Rean miraba de un lado a otro a las personas que estaban aquí presentes. No podía creer la suerte de su alumno, quién en verdad estaba algo confundido y hasta asqueado por su suerte, que empieza a creer que es mala.
El mayor de todo el grupo, quién estaba con Asia, Kaori, Gasper, Loup y Benia, sintió el aumento de poder en la zona, estaba ocurriendo una pelea en una zona, no una gran pelea, pero una que podría ser mayor si no se hacía algo. Y justo cuando llegan, se ven con las chicas que habían estado buscando.
Pero la sorpresa, no tanta, era que Ise había terminado sobre Ruby, su ahijada, tomando uno de sus pechos. En verdad no podía creer lo que le pasaba al Sekiryuutei. Ese chico tenía una suerte para acabar en malas posiciones. Es más, puede jurar que los accidentes se han incrementado estos días.
Ahora mismo, todos estaban en un punto medio. Las 4 chicas estaban ligeramente alertas, la rubia viendo a Ise con unos deseos de matarlo. Mientras Ruby trataba de no verlo a la cara, se siente la vergüenza y la humillación. No sólo ello, las otras dos aún estaban alertas. Y esta casa, que se viene abajo, no ayuda.
-En primer lugar, creo que mi alumno ya captó que no debe hacer. – Rean señaló la marca de la mano de alguien en la cara del muchacho.
-¡Claro que no! ¡Debe entender que no puede aprovecharse de mi hermana!
-¡Oye, si no nos hubieran atacado nada de esto habría pasado!
Rainbow le reclamó a la chica sobre lo sucedido, quien la miro con rabia y algo de incredulidad. Asia aprovechaba ese momento para tratar la cara del muchacho y también quitar el vendaje para...
-Ise-san. Es hora de las gotas para tu ojo. – la chica sonrió al ver la cara del castaño, quien asintió de mala gana.
Se pudo ver como la rubia de ojos verdes sacaba del bolsillo de su saco lo que era un pequeño envase con un líquido. Las 4 muchachas vieron como las gotas caían en el ojo izquierdo de Ise, quien se quejó por un segundo. No hondaron en el tema, puede que sea personal.
-Creo que... ambos lados no debimos actuar como se vio. – Weiss optó por ser la mediadora. – Tal vez no lo sepan, pero hemos tenido meses difíciles y...
-Estamos al tanto de la situación, Weiss Schnee. – Ravel le habló a la muchacha, quien alzó una ceja al ver que la conocía. – Todos aquí vivimos por petición de Mefistófeles-sama.
-Oh, así que ustedes son nuestro soporte, como lo supusimos. – Blake pasó a ver a Koneko, quien se le había quedado viendo, como estudiando a la muchacha. – Es agradable ver a una Nekomata, pensé que no vería más por ahí.
-¿En serio hay más por ahí? Es raro ver a otros de mi especie. Sería bueno contactar con ellos.
-No quiero ser... aguafiestas. Pero creo que tenemos algo en que centrarse.
-Loup tiene razón. No sé ustedes, pero no deseo que Sona-sama me castigue.
Bennia sacudió la cabeza al pensar en lo que su ama les puede hacer. Eso hizo que las 4 chicas humanas se vieran las caras. ¿Qué clase de monstruo puede producir un miedo de esa clase?
-Es cierto. Lo profesional primero. – Ravel se puso cómoda y optó por las presentaciones. – Soy Ravel Phoenix, soy la cuarta hija de la familia Phoenix y la estratega del grupo.
-Yo soy Kaori Katase, Pawn de Rias Gremory. Llevo siendo un demonio 7 meses. – la pelirrosa hizo una ligera reverencia, así es la cultura japonesa.
-Ahm... soy Gasper Vladi... Primer Bishop de Rias Gremory y...
-¿En serio eres chico? – Ruby hizo la pregunta, una que generó que sus amigas la vean con fastidio. - ¿Qué...? Es una pregunta válida. Es más lindo que yo y eso no es justo...
Ise contuvo la carcajada que quiso dar, pero Asia pellizco su brazo para que se calme. Esta chica se ha vuelto más agresiva... demonios Rainbow, tú y tu influencia. Gasper asintió sin ningún problema, no viendo lo malo de la pregunta... vaya que alguna que otra ignorancia es una bendición.
-Soy Asia Argento, segunda Bishop de Rias Gremory. Llevo siendo un demonio casi un año. Nosotros tres somos los representantes del grupo Gremory en esta misión.
Ruby asintió y vio que su hermana y amigas parecían estar de acuerdo en que sigan. Ellas irán de último, dado que son el grupo menos numeroso. Pasaron a ver a Loup y Bennia.
-Loup Garou. Rook de Sona Sitri.
Yang alzó una ceja al ver que el tipo era de pocas palabras. Genial, eso le quita puntos para ella, lo consideró apuesto, pero dadas las circunstancias y la personalidad...
-¡Soy Bennia, Knight de Sona Sitri! ¡Mucho gusto!
Weiss se tomó la frente, lo que le faltaba. Otra chica que tiene el azúcar arriba. Dios la odia. En serio... Aún así, se notaba que esta chica no era común. Deja de lado la apariencia linda, lo más probable es que sea de una mezcla antes de haber sido convertida en demonio. Eso sí, lo que llama su atención era otra cosa.
-Rainbow Dash. La portadora del Elemento de la Lealtad.
-Me llamo Fluttershy, portó el elemento de la Bondad. Es un gusto.
Con que ellas son dos de los elementos de la Armonía. No parecen tan fuertes a primera vista, pero Blake, quién tuvo un ligero encuentro con Rainbow, sabía que las apariencias engañan. Más si esta clase de personas han tenido contacto con los sobrenatural de un modo tan seguido.
Finalmente, las miradas se centraron en Ise, quién había terminado de ponerse el vendaje que cubría su ojo izquierdo. El joven sabía que él llamaría la atención. Ser el Sekiryuutei y lo que conlleva no hacía del trabajo algo fácil. Pero estaba seguro que no puede pasarse como un idiota callado, no luego de todo esto... y del accidente reciente... no estaban nada mal. Podían ser algo más grandes y... Céntrate....
-Hyoudo Issei, el actual Sekiryuutei... lamento mucho lo de hace poco. – Ruby asintió algo apenada. – Por cierto, genial el arma que tienes ahí. ¿Dónde la hallaste?
-¡Oh, Crescent Rose es de mi propia creación! – Ruby respondió con el ánimo común en ella al hablar de armas. En especial de su bebé.
El carraspeo de la garganta de Weiss hizo que la chica vuelva a la realidad antes que se lance a decir sus cosas y no necesita de nuevo que la Otaku de las armas salga. ¡Ahora no!
Rean sonrió al ver que esas cuatro eran bien unidas. Pero no era el momento de pensar en estas cosas. Hay algo que hacer y por eso es que están aquí.
-Mi nombre es Rean Schawzer. – el jadeo y la expresión de sorpresa de Ruby y Yang le hicieron entender que... - Supongo que Summers les contó de mí.
-¡Padrino! – Ruby fue hacia el adulto y le dio un abrazo. La velocidad con que la chica fue hacia él, no era cosa de broma. - ¡Hace tiempo que deseo conocerte! ¡Mamá hablaba mucho de ti!
-Cosas buenas... espero.
-Con que tú eres quien mamá decía era como su hermano. – Yang se cruzó de piernas, atrayendo la mirada de cierto castaño. - ¿Dónde has estado estos años? – Se ve que la chica está algo resentida en que él nunca se haya presentado ante ellos.
-Por motivos distintos. Es más, lo tuve que entrenar a él. – Señaló a Ise, quién recibió el pellizco de Asia y un codazo de Koneko por mirón. – Sin mí, ese chico no habría llegado tan lejos.
-¡Hey, eso sí es cruel!
-Pero no lo niegas Ise-kun. – Kaori vio como su amigo desviaba la mirada. – Los hombres y su orgullo.
-Interesante. El hombre que entrenó a quién es la persona que fue catalogada como la más peligrosa por esos sujetos. Es algo que uno no puede dejar pasar.
Blake miró a Rean con uno ojo más analítico. Se podía sentir el aura distinta que había en su ser. No era la de un humano, pero tampoco la de otros seres que conocieran. Bueno, dejando de lado esas cosas...
-Lo justo es que nos presentemos también. Mi nombre es Weiss Schnee. Segunda hija de dicha familia. – la chica dio una ligera reverencia.
-Soy Blake Belladona. Una Hanyou Nekomata. Un placer conocerlos. – la chica mostró sus orejas de gato, al mismo tiempo que daba una ligera reverencia.
-Yang Xiao Long. La hermana mayor de Ruby. Es increíble ver al fin más gente luego de estos meses. – la rubia dio un saludo con su prótesis, algo que llamó la atención del resto. – Oh, soy zurda ahora por obligación natural.
-No bromees con eso Yang. – Ruby miro a su hermana mayor con reproche, quién se rasco la nuca con algo de pena. – Soy Ruby Rose, líder del equipo RWBY. Y... gracias por acudir en nuestra ayuda. Hace meses que no tenemos contacto con otras personas.
-Debe ser difícil. – Gasper había visto esa expresión en la cara de la chica más de una vez. – Pero, ¿Cómo es que acabaron así?
La cara de las chicas decía todo. Blake expresaba asco y decepción. Weiss vergüenza y algo de tristeza. Yang mostraba rabia y un odio tremendo. Ruby por su lado, mostraba dolor y culpa. Y eso era algo que el resto no esperaba ver. ¿Qué pasó exactamente?
-Sé que no es fácil. Pero nos deben decir que pasó. ¿Qué pasó en la academia? ¿Qué pasó con el director?
A las preguntas de Rean y la mención de ese hombre hizo que las chicas pusieran la misma expresión. Decepción y traición. La traición de la confianza que habían depositado en alguien quién debía haberlos guiado y protegido...
-El profesor... él....
Ruby optó por iniciar la narración. Lo que sería lo que pasó un poco antes de que todo se fuera al demonio.
La Academia Beacon era una de las pocas escuelas y lugares que enseñaban lo que era enfrentar a Grimms. Los estudiaban, veían modos y estratégicas para vencer a cada tipo de Grimm. Tenían clases normales como cualquier escuela también, porque no podían ser ignorantes al resto del mundo. A parte de eso, tenían sus prácticas y simulaciones de combate, tanto individual como en equipo. Pero lo más gracioso era que se divertían. Aun sabiendo lo que les depara, les gustaba pasar por esos momentos como simples estudiantes...
Hasta ese día...
Una vez al año, siempre se preparaba un torneo entre escuelas para ver quiénes tenían a los mejores alumnos. Para simplemente medir fuerzas. Porque en el fondo, para eso eran esas escuelas. Entrenar guerreros y ellas sabían eso. Se habían metido de modo voluntario para ello. Habían ido las escuelas que entrenaban para enfrentar Grimm, siendo las más prestigiosas las que llamaron su atención.
Y así fue el día del torneo. Ellas entrenaron arduamente para poder mostrar de lo que eran capaces. Y ganar si era posible, no era algo malo pensar en que podían ganar... claro, al final ese se volvió el último de sus problemas.
-Avanzamos las preliminares. Habíamos entrado a lo que sería las batallas individuales. Optamos dejar que Yang se hiciera cargo de la primera lucha. ¿Quién mejor que la mejor en el combate cuerpo a cuerpo? – Yang sonrió a las palabras de su amiga, quién tomó aire para seguir. – Y ahí todo comenzó
-Fue una trampa. En la pelea, me hicieron ver que estaba siendo atacada cuando mi oponente ya estaba derrotado, por lo que seguí atracando y lo lastimé de modo severo... aparentemente.
-Ese aparentemente... ¿Un engaño? – la rubia asintió a la pregunta de Rainbow, quién alzó una ceja. - ¿Cómo...?
-Había alguien que era capaz de crear ilusiones tan reales que creías que todo pasaba de verdad. – Blake optó por seguir el relato, ya que esta parte le concernía más. – Yang fue descalificada y, por consiguiente, nosotras también. Y todo me pareció muy raro desde el momento uno, conocemos a Yang y ella no atacaría a un oponente derrotado. – Blake sabía cómo era su amiga y compañera, por eso cuando todo pasó no dudó en salir en defensa de su amiga. – Al diablo el torneo, queríamos saber que había pasado. Y fuimos con el director para pedir ayuda y, quizás, respuestas.
-Adivino, él dijo que no se preocupen, que todo está bien. – el silencio de las chicas a las palabras era su respuesta. – Rayos, hasta al final creíste que podías tener todo oculto...
-Él... El director dijo que investigaría lo que pasó. Sabíamos que algo pasaba y nos tenía al margen. Pero tenía algo que ver con Yang, con mi hermana. Por lo que investigamos por nuestro lado... y hallamos lo de la Fall Maiden... y de las Elemental Maidens. – Ruby apretó el puño al recordar cuando descubrieron la verdad. – Yo...
Se vio como la chica derramó unas lágrimas. Lágrimas que mostraban su ira y frustración. Algo que el resto de su equipo también sentía. Un sentimiento que las llenaba de culpa y dolor. Los demás se quedaron en silencio para dejar que sigan con la historia, siendo Weiss la que optó por continuar.
-Cuando descubrimos todo... el director tuvo un plan. La Fall Maiden original seguía viva, pero en un estado vegetal y con sólo la mitad de su poder. Y se lo quiso dar a una amiga nuestra... aunque el proceso no era seguro y podría tener consecuencias terribles sólo para ella...
-¿En verdad quería hacer algo así? Pero era su alumna, no es...
-El bien mayor es una excusa que muchos dirán al tener que sacrificar o hacer lo que sea necesario. – Ravel se cruzó de brazos y... - Supongo que ahí todo se puso mal.
-Peor... el día de la final, hubo un ataque a la academia. De algún modo una horda de Grimms entró a la academia y el infierno se desató. – Yang mostró su prótesis. – un sujeto encapuchado me cortó el brazo cuando no estaba viendo. Si Blake no hubiera estado conmigo habría muerto.
-Por mi lado, fui a ayudar en la evacuación... Ruby por su lado... - Weiss vio como su amiga y compañera apretaba los puños. – Ella fue a ayudar a nuestra amiga, quién había ido a detener a la que trataba de tener el poder de la Fall Maiden...
Por la expresión que Weiss puso y por la de dolor de Ruby, se pudo ver que el resultado no fue el esperado. Blake tomó la palabra, ya que las cosas no debían seguir este curso... el recuerdo era muy doloroso para ellas.
-Al final, ella logró su objetivo. Tomó el poder de la Fall Maiden, huyó y... todo se volvió un desastre. No había nada que pudiéramos hacer más que huir de ahí y tratar de evitar que nos maten en medio de la huida. Nos separamos de varios de nuestros amigos, no sabemos si están vivos o no. En uno de los pueblos cercanos, uno de los profesores había ido ahí también. Fue él quién creó la prótesis para Yang, quién le tomó unas semanas acostumbrarse a ella.
-Bah, no es para tanto. Tiene sus ventajas. – La rubia mostró su mano, se notaba la extremidad era más flexible que un brazo real. – Pero... el daño fue más que físico para nosotras.
-Hemos estado yendo de un lado a otro estos meses. Porque, tras la destrucción de la academia... nos vimos obligados a aceptar las órdenes del Vaticano. – Ruby habló con rabia. – No teníamos otra opción. Y hemos estado de misión en misión. Hasta la fecha no sabemos si nuestros amigos están vivos o no.
Con que el Vaticano ha metido mano en esto... Rean sabía que aún hay facciones dentro del mismo Vaticano que busca el poder y control absoluto de todas las cosas a las que están afiliados. Siendo el sector del exterminio de los Grimm, uno de ellos. Si bien lo conocen, nunca se pudieron involucrar ya que el acuerdo que hicieron se lo impedían... al menos hasta ahora. Sin la escuela central y su líder, con el desastre que hubo y la cantidad de muertes que de seguro hubo. Oportunidades y el Vaticano son palabras que se han visto unidas en ellos a lo largo de la historia. Habrá que ver que pasa exactamente, tal vez deban hablar con Miguel.
-Con eso, ya muchas cosas se aclaran. – Rean se puso de pie. – Pero ahora es mejor que descansemos al menos unas horas.
-Puedo tomar la ronda de vigilancia maestro. – Los ojos de todos se posaron en el Sekiryuutei. – La verdad, no tengo sueño. Y lo será la primera vez que no duermo un día.
Ver a su alumno, ver que parece decidido, pero que al mismo tiempo desea tiempo a solas para pensar en lo que acaba de oír y ver que hacer... este chico y su costumbre de querer cargar todo.
-Muy bien, ahora... veamos como nos ordenamos en esta casa... - Un trozo del techo cayó a su lado. – Sin que esta se venga abajo...
No podían estar más de acuerdo. No sería malo hacer esto y de paso conocerse más. A fin de cuentas, tendrán que afrontar esta misión juntos... y sus vidas dependen del trabajo en equipo.
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-¿En serio...? – Yang no podía creer lo que oía.
En una de las habitaciones del lugar, ella junto a Blake, estaban en compañía de Koneko, Rainbow, Kaori y Bennia. Las dos chicas del grupo Gremory habían contado la batalla que tuvieron contra Yaldabaoth. Su primer gran reto y lo que fue el inicio de varias situaciones donde el destino del mundo o de varios, estaban sobre ellos.
-Ise no había contado esa parte.
-Ya lo conoces Rainbow. Ise-kun siempre dirá que todo terminó bien... aunque al final de dicha batalla, quedó muy mal.
-Ser capaz de oír de la primera gran hazaña del Sekiryuutei Supremo... ¡Es increíble!
-Bennia es toda una Fangirl de Ise-senpai... - Koneko se acomodó en su lugar para dormir. – Pero lo que pasó es verdad.
-Bueno, eso muestra que la información que teníamos de él no era pura especulación. – Blake, quién usaba un yukata blanco para dormir. – Eso significa que el enemigo tiene razones más que suficientes como para temer de lo que es capaz.
Eso y más. Ese era el pensamiento de las que sabían el poder de su amigo. Ellas también se han hecho fuertes, mucho más de lo que eran antes de conocer al Sekiryuutei. Y eso las hacía querer esforzarse más. Ise daba pasos gigantes en cuestión de su fuerza. Y ellas no podían quedarse atrás. No señor...
-Oigan, cuenten otra historia. – Al parecer Yang está muy interesada en estos combates, será por su gusto por la batalla.
-Ok... Creo que la batalla entre los Dragones Celestiales puede calmar esas ansias que tienes.
A las palabras de Kaori, tanto Yang como Blake se pusieron atentas. La pelea entre los Dragones Celestiales más fuertes, aún en crecimiento, suena prometedor de oír.
....
-¡Hey, no lo decía de ese modo! – Weiss trataba de evitar un problema. - ¡Sólo digo que el hielo es muy versátil!
-¿¡Así!? ¡El fuego es mejor para acaparar más espacios! – Y Ravel daba su opinión señores.
Asia miraba la interacción entre ambas chicas. Fluttershy por su lado, parecía muy acostumbrada a estas cosas. De seguro por lo mucho que pelean sus amigas entre ellas.
-Parece que Ravel-san tiene una nueva rival...
-Si... es bueno que haga una nueva amiga.
-¡No somos amigas! ¡Deja de decir lo que digo! ¡Ya cállate! ¡Aaaaaah!
Mientras esas dos parecían estar en una extraña sincronía más qué perfecta. Ruby miraba ello con una sonrisa algo nostálgica, casi como recordando esos días donde todo era más sencillo. Dónde aún tenía algo de la mentalidad de una niña... Lo mejor es que no lo piense mucho, ojalá hoy pueda dormir un poco...
-Por cierto, Asia... ¿De qué quería hablar Azazel contigo? – Ravel dejó de lado su discusión con Weiss y miro a la chica. – Parecía importante.
-Oh, algo así... la verdad... me dio algo que me puede ayudar en las batallas. Lo he estado practicando en secreto y me ha ido bien. Fluttershy me ha ayudado mucho... no fue fácil al inicio... - la rubia estaba roja de la vergüenza por alguna razón.
-Hay momentos en que ser firme es la única solución. No me gusta usar mi mirada, pero...
-¿Mirada? ¿Qué mirada? – Ruby pareció interesada en esa mirada.
-Oh, es algo que Fluttershy usa para calmar y callar a quienes son muy tercos. – Asia antes no apreciaba esa mirada, ahora la adora a más no poder.
-Pppft, como si una simple mirada pudiera hacer algo así. – Weiss era la exceptiva. Bastó que diga eso para...
-¡Eeep! – Ruby se ocultó tras Ravel, quien tragó algo de saliva.
Weiss no sabía ni que decir, Fluttershy estaba usando su mirada en ella. Y vaya que estaba fusionando. La chica sentía que era un mísero insecto ante esos ojos llenos de seriedad.
-¿Qué dices Weiss-san?
-... Nada...
Fluttershy asintió al ver que el mensaje había sido dado. Ahora sabían el poder de dicha mirada... Pero, ¿en qué la habían usado que ayudó tanto a Asia? De seguro lo sabrán pronto.
...
Rean estaba recostado en el suelo, viendo el techo del lugar. Esperando que el sueño le gane. A su lado, Loup ya dormía plácidamente, el clima parece ser bueno para él. Por otro lado, Gasper parecía meditar a un lado del lugar. A estado haciendo eso desde que descubrieron su poder tan extraño. Rias parecía dispuesta a saber de que se trata... espera que no haga nada avezado.
-Estar así todo el tiempo no ayudará del todo Gasper. – el chico abrió los ojos y pasó a ver al adulto. – Eso sirve si ya sabes que es lo que tratas de hallar.
-Yo... Quiero entender que fue eso... Quiero saber si... soy peligroso para el resto. – Con que esa era su preocupación.
No culpa al chico de que piense eso. Si él estuviera en su lugar, y lo ha estado, tendría el mismo pensamiento. ¿Soy peligroso para los que están cerca de mí? Es algo que es natural de pensar tras pasar lo que él. Ese poder, daría miedo a quien lo viera y lo debe de dar más a quien es el origen, ya que ni él sabe de dónde salió.
-No lo pienses tanto Gasper. Lo superarás y entenderás que es lo que pasó. Comerte la cabeza por esto, no te ayudará en nada.
-Pero...
-Ellos no te abandonarán Gasper. Sea lo que te pasó, ellos no lo repetirán. Sí, pueden estar asustados, pero al mismo tiempo les preocupa tu salud. Ese es el miedo que crees que ves en ellos.
El pequeño vampiro no supo que decir. Tal vez, deba hacer caso a las palabras de Rean. Quizás... el tiempo le dará la respuesta. Optó por asentir y agradecerle al adulto el tiempo y la paciencia que tiene para con él, para luego acomodarse en su lugar y dormir.
Rean por su lado, no podía evitar ver en Gasper a alguien quién debe ayudar. Era casi cómo con Ise, sólo que el caso de ambos varía en que uno sabía que afrontaba y el otro no. Pero en algo puede estar más que seguro, un día sabrán que es lo que pasó.
Ahora su mente se centraba en otra cosa. La situación de los Grimms es un tema que no le preocupa tanto. Lo que le preocupa es lo que hay detrás de la cacería de las Elemental Maidens. ¿Por qué alguien busca su poder luego de tantos siglos? No le veía el sentido... al menos que alguien tenga un plan para usar el poder. Pero, ¿Qué clase de plan? ¿Y quién?
Agh, ponerse a pensar en ello no ayudará en nada. Quizás lo mejor sea pegar el ojo y ver que les depara mañana. Eso sí, también espera que la noche en vela ayude a Ise en lo que tiene en mente. Ese chico, se nota que aún no madura del todo.
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En la entrada de la casa, Ise estaba haciendo guardia, tal como él quería desde un inicio. No porque no desee dormir, sino porque desea pensar algunas cosas.
Alrededor de él, volaba lo que era un barco pequeño. Era el Skíðblaðnir que se le había sido entregado días atrás. Este volaba alrededor de su dueño, quién sonreía al ver lo que sería el barco legendario. Aunque ahora estaba lejos de esa leyenda.
-¿Tú qué crees Ryuuteimaru? ¿Está bien lo que pienso? – el barco se detuvo en el aire, como prestando atención a su dueño. – Quizás estoy pensando mucho las cosas... ¿Desde cuándo soy así?
-Son momentos como este, en que te das cuenta que maduras un poco. – Himmel apareció al lado de su vida actual, sentado como él, aunque se le veía algo preocupado. – Aunque, pensar demasiado las cosas no es bueno para nadie. Te pueden tomar de indeciso.
-Tal vez... Ha pasado tanto en tan poco tiempo, que me siento viejo por alguna razón.
-¿¡Viejo!? ¡Ja! ¡Cuando tengas 100 años, piensa de ese modo niño! – Skeith optó por hablar también. El joven rodó los ojos, siempre era lo mismo.
-En fin, lo que me preocupa son esos Grimm. Además, esas Elemental Maidens... Pareciera que el mundo no me quiere dejar en paz.
-Bueno, el mundo pone a prueba a las personas. Pero hasta yo lo admito, contigo le gusta jugar. – el tono burlón de Himmel no le gustó nada al muchacho. – Pero, no olvides que no estás sólo. Nuevas personas pueden ayudarte a ver eso que tratas de hallar.
Himmel desapareció de la vista del joven, quién se desordeno el pelo en señal de exasperación. Nunca le daba una respuesta clara. Es más, sólo aumentó sus dudas. Rayos...
[Las respuestas no son fáciles de hallar compañero. Es más, me atrevo a decir que esta vez tú las debes de hallar]
-Lo sé Ddraig. Es sólo que.... Agh. Odio esto, antes todo era más sencillo. Ahora pienso demasiado que el cerebro me va a explotar.
[Deja de pensar entonces, si eso no te ayuda significa que no es lo tuyo]
[Es más, ¿no eras tú quien opta por seguir su corazón sobre lo demás?]
[Sí, hagamos lo que hemos hecho hasta ahora y verás que todo saldrá a pedir de boca]
Incluso Alfa, Beta y Gamma... ¿Él es el único que siente que está perdiendo la confianza en sí mismo? Qué estupidez... en batalla no tiene dudas, pero fuera de ella es...
Se dio unas palmadas en la cara, para poner su mente en orden, así como pensar con claridad. Sí, su meta actual era ayudar a estas chicas a derrotar a ese Grimm, descubrir que pasa exactamente y salvar el día. Cómo siempre, nada ha cambiado. No puede pensar y pensar sin hacer nada. No es su estilo.
Ryuuteimaru emprendió de nuevo su vuelo, cómo captando que su amo estaba mejor. Aunque, casi pareciera que al volar alrededor de él con tanta energía, le quería dar ánimos. Qué barco tan curioso...
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En sus sueños, Ruby Rose se retorcía. Su mente le había estado recordando una y otra vez esa noche. Ese día en que todo se fue al demonio y vaya que no era algo fácil de recordar para la muchacha, quién al volver a recordar esa parte, se levantó de manera abrupta de dónde estaba durmiendo.
Su cara llena de sudor y también de estar con el corazón en la boca, eran señales claras de la pesadilla que había tenido. Estaba harta de esto, harta de no poder dormir como se debe. Rayos... ¿Así iba a ser el resto de su vida?
Se levantó con cuidado para no hacer ruido. Para poder ir a lavarse la cara al menos. Vio a quienes dormían en el lugar y no pudo evitar sentir envidia. Ellas sí podían dormir.
Sacudió la cabeza, para luego salir de la habitación y llegar al baño más cercano. Abrió el caño para que el agua salga y poder lavarse la cara. El frío del líquido calmaba de cierto modo sus nervios, además de su malestar interno. Alzó la cara para verse al espejo y pudo ver las ojeras que tenía. Su piel pálida no ayudaba en nada a ocultarlas.
Sonrió con ironía, parecía que había envejecido más de lo que aparenta. Sus ojos plata habían perdido el brillo que una vez tuvo, ese brillo infantil y puro que siempre tuvieron. Qué cruel era todo esto... vaya que era cruel.
-¿Qué debo hacer?
Esa era la pregunta que se hacía todas las noches. Ni su hermana ni amigas la habían visto con esa expresión, ya que prefiere que se sientan tranquilas. Uff, eso sonó hipócrita de su parte. Y cómo siempre, su reflejo no iba a tener la respuesta.
Lanzó algo de agua al espejo, como quejándose y mostrando su rabia, para luego salir del baño. Fue en eso que oyó la voz de Ise y la de alguien más. Parecían hablar de algo. No estaba segura de que, pero sonaba como algo interesante. Más por el tono con qué hablan... ¿No era que él estaba haciendo la guardia sólo?
Bajó con cuidado las escaleras, para ver que afuera de la casa, Ise le hablaba a un guantelete rojo con una gema verde. Era el Boosted Gear... sus viejos instintos, amante de las armas y similares, salieron a flote. Quería ver con más detalles el objeto legendario...
-¿Qué opinas Ddraig?
[Qué es una buena idea, no estamos lejos de algo así. Tarde o temprano debías de crear tu propia... ¿¡Qué diablos!?]
Ise y Ddraig casi gritan al ver como la chica de ojos plata tomaba el guantelete con emoción y un brillo algo, perturbador.
-El Boosted Gear... el Sacred Gear que se dice es el más peligroso para el usuario. Capaz de aumentar el poder de uno y darle a otros... es tan bello.
Ruby tenía estrellas en los ojos, su mirada daba algo de miedo. Ddraig sintió miedo de que alguien lo vea cómo un objeto para experimentar. No sólo ello, estaba sintiendo algo más... ¿Qué será?
-Ahm...
-¡Mira esos detalles, son perfectos! ¡Además de que la proporción es tan distribuida que te das cuenta que es algo que no se puede hacer tan fácilmente!
-Esto...
-¿¡Cómo funciona!? ¿¡Hay un comando especial para activarlo!? ¡Dime! – Ruby notó lo cerca de la cara del Sekiryuutei a la suya y no pudo evitar sentir algo de pena... - Oh, perdón... jejeje... yo...
Lo hizo de nuevo, su pasión por las armas era algo que le había dado problemas más de una vez. Hasta la habían tildado de loca por hablar con su arma una vez...
-No hay problema. Ddraig ya estaba siendo tedioso...
[¿¡Perdón!?]
-¿Qué haces despierta Ruby? – la chica se exaltó un poco, se mostró algo nerviosa y muy apenada. - ¿Pesadilla?
-¿Cómo....? – No ocultó su sorpresa y no negó nada. Le estaba dando la razón.
-Experiencia. – Ise se movió un poco para darle espacio.
Ella al captar lo que él hacía, se sentó a su lado rápidamente para luego abrazar sus piernas. Tenía lindas piernas, además de que se ve que las trabaja por su velocidad y... Agh, céntrate Hyoudo Issei, no te le puedes quedar viendo así a una chica, no importa que tan linda y tierna se vea... ¿En serio? Debe ser el efecto colateral de haber estado con Rias y Twilight... Atrás pensamientos, no pongas la cara de imbécil de siempre...
-Y... Ahm... ¿Te gustan las armas?
-¿Qué? ¡Oh, sí! ¡Son mi pasión!
Un silencio incómodo llenó el lugar. Sí, tal vez esto no es tan fácil como uno cree. Ddraig tosió para que ambos traten de decir algo... lo que sea.
-Lo siento... no soy buena hablando con gente nueva. En especial con chicos. Todos me veían como una Otaku de las armas.
-No hay problema, a veces pasa... - la verdad era que no... Pero...
Ise sacó a Red Queen y se la mostró a la chica, quien puso la misma expresión de unos minutos atrás. Pidió permiso para ver la espada y él asintió. Ruby tomó con cuidado la espada y la empezó a analizar. Dio comentarios como su diseño, el material del que estaba hecho, hasta algunas cosas que ella misma podía mejorar.
-¿Mejorar la salida de calor?
-¡Sí! ¡Dame un minuto!
Ise vio a la chica salir corriendo dejando un rastro de pétalos rojos en su lugar. Qué veloz... tal vez tanto como Rainbow... Y a los segundos, la vio de nuevo en el lugar de antes, sólo que con unas herramientas.
Casi se le cae la mandíbula al ver como la chica separaba el mango de la espada en sus piezas y la hoja de esta la ponía a un lado. ¿Cómo es que...? Él nunca había hecho eso porque no sabe nada de armas.
-Hmmm, se ve que ha visto muchas batallas. Pero el acero ha resistido bien. Pero el mango no... el sistema de eyección de calor a la hoja está dañado. No es algo severo, pero lo mejor será repararlo o en este caso, mejorarlo.
Ruby tomó el mango y lo desarmó a una velocidad increíble, sólo para tomar algunas piezas que las veía innecesarias. Ise al ver ello se asustó un poco.
-Oye, no deberías...
-Sshh. Pronto estarás como nueva.
Ver como la chica le hablaba a Red Queen como si estuviera viva, hizo que Ise note que...
-Al parecer ya no eres el único que les habla a sus armas Ise.
Himmel tenía razón. Tal vez suene loco, pero la creencia de que un arma está ligada a su dueño y que tiene vida en cierto modo, es común entre los guerreros. Aunque no muchos muestran ello tan abiertamente. Ise lo hacía con sus armas porque ambas lo habían salvado más de una vez, mostrando su lealtad hacia su amo. Es más, con Ryuuteimaru es lo mismo. Sólo que el barco parece reaccionar más.
-Y listo. – Ruby mostró el nuevo mango de Red Queen, el cuál era más sencillo en diseño al parecer.
Unió el mango con la hoja de metal que estaba a un lado y tras darle unos ajustes más con sus herramientas, se le devolvió a Ise, quién miraba el trabajo con asombro. Es más, al tocar el mango de la espada, pudo sentir que el tacto era más sutil y más fácil para su mano.
-Oye, esto es....
-Tome en cuenta varios detalles, por el mango se ve que normalmente la usas con una mano, por lo que ajusté el mango y lo hice más flexible. No es difícil.
-¿¡Hiciste eso en sólo minutos!? ¡Eso es...!
-Como dije, amo las armas. Yo misma he construido la mía y la de mi hermana. Además de que yo reparo las de mis amigas. – la chica se mostró apenada, sabía que eso no era femenino. Por eso la molestan diciendo que nunca tendrá novio.
Pero al ver como el Sekiryuutei le mostraba otra espada, Ascalon, ella alzó la vista para verlo.
-Puedes hacer lo mismo con esta. Sé que es una espada Santa, pero quizás puedas.
Ver como él le sonreía casi en súplica, le pareció gracioso. Más no sé negó, no todos los días uno puede coger una espada Santa y modificar algo de ella. Tomó el arma y vio que el mango tenía los mismos rastros de uso que la espada anterior. Los videos mostraban que él usaba las espadas con una mano, por ello la idea con Red Queen se le vino a la mente.
Con esta... Pensó un rato que hacer y se le prendió el foco. Sacó de su caja de herramientas unas cosas que empezó a añadir al mango de tal modo que lo hacían más fácil de usar con una mano. Ahora la cosa era unirlo sin dañar la espada... ¿Cómo lo hará...?
-¿Eh? – Fue en eso, que vio como el mango de la espada brilló ligeramente y lo que ella puso se unió a esta de modo perfecta, además de sentir un pulso venir de la espada. - ¿Qué...?
-Creo que trata de decir gracias. – Ise sonrió al ver la expresión de sorpresa de la chica. – Ascalon es algo más reacia a que la toquen, pero sabe agradecer cuándo debe. Al menos eso es lo que he sentido desde que la tengo.
-Oh... entiendo. De nada Ascalon. – Ruby le devolvió la espada al Sekiryuutei, quién sonrió al ver que en efecto estaba con un mejor agarre para su mano. - ¿No te molesta que les hable a las armas?
-Le hablo a un guante, hay cosas aún más raras. – Tras guardar sus armas, Ise la paso a ver. - ¿Más calmada y menos nerviosa?
-Un poco... Gracias. No es normal en mí reaccionar así cuando trato de iniciar una conversación con alguien nuevo. En la mayoría de veces, soy más animada. Sólo que estos meses... no han sido sencillos...
No supo que decir. Ise no sabía que decirle, no sabía que poder hacer para que ella no piense en ello. Él no sabe lo que ella sintió, al menos no a ese grado. Sabe que es ver morir a gente que te importa. Pero él era un niño sin poder y sin nada cuando todo pasó. Pero ella... ella era hábil y fuerte según lo que oyó y el reporte que les dieron.
-A veces hablarlo... ayuda... Supongo que eso no lo has hecho nunca. – ver como ella negó con la cabeza de modo sutil. – Puedes hablarlo... sólo oiré y no diré nada. Te dejaré sacarlo todo.
Ruby sintió su cuerpo temblar por instinto. Recordarlo... recordar que pasó... lo detesta. Lo odia. Pero no puede huir de esto siempre, no es vida sufrir de este modo una y otra vez.
-Cuando me dijeron lo que estaba pasando... corrí hacia allá a toda la velocidad que me pudieron dar las piernas. No me importó si se me rompían. Sólo quería ir y salvarla. Sólo quería... ayudarla. Ella siempre fue amable conmigo, con todos. Era la mejor de la escuela, pero siempre era humilde. Era un ejemplo a seguir para todos nosotros. Para mí... - Ruby sonrió con algo de nostalgia. – Sabes, un día ella me enseñó a correr sin perder velocidad y así mejoré mis propios tiempos, cuando creí que había llegado a mi límite. No sabes lo feliz que fui ese día... de ser algo más fuerte que antes.
La sonrisa de la muchacha al recordar ese momento era más que clara. Era como si hablara de una hermana mayor, una amiga incondicional.
-A ella le gustaba alguien. Un chico de nuestra clase, el peor, pero era bueno. Un buen amigo... y todos lo sabíamos, excepto él. Hasta yo lo noté y eso que soy mala para cosas relacionadas al romance. – ambos rieron un poco al oír ello. – Pero ella veía algo más en él, esos deseos de mejorar y ser más fuerte. Según ella, eso era algo digno de admirar. Además de que siempre trataba de ser sutil en expresar lo que sentía...
La sonrisa de la chica pasó a una expresión de dolor y tristeza. Venía lo difícil.
-Por ello... cuando llegué... cuando logré llegar... verla con una flecha de fuego clavada en el pecho y su expresión de dolor y rendición... No lo quise creer hasta que... hasta que vi como esa maldita la desintegró sin reparos. – apretó los puños en señal de rabia, además que unas lágrimas salían de sus ojos. - ¡Ella no merecía morir así, no de ese modo! ¡Era la mejor de todos, la forma en que acabó todo no era justo! ¡Ver a esa mujer reír complacida por lo que hizo me enfureció! ¡Quise matarla, hacerla sufrir por lo que hizo! ¡Y sólo logré cortarle un brazo, sólo eso antes que huyera! ¡Un brazo, nada más!
Ruby se secó las lágrimas que estaban saliendo sin control, pero más salían de sus ojos. Ise sólo pudo quedar en silencio, sin poder decir nada que la conforte, porque no lo había. Esta clase de dolor no es algo que uno pueda decir que pasará tan fácilmente, tal vez nunca lo haga.
-Y yo... yo...
Ise sólo vio como la chica se derrumbó finalmente, tal vez soltando todo ese dolor que había estado conteniendo esos meses. Dolor que no compartió con su hermana y amigas por todo lo que estaba pasando. Por todo lo que estaban viviendo. No pudo hacer más que abrazar a la chica con un brazo y dejar que llore todo el rato que necesita. En lo menos que puede hacer ahora...
....
Ruby se secaba el rastro de lágrimas de su cara. Le ardían los ojos tras todo ese llanto, además de que le daba algo de vergüenza haber llorado de ese modo frente a alguien que acaba de conocer.
-Lo siento. No sé que me pasó para llorar de ese modo. Es raro... no me pasa eso normalmente.
-Dicen que a veces, hablar con alguien que recién conoces, es mejor para sacar lo que tienes oculto. Porque ellos no te juzgarán tan fuerte. Al menos eso oí.
-Jeje, quizás. – La chica miro el cielo. – Mañana iremos a por ese Grimm. Estoy algo nerviosa si soy sincera.
-¿Por qué? Ya has peleado con Grimms. Yo debería ser el que siente nervios. – la muchacha rio al ver la cara del castaño. – Hey...
-Perdón. Es que... Ya has enfrentado cosas grandes y peores, que te pongas nervioso por algo que tal vez no sea un reto para ti, me da algo de risa.
El Sekiryuutei trató de no hacer una cara, vaya que se esforzó... pero esta chica en verdad hacía que quiera decir algo para contrarrestar lo dicho recientemente. Pero optó por callar, se le veía más animada que cuando la conoció y como llegó unos minutos atrás. Si algo de su orgullo debía pagar el precio, que así sea.
-Bueno, al menos al fin captas uno de los tantos sacrificios que uno debe hacer por una mujer.
-En pocas palabras, eres un idiota.
-Cállense, vuelvan a dormir.
Par de bastardos, nunca desaprovechan una oportunidad para molestarlo.
[Es que es tan fácil...] – Incluso Ddraig... Para que desea enemigos...
Ruby por su parte.... Miraba al muchacho, quién tenía una expresión entre molesto y rendido. Qué raro. Pero no podía negar que este chico había sido amable con ella. Hasta había hecho el esfuerzo de iniciar una charla a través de mostrarle sus espadas. Nadie había hecho algo así por ella, excepto sus amigas claro está y su familia. Pero no era un mal cambio de aires. Por lo que sería bueno decir algo, antes que todo se vuelva incómodo de nuevo.
-Gracias... por escuchar lo que tenía que decir. En serio.... Era lo que necesitaba. – Miro el cielo, como queriendo ver algo en este. – Quizás nunca lo pueda superar, pero no creo que a ella le gustaría que... me lamente todo el tiempo.
-Los que queremos nunca se van. Siempre están contigo. Eso es algo que maestro me ha dicho una y otra vez. A veces lo olvido, pero otras... creo que es verdad. Esa es la sensación que tengo.
Ruby sonrió a las palabras del Sekiryuutei, quién miraba al cielo del mismo modo en que ella. Aunque en ese momento, a la chica se le pasó algo por la cabeza.
-Por cierto, tu maestro es mi padrino. ¿Eso que nos hace?
Ise miró a la chica con extrañeza, al mismo tiempo trataba de no reír. Qué pregunta más rara acaba de hacer.
-Nos hace amigos.
-Amigos... Sí, ¡Eso me gusta! Oh, ¿Puedes contarme una de tus aventuras? Las oí por parte de tus amigas, pero oírlas de ti suena más divertido.
Ise estaba a punto de decirle que se vaya a dormir, pero los ojos húmedos de la muchacha y su expresión le hicieron detenerse. ¿Qué clase de mirada era esa? ¡Eran los ojos de cachorro llevados a un nuevo nivel! ¡Ngh, no puede hacer nada!
-Está bien.... Una.
-¡Yay!
Siente que esta chica le dará más problemas. Pero por alguna verla sonreír y que sus ojos plata brillen de ese modo... hace que los problemas valgan la pena.
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En otro lado, muy lejos de ahí. Weil miraba con detenimiento la información que habían recolectado de esos seres tan raros. Los Epitaph o los Avatar de esos niños.
Miraba con suma atención la información, en especial la de la batalla en el Inframundo. Esos seres eran poderosos a pesar de estar debilitados y limitados por el cuerpo de esos niños. En 5 minutos lograron tener a raya a esa bestia, la cual era clase Dios, además de destruirla hasta que nada quedó de ella.
-Estos seres pueden ser un problema para nuestros planes. Esos niños aún no saben usar sus poderes en su totalidad. Pero de hacerlo, serán una amenaza.
Weil miró la imagen de los 6 entes.
Skeith, Terror of Death, de lejos el más poderoso hasta ahora. Su fuerza y velocidad sólo son igualados por su propia determinación.
Innis, Mirage of Deceit, la maga de poder puro y una velocidad que supera la del rayo. Sus ilusiones son un problema.
Magus, The Propagation, el más técnico del grupo. Usa su energía de modos variados, que lo hacen impredecible a la hora de pelear.
Fidchell, The Prophet, el mago de la técnica y la incertidumbre. Sus ataques son tan impredecibles que no tiene igual.
Gorre, The Machinator, sus dos formas la hacen la más versátil de todos. Además de que cada forma tiene su pro y contra.
Y Macha, The Tempress, su viento y movimientos gráciles son perfectos para confundir y a la vez atacar, el viento que la rodea parece vivo.
Estos 6, eran el misterio que no podía descifrar. ¿De dónde salieron? ¿Por qué ninguna mitología habla de ellos? ¿Cómo es que están aquí? Debe de saberlo, si lograr tener a uno de ellos bajo su poder...
Sintió la presencia de quién ha estado con él desde que inició toda esta operación.
-Ella aceptó los términos. Siempre y cuando hallemos el lugar donde vienen eso seres.
-Me parece bien, Rizevim estará complacido. – Weil volvió a ver las imágenes. - ¿Qué te dijo de ellos?
-En el pasado aparecieron. Pero fue un hombre quien los selló en su interior. Supongo que sabes de quién hablo.
-El Rey Supremo... - Weil apretó la mano con fuerza. – Ese sujeto, aún tras llevar 2000 años muerto, su legado sigue aquí. No sólo en el Sekiryuutei, sino con sus ideales en esos niños y con estos seres.
-Nunca lo conocí. Pero hay que admitir que debió ser un hombre interesante. Más si todos los Dioses le tuvieron miedo y/o respeto.
-Si... sabemos el secreto de su poder. Estos seres lo eran. Pero que haya tenido las agallas de hacerles frente él sólo... dice mucho de él. Ahora entiendo porque Rizevim lo odia con tanta pasión.
Weil se puso de pie y camino hacia uno de los enormes tubos que había en el lugar. Eran los Grimm artificiales que creó. Lejos de los reales en cuestión de poder, pero más fáciles de controlar. Eran sólo una de las fases que estaban poniendo en marcha para el gran momento.
-Por cierto... sabes cuántos eran.
-Según ella. Son ocho. Siendo el último el más fuerte junto a Skeith, sólo que este tenía dos formas.
Eso le sacó una sonrisa a Weil, quien tenía ya su brillante mente trabajando en su siguiente plan. Sólo necesita saber cuándo aparecerá el último. Y para ello, el séptimo deberá hacer acto de presencia. Lo mejor será estar alerta y a su vez....
-¿Tienes eso?
-Ella lo manda cómo un regalo para nuestra alianza. – Le entregó un libro maltrecho, muy viejo. Pero parecía tener información valiosa. Muy valiosa.
-Perfecto, con esto... podemos empezar a planear nuestro siguiente paso. Haz lo que Rizevim te ordenó y sólo saca a esa cosa cuando lo veas absolutamente necesario. Ya has visto lo loco que es. No quiero causar más desastres de los necesarios.
-Sabes cómo hago mi trabajo, despreocúpate. – el tipo se retiró sin más entre las sombras, dejando a Weil con sus pensamientos.
Con esto, puede hacer algo muy interesante. Sólo necesita que Rizevim le deje usar el dichoso cáliz... tiene al nombre de quién debe usar. Oh, las cosas serán tan divertidas a partir de ahora. Para él.
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