Declaración de Desafío
Los días que siguieron, fueron simplemente para hacer que las preparaciones para elegir un nuevo consejo estudiantil. Irina logró de hacerse con el tiempo para poder ayudar en la campaña de Xenovia, al mismo tiempo que Aki y Kaori lo hacían, con el apoyo radical de Pinkie, quien estaba haciendo de todo para que la campaña sea un éxito.
AL mismo tiempo, los demás trataban de ayudar a Asia con sus nuevos deberes como presidenta del ORC, no era sencillo, más porque en verdad no sabían como lograr hacer que la chica sea algo más confiada, porque se ve que ella posee muchas buenas ideas. Por lo que... en verdad estamos olvidando que se trata de una chica que es tímida por naturaleza.
Pero volviendo a otros temas, se sabe que Ruby ha estado estudiando lo que vendrá en el examen, ya que en verdad le gustó el lugar y quiere venir a esta escuela. Weiss dijo que le gustó el campus universitario y como Blake, ella seguirá una carrera ahí.
A decir verdad... no estaban tan preocupados por lo que sería... la amenaza inminente de que una facción rebelde de la Iglesia y unos humanos los ataquen, porque han enfrentado cosas peores.
Es más, cada uno trataba de hacerse con sus cosas... sus entrenamientos y problemas. Lo que si era más que claro, era que estaban pensando en como afrontar lo que se viene. Pero era Xenovia la que estaba con más ideas.
Ella, la actual usuaria de Durandal, era muy consciente de que... no tiene el talento de Vasco Strada, es más... de los que son espadachines como ella, es la que menos talento tiene en el grupo. Kiba era un genio en todo el sentido de la palabra e Irina... Algunos pensaban que ella un genio aún mayor, dado el gran avance que ha tenido desde que obtuvo a Tarvos.
En parte, su mente no estaba en lo que era la campaña, agradecía la ayuda de sus amigas. Agradecía todo. Pero una parte de ella, sentía que en verdad debe de hacer frente a Vasco Strada, para poder sentir que es digna de la espada que la eligió. Al menos, eso es lo que tiene en mente.
Por ello, pidió hablar con alguien que la puede ayudar en este problema. Y estaba sentada frente a esta persona, en la noche, solo ellos...
Xenovia miraba a Rean, quien con el paso de los días, se le veía más cansado. Ya no los ayudaba como antes, es más... solo les daba órdenes o consejos, solo para sentarse y ver. No peleaba como lo hacía en el pasado. Desde el examen de Ise, se ha visto mal. Todos lo atribuyen a que... es el estrés. Eso quieren creer.
-¿Qué pasa Xenovia? Rara vez pides hablar.
-Yo... - la chica meditó sus palabras. Una parte de ella, en verdad estaba en duda de que... si debe de dejar que este hombre sepa de sus dudas. Pero...
-Si es de Vasco, no debes de pensar tanto en ello. – ella mostró sorpresa al oírlo. – Es obvio. Yo también estaría así, si pienso que mi predecesor, está cerca.
-... Solo quiero saber, como poder hacer frente a un monstruo como él. Porque sé, que debo de pelear. – Xenovia miró el suelo, con algo de vergüenza. – Yo... no sé que pensar. Creí que tendría la confianza, pero en el fondo... tengo miedo. Miedo de no ser digna de usar a Durandal.
Rean sonrió al ver la cara de la chica. Le recordaba a la suya y la de Ise... dudas que jamás se van, cuando eres parte de un legado. Un largo legado.
-Sabes... Cuando me volví el Maestro del Estilo de las 8 Hojas, no fue porque lo quise... mi maestro estaba muriendo. Era un hombre muy viejo. Ya en sus 100. – la chica mostró sorpresa... vaya. – y cuando tomé su lugar, siempre pensé... en lo que los demás pensarían. Las comparaciones que habrían. Es decir... ¿Qué puede hacer un chico de solo 18, ante la experiencia de un hombre de 100? LA verdad... es nada. No puede superar la experiencia, así como así. Jamás. Solo con tu propia experiencia, es que puede demostrar que eres digno de ese legado o superarlo.
-... Es que... eso es lo que pienso. Cuando vine a este lugar... Yo era la mejor de los 3. Mejor que Kiba, mejor que Irina. Pero ahora.... – Apretó los puños, en señal de rabia. – Kiba... cuando obtuvo su Balance Breaker, su talento se disparó... y creció de un modo que a mí me tomos meses... años. Irina... Irina siempre fue la mejor. El talento de la generación... solo que lo contenía. Pero ahora, que tiene a Tarvos y lo de Angelina ya es claro, se ha vuelto más fuerte... Más que yo. Y tengo... envidia. Tengo rabia... De que no importa cuanto lo intente. No baste... mi esfuerzo no sea recompensado jamás.
Rean miró a la chica... sentía que ella en verdad, estaba preocupada por... esto y más. Solo le quedó soltar un suspiro. Se apoyó en sus rodillas y...
-Ise... no tiene talento para el combate. ¿Sabes? – ella lo miró con duda. – Ise... era pésimo en sus habilidades, a pesar de que tenía entrenamiento básico. Tenía... eso lo que uno llamaría, un complejo de inferioridad. Porque él sabe de su nulo talento. ¿Sabes lo que le dije...?
-¿Qué cosa?
-... Mira tus fortalezas y no las del resto. Mira lo que tú puedes hacer y lo que otros no. Porque cuando te comparas a alguien más, es que ya te has rendido en tu camino. – Rean sonrió con nostalgia. – Por eso, es que pudo mejorar... porque vio que era bueno para adaptarse a las situaciones, a pensar con la cabeza fría a pesar de su ira. A ver... las cosas de otra manera. ¿Por qué crees que usa dos espadas? Porque es algo que se le ocurrió, para poder mejorar con su estilo. No digo que sea malo en el estilo de la escuela, no... para nada. Pero él mismo se dijo a sí mismo, que no lo usaría, a menos que sienta que puede estar a la altura de mi legado.
Xenovia miró al humano con asombro... como si, entendiera lo que le quiere decir.
-¿Quiere decir que debo de hallar ese algo...?
-Algo que te haga querer dejar esa sombra. Xenovia, no puedes huir de los que estuvieron antes que tú. Todos dejamos un legado y algunos desean vivir en base a este... otros, como tú, quieren crear el suyo. Pero siempre está la sombra de ese ser que te precedió.
La chica asintió... con algo de miedo. Con algo de... vergüenza. Pero sentía que había entendido un poco lo que él quería decirle. Y en verdad, no bastaba para que todas sus dudas se vayan, pero era algo...
-Un consejo... Si, es cierto que Kiba e Irina son más talentosos que tú. Pero... Tú tienes algo que ellos no. – Xenovia lo vio con confusión. – Piénsalo. Trata de ver que es ese algo. Y cuando lo hagas, el camino que buscas será claro al fin.
Xenovia sonrió a las palabras de Rean, quien soltó una tos. Y ella se mostró preocupada... la tos era más constante. Se puso de pie para ver si lo puede ayudar, solo para que él alce la mano.
-Solo... Solo necesito algo de agua.
La chica fue a la cocina para ir por el vaso de agua, sin notar como Rean se limpiaba la mano con un pañuelo... Donde él vio como la sangre se hizo presente. Guardó la tela rápidamente y recibió el vaso por parte de ella.
-Gracias...
-¿Está bien? Ha... estado tosiendo mucho estos días. Asia dijo que puede ayudarlo si está enfermo.
-No... No es algo que se deba de preocupar. Ya... pasará. He estado viendo a un doctor en Grigory y... me dijo que debo de descansar estas semanas que vienen. Es todo. – AL terminar de beber el líquido. – Xenovia... no importa lo que hagas, entiende que... siempre hay algo de duda. Dudar... es lo que te hace evaluar tus pasos... y te guía. Solo un idiota no duda... Y tú no eres eso. Por algo quieres hacerte del puesto de Presidenta, ¿No?
Es cierto... Ella lo quiere hacer para poder... darles a los estudiantes, esa alegría que ella sintió al ir a la escuela. El ver como puede hacerlo, solo la hizo... darse más convicción. De que puede hacerlo. Ella creía que puede... Por eso hace esto, a pesar de que sabe que hay alguien con más experiencia y capacidad para el puesto.
-Si... Así es...
-Entonces... sigue hacia adelante. Y si puedes, haz que los demás hagan lo mismo. Créelo o no, eres esa persona, que tienes esos deseos de avanzar, lo que te hace querida y porque muchos creen en ti. Por algo llamaste la atención de Ise.
Rean no pudo evitar sonreír al ver el ligero sonrojo en la cara de la chica. Pero verla alegrarse, solo hizo que valga la pena lo que dijo. Que no importaba el resto, que puede... hacerlo, si se esfuerza.
-Nada es imposible para el que se esfuerza Xenovia. Te aseguro que un día... superaras a Vasco. Solo date... ese tiempo que necesitas.
-Lo haré... gracias Rean-san. – Xenovia dio una reverencia, para luego... - ¿Puedo...?
-Solo deja que descanse un poco. Recuerda que mañana tienes clases, no pierdas el tiempo. ¿OK? Descansa.
Ella asintió. Dio un gracias más, para luego pararse e ir al cuarto de Ise, ya que es su turno con Ayane de dormir con él en la misma cama.
Y al verla irse, Rean soltó una tos más fuerte, para sacar un blíster de pastillas y sacar dos. Se las llevó a la boca y bebió del agua. Con tal fuerza, que su garganta se contrajo. Se quedó sentado varios segundos, tratando de que su pecho este en calma. Que las pastillas sirvan. Estas cosas...
-Aun con una dosis mayor, el efecto no es inmediato. A este paso...
Recordó lo que el doctor le dijo...
Flashback
-¿De que habla?
Rean estaba parado frente al doctor que, era un ángel caído, pero era sin duda alguna, el mejor de las 3 Facciones, para ver su caso. Uno que en verdad lo ha ayudado estos años. Quien fue el que creó las pastillas que toma.
Había venido a su revisión semanal, acompañando a Venelana, Celestia y Luna, para saber que le puede de decir de su condición...
-No sé como decirlo Rean, pero es algo que me preocupa. Aun con las dosis de pastillas que te doy, solo estamos alentando el proceso. No más. Poco a poco, tu cuerpo se está volviendo inmune a la medicación... y para empeorar todo está haciendo que tu cuerpo reaccione peor. El cáncer que tienes es... muy avanzado para que se haya originado en solo unos meses.
-¿Trata de decir que las medicinas han tenido un contra efecto?
-Básicamente... Tu cuerpo reacciona tanto bien como mal a la medicina. Y lo peor es que no te la puedo quitar... es lo único que impide que el cáncer avance, pero a su vez, hace que crezca de un modo más fatal.
Rean sintió que... le decía que estaba contra la espada y la pared. Como si... Soltó un suspiro. Y se puso a pensar. Miró al doctor y le hizo la pregunta que... debía...
-¿Cuánto me queda?
El silencio que se apoderó de lugar, era tal, que puede jurar que el único sonido, era el del reloj... Hasta un fantasma no podría hacer sus cosas, sin que uno lo oiga. Rean miró al doctor, notando en sus ojos, como las pupilas se contraían. Como si luchara con si mismo en decirle o no la verdad.
Y tras los que fueron largos segundos...
-... Sin pelear y con la medicación. De 6 meses a un año. Si peleas, se reduce a solo 6 meses... pero si usas todo de ti en una pelea... Dudo que sobrevivas.
Y esas palabras, bastaron para Rean sienta su corazón saltar un latido... Uno que fue tan fuerte, que le dolió. Sintió sus palmas sudar... del miedo. No del miedo a la muerte, hace años se hizo a la idea de que no iba a vivir para ser un anciano. Ni con toda la tecnología de ahora... ni volviéndose demonio o ángel... lo iban a salvar de su estado. Porque era una maldición que superaba la tecnología de reencarnación, como Ajuka y Miguel le dijeron.
Siempre supo... que si le debe de dar una similitud, sería a la leucemia. Su sangre de por si... lo mataba a él. No sabe porque... y ya no importa.
-Subiré la dosis... Veamos como te va. Es más, Azazel-sama está creando algo que ayude a curar tu cuerpo. Es la prioridad...
-No debería de gastar su tiempo y recursos en mí.
-... Sabe que Azazel-sama lo ve como un amigo invaluable.
Sonrió al oír esas palabras. Él sabía eso... sabía que... Soltó un suspiro. Uno que era más claro y cansado de lo que esperó. Asintió a las palabras del doctor y tomó la receta. Dio las gracias otra vez, solo para pararse y salir del consultorio.
Y una vez fuera... soltó un suspiro... uno que casi bordea el sollozo. Con que... ya sabía que no iba a vivir tanto. Pero el saber que su muerte está tan cerca... Solo lo hizo pensar en todo lo que se iba a perder. Si todo va bien... puede vivir este año y...
Optó por negar con la cabeza y caminar a donde estaban ellas... debe poner su mejor cara. No puede preocupar a nadie. No ahora.
Fin Flashback
El recuerdo... el ver las pastillas en su mano, solo lo hicieron apretar su mano libre con fuerza. La sensación que ha tenido desde ese día, no se ha ido... por más que ha querido.
Estaba tentado en ponerse de pie e irse a descansar; sin embargo, notó a Celestia en la entrada de la sala. Ella le sonrió con algo... ¿Tristeza? Ella no había notado las pastillas, eso lo sabe... pero al mismo tiempo, parece saber algo más.
-¿Qué pasa?
-Eso debería de preguntarlo yo Rean.
La mujer, a pesar de ya su notorio estado, la panza se notaba con más claridad, se sentó a su lado y... se puso a ver la nada como él lo suele hacer. Le dio algo de gracia que ella repita lo de él.
Notó que ella, sobaba su vientre... casi tarareando.
-Esta niña... espero que sea más como tú que como yo. – Celestia sonrió al decir ello. – Porque si tiene mi sentido del humor.
-Pobre de todos nosotros. – Rean sonrió al pensar en una niña como Celestia. – Espero que tenga al menos tu buen dote para el estudio. Porque yo era muy malo. Apenas aprobaba y con ayuda.
-No digas eso. Sabemos que no eras mal estudiante. Solo algo... flojo. Pero lo compensaste en otras áreas. Tu liderazgo no es algo fácil de superar.
-Meh... Siempre sentí que exageraban con ese lado mío. No soy un líder tan bueno. – Rean miró el techo y soltó un suspiro. - ¿Recuerdas cuando nos vimos hace años?
-Por supuesto... recuerdo ver a un chico todo empapado. Luna estaba histérica. La pobre no sabía como tratar tus heridas. Tuve que calmarla y... Jejeje. Aun recuerdo el sonrojo en su cara cuando te quite la casaca.
-Como si tu hubieras reaccionado diferente. – Celestia lo miró feo. – Sabemos que con todas tus actitudes, jamás habías visto a un chico desnudo.
-Bueno.... Esperaba al indicado. – la mujer solo soltó un bufido. – Jamás pensé que ese chico lo sería.... Y al inicio solo quería... quería divertirme un rato. Ver como reaccionaría Luna. Pero luego...
-Celestia... Tranquila. No es como si yo hubiera sido un santo. Digo... Tenía ya mi experiencia. Pero aun no entiendo las indirectas de ustedes las mujeres.
-Porque eres un tonto. Por eso... - Celestia abrazó el brazo del adulto, quien... - ¿Estas bien?
-... Eso creo. – Rean no la miró al responder. – Solo estoy muy tenso. Lo de Vasco y lo que sabemos... Dios, espero que Millium esté bien.
-Lo estará. Si es como dices que es, lo debe de estar. Pero... ¿Es todo lo que te preocupa?
Rean no dijo nada unos segundos... quería decir algo que la haga creer, que era todo. Por lo que...
-Me preocupa un poco lo que los chicos hagan. Lo que... vayan a hacer. – Rean sabía que... - Son jóvenes. Si, han vivido cosas que otros han vivido en miles de años. Pero no quita que son adolescentes... y el verlos actuar como tales, me hace sentir que merecen más que solo esta vida de lucha constante.
-... Sabes que es lo que eligieron... algunos. Otros, no han tenido la suerte de eso siquiera. – Celestia sabía de quien se hablaba en ese momento. – Ise-kun lo está intentando... Pero creo que aun siente que... todo es como antes. Que tú eres el maestro y él solo un alumno.
-Lo sé. Es lo que pasa al inicio... el cambio no te deja el impacto tan grande hasta que... puede ser tarde. Solo espero que para cuando Ise sea totalmente consciente de ello, no sea tarde. – Rean solo se estiró un poco. – A veces... quisiera saber que habría sido de mi vida, si Vasco no hubiera matado a Crow. Si yo no hubiera huido.
-... De seguro muy diferente. – Rean la miró con duda. – Créelo o no... eres el que ha permitido todo esto posible. Es tu moral y voluntad, la que Ise aprendió. No puedes decir que no ha servido de nada todo lo que has hecho... Porque es gracias a él, que las cosas han salido de este modo.
-Tratas de decirme que la Alianza se creó gracias a mis acciones...
-En cierta manera. Porque fuiste el primer en ir contra las reglas que regían las 3 facciones.
-... No exactamente. – Recordó al otro que... - Lo mejor, será dormir el día de hoy Celestia.
-Es verdad. Mañana los chicos desean seguir ayudando a Xenovia con su campaña. ¿Sabías que Rainbow quiere que gane porque no quiere que Saji este con esa chica Hanakai, solos?
Rean soltó una risa al pensar en esa razón. Pero no le veo lo malo. La juventud de hoy en día...
Tomó la mano de la mujer y la ayudó a pararse, solo para que ambos caminen en silencio hacia la habitación donde duermen. El silencio entre ellos, decía mucho.
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En otro lado del planeta, se veía como C, quien estaba algo cansado, veía lo que era el Vaticano. A lo lejos, se veía la gran cantidad de gente que... venía solamente para poder ver el lugar donde se centra la fe de las religiones que siguen a un solo Dios. Claro, no es algo que pueda decir, que es malo. En verdad, demostraba la fuerza de dicha religión y la fuerza del Dios que la regía.
Claro... el problema no es el líder, ni siquiera los que están debajo de él... no son los Arcángeles ni los que estaban bajo estos, el problema. Es la misma gente que adora a estos seres, los que son los culpables. Porque ellos, al final... son los que si tienen la culpa y quienes extienden esa raíz de maldad en una institución, creada para ser justa y limpia.
-La naturaleza humana es de ese modo. Codiciosa... Cruel. – Corbenik le habló con algo de... pena. Tristeza. Hasta algo de... decepción. No sabe que más pensar de lo que dijo en ese tono. – No sé si es algo que todos tienen, pero... en algunos es más notorio que otros. Además, no ayuda que la mayoría de seres en el poder, se vuelve de esa manera. Incluso llegan al punto de querer hacer que los demás sean ignorantes y solo ellos tengan el poder del conocimiento. Con eso, pueden lograr muchas cosas.
Corbenik tenía... razón. Tanto, que le daba en cierta manera, asco lo que estaba pasando. Saber el plan real... saber lo que estaba pasando tras todo lo que estaban viviendo, en cierto modo, no es algo que lo calme. Es como... saber que cada paso, cada acción de tu vida, te llevara a un lugar que jamás deseaste. Que... estaba ayudando a la causa de otros. Y habla en general. Con lo que sabe, es consciente de que... puede cambiar el como van las cosas.
Aun así.... Estaba algo temeroso. No por si mismo, sino por lo que... puede pasar. Lo que soltar tremendo conocimiento haría en la situación de toda la Alianza era algo que pensaba en su consciencia.
Caminó entre la multitud, su cara algo tapada por la capucha que llevaba debido al saco. La gente no sospechaba de él. El frío que aun estaba en estas fechas, hacía que todo sea más fácil de... llevar. Más fácil, el de solo irse por ahí y que la gente no lo vea. Que... nadie pueda sospechar de él.
Esa era su meta... lo que había aprendido. Lo que siempre había hecho. El mezclarse entre las personas, era un talento nato suyo. Uno que... siempre lo enorgulleció. Uno que, mejoró y le permitió entrar y salir de lugares como si fueran su propia casa.
Y esta enorme ciudad, Roma, no era diferente. Era más fácil. La multitud era tal, que era un milagro no chocar. Debe ser por las misas que dará el Papa. Las misas de bendiciones. Si, era algo normal. Además de que muchos pagarían por estar en una a solo pasos del Papa. A ese nivel, puede llegar la devoción.
Y él también era así... creyente. Tanto. Que en verdad se pregunta, como fue tan tonto. Como pudo adorar o respetar una organización, guiada por gente que puede ser corrupta. Que el Dios que la creó, ya no estaba. Que estaba muerto. Y le daba coraje... coraje de haber sido tan ciego.
Y lo recuerda, el descubrimiento... la verdad de lo que hacían, la verdad de sus acciones. Nadie hacía nada por solo ser... justo. No. Las misiones, cada una de ellas, tenía una razón y motivo. Tenía... todo que ver.
El acabar con demonios, que apoyaban la causa de una paz real, no esa... guerra fría que ha durado siglos. Y no les convenía. Jamás lo hizo. ¿Qué puede convenir a una organización que crea guerreros y armas, el que acabe una guerra eterna? Nada. Porque pierden todo. Prestigio. Control. Ingresos. Porque la Iglesia, no vive de la caridad solamente, vive de los trabajos que reciben los exorcistas y las guanacias por estos al terminar.
Y hablando de exorcistas, sabe que estos pueden ser... crueles. Peores que los seres que dicen eliminar. Algunos solo estaban en esto, por el placer de la batalla. No por un abstracto sentido de justicia. Uno que... con el tiempo, puede morir y la mayoría de veces, es así.
Es por eso, que estaba aquí... viendo por última vez el lugar donde todo empezó. Donde creyó acabar para él. Pero no... Tenía una oportunidad, una sola oportunidad de hacer las cosas como mejor le parecen y no por las ordenes de viejos tontos en el poder.
Podía hacer algo con su vida... al fin, darle un sentido a su muerte.
Se dio la media vuelta, caminó para alejarse de la multitud que se amontonaba a los pies del balcón más importante del Vaticano, donde salía el Papa. Caminó y caminó, hasta que las oraciones de atrás, se hicieron simples susurros. Hasta que se hicieron nada y solo oía el viento. El viento que jamás se iba, como el cielo que estaba sobre su cabeza.
Sonrió como no lo hizo en mucho tiempo, que para él, solo eran semanas. Pensando en el peso de sus acciones futuras. Que el plan que tiene... lleva un gran precio. Un sacrificio que no desea hacer. Un sacrificio, que lo condenará para siempre al nivel más hondo del infierno. Porque era... algo que le dolía en el alma. Pero no veía otra salida. No la había... no si deseaban ganar. Que el mundo, pueda librarse del destino que le aguarda.
-Vamos. Es hora de iniciar el plan.
Si... lo era. Hora de acabar con todo esto... De acabar, su interrumpido viaje, de la manera más correcta posible.
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Al día siguiente, tras los que fueron horas donde la campaña de Xenovia se extendió de una manera que ninguno esperó, todos los que estaban en la escuela, excepto Rossweisse, quien se había quedado por una reunión de maestros, estaban caminando de regreso a casa.
-La campaña va de maravilla. – Pinkie sonrió al pensar en todo el avance que habían hecho.
-Ayudaba que dábamos pastelitos gratis... - Irina miró a la pelirosada, quien se mostró culpable. – Oh bueno...
-Según la encuesta, Xenovia tiene el voto de la mayoría de los clubes deportivos.
-Pero Hanakai lo tiene de los clubes intelectuales.
Aki y Kaori mostraron la encuesta de la división de votos. Se notaba que estaban a la par. Wow, habrá mucho trabajo que hacer para ellos. Si desean que Xenovia gane.
-Propongo el dar un plan de presidencia. Así podemos convencer a los demás.
-O aburrirlos... - Twilight vio a Rainbow molesta. - ¿Quién desea oír esas ideas?
-Los que si quieren una buena administración. – Sunset sacó su cuaderno y anotó lo dicho. – Planes de presidencia.
-Oh por favor... - Xenovia se quejó al oír ello.
-No te quejes, lo hacemos por tu bien. – Ray sonrió de modo malicioso. – Porque Hanakai puede ganar si piensa bien las cosas.
-Y también, tiene el apoyo de muchos... - Fluttershy, sin intención, le dio un golpe bajo a la muchacha, quien se tomó el pecho en horror.
-¿Et tu, Fluttershy?
-¿Desde cuando sabes francés...? – Rarity alzó una ceja, solo para encogerse de hombros. – No importa. No les hagas caso querida. Yo, una ex presidenta, te daré mis conocimientos.
-Si... Más el como saber vestir de lunes a viernes. – AJ se rio al ver que su amiga la miraba con rabia.
-Nya... Se nota que todos se divierten. Casi parece que nos hemos olvidado de la situación de la Iglesia.
-... Ayuda que es una situación normal. Lo necesitamos. – Kuroka le dio la razón a su hermana menor, quien estaba comiendo un emparedado de atún. - ... Mío.
-¡Egoísta!
Ignorando el berrinche de Kuroka, todos siguieron su camino. Estaban pensando en comprar unos pasteles, para así poder celebrar en algo, que todo iba bien.
-¿Cuándo crean que empiece lo de la presidencia? Tengo ganas de ver como Xenovia dará su discurso.
-Solo quieres ver como me trabo... - Ayane le guiño un ojo a su amiga, quien soltó un bufido.
-Estoy segura que lo harás bien Xenovia. Solo debes seguir con tu confianza de siempre...
-Pero no tanta. Eso puede ser mal interpretado. – Fay le dio algo de sabiduría a su amiga...
-Prefiero el ánimo inicial de Asia...
-NO digas eso. Todo saldrá bien. Ya verán.
-Es como Ravel dice. Solo hay que pensar en positivo. Y pensar en como Xenovia hará las cosas... Si falla, solo la castigamos y listo. Fufufu.
Todos vieron a Akeno con algo de miedo, dando un paso lejos de ella. Rias solo soltó un suspiro... su amiga no cambia por nada del mundo. Ni siquiera cuando están en una situación seria. Pero en fin...
Atrás del grupo femenino, Ise, Kiba y Gasper estaban pensando en... algo más. En como simplemente mejorar. En parte, se habían vuelto algo tensos con todo esto... Deben de estar alertas.
Pero en el momento que estuvieron cerca de la tienda de Taiyaki de la zona, es que los X-Pulse de los X-Rounder se pusieron en alerta. Haciendo que se detengan.
El grupo vio como Ise, Kiba y Kuroka se quedaron en su lugar y vieron a los alrededores, porque sentían que algo no andaba bien. Para nada.
Se podía sentir que se acercaba una poderosa ola de presión. No podría llamarse intención asesina, pero de ninguna manera parecía benevolente ...Sin embargo, era seguro que sintieron la clara intención de una persona desconocida. Una que en verdad, solo quería mostrar que estaba ahí.
Todos miraron a distintos lugares, ninguno perdiendo la seriedad que los caracteriza en estas situaciones. ¿Quién podía ser...?
-¿Cómo, este sentimiento de inquietud es.... Durandal ...? – Xenovia sintió su mano derecha temblar.
-No es eso... hay alguien aquí... esta presencia es tal, que Durandal la reconoce. – Skeith habló, haciendo que los 7 miembros de la Onda, entiendan que...
Los oídos de Koneko y Kuroka se movieron, parecían haber descubierto algo, y ambas se voltearon para mirar en cierta dirección. Todos los demás siguieron sus miradas y miraron en esa dirección. Solo para verse con...
-Buon giorno, jóvenes. – a unos metros de ellos, allí estaba un hombre de pelo blanco envuelto en túnicas.
El rostro de esta persona estaba cubierto de arrugas, solo por la apariencia de su rostro, debería ser un anciano extranjero mayor de ochenta años. Sin embargo, el cuerpo debajo de su rostro contradecía esta idea. Un cuello inimaginablemente grueso, un pecho grueso, brazos del tamaño de troncos de árboles, piernas que probablemente sean del tamaño de la cintura de una persona. El punto más importante era su altura, que parecía tener aproximadamente dos metros. Este era un cuerpo joven ideal, que no coincidía por completo con su rostro anciano.
EL momento en que la figura de esta persona desapareció, Ise volteó por instinto, para verse cara a cara con el hombre ahí presente.
-Woah... eres hábil para tu edad. Fuiste el único que reaccionó. – el hombre estaba enfrente del Sekiryuutei, quien estaba sudando.
Todos dieron un salto hacia atrás, listos para pelear, pero el hombre miraba a Ise con... interés.
-Este pulso... ¿Eres el actual maestro de las Ocho Hojas? – el silencio de Ise solo hizo que el hombre ría. – Jajajaja. Con que Rean logró pasar la antorcha a alguien más. Que interesante.
-¿Quién eres? – Twilight logró aclarar su garganta y hacer la pregunta que quería.
-Que modales los míos. Un gusto... Vengo del Vaticano, mi nombre es Vasco Strada. – Con que este hombre era... él era quien... - Guerrera Xenovia, parece que te convertiste en un demonio. Es algo que no esperábamos...
-... Su Eminencia Strada, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos. – Xenovia habló con algo de respeto. Pero se le notaba la tensión... Su expresión era muy seria, con gotas de sudor frío por todo su rostro. Normalmente ella actuaría con dureza, pero frente a este viejo, estaba más nerviosa que nunca.
Solo se vio como el hombre tomó una carta de sus ropas, se la dio a Ise, quien estaba más cerca.
-¿Y esto...?
-Al ser el líder de DxD, queremos hacer esto... un reto oficial. Todos los detalles están en esta carta.
A esas palabras... muchos de los presentes empezaron a temblar de la rabia. Era absurdo que... Rias estuvo a punto de decir algo, pero el Sekiryuutei alzo el brazo. Como pidiendo que se calmen. Y Vasco vio eso con... interés. Podía ver la ira en los ojos del chico, pero estaba controlada. La usaba para estar enfocado y no que lo domine.
-¿Qué ganas con esto...?
-... Esa es una buena pregunta jovencito. Se ve que Rean te ha entrenado bien. ¿Cómo está por cierto?
-... Solo responda lo que digo.
Vasco podía sentirlo... este chico era muy similar a Rean, tanto, que sonrió de un modo... algo triste. Soltó un suspiro y...
-Muy bien, Eminencia Legrenzi, haga su declaración.
A esas palabras, alguien apareció. Era un niño de cabello negro que parece tener el tamaño de un estudiante de primaria de quinto o sexto grado. Aunque tenía un rostro de niño, tenía una presencia majestuosa. Además, estaba vestido con las mismas vestimentas que Vasco Strada. El anciano se dirigió a él como Su Eminencia. Por lo que parece, ese chico a su edad ya tiene un puesto que merece tal dirección.
-¿Eres Teodoro Legrenzi? – Rias logró salir de su estupor, para hacer la pregunta.
-Eso es correcto, soy Teodoro Legrenzi. – Ok... eso si era impactante. El hecho de que sea un niño quien este ahí... quien tenga un puesto tan alto. Pero lo más curioso, era que el cuerpo del joven cardenal temblaba nerviosamente, pero habló en voz alta. - ¡Necesito proteger los derechos y puntos de vista de los exorcistas! ¡Aunque son demonios "buenos", también es necesario erradicar a los demonios malvados y a los vampiros! Para privarlos unilateralmente del juicio por sus pecados. ¡No puedo aceptar esto! Incluso si esto va en contra de la voluntad del Arcángel Miguel-sama ... ¡solo esto, solo esto, no puedo aceptarlo!
Como en respuesta a sus palabras, todos se vieron rodeados por una miríada de guerreros que emergieron e impidieron la fuga del grupo DxD. Mirando de cerca, había sacerdotes masculinos, así como mujeres guerreras que vestían uniformes similares a los de Xenovia e Irina, había muchos de ellos, rodeándolos así. ... Probablemente eran los guerreros que seguían a personas como los Cardenales en la rebelión.
Solo por aquellos que pudieron ver, había más de una docena de guerreros aquí. Poder traer a tanta gente aquí, ciertamente no fue una hazaña fácil. No solo ello, se notaba que estaban listos para lo que sea...
En eso, la llegada de un hombre de mediana edad con cabello negro, vestido con ropas de iglesia, solo hizo que todos se pongan aún más tensos. Pero Irina...
-Cristaldi-sensei... - la chica gruño al mismo tiempo que sus ojos brillaban en rosa.
¿Este hombre era el previo usuario de Excalibur? Genial... no pueden tener un maldito descanso...
-Guerrera Irina... veo que ha cambiado.
-¿Por qué será...? – Se vio algo de sorpresa en la cara del hombre al ver la rabia en los ojos de la castaña. – Me enteré de cosas que jamás creí posibles. Disculpe si mi modo de tratarlos, ha cambiado.
-Supongo que tiene que ver con lo que han descubierto de las acciones de los altos mandos de lglesia. Un acto deplorable. – Cristaldi dijo eso con seriedad. – Pero eso no justifica que te unieras a los demonios, Irina.
-¡Mil veces ellos que esas basuras!
-¡Irina! / ¡Cristaldi!
Tanto Ise como Vasco pararon todo... más porque se veía como Tarvos estaba tratando de salir. Si, era obvio que Irina ahora más temperamental y no ayuda que Tarvos es igual. Un paso en falso y habrá una pelea innecesaria aquí.
-Calma... todos. – Vasco llamó a la calma, solo para ver a Ise. – Quiero que esto sea como se debe. No queremos pelear y hacer que todo el lugar sea una zona de guerra. Los detalles de la lucha, están en esa carta, Sekiryuutei. Son bienvenidos de llamar a quienes deseen para ayudar. Dado que somos un grupo numeroso.
-Más no significa mejor.
-Cierto. – El anciano le dio a Fay la razón. – Pero los pueden ayudar. De todos modos, quiero que las cosas sean más justas. Para todos. – Vasco pensaba seriamente en todo esto. – Antes de irnos... dile esto a Rean, Sekiryuutei, que me alegro de que haya encontrado su camino y dejado un legado.
-... Se lo puede decir usted.
-Quizás... Aunque veo en ti mucho de él. Ese don de pensar las cosas con mente fría... ordenar las cosas para que no vayamos a las armas. Es... interesante ver eso en alguien joven. Dado que eso sería todo lo que tengo que decir... - Vasco estaba por retirarse con los demás, solo para... - Oh, lo olvidaba. Nuestros aliados, han venido a ver la cara de los que son ese grupo desconocido están con ustedes. – Se vio el nerviosismo en la cara de los muchachos. – Espero que no sean tan... impulsivos. En verdad espero lo mejor. Nos vemos...
Con esas palabras, todo el grupo de rebeldes, se fue tan rápido como vino... dejando a todos con los nervios a flor de piel. La primera persona en reaccionar fue...
-¡Hay que ir con las demás! – Gasper dijo lo que debían hacer si o si.
-Sino mal recuerdo, están en la zona de la tienda... - Kiba le dio a Ise la mirada que decía todo...
-... Vamos.
Sin pensarlo dos veces, todos corrieron en dicha dirección, esperando que no sea tarde.
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Varios minutos atrás...
Ya en la tienda de Taoyaki, Ruby estaba cansada de esperar...
-¿¡A que hora llegan!? Dijeron que venían rápido.
-Ya. No exasperes, es más... Creo que sería bueno que dejes de comer esas galletas si vamos a comer algo más.
-¡Jamás!
Weiss soltó un suspiro de exasperación, no puede creer que esto le esté pasando. En fin, al menos hoy pudo ver lo que era el campus universitario. Y le gustaba lo que vio. Puede que le guste estar aquí otros años. Además, solo ella y Blake irán al campus, dado que Yang...
-¿Cómo es eso que te contrataron? – Blake, quien usaba su gorra para ocultar sus orejas, solo hizo la pregunta a su amiga, quien estaba sonriendo.
-Simple. Le dije que sabía armar y desarmar una moto. Lo hice en su cara y listo. – la rubia solo se encogió de hombros. – Fue sencillo. Y la paga es más que buena para el tiempo que trabajaré.
-Sabes que por ser miembros de DxD, tenemos una cuenta y un sueldo, ¿No?
-Sip. Pero quiero hacer algo para matar el tiempo, mientras ustedes estudian. – Weiss rodó los ojos al oír ello. - ¿Cómo te va a ti Rubes?
-... Weiss es mala. Me quiere freír el cerebro.
-¡Claro que no! Lo hago, para que des un buen examen.
-Pero me tratas mal...
-¡Porque pones mi paciencia al límite! ¿¡Quien confunde a los griegos con los romanos!?
-... Están al ladito...
Blake y Yang rieron al ver como esas dos seguían con sus cosas, era bueno ver que habían logrado volver a un cierto nivel de normalidad. Aunque...
-Por cierto, ¿Cómo van las cosas con Ise? – la rubia hizo la pregunta a Ruby y Blake, ambas se avergonzaron un poco. – Según oí... están probando el camino.
-Ya déjalas Yang... solo tienes envidia que no tienes pareja...
-Ay sí, como si tuvieras una Hielito. Es más, ¿Cuándo harás tu movimiento con Vali?
-¿¡Te gusta Vali!? – Ruby y Blake miraron a la peliblanca con sorpresa, quien estaba roja.
-¡No! – respondió rápido... miente. Lo saben. – Solo... solo es alguien con quien puedo hablar sin miedo a que mis neuronas exploten.
-Exagerada... - la pelinegra soltó una risa. – Pero... es bueno ver que todo está en paz...
-Sabes que estamos en una guerra con una organización que desea destruir el mundo y unos rebeldes de la Iglesia, ¿No?
-Si Ruby, lo sé. Pero eso hace que estos pequeños momentos, sean más importantes. – la chica tuvo que darle la razón. – Por cierto... ¿Has hablado con Rean?
-No... Se ve que trata de evitar el tema de su salud...
-Pero es más que obvio que no está bien. Hasta Yang lo notó.
-¡Hey! – Weiss le sacó la lengua a la rubia, quien se mostraba más que indignada. – Oh bueno, es cierto. No se ha visto muy bien estos días. Espero que no sea algo grave. – las 4 chicas estaban serias en ese tema, solo para... - ¿Qué tanto tardan? Tengo hambre...
-Ya... voy a llamarlos y ver que pasa... - Weiss sacó su celular, solo para que su brazo choque con el de una persona. – Oh, perdón.
-... ¿Weiss? – Esa voz... la chica alzó la vista con algo de miedo y sorpresa, solo para verse con...
-¿Winter...?
El silencio que hubo entre ambas, pareció envolver todo el lugar. Más porque.... Se pudo ver algo en la de la mujer mayor. Un cierto sentimiento de tristeza, alegría... traición. Ruby iba a hablar, solo para ver que tenía a alguien detrás...
-No hables... Haz que no me conoces. – La chica vio a Millium, quien estaba seria.
No solo ello, Blake pudo ver que al lado suyo, estaba un hombre quien... le apuntaba con una pistola. Sudó al ver que... habían bajado la guardia.
-¿¡Que demo...!?
-Le recomiendo no alzar la vista... Yang Xiao-Long. – la rubia sudó al oír la voz a su lado. Miró para notar que era... - Ninguna se mueva. Estamos aquí... solo para hablar.
-Si... claro... - Weiss estaba temblando de la rabia. – El General del ejército Atlesiano, supongo. James Ironwood, ¿No?
-Así es... Weiss Schnee. Pensar que una descendiente de tan buena familia, se aliaría con estos... seres.
-¿En serio nos dará el discurso de pro humanidad aquí? No me haga reír. – Blake no podía hacer nada, no sin arriesgarse a que le vuelen los sesos. - ¿A que han venido con exactitud? – Sabía que esos 4 estaban tan bien mezclados en la multitud, que nadie notaba que... estaban armados.
-Simple... queríamos ver el grupo que se unió a las filas de DxD... pensar que serían ustedes. El equipo RWBY, las más talentosas de su generación... una promesa en la lucha contra Grimms. Unirse a seres... monstruosos.
-No hable de ese modo de mis amigos. – Ruby miró al hombre con rabia, sus ojos brillando de modo amenazante. - ¿Cómo puede poner a todos en un solo saco? Tan cerrada es su mente para que haga algo así.
-... Son siempre los seres sobrenaturales, que ponen en riesgo nuestro mundo. Es solo lo correcto, el querer protegernos. Sin importar lo que pase. – Era una locura... no hablaba mejor que un racista. Estaba diciendo que los humanos no deben tener tacto con otras especies. – Vinimos, para ser el apoyo de su Eminecia Strada y los demás. Y si bien no tenemos los mismos... ideales, tenemos el mismo camino. Aplastar al grupo DxD... quienes son lo que representan esa unión que no debe de existir. Y los aplastaremos, para que lo vean. Ya deben de haber recibido... el desafío.
Al oír eso, las 4 chicas se tensaron... ¿Qué habían hecho...? ¿¡Acaso...!?
-¿¡Que les ha hecho a nuestros amigos!? – Weiss miró a su hermana con rabia, quien se sorprendió un segundo... solo para ponerse seria.
-Han solo... recibido lo que es... nuestro desafío.
-¿Qué....? ¿¡Que desafío...!? – Weiss sintió como su mente captó lo que su hermana le había dicho. - ¿En serio quieren hacer esto? No ganamos nada. Estamos perdiendo el tiempo en una riña inútil.
-No hermana... No es así. Y espero que cuando sea el momento... sepas que bando debes de elegir.
Weiss vio a Winter con rabia... Veía a la mujer quien había puesto en un peldaño años. Un peldaño que la impulsaba a ser mejor. A creer que... un día quería ser como ella. Pero ahora... no puede evitar ver que... era alguien quien estaba poniendo en peligro lo que habían logrado en tan poco tiempo y con tanto esfuerzo.
-No se saldrán con la suya... Los vamos a detener.
-Nos gustaría ver eso. Hija de Summer Rose. – Ruby se sorprendió al ver que el General ese la conoce. – Tu madre era una gran guerrera. Es una lástima lo que le pasó.
Ruby estuvo a punto de decir algo, solo para sentir en su mano, como Millium le estaba pasando un trozo de papel. La chica lo tomó por instinto y apretó el puño con fuerza, para seguir las apariencias.
-Diles que lo lean... sabrán todo ahí.
Las palabras de Millium, la calmaron. Era obvio que ella los estaba ayudando contra las órdenes de estos tipos. Sintió como se alejó, además de que los demás estaban haciendo lo mismo.
-No falten a esa batalla... los esperaremos para que vean, que los humanos no necesitan de seres sobrenaturales para protegerse.
A las palabras del General, las chicas vieron como los 4 intrusos se fueron en medio de la multitud, sin haber levantado una sola sospecha entre los civiles. Eso demostraba lo bien que operaban bajo el ojo público y lo hacían ver tan sencillo.
-Rayos... - Yang se limpió el sudor que recorrió su mejilla. – Sentí que pudo ser peor...
-Al menos hay que alegrarnos de que fue solo... una advertencia. – Blake sacudió la cabeza, aun recordando lo que pasó en Shinjuku un poco atrás... No era un recuerdo que desea tener presente muy seguido.
Ruby solo abrió su mano, viendo el trozo de papel que Millium le dio. Lo abrió y pudo ver que eran... códigos de una fórmula mágica. De seguro hay algo en esto, que necesitan ver de inmediato.
-¡Chicas! – la voz de Ise, hizo que todas lo pasen a ver. - ¿¡Están bien!?
-Depende... - Weiss soltó un suspiro, notando que las caras de todos, mostraba una clara preocupación. – estamos bien... solo...
-Vinieron a verlos los de ese ejército, ¿No? – Kiba terminó la palabra de la mujer, quien en verdad se mostraba más que... afectada. Porque estaba temblando. - ¿Estás bien?
-... Eso quiero creer. – Weiss solo pudo sacudir con la cabeza, lo que estaba pasando por ahí. Pero...
Todos centraron sus miradas en lo que sería el papel que Millium les dio. Ruby lo siguió viendo con mucha atención. En verdad esperaba, que fuera lo que fuera... los ayude a acabar con esta batalla sin sentido.
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En una de las zonas alejadas de Kuoh, se pudo ver como Strada miraba a todos los que eran... los que estaban bajo su mando. Los que creían en sus palabras, de que puede hacer que mantengan sus creencias... por lo que habían entrenado toda la vida.
Claro, puede que sea algo... infantil. Pero la mayoría de aquí son niños, que han pasado una vida en esto. Que es todo lo que conocen. Que el simple hecho, es que siempre creyeron saber, que harían con sus vidas.
Pero la creación de esa Alianza, solo hizo que...
Puede ser algo amante de las peleas, pero no es alguien quien... vea a todos los demonios como seres malos, como los Crisaldi. Él si era muy radical. Legrenzi es... más interesante. Lo que le pasó, hace que su punto de vista sea más... objetivo. No lo puede culpar... Y ayuda que tiene a los exorcistas en primer lugar y no algo... tan emocional, como puedes llegar a creer.
Él solo hace esto por... un cierto sentimiento de culpa. Aun no se perdona lo que hizo... No tras casi 15 años. El simple recuerdo, lo hace tener... que cerrar los ojos y sacudir la cabeza. Una culpa que jamás pensó, que tendría a su edad.
El oír los pasos de alguien, lo hizo ver a un lado... notando que era el sujeto que vino como intermediario entre... ellos y el ejército.
-Es bueno ver que estas aquí, C.
-Es un lindo país. Me tomó mi tiempo solo... ver el paisaje. – C se puso al lado del anciano, quien lo miraba con curiosidad. - ¿Ocurre algo?
-Sé que hemos hablado de esto... Pero ¿Nos hemos visto antes? Me eres familiar, pero tu esencia es...
-Si fuera así, lo hubiera notado. Solo tengo 18 su Eminencia. – C soltó una risa, que ponía al anciano algo... nervioso.
No era porque sintiera que estaba con malas intenciones. Sino porque era algo familiar, pero era imposible. Aun con el... poder de esa cosa, traer a alguien y cambiar toda su esencia, no es algo que puedas hacer. De ninguna manera. Por lo que optó en dejar eso a un lado.
-¿Cuál es el siguiente movimiento?
-Esperar... el reto ya está dado. Y creo que esos jóvenes vendrán sin dudarlo. Porque se ve que son muy responsables en sus actos. Es algo digno de respetar.
-... Je. Se ve que haces esto más por... los que ya no saben que hacer con sus vidas, que por ti.
-Soy un hombre que ha vivido mucho. Eso me basta... Algunos no han tenido esa oportunidad. Hay momentos en que quisiera, poder cambiar algo... solo ese algo que... - Vasco miró el cielo del lugar, mientras que C solo lo miraba. – Maté sin querer a un chico con mucho potencial... deje a otro en una posición mala años, que lo consideraron un traidor, a pesar de que intente que no fueran las cosas de ese modo.
-... ¿De verdad?
-Daría mi vida, para arreglar ese momento... Pero no puedo. Solo queda seguir. – Vasco se dio la vuelta, para regresar con los demás, solo para...
-¿Por qué pides la ayuda de un ser como Ironwood? Se ve que son muy opuestos, a pesar de que ambos desean proteger la humanidad. Solo que él es muy extremista en creer que los humanos pueden hacer todo solos.
-... Porque a veces debes de entender, que necesitas los recursos de otros. No soy tonto para creer que los chicos que tenemos, bastaran para enfrentar a los de DxD, solo nosotros tres podríamos hacer algo así. Pero la cantidad numérica es... insuficiente para detener a todos esos monstruos.
-Que.... Humilde.
-Je... Y también... - Vasco se puso serio. – Es cierto que los humanos somos capaces de grandes cosas, pero solo podemos sacar nuestro potencial real cuando... podemos ver que hay más de lo que creemos posible. Y eso no se logra, teniendo una mente cerrada. Jamás.
-... Es una buena... ideología. – C tuvo que darle la razón al anciano, quien sonrió. – En relación a la persona que mataste. Estoy seguro que no te odia a ti... sino a las reglas y circunstancias que llevaron a todo esto. Es lo que creo.
Vasco no supo porque, pero esas palabras, salidas de la boca de ese hombre, con una voz similar a la de él... solo lo hizo sentirse, mejor. Como si algo de la culpa del pasado, en verdad se fuera. Sonrió algo agradeció por las palabras de C y se fue... dejando al muchacho solo. Quien soltó un suspiro.
-En verdad es más difícil de lo que creí...
-El perdonar, es un acto muy humano, pero difícil de realizar. Al menos... has logrado cerrar un ciclo en tu vida. – Sonrió a las palabras de Corbenik, quien solo le pudo decir una cosa. – El plan... es hora de empezar.
-... Lo sé...
Y con eso en marcha, empezó a maquinar todo lo que debía de hacer.
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En otro lado...
-¿Cómo va el plan? – Rizevim, quien mostraba más que impaciencia, estaba mirando a Weil, quien...
-Todo va de maravilla. Debo de decir, que en verdad es gracioso lo mucho que podemos hacer con el conocimiento que Salem nos dio. Y también con...
-¿Servirá para nuestra meta?
Weil meditó lo que debía de responder. No puede dejar que este tipo sepa que... es lo que está pasando de verdad.
-Solo necesitamos unos arreglos. No es mucho. Hay que ser pacientes.
Rizevim mostró una clara expresión de molestia... Se había vuelto más... agresivo desde la batalla en el cielo, con esa cicatriz, pareciera que la verdadera personalidad del demonio, había salido a flote. Y eso era molesto.
Más, porque ha tenido que tener a Lilith alejado de él. Se nota que estaba con los ataques de ira y teme que ella sea... víctima de estos. A él no le hará nada. Lo necesita... Solo él puede lograr lo que tienen en mente.
-¿¡Paciencia!? ¡Llevamos meses con esto! Si ese niño no hubiera destruido a Agreas... ¡No estaríamos en esto! – la energía del demonio creció, haciendo que Weil sude un poco. - ¿¡Acaso tan poco cerebro tienes para no lograr lo que dijiste, ya estaba listo!?
-... Se llama tener paciencia.
-¿¡Paciencia!? ¡La he tenido 2000 años! ¿¡Crees que la quiero seguir teniendo cuando estoy tan cerca de destruir este mundo!? ¿¡Lo crees posible!?
-... Estas dejando que lo que sientes por el Rey Supre-
-¡No lo menciones! – Weil mostró rabia, pero se veía miedo también. – Quiero... Quiero todo listo Weil. Quiero... Destruirlo... Solo cuando hallamos destruido la voluntad de ese niño. Haré lo que Euclid no pudo... ¡Destruir su corazón! ¡Sea como sea!
Weil supo que la conversación se acabó, en el momento que el demonio se fue de la sala... Soltó un suspiro, sintiendo sus viejos huesos temblar por la relajación que sintió.
-... ¿Se fue? – volteó, para ver que en otra puerta, Lilith estaba presente.
-... Si. – Le sonrió a la niña, no creyendo que en solo semanas, le ganó un cierto aprecio. – Solo no dejes que te oiga.
-... Está... mal. – Lilith miró por donde Rizevim se fue. – Su alma... es tan negra... tan podrida... solo veo odio en su alma. Que no ve que... hay más... ¿Por qué?
-... Porque es alguien quien reniega de todo lo que ha vivido. Pero jamás quiso hacer algo para cambiarlo. Es increíble pensar que... un niño le dé tanto miedo...
-¿Ise?
Pudo ver algo de... alegría en los ojos vacíos de Lilith. Weil podía ver que... ese chico era más de lo que esperó. Era una lástima que... No sería mala idea ir a visitarlo y ver que más hay.
Tomó a Lilith de la mano y la llevó a otro lado de la base... El plan... debe de seguir. Y Rizevim no debe de saberlo. No dejará que ese loco, se haga del poder que él desea para lograr... su meta.
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