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Descanso tras los Grimms

Había pasado casi un día desde la última batalla. La cual sirvió para que la zona civil de los vampiros no se viera comprometida con la guerra civil que se estaba llevando acabo. Al menos eso es lo que tratan de creer. Porque nada parece estar seguro hasta que acaben con los que lideran el bando que incita la guerra.

Pero lo central para todos los jóvenes era...

-¿Cómo está? – Rias miraba la cama donde su novio dormía. No era la más cómoda del mundo, pero servirá.

-Duerme aún. – Blake, quién ahora estaba de turno para vigilarlo, le respondió a la chica. – Es increíble pensar lo bien que duerme, dado lo último.

-Si supieras...

La demonio y la cazadora sabían que... este chico podía mostrar facetas variadas dependiendo de su situación. Pero nunca va a cambiar que... dormir es lo suyo.

Las últimas horas habían sido más de descanso y de conocer a las integrantes del equipo RWBY. Quienes, con algo de pena, se presentaron al variado grupo. Y las opiniones no se hicieron esperar.

Ruby, la más joven y líder del equipo, era lo que uno llamaría una chica con mucha alegría. Se notaba su pasión por las armas y demás, pero se veía su profesionalismo al momento de la verdad, las batallas. Lo que más sorprendente era su arma, una guadaña con modo rifle, además de sus ojos plata muy llamativos. Olviden el físico de la chica, con esos ojos puede encantar a quién quiera.

Su hermana mayor Yang, era lo opuesto a ella. Extrovertida, una chica que sería el alma de una fiesta. Muy abierta. Aunque sus bromas eran malas, para peor de los males, a Kuroka les gustaban. Además de que era una mujer bella. Una bomba sexy en términos del mundo humano. El brazo prótesis no importaba, no quitaba belleza en la chica. Pero de ve que le gusta un buen reto.

Weiss, una chica de alta clase como Ray la llamó, era lo que era Ravel en cierto modo. Sólo que ella usa más hielo y no fuego. Era una chica cuya belleza no sólo se da en su físico, casi salida de un cuento de hadas, sino que tenía una mente llena de conocimientos. Su piel casi blanca era casi perfecta, lo único raro era la cicatriz en su ojo izquierdo que, a pesar de todo, no quitaba nada en su belleza natural.

La última, pero no menos importante, era Blake. Cuando descubrieron que era sólo parte Nekomata, se sorprendieron. Aunque Kuroka les dijo que no era tan extraño, a veces los genes de Nekomata no predominan del todo y estos casos suceden. La chica era casi como Koneko, callada la mayor parte del tiempo, pero se notaba que era buena chica. Aunque su gusto literario las sacó de cuadro.

Pero, se dieron el tiempo de conocerse al menos. Y sobra decir que a veces puede ser curioso como sólo unos minutos bastan para que te lleves bien con alguien.

Las más finas, Rarity y Weiss, se llevan bien. Las que les gusta pelear, AJ, Koneko, Xenovia y Yang, quieren medir fuerzas. Blake con Ravel tienen una pasión por la misma... literatura, aunque se lleva bien con Kuroka. Lo más gracioso, fue ver a Ruby abrazando a Kurama como un peluche. El pobre lobo se puso azul al... no tener aire. Rossweisse tuvo que ir a rescatarlo y... no terminó tan bien que digamos...

Pero no importaba, trataban de conocerse. Iban a ser aliados en esta situación. Ya que los Grimms eran especialidades para ellas, además de uno que asunto personal con quién... lideraba las cosas.

Cuando se enteraron de que Euclid, hermano de Grayfia, era el que lideraba esto y era aliado de Cinder, hizo que todos quienes conocían a la mujer se pongan algo... tristes. Pero el tipo era un criminal y nada cambiará eso.

Es más, cuando se enteraron de que uno de los Evil Dragons había vuelto a la vida y que Ise lo enfrentó para salir herido por un ataque a traición de Cinder... la mujer estaba en la lista negra de varias. Pero saber que Ruby lo ayudó a derrotarlo, sólo hizo que la mencionada se siente un poco, pero el resto la vean con nuevos ojos.

Sunset de atrevió a comparar su talento con el de Cao Cao. Algo que no podían negar o contradecir. Ese sujeto era fuerte. Y la pequeña sonrió al ver que la consideran capaz y talentosa, al menos.

Pero la preocupación general de todos en esos momentos era Ise, quién seguía durmiendo. Temían que algo le hubiera pasado por haber... pero en ese momento, Ddraig habló para calmar la situación.

[No hay de que preocuparse. Mi compañero sólo está cansado mentalmente por al fin haber aceptado ese lado suyo. Sólo necesita recuperar algo de sueño y estará como nuevo]

Si el dragón lo decía, era por algo. Y eso los tranquilizó un poco...

-Bueno. Significa que Ise necesitara su dragocanso. Ya saben, por ser un Dragón. ¿Verdad? – todos miraron a Yang con una mirada cansada. No era...

-Jajaja. Capte el chiste. – Kuroka río al captar la idea.

La rubia se alegró de ver a alguien apreciar su sentido del humor, mientras que...

-Agh... ¿En serio? Kuroka, no es... ¿¡Para qué me esfuerzo!?

-Entiendo tu dolor... imagina compartir cuarto con ella...

-Lo hago...

Ayane y Blake desarrollaron un camaderismo de todo esto. Sabían el dolor de la otra. Y eso era mucho que decir.... Pero volvamos a la actualidad.

Kurama, quién dormía al lado de la cama de su amo, servía como vigía eterno. Él no se iba a mover de ningún modo. Blake, al inicio algo asustada, se acostumbró a la presencia del lobo y eso lo hizo todo más sencillo. De cierto modo.

-Lamento que tengas que hacer la vigía de estas horas. Pinkie siempre tiene un... modo curioso de hacer las cosas al azar.

-Je. No hay problema. En la escuela tenía una conocida así. – Blake cerró su libro para ver al muchacho, quien dormía plácidamente. – Increíble que pueda dormir con todo el ruido que se hizo.

-Es un talento. Lo sé yo. – la chica miró a la chica mayor, por un año, para luego... - Oye. No quiero sonar desconfiada, pero...

-No te preocupes. Mi afiliación a la organización que pertenecí murió años atrás. Más cuando Ise derrotó al líder. Es más, le estoy agradecida. Aunque no sé cómo expresarlo muy bien.

-Solo dilo. – Blake la miró sin entender lo que dijo. – Ise no buscará una explicación compleja. Sólo dile gracias y para él basta. Lo sé yo.

-Beneficios de ser la novia.

-Sin duda. – ambas rieron un poco, sólo que para oír que el joven pedía comida en sus sueños... - Ese idiota... siempre con comer.

-Mejor eso que tener sueños eróticos. Aunque dudo que tú...

-Ravel... esa bocona... - Blake no dijo nada, sólo sonrió más. – Agh, da igual. Sólo... Sólo quiero que avises cuando despierte.

-Así será. Más porque Ruby vino hace un rato pidiendo lo mismo.

La parte Nekomata dio una media sonrisa al ver la mueca de la chica, quién se retiró tras despedirse. Negó con la cabeza, para ver de paso al chico. Quien aún duerme.

-Pensar que... alguien como tú puede lograr tal impacto. ¿Hubiera sido diferente si...?

Kurama alzó la cabeza al sentir el tono melancólico de la muchacha. Se levantó de su sitio y caminó hacia ella. Puso su cabeza entre los muslos de ella, como dando su apoyo. Y ella lo agradeció, acariciando su cabeza. Era raro... pero le agradaba esto. Pero su mente le seguía lanzando esas preguntas... ¿Hubiera sido su vida distinta si... hubiera tenido la suerte de conocerlo antes?

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Rias regresó con las personas con quien hablaba antes de ir a ver cómo estaba su novio. Abrió la puerta de la habitación y...

-¿Cómo esta? – Akeno fue la primera en preguntar, la chica estaba con Ruby, quién hacía un mantenimiento a su arma, la cuál tenía mucha nieve derretida.

-Bien. Sólo duerme. Aún.

La Queen asintió, para seguir viendo cómo Ruby...

-Agh. Estúpida nieve. Malogran el interior de mi bebé.

-Pensar que tú diseñaste y armaste esto sola. Tienes talento. – Raynare, quién leía un libro de magia, no dudó en alabar a la muchacha.

-Gracias. Siempre he sido buena en estas cosas. Una vez desarmé la TV de mi casa y la hice una pequeña Granada. – la chica vio la cara de las presentes. - ¿Dije algo malo?

-Ahm... Sólo nos sorprendes un poco. – Rossweisse revisaba el test que le hizo a esta chica, a modo de juego para que ella lo haga y... - No lo creo... Su IQ es alto. Pero se inclina más a la parte mecánica...

-Hmmm. Mi tío dijo que yo era una en un millón. Eso dijo.

-Y le debemos creer. – Rias suspiró al ver que tenían otra genio de aliado. - ¿eso que arreglas es como una parte de Red Queen?

-¡Sip! ¡Tomé algo de los planos de la espada de Ise! ¡Las analicé y las puse en mi arma! No he tenido la oportunidad de usarla con todo su poder. Pero no puedo esperar.

-Espera... ¿Cuánto te tomó entender el plano y hacer la parte para instalarla?

-Mmmm. En entenderla, una hora. El armado me tomó medio día y la instalación otro medio día. – Akeno pestañeo varias veces para luego sobarse el puente de la nariz.

-Y lo dice con esa naturalidad. Esta niña... - Innis no sabía que decir, esta chica.

-Pero... Aún me falta darle un nuevo nombre. Ya no es Crescent Rose. Dado que cambié las mecánicas...

-Crimson Rose. – todas pasaron a ver a Ray, quién no quitaba la mirada de su libro. – Usaste a Red Queen como base. Dado que llamarla Red Rose suena mal y usar el color carmesí en tu ropa y algo de su cabello es rojo. Crimson Rose queda. – antes que la caído pueda decir algo, fue abrazada por la chica, quién había ido hacia ella a una velocidad increíble. - ¡Hey!

-¡Oh, gracias, gracias, gracias! ¡Es un gran nombre! ¡Gracias Ray!

-¡Entendí, entendí! ¡Suéltame! ¡Agh, es como con Pinkie! ¡Oigan, no se rían y ayúdenme!

Las presentes reían al ver la desgracia ajena de la muchacha. Rossweisse vio el test que hizo y... nah. No le tomará tanta importancia, a fin de cuentas, sólo es un test más. Se va que la chica aún es infantil.

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-¿Han probado usar estos cálculos?

-Hmmm. La verdad, no. Dado que no son para esta clase de cosas.

-Pero puede servir si aplicamos esta fórmula.

-Oh. Es verdad. Podemos usarlo de este modo.

En la habitación de Valeria, quién aún duerme, Weiss, Fay, Twilight y Sunset trataban de usar la runa correcta para estabilizar algo el estado de la chica. Gasper estaba con ellas, al lado de la chica. Mientras que Asia y Fluttershy la trataban, al menos en algo.

Habían tratado, en conjunto, de ayudar en algo a la chica. Al menos hasta que logren recuperar uno de los cálices. Al menos. Pero dado cómo están ahora.

Gasper miraba a su vieja amiga. Ahí, echada. Sin poder hablar o poder hacer algo. En un coma, por culpa de quién era su hermano. Y eso hizo que apriete el puño con rabia. Una clara rabia.

La mano de Fluttershy en su puño, logró hacer que algo de esta... se calme. Pero no toda.

-Es importante para ti, ¿no? – la chica vio al muchacho asentir. Tuvo que poner a un lado los celos que querían salir, porque sabía que lo era el momento ni el lugar para algo así.

-Tranquilo Gasper. Hallaremos el modo de ayudarla. Sólo necesitamos un poco de tiempo. – Asia acomodó a la Dhampir para que esté más cómoda. – Es más, ellas están tratando de hallar el modo de ganar algo de tiempo.

Era verdad... desde que llegaron a este lugar, ellas estaban en ello. Es más, hasta aprovechan el conocimiento de Weiss en Runas mágicas para lograr esto.

Gasper por su lado, sólo podía pensar en lo mal que se sentía. Cuando huyó del lugar, de este lugar, pensó que llevarse a Valerie con él. Pero no fue lo suficientemente fuerte para ello... Y eso lo hacía sentirse fatal. Más ahora que...

-¿Cómo es ella? – Fluttershy trató de que él deje de pensar en cosas malas y se centre en lo bueno. En... el recuerdo de ella cuando estaba despierta.

-Amable. Muy amable. Fue mi única amiga en este lugar. Tal vez era porqué éramos iguales, parte vampiros. Pero, aún oyendo lo que decían de mí, no se alejó. No tuvo miedo de mí y...

No pudo seguir porque en verdad le dolía ver el estado en que estaba. Sí, ella fue quien lo hacía vestirse de chica, porque según ella, le quedaba. Pero le agradecía su amistad y todo lo que ella hacía por él. Y por ello... hará pagar al que la ha puesto en este estado. Así sea lo último que haga.

En el otro lado del cuarto, las cuatro chicas lograban al fin dar forma a su idea. Sí, tal vez no sea la solución más óptima. Pero logrará la meta a corto plazo.

-Oye Weiss. ¿De dónde aprendiste magia de Runas? – Fay vio a la chica, quién alzó una ceja. – Es decir, se ve que sabes que hacer. Y escribes con facilidad los símbolos.

-Oh. Mi familia siempre se especializa en estas cosas. Es herencia. Mi hermana es más de runas de combate. Las mías son de apoyo o de esta clase. Por ello me centro en el combate con mi arma y Runas de apoyo.

-¿Hermana?

-Si... no es algo que toque mucho. Hace casi un año que no la veo. – Twilight pudo sentir algo de sentimiento encontrados al oírla. – Ok, creo que ya está esto.

Sunset asintió, para luego, crear con las llamas de su Sacred Gear lo que sería el símbolo y la serie que debían poner en el cuerpo de Valerie.

-Ok, me toca. Este proceso será algo delicado. Me puede tomar mi tiempo.

-Nadie te apresura Sunset. Con calma. Yo te ayudaré. – Fay fue con la chica a la cama de Valerie, para empezar a hacer lo suyo.

Twilight vio como Asia y Fluttershy se acercaban a Weiss. Hablaban de lo más natural. Hasta... de cierto modo como si se llevaran muy bien. Parece que la chica es mejor de lo que creyó. Su actitud algo fría no lo es todo. En eso, la puerta se abrió. Mostrando a Pinkie con una bandeja llena de comida.

-Servicio a cuarto. – la chica entró, cerrando la puerta con el pie. - ¿Quieren? Es lo mejor que podemos tener en este lugar.

-Oh, perfecto. Moría de hambre. – Weiss tomó un trozo del Crouscant que había y.... - ¡Puaj! ¿¡Qué demo...!? ¿¡Le pusiste azúcar!?

-Sip. Creí que les gustaría algo dulce.

-¡No! ¡este pan debe ser de un sabor suave y fino! ¡Esto es una ofensa!

-Wow... suenas a Rarity. Veo porque se llevan bien.

-¿Por ser las de sentido común?

-No. Por ser aburridas.

-Cier... ¡Hey!

Las chicas rieron un poco al ver la dinámica entre ambas. Era interesante. Sunset por su lado...

-Si no les molesta. ¿Me pueden pasar uno? Al menos para llenar el estómago.

Pinkie asintió para ir hacia la chica y darle el trozo de pan en la boca. Se notaba que no eran las mejores amigas, pero al menos estaban progresando.

-Gracias.

-De nada.

Weiss vio eso con extrañeza. Asia le murmuró algo al oído, haciendo que comprenda la situación. No la culpa en verdad. Pero...

-Oigan. ¿Qué hay del resto? – Fay había pasado a ver la bandeja y no había tanto.

-Oh. Le pedí a Rarity y AJ que vayan a ver al resto. Ya saben. ¿Uno Gasper? Para subir el ánimo.

El chico se sorprendió al ver el curioso pan cerca de su cara. Pero agradeció el gesto de la muchacha, quién sonrió al ver que logró subirle algo el ánimo.

-Me recuerda a una amiga que tengo.

-¿La energía?

-No, igual de loca.

Twilight no pudo negar ello. Si, Pinkie puede ser muchas cosas. Pero era su mejor amiga y eso no lo iba a cambiar por nada del mundo.

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-A ver, ¿Quién desea otro?

-¿Otro de esos adefesios? Prefiero morir de hambre.

-Ayane, nadie va a morir por comerlos. Pásenme otro nya.

AJ hizo caso a la Nekomata, mientras la Kunoichi rodaba los ojos. Más su estómago... rayos. Mejor mal sabor que nada de alimento. Tomó uno de los panes y lo comió como pudo. Mientras veía como Rainbow y esa chica Yang hacían una pelea de práctica.

-Es buena. No todos los días puedes ver a alguien ir mano a mano con Rainbow. – Rarity, quién estaba al lado de Kiba, lo vio con sorpresa. – No soy ciego a la habilidad Rarity.

-Je, verdad. Pero eso nos hace ver que, en verdad estamos necesitados de apoyo. Las cosas se hacen muy grandes para nosotros solamente.

El Knight le tenía que dar la razón. Pueden ser hábiles, pero al mismo tiempo... el número ya estaba pesando sobre ellos.

-Una más...

-Cuando quieras...

Ambas chicas estaban cansadas y... bueno... no es algo que puedas decir que... sea malo. Pero hay que saber cuando detenerse.

Por ello, Rarity alzó la mano para crear un muro de roca en medio de ambas. El impacto que se dieron con el muro fue... curioso. Más al ver la marca que dejaron. Pobres.

-Eso dolió.

-Para que sepan cuando detenerse.

AJ le tuvo que dar razón a su amiga. En verdad deben de descansar. Caminó hacia ellas, las vio con una ceja alzada y sonrió.

-¿Ayuda para pararse?

-Solo... Sólo cállate.

-Ugh... A eso llamo una dura jaqueca...

AJ negó con la cabeza a la broma de la rubia. No puede negar que el intento vale la pena en admirar. ¿No? Las ayudó a ponerse de pie para luego hacer que caminen hacia donde se hallaba el resto.

-Oh, aquí están. Qué bueno. – La voz de Irina los hizo pasar a verla. – Yang, quiero hacerte unas preguntas.

La muchacha alzó la cabeza aún con dificultad. Sólo para notar la expresión de la castaña, quién tenía a Xenovia a su lado. La chica le mostró un dibujo... no estaba mal. Pero... eso era...

-Oye, que buen dibujo de un King Taijitu. Sólo he visto uno, pero recuerdo al bastardo. Vaya que nos costó.

-¿Un qué..? – Ayane no entendía el nombre o algo similar. A este paso deberá estudiar sobre los Grimms...

-Un King Taijitu. Son grandes serpientes. Sólo qué tienen dos cabezas. No hay cola. La mitad es de color negro y la otra de color blanco. No sé mucho. Blake y Weiss son las intelectuales. Ellas te pueden dar más información.

Irina por su lado vio el dibujo que había hecho a pura memoria. Apretó el papel para luego sentir como Xenovia la miraba, como diciendo que se calme. Sí, era lo mejor que podía hacer ahora. Al menos en estos momentos.

-Oigan. ¿Hacemos algo para conocernos mejor nya? – Kuroka optó por hablar, sintiendo el cambio en el aura de Irina. El tema ese debe ser de importancia para ella...

-¡Me gusta! ¡Hagamos...!

-¡No verdad o reto!

Yang chasqueo los dedos al ver que la enana interrumpió su idea. Si, mejor tienen cuidado con esta chica... al menos un poco.

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Casi cerca a la salida de la casona, Aki estaba haciendo vigía. Era su turno. Es más, tener su Sacred Gear activado, sobre todos los Fangs que reaccionan a algo fuera de lo común, era una buena práctica. Es más, tenía sus armas en modo rifle, lista para volar la cabeza de un pobre idiota. Aunque... espera que no sea necesario. No quiere pelear en estos momentos.

-¿Sigues de turno?

Volteó al oír la voz de Kaori, quién caminaba hacia ella con una lanza en mano. De seguro para estar lista en caso pase algo.

-Oh. Sí. Mi turno termina en una hora. La última que fue Rarity, me dijo que no quite mis ojos de allá. Puede que ataquen de ahí. Hay que estar lista para lo que sea.

La pelirrosa asintió. Era cierto. Pero... Ahora mismo, no quería hablar de ello. Es más, jura que el aire frío no está ayudando en nada.

-Oye... ¿Cómo has estado? – la pregunta de la chica sorprendió a la castaña. – Sé que no hemos hablado en semanas.

-Oh. Bien. Creo. Es más, siento que he logrado progresar en este Balance Breaker y...

-Sabes a que me refiero.

Aki quitó la sonrisa que tenía para ponerse algo triste.

-Se trata de estar bien, sabes. Sé que no me quieres hablar. Y yo... no quiero molestar. Así que... bueno. Tú captas.

Kaori suspiró al oír ello. Claro. Ella siempre haciendo lo que cree mejor. La amistad entre ellas era de ese modo y no niegan que le ha gustado. Pero... tal vez debería ser más egoísta. Ser más firme y...

Odia que ella siempre ponga lo que su amiga piensa. Pero Aki era así. Podía ocultar varias cosas. Pero nunca.. nunca que estaba triste.

-Mira Aki. Sé que ahora mismo nuestra amistad está... rajada. Ambas sabíamos que estábamos mal en ocultar lo que uno piensa de la otra. Es más. Más de una vez hemos discutido. Hemos tratado de hacer que nada pasó. Pero... tú debes entender que las cosas no serán las mismas ahora.

-Lo sé. Eso lo sé muy bien. Y me duele pensar que... las cosas han cambiado tanto. Antes... hubiéramos estado molestas un rato y al día siguiente, listo. Olvidado. Pero no esta vez.

-Y creo que así es mejor. – la castaña la vio con horror. – No quiero una amiga que solo acepte lo que digo porque tiene miedo de que me moleste. Y yo no quiero una que no me haga ver cuando estoy en el error.

-Entiendo... - Suponía que sería así. Ya estaba preparada para ello. Es más, se había hecho a la idea. Pero igual duele.

-Por ello. Lo mejor es empezar desde cero. De nuevo.

-¿Qué? - ¿Oyó bien lo que acaba de decir?

-Que empecemos de cero... Mira... sé que no he sido la mejor amiga. Pero... tampoco quiero que nos volvamos totalmente extrañas. Si algo aprendí al estar con el equipo RWBY, es que, a pesar de sus diferencias, son unidas. Y confían entre ellas. Creo que eso es algo que nos faltó a ti y a mí. En combate es una cosa, somos un buen dúo. Pero fuera... podemos mejorar y eso es lo que quiero. Si tú quieres.

-¿Me das la posibilidad de elegir? – Aki sonrió algo burlona. Conociendo a su amiga, de seguro le hubiera dicho que lo hicieran de una vez.

-Como dije. Nuevos inicios. Quiero ser mejor. Y no quiero dejar de ser tu amiga.

-Si... Es verdad. Creo que podemos hacerlo. La idea me agrada. – Aki pasó a ver de nuevo el punto que debe vigilar. Sólo para que no la vea llorar. – Ahm... ¿Quieres quedarte conmigo?

-No suena mal. No tengo nada más que hacer.

Kaori se puso al costado de la chica, a unos pasos. Esos pasos mostraban aún la distancia que había entre ellas. Tal vez no vuelvan a tener la misma relación de antes. El daño estaba hecho. Pero podían empezar de nuevo. Forjar algo nuevo y mejor. Y este era el primer paso para ello. Al menos eso es lo que querían creer. Al menos ahora.

-Oye... ¿Cómo fue la batalla con ese Grimm? Dame lujos de detalles... y sin los gestos de Rainbow.

-Jajaja. Me parece justo. Sólo que tú debes contar que pasó antes de que llegáramos.

-Lo justo.

Sí. Al menos estaban progresando un poco. Bastaba para ellas por ahora. Sólo se debía tener un poco de valor en querer... ser mejor y retomar esa amistad, que, aunque no lo hayas creído en un inicio, puede ser salvada. Y mejorarla. Sí, era algo que todos pueden hacer... si la amistad esa lo vale.

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En otro lado... Cinder miraba como los experimentos de este estúpido vampiro parecen tomar más y más forma. Era un espectáculo algo asqueroso de ver, a decir verdad. Pero no es que pueda decir mucho. El proceso de nacimiento de los Grimms es similar... sólo que no se necesita de tanto ajetreo.

-¿Miras algo que te interés? – la mujer volteó al oír la voz de Euclid. Sólo para darse la vuelta de inmediato. - ¿Qué te pasa?

-Ya debes de saberlo. A fin de cuentas, ya sabes que sucedió.

-La verdad no. Ponme al tanto... - Este sujeto...

-¡No juegues conmigo! – volteó muy molesta y a la ves mortificada. - ¡Lo sabías! ¡Sabías el peligro que es ese muchacho! ¿¡Acaso me mandaron sabiendo que me puede matar!?

-Estas exagerando...

-¿Exagerando? ¿¡Exagerando!? ¡Eres un imbécil! ¡Uno que cree que por tener tanto talento y poder nada lo puede tocar! ¡Yo creía igual! ¡Y, oh, noticia! ¡Ese mocoso mostró que no importa! ¡Tú no viste lo que yo! ¡cómo empezó a destrozar al Grimm a mano limpia! ¡Lo hizo ver fácil! ¡Pero para esa hazaña, necesitas de un poder clase Maou o superior! ¡Y lo peor fue que le encantó mostrar su poder! ¡Le gustó ver a su enemigo caer! ¡Si, lo hizo por su tal actitud heroica! Pero... Pero ahí estaba... una bestia que mostró su lugar en el campo de batalla. Una qué... matará lo que sea que de meta en su camino. Sean Grimms, demonios... Dioses. – Euclid siguió viendo a la mujer, quién trataba de respirar más tranquila. – Si una vez creí que puedo ganarle, pues ese pensamiento se fue. Puedo tener el poder para darle lucha. Pero ni loca, pelearé con esa bestia.

-Tonterías. Es un niño nada más. Uno que ha vivido más de la cuenta. Debió morir hace 10 años. Y yo me haré cargo de cumplir eso. – Euclid se empezó a retirar para hablar con Rizevim del próximo movimiento, sólo para oír lo último.

-No te confíes. Porque te juro que si lo haces... la próxima sangre que bañe a ese niño, será la tuya.

... Siguió su camino, quitando importancia a sus palabras. Que estupidez.

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De vuelta en la zona donde Rizevim trataba con Weil, el buen doctor daba sus ideas sobre... lo reciente.

-¿Qué opinas?

-La teoría de Marius es buena. Pero hay tantas inconsciencias. Sólo necesitamos lo central y listo. Podremos hacernos cargo nosotros, sin necesidad de tener a ese idiota como apoyo. Su papel es... temporal a fin de cuentas.

El demonio sonrió a la idea de su aliado. Siempre tan bueno en sus acciones bien planeadas. El demonio miraba el cáliz en su mano, sólo para que algo se le venga a la mente.

-¿Qué dijo Salem de lo otro?

-Que investigará. Al parecer algo de lo que necesitamos está en territorio demonio. Lo otro en el cielo. Hay tiempo para... ver que hacer. No te precipites. Años de planeación no pueden ser en vano.

-No lo hago. Sólo siento una ligera impaciencia.

-... ¿El Sekiryuutei?

Ese nombre... ese niño. Debió de haber muerto cuando lo mandó a matar hace años. Debió haberlo hecho él mismo. Pero no, su vida pasada era más reacia de lo que creyó. Pensar que cuando supo que en ese mocoso yace el alma de ese hombre, no tardó en querer matarlo. Agh, que molestia resultó ser...

-Se hace más fuerte. A este paso, será una espina constante en nuestros planes.

-Le das mucho crédito...

-Despedazo a mano limpia al Grimm Wyvern que Salem nos mandó.

Weil se sorprendió un poco al oír ello. Eso sí demostraba que el poder de ese chico, el real, estaba cerca de salir. No el que le da el Rey Supremo o el Welsh Dragon, sino el suyo. Eso puede ser peligroso.

-¿Qué deseas hacer?

-Euclid insiste en que él lo matará. No sé si debo dejarle esa tarea. Es fuerte, no lo niego. Pero... me da la sensación de que sería un error.

-¿Error? Euclid puede ser muchas cosas. Pero débil no es una de ellas. Al contrario, es muy fuerte. Tanto que dudo que el Sekiryuutei le pueda hacer frente.

Y eso es lo que la lógica le dicta. Pero... ese no era el caso actual. Más de una vez ese niño a mostrado ir contra esta. Y con los que lo acompañan.

Lo mejor era... dejar esos pensamientos y volver al tema central.

-Seguiré con mis cosas. Cualquier avance te lo diré. Si desataras esas cosas, hazlo de tal modo que dejen huella en ellos.

-Sabes que así será. – la sonrisa del demonio era todo lo que uno esperaría en un psicópata. Y eso era lo que la hacía más... temible.

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Lilith estaba sentada, como siempre, viendo la ventana. Estaba aburrida. No había nada que hacer. Y el viejo Rizevim había salido.

Tomó del suelo lo que parecía ser una pelota y la hizo botar varias veces. Era su única diversión a fin de cuentas. Es más, jura que es lo único que puede hacer sin crear un desastre.

Al menos eso quiso creer. Porque al ver, tras un fuerte bote, su pelota caer por la ventana... la hizo mirarla con... ¿rabia? No importa. Debe ir por su pelota. No puede perder su única diversión. Se acercó a la ventana para saltar por ella y caer al suelo lleno de nieve. Una parte de sus piernas de hundieron en esta y... Un tic en su ojo se hizo visible. Odia esto... su tamaño no ayuda.

Con algo de esfuerzo, salió de la nieve para ir por su pelota. Y al tenerla a la mano, captó un olor... uno que la llamaba. Uno que era tan similar. Qué la hacía sentirse en... ¿casa?

Vio en dirección del dicho olor para luego caminar un poco hacía este. Y mientras más caminaba, más notorio se hacía y eso era lo que ella quería... Sí. Ahí debe estar su respuesta. Sólo que había un problema.

El olor estaba lejos de la casa Tepes, donde estaba ahora. Y Rizevim le dijo que no saliera de la casa... Ella...

Pasó a ver la casa, luego la dirección donde el olor estaba y... No había mucho que pensar a fin de cuentas.

-Olor... casa... - Lilith corrió en dirección al olor que la hacía estar tan tranquila. Aún con su pelota en mano, no había vuelta atrás. Desea saber que hace aquí y quién es... Quiere saber, porque existe.

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De vuelta a la casona donde estaba la resistencia. Ise al fin abría los ojos, algo cansado. Pero mejor que antes. Se quiso levantar, sólo para sentir algo en su cara. Una lengua...

-¡Ah! ¡Kurama, ya basta! ¡No, me estás babeando! – el Sekiryuutei río al ver el recibimiento de su amigo, quién movía la cola en señal de alegría.

-Veo que al fin despiertas. – Blake sonrió un poco al verlo arriba. Dejó de lado el libro que estaba leyendo, no sin antes marcar... la página. Era la mejor parte.

-¿Blake? ¿Dónde...?

-La casona donde yace la resistencia. Te trajimos aquí luego de que te desmayaste. Y no te culpo. Eso último fue un espectáculo.

-La verdad, recuerdo borroso. – Blake alzó una ceja al oír ello. ¿Borroso? - ¿Nunca te ha pasado que... hay algo dentro tuyo que no quieres dejar salir?

-... Similar. No igual. Pero similar.

-En mi caso es así. – Ise se sentó en la cama, para luego acariciar la cabeza del lobo. – Creo que... tratar de huir de eso hizo que llegue a esto.

-¿A qué...? ¿Huir de qué?

-De que dentro mío hay una bestia ansiosa de lucha. Un dragón que quiere salir. Y una vez la dejé salir... perdí el control. Quería destruir todo. Quería ser más poderoso. No me importó nada más. Y eso es lo que me daba miedo... porque al darme cuenta de lo que hacía... digamos que no salió muy bien.

Blake abrió los ojos con horror. Más al ver que él parecía arrepentirse de algo... ella tomó su muñeca por instinto. Y él lo notó. Pero no quiso hondar más. Por ahora.

-Necesite casi morir, para darme cuenta de muchas cosas.

-¿Qué cosas?

-Estoy aquí. – Ella no entendió a que se refería. – Estoy vivo. Aquí y ahora. Cuándo otros no. Por algún motivo sigo con vida. A pesar de tanto. Y eso me hizo ver que mi vida vale tanto como la del resto. Qué a pesar de mis errores y demás, valgo algo. Y la gente alrededor mío piensa igual.

-¿Aunque hayas hecho cosas horribles...? No puedes arreglar el pasado, ni cambiar o borrar tus pecados... - Ella... Parece que algo más la está molestando.

El Sekiryuutei sabía que eso era algo que debería tratar. Le prometió a Yang y Ruby en tratar el tema. Se puso de pie para hacer que Kurama lo siga. Y ella...

-Vamos. Jugar con Kurama ayuda a uno. Créeme, yo lo sé. – las palabras del Sekiryuutei, en todos los sentidos, la hicieron seguirlo. Porque tal vez pueda... hallar su solución. Al fin.

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En otro lado de la casa, Rean hablaba con Azazel, Laura, Jusis y Millium sobre lo que deben hacer. Mientras dejan descansar a Evangeline y a Elminhelde tras lo último. Ellos sabían que, si bien ganaron esta vez, tuvieron la suerte de su lado. Por lo que esta vez, deben de tomar un camino distinto. Y ya se dan una idea de lo que pueden hacer.

-Ok. Creo que el plan es más que claro. Es decir, podemos hacer esto todo el día. Pero al final, creo que seremos capaces de... Ya saben, hacer esto funcionar. Siempre lo hacemos.

-Tus planes siguen igual de locos Rean. – Laura miró con media sonrisa al hombre, quien se encogió de hombros. Dando a entender que no era algo que sea mentira. – Pero es cierto, con Jusis aquí presente, podremos hacer esto.

-Si. Es más, Bennia y Loup le están haciendo los comentarios a esa chica. Al parecer tendremos mucho, pero mucho apoyo a la hora de la verdad. Y en verdad espero que sea algo que nos pueda tener a flote.

Millium sonaba algo cansada. La verdad, no habían tenido un descanso claro estos días. Es más, jura que en cualquier momento se puede desmayar. Y eso que ha sido preparada para esta clase de situaciones, no se quiere imaginar lo que esos chicos estaban pasando. Estaban metidos en medio de una batalla que, si bien no era de ellos en un inicio, se volvió así porque no quieren dejar que alguien loco se salga con la suya. Y por ello...

-Ya les diré que duerman Milli. No creas, tampoco me gusta que estén así mucho rato. Luego de que acabemos esto, iré a verlos.

-Hay que admitir que el potencial de esos niños es alto. Aunque el de tu alumno, es una gran sorpresa. Nunca imagine que pudiera luchar así. Nos dejó sorprendidos a todos. Pero creo que a ti no tanto, ¿no?

Rean sonrió algo complicado. Siempre supo que Ise limitaba una parte de él al luchar, más porque no quería que le teman por... bueno, ser así. A Ise siempre le ha gustado pelear y mostrar su poder. Es de seguro algo que se desarrolló en él luego de lo que le pasó o por influencia de Skeith. No lo sabemos. Pero ya vieron que pasa cuando deja salir todo...

-Parece que al fin será momento de que Ise pueda guiarse solo. Porque luego de lo que vimos ahí, no hay duda que será interesante ver si él vuelve a sellar ese lado suyo. O lo deja salir y lo guía como se debe.

Rean sabía a lo que Azazel se refería. Si las cosas van de este modo, el verdadero potencial de su alumno al fin saldrá a flote.

Un potencial en el que es consciente, traerá mucho. Grandes cambios, pero no sabe con exactitud todo lo que eso puede significar para ellos.

Sólo espera que cuando ese momento llegue, él ya esté listo.

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En otro lado de la casa, Loup y Bennia al fin habían logrado hacer contacto con Sona, quien estaba haciendo una revisión final de papeles, su período como Presidenta del Consejo Estudiantil estaba cerca de acabar. Por lo que quiere dejar las cosas en claro antes de dejar el puesto. Dado que las nuevas elecciones serán dentro de poco.

-Entiendo... Veo que en verdad están en una situación complicada. Y lamento haber hecho que se metan en estos asuntos, a pesar de que tienen poco tiempo como mis siervos.

-No hay nada que perdonar Sona-sama. Ha sido una experiencia interesante. Pero, de todos modos, lo que hemos descubierto... hace que todo sea algo más difícil de digerir.

-¡Así es! Esos Grimms son difíciles de derrotar. Pero no son nada para nosotros... aunque me gustaría tomar un buen descanso ahora. Pero con la posibilidad de un ataque enemigo...

Sona vio con algo de pena a sus siervos. Se notaba en sus caras el cansancio y el hecho de que no habían dormido lo necesario. Eso la hizo pensar en darles una recompensa por tan buen trabajo. Le alegra saber que Rias está bien. Ella es la que más el preocupaba... pero dado como ha cambiado y madurado estos meses, ya no debe temer tanto de la actitud temeraria de la chica. Aunque...

-¿Cómo está Ise-kun? Según lo que me dijeron, debió quedar exhausto.

-El Sekiryuutei hizo una hazaña que muchos dirían, es una locura. No todos los días puedes decir que hiciste frente a un Grimm Wyvern y lo mataste solo a mano limpia.

-¿Tan difíciles son de matar esas cosas? – Ver como Loup asentía con la cabeza, la hizo pensar en que Ise en verdad era un caso.

-¿Preocupada por su novio Sona-sama? – la sonrisa burlona de Bennia y sus palabras, hicieron que Sona se sonroje y casi caiga al suelo. Pero no evito que todo el papeleo, ya ordenado, se venga abajo. El suelo estaba bañado en papeles... - Uy...

-¡Bennia, no digas tonterías! ¡Él es mi amigo y...! Bueno... Mi hermana preguntó por él. Está furiosa de que él no la haya ido a ver o llamado. Aunque lo entiendo, todo lo que ha pasado a limitado su tiempo. Pero ella no entiende. Cielos, a veces actúa peor que una niña y eso que ya tiene sus años y...

Ambos jóvenes solo oyeron como su ama decía todo lo que se le ocurría de la Maou Leviatán. Era algo gracioso de ver, pero a su vez era algo de pena... Pensar que la menor es más madura que la mayor, que ya tiene sus siglos, es algo que uno nunca puede dejar de tomar en cuenta. Pero volviendo a lo central.

-El Sekiryuutei parece tener algunas cosas en mente Sona-sama. Lamentamos no poder decirle más.

-Está bien Loup. Solo quiero que sigan con el buen trabajo que hacen. Apoyen en todo lo que pueden. E infórmenme de cualquier situación, ¿de acuerdo?

Ambos siervos asintieron a las palabras de la chica, para luego acabar con la comunicación actual e ir a descansar. Lo van a necesitar.

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Ya fuera de la casona. Ise observaba como Kurama corría de un lado a otro, el lobo parecía haberse olvidado de todo lo demás y su única meta era seguir con su juego. Simple, pero servirá para que el cachorro no se estrese.

Blake, quién acompañaba al joven, sentada a su lado, miraba con gracia como el lobo quería sacarse la nieve que tenía en la nariz.

-Me recuerda en algo a Zwei.

-¿Quién? – el Sekiryuutei la pasó a ver, algo confundido por lo que acaba de oír.

-Oh, es verdad. No lo conocen. Zwei es el perro de Ruby y Yang. Es pequeño, pero es muy... tierno en cierto modo. Antes de la caída de Beacon, lo devolvieron a su casa para que esté más cómodo.

-Ahm... sé que suena raro lo que preguntaré. Pero Zwei, hasta donde sé, significa dos... ¿Y el número uno?

-... Buena pregunta. – la chica ahora sentía que tenían un misterio entre manos. Oh bueno... - Hay algo que quiero preguntarte ahora con más claridad. ¿A qué te referías con lo último?

-¿HM? Oh, sí. Lo había olvidado... - este chico era... - Bueno. Lo que trato de decir es que... no importa cuánto te equivoques. No podrás arreglar el daño ya hecho. Lo único que queda es seguir avanzando. En espera de algo mejor. De poder mostrar que has mejorado. Qué ya no eres el mismo de antes. No es sencillo, lo sé. Pero creo que es algo que todos podemos hacer.

-No es tan fácil... - la chica se tomó la muñeca en señal de ello.

Ise intuía ello. No era fácil. Él lo sabe mejor que nadie. Y eso lo hace tal vez la persona más indicada para que... pueda decirle esto.

-No me arrepiento de haberlo matado. – Blake lo vio con una ligera sorpresa. – Él... Él trataba de matar humanos que nada tenían que ver con lo sobrenatural. Sus acciones hubieran puesto en peligro lo que el mundo está haciendo. Y eso es algo que... no podemos permitir. Al igual que ahora. – Pasó a ver sus manos, para luego suspirar. – Créeme, hay gente que no merece una segunda oportunidad. Y a veces, sólo queda matarlos.

-Eso lo sé. Yo he matado... Yo...

-Pero, ¿Alguna vez te sentiste bien al hacerlo? – la pregunta la dejó muda. Ella hizo una ligera negación y él sonrió. – Yo sí. Una vez. Cuando perdí el control. Un demonio nos atacó. Nos hizo creer que mató a Asia... perdí el control de mi mente. Dejé salir lo más oscuro de mí. Lo que me volví, era una bestia llena de deseo de destrucción. Para ser más fuerte. Pero olvidando todo lo demás. Y créeme, se sintió bien los primeros minutos. Estaba dispuesto en ir contra todo lo que creía. Porque el poder se sentía bien. Muy bien...

Blake miraba como el muchacho suspiraba. Había verdad en ellas, pero a su vez estaba algo... complicado. Se sentía triste y avergonzado. Mucho... y ella lo podía entender.

-Lo que trato de decir... es que caí en lo más bajo. Un punto en que decidí que quise dejar todo...

La chica no supo que decir. Estaba sin palabras. No porque tenga pena, sino por la sorpresa de ver que él, quién parecía tan fuerte, fuera tan vulnerable. Y a su vez, haya caído en lo más bajo. Cómo ella. Una vez. Pero ella... ella aún no sabía que hacer con su vida. Yang era la misma, sólo que más consciente en sus acciones. Tenía más cuidado y ya no era tan... avezada. Weiss... ella se volvió un poco más social y condescendiente con las cosas. Pero... aún yace algo de su forma original de ser. Tal vez la que cambió más fue Ruby. Se había vuelto más madura para poder hacer frente a la situación en que estaban. A su vez, algo de ella pareció suprimirse estos meses. Pero cuando él llegó, logró hacer que la chica muestre de nuevo ese lado suyo. Y era algo lindo de ver... desde cierto punto. Ruby consideraba a Ise un héroe, esos que ella siempre admiró desde niña. Y eso se hizo más fuerte en como tomó el mando allá en Escocia. Y eso era... tierno de cierto modo. Y tras oír de los amigos de él, todo lo que hizo por ellos, lo que hizo por otros, por el mundo... hizo que eso crezca. Pero no eran ciegas a la verdad. Tras este chico fuerte, un guerrero, una bestia que masacra a sus enemigos... yace alguien con tantas culpas como el resto. Alguien que ha sufrido por sus errores y por lo que le ha tocado vivir.

Y eso la hizo respetarlo un poco más. Porque sabía que en verdad no era alguien infalible. Y por ello....

-Gracias. – Ise la pasó a ver con algo de confusión. – Por haber detenido a White Fang. A él... es algo que yo misma hubiera querido hacer.

-Nah. Lo hice porque lo creí correcto... aunque luego fui regañado por... mi actitud temeraria.

Blake no pudo evitar reír al ver la cara del muchacho y de ver que Rias tenía razón. Parece que se preocupa por nada... quizás él pueda... ayudarla a hallar su respuesta.

Ambos siguieron en silencio, viendo cómo Kurama seguía corriendo. Lo que no sabían era que el cachorro de les quedó viendo un momento mientras hablaban y... no quiso meterse en el buen ambiente que había entre ellos. Parece que su amo no pierde el toque. Pero sigue igual de denso que siempre. Abrió la boca para dejar salir un bostezo bien claro, porque estaba algo cansado luego de todo esto. Sólo para ver que alguien se acercaba a ellos de puntitas desde atrás. A ver... veamos cómo sale esto.

-Por cierto Ise. ¿Recuerdas que te dije que debía informar cuándo te levantaras?

-Aja. – el joven siguió mirando al frente, sin prestar atención hacia atrás. Pero Blake lo hizo, lo que le sacó una sonrisa felina.

-¿Por qué no hicimos eso antes?

-Porque quiero tiempo para mí. Es algo molesto que se preocupen tanto. Lo agradezco eso sí. Pero necesito mi espacio. No se lo digas a nadie. Pero exageran mucho en sus cosas...

-¿Así? – el Sekiryuutei se puso tenso al oír la voz nueva. Empezó a sudar frío al pensar en que una de ellas lo haya oído. – Ise, ¿Por qué piensas así?

Volteó por instinto para ver que... Ruby estaba atrás suyo con una gran sonrisa. Una muy falsa y dulce sonrisa.

-Ahm... yo...

-Viendo que eso piensas. Creo que le diré a Rias, Twilight y las demás ello. Me pregunto cómo reaccionarán...

-¡No! – Lo que nunca esperó hacer, lo hizo. Rogar. - ¡No les digas nada, me matarán! ¡Estarán pegadas a mí solo para molestarme y vengarse! ¡Peor aún, tal vez me vigilen todo el rato! – Abrazó las piernas de Ruby, cosa que le sacó un sonrojo claro a la muchacha. - ¡Haré lo que sea! ¡Pero no les digas lo que dije!

Blake trataba de controlar su risa. Pensar que este chico, quién podía pelear con seres de leyenda sin miedo, le dé miedo hacer frente a las chicas que se preocupan. La cara y el tono que usó, bastó para acabar con las defensas de ella y tener un ataque de risa. Uno que no había tenido en años.

Ruby se mantuvo firme, por fuera, para ver cómo Blake reía. Nunca la había visto... ¿Acaso fue él quién...? Eso le sacó un ligero fastidio a la muchacha, quién ideó un plan malévolo en su mente para sacar provecho de esta situación.

-Ok, puedo hacerme de la vista gorda... Con una condición.

-... ¿Cuál? – pasó a ver a la chica con una ceja alzada, sentía que algo le iba a pasar.

-Simple. Sólo debes pasar entrenando un día conmigo.

-¿Todo un día...? ¿No puede ser...?

-Todo o nada. De seguro a ellas les gustará oír lo que dijiste...

-¡Ok, Ok! Tú ganas... pudo ser mucho poder.

El Sekiryuutei respiró más tranquilo al ver que se había librado de algo peor. Sin notar el gesto con el puño de Ruby en señal de victoria. Blake alzó una ceja al ver ello... Se nota que algo de las cosas de Yang si las tiene su hermana, aunque en el caso de Ruby... era algo más suave. Por ahora...

Y antes que alguien pueda decir algo. Kurama empezó a ladrar hacia afuera de la casona, alertando a los que estaban cerca. Los tres jóvenes pasaron a ver qué era lo que pasaba y vieron fuera del lugar a alguien. Una niña con una pelota... se parecía a...

-¿Ophis? – Ise se sorprendió al ver a su amiga, pero sabiendo que ella estaba en casa. Entonces, ¿quién...?

Lilith sólo vio a la persona que había estado buscando. Al fin puede sacarse la duda de la cabeza.

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