Decisiones: Dos caras
-Muy bien, Sunset. Lo haces excelente. – una Sunset Shimmer más pequeña, quizás de unos 10 años, sudaba un poco tras el entrenamiento que había tenido.
La niña de cabello rojizo con mechones amarillos simplemente sonrió entre los jadeos que daba. Celestia siempre le había dicho que en términos generales, ella era la más completa de entre ella y Twilight Sparkle. Eso le agradaba porque demostraba que sus esfuerzos daban fruto.
Sunset siempre estuvo, algo sola, sino fue por la muerte prematura de sus padres, que sus abuelos lamentablemente ya estaban en una edad avanzada y que los demás niños la veían como una presumida sólo por su talento natural para la magia, en especial la de fuego, estaba también que ella podía ser algo presumida. Y eso era que debía cambiar, lo sabía... pero le costaba hacerlo. Nunca vio como algo malo presumir sus logros y habilidades. Lo que ella quería es que todos vean lo que puede ser.
Celestia sabía lo que la chica quería, no era algo malo, lo malo es que estaba tan alimentado por ese deseo de ser vista y reconocida como alguien que la preocupa demasiado. Teme que algún día... Ese deseo se vuelva una obsesión y tape el corazón de la chica.
Celestia siempre supo que tanto ella como Twilight eran fuertes candidatas para ser portadoras del Elemento de la Magia. Hace ya 17 años que todos los Elementos empezaron a brillar de forma algo... tenue. Como si desearan hallar a alguien o acercarse a algo. Raro... recuerda que sus ancestros escribieron en sus anotaciones que estas gemas eran muy raras y que por algún motivo... siempre parecían en espera de que alguien vuelva para activarse como se debe.
Sacudió la cabeza al pensar en esta clase de cosas ahora. En verdad tiene que dejar de meterse tanto en sus ideas. Lo que si tiene claro, es que debe preparar al que será portador de ese elemento. Es el más poderoso de los 6 y el que da el equilibrio para que estos trabajen de modo conjunto. Ver como su pequeña alumna se ponía de nuevo a concentrar fuego en sus manos, la hizo sonreír...
-¡Lamento llegar tarde! – el sonido de la nueva voz y puerta abriéndose hizo que la mujer voltee. Sonrió algo divertida al ver el desastre que era su otra alumna. - ¡Mi hermano estaba siendo algo molesto!
Twilight siempre fue... muy puntual y estudiosa. Demasiado si se le permite decir, a veces sentía que estaba exagerando. Aún recuerda cuando le pidió en broma cuantas palabras había dicho en una de las lecciones que le había dado a esas dos y le respondió con el número preciso de estas como si fuera lo más natural del mundo... sobra decir que la mujer se quedó idiota al oír ello y... en verdad esta niña debe dejar esos polvorientos libros que siempre lee, por más que ella misma ame leer, y busque amigos. Por ello hace esto, para que sus dos alumnas se lleven mejor y sean amigas. Una porque en verdad debe ser más social y la otra porque debe aprender a ser más humilde con el resto.
-No te preocupes Twilight, ve con Sunset y pide que te explique el ejercicio. – la niña asintió con algo de temor.
Sunset siempre le dio algo de miedo, no porque fuera mala y abusiva como otras niñas, pero era algo seca con ella cada vez que trataba de preguntarle o decirle algo. Lo que si no quería ahora era sacar el mar carácter de ella.... Pero igualmente se acercó hacia la niña que trataba de controlar el flujo de fuego que estaba entre sus manos.
-Ahm... - Bien trato de hablar, Sunset la miro algo fastidiada. – No... No es nada. – Se alejó un poco mientras Sunset volvía a lo suyo. Suspiro triste y sólo le quedó ver lo que la niña hacía... para ver si así entendía que hacer.
Celestia se dio una palmada en la cara, esto era ridículo. Estas dos van hacer que le salgan canas antes de tiempo... y eso que aún no llega a sus treinta. En serio... ¿Qué debe de suceder para que ambas traten de...?
-¡No puede ser! – el grito de Sunset hizo que pase a verlas. - ¿¡Cómo lo hiciste!?
Twilight tenía en sus manos una esfera de luz perfecta, en cambio Sunset tenía una de fuego que aún no parecía ni siquiera una esfera debido a la energía irregular que salía de esta. Celestia alzó una ceja con sorpresa, sabe muy bien que Twilight es un genio en la magia, una que la puede superar con práctica. Pero que haya logrado en segundos lo que Sunset aún no logra en horas es...
-¡Dime, cómo lo hiciste! – Sunset se acercó a la niña con tal cara que esta tembló un poco. - ¡Habla o sino...! – el carraspeo de garganta de su mentora la hizo darse cuenta de que estaba siendo... muy agresiva. Así no logrará nada... tomó aire, se calmó y sonrió lo mejor que pudo. - ¿Podrías decirme por favor, como lo hiciste?
-Pues... Sólo pase la energía por el centro... como lo es la fuerza gravitacional de la tierra, que pasa por el centro de esta. – Sunset miro a la chica con asombro y se dio una palmada en la cara... no lo había pensado. – Vi... como tenías casi todo. Sólo te faltaba eso y... pues quise intentarlo... Lamento si molesté.
-Ugh... no te pongas así. Casi pareces una antisocial que no sabe hablar con el resto. – ver como la niña bajaba la cabeza le hizo ver que... había metido la pata. – Es decir... ahm... Ugh... mira. ¿Puedes ayudarme con algo de lo que me falta?
-¿Quieres que... te enseñe? – ver el brillo en los ojos de Twilight hizo que Sunset sienta que estaba cometiendo un grave error. - ¡Claro!
El abrazo que recibió por parte de Twilight hizo que suelte un quejido por la fuerza de este... maldita cerebrito... ¿de dónde sacó tal fuerza? Celestia reía un poco al ver que en efecto esas dos podían complementarse en gran medida. Ojalá esto ayude a ambas no sólo en el campo de la magia, sino también en lo personal.
Ver como Twilight le empezó a dar a la pelifuego un discurso a palabra rápida y compleja sobre de dónde, como y porqué debe de hacer lo que le dice le pareció muy gracioso. Más porque Sunset trataba de anotar todo lo que oía al mismo tiempo que le diga que hable más lento y con palabras más simples. Oh bueno, ojalá las cosas salgan bien entre ellas y un día se puedan llamar amigas.
Observó su reloj y supo que aún tenía tiempo. Rean llegará en la tarde y desea poder verlo. Además de que también hablar con él sobre un tema importante... algo que ella y Luna habían decidido.
Sunset abrió los ojos y no pudo evitar sonreír por el recuerdo. En verdad extraña esos días... días en que sólo le importaba entrenar, ser más hábil... hasta extraña las lecciones de Twilight. Jamás pensó que diría eso... pero era así. Tras casi 2 años de estar lejos de quienes llamó una vez familia la hacía sentirse vacía. Es verdad, se había hecho fuerte... muy fuerte. Pero se sentía sola... pensó que aquí lograría llenar ese vacío en su corazón... que al hacerlo podría centrarse en su meta y dejar a un lado las culpas. Estaba dispuesta todo... lo que sea... pero lo que paso en Kyoto... luego de lo que vio y pasó, esa voz de la duda la volvió a buscar. Siempre preguntando... ¿Eres feliz? ¿Crees hacer bien?
Sacudió su cabeza un poco, odia que tras su fuerte carácter tenga un fuerte código moral que la limita a varias cosas que otros si harían. Ver como Cao Cao hacia de todo para lograr su meta hizo que... no dude en sentirse atraída a él. Una atracción física al inicio, ella lo sabe, pero había algo más entre ellos tras estas semanas de convivencia y... tras lo de Kyoto empezó a sentir que se alejaban... Que él se alejaba de todos.
Y ella sabía el motivo de ello. El Sekiryuutei. Ese ser que ella misma no logra entender. ¿Cómo alguien tan fuerte puede ser tan simple? ¿Cómo alguien con el poder de hacer temblar a todos es tan querido? Lo ha visto, como Twilight lo ve, como otras lo ven, como tiene amigos en quienes confía. Como se levanta a pesar de que... todo parece perdido. Sabe que eso no es natural... Algo fuerte le debe haber pasado para ser como es. Y eso significa dos cosas... que cayó en desgracia, cómo él dijo, y logró ponerse de pie. Si algo recuerda de las lecciones de Celestia, es que los humanos al caer en desgracia y lograr ponerse de pie son los más fuertes... porque conocen lo que es tocar fondo, lo que es el dolor y la tristeza. Lo que es desear morir, pero al mismo desean vivir. Esas llamas que vio en él esa vez denotaban un gran deseo de luchar, de vivir... De avanzar. Era esa clase de cosas la que inspiran a uno y ella no niega que... Se sintió inspirada. Inspirada de dejar hacer las cosas que hace ahora y volver a como era todo antes.
Lo dejó como una mera idea del momento, una idiotez. Se le iba a pasar, eso creyó. Pero tuvo que ver esa batalla que tuvo con ese egipcio... como fue derrotado... como esas chicas lo protegieron el tiempo necesario para que se recupere lo suficiente y se ponga de pie, más fuerte que antes. Ese destello Carmesí era hermoso. Pocas veces había visto algo así... era como si viera el alma de ese chico. Marcada por la oscuridad pero que sigue la luz... Que ambas marcaban quien era. Ir por el atardecer...
Eso le hizo pensar... ¿Por qué ella no? ¿Por qué ellos no? Todos aquí son humanos, tienen tanto luz como oscuridad y ella lo sabe porque en verdad carga con eso día a día. ¿Entonces por qué no pueden lograr lo que él? Un balance, un equilibrio... lograr entender la oscuridad en sus corazones para poder apreciar más la luz que hay en este mundo y sus vidas. Todos aquí eran ambiciosos y temerosos. Que los humanos como ellos sean superados por lo sobrenatural, desean demostrar la supremacía de los humanos... ¿Pero a qué costo? ¿El de volverse los monstruos que ellos mismos desean destruir? La imagen de esa niña triste al ver como usaban a su madre volvía con fuerza.... Para ella, los humanos eran los monstruos y el dragón con los demonios y sus amigas eran los héroes. Sonrió a la ironía... Estaba empezando a ver todo claro en cierto modo. Eran monstruos a los ojos de otras razas... ese simple pensamiento la hizo reír con algo de ironía y tristeza.... Ironía de la situación en si, porque para los humanos serían héroes, pero para los demás no eran más que monstruos. Y de tristeza al ver que... todo no era tan sencillo como creyó. Pensó que sería fácil... Eran demonios y youkais lo que enfrentaron, pero mostraban más humanidad que ellos en ese momento. Sintió una lágrima salir su ojo derecho y se sorprendió al ver que salieron más y más.
Su propio corazón estaba sufriendo. Sufriendo por una decisión que la había hundido a esto, a ser catalogada como monstruo como precio por querer demostrar que era mejor que Twilight... Que era una guerrera hábil. Dejó salir las lágrimas y llorar en silencio fue lo único que pudo hacer.
-Soy una tonta... Me decido por algo para luego... arrepentirme. – Celestia tenía razón... la tenía...
Flash black
-¿¡Cómo que ya no deseas entrenar!? – la voz de la mujer bastó para hacer temblar la oficina en la que estaban. - ¡Sunset, no puedes abandonar todo por un simple capricho!
-¿¡Capricho!? ¡Sabes muy bien que yo merecía más el Elemento de la Magia, no Twilight! – la chica puso sus manos con fuerza sobre el escritorio de Celestia. - ¡Lo sabes Celestia!
-No fue mi decisión Sunset, la gema la eligió a ella y a las otras 5. Twilight entendió lo que una amistad bien fuerte puede hacer. En ello, te superó.
-¡No! ¡No me vengas a decir que porque se hizo amiga de 5 chicas que nunca en su vida se habían visto la hace más merecedora que yo! ¡Entrené años, AÑOS! ¡Solo para perder por una estupidez como la amistad! ¡Es absurdo!
-No Sunset... Perdiste porque estas dejando que tu ambición de ser la mejor nuble tu juicio y buen corazón. Si no hubieras sido tan orgullosa en ese momento de crisis, de no querer ayudar y de siquiera haber ido con ellas, tal vez pudiste ganar el poder de esa gema. Pero no fue así... has dejado que tu ambición te aleje paso a paso de todos. Por eso la gema no te iba a aceptar. – Celestia pudo ver la expresión de dolor y hasta de traición que la chica sentía.
-Me dijiste que... tal vez yo podía ser su portadora. Que me entrenaste para ello... ¡Me mentiste!
-¡Te dije que tú y Twilight eran fuertes candidatas, ya dependía de que hacían si eran elegidas o no! ¡Bien pudiste ser tú, ella o ninguna! – Celestia se puso de pie y vio como las llamas en el cuerpo de la chica se hacían presentes. - ¡Desactiva tu Sacred Gear!
-¡No, no te haré caso! ¡Siempre lo he hecho, siempre te obedecí en todo! ¡Años de entrenamiento desperdiciados por algo tan estúpido por una amistad recién nacida! – Las llamas en el cuerpo de Sunset cada vez eran más grandes, estas reaccionando a sus emociones. - ¡Estoy harta de seguir órdenes, harta de que limites todo lo que hago y deseo hacer! ¡No sabes cuánto te odio ahora! ¡A Twilight, a esas chicas! ¡LAS ODIO!
El sonido de la cachetada que recibió bastó para que el ambiente se torne pesado. Sunset tenía la mirada en el suelo, un ardor en su mejilla izquierda... pasó a ver a Celestia y como esta lloraba.
-Si eso crees... lo lamento. Lamento no haber sido una buena maestra. Les di a ambas el mismo amor y cariño... siempre lo hice. Traté de nunca favorecer a nadie... pero siempre tuviste un lugar especial en mi corazón Sunset. Por haber sido mi primera alumna. Por ser como yo en cierto modo... Tal vez eso me cegó y no vi... que te estaba haciendo daño. Y lo siento. – Celestia miró a la chica quien, como ella, lloraba. – Pero no voy a permitir que odies a personas que no tienen la culpa de nada. Twilight tal vez nunca lo expresó, pero siempre te considero su amiga y ahora que sabe lo que es la amistad, lo debe creer con más fuerza. A ella no la culpes de nada... ni a esas chicas. Sólo a mí. Y si en verdad crees eso... entonces se acabó. Ya no somos más alumna y maestra...
-Bien. Por eso vine. – Sunset se dio media vuelta para retirarse del lugar. – les demostrare a todos que soy mejor que Twilight y esas chicas... que no soy una segunda opción. Haré lo que sea para demostrarlo.
-Si es así... espero que sepas lo que haces. Porque sino... te arrepentirás. Tu corazón en grande Sunset y tarde o temprano... lo que hagas te remorderá la consciencia. Ojalá no sea así.
Sunset no dijo nada y tampoco la miro. Simplemente abrió la puerta y se fue del lugar, dejando a Celestia llorar en silencio. Había fallado como maestra... y eso no se lo iba perdonar.
Fin Flash Back
Miro el techo del lugar y no pudo evitar sentirse como una idiota. Tenía razón, siempre la tuvo. Sólo que fue muy idiota como para no verlo... ahora se estaba arrepintiendo. Pero ¿Qué podía hacer? No había marcha atrás y tampoco puede irse de aquí como una cobarde sin más, la buscarían para matarla. Además que... aún tiene hacer algo... si está aquí puede pelear una vez más con Twilight. Lo que si podía hacer ahora era...
Tomó la gema en su bolsillo y la sacó. Introdujo algo de magia en ella y esperó unos segundos que le parecieron eternos hasta que al fin apareció... la imagen de con quien desea hablar.
-No espere que en verdad llamarás. Ni tan pronto o a estas horas. – Vali se sobo uno de sus ojos, parecía que estaba durmiendo.
-Lamento llamar a estas horas, pero debo sacar algunas cosas de mi sistema y no tengo nadie con quien hablar aquí sobre ello... - Vali alzó una ceja al oír ello.
-Veo que te pasa algo por esa cabeza tuya y no es algo feliz... casi parece que te arrepientes de algo que sucede. ¿No? – la chica rio un poco ante la tan buena deducción de Vali. - ¿Segura de poder hablar sin que nadie te oiga?
-Sí, estoy en una zona que sólo yo conozco. Además, que soy buena detectando presencias intrusas a unos metros de mí. – Sunset cerró los ojos y simplemente... hizo la pregunta... - ¿Te has arrepentido de algo alguna vez? ¿A pesar de saber que lo hiciste por tu meta... por tu sueño?
Vali cerró los ojos y dio un suspiro, vaya pregunta la que le hacía. No era fácil de responder porque en verdad era así y hasta la fecha carga con la culpa.
-Si... en dos ocasiones. Una fue la de querer suprimir el recuerdo de alguien muy importante para mí porque no me sentía... digno de recordarla. – la chica pudo ver la tristeza tras esa sonrisa. – La segunda es que... quise tirar todo a la borda por la oportunidad de pelear con mi rival, sin restricciones ni nada por el estilo. Demostrar que era superior...
-Si... entiendo ese sentimiento. – Sunset lo sabía, mejor de lo que uno desea creer.
-Pero... en medio de la pelea me empecé a sentir... triste, vacío. A pesar de estar teniendo la mejor pelea de mi vida, sentía que estaba cometiendo un error y así era. – Vali sólo sonrió con amargura al recuerdo de su idiotez. – Al final, tanto él como yo aprendimos algo... distinto pero algo que nos ha hecho llegar más lejos. El poder sin una razón para usarlo... es letal. Una razón para pelear pero sin poder es inútil. Si tienes ambos, puedes lograr grandes cosas.
Sunset no pudo decir más... ella...
-Siempre fui muy... presumida. ¿Sabes? Recuerdo que me detectaron un caso ligero de megalomanía. Controlable con terapias y similares... de niña no lo aparentaba mucho. Pero de adolescente, aún con el tratamiento todo se fue al diablo. Estaba con la idea de que debía tener todo y hacer lo que sea para tenerlo. Cuando no lo tenía... me enfurecia. Y eso me llevó a donde estoy ahora... - Vali siguió guardando silencio para que ella continúe con lo que va a decir. – Ahora... ya casi no hay vestigios de ello, mi entrenamiento para mi Sacred Gear me hizo tener un mejor control mental que hace unos años no tenia... tal vez por ello... por ello ahora me arrepiento de cosas que antes me hubieran importado poco.
-¿Por qué me dices esto...?
-Porque tenías razón... no lo dijiste pero veías en mi dudas y ahora las entiendo. La Sunset de antes, la que se fue de la isla con una meta clara habría hecho esto y más... la yo de ahora, no puede. Porque ahora tengo más conciencia de lo que hay a mi alrededor.
Vali se sorprendió al oír ello. Un estado mental como la megalomanía no es sencillo de tratar debido a la misma persona, solo medicamentos fijos pueden controlar esa situación. Pero que ella sola haya logrado superarlo... Su Sacred Gear, eso debe ser. No sabe como ni porque pero el Sacred Gear de ella debe haberla curado poco a poco. Tal vez en su afán de tener un medio de curación rápido y eficiencia sin necesidad de algo externo, su inconsciente también hizo que su psiquis se vaya normalizando hasta ver a la chica que tenía al frente. Vaya locura, pero eso demuestra el poder y misterios de los Sacred Gears. Quien sabe, quizás ella...
-¿Qué harás ahora? – Sunset lo miro con duda.
-Yo... no sé. Una parte de mi desea seguir al lado de ellos, que tal vez pueda arreglar las cosas... pero otra me dice que me vaya. Que no siga aquí, ya que todos están tan centrados en la meta que Cao Cao les ha propuesto que... No sé.
-Bueno, en eso no te puedo ayudar. Te di este cristal para hablar, no soy como el idiota de mi rival que entiende fácilmente a las personas o les dice lo que necesitan. Yo no, sólo puedo ayudarte a que halles tu propio sendero en esta charla. – Ella lo sabía. – Ahora depende de ti... sigues ese camino que tienes ahora donde logras tu meta a cambio de sentirte desdichada. O hallas un nuevo camino, desde cero. Y créeme cuando te digo que... a veces es lo mejor. Te lo digo por experiencia propia.
Vali corto la comunicación dejando a la chica todavía algo confundida, pero con la sensación de que estaba diciendo la verdad. Depende de ella, pero la incógnita seguía en ella... ¿Tendrá la fuerza de tirarlo todo y empezar desde cero?
No lo sabe, pero lo que si sabe ahora es que... Debe de seguir pensando en lo que debe hacer, tal vez así se sienta mejor consigo misma.
El silencio era total y Cao Cao en verdad lo disfrutaba más de lo que admitía. Odia cuando las cosas no le salen bien. Tantos planes, tanto esfuerzo... destruidos por los Dragones Celestiales. Ambos se habían tornado en una espina constante... una que poco a poco empezaba a lastimar más.
Primero estaba Hyoudo Issei, el Sekiryuutei, quien fue el que marcó ese deseo, esa ambición hasta el punto de ser una obsesión, de derrotar a los Dragones Celestiales. Pero no había sido así, en la última pelea el muy bastardo había logrado tornar las cosas contra ellos, ahora había obtenido un nuevo poder y eso verdad era prueba de que si no los derrota ahora, puede que se vuelvan seres incontrolables. Luego Vali Lucifer, el Hakuryuukou, quien se pasó muy bien su tiempo como miembro de ellos en su calidad de espía hasta que al fin se aburrió y actuó... llevándose consigo a Ophis quien era parte importante de un plan... SU plan.
Había tomado una decisión, la Khaos Brigade se había tornado como algo difícil, hasta difícil de poder soportar en trabajar. Weil sobre todo... ese viejo loco cada día le pone más los nervios de punta y en verdad no desea tener una relación con sus planes.
Maldita sea... debe saber dónde está Ophis o de lo contrario su nuevo aliado no estará feliz. Le ha dado la oportunidad de poder cumplir su ambición, ver destruido el Inframundo y así poder acabar con los demonios, así como los Caídos que lo habitan. Era lo más natural... ¿verdad? Él como descendiente de un héroe debe de acabar con toda existencia que sea un peligro para la humanidad y así que todos vean lo que los humanos son capaces.
Miro su lanza una vez más y no pudo evitar sentir que esta... le decía que estaba siendo un idiota. Pero que ridículo. ¿Por qué la voluntad sellada en esta lanza que perteneció al Dios Bíblico se opondría a que él destruya a las razas que son sus enemigos? Ya debe estar imaginando cosas... si, eso debe ser.
Se ha preparado para esto desde niño... desde que Indra le dijo que por sus venas corría la sangre de Cao Cao, uno de los más grandes guerreros que existió. Para esto había nacido...
-¿Qué habrá luego de esto para nosotros? – las palabras de Sunset pegaron en su mente.
Maldita sea la hora en que dejó que ella lograra tocar ese lado sentimental de los humanos. Pensó haberse deshecho de él... no puede dejar que nada ni nadie se meta en su ambición. Nadie. Lo que si podía tener en claro era que... debe saber dónde está Ophis. Y cuando lo sepa... hará lo que se le pidió en la parte del trato.
Sin notarlo, el joven estaba mostrando la misma mirada de aquellos seres que desea destruir... ojos dispuestos a hacer lo que sea.... Llegar a nuevos límites de crueldad, tácticas sucias y hasta de sacrificar lo que tenga a su lado... lo hará, por eso es que ha luchado siempre. Por esta oportunidad única.
Sacudió su lanza y los árboles que lo rodeaba se vinieron abajo por la simple onda de corte del arma. Cao Cao estaba más que listo... la pregunta real era... ¿la voluntad en la lanza... seguirá dicha ambición?
En la tarde, luego de clases... Ise estaba entrenando con Kiba quien simplemente estaba tratando de seguir el ritmo de la velocidad de su amigo. Tras desbloquear el Crimson Cosmos Ascension, Ise había crecido en fuerza en su armadura común, aunque a Kiba eso le venía de maravilla. Más entretenimiento... eran los únicos en el lugar ya que todos estaban vigilando a Ophis o al menos tratan de seguir su vida con ella observándolos.
Al escuchar el reloj sonar, supieron que se acabó el tiempo de práctica. Ambos pisaron tierra firme mientras trataban de tomar aire.
-Es una lástima que Gasper se haya ido a entrenar. – Kiba hizo el comentario mientras se limpiaba el sudor.
Ise asintió en silencio. Gasper era consciente de su cercanía al Balance Breaker de su Sacred Gear, pero no lograba desbloquearlo. No lo culpa, despertarlo es una tarea difícil y muy compleja de hacer. Fue por ello que hoy le pidió a Azazel que lo lleve a Grigori a entrenar. El líder de los Caídos nada pudo refutar y partieron rápidamente... con Fluttershy despidiéndose de él y deseandole buena suerte.
-Esos dos deberían empezar a hablar sobre ese algo que hay entre ellos. Se nota que ya no se ven como simples amigos.
-¿Los culpas? Gasper siempre fue alguien con quien ella puede hablar. Y ella una especie de razón para ser más fuerte tras la batalla con Loki... lo que pasó ahí sólo los acercó más. – Ise sonrió a las palabras de Kiba y no pudo negarle la razón de ello. – Eso si... Me alegro que Gasper haya crecido.
-Aunque sea usa pantalones para pelear... - ambos rieron al mismo tiempo que se sentaban para descansar. – Sabes, esto de que Ophis haya venido a vernos es... raro. Y más ahora que también Rossweise se fue... demonios, justo que necesitamos a alguien responsable.
-Lo hizo para hacerse más fuerte Ise-kun, tras ver tu nueva fuerza y lo que Himmel-san contó. Es natural que todos deseemos eso.
Tras las palabras del rubio, ambos guardaron silencio. No podían negar que...
-Oye... sabes que morir es muy probable ¿no? – Ise miro a su amigo con seriedad. – Yo lo sé... he estado cerca de la muerte más veces de las que deseo admitir.
-Pero has logrado librarte de ella...
-Je... no siempre podré. Llegará un día en que... tal vez no me libre de ella. – Ise miro el suelo y soltó un suspiro. – No me malentiendas. Deseo vivir, seguir con todos... convivir y tener más aventuras, pero debo ser algo realista. Por ello, si uno de los dos muere... el otro deberá seguir por el otro. No rendirse... como él lo hizo.
Kiba sabía a que se refería. Aún con perder a todos quienes amó, Himmel siguió luchando. Siguió hacia adelante por más que le dolía hacerlo. Y eso era digno de admirar... para todos lo era.
-OK... es una promesa. Pero no la hago para que vayas y mueras en mi guardia Ise-kun. Eres mi amigo, el mejor que tengo y no me gustaría ser yo el que te entierre.
-Jajaja, lo mismo digo niño bonito, eres mi amigo, el mejor, y te aseguro que esta promesa es un caso extremo. – el Sekiryuutei alzó la mano y puso su puño frente a Kiba quien captó el gesto.
El demonio choco puños con su amigo, ambos haciendo así una promesa silenciosa. Una que sin duda demostraba la confianza que se tenían el uno al otro. Ya luego de varios minutos, se pusieron de pie... listos para retomar la práctica.
-Oye, sino mal recuerdo Azazel iba a venir más tarde a avisarnos de algo.
-Es verdad... y también debemos estudiar para los exámenes que se acercan. – Ise suspiro a esas palabras.
Que suerte que ya tiene costumbre de estudios, no le gusta, pero debe de hacerlo. Rias y Twilight lo matarían si reprueba. Pobres de las que no, deben estar sufriendo allá arriba...
-Gracias Penemue... todos esos reglazos en la cabeza me han ayudado. – Se sobo la cabeza instintivamente ante la clara sonrisa nerviosa del rubio. – Oh bueno... mejor sigamos.
-Ise-kun... usa el Ascension. – el Sekiryuutei se mostró sorprendido ante esas palabras. – Se muy bien que esa forma está fuera de mi alcance ahora, pero enfrentarla me dará experiencia para peleas de esa clase. Además de... que también te ayudará a ser más hábil en su uso. Ambos ganaremos algo de esto. Y no te contengas como lo haces con el resto. – Kiba creó una espada Sacro demoníaca. – Deseo superar mis límites.
Ise miraba serio a su amigo. Sabía que podía confiar en su palabra. Habían enfrentado juntos a un Dios y es consciente de todas sus habilidades. Lo temible que puede ser su adaptación a las peleas, un factor humano que aún lleva consigo tras volverse demonio. Sonrió, es justamente lo que espera de él. De uno de los que luchan a su lado sin vacilación.
El Sekiryuutei recreó el casco y la máscara al mismo tiempo que su cuerpo entero brillaba con una luz Carmesí. Kiba sudo instintivamente a esa aura, no la estaba conteniendo como lo hacía con el resto. Sonrió al ver que lo estaba tomando en serio y eso era lo que esperaba.
-Muy bien Kiba, cumpliré tu deseo porque en verdad deseo usar este estado sin miedo a perder los papeles y tú serás capaz de seguirme el ritmo... por ahora. – El destello Carmesí se empezó a centrar en el joven. – Es más... Serás el primero en oír mi nuevo canto...
-¿Nuevo? – ahora que lo recuerda... todas las veces que lo vio practicar con esa forma. Él decía el canto en voz baja para que nadie lo oiga. – Déjame oírlo... - la sonrisa desafiante de Kiba sólo encendió más ese espíritu de lucha del Sekiryuutei.
-¡Yo, aquel que despertará...!
-Ahhhh... - Fluttershy estaba apoyada en la mesa con el libro frente suyo... estudiando para los próximos exámenes supuestamente.
-Que suspiro... - Rainbow le dio a su amiga un ligero codazo. – Anda Fluttershy, enséñame esta parte.
-Ok... - la chica vio el libro, vio la parte que su amiga le pidió que le explique y... - Aaah...
-Vaya que lo tiene mal. Esta así desde que Gasper se fue. – Ayane leía lo necesario para el examen de historia... historia feudal, su fuerte.
-Pues eso demuestra lo mucho que... lo extraña. – la sonrisa burlona de Ray hizo que la chica se sonroje pero al mismo tiempo guarde silencio. – No era la reacción que esperaba...
-Yo... Pues... - todas la miraban con atención, parecía que... - Yo lo extraño...
-Aaaaw~ - el sonido de todas en reacción a esas palabras hizo que la chica se tape la cara con sus mechones.
Ophis miraba todo sentada desde uno de los sillones de la sala. Muy interesada en ver la relación que tiene el Sekiryuutei actual con estas personas, que a simple vista, no parecen tener un poder enorme o especial para hacer que este se vuelva más fuerte. Mientras Esdeath, Merlina, Teepo y Fenrir se divierten en la piscina con los hijos del lobo y el cachorro ese, quien parece desea saber nadar para una ocasión que lo necesite, pero ella prefiere investigar. La verdad, sea dicha, jamás le interesó mucho eso de la diversión. Sólo quiere volver a casa tras acabar con Great Red... odia admitir que sola, esa tarea sería imposible.
Hmm... se había acostumbrado a referirse a si mismo como "ella" ahora. Tras siglos usando la apariencia de un anciano en verdad la habían acostumbrado a ciertas cosas. El cambio de género era un fastidio, más porque como mujer se da cuenta que... ya no puede ir al baño donde quiere. Que mal...
Volviendo a lo importante, ver como esa niña tímida de cabello rosa se pone tímida y nerviosa mientras las otras la fastidian con ciertos comentarios, Ophis se pone a preguntar... ¿De donde sale la fuerza de estos mortales? ¿por qué llegan a ser tan fuertes ante situaciones donde se pongan en peligro a quienes aman...? En primer lugar... ¿Qué es el amor, qué es la amistad? ¿Se come, se ve? No lo entiende. Lo que si tiene claro es que debe de aprender sobre estas fuerzas invisibles, de seguro así hallará el secreto. Lo que si ha llamado su total atención es ver como estas niñas, la mayoría, parecen tener una atracción al poseedor de Ddraig. Raro... pero no es que no haya visto estos casos antes.
Mejor sigue escuchando, tal vez aprenda algo...
-Tal vez necesitamos un descanso. – Akeno tomó la palabra, era verdad que los exámenes se acercan pero ni loca se va a estresar. – Mejor para calmarnos.... ¡Hablemos de nuestros avances amorosos!
-¿¡QUÉ!? – todas, excepto Koneko y Ravel, quienes estaban centradas en aprender una fórmula para el examen de cálculo, como odian ese curso, gritaron horrorizadas.
-Muy bien ahí mi otra yo, ver el sufrimiento en la cara del resto es un festín para mis ojos.
-Tú solo buscas aprovecharte de la desgracia ajena, bruja. – Magus le reclamó a Innis sobre su actitud, sólo para que la mano de Akeno se alce y le dé a Ayane un manazo en el cuello. - ¡Au!
-¿¡Y eso!? – la kunoichi miró a la chica con rabia mientras esta le pedía perdón. - ¡Eso no lo sabía! ¡De ser así, Magus responde! ¡Así diré que es tu culpa!
-¡No me ganaré otro golpe por parte de ella, es una abusiva!
-¡Entonces mantente callado! – mientras Innis y Magus discutían, Fidchell sólo soltó un suspiro grande.
-Y pensar que somos hermanos... Me dan pena.
-¡TÚ CÁLLATE!
Mientras la discusión entre los tres seres representantes de la Onda se lleva acabo. Fay les pasó a sus dos amigas un par de aspirinas, para luego...
-Ahm... ¿Quién desea iniciar?
-¡Yo! – Pinkie tomó la moción. – O eso deseo decir... no he podido hablar con Va-kun desde que se fue. – la chica sonó deprimida, hasta un aura azul de formó sobre ella... y era visible. – Que triste es mi life...
-Ya... no te nos pongas melancólica. No queremos que comas chocolates. – Aki acarició la cabeza de la chica para luego... - ¿Qué hay de ti Aj? Sabemos que hablas con Sairaorg de vez en cuando y... tienen sus clases de jardinería.
La rubia miró a la chica con duda, luego medito su pregunta para luego ponerse roja como Dios manda. Todas la miraron con picardía, iba a usar el texto que debe leer como excusa para no responder, pero no contó con que Kuroka se lo quitara.
-Ajá, sin trampas nya. – la nekomata sonrió burlona mientras la chica miraba a todos lados... sólo para suspirar rendida.
-Me... Me invitó a cenar un día de estos... - Se tapó los oídos para lo que viene.
Para que lo sepan, las chicas tienen distintos tipos de gritos. El normal o el del enojo, que ya muchos conocen, el del susto o del miedo... y el peor de todos es....
-¡KYAAAAA! – el grito fangirl... ese grito tan agudo y fuerte que solo sale cuando las chicas ven u oyen algo de su interés... En este caso las noticias sobre el romance sobre una conocida.
-¿¡Por qué no me lo dijiste!? ¡Soy tu mejor amiga! – Rarity pegó su cara a la de la rubia quien la miraba con miedo. - ¡Debes decirme el día, te haré ver espectacular!
-Creo que están exagerando... es sólo una cena...
-¡No una simple cena! ¿¡No lo entiendes!? ¡Mi primo nunca ha invitado a una chica a cenar!
-Pero... es cierto que todo depende de Aj... ella es la de la cita.
-Gracias Asia... ¡No es una cita! – La veían con cara de que no le creen. - ¡No me vean así!
-Ay ya... es sólo una cena. No le veo el porque de tanto ajetreo. – Rainbow, quien fue de las que no gritó como loca por la noticia, estaba tratando de hacer un ejercicio pero...
-Lo dice la que siempre busca excusas para ver a Saji. – la sonrisa diabólica de Kaori y sus palabras bastaron para que la mencionada se ponga roja y el resto la pase a ver con estrellas en los ojos. – Yo los vi...
-¡No tienes pruebas! – la pelirrosa mandó la foto al WhatsApp grupal que todas tienen. - ¡Maldición!
-Oooh, se ve tan tierna. No parece la marimacho que todas queremos. – Ravel salió de su concentración para burlarse de su amiga.
-Además... siempre parece alegrarse de verlo... - Koneko puso su grano de arena. – Oh, lo resolví.
-No tiene nada de malo que admitas que te gusta Rainbow. – la chica miro a Fluttershy con un gran sentimiento de traición.
Mientras todas reían a dicha escena, Ophis trataba de procesar todo lo aprendido, no había entendido nada...
-Oigan... pero ellas si están teniendo avances... pero nosotras. – Irina se señaló a ella y al resto. Sobra decir que las que entendieron el punto bajaron la cabeza. – Ahora me siento deprimida.
-Tú eres un ángel, debes cuidarte auto proclamada amiga de la infancia....
-¡Soy su amiga de la infancia!
-Pero... - Irina vio a Xenovia miró a su amiga con deseos de estrangularla... no suena tan mal hacerlo. – Nosotras no hemos logrado nada...
-Ahm... - Akeno, Raynare, Aki, Kaori, Ayane y Fay desviaron las miradas a esas palabras.
-Ustedes... claro, había olvidado lo que pasó con Loki, la pelea con Sairaorg, Kyoto y lo de Egipto. – Twilight suspiro al ver que... - Parece que pronto...
-Lo sé Twilight, pero al aceptar estar con él... Aceptamos esto. – Rias le dio a su amiga una palmada en el hombro. – Todas.
Rias notó que todas estaban en silencio. Como aceptando que esa era la realidad y no podía huir de ella. Habían aceptado amar a personas que lo más probable, tengan más de una pareja. ¿Qué hicieron para amar a personas así? Que jugada de la vida tan rara.
Eso sí, no es que ninguna este molesta de que sea así. Al contrario, sienten que es lo que mejor les pudo haber sucedido. Además, están varias cosas que aún deben de arreglar.
-Oigan... ¿No sienten un incremento de energía algo abrupto? – Pinkie hizo la pregunta, el resto se vieron las caras.
Los únicos que pueden generar esa salida de energía en esta casa son Rean, quien está con Venelana, Celestia y Luna en el hospital para un chequeo, Emma y Fie están fuera de la casa, fueron al cine a ver una película de terror, e Ise... quién estaba... entrenando con Kiba.... OH.
-¡Al sótano!
Todas las chicas fueron hacia dicho lugar, porque sabían que algo estaba pasando ahí. Ophis fue tras ellas a paso lento, si algo aprendió es que... todos aquí son muy hiperactivos.
Al llegar al piso inferior, todas vieron a Kiba mirando al frente a la masa de luz Carmesí que tenía en frente. El rubio sonrió desafiante cuando el destello abandono el cuerpo de Ise, dando paso a la armadura... no lo niega, verla le da algo de miedo y emoción. Esos detalles dorados y esa luz Carmesí... eran un toque interesante.
-Muy bien... ¿Listo? – Ise se puso en guardia mientras Kiba invocaba a su ejército de armaduras de su otro Balance Breaker.
-Listo.
Justo cuando Rias y Rarity iban a decir algo para que no peleen, Ophis ya estaba frente de ellas y con sólo la mirada les dijo que no intervengan. Si fue por su mera presencia o por sus ojos, no importaba. Ambas chicas guardaron silencio.
Kiba miraba atentamente a su oponente, pestañeo un instante y noto que Ise no estaba... ¿Dónde...? Fue en eso que su X-Pulse le aviso del ataque y esquivó el golpe por los pelos para luego dar un salto hacia un lado, con las armaduras en frente de él, para defenderlo. Sudo frío al sentir sólo la corriente de aire de ese golpe, uno y está fuera de combate.
El Sekiryuutei no lo mostraba, pero estaba sorprendido de que el rubio le haya seguido el ritmo a esa velocidad. No la aumentó, pero aun así... sonrió al ver que tal vez subestimó a su amigo. Se volvió a poner en guardia, esta vez al ver que los caballeros dragonicos iban hacia él rápidamente. Si bien ahora saben imitar mejor la técnica de Kiba, no basta... aunque tengan su velocidad. Ver como estos alzan las espadas e inician su ataque, sólo lo hizo esquivar los ataques sin mucho esfuerzo para luego destrozar una de las armaduras con una patada.
Detuvo una de las espadas que iban hacia su pecho con la mano, sólo para sentir un ardor en ella...
-¿¡Esto es...!? – soltó el arma y alejó la armadura de él, para ver al rubio con sorpresa. - ¿Desde cuando...?
-Jeje, Azazel me recomendó en aprender a crear espadas con propiedades Dragon Slayer en caso te salideras de control o tengas que enfrentar a alguien con propiedades de dragón y viendo como reaccionaste.
El Sekiryuutei le tuvo que dar la razón, no es un daño que lo afecte. Más con esta armadura con el nivel que tienen, pero si un día logra crear una espada Dragon Slayer lo suficiente fuerte para rivalizar con Ascalon o similares... Ok, no jugará. Más al ver que todas esas armaduras tienen las malditas espadas de la misma propiedad en mano.
[BETA BOOSTER]
Optó por aumentar su defensa, si lo que vio se multiplica por varios cortes, puede ser dañino para él. En vez de bloquear los ataques como las veces anteriores, Ise se puso a esquivar. Está acostumbrado a pelear con varios, pero ver como estas armaduras paso a paso están logrando igualar la habilidad técnica de Kiba, le hace tener más precaución y...
[ALFA BOOSTER]
Un poco más de reflejos y velocidad no le vendría nada mal. Agradece que su X-Pulse se ve mejorado en esta forma porque le está viniendo de maravilla contra el ataque de Kiba y sus caballeros. El joven demonio tal vez no posea el poder bruto o destructivo de Ise, pero era fuerte a su modo. Usar su técnica, habilidad y todo lo que esté a su alcance para pelear y eso era algo que en verdad, es digno de admirar. Que logre mantener un ritmo contra Ise en su Modo Omega es... digno de recalcar. Y el mismo Sekiryuutei lo sabía, si se duerme en sus laureles, lo rebasaran... y eso, por su orgullo, no es algo que se pueda permitir.
[ALFA] [GAMMA] [DUAL BOOSTER]
Cargando poder en su mano y lanzando golpes veloces, Ise creó una ráfaga de Dragon Shoots que impactaron en todas las armaduras, aunque estas trataron de huir del impacto. Seguido de ello, Kiba cambió de Balance Breaker, usando la espada Sacro demoníaca con el factor Dragon Slayer, el joven fue hacia el Sekiryuutei tras usar el Modo Cheat para aumentar la velocidad en su cuerpo y además de la fuerza de corte del arma.
Ise puso su brazo izquierdo como escudo al mismo tiempo que los Beta Knuckles aparecían. Si bien el impacto logró hacer un rasguño pequeño al enorme guante y destruyó la espada, Kiba creó otra, esta vez mucho más grande y pesada pero que serviría para dañar severamente al Sekiryuutei. Este alzó el puño derecho y lo lanzó para impactar con la espada de su oponente. Y justo cuando iban a impactar, se oyó el característico sonido del Boosted Gear.
Las repotenciaciones, sumado a la ya fuerza natural de los Beta Knuckles y a la facilidad que esta armadura da para lanzar el golpe, bastó para destrozar la espada aunque esta tuviera las propiedades Dragon Slayer. Kiba sintió sus manos entumirse mientras Ise sintió el fastidio en su puño... aunque...
-Creo que se acabó ¿no? – Kiba miro a su amigo y vio el temblor en sus manos, la incapacidad de siquiera mover los dedos...
-Je, si. – Kiba odiaba admitirlo, pero ver como Ise le ganó sin ir más allá era algo frustrante. – Al menos voy por buen camino.
El Sekiryuutei desactivó su armadura y se sobo el puño izquierdo por el fastidio que había. Le debía de dar la razón, más entrenamiento con esas cosas y...
-¡Yuuto! – Rarity le importó poco el Sekiryuutei, su preocupación era su novio, por lo que lo empujó sin piedad haciendo que este caiga. - ¿¡Estás bien!? ¿¡Te lastimó!?
-Ahm... no. – El joven pasó a ver al costado, tenían público. – Buchou... Chicas.
-Veo que aprovechan que hayamos estado ocupadas para hacer tonterías. – La voz de ultratumba de Rias hizo que ambos varones se pongan tensos y más al saber que no tenían escapatoria de lo que sea que ella les vaya a hacer.
Todas rieron al ver la cara de pavor de ambos varones, mientras Rias y Twilight regañaban a Ise por ir en serio contra un amigo, con Rarity haciendo lo mismo con Kiba por ser el que pidió que Ise vaya en serio. Ophis solo estaba en silencio, no podía entender en verdad lo que había visto. En verdad estaba más que confusa, decidió referirse a su persona en femenino para evitar confusiones futuras, no comprendía como es que Ddraig, tras ya varios años de usar el poder de la dominación, haya logrado un cambio de esta clase. No entiende... no logra entender el cambio... no logra entender... el corazón y las emociones que ellos expresan.
-Oh, me alegro de verlos a todos reunidos. – Azazel había aparecido en escena, tenía una copia de la llave de la casa. – Es más que perfecto porque tengo noticias que les encantará de oír, en especial a Kiba y Akeno.
Ambos jóvenes se vieron las caras para luego recibir del caído dos cartas... cartas de recomendación...
-Felicidades chicos, ambos han sido recomendados para volverse demonios de clase alta.
La reacción de ambos fue de un shock tremendo por unos segundos, para que luego las felicitaciones de sus amigos vengan a sacarlos de ese estado y también se muestren felices. Ya Pinkie haciendo planes para la futura fiesta... Ise sonrió a esas palabras, con que eso era lo que Sirzches le dijo hace unas semanas.
Y vaya que Rias se mostraba feliz y orgullosa, el resto de sus siervos igual. Claro que hay algo de envidia, de que ellos lo hayan logrado tan pronto. Aunque al mismo tiempo encendía la llama de querer mejorar más y un día lograr ellos su propia promoción. Mientras Azazel les explica a todos que el proceso de selección se ha hecho por las hazañas que hicieron en batallas pasadas, aunque al final deben de pasar por los medios comunes que es pasar el examen para ascender a demonios de clase media y que eso vienen con un examen. Al parecer habrá mucho que estudiar... aunque oír que estuvieron cerca de darle a Saji una recomendación, pero que al final fue puesta en standby porque desean ver su desarrollo aún, hizo que todos opten por poner más esmero en sus entrenamientos.
-¿Pasa algo...? – Ophis pudo ver que Ise la veía, él en verdad desea entenderla.
-No entiendo eso de las emociones. No tienen lógica. No las entiendo. ¿Por qué son tan importantes entonces para ustedes? – Ophis miró al Sekiryuutei como pidiendo una respuesta con los ojos, una que él no le pudo dar ya que en verdad duda que se sienta satisfecha con lo que diga... sólo le quedó decir que...
-Experiméntalas por tu cuenta Ophis, de ahí sacaras tus propias conclusiones. – el Dios Dragón sólo pasó a ver a quienes eran esos chicos que el contenedor de Ddraig tanto aprecia
¿Experimentar...? Si, puede que eso haga. Tal vez de ahí, saque la respuesta que tanto busca.
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