estúpido. A fin de cuentas, la vida es para disfrutarla haciendo lo que te gusta. Y eso era lo que él hace...
Si. Por ello, usará a estos tontos el tiempo necesario. Una vez hallé algo mejor, un modo distinto de seguir cumpliendo sus metas, dejará a estos Demonios y sus planes. La idea de dominar el mundo, no le interesa.
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Ya en la zona de Rumania, Vali y su grupo habían logrado al fin acercarse lo necesario a la zona de los vampiros. Más no lograron entrar. Estaban aún al límite y eso puede ser problemático.
-Al menos la ventisca paro. Hace días que se había vuelto imposible poder ir por ella.
Las palabras de Bikou eran ciertas. Más al tener con ellos una niña, que a pesar de ser demonio, no tiene la resistencia de ellos para poder cruzar este tramo tan peligroso sola.
Fefnir la tenía en su lomo, actuando como un fiel corcel para ella. Que bajo había caído... pero al menos ella estaba bien. A salvo.
-Tal vez debimos dejarla en el pueblo cercano y luego recogerla.
-No. – Vali respondió de inmediato a la sugerencia de Esdeath. – Ella va con nosotros. No confío en dejarla lejos mucho tiempo. Es posible que terminemos mal y ella buscaría modo de hallarnos. Si bien corremos peligro, al menos sé que podremos protegerla en caso algo suceda.
Las palabras del Hakuryuukou habían sorprendido a todos. Más a la mujer de hielo, quién sabía lo reacio que él era en mostrar sus emociones.
-Wow, Vali. Se nota que has cambiado. – Teepo se puso al frente del muchacho. - ¡Te daré un abrazo! ¡Gah!
-Ni te me acerques... - el chico ya estaba harto de ser el juguete de mascar de este muñeco. Lo atrapó con su mano y lo lanzó hacia Merlina, quién lo atrapó a tiempo.
-Jeje. Aunque hay cosas que nunca van a cambiar. – la maga sabía que Vali siempre será orgulloso. Pero en el fondo se preocupa por ellos. Sus amigos.
-Avancemos. Creo que podemos llegar a un buen punto si es que... caminamos por este sendero.
El demonio asintió a las palabras de Arthur. Fefnir siguió cargando a la dormida Rin, quién murmuraba cosas en sueños. Vali caminaba al lado del lobo, en caso los ataquen y él pueda reaccionar para salvarla. Eso le sacó a Albion una risa. Una que el muchacho no vio con tanta gracia.
-¿Qué es tan gracioso Albion?
{Que eres todo un hermano mayor para ella. No niegues que ves mucho de ella en ti, Vali} – no fue capaz de decir nada contra ello. – {Aún debes de pensar en ella, ¿no? Tu madre biológica está bien. Es feliz. Lo que le pasó... es mejor que lo haya olvidado. Nadie merece recordar el dolor que ella padeció}
-Siempre fue fuerte... aún cuando... Por ello, si él está metido en esto. Juro que haré hasta lo imposible para acabar con su existencia. Lo que sea. Con mi poder actual...
{Veamos si funciona. Recuerda la habilidad de ese sujeto. No importa que tan fuerte seas. Todo se basa en tu poder como el Hakuryuukou. Lo mejor será seguir entrenando también tus propios poderes naturales sin usar el mío. Eso nos puede dar una oportunidad}
-.... A veces me pregunto donde estaría sin ti Albion.
{Muerto. Así de simple. Lo mismo pasa con el poseedor de Ddraig. Ambos son iguales de cabezotas, que necesitamos actuar para evitar que mueran. Ni loco quiero acabar con un imbécil como poseedor... de nuevo}
Vali sonrió a las palabras del dragón. Lo tomará en cuenta... hasta que sintió que algo... Su X-Pulse le avisó de que estaban...
-¡Ahí vienen!
Ver como una horda de Grimms estaban acercándose a ellos, hizo que se pongan alerta. Rayos, de nuevo esas cosas tan feas. Se pusieron en guardia, listos para atacar. Sólo para ver que las bestias no se les acercaban por una razón. ¿Por qué?
-Veo que viniste. Lo que esperaba de ti... Vali Lucifer.
-Euclid... - Vali vio al demonio acercarse a ellos, a paso lento. Se le veía algo... serio. – Sigues comandando estás bestias sin mente por lo que veo.
-Sirven su propósito. Además, son muy... reemplazables.
Se nota que no tiene el más mínimo de los apegos a nada ni nadie. La mirada del demonio se posó en Rin, quién se aferraba a Fefnir por instinto. El lobo le gruñía al sujeto, no se debe de acercar...
-Pensar que acabarias en algo tan bajo. Tú, poseedor de la sangre de Lucifer.
-Mi ancestro en una cosa. No tengo apego alguno al nombre, más por el poder que me da. Nada más.
-Je. Igual que el Sekiryuutei. Sentimentales. Es asqueroso.
Por alguna razón, sintió que debía estar listo. Vali activó su Balance Breaker y se puso en guardia con el resto a su lado. Cualquier movimiento, su X-Pulse podrá...
{¡Vali!}
Vio que tenía a Euclid en la cara... ¿Cuándo...? Su X-Pulse no... alzó los brazos y logró bloquear el ataque en el último segundo. Aunque terminó siendo mandado a volar hacia atrás. La sorpresa de sus compañeros fue enorme, justo cuando iban a atacar, los Grimm si atacaron está vez. Eso impidió que puedan hacer algo ahora. Maldita sea...
Vali se recobró en el aire, volteó para crear un círculo mágico defensivo que lo protegió de los ataques mágicos de Euclid. Estos impactaron el escudo, más no lo destruyeron. Gracias Magia nórdica. Pero, aún así. Creo magia en sus manos, luz. Y la lanzó hacia su oponente, las ráfagas atacaron a una velocidad increíble. Pero el demonio las esquivó sin problema alguno. Más este no esperó que este hiciera un movimiento con sus dedos, haciendo que las ráfagas de luz se detengan en medio del aire y tomen nueva trayectoria.
-El talento de Lucifer...
No había duda que este chico tenía el talento del demonio. Es más, si tiene control de tal poder a su edad. Sacó sus alas, para poder girar en el aire y crear varias ráfagas de magia de color plata. Las lanzó al ataque de Vali y la creación de la explosión fue inmediata.
Vali por su lado, no creía como lo hizo. Eso no podía ser... aplicó poder suficiente como para penetrar el poder enemigo. Aún así, él...
{Este poder... sentí por un segundo el aura de...}
-No sería una sorpresa si dejo que veas todo. Hakuryuukou. – Vali vio al sujeto, quien, por razón que desconoce, no ha sacado su brazo derecho. ¿Por qué? – Aunque, lo haría si me muestras todo tu poder. El poder de esa armadura plateada.
-¿Cómo sabes de ello...? – No ha usado mucho esa armadura, ¿Cómo sabe que...?
-Nuestra organización tiene sus medios. Es más, podremos si eres tan fuerte como lo crees. Si me ganas, estarías sobre tu rival. Eso es lo que quieres, ¿no?
-Se ve que no sabes nada de mí. Si bien mi meta final es luchar con Ise y acabar nuestra inconclusa pelea... No pienso usar el poder que obtuve contra alguien quién no toma en serio a su oponente desde el inicio.
Euclid sonrió al oír ello. Orgulloso al final. Muy bien, no es que esperara algo distinto a decir verdad.
-Veo que no llegaremos a nada. A fin de cuentas. Mi meta final es acabar con el Sekiryuutei primero. Luego tú.
-¿De qué hablas? – No entendía la mentalidad de este tipo. Es más, aún no entiende el porque su X-Pulse no...
-Ustedes son... el interés de nuestro líder. Los quiere muertos. Pero al Sekiryuutei primero. Porque hace 10 años, debió de estarlo.
Los ojos de Vali se abrieron al oír ello. ¿Acaso...? No... No puede ser.
-Ustedes son más parecidos de lo que creen. Porque sus vidas... fueron arruinadas por la misma persona.
El aura del Hakuryuukou creció hasta un punto de ser muy amenazante. Euclid dio una sonrisa vacía, porque era lo que hacía. Había cumplido su labor de ver que estos chicos sepan en qué se meten.
-Si deseas saber más. Y ver a tu amado abuelo... Reúnete con el Sekiryuutei y sus amigos. Ellos les dirán todo. Hasta otra.
-¡Espera! – Ver al demonio desaparecer en un destello de luz, producto de un círculo mágico, lo llenó de distintas emociones. Todas de un deseo absoluto de acabar con él y... - ¡Los demás!
Alzó vuelo para ir hacia donde estaba su grupo. Al llegar, vio como todos luchaban contra una horda de Grimms. Estos se acercaban paso a paso a ellos. Podían pelear, pero el número...
Ver eso, sumado a la rabia que sintió tras lo último... de saber que él... Dejó salir un destello plata de su cuerpo y...
-Yo, aquel que despertará, soy el Hakuryuukou, que lleva consigo la ley de la luz demoniaca. Recorro el camino de la supremacía con infinita determinación mientras perforo los sueños corrompidos. Me convertiré en el Trascendental Dragón Emperador Blanco. ¡Y haré que sigan el camino perfecto para que observen el amanecer que nace junto a la luz Plateada!
{¡Lumine Empireo Over Drive!}
Tras liberar el destello plateado en su cuerpo, el poder del Vali creció. Cargó poder en sus manos y lo centro en este hasta el punto que casi pareciera explotar. Reconoció el aura de los enemigos, enlazo ello con su X-Pulse para luego lanzar la esfera al aire. Esta a cierta altura, se hizo un sinfín de flechas de Luz que caían al suelo al estilo de una lluvia de meteoros.
Sólo que en vez de atacar de modo indiscriminado, sólo atacaban a los Grimms. Los que no murieron en el primer ataque, trataron de huir. Sólo que la luz no fue tan amigable con ellos. Les dio caza y los perforó, atravesó y mató como simples bestias sin alma, que eso eran. Ninguno de los Grimms quedó con vida tras el ataque de Vali. Demostrando una vez más, que su poder yace en su excelente poder mágico y control sobre este. No es algo que uno pueda imitar porque sí.
-¡Eso fue genial! – Rin corrió hacia donde estaba el Hakuryuukou, logrando darle un abrazo. - ¡Acabaste con todos sólo!
La niña consideraba al joven descendiente de Lucifer su héroe personal. Es más, la hace querer ser cómo él. Pero bueno, volviendo a lo central. Vali acarició la cabeza de la niña para volver a su armadura a su forma normal. Algo que lo hizo soltar un suspiro. El poder de la armadura siempre lo hace estar algo tenso. En fin...
-¿Qué quería ese sujeto contigo Vali? – Esdeath se acercó algo preocupada al muchacho, quién se mostraba serio.
Todos miraron el cambio en la actitud de su amigo. Vali era serio... pero cuando sus emociones juegan un papel en lo que sea que haga... es importante. Y esto parecía serlo. Porque sus ojos lo muestran.
-Es algo que en verdad no quiero tratar ahora.
Y ahí estaba lo que necesitan. Algo ha descubierto. Pero le molesta lo que descubrió. No sabían si seguir indagando en esto o...
-¡Hey, son ellos! – todos voltearon al escuchar la conocida voz de... - ¡Qué milagro verlos aquí!
-Igualmente Aki, Kaori... - Merlina saludó de forma formal a las chicas. Quienes en verdad estaban muy sorprendidas.
-¿Qué hacen aquí? Claro, si no les molesta decirlo.
-Lo haremos si nos dicen sus razones. – Arthur sentía que, si ellas están aquí, el Sekiryuutei también. Así como su hermana.
-Pues... vimos a lo lejos un destello de luz y vinimos a ver. Pasó cerca de donde estábamos así que... no nos tomó mucho llegar.
Kaori les respondió con tranquilidad. Es más, jura que algo los está molestando y por ello...
Lo mejor será que todos sepan de esto.
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Cuando Ise mostró estar despierto, muchas cosas pasaron. Las chicas en verdad querían saber cómo estaba. Si había algún cambio en su actitud de siempre tras lo último. Pero para alegría de todos, no era así. Aunque Blake les dijo que seguía siendo un bromista. No les sorprendió.
Pero la cara del muchacho, daba a entender que tenía otras cosas en la cabeza. Por lo que optaron por esperar a que las ponga claras... al menos esperan que sea así. Aunque, ver como pedía hablar con Azazel y Rean, los extrañó en gran medida.
-¿De qué creen que quieran hablar?
-No lo sé Akeno. No lo sé. Pero debe ser serio.
Rias se mostró algo preocupada, hasta que pasó a ver a Ruby y Blake. Ellas habían estado con él. Deben de saber algo.
-¿Por qué me ven?
-Hermanita. Dinos que tiene a Ise tan preocupado. – Yang se acercó a su hermana y le susurró. - ¿Ya hiciste un movimiento con él?
-¡No! Es decir... Ahm... ¡No molestes! Esto es serio.
-Es cierto Yang. No es hora de tus bromas. – la mencionada rodó los ojos a las palabras de su compañera. – No parece serio. Pero le preocupa. Seamos conscientes de ello y... ¿qué me ves Weiss?
-Oh nada. Esperaba de Ruby esa defensa. Pero de ti. Señorita misterio que desea saber más de los secretos de los demás... - la chica miró a otro lado. Maldita mirada acusatoria. – El chico te cae bien...
-Ngh... ¿Y qué si es así? No tiene nada de malo...
-Lo dice la que no se acerca a ningún chico.
Ver la relación entre esas dos, era interesante. Todos pasaron a ver a sus dos compañeras, las cuales sonrieron complicadas.
-Es... complicado...
-Me recuerda a mi relación con Rarity... a veces deseo sacarle los ojos.
-El sentimiento es mutuo querida. Pero no soy una salvaje.
-... ¡Ahora sí te mato!
La rubia y la modista se iban a lanzar contra la otra, siendo detenidas por Ayane, Kuroka, Xenovia e Irina. No pudiendo evitar ser víctimas de unos rasguños... Agh, la manicura de Rarity duele... físicamente y monetariamente.
-Ugh... que vergüenza...
-Nah. Es lo mismo con nosotras cuatro.
-Yang. No nos hagas quedar peor.
La rubia miró a su hermana con una ligera molestia, para luego suspirar. Calma...
-Ok... Volvamos al tema que nos importa ¿Qué preocupa a Ise? – Sunset no niega estar preocupada en algo. Es más, quisiera poder hacer algo.
-Si pesamos las alternativas... de seguro algo externo a él. Pero siempre se lo toma como suyo. – Raynare sonrió al recordar cómo su amigo siempre trata de cargar con el dolor de los demás. – Dejemos que nos lo diga cuándo esté listo.
-Wow... que maduro de ti Ray-chan.
-¡Cierra la boca Pinkie! – ver como la chica le sacaba la lengua, la hizo querer arrancársela. – No... yo soy madura... yo soy...
-Una aburrida.
-¡Ahora sí te mato masa de locura rosa!
No pasó ni un segundo para ver cómo ambas chicas corrían. Una burlándose, otra queriendo ser asesina. Lo mismo de siempre.
-Jajaja... creo que mejor nos calmamos.
-¿En serio pides eso Fay?
-Lo sé Ravel... pero debemos intentarlo.
-Yo me rindo... Sólo quiero dormir un poco. No lo hemos hecho en horas.
-Nada nos lo impide Rossweisse nya.
-Nee-sama... no. Debemos estar listas para lo que sea.
-Koneko-chan... responsable.... Vaya... ¡Ah! – la Nekomata golpeó al chico, quién se sobo la cabeza lastimada.
-¿Es normal todo esto?
-Lo es. Te acostumbras, somos un equipo muy divertido y libre. – Weiss miró a Kiba con una ceja alzada. – Sí, es cansado...
-Vamos Kiba. No digas que prefieres lo aburrido. – Rainbow flotaba a la derecha del muchacho y se apoyaba en su hombro. – Oh, verdad. Sales con Rarity.
-¿¡Qué dijiste enana!?
-¡Lo que oíste! ¡Abuela!
El silencio sepulcral que hubo fue... todos se alejaron de la chica, quién fue capaz de ver su metida de pata. Muy tarde... fue atacada por una furiosa Rarity, que había olvidado sus modales...
-¡Rarity, no! ¡Espera, así no puedes doblar el brazo! ¡Oh my!
-¡Chicas, paren! ¡Eso no es saludable! ¡Rainbow, no puedes morderla ahí!
Fluttershy y Asia trataban de evitar un asesinato, pero... hey... al menos se llevan bien, ¿no?... Ugh...
Ver como esto pasaba, solo hacía que te preguntaras más si estos chicos en verdad... Twilight sacó un suspiro cansado mientras el resto trataba de evitar que la pequeña pelea que se estaba llevando, se hiciera cada vez peor.
-Oh bueno, uno se acostumbra a tanta locura. – La chica miró a los 4 nuevos miembros del grupo. – Bienvenidos a la locura diaria.
-Gracias. – Ruby respondió feliz, sin captar lo que estaba pasando. - ¡Hey!
-Tarada... - Weiss le dio un golpe a su compañera, porque en verdad estaba algo cansada de todo esto. Pero fue en ese momento que...
-Oh, parece que hay mucha gente aquí. Y caras nuevas también. – La voz del youkai que pertenecía al grupo del Hakuryuukou, llamó la atención de todos y...
El grupo del chico estaba ahí presente, Aki y Kaori los habían traído para que puedan saber que estaba pasando exactamente, aunque ya habían recibido una versión rápida.
-Vali...
-Creo que vinimos en buen momento. – Rias no pudo evitar sonreír al ver al muchacho, quien fue abrazado por Pinkie a una velocidad increíble...
La sorpresa real fue ver como ella lo besaba y... La pelirroja rio al ver la cara de todos, esto era oro.
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Tanto Rean como Azazel no creían lo que Ise les había comentado, pensaron en un inicio de que se trataba de un tipo de broma. Pero cuando Ddraig hablo...
[Es cierto. El poder que sentía de esta chica Lilith era similar al de Ophis. Ella es quien tiene el poder que se le fue arrebatado esa vez. Lo usaron para crearla]
-Rayos... bastardos. En verdad crearon su propia Ophis. – Azazel maldijo por lo bajo todo, no podía ser esto peor.
-¿Cómo lograron eso? Sí, pudieron tener el poder tras robarlo. ¿Pero darle forma y vida? Eso no es algo que uno pueda hacer con tanta facilidad. – Rean pensó en las opciones y... - ¿Será por el Sephiroth Grail?
-Es una probabilidad. – Azazel volteó a verlos, su mente trabajando a mil. – Es lo único posible. Ese Sacred Gear da el conocimiento de la vida y la muerte. Hasta te permite traer un muerto al mundo de los vivos y darle un nuevo cuerpo. Como Ise dice fue el caso de Grendel.
-Agh... Eso significa que pueden crear más cosas. No sólo tienen oleadas de Grimms bajo su mando, además de varias cosas que pueden traer a la vida si lo matamos. ¿Qué es esto? ¿Una cacería zombie?
[No bromees con eso compañero... Ya tengo suficiente con verte jugar Resident Evil...]
-Es verdad.... – Ise se rasco la nuca algo cansado. – Pero... ¿Qué haremos con Lilith? No podemos dejarla, así como así.
-¿A qué te refieres Ise? ¿Qué viste?
El Sekiryuutei bajó la mirada al recordar los ojos de la chica. Tan vacíos... tan carentes de emociones. Tan... temerosos de entender que podía sentir si se daba el trabajo de explorarlo. Era como ver una niña que no sabía nada de la vida. Que recién estaba aprendiendo a vivir. Y eso le daba pena. Pero a la vez rabia. Pensar que hay gente que se aprovecha de ello para sus fines. Lilith era como Ophis cuando la conocieron. Pero al menos Ophis tenía conocimiento de algunas cosas, por lo que vivió. Pero Lilith no. Y por ello se veía el destello en sus ojos cuando estuvieron jugando con la pelota o cuando Ruby le dio esa bolsa con galletas. Porque no lo había sentido jamás. Porque no sabía lo que era el cariño... Y ella quería más de ello.
-Estaba sola. No entendía lo que sentía... Nadie le ha enseñado lo que son las emociones. Por ello es que...
-La quieres ayudar. – Rean sonrió al captar lo que Ise quería. Suspiro al saber que nada de lo que haga, hará que su alumno desista de la idea. Por ello es que... - Muy bien. No sé que Ophis dirá una vez le contemos esto. Pero sé que en verdad quieres ayudar. Puedes contar con mi apoyo Ise. Como siempre.
-Gracias maestro.
-Je. Ustedes y su buena relación. – Azazel les dio una palmada a ambos en la espalda. - ¿Ayudar a otros? Ja, ustedes par de idiotas son los mejores en ello.
Ambos vieron al caído con algo de molestia para luego sonreír. Sabían que él diría eso. Ahora que lo recuerdan...
-Oye Rean. ¿En serio? ¿Más mujeres?
-Hey. Lo que yo haga con mi vida es mi asunto. Es más, siempre hubo algo entre Laura y yo, pero nunca se concreto nada. Y deja de preocuparte por mí... ¡Preocúpate por ti!
-¡Cállate! ¡Yo hago lo que quiero! – Ver que el caído estaba al borde de las lágrimas le sacó a Ise una risa. - ¡Y tú no hables mocoso! ¡Que se ve que esa niña Ruby te lanza ojitos!
-¿¡Qué!? ¡No seas ridículo! ¡Ella no me ve de ese modo! – la mirada de ambos adultos lo hicieron alzar una ceja. - ¡Hey!
-Es tu culpa Rean... Le has envenenado la mente.
-¿Qué hice mal? Lo crie lo mejor que pude. Y no se da cuenta de algo tan claro... Es más, a este paso hará que una más se una a la larga lista. Todo porque no puede dejar a alguien con sus problemas.
El Sekiryuutei tenía un tic en el ojo, se estaban burlado de él... como siempre. ¿¡Que es eso de que añadirá más si sigue por ese camino!? ¡Él no es tan denso!
[Claro, claro...]
[No lo eres]
[Solo un poco... tonto]
[Bah, es un perfecto idiota]
-¡Jajaja, eres peor que Himmel niño!
-A veces temo por tu propio futuro Ise....
Traidores. Se supone que deben apoyarlo. ¿Para que desea enemigos si tiene a estos 5 cuervos mal agradecidos con él? En fin, mejor regresan con el resto de una vez. No vaya a ser que se pierda de algo mientras estaban conversando. Pero su idea de ayudar a Lilith sigue. Solo deben de esperar que Elmenhilde despierte y Evangeline-san esté lista para que puedan actuar y acabar con esta guerra, antes que se ponga peor.
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Volviendo con el resto, los tres hombres se encontraron con un grupo que no esperaban ver. Al menos no tan pronto.
El grupo de Vali conversaba con todos los presentes. De seguro buscando un tipo de información que les sea útil. Más nada, era también para ponerse al día y conocer a las nuevas integrantes de este grupo.
Vali por su lado, aún era acaparado por Pinkie, quién no lo soltaba en ningún segundo. Ganándose la mirada de envidia de Esdeath y Merlina. Era algo gracioso de ver, a fin de cuentas. Pero el Hakuryuukou volteó la mirada para encontrarse con la de su rival.
Pinkie al ver eso, lo soltó para que vaya y salude. Agradeció el gesto y caminó hacia su rival. Algo que Ise repitió. Al estar a unos pasos del otro, ambos se quedaron viendo unos segundos.
El equipo RWBY de inmediato sintió el incremento de presión en el ambiente. Cómo si ambos estuvieran listos para atacar o... peor. Hasta pueden jurar que las siluetas de los dragones en sus interiores se miraban de modo amenazante. Lo más raro, es que nadie más mostraba preocupación o un miedo. Parecía que estaban acostumbrados a estos casos. Es más, ver como Ise sonreía después de segundos, que parecieron eternos, y como Vali daba una media sonrisa, acabó con el pasado ambiente.
Ambos alzaron brazos y chocaron puños. Para luego reír un poco.
-Seguimos en un impase.
-Seria aburrido que uno sea más fuerte que el otro mucho tiempo.
-Nah. Un día veremos cuál es el mejor como se debe.
-Espero ese día con ansías.
Ambos Dragones Celestiales hablaron como si fueran viejos amigos. Algo que sorprendió a las integrantes del equipo RWBY, ya que sabían la rivalidad eterna que esos dos se deberían tener por ser los Dragones Celestiales. Es más, lo que vino las sorprendió más.
[Albion. Veo que tu poseedor ha obtenido más control]
{Ddraig... Tu poseedor al fin optó por romper las cadenas que tenían sellado su potencial total}
[¿Qué puedo decir? La situación amerita afrontar todo lo necesario para ser más fuerte]
{Jajajaja, no niego eso. Es más, creo que es lo más obvio dado cómo estamos}
Ambos hablaban entre ellos como si fueran viejos amigos. ¿Cómo...?
-¿No era que se deberían matar al verse?
-No Weiss. Tal vez los predecesores de ellos si. Pero esos dos son distintos. – Rias sonrió al ver la interacción entre esos dos. – Son amigos. Rivales. Compañeros. Y un dúo imparable en combate. Ese es el porque no pueden odiar al otro. Se entienden muy bien.
-¿Tiene que ver con que casi se matan en su pelea? – Blake recibió la mirada de sorpresa de varios. – Oímos la historia. Pero ver esto, lo supera.
-Nosotras siete no vimos dicha pelea. – Sunset señaló a los Elementos de la Armonía y a ella misma. – Pero oí, que esa pelea los cambio para bien.
-Y así es. – Esdeath estaba cruzada de brazos. – Esos dos son... una rareza. Sobre todo en los Dragones Celestiales.
Weiss miraba eso con interés. Es más, esto tiraba a la basura todo lo que les habían enseñado de los Dragones Celestiales en el pasado en la Academia. Esto era mejor que cualquier libro. Admite que el caso de Ise lo capta, el chico no es malo y tiene una facilidad para hacer amigos. Vali era la sorpresa, tras esa actitud seria y orgullosa, puede ver un calor que sólo muestra a unos pocos. Lo vio cuando fueron presentados y él tenía a esa niña Rin con él. La protegía por instinto. Era tierno... y no niega que lo considera apuesto.
-¿Te gusta lo que ves Weiss Cream? – El mundo la odia...
Yang la miraba con una sonrisa burlona. Lo notó... ¿Por qué ella debía de...? Ugh...
-Da igual... tiene novia...
-Es Dragón como Ise. Puede estar con más de una si quiere. – Kuroka le murmuró eso, haciendo que abra los ojos con horror. ¿¡Le dice que ella, Weiss Schnee, sea parte de un Harem!? ¡No, ni muerta!
-Es ridículo. – Sí. Atracción física aparte.... Es de esas cosas que son del momento. Pasará.
-Volviendo a lo que nos preocupa. – Rean ya tuvo suficiente con los dramas adolescentes. – Es bueno verlos.
-Igualmente Rean-san. No fue fácil. Pero teníamos que llegar. Nuestro encuentro con uno de los Evil Dragons nos obligó a esto.
-Sin contar a ese idiota de Euclid. Es un imbécil.
-Concuerdo. – Ravel habló sin importar que la oigan. Sorprendiendo a todos. - ¿Qué? Lo es...
-Je. Volviendo a lo central. Estoy seguro que tienen mucho que contarnos, ¿No?
-Así es Azazel-san. Mucho... - Merlina sacó un pergamino y lo entregó al caído. – Esto es lo que logramos obtener de nuestros viajes y lo que hallamos de esta organización. No es mucho, pero es mejor que nada.
-Si. Cuando logramos hacernos de esa información. Nos atacaron. – Teepo estaba sentado sobre el lomo de Kurama, quién ladró. - ¿Verdad? Son unos miserables. No les importó que hubiera una ciudad humana cerca.
-Además... - Rin habló, ver que todos la pasaron a ver la puso nerviosa. – Ahm... Los Grimms nos atacaron. Eran muchos... a veces nos vimos obligados a huir para que nadie se vea involucrado.
Pensar que esta niña ya vio cosas que otros no. Era de esperar, dado que estaba con el Hakuryuukou. Pero aún así... Sabían que Vali la iba a cuidar. Por eso es que no decían nada.
-Ok... esto nos puede ayudar. Pero debemos estar listos para lo que sea. Si alargamos esto más tiempo, puede que perdamos nuestra única oportunidad.
-¿Un ataque a la base enemiga? – Rossweisse ya intuía a dónde iba todo esto. – Si bien puede que logremos algo... estamos bajos en números.
-Yo puedo ayudar en ello. – Elmenhilde, quién estaba mejor y descansada tras lo último, hizo acto de presencia. Se sorprendió un poco por las nuevas caras, pero siguió. – Podemos hacer esto. La facción Carmilla está preocupada por... nuestra situación. La Facción Tepes se ha vuelto un enemigo común.
-¿Crees que nos quieran ayudar? – Ayane no lo veía como algo muy creíble.
-Si mostramos lo que pueden ganar de esto. Sí. Los vampiros buscarán siempre su beneficio propio.
-Típico... pero dada nuestra situación actual. – Irina no gustó mucho de esas palabras, pero estaban contra la pared.
-¿Cuándo crees que nos puedan ayudar?
-Si voy ahora... unas horas. – Xenovia asintió, dónde pasó a ver por la ventana que la noche se acerca. – Sí. Atacar ahora sería lo mejor. Antes que amanezca. Eso sí... necesitaré que alguien me acompañe. Aún soy... una traidora a ojos de ellos.
-¡Lo haremos nosotros! – Bennia apareció al lado de la chica, quién dio un grito de horror y miedo. La máscara de calavera no ayudaba a su pobre corazón. – Uy...
-Bennia, no hagas esas bromas. – Loup alejó a la chica, jalando su capa sin reparos. – Pero sí. Nosotros podemos apoyarte. Será una misión más acorde para nosotros.
-No es por ofender... Pero su ayuda nos vendría bien en caso algo pase.
-Le Fay Morgana. Nuestra fuerza no haría un gran cambio. Eso lo sabemos. – Loup pareció dar una media sonrisa. – Hemos visto el poder que tienen. Nuestro mejor trabajo ahora es el de apoyo. Y ayudarla a ella a conseguir la ayuda necesaria.
-¡Sí! ¡Una vez logremos hacernos del ejército chupa sangre...!
-¡Hey! – Gasper y Elmenhilde sonaron ofendidos por ello.
-¡Ayudaremos! ¡Hasta usaré una trompeta para dar indicación de nuestra llegada!
-Por favor no... - Loup se tapó la cara al oír la locura de su compañera.
-Me recuerda en algo a esos dos. Es nostálgico. – Ruby sonrió al recordar a dos de sus amigos en la Academia.
-Ok... Ok... Al menos sé que me pueden ayudar. Y lo agradezco. – Hubo una reacción sorpresiva en los que conocían ya un tiempo a la vampiresa. Sabían lo orgullosa que era y... que haya aceptado ayuda. Ya dice mucho.
-Agradecemos el apoyo Elmenhilde. Estoy seguro que podrás convencerlos. Con eso, podremos ganar la ventaja.
La cara de la chica se tornó de un rojo intenso al oír las palabras del Sekiryuutei. ¿¡Por qué eso la pone feliz!? ¡Agh! ¡Estúpida atracción...! ¡No! ¡No es una atracción, es un...! Ahm.... ¿Interés...? Ugh... ¡Eso sonó peor!
Al ver cómo la chica parecía tener una pelea interna con sus pensamientos, además del sonrojo que tenía... les hizo entender que Ise lo había hecho de nuevo. Su acto heroico ya había dejado huella. Aunque el joven en cuestión miraba ello con confusión
-... ¿Dije algo malo? – el joven fue recibido por una horda de miradas incrédulas y cansadas. - ¿Qué...?
-Wow... el Sekiryuutei Supremo es denso.
-La noticia del siglo. – Vali sonrió burlón, cosa que no le gustó al agredido, quién estuvo a punto de decir algo. Pero prefirió callar. Hay cosas más importantes de que hablar.
-Ok. Ya tenemos un plan. Pero necesitamos un modo de entrar a la casa Tepes. – Rean vio como Ayane alzaba la mano. – Veo que tenemos ya algo de información. – Vio a Laura y Millium acercarse a ellos, ya deben de haber descansado suficiente. – Muy bien, creo que ya sé que es lo que haremos.
Era hora de planear la infiltración. Hoy iban a acabar con esta guerra.
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-¿Es todo lo que necesitamos mi Lord?
Marius estaba haciendo una reverencia hacia Rizevim, quién miraba el resultado de los experimentos de este hombre. Lo admite, le gusta lo que ve. Un buen resultado. Perfecto para sus planes.
-Muy bien. Gracias a tu investigación en el uso del Grail Sephiroth, es que esto ha sido posible.
-Es algo que no pude realizar sin sus... contribuciones.
El demonio sonrió al oír ello. Sí. Contribuciones. En fin, lo que espera ahora es solo tener que hallar el momento para poder actuar. Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por la llegada de Euclid, quién se mostraba... emocionado para variar.
-Todos están aquí. – El demonio se sorprendió al oír ello. Pero su sonrisa fue inmediata.
-Al fin. Luego de años... podremos hacernos visibles. No dudó que mi amado nieto querrá verme. Y yo también.
El Sekiryuutei que tiene el alma de ese hombre, el Hakuryuukou quién es su kieto, la hermana del Lucifer actual y su grupo, los Elementos de la Armonía que se dice fueron creados por la hermana de ese sujeto y el equipo de cazadoras que tiene entre sus miembros a la última descendencia de los guerreros de ojos plata, los cuales se sabe tienen poderes increíbles. Vaya grupo que tienen aquí. Y él al fin podrá hacer acto de presencia.
-¿Cuándo crees que hagan su movimiento?
-De seguro está noche. No creo que quieran perder tiempo.
-Oh, dudo eso. Nosotros menos. Marius, ¿Crees poder ayudar en el recibimiento a nuestros invitados futuros?
-Por supuesto.
-Excelente. Ahora... Tal vez llamar unos Evil Dragons no sea mala idea. Crom está cerca, por lo que querrá ver a los Dragones Celestiales. Y... no sería mala idea... ¿Salem ya llegó?
-Me encanta que desees mi presencia Rizevim. – la tenebrosa voz femenina hizo que todos vean a la recién llegada.
Salem caminaba con Cinder a su lado, su única sirviente leal. Los otros habían muerto... eran peones. Ella había tenido mucho en estos siglos. Pero, al menos, esta vez tiene una muy útil.
-Oh Salem. Te ves igual de hermosa que antes.
-Fufu. Y tú igual de encantador. Esa mirada de maldad pura me encanta. – la mujer tocó el pecho del demonio, para ver lo que tenían ahí. – Vaya. Con que este es tu gran proyecto.
-Weil ayudó. Su genio no tiene límites. Lo que uno esperaría de un humano. – Rizevim notó como Cinder seguía en silencio. - ¿Pasa algo preciosa? ¿Por qué tan callada?
-No le hagas caso. Le cuesta hablar conmigo en la zona. No es personal. – Salem miró a la muchacha, quién sólo asintió. – Es más, me comentó que el Sekiryuutei está aquí. Y que mató a uno de mis Wyvern Grimm.
-En efecto. Una hazaña.
-No lo dudo. Sin duda tiene el alma de ese molesto hombre. ¿Por qué no lo has matado Rizevim? Tú sabes el peligro que él representa.
-Lo sé Salem. Mejor que nadie. – Rizevim se tocó la cicatriz en su ojo. – Hace años mandé a uno de mis seguidores a matarlo. Pero el chico despertó sus poderes antes de morir. Y ese Azazel se lo llevó y lo tuvo oculto.
-Ya veo... pero ahora está aquí. ¿Lo matarás?
-¿Y privarme de verlo cuando todo lo que conoce desaparece? ¿Qué el mundo que su vida pasada creo ser destruido? No. Lo mataré una vez no tenga nada. Qué desee morir.
La mujer sonrió de modo tétrico al oír ello. Le gustaba el plan. Ella también quería ver al muchacho sufrir, porque sabe que ese hombre también lo hará. La verdad, todos estaban de acuerdo con el plan. Creían que era lo mejor. Pero no una persona entre los presentes...
Cinder empezó a sudar al recordar los ojos de ese chico. Tan rojos. Más rojos que los de su ama. Tanto, que puedes jurar ver la muerte a la cara. Y eso lo que la tenía de los nervios.
¿En verdad desean hacer eso? ¿Hacerlo sufrir? Ella normalmente hubiera estado de acuerdo. Pero tras lo que vio, siente que hacer eso sería un error. Uno que les costará caro. Quería decirles eso... pero no pudo. Porque sabe que se negarán.
Cinder sólo siguió en su lugar, viendo la horda de bestias que el vampiro había creado. Esto sumado a la horda de Grimms que tienen a disposición, tienen un enorme ejército. Listo para lo que sea. Sólo que en el interior de su mente, ella pensaba que necesitarán más.
La batalla por el fin de la Guerra Civil entre los vampiros, estaba por empezar.
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