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Deseos de Venganza

-No puedo creer que hicieras eso Pinkie...

-Ay, se me fue la mano. Perdón.

-¿¡Perdón!? ¡Senpai, me tiró todos los regalos encima! ¡Vi el otro lado!

Koneko se mostraba molesta con lo que pasó. Nota personal, busca un terapeuta para que la vea por casi morir enterrada bajo una pila de regalos navideños. En fin, la chica subió las escaleras con Ruby tras ella. No sólo ello, también la chica de ojos plata miraba su celular.

-Raro...

-¿Qué cosa?

-Le mande a Irina un mensaje hace 40 minutos y no lo ha visto. – Pinkie no le vio lo raro... ella a veces ni ve su WhatsApp.

-De seguro se le pasó.

-Nah... Irina siempre mira su celular. Lo aprendí al verla, notificación que le llega... la ve. Y esa es la verdad.

-Wow... Se ve que son buenas amigas. – Koneko sabía que era eso... no lo admite, pero Ravel y ella son muy cercanas. – Puede que este ocupada viendo las cosas con Xenovia y Weiss.

-Es posible. – Pero... Ruby no se podía quitar esa sensación en su pecho de que algo andaba mal...

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En frente de la casa del equipo RWBY, Irina miraba la puerta con mucha... intensidad. Casi como si la pudiera abrir con sus ojos. Sabía que para entrar, debe de usar una llave. Pero... Miró a ambos lados de la calle, se acercó a la dichosa puerta y sacó de su bolsillo lo que era una herramienta para abrir cerrojos.

Recuerda cuando la aprendió a usar. Angelina le dijo que era perfecto para entrar a lugares de incognito... de entrar para sus misiones sin mucho ajetreo. La hizo practicar con la puerta de la habitación que tenían. Más de una vez... Ahora sabía hacerlo con los ojos cerrados. No le tomaba ni 5 segundos abrir una puerta cerrada. Miró de reojo las calles, la hora y la época ayudan a que no haya gente.

Introdujo el aparato en la cerradura, hizo unos movimientos para hallar el punto de encaje y al encontrarlo, hizo un giro más y abrió la puerta. Entró de lo más calmada, como si nada hubiera pasado.

Cerró la puerta y miró el lugar. Era la primera vez que estaba aquí... la primera vez que visitaba esta casa. Y lo hacía de polizona. Se sentía mal por hacerlo, pero...

-No sientas eso. Recuerda tu misión. – Cierto... Tarvos tiene la razón, no puede simplemente ponerse a dudar ahora por la culpa que siente. – Sube. La habitación de la pecho de tabla debe estar ahí.

-Ese comentario no fue amable Tarvos.

-¿Me importa? En serio, la pobre no tuvo suerte en la lotería de la genética.

Irina soltó una risa... una algo vacía. Pero una al fin y al cabo. Subió las escaleras, caminando con algo de miedo... como si el peso de todo lo que estaba por pasar, al fin le cayera encima. Como si... no pudiera sentir sus rodillas. Su propio ser estaba como si... le dijera que se detenga. Su mente le decía que de seguir, no habría vuelta atrás...

Pero no le hizo caso. Siguió y siguió... revisó cada una de las habitaciones, viendo si era el lugar que buscaba. Pero no estaba segura... era una invasión de privacidad. Eso era... horrible. Pero algo en ella le decía que no se debía de detener. Que no debía... Al abrir la puerta que le quedaba, vio el interior.

Era... distinto. Se notaba que era la más pulcra de las habitaciones. Que... no había nada fuera de lugar. Miró la cama, notando que había un vestido. Era del estilo de Weiss. Perfecto... Pudo lograr llegar a este lugar.

Vio el escritorio, donde estaban los documentos que Weiss tenía. Era algo tonto ver que la chica no guardó nada o lo puso en un lugar que sería más secreto. Todas aquí deben de respetar la privacidad de la otra.

-Ojalá fueran así en casa. – Sonrió al recordar como la pobre de Fluttershy tuvo que esconder su diario de Rainbow y Kuroka. Esas dos... - Veamos...

Tomó el file... estaba cerrado. Era de esperarse... Pero a su vez... sintió que era su última oportunidad de dejar esto atrás y seguir con su vida. De... de olvidar todo. ¿Qué iba a ganar buscando venganza...?

-Satisfacción. – Tarvos la seguía tentando. Sabía que era eso... Nada más. Una tentación... que la quería usar para buscar el placer que solo la venganza le da. – Vamos... ¿No deseas saber por qué ese muerto te dijo eso? ¿NO quieres saber por qué tu amiga murió de ese modo? Sé que si... Solo debes abrir el file. Y lo demás... será cosa sencilla.

Si... solo debe de abrir el File. Solo debe... ver lo que hay ahí. Leerlo. Luego de eso, ya nada importa. Todo se acabaría en segundos... Porque al fin, sentirá que un peso se irá de su ser.

Pero... ¿A dónde lo llevaría eso? ¿La volvería como Yaegaki...? Porque no quiere terminar de ese modo. No desea... volverse alguien así. Porque de hacerlo, las razones por la que fue elegida como un Ángel. Un Ace. Se destrozarían. Ella... No podría volver a ver las cosas de la misma manera.

¿Estaba lista para soportar la verdad? ¿No era lo mejor seguir siendo ignorante a ella?

-¿Quieres eso...? ¿Deseas seguir viviendo en las mentiras de los demás? ¿Deseas que la justicia de otros dicte tu vida?

-¿Justicia...?

-Ustedes los mortales tienen un modo tan raro de verla. La justicia es y siempre será, el punto de vista moral de uno. Para uno... la ignorancia es una justicia. Castigar al inocente es justicia para que haya paz, una falsa paz. Esa hipocresía, los ha hecho crear leyes que son dirigidas por los poderosos.

-Eso es...

-¿Cierto? Porque... ¿Es justo que una buena chica muriera? ¿Justo que hayas sido alejada de quien amabas por años? ¿Es justo que el mundo ponga todo su peso en los hombros de un chico que trata de tener su vida en orden? ¿Es justo... que nada puedas hacer para sentirte mejor?

... No sabía que era lo que la convencía. La verdad o lo dulce que sonaban sus palabras. No lo sabía. Pero... Era cierto. Si deja esto pasar... la duda y la incertidumbre la molestarán el resto de su larga vida.

Sin dudarlo más, abrió el file... sin saber que lo que descubriría, más lo que sabía... lo cambiaría todo...

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-¿Qué no ha vuelto? – Ise volvió con Blake, Kiba y Ophis de las compras. - ¿Cuánto dicen que se fue?

-Hace una hora. No debería tomarle tanto comprar unos moños. – Weiss miró su celular y... - No me gusta esto... Tengo un mal presentimiento.

-¿Qué tan malo? – Kiba alzó una ceja al no entender a que se refiere.

-... Weiss y yo hablamos de algo en relación a... eso. – Todos entendieron a que se refería. – Pero estábamos lejos de ella. Imposible que nos oyera.

-Bueno... a menos que tenga un modo de agudizar su oído, no creo que hay oído nada nya. – Kuroka sonrió sin preocupación, sintiendo que eso no era posible. Pero... - ¿Fay?

Ver como la maga se quedó fría... la asustó. No solo ella.... Ayane hizo lo mismo.... Las dos se vieron las caras hasta que...

-No... ¿Acaso...? – Raynare empezó a sudar frío.

-¡Olvidamos a Tarvos! ¡Podemos ampliar nuestros sentidos gracias los poderes de nuestros otros yo! ¡Eso incluye el oído!

Las palabras de Akeno, solo hicieron que tanto Xenovia como Weiss se queden heladas. ¿Acaso...? ¡Había oído todo! Eso significa...

-¡Los archivos!

Weiss fue la primera en salir de la casa, siendo seguida por Ruby. En un acto rápido, Xenovia hizo lo mismo. Ise sabía que esto no era bueno. Miró a los demás y...

-¡Quédense por si ella vuelve! ¡Yang y Blake, con nosotros! – Sabía que ellas debían venir, ya que esto estaba en relación a donde viven. Es más... Siente que algo puede estar por pasar.

Al final, verlo salir solo hizo que los demás se pongan más nerviosos. No solo por lo que estaba pasando, sino por lo que esto significaba.

-No puedo creer que no nos dimos cuenta. – Rias maldijo el no haberse percatado de algo tan simple.

-Pero... ¿Cómo es que esto pasó? Digo... - Twilight se llevó las manos a la cabeza.

Nadie sabía que decir o que pensar. Lo que su amiga estaba viviendo... Bastó con que Irina oyera una cosa, que la hizo moverse de nuevo en busca de la verdad de la situación. Pero eso no era lo peor. Lo peor era que Tarvos estaba ahí. Para alimentar ese deseo.

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De vuelta con Irina... la muchacha dejó caer los archivos. Su mente empezó a... conectar hilos.... A... Entender al fin lo que había faltado hace tanto tiempo... Un nombre. Un maldito nombre. Todo... se resumió a que no se preocupó en saber quien rayos la llamó a ella ese día. Con quien Angelina se reunió... Todo...

Apretó los dientes y los puños... se mordió tan fuerte el labio inferior que sangre salió de este y sus uñas hicieron heridas en sus manos. Tanta era la rabia que la envolvía... que simplemente quiso gritar. Quiso llorar.... Quiso hacer tanto en estos segundos que para ella eran eternos.

-Con que ese ese es el culpable. Pero... ¿Qué le hizo...?

Buena pregunta... Tomó de nuevo los archivos. Una tras otro... leyó y leyó a la velocidad más rápida que sus ojos le daban. Pero no hallaba nada. No había nada que diga que le paso a Angelina, porque no había cuerpo. No había... Nada.

Hasta que vio una observación interesante. Una que era... rara. Vio al lado del nombre del tipo ese... en rojo, que decía investigado. ¿De qué...? Fue más lista. Tomó su celular, puso el nombre en Google. Y no esperó hallar más que una que otra imagen o algo similar...

Pero lo que vio, la dejó fría. Se vio que el nombre del tipo estaba... en la lista de personas de la Iglesia que estaba vinculada a los que... habían cometido crímenes sexuales. Y leer eso... Fue lo que acabó con la última de sus dudas.

... Estaban ahí. Las señales estaban ahí. Su amiga tenía... los síntomas claros al nivel psicológico. ¿¡Cómo no lo vio!?

-Lo vi.... Pero me hice la que no quería creerlo. ¡Soy una estúpida! – Sintió como quería darse de golpe contra el escritorio.

Su ira era tal que sus manos se posaron sobre el escritorio y al apretarlos, lo rompió sin problemas. Pero ahí no yace el problema... empezar a hiperventilarse si lo era... sentía como su mundo se venía abajo. Como todo lo que creyó se rompía como un maldito vidrio. Como... una parte de su vida estaba acabando de un modo que jamás esperó.

¿Lo sabía su padre...? No lo sabe. Y si lo hizo... ¿Se lo pudo decir? No... No como ella ha acabado. Y no lo culpa... Porque de seguro la cara que tiene en estos momentos, dice todo lo que siente. Todo lo que piensa... todo lo que desea hacer.

Venganza... Quiere venganza. Al diablo lo demás... Al diablo la justicia... ¿¡De que sirve un castigo si ese tipo ha hecho cosas así!? ¡Lo matará! Lo va a hallar y lo va a...

Su celular sonó en ese momento... estaba cansada de oírlo. Había sonado de ese modo por una hora. Deben de ser sus amigos. Lo tomó para responder, diciendo que ya regresaba. Solo para ver que el ID era de...

-¿Hola...? – Trató de tener una voz neutra. Si... debe engañarlo. – Oh si. Mi padre está bien. Gracias por su preocupación.... No. No, gracias a usted por sus palabras reverendo. Mi padre estaría encantado. ...¿No? Me parece raro. Si, estoy segura que le encantará eso.... Claro, yo se lo puedo llevar. ¿Dónde desea que nos veamos? ... Oh... perfecto. Estoy cerca. Deme unos minutos. Nos vemos...

Irina terminó la llamada y al hacerlo... apretó el aparato con la fuerza suficiente como para romperlo. Dejó que este caiga al suelo y lo miró unos segundos.

-Jejeje... - No supo porque rio. No lo supo... pero se sentía tan... reconfortante. - ¡Jajajajajaja! ¡Me da risa ver que...! – sintió las lágrimas salir de su cara... porque sabía una cosa. No hay vuelta atrás. – Yo...

-¿Qué deseas hacer niña? – Tarvos vio como Irina se soltó el cabello. Su pelo ya no estaba atado en las dos coletas que siempre usaba... estaba suelto. Alzó la mano e invocó su espada, que dio un brillo horrible. Como intuyendo lo que su ama desea... Purificar el alma de un ser, para que no quede nada. – Fufu. Esa mirada tuya... te queda perfecta.

Irina alzó su mirada y se vio por primera vez... su cabello suelto, sumado a sus lágrimas daban un aire espantoso. De una mujer horrible. Pero así se sentía... al decidir que hacer. Es más... el destello rosa de estos y como sus ojos mostraban su ira... su odio... Dejaban en claro que ya no era un Ángel de paz...

-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! – Agitó su espada y destrozó todo lo que estaba alrededor de ella antes de salir de la habitación y de la casa...

... Ya no era el Ángel que Miguel pensaba que era... Era un Ángel de Venganza...

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A los minutos, el grupo que había salido, llegó a la casa. Weiss fue la que entró primero. Se sorprendió al ver que la puerta estaba abierta. ¿Cómo...? Entró rápidamente y fue a su habitación, dejando a los demás afuera.

-¿Creen que esté aquí?

-Debe de estarlo... Weiss dijo que tenía los documentos consigo. – Xenovia se quedó esperando, los nervios la estaban matando. – Tal vez debimos traer a más gente.

-No... Sería muy llamativo. Este grupo basta. – Ise miró su celular. Nada... Irina no había respondido.

Pero a los segundos...

-¡Estuvo aquí! – Weiss salió de la casa, su cara decía todo... - ¡Destrozó mi habitación!

-No es el momento Weiss...

-¡No entienden! ¡Ahí estaban los documentos! – Blake alzó una ceja al oír eso. - ¡Los miró!

-Un momento... ¿Dejaste documentos importantes a la vista de todo el mundo? Wow hielito... Hasta yo sé que eso es estúpido.

-¿¡Creen que me imagine que alguien hurgaría en mis cosas!? ¡No! Es más... ¡Miren! – la chica mostró lo que era un celular destrozado. Yang tomó el objeto y...

-Es de Irina... o era... ustedes me entienden.

-Ok... OK... vamos a pensar esto con calma. – Debía estar tranquilo. El Sekiryuutei sabía que debía de estarlo si es que quiere tener todo en orden. - ¿Qué viste Weiss?

-Aparte del desastre.... Nada. Solo eso y... que los documentos que vio. Pero... no dicen nada concreto. No lo entiendo... - La chica trataba de pensar en algo que la ayuda a entender que estaba pasando.

-¿Creen que sea algo que solo Irina sabe? Digo... ¿NO es algo personal? – Ruby tenía una idea. - ¿Y si hablamos con su padre?

-No podemos hablar con él... Recuerda que esta en la zona de cuidados y no sale hasta mañana. Para ese momento, puede ser tarde. – Blake le hizo el recordatorio y ella suspiró. - ¿Qué dices tú Ise? ¿Puedes sentir su presencia?

El Sekiyryuutei cerró sus ojos, se centró en su X-Pulse y mandó la onda para rastrearla. Pero... Nada. No hubo contacto con quien quería ver. Eso le pareció raro. Esto funcionaba normalmente con todo el mundo...

-Tarvos es una experta en ocultar su presencia. El tiempo que estuvo como parte del alma de Himmel, debe haberle hecho aprender de modo natural como esconderse del radar de rastreo de un X-Rounder.

Ok... eso no era bueno. Se rascó la cabeza con exasperación. Ahora si estaba sintiendo la desesperación. ¿Qué podían hacer? Con todo esto... el Sekiryuutei ya estaba sintiendo que...

-Sepárense... a buscar. Tengan sus celulares listos en caso...

No hubo mucho que decir. Todos corrieron en direcciones distintas. Porque temían lo que estaba por pasar.

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Mientras tanto, el Quinto Nivel del Cielo, Rean caminaba hacia donde se hallaba Touji. Sabe que el hombre estaba por salir mañana, así que... No era mala idea darle una visita. Tocó la puerta para ver si estaba libre.

-Pase. – Muy bien...

AL entrar, se vio con la sorpresa y la alegría de ver al hombre mucho mejor. Se notaba la amplia mejoría. Es más, casi parecía estar mejor que antes.

-Sentir la muerte te hizo bien. – Touji sonrió al ver que Rean entraba a la habitación. - ¿Qué dicen de tu condición?

-Bueno... dicen que estaré bien. Solo que no haga actividades bruscas. Con lo que pasó.. dicen que es un verdadero milagro que no haya muerto.

Era un buen punto.. Rean se sentó en la silla que estaba al lado de la cama. Se cruzó de brazos y...

-¿Qué te preocupa?

-... Nada se te escapa. ¿no? – Touji sonrió con algo de ironía. – Pensar que todos mis errores, me vendrían a golpear en la cara de una manera horrible.

-Hablas como si... hubieras descubierto algo terrible. – Rean notaba que el hombre parecía tener... vergüenza de algo.

-¿Qué pensarías al saber algo que... creíste era un rumor? ¿Qué tu amistad te cegó a lo que oías? La gente habla Rean... los rumores, son por algo.

-Algunos no tienen fundamentos. Pero es como dice el dicho, donde hubo fuego, hay humo. – Rean sacó de su bolsillo algo que no había usado en años. – Fumar es un mal habito. Pero con todo este estrés, la tentación es más fuerte con los días. Crow fue quien me enseñó a fumar... El hijo de perra en verdad disfrutaba verme atorarme en los primeros intentos. Supongo que sabes que es eso. Dada tu fama en el pasado.

-Je... Cierto. Mi mujer fue la que me hizo dejarlo cuando Irina nació. – Touji miró a la nada unos segundos. – Cuando la vi el día que nació... en verdad pensé que nos habían dado un ángel para cuidarlo. Uno que... nos daría alegrías. Y así fue... No importa lo que haya pasado. Estoy orgulloso de Irina. De lo que ha hecho y logrado. Es solo que... a veces siento que pude haber hecho las cosas mejor.

-Creo que es lo que todo padre piensa. ¿Hice bien? ¿Le di todo...? Es algo que empiezo a ver ahora que seré uno. Pero.. ¿Por qué piensas eso ahora?

-Porque le falle a mi hija más de una vez. No solo en no haber entendido lo que padecía. Sino que la hice seguir un camino que ella no deseaba, pero lo hizo... porque quería ayudar a la gente... al mismo tiempo que se vengaba por lo que supuestamente le quitaron. Su amigo, su amor... Pero... al final, todo recayó en mí. Y... Soy el responsable de que algo horrible casi le pase.

-¿De que hablas...? – Rean pudo ver la ira y la vergüenza en los ojos del hombre. Una que... - Touji...

-Pensar que todo pasó en mis narices... No, que tuve tanta confianza en alguien quien llame un amigo. Rean... Lo que le pasó a Angelina... le iba a suceder a Irina.

-... ¿Qué...? – el humano sintió como todo su ser se quedó frío. Como si lo hubieran bañado con el agua más helada del mundo. - ¿De que estás...?

-Todo... Todo fue un juego de decisiones que impidieron que Irina sufriera eso... Pero su amiga fue... Dios. ¿Con que cara puedo decirle que el culpable era alguien quien consideré mi amigo? ¿¡Cómo puedo decírselo!?

-Minuto... ¿Acaso hablas de...? – Rean supo con ese silencio... Que en verdad estaban hundidos. – Miguel... ¡Debo llamar a Miguel!

Sabía que esa era la alternativa más correcta. Porque si Irina se entera.. con Tarvos en ella... las cosas se pueden poner muy feas. Para todos.

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De vuelta en Kuoh. Irina caminaba por las vacías calles que estaban en su camino hacia la Iglesia donde había sido citada. Miraba a los alrededores de modo... tranquilo, con su espada guardada, para usarla solo cuando sea necesario. Por lo que...

Su camino siguió. Eran pasos lentos... pero era como si algo en ella siguiera queriendo que se detenga. Que no era lo correcto. Pero ese pequeño lado de ella, era suprimido rápidamente. Era lo que... ella deseaba. Al diablo la moral. AL diablo el resto. Hará esto... como sea.

Sus pasos se detuvieron al ver a lo lejos la Iglesia. Y lo más irónico que esta Iglesia... era donde había todo empezó. La Iglesia... donde se sabe, Yaegaki y los demonios fueron atacados a traición. Si... Era gracioso. Muy gracioso...

-Deja de pensar en esas cosas niña. Anda. Entra... Siento la presencia de nuestra presa ahí.

Era lo que quería oír. Caminó hacia la Iglesia, sabiendo que era el momento. Una vez cruce la puerta, no hay vuelta atrás. No hay... más. Y eso bastó. Abrió la puerta. Al hacerlo... vio a quien la citó.

-Oh. Es bueno verte de nuevo Irina-chan.

-Si... Cuanto tiempo. Padre Smith. ¿Cómo ha estado? – Vio la cara del padre. Igual de canoso que la última vez que lo vio, a pesar de que está en sus cuarenta, como su padre. Por algo dicen que esta vida, hace que uno pierda su juventud.

-Oh, me he encontrado bien. Gracias por preguntar. – el hombre pareció dar una sonrisa sincera. – Oí que tu padre estaba mejor.

-Si. Gracias al Cielo se ha recuperado. Mañana le darán el alta. Sería bueno que lo visite. Tengo entendido que eran buenos amigos. – Irina trató de lanzar un poco de carnada. – Para que hablen de los viejos tiempos.

-Me encantaría, pero no tengo el tiempo. Mañana me voy. – El hombre pasó a ver la destrozada cruz que estaba en exposición. – Este lugar me da muchos recuerdos.

-Si... Creo que aquí es donde pasó todo, ¿No? – Irina caminó un poco más cerca. – Sabe Padre... ¿Qué es lo que quería decirme?

-Quería ver como estaba la hija de mi viejo amigo. Ya sabes... Y darte algo para él.

-Oh. Claro. Me lo puede dar. Tengo que regresar a hacer algunas cosas con mis amigos y mi novio. – Se vio como algo de la cara del hombre se torció. – Estoy en esa edad Padre. No puedo ser una niña siempre.

-Si... Es interesante como las chicas crecen tan rápido. Aunque es una dicha verlas crecer.

-Oh... ¿Habla por experiencia?

-Podría decirse... - El tono del hombre ya estaba cambiando. – Tú has crecido hasta ser una hermosa chica.

-Gracias. A mi novio le gusta ver como crecí. Me lo dice todo el tiempo con la mirada. – Sonrió un poco al ver la cara del tipo.

-El Sekiryuutei, ¿No? Pensar que un chico como él lograría tanto en este tiempo.

-Ise-kun es increíble. Dudo que haya alguien que se le compare en sus intenciones de ayudar a la gente. Siempre los pone primero. Si... Es algo que no puedo dejar de admirar. Por cierto padre... ¿Por qué se me acerca tanto?

-Oh. Solo quería ver más de cerca lo bella que eres... además de darte lo que le deseo dar a tu padre.

-Ooooh. Claro. Entiendo. Por cierto... quiero hacerle una última pregunta. Si no es mucho pedir.

-Claro. Pídeme lo que quieras. – Dio una sonrisa que podría encantar a cualquiera, pero lo que no esperó... fue sentir la punta de la espada de Irina en su cuello. - ¿Eh...?

-Que bueno. – Irina seguía sonriendo, aunque sus ojos no lo hacían más. Se veía el vacío en ellos. Además de que... el destello rosa en estos dio mucho que entender. – Porque deseo saber con toda exactitud... lo que le hizo a Angelina.

-¿De qué...? – Sentir como algo se clavaba en su pierna, lo hizo ver que... era una lanza de luz.

Quiso dar un grito del dolor, pero la mano de Irina lo cayó y lo hizo chocar con el podio que estaba atrás de él. El hombre pudo ver finalmente el rostro de Irina... no era de la chica feliz que siempre había oído. No... era el rostro de un ser carente de empatía. Deseoso de solo una cosa en su mente.

Irina dio un movimiento con su cabeza para quitarse el cabello de la cara. Para luego mirar al sujeto en sus manos...

-¿Qué le hiciste a Angelina? Y dilo todo... Porque quiero darme prisa en matarte. – La chica sacó sus alas.

Aun eran blancas. A pesar de lo que estaba haciendo... no había caído. Porque Tarvos, su poder, superaba ese sistema. El destello rosa en las alas de la chica mostraba lo profundo que era su nexo con Tarvos. No solo ello. Se veía en su ser que... no estaba dispuesta a aceptar tonterías como respuestas.

El hombre trató de alzar su mano, para tratar de llamar a sus ...

-Ni lo intentes... Los Grimms no vendrán a ayudarte. – Las palabras de Irina solo hicieron que tenga más pavor. - ¿Crees que no supe de su presencia? Su oscuridad es algo que... pude captar gracias a que soy un ángel. No solo ello... tengo a Tarvos. Debiste ver eso, antes de creer que tus trucos servirían contra mí. – La chica le dio una sonrisa que mostraba todas sus intenciones. – Ahora... Me dirás la verdad de lo que pasó. Porque si no lo haces... Tu muerte será larga y muy dolorosa.

Sus ojos denotaban que no mentía... Irina Shidou no estaba para bromas. Ya no.

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-¿Qué tan difícil puede ser esto? – Yang miraba a todos lados, en busca de algún rastro de Irina. Pero nada. – Rayos... Pensé que mis días de perseguir a una amiga acabaron...

La rubia recordó las veces en que Blake le gustaba irse para poder pensar las cosas sola y como ellas, como buenas amigas, la iban a buscar. Es más, estaba segura que Irina estaba siendo igual en ese punto.

-Al menos ella no se fue lejos de la ciudad. Espero.

Corrió y corrió varios minutos. La idea de ponerse a saltar sobre los tejados era tentadora, pero había que mantener las apariencias. No puede creer que las cosas se pusieran de este modo tan rápido. ¿Cómo es que de un momento donde todos estaban con alegría, se tornó en esto? Bueno... tampoco es que pueda decir que puede culparla...

La culpa era de Weiss y Xenovia... No... Tampoco puede ponerse de ese modo. Hablaban, creyendo que Irina no las oía. Pensar que ella tendría el poder para aumentar la intensidad de sus sentidos. Lo único que podían hacer, era seguir buscando... con la esperanza de que hallarla, sea factible. Obviamente, correr tanto y sin rumbo, se estaba volviendo cansado para ella. De seguro para todos...

Yang siguió corriendo por las calles. Aunque algo llamó su atención. No había gente... Y eso era algo que no entendía. Si, puede que esta parte no sea tan transitada. Pero al menos puede haber una persona. Pero hoy no había ni un alma. Y eso la tenía...

-Casi parece que el lugar se volvió un pueblo fantasma. ¿Qué pasó con la gente...?

-Creo que la pregunta que debes hacerte es... ¿Qué los alejó?

Esa voz... Yang volteó con rapidez, notando que quien la miraba, era una chica que conocía. Una que... no sabía donde salió. Casi parecía que lo hizo de la nada.

-No creas que no estoy lista por si me atacas, Yang Xiao Long.

-¿Cómo es que...? – Vi los rasgos de la chica. Eran como... - ¿Tú eres...?

-Si. Y créelo o no. Alguien que fue amiga de Blake. Ya sabes... en nuestra antigua organización.

-White Fang. – Esas palabras bastaban para que Yang se ponga en guardia, pero la chica frente de ella alzó la mano, indicando que no vino con la intención de pelear. Al menos, eso es lo que parece.

-No vine a pelear. Vine porque... Creo que sé donde está quien buscan.

-¿Qué...? Se supone que...

-Si... soy su enemiga, eso no lo cambiará nadie. Pero a su vez, soy enemiga de los seres como ese hombre. Quienes tratan a las mujeres como objetos de simple placer. – Eso alzó una ceja de la rubia. - ¿No lo captas...? La amiga de esa chica que buscan, fue violada. Y el hombre que lo hizo, llamó a su amiga.

-¿¡De que...!?

-Dudo que su amiga fuera hacia allá sin saber lo que pasaba. La seguí... Y en mi vida había sentido tal deseo de venganza. Tal... deseo de destruir. Tanto era este... que destruyó a los Grimms que ese tonto tenía posicionado para atacarla si es que... se resistía. Hay que admitirlo... fue un idiota. ¿Creyó que el polvo paralizante que dejó en la puerta para ella iba a servir? Tonto... se ve que el ser dentro de ella, lo neutralizó bien lo inhalo.

-Estas diciendo que...

-Si... El plan de ese hombre era ese... Por cierto, no creo que deseen perder tiempo. La chica matará a ese mal nacido, a menos que deseen que ella no se manche las manos. Si... Es lo mejor que pueden hacer. El lugar es la Iglesia que está cerca de aquí. Es la más grande, no se lo pueden perder.

-¿Por qué...? – Yang vio como la chica se dio media vuelta, lista para irse. Pero se detuvo al momento que la rubia la llamó. - ¿Por qué nos das esta ayuda? ¿Qué ganas?

-Je... Nada. Solo me libro de la basura que no merece estar en este mundo. Es todo. Ni más ni menos. Buena suerte.

En un movimiento fugaz, desapareció. Dejando a Yang dudando... ¿Debía de creer en sus palabras? Se veía que esa chica Ilia no... no estaba bien de la cabeza. No la culpa, después de todo lo que vivió. Pero a su vez, sabe que es la única pista que les queda. La única para saber del paradero de Irina.

Tomó su celular y dio una llamada rápida, de modo grupal, a todos los que estaban en esta búsqueda, mientras corría en dirección de la dichosa Iglesia.

-¡Creo saber donde está!

Debía de darse prisa... la idea de que una chica como Irina se hunda en la venganza... no le gusta para nada. Porque su corazón no estaba para soportar el peso de lo que era tal acto.

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De vuelta en la Iglesia... Irina seguía viendo al hombre que había mandado a matar a su amiga. Quien le había... el solo pensamiento le daba rabia. Le daba asco... tanto que sentir. Tan poco tiempo.

Mientras que eso pasaba por la mente de ella. El hombre pensaba en que ya debía de ser hora que las esporas paralizadoras de su magia ya le hagan efecto. Una vez eso pase...

-¿Crees que lo que inhale al entrar me haría algo? – Sus palabras, solo hicieron que se quede helado. – lo sentí al inhalar el aire de aquí, al abrir la puerta. Habías puesto esporas de magia paralizadora... Mala suerte. El ser dentro de mí trabajó para eliminarlas de mi sistema. Es una ventaja el ser una de las Fases de la Onda. Además de que... Tengo los privilegios de un ángel, aún haciendo esto.

No pudo creer lo que oyó... ¿Acaso...? Sintió como Irina clavó de nuevo una lanza en la ya abierta herida. Solo para callarlo de nuevo con su mano. Ella no desea oírlo gritar. Ni oír su voz... solo que hable cuando ella lo pide. Ese momento será el único en que se dignará en oírlo. Ni más... ni menos.

-Habla... ¿Qué le hiciste a Angelina...? – Su silencio, mostró que no estaba dispuesto a hablar. - ¿No deseas hablar? Bien... me las puedo arreglar.

Sin decir nada, Irina tomó la mano libre del tipo, cogió un dedo y se lo dobló sin aviso. El dolor que este sintió fue tal que la chica le dio un cabeza para que se calle. Irina no estaba actuando como siempre... Tarvos estaba complacida.

-Wow. Bien... se ve que estas dejando salir todo lo que tenías guardado mi otra yo. Me siento orgullosa.

-Luego... - Irina volvió a ver al tipo a los ojos, sin importarle la sangre que salía de su frente. – Habla... o te rompo otro dedo. Tengo 9 oportunidades más.

-Ngh.... Espera... ¿No sé de que estás....? ¡AAAAAAAAAAAAAH! – Sentir como ella le rompía otro, lo hizo gritar.

-¡No me mientas, hijo de puta! – Irina le habló casi escupiendo. - ¿¡Crees que no lo noté!? ¡Fuiste tú quien me llamó hace años para verte en el Vaticano, según tú por algo oficial! ¡Pero Angelina fue en mi lugar, para que yo vea a mi familia! ¿¡Que le hiciste!? ¡Habla!

-Yo no... - Volver a sentir como le rompía otro de los dedos, era suficiente para callarlo, de nuevo. – Yo...

-Habla... Si lo haces... no te romperé los huesos... No. Si no me respondes a la que viene... Te destrozaré la hombría con una lanza. Y ya debes de saber que no bromeo. – Irina creó una lanza de luz y apunto. - ¿Qué dices? ¿TU supuesta inocencia vale más que lo que te gusta usar?

No bromea... la chica no bromea. Optó por tragarse su orgullo. Al menos... si lo hace. Podrá vivir con más de una parte de él, entera... eso creía. Él...

-Yo... Yo lo hice porque... Porque...

-¿Si...?

-Porque eras tú quien quería en esos momentos. – Irina no dejó de verlo... no dejó verlo con el más puro de los odios. – Si... ¿Quién no te desearía?

Al mostraba su verdadera cara... le daba asco respirar el mismo aire que él. Pero... se aguantará... hasta que le diga todo.

-Mírate... eres tan bella... tan pura. ¿Crees que no eras el objeto de deseo de nadie? Tonta... todos te querían para solo satisfacerse. No soy el único que te quería entre los altos mandos. La más talentosa de una generación... Era algo que uno quería probar mientras era pura. Porque sabíamos... que una vez salieras de ahí, las oportunidades de tener algo carnal... eran recurrentes.

-Hablas de varios... ¿Quiénes...?

-Niña... los que estábamos a cargo del lugar donde entrenabas... los maestros no. Solo nosotros, los líderes. Ni tu padre lo sabía... El pobre creyó que estabas a salvo. Que nada te pasaría a ti... su pequeño Ángel. – Irina se mordió el labio al oírlo hablar con tal burla... lo va a... - Cuando tenías la edad... sabía que era la oportunidad. Por eso te mande a llamar... era la oportunidad. La única... Pero fue tu amiga quien apareció...

Irina empezó a temblar de la ira... Porque lo que se venía... iba a ser horrible para ella.

Flashback

-¿Y donde está Shidou Irina?

-No pudo venir... estaba ocupada en asuntos familiares. – Angelina vio al padre de alto mando con una ceja alzada. – Vine en su lugar, porque si era algo importante... yo se lo puedo pasar.

Pero él no la quería a ella... una mestiza... una impura. Verla le daba asco. Porque no era... Pero al verla mejor, pudo ver lo bien desarrollada que era. Si... puede que sea un apetitivo para antes del plato fuerte.

-Claro... Es algo de lo que deseo hablar. De sus promociones. Se ha visto que han hecho excelentes trabajos.

-Damos lo mejor de nosotras. ¿Qué tiene que ver con la llamada urgente?

-Bueno... ¿Por qué no te sientas? – Le ofreció asiento.

Angelina hizo caso... No veía nada de malo en ello. Solo que al hacerlo... sintió un ligero mareo en su cabeza. El mareo fue fugaz... ¿Qué...?

-Por cierto... ¿Cómo está tu compañera...?

-¿Por qué se centra tanto en Irina? Ella... - La chica se sintió aun más mareada. - ¿Que está...? Este olor... Es...

Ver que sus esporas de parálisis sirvieron, ya era momento de que lo hicieran. Angelina se trató de parar, pero... solo cayó al suelo. Vio al tipo enfrente de ella con horror... estaba paralizada... sin poder hacer nada.

-Tu amiga era la que iba a recibir este honor. Pero creo que deberemos conformarnos contigo. – Se puso sobre ella... - Creo que es más que justo que antes que los demás te prueben... que yo lo haga.

La mirada de miedo y horror de Angelina... lo decía todo. Trató de gritar, pero su boca se vio amordazada... imposibilitada de dar ese grito que la pudo salvar de lo que estaba por suceder. La chica solo pudo llorar al... sentir lo que ese hombre le estaba haciendo.

Fin Flashback

Irina tembló de la rabia... del odio... No podía creer que había esto... Él... No sólo él... hubo otros más que... Tanta era su rabia, que sus manos empezaron a hacer más presión.

-Nombres... Quiero nombres...

-¿De que te servirá...?

-¡Nombres! – Irina tomó la cabeza del hombre y la empujó contra el podio. Se vio como el impacto rajo la pequeña construcción, no lo mató.. pero eso dejará marca. - ¡Los nombres de todos! ¡No me hagas repetirlo!

-Espera... espera... Si te los digo... me van a...

-¿Matar...? ¿Eso es lo que ibas a decir? Yo me preocuparía más por los minutos que vienen que por otra cosa. O me dices eso... o mueres de una manera lenta y muy dolorosa. Quiero... los nombres...

-No... - Irina afiló más su mirada, mostrando el brillo rosa que ya era más que horrible. Ya era sombrío. - ¿Qué harás con ellos...?

-Lo que debo hacer... Ahora... - Irina sacó lo que era un cuaderno pequeño y... - Dime todo. No dejes nada.

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Ya a unos metros de la dichosa Iglesia, Ise logró tener contacto con Ruby, quien había venido corriendo por uno de los tejados.

-¿Qué pasó con lo de ir de incognitos?

-Estoy preocupada, ¿Ok? – Ruby miró a su amigo, se veía en sus ojos que... - Irina... Ella no haría algo malo, ¿no?

Quería decir que no... Dios. Quería decir que era imposible que Irina, la chica que tiene un gran corazón, haga algo así. Pero él mejor que nadie sabe que ser un miembro de la Onda, te hace poseedor de una gran oscuridad. Sea personal o contra el mundo... o contra alguien. Irina tenía en mente lo de su amiga. Su muerte... lo que le pasó.

Cuando Weiss les comentó lo que pensaba que había pasado... que la chica había sido... Admite que sintió que quizás era lo mejor. Dejar que Irina mate a ese sujeto y...

No... No... De hacerlo, solo creará un círculo que seguirá y seguirá. Irina no debe mancharse las manos. No ella... Por lo que había tomado una decisión. Solo espera que no sea tarde.

Ruby por su lado, seguía pensando en todas las veces que Irina le hablaba de la venganza como algo... banal. Pero que era de la naturaleza humana. Todos desean tener venganza de algo... Ella también. Pero... ¿El precio debía ser tan alto?

Ambos vieron que Weiss, Blake, Yang y Xenovia también corrían hacia la Iglesia, desde direcciones distintas. Eso era bueno... Puede que...

-¡Puedo sentir la sed de venganza de Tarvos! ¡Es enorme! – Skeith pareció al fin detectar la presencia de su igual. – No solo ello... Está también la esencia de la chica. Esta... manchada. Me cuesta creer que sea la misma esencia de tu amiga.

También lo podía sentir... todos lo podían sentir. Eso solo los hizo ir con más velocidad hacia ese lugar. NO pueden dejar que Irina caiga en ese círculo de venganza.

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Al tener todos los nombres, Irina miró lo que escribió con algo de desdén y asco. Todos eran conocidos dentro de las facciones de exorcistas. Y pensar que...

-Eso explica porque muchas chicas se iban de ahí. Por miedo...

-... Dime... ¿Por qué mandaste a matarla a Angelina...? – Ver el miedo en el hombre, no le daba nada de placer. Solo un vacío... Pensar que su amiga estuvo en esta situación. Solo que... - ¿Por qué...?

-Porque.... – tal vez si habla, puede dejarlo vivo. – Porque ella no se rompió como las demás... ni tras todo lo que le hicimos... ella... sus ojos... Sabíamos que iba a delatarnos al renunciar. Por lo que...

-Mandaron un Grimm. ¿Cómo tienes control de estas cosas? Solo... Salem... ¿Qué tienes que ver con ella?

-... Ella... La bruja Salem siempre ha estado en contacto con el Vaticano, en los altos mandos. Todos... los que sabemos de ella, tenemos poder para usar a los Grimms. Sin excepción.

... Eso explica mucho. Salem siempre ha estado en el Inframundo, pero es una bruja... rituales y demás, se volvieron de seguro el modo en que los antiguos miembros del Vaticano la llamaban.

Pero... eso también demuestra que había cosas que no sabían... Que hay espías dentro del Vaticano. Que desde el inicio... lo que ella creía, era una fuerza para traer paz, era solo un lugar para hacer sus cosas y salir impunes. Estaba tan furiosa consigo misma también... Ahora entiende todo... Angelina se quería ir, no por miedo... no por lo que le hicieron. Sino que al renunciar... toda ley de secreto del Vaticano, se iba. Y era libre de decir lo que pasó... Por eso... Maldita sea...

Pero ahora... Tiene lo que quiere. Tiene lo que necesita... Pero a él... ya no lo necesita. SI... ya no es necesario. Pudo ver que la sonrisa que dio, lo asustó... Si... que tenga miedo. Que sienta lo que su amiga sintió cuando...

-¿Qué estás...?

-Ya no te necesito. El mundo no te necesita... Eres solo un desperdicio de aire. – Irina se puso de pie. Tomó su espada y apuntó a la cabeza del hombre que tanto detesta ahora. – Si... Debo hacer lo que es necesario.

-¡Espera! ¡Te dije lo que querías! ¿¡No te basta!?

-¡Violaste a mi amiga! ¡La mandaste a matar! ¡Me invitaste aquí para que sea otra de tus víctimas! ¿¡Crees que dejaré a una basura como tú con vida!? – sus ojos brillaron más, muestra de que ya no había duda en su mente. - ¡Al diablo la moral! ¡La justicia! ¿¡De que sirven esas cosas si son personas como tú los que están en la cima!? ¿¡Quienes moldean las leyes a su gusto!? Tú... y todos los que están en esta lista... van a morir... en mis manos.

-¡No! ¡Por favor, no! ¡Haré lo que deseas!

-Jajajaja. ¿Ves eso? Mira lo patético que se ve. Lo miserable que es en verdad. ¿No es esto lo que se merece? No... merece más. - Tarvos veía como Irina se preparaba para dar el golpe de gracia. – Solo un empuje más. Y tu venganza estará completa... No, será el inicio de esta. Porque aun quedan más. Vamos... Solo un movimiento más mi otra yo. Hazlo... no temas.

Si... solo un movimiento más. Alzó su brazo derecho, listo para dar el golpe final.. Pero...

-¡Irina! – Esa voz...

La puerta de la Iglesia se abrió con fuerza. Volteó a ver quien la había interrumpido. Solo para ver que era...

-Ise-kun... - Irina vio a su novio entrar con el equipo RWBY y Xenovia, quienes se quedaron fríos al ver que... - ¿Qué hacen aquí?

-¿¡Que hacemos!? ¡Impedir que cometas un error!

-¿Error? Xenovia... yo no lo veo así. Este bastardo... - Alzó al hombre con fuerza, sin importarle nada. - ¡Él mandó a matarla! ¡Mató a Angelina luego de abusar de ella!

El jadeo de Ruby solo hizo que todos contengan el aire que quería salir de sus cuerpos... Veían los ojos de Irina. Tarvos la había influenciado por completo. Debían ir con cuidado o sino...

-La mató... Luego de que él y otros le hicieran cosas horribles... Y trató de hacerme lo mismo... hoy. No sólo ello... Yo era su blanco... cuando Angelina murió... Era yo quien iba a pasar eso... ¡Yo!

Ise vio con rabia al tipo ese... le daba igual que esté en ese estado. Pero... Ver a Irina de ese modo... sus ojos no muestran lo que es. Estaba hundida en ese deseo de venganza. Si no hacen algo, puede que no haya vuelta atrás.

-Lo mataré... y luego, los otros... ninguno vivirá.

-¿Eso quieres en verdad? – Blake trató de calmarla. – Piensa Irina... Hacerlo solo te hará sentir más miserable.

-No me importa... si con eso puedo vengar a mi amiga. Haré lo que debo hacer...

Irina alzó su espada, lista para matarlo. Solo que en un segundo... desapareció de sus manos... solo habían pétalos de rosas en su lugar. Su mirada de tornó una de rabia, para ver en la dirección donde Ruby estaba con ese bastardo.

-Grac- - Ruby lo golpeó para dejarlo fuera de combate.

-No lo hice por ti... por mí que te mueras. Pero... - La chica se puso de pie. – No dejaré que tu sangre manche las manos de mi amiga.

-¡No te metas Ruby! ¡Debo matarlo!

-¡No! ¡No estas actuando como tú! ¡Recuerda lo que me dijiste de la venganza!

-¡Eso ya no me importa! – la presión alrededor de Irina se hizo mayor. Un mal paso y.. – No vas a detenerme. – Dio un paso hacia la chica y... Vio como la hermana de esta se puso a su lado. – Yang...

-¿Te estas oyendo? Dios Irina... Estas actuando como Yaegaki. ¿Acaso no fue tu corazón lo que lo purifico y lo salvó? ¿Acaso deseas manchar eso?

-... De nada sirve un buen corazón en un mundo como este. ¡No con gente así!

-No es cierto. – Weiss caminó unos pasos al frente. – Tal vez creas eso... Pero... Al final ha sido el buen corazón de todos ustedes lo que nos salvó. Lo que nos dio la oportunidad de pelear una vez más por lo que creemos.

-Puede que haya gente mala Irina... Pero no por eso debes tirar tu buen corazón para estar al nivel de esos bastardos. ¡Eres más que eso! – Blake apoyó lo que su amiga decía. – Solo piensa por un segundo... ¿Qué lograrás en matarlo?

-¡Que habrá una basura menos en este mundo! – Irina respondió sin dudar. Su mente estaba segura de que... estaba haciendo lo correcto. – No me van a detener...

-Por Dios Irina... No... No quiero que hagas esto. – Xenovia trató de hacer que su amiga, su compañera, desista de un camino que la hará miserable. – Piensa en lo que tus acciones nos harán.

-Xenovia... - Los ojos de brillo rosa de Irina no mostraban más que... frialdad. – Haré lo que sea necesario.

-¡Tarvos está jugando con lo que sientes!

-¡No! ¡Al fin veo todo claro! ¿¡De que sirven las leyes si al final protegen a gente como él!? ¿¡Por qué deben de ser los demás los que sufren y no las basuras como él!? ¿¡Justicia!? ¿¡Moral!? ¡Nada de eso importa ahora! ¡Solo importa lo que uno haga! ¡Al diablo las consecuencias!

Se veía que Tarvos ya había dejado marca en la mente de Irina. No... Había logrado sacar eso que ella nunca había tenido el valor de afrontar. De ver... su propia oscuridad. Sus dudas en una justicia que no es total... una que su religión profesaba. Se sentía dolida... traicionada. Todo lo estaba dejando salir de golpe.

-Irina... - El Sekiryuutei sentía que... no importaba lo que dijera, nada iba a cambiar. Era como esa vez con Akeno... Ella... - No importa lo que sientes... Entiende que te ayudaremos. Eres una gran amiga... Mi amiga de toda la vida. – Irina miró al hombre que amaba. – Te amo... y lo sabes. Por eso... No puedo dejar que te vuelvas en algo que te volverá desdichada.

Quizás... eso fue lo que bastó para que Irina pierda el último vestigio de control que le quedaba. El saber que hasta el hombre que amaba no la iba a apoyar. Por ello, al ver las marcas rosas en su cuerpo.

[Oh no... ahí vamos de nuevo...] – Ddraig sabía que ver esas marcas, significaba solo una cosa.

-¿¡Que cosa está...!?

-¡Dejará a salir a Tarvos! – Xenovia respondió la duda de Weiss, quien empezó a sudar frío al sentir el poder... - ¡Irina!

-¿¡Por qué!? ¡Solo quiero evitar que más sufran lo que Angelina! ¡Que esos bastardos paguen sus crímenes! ¿¡Por qué me detienen!? – Irina se tomó la cabeza, casi jalándose los cabellos. - ¡NO ME MOLESTEN!

-¡Eres nuestra amiga, queremos ayudarte!

-¡Dios, Irina! ¡Eres mejor que esto!

-¡No dejes que eso cambie lo que eres!

-¡CALLENSE!

La chica calló a Ruby, Yang y Blake... quienes tuvieron que resistir el viento que su propio poder emanó. El único que siguió viendo todo... fue Ise. Quien notaba una cosa... Irina no iba con juegos.

-¡Tarvos! ¡No debe ser así!

-¡Lo siento Skeith! ¡Pero no dejaré que ni tú ni nadie se meta en nuestro camino de venganza!

La negociación final... falló. Sabían lo que iba a pasar... Sabían que debían hacer... pero no les gustaba nada. Las marcas rosas en el cuerpo de Irina se hicieron más marcadas. Mostrando que...

-¡No dejaré que se metan en mi camino! ¡Traeré justicia a los que sufrieron por culpa de ellos! ¡Yo...! ¡YO LOS DESTRUIRÉ! – Al ver como estas se volvieron estáticas.... - ¡TARVOOOOOOOOOOOOOOOS!

El grito y la onda de energía, solo fue el inicio. Para Ise, era una escena familiar. La onda creó una Dimensión de Bolsillo que se tragó la Iglesia, solo llevándolos a ellos al interior, dejando al tipo ese fuera porque, en si... Tarvos no lo ve como una amenaza.

El destello terminó, mostrando que estaban en una dimensión de bolsillo, donde el cielo era entre azul y rosa, con un suelo rocoso y que sobre ellos estaba...

-¿¡Que demo...!? – Blake se quiso pellizcar... eso era...

-¿Ese es uno de ellos...? – Weiss vio con miedo y admiración lo que estaba a unos metros de ellos.

Era igual al ser que se vio de forma astral. Solo que ahora tiene una forma física... ahora... se sentía su poder...

-Muy bien niños... ¿Quieren meterse en mi camino? ¡Entonces desaparezcan!

Los 6 jóvenes se pusieron en guardia. Ahí van de nuevo...

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