Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Confortar y Actuar

Otro día más, otro día sin esa persona importante para muchos. Eso era lo que Kiba pensaba mientras veía lo que estaba pasando en las noticias que el Inframundo transmitía con Rarity a su lado, así como AJ y Rainbow.

El joven podía escuchar como se informaba de la situación en general. La fuerza de los Bandersnatch no era algo que puedan subestimar, porque los demonios de clase Suprema parecían ser incapaces de hacer algo. Eran como hormigas tratando de tumbarse a un elefante, incluso con la ayuda del emperador Belial y sus siervos no hubo un gran cambio, estos se regeneraban a una velocidad abismal y hasta... parecía que no estuvieran vivos dado que no mostraban ningún tipo de emoción o similar.

No fue hasta que, según informes de última hora, con la ayuda de Rean, Serafall y la que parecía ser la otra amiga del humano, que lograron eliminar a otro de las Bandersnatch. Y si bien poco a poco están eliminando a esos monstruos. Aún queda el que sería el más poderoso de todos ellos, el Jabberwocky. Quien si iba a paso lento hacia la capital de Lilith, era su mera presencia lo que daba pavor. Se veía como una posibilidad lejana que puedan derrotar a esa cosa, a menos que sea un ser clase Dios quien se haga cargo. Pero con el riesgo de que los mismos Dioses o los Maous sean el objetivo de quien es el poseedor de la True Longinus presente, no hay mucho que puedan hacer.

Lo que no podían imaginar ahora era que podían hacer, esta situación era un desastre. Uno que nadie puede saber como acabará.

-Oh, buenos días a todos. – Negi, Asuna, Konoka y Setsuna aparecieron en escena, siendo el más joven del grupo el que hizo el llamado. – Veo que... las cosas aún siguen difíciles ahí fuera.

-Ni que lo digas. – Aj estaba más que aturdida, no había podido conciliar el sueño en los últimos días. De por sí, era muy difícil. Porque no podía evitar pensar en que... - No sólo esos monstruos, esos de la Facción Old Maou, están atacando a todas las zonas que pueden.

-Por lo que oímos, es el Dios Hades quien ideo todo este plan. Al menos eso es lo que hemos oído de Evangeline-san y los reportes que hay. – Setsuna se cruzó de brazos al mismo tiempo que Konoka la miraba con duda.

-Oh, hablas de ello... Si, mi abuelo me comentó de lo que Hades hizo y lo que debe estar planeando tras todo esto. – la chica podía ser despistada en unas cosas, pero era muy hábil en captar algunas cosas que otros no.

-Por cierto... Yo lamento lo de hace unos días. - Asuna fue la primera en hablar, porque en verdad no deseaba alargar más la situación. – Yo... lamento lo de su amigo, es solo que... Soy algo brusca en algunas cosas, lo siento.

Ver como la chica se disculpaba, hizo que sus amigos, quienes sabían como era, se sorprendan y los que recién la están conociendo, aprecien el gesto para luego pasar a ver a Rainbow quien no dijo nada y solo se fue del lugar en silencio.

-No le presten atención, es solo que a ella le está tomando mucho poder asimilar toda esta situación. – Rarity simplemente optó por decir ello, sabe muy bien que Rainbow quería a Ise como si fuera un hermano, la situación de por sí le dolía.

-Entendemos, ayer hablamos con algunos que... nos dijeron como era. Parecía ser un buen amigo.

-Más de lo que crees... contarlo, no le hace justicia a como son las cosas en realidad. – Kiba simplemente se puso de pie. – Si me disculpan, me iré a entrenar. Hay que estar listos para lo que sea que vaya a suceder. No es hora de que me quede quieto. – El joven se retiró del lugar, no notando la mirada de preocupación de su novia, quien ya no sabía que hacer para que se sienta mejor.

-Eran buenos amigos ¿No? – Konoka podía notar ello, que ese chico en verdad estaba muy dolido por lo que ha pasado, pero que se trata de mantener fuerte. Más por el resto, que por si mismo.

-Más de lo que crees... me duele verlo así. – Rarity por un momento trató de ir con él, pero AJ la detuvo porque no era el momento. Debía dejarlo sólo por ahora, porque así eran mejor las cosas.

Las 2 chicas sabían como estaba el resto... Rias y Twilight encerradas en una habitación. Asia no paraba de llorar en otra de las habitaciones con Raynare tratando de ser un soporte moral para ella, Pinkie... la pobre no paraba de dibujar algo en un cuaderno que tenía mientras estaba fuera. Akeno, la chica se había quedado sentada en uno de los sillones en otras de las habitaciones, casi parecía un zombie. Kuroka estaba con Koneko y Ravel, la mayor de las Nekomata trataba de no llorar porque su hermana parecía estar fuerte, al menos por fuera mientras Ravel no paraba de llorar. Toda la situación era una desgracia. Una que nadie sabía como afrontar, de por si... sólo podían seguir esperando y viendo lo que vendrá más adelante.

---------

-Lamentamos que lo hayamos hecho esperar tanto Baraquiel-sama, nos dejamos llevar por nuestro entrenamiento que simplemente no nos dimos cuenta de su llegada. – Aki se disculpó por enésima vez con el caído, quien solo pudo negar con la cabeza. Aceptando las disculpas de la chica.

Kaori rodó los ojos al ver que su amiga seguía con sus tonterías, en verdad ya bastaba de estar pidiendo perdón. No es que no la comprenda, pero tras disculparse trece veces, uno ya se cansa. Kurama seguía caminando al lado de ella, el lobo se sentía mucho mejor con lo de anoche, estaba listo para ser más fuerte y afrontar todo lo que el mundo le lance. Y sus dos amigas también, por ello entrenaban, para estar listas para lo que sea que vaya a suceder.

Aunque la llegada de Baraquiel, quien deseaba ver a su hija y ver su estado, bastó para los tres lo acompañen al lugar donde la chica ahora mismo estaba. De seguro aún sin capacidad de reaccionar o aceptar que él ya no está.

No les tomó mucho llegar al lugar donde Akeno estaba, la chica estaba en el mismo lugar donde ha estado ya un par de días, apenas moviéndose o simplemente solo caminando un poco para luego volver a su lugar de antes. Baraquiel suspiro al ver el estado de su hija, las 2 chicas y Kurama al ver que ya no era necesario que estén aquí optaron por retirarse y dejar aambos solos.

El caído no podía creer el estado en que estaba su hija, se le veía perdida, sin deseos de vivir o de seguir adelante, ya que quien fue su apoyo y quien la ayudo a ser más fuerte, se había ido para siempre. Se acercó a su hija y sacudió su hombro de modo leve, para llamar su atención.

-Akeno... - al parecer oír la voz de su padre, hizo que la chica reaccione aunque sea un poco. Ya que volteó a verlo. – Ya lo sé todo.

Oír esas palabras bastó para que algo de las emociones de Akeno vuelvan, mostrando al fin dolor en su cara. No tardó en ir a abrazar a su padre quien hizo lo mismo mientras acariciaba su cabeza, tratando de ayudar en algo en su dolor. Ella lo había perdido, se había ido... quien la ayudo a ser más fuerte y mejor. Se sentía vacía, se sentía perdida sin él... No sabía que hacer.

-Puedes llorar ahora sin limitaciones, tu padre estará aquí para ti. Pero no debes amedrentarte, eres la Queen del grupo Gremory. Debes ser fuerte, debes ser capaz de superar esto... Él lo hubiera querido así.

-No lo sé... No sé si pueda... - Akeno seguía llorando mientras le respondía a su padre. – Él... Él era todo para mí papá... Se fue... ya no lo veré más... como a mamá... - Akeno se sentía perdida mientras lloraba en los brazos de su padre quien guardaba silencio.

Pero cierto ser dentro de ella, ya estaba harta de esta situación. Harta de verla tirar la toalla cuando tienen trabajo que hacer, cuando deben proteger el mundo que el chico defendió con su vida.

-¡Oye! ¿¡Hasta cuando seguirás con tu papel de víctima! – Innis al fin le hablo luego de estar tanto tiempo callada, más por la rabia que por otra cosa. - ¡Te creí mejor niña, creí que al fin optarías por ser más fuerte y firme! ¡Veo que me equivoque, me das lástima! – el silencio que obtuvo por parte de Akeno pareció sacarla de quicio. - ¡Suficiente, el chico está muerto! ¡Acéptalo de una buena vez! ¡Él y Skeith se han ido, no hay nada que puedas... que podamos hacer!

Akeno se sorprendió al oír algo de dolor en la voz de Innis, quien parecía tratar de aparentar que estaba bien pero como ella... sufría a su modo.

-¡Pero él... ellos no querrían vernos así, derrotadas! ¡Al contrario, hubieran querido que afrontemos todo! ¡A pesar de todo... Eso hubieran deseado! – al parecer al fin el dolor se hizo presente en la voz de Innis, quien parecía de cierto modo llorar. – Si sigues así... Entonces nada importa... ya no. Porque en verdad... seria ver que todo lo que pensé en un inicio es verdad... y eso me entristece aun más.

-Innis...

-Sólo... Sólo haz lo que quieras. Ya no me importa... - Innis cortó la comunicación con Akeno, quien seguía en los brazos de su padre.

La chica no sabía que pensar o hacer... Estaba muy aturdida emocionalmente como para tratar de hacer algo. Estaba cansada... tal vez lo mejor era no hacer nada y...

-Deja de ser la víctima de una novela trágica. Ponte de pie. Mira hacia adelante y camina, aunque eso signifique tropezar.

Akeno recordó las palabras de Ise, esa vez que la rescató de ella misma. Era cierto... no podía ser más la víctima o ponerse a llorar porque si... debe ser firme y afrontar lo que venga... aunque le duela tanto. Abrió sus ojos y se pudo ver el destello celeste en ellos, algo de voluntad había regresado a ellos y eso significa una cosa, no se ha rendido.

---

En otro lado, Vali estaba recostado en lo que sería uno de los sillones del área, con todo su grupo a su lado. Vali y su grupo entero, tal vez eran vistos como terroristas por la mayoría, pero el peso que sus nombres tenían por ser los que ayudaron a derrotar a Loki, les daba cierta amnistía. En este caso, ser capaces de estar en la mansión Gremory sin ningún problema. Más porque Zeoticus en verdad desea que su nieto adoptivo esté bien.

Además que la presencia de él y Venelana, junto con Celine en el hombro de la mujer, daba cierta calma al joven quien en verdad estaba odiando el tratamiento que estaba sufriendo. La maldición de por sí era dolorosa, pero para que la saquen de su cuerpo a través del medio que esta persona le está aplicando, era horrible. Más porque tenía que botar la maldición por su boca como si fuera a vomitar, eso de por si ya era asqueroso.

El primer Sun Wukong era consciente de lo difícil que es tratar con maldiciones de este tipo. Poner su mano en el cuerpo del Hakuryuukou, hacer que la maldición vaya al estómago y luego hacer que vaya a la garganta, para que al final vaya a la boca... era horrible.

Vali al fin vomitó la maldición en una especie masa negra que emana energía negativa en un frasco que el primero tenía mano, quien tapó dicho objeto rápidamente y le puso un sello. Esta cosa se iba a quedar en su lugar. El youkai sonrió al ver su trabajo terminado, con Vali sentándose recibiendo la ayuda de Venelana y de Esdeath.

-Listo, ya me deshice de casi toda la maldición. Lo poco que queda será eliminado por tu cuerpo en unas horas. Estarás bien. – el joven asintió a esas palabras. – Pensar que Bikou me llamaría para ayudar al Hakuryuukou...

-Cierra la boca viejo... ¿estará bien? – el primero golpeó a su descendiente con su bastón en la cabeza. - ¡Ow!

-Agradezco la ayuda Primero, con esto puedo volver al campo de batalla. – Vali iba a buscar a Cao Cao y hacerle pagar la última humillación.

-Je, sólo no te sobre esfuerces niño. – El primero señaló a Venelana y a las dos chicas presentes. – No querrás hacer llorar a tu Abuela y a estas chicas. Ya basta con el llanto que hay ahora.

Vali arrugó la frente al oír ello... En verdad esa no es su meta, más porque en verdad le duele ver a todos en este estado. Sin duda la muerte de Ise ha afectado a todos.

-Oye, no te pongas melancólico. Él hizo lo que creyó correcto. Además... no hay duda alguna que eliminó a ese sujeto. Tú debes saber eso mejor que nadie. – Esdeath trató de subirle el ánimo al joven quien asintió a esas palabras. Sin duda él habría hecho, aún pensando en su muerte...

-Primero, no deseo ser inoportuno. Pero ¿es posible que alguien sobreviva a esa maldición sin recibir tratamiento? – la palabra de Zeoticus saco de cuadro a todos.

Sun Wukong es un Dai-Youkai, alguien quien ya ha tocado la divinidad. Un maestro de tanto el Senjutsu como el Youjutsu. Al haber tocado la maldición debe de tener una idea de lo peligrosa que es. El youkai se rasco la barbilla unos segundos antes de responder.

-Es imposible salvar el cuerpo si este no es tratado rápidamente o hay un modo de tener la maldición en un lugar. Esta maldición es tan densa que el cuerpo morirá primero, luego el alma. Un alma sin cuerpo es muy vulnerable. Esta será devorada rápidamente hasta que no quede nada. Un destino peor que la misma muerte, incapaz de poder ir al descanso eterno. Ahora... Hay algo que no entiendo... ¿Los Cosmic Packs o las OOParts tenían algún residuo de la maldición en ellas?

-Pues... no. Según lo que oímos de Azazel, estaban limpias. Afectadas por la maldición en cierto modo, pero nada alarmante. – Merlina respondió a la pregunta, para luego captar que... - ¿Acaso...?

-Si niña... sí. ¿Por qué esos objetos, ligados al alma del Sekiryuutei y su Sacred Gear no fueron destruidos como el muchacho? ¿Por qué volvieron solamente algo afectados por la energía maligna de esa maldición?

-¿Nos está tratando de decir que el Sekiryuutei sigue con vida? – Arthur no podía creer lo que el primero estaba diciendo, más porque no había lógica en ello.

-Vivo en el estricto sentido de la palabra, lo dudo. Su cuerpo debió ser destruido, por ello esos objetos salieron de él, porque buscaban sobrevivir a la destrucción del cuerpo. Y si están como están ahora, debe ser por un muy buen motivo. No sé cual... pero no podemos negar la posibilidad de que el chico... Que su alma está en la Brecha Dimensional, perdida. Esto solo demuestra que el alma del que fue el humano más poderoso y temido de la historia, no es algo que se deba subestimar. Aún ahora, debe estar luchando para volver.

Sus palabras hicieron que algo de esperanza nazca en el corazón de los presentes, porque lo quieran admitir o no, el Sekiryuutei era una piedra angular fundamental en esta era. Tanto él como Ddraig debían estar aquí.

-¡Genial, debemos decirles al resto... Ay! – Teepo cayó al suelo luego de ser embestido por Celine.

-¿Perdiste el juicio muñeco? ¡No hay seguridad que sea así! – la gata empezó a bofetear al pobre Teepo quien nada podía hacer para defenderse. - ¡No podemos darles falsas esperanzas!

-Celine... masacrar al pobre tampoco es una solución. – Venelana miraba con una gran gota de sudor lo que estaba pasando. Pero en el fondo de ella, la esperanza de que Ise vuelva había nacido.

-Lo mejor es esperar. Ahora debo volver con Yu-Long. Sakra desea que haga algo... la situación de por sí, a él le da igual. No es su asunto, si Cao Cao está haciendo esto es por cuenta propia con algo de la ayuda de Hades y eso en verdad es preocupante a cierto nivel.

{¿Por qué lo dice Primero?} – Albion al fin fue capaz de hablar, ya estaba harto de esa maldición, que lo estaba haciendo sentirse fatal.

-Hades no es hipócrita, hace lo que hace y se jacta de ello. Pero no es tonto, sabe que sin pruebas... no hay nada que podamos hacer contra él.

Eso de por sí, si era preocupante. Y todos lo sabían. Solo les queda sobrevivir por ahora, a la situación actual.

-Sólo nos queda pelear, ya me harté de estar sin hacer nada. – Vali se puso de pie. – Soy el Hakuryuukou Trascendental, de ningún modo me quedaré aquí sin hacer nada.

-¡Bien dicho nuestro intrépido líder! – Bikou le dio al joven una palmada en la espalda mientras este lo miraba con fastidio.

-Estamos aquí para ayudarte Vali, por ello es que cree este equipo. Porque sé que puedas dirigirnos. – Esdeath puso su mano en el hombro del joven. – Por mí, no dudes que estaré a tu lado.

-Yo también, hemos pasado mucho juntos. Este grupo es... mi familia.

-¡Todos aquí somos amigos, por ello estaremos juntos hasta el final!

Merlina y Teepo dieron su apoyo a la situación de por si. Arthur sonrió al ver como todo aquí en verdad daban sus razones.

-No tengo ningún apego a la Khaos Brigade. Me llevo mejor con Vali y con todos aquí que con Cao Cao. Es más, es divertido estar con ellos. – Fenrir ladro en respuesta, diciendo lo mismo. Era divertido estar con estas personas.

Vali se sorprendió al oír ello. No esperó que ellos... sonrió un poco al sentir ese sentimiento de camarería y amistad que tenía el grupo, se sentía feliz. Algo que tanto Venelana como Zeoticus se alegraban de ver en su nieto adoptivo. Porque en verdad, ellos sabían lo sólo y triste que se sentía en el Inframundo, pero ahora... ahora estaba donde debía estar. Y eso les daba alegría.

-Gracias... a todos. – Vali dio un gracias sincero a las personas que son sus amigos y camaradas.

-Je, los Dragones Celestiales de esta era son muy interesantes. Rojo atrae a las personas, Blanco a los que están exiliados. Ambos son opuestos y similares. Ambos buscan estar en lo más alto de modo distinto. Si, es una generación interesante. – el primero se dio media vuelta, para poder retirarse al fin.

Todo mientras Vali miraba a Venelana, quien con la mirada pareció entender lo que él buscaba.

-Está afuera, justo en el árbol donde te gustaba estar. – el joven asintió a esas palabras y optó por ir hacia dicho lugar.

Venelana rio ligeramente al ver lo que iba a pasar, mientras que Esdeath y Merlina se cruzaban de brazos, por esta vez... Solo por esta vez le darán a la loca su oportunidad. Bikou, Arthur y Teepo rieron al ver ello, sin duda las mujeres eran seres complejos.

---

En las afueras de la casa, Pinkie sólo parecía escribir algo en un pequeño cuaderno que tenía. Parecía escribir una carta... pero a los segundos arrancaba la hoja y la tiraba a un lado. Diane por su lado, sólo estaba en silencio... porque ella en verdad también estaba afectada. Que Ise ya no esté también le había dolido... porque en verdad... lo había apreciado, a pesar de que sólo interactuaron una vez.

Pinkie sólo quería escribir una carta, solo una a quien fue su hermano de cariño. Quien la había ayudado en muchas cosas, pero no hallaba las palabras para decir lo que sentía... tal vez palabras sobraban. Estaba destrozada por dentro, su mirada ya no destilaba alegría, su cabello estaba lacio por el simple hecho de que había salido de la ducha sin secárselo... hasta culpable se sentía, porque le echó la culpa a Sunset... cuando en verdad ella no... sólo quería decir lo que no pudo decirle a Ise en la cara.

Cuando oyó unos pasos, alzó la mirada y se sorprendió al ver a Vali ahí... parado y mucho mejor. No dudó en ponerse de pie e ir hacia él para abrazarlo, abrazo que él no negó y que devolvió con delicadeza. En ese abrazo pudo sentir como ella se mostraba temerosa... de que él pudo terminar como Ise, eso era algo que... ella temía con mucha fuerza y que él en verdad no le iba a dar a la chica.

-Oye...

-Si te hubiera pasado... lo mismo... yo no... - Vali pudo ver como la chica temblaba. Muestra de que en verdad estaba muy dolida y asustada. – Yo no...

-Tranquila... no iré a ningún lado. No es mi meta actual.

-¡Él decía lo mismo y mira como acabó! – Pinkie pasó a ver al Hakuryuukou. - ¡Se fue, I-nii se fue!

No tuvo corazón para decirle que es posible que Ise aún viva, porque no es una seguridad. Lo que si es una seguridad, es que él no planea ir a ningún lado. Porque va a luchar para sobrevivir, para vivir. Acarició la cabeza de la chica, quien se sorprendió por el gesto. De inmediato, tomó un trozo de papel del suelo y se lo entregó a ella.

-¿Quieres ayuda? Sé lo que es querer escribirle una carta a alguien, tratando de decirle lo que no pudiste en un inicio.

Pinkie trató de negarse, pero en el fondo deseaba ello. Por lo que asintió, porque no quería sentirse sola... no ahora. Regresó al árbol donde estuvo hasta hace poco, con Vali a su lado. Esta vez él haciendo de un apoyo a la chica. Tanto moral como físico.

Ahora lo entendía. Ella en verdad era como él... frágil en el ámbito emocional. Y eso era algo que no podía negar... tal vez por ello es que... la aprecia tanto.

-Luego de este desastre... ¿Deseas ir a algún lado? Velo como mi modo de decir gracias por todo lo que has hecho.

Pinkie miro al Hakuryuukou con sorpresa, para luego sonreír... no del modo en que siempre lo hace, pero era algo. Ella asintió para luego apoyar su cabeza en el hombro de él. Tratando de escribir la carta, aunque las lágrimas que salían de sus ojos no la ayudaban.

-Más te vale que vuelvas pronto Ise... porque te golpeare por haberla hecho llorar. – Vali entendía una cosa... verla llorar en verdad le dolía y quien lo hiciera, pagará por ello.

----

-Ravel, ya no llores. – Ruval Phoenix, el hijo mayor de la familia Phoenix, consolaba a su hermana menor.

Raiser también estaba presente, acompañando a su hermano mayor en lo que sería el ataque conjunto que se planea hacer contra los Bandersnatch que aún quedan. Ruval era conocido por ser un hábil demonio que está dando que hablar en los Rating Games por su gran habilidad. Ahora mismo, estaba tratando de que Ravel se mantenga firme y fuerte. Porque sabe que su hermana menor sufría por lo que le sucedió a Ise.

La familia Phoenix ya sabía de la situación, ya sabía lo que pasó con Ise. Y si esto no se había hecho público aún, era porque el mundo actualmente no necesita de más malas noticias. Aunque... solo es cosa de esperar.

-Aquí tienen... - Koneko apareció con una bandeja, con algunas tazas de té. Las puso en la mesa de centro que había, para luego sentarse en su lugar.

-Tu hermana parece estar bien. – Raiser tomó la taza y bebió algo del líquido. Kuroka, quien estaba presente, también hizo lo mismo. Se podía ver que sus ojos estaban ligeramente rojos, síntoma de que había estado llorando horas... presa del dolor de haber perdido a Ise.

-La conozco muy bien, lo está ocultando. Y eso es algo que no puedo cambiar, es su decisión. – Kuroka simplemente optó por callar por ahora y simplemente dejar que las cosas sigan su curso. Estaba cansada... lo que no quería hacer ahora mismo, era llorar y mostrar debilidad frente a su hermana y de Ravel.

Ravel trataba de dejar de llorar, algo fácil de decir pero no de hacer. Dado que quien amaba se había ido y ella que había dado por seguro que esto era imposible. Por ello nunca había tratado de decirle lo que sentía... y ahora se arrepentía profundamente de ello. Estaba destrozada y por primera vez en mucho tiempo, se dio el lujo de llorar sin miedo al que dirán.

Koneko estaba igual, se sentía pérdida... justo luego de que ella al fin...

Ruval sabía que no había tiempo que perder. Si bien en el fondo deseaba poder seguir al lado de su hermana y ayudarla más, sabe que tiene una responsabilidad ahora mismo con el Inframundo. Se puso de pie y fue hacia donde estaba Kuroka y le entregó dos botellitas con lágrimas del Fénix.

-Esto es algo que tal vez vayan a necesitar, sólo te pido que sigas con Ravel. Todo esto la ha afectado mucho, sé que a ustedes también. Por ello, creemos que es mejor que ella siga con ustedes por ahora. Ya luego de la crisis... veremos que hacer.

Era de esperarse, Ravel seguía con ellos debido a la importancia de Ise en la actualidad y ahora que él no está... Kuroka asintió sin más que decir, porque no tiene nada que decir a todo esto. No está en ella, decidir el destino de Ravel...

-Vamos Raiser, debemos interceptar a esos monstruos que se acercan a Lilith.

Raiser asintió a las palabras de su hermano mayor, miro a su hermana una vez más antes de irse. Quisiera poder decirle algo, pero le era imposible. No sabía que podía decirle y por ello ha callado. Cuando ambos se fueron... sólo hubo silencio en el lugar. Lugar que en verdad... parecía una tumba, sólo se oían los sollozos de Ravel.

-Yo... ya estaba preparada en cierto modo para esto... no... no podíamos esperar a sobrevivir a todo... - Kuroka se sorprendió al oír esas palabras salir de la boca de su hermana.

Era verdad... habían evitado varias veces la muerte. Ella misma lo había hecho hace poco y se sentía afortunada de haberlo hecho. Pero sabía que un día, esa suerte se podía acabar y...

Ravel por su lado, se puso de pie y miro a Koneko con mucha rabia y dolor.

-¡Lo estás aceptando muy fácilmente! ¡Yo no puedo aceptar que se haya ido! ¿¡Acaso no sientes nada por la muerte de Ise-sama!?

-¡Ravel! – Kuroka alzó la voz, lo que dijo estaba fuera de lugar porque Koneko...

Ravel miro a la mayor de las Nekomata con desconcierto para luego pasar a ver a Koneko, quien había bajado la cabeza. Para que no vean las lágrimas salir de sus ojos...

-Yo... No pudo soportarlo... ¡No puedo! ¡Murió luego de que me prometió ayudarme... de decirle mis sentimientos...! ¡Idiota, Ise-senpai es un idiota!

Ravel abrazo a la chica mientras le pedía perdón, ambas lloraban por el dolor que sentían y... Kuroka no tuvo corazón para dejarlas sufrir solas. Por lo que se acercó a ambas y las abrazo mientras lloraba también. Al menos las tres sabían el dolor de las demás. Y por ella eran capaces de resistir lo que estaba pasando. Más no aceptarlo totalmente, porque no es fácil... nunca lo es. Más cuando sientes arrepentimientos.

---

En otra de las habitaciones del lugar, Asia estaba recostada en los muslos de Raynare. Habían rastros de lágrimas en sus ojos, estaba dormida. No había duda que había llorado hasta que el sueño al fin le ganó.

La caído se había mantenido fuerte el tiempo suficiente para que Asia no la vea llorar. Y logró su meta... porque cuando prendió el televisor para ver las noticias del Inframundo. Al hacerlo, vio con horror como las ciudades grandes del Inframundo eran evacuadas, al mismo tiempo que decían los daños generados y los Bandersnatch que aún quedaban. Ahora habían sólo 5, 7 habían sido eliminados. Esa era una buena noticia... pero lo que la terminó de afectar más fue la imagen de los niños.

Todos respondían que no tenían miedo. Al contrario, se veían firmes y decididos. Todos creyendo que Ise, el Sekiryuutei Supremo, vendría y los salvaría de esos monstruos. Ver la expresión llena de esperanza de esos niños, bastó para que Raynare se ponga a llorar del dolor y la impotencia. Esos niños aún creen en quien consideran su héroe. Pero dicho héroe ya no estaba aquí... ya no. Y eso iba a ser muy difícil de decir y aceptar.

-Idiota... ¿No lo ves? Creen en ti, que vendrás a salvarlos... que aparecerás. Eres el héroe de esos niños. Y aún así... Vuelve... debes volver... no quiero creer que ya no estás. – Raynare trató de que sus lágrimas no caigan sobre Asia, no quería que despertara y la viera llorando. – Ise-kun... idiota...

Era difícil de asimilar, más porque quería verlo y decirle lo que sentía. Solo se quedo viendo las noticias, mientras seguía llorando. Porque no tenía nada más que hacer... nada.

---

Afuera de la mansión Kiba estaba entrenando, tratando de tener su mente en orden. Porque eso era lo único que podía hacer ahora... lo único que... parecía poder ayudarlo a afrontar esta situación.

-Hey... sabíamos que te encontraríamos aquí. – Kiba volteó al oír la voz de Saji, pero al mismo tiempo se sorprendió al ver a quien no esperaba ver... a Sairaorg Bael.

-Vemos que tratas seguir fuerte, Kiba Yuuto. No es que te culpemos, la situación de por sí ya es difícil de tratar. – el heredero de la casa de Bael se acercó al joven, con Saji a su lado. – Si preguntas porque estoy aquí, es porque Sona Sitri me pidió acompañarla. Ha ido a hablar con Rias y tratar de sacarla de su habitación.

-¿No serias tú una mejor opción? Digo... Son primos...

-Eso pensé yo al principio Kiba Yuuto, pero como he visto a Sona Sitri. No tengo duda alguna que ella logrará sacar a Rias de su depresión. Al menos le dará la fuerza para que se vuelva a poner de pie y se ponga a pelear.

Kiba no supo que decir o esperar de esas palabras, a fin de cuentas... Sona siempre ha sabido imponer su presencia y tal vez esta vez sea capaz. Más porque las noticias de Ise...

-¿Cómo se lo tomó ella...? – Saji suspiro al oír ello, la verdad...

-No ha dicho nada... sólo nos dijo que vengamos al Inframundo rápidamente y que ir a ver a Rias-sama era una prioridad. No sé que tiene en mente... - es más, el joven no se mostraba tan bien. – Aún me cuesta creer que él... él ya no esté.

El silencio que reinó el lugar bastaba para que todos se pongan a pensar en la posibilidad de que Ise en verdad haya muerto. Kiba ya se estaba haciendo a la idea, no había caso en seguir negando lo que era inevitable... pero...

-Yo no creo que él haya muerto. – las palabras de Sairaorg hicieron que ambos lo pasen a ver. – Tal vez sea una idiotez de mi parte decir esto. Pero como alguien quien peleó contra él, tengo la sensación de que no ha muerto. A fin de cuentas, he sido testigo de primera mano de lo que es capaz. – Sairaorg apretó el puño y simplemente. – Creo firmemente en que Hyoudo Issei no es alguien quien moriría por algo como esto... Ustedes dos lo saben, él es alguien quien supera todo... El mejor.

Ambos jóvenes no pudieron evitar sonreír al oír ello. En cierto modo, era verdad... Ise no se rendiría de este modo, era tal vez tonto pensar en ello cuando tienen todas las pruebas de que él... él está muerto...

-Es más, esto es algo que me ha estado llamando la atención. Como X-Rounder, creo que somos capaces de sentir la presencia del otro con mayor fuerza. Lo sé porque en mi pelea con él, eso era lo que pasaba.

-¿Y cuál es tu punto? – Saji no captaba lo que estaba tratando de decir.

-Créanme loco. Pero siento aún a Hyoudo Issei... tal vez sea por la batalla que tuvimos que eso me pasa. Su esencia sigue ahí, no se ha ido. – ambos se vieron las caras para luego mirar al demonio. – Si, al parecer ser un X-Rounder tiene cosas que aún no sabemos.

En efecto, un X-Rounder que ha luchado con otro X-Rounder es capaz de saber si este aún yace en el mundo de los vivos. Un X-Pulse no es más que un pulso cerebral que tiene ondas y las ondas siguen avanzando en el vasto mundo... tal vez... Sólo tal vez, sean capaces de detectar si este aun vive.

Saji y Kiba querían creer en lo que él les decía, en serio... pero había la duda. Por ahora sólo pueden... Esperar, como lo han hecho hasta ahora.

----

-Segura de que es una buena idea hermana. ¿Dejar que ella entre? – Luna miraba a su hermana, quien tenía a su lado a cierta mujer que ya sabía porque estaba aquí.

-Cadance, es tu decisión. – Celestia miro a su ahijada, quien asintió sin duda alguna. – OK.

Celestia abrió la puerta de la habitación donde Sunset se hallaba. La chica al ver la puerta abrirse, se sorprendió al ver a la ahijada de ambas mujeres... Ahí. Cadance se acercó a ella y le tendió la mano.

-Vamos, debes ver a Twilight.

-Yo... - Sunset no sabía que hacer o decir, en verdad no estaba tan segura de esto.

-Es hora de que afrontes una consecuencia de tus actos. No huyas... ya no. – Cadance insistió, esta vez con más fuerza.

Ella también estaba triste por la muerte de Ise, sólo ella lo sabía en la isla Alicorn... nadie más lo sabía y eso era bueno. Se ha mantenido fuerte el tiempo suficiente para venir y poder hablar con Twilight. Sunset por su lado... sólo pudo aceptar y tomar la mano de la mujer, para la luego ponerse en pie. Cadance le quitó las restricciones que le impedían moverse y la guio a la salida. Hora de hablar con Twilight...

...

-Twilight, soy Cadance. Voy a entrar. – Aunque no tuvo ningún tipo de respuesta, la mujer entró con Sunset atrás de ella así como Celestia y Luna.

Al entrar en la habitación se podía ver que Twilight seguía viendo por la ventana del lugar. Se le veía vacía... sin deseos de nada, es más... sus ojos estaban hinchados de tanto llorar. La chica no prestó atención a ninguna de las que entró... solo quería estar solo.

-Twilight, arriba. No es hora de que te quedes ahí sentada sin hacer nada. – Cadance se acercó a la chica quien no pasó a verla. – Twilight...

-No me importa... no quiero saber nada de nadie. – Twilight simplemente respondió sin ánimos. – Sin él... ya nada me importa.

-¿En serio? ¿Te rendirás, así como así? ¿A eso te has rebajado Twilight? – Cadance habló con firmeza y hasta uno podría jurar que con decepción en su voz. - ¿Es esta la Twilight Sparkle que el Sekiryuutei dijo amar? Ahora mismo sólo das pena.

A esas palabras Twilight le lanzó a Cadance el cojín que tenía a la mano, más ella lo esquivó sin problema alguno.

-¿¡Qué no entiendes que ya no importa!? ¡Se fue, Ise se fue...! ¡Él lo era todo para mi Cadance! Sin él... Sin él me siento vacía... no puedo... no puedo seguir. – Cadance se acercó a Twilight a paso lento y...

SLAP

El sonido de la cachetada y como Twilight no se esperó eso hizo que el impacto visual sea mayor. Twilight giro la vista y pudo ver lágrimas en los ojos de Cadance. Porque en verdad... ella también estaba dolida.

-No eres la única que ha sufrido Twilight. Todos están padeciendo lo mismo que tú. Se fue alguien importante para ustedes. Pero sabes algo... él dejó un legado que estas logrando manchar con tus actitudes.

-¿Qué...?

-Ise-kun lucho no por él. Sino por ustedes, ustedes eran su razón para seguir luchando... aún cuando se hundió en la ruina, se puso de pie por ustedes y no hay duda que al final... lucho por lo que creía correcto. Proteger a quienes no pueden hacerlo solos. Luchar por el futuro, aún sabiendo que puedes sufrir. Él lo sabía y lucho por ello... pero fueron ustedes quienes lo ayudaron a llegar a esa respuesta. Y ahora mismo, tú... una de las que lo ayudó a ser quien fue, se está hundiendo en el abandono y eso Twilight... Es escupir en la memoria de quien amaste con todo el corazón.

Twilight no supo que decir a esas palabras... en verdad, estaba muda. Fue en eso que notó la presencia de Sunset en la habitación, quien había estado viendo todo. Ninguna pudo decir nada a la otra.

-Ella... es alguien quien salvaste siendo tú. Siendo la mujer que Hyoudou Issei amo. Si en verdad deseas hundirte en la miseria, es decisión tuya Twilight. Sólo no esperes ninguna lástima de mí o del resto. Porque tú no estás para eso...

Cadance se dio media vuelta para poder salir de la habitación. Sunset trató de decir algo, solo para que la mujer le diga que salgan... porque ahora no era el momento de hablar entre ellas.... Sunset hizo caso y se retiró al lado de la mujer, no sin antes ver que Twilight tenía el puño apretado con fuerza.

Ya fuera de la habitación, Celestia y Luna solo vieron en silencio a ambas. Una aún confundida del porque la dejaron salir de la habitación donde estaba.

-Hice esto... para que dejes de estar encerrada y vieras lo que una acción puede hacer. – Cadance miro a la chica y simplemente le sonrió. - ¿Por qué no mejor vas a pasear por ahí? Sería bueno para ti para estires las piernas.

Sunset no supo que decir, no creía que fuera una muy buena idea. Pero las miradas aprobatorias de Celestia y Luna hicieron que asienta y se disculpe para luego ponerse a caminar por ahí.

-Agradecemos el tiempo que te has dado para venir Cadance. Tal vez esto ayude en algo a Twilight. – Luna sabía que tal vez... fue dura, pero esto era algo necesario para que la joven reaccione.

-No hay nada que agradecer. A veces... debes ser duro y firme... para que quien está mal, se levante. – Cadance sonrió triste. – Es sólo que...

-Lo sabemos Cadance... lo sabemos. Nosotras también sentimos su partida. – Celestia sabía una cosa, las cosas no iban a ser las mismas sin Ise aquí.

Él era el pilar de todos y ahora era tan distinto... tan vacío. Cadance asintió muy triste, conteniendo las lágrimas que querían salir. Sus dos madrinas sabían que ella trataba de ser fuerte pero eso era imposible. Sólo optaron para abrazarla para que se sienta algo mejor... aunque sea un poco. Mientras esperaban lo mejor de esta situación.

----

Sunset caminaba a paso lento por la enorme casa. Se sentía algo incomoda, nunca fue fan de lo lujoso. Es más... hasta se sentía diminuta.

-¿Por qué tratan conmigo? Pensé que me encerrarían o mandarían con las autoridades. – No entendía nada... y eso era decir mucho dado que ella es muy lista... la mayoría de veces.

Lo que no espero fue perderse y de paso, subir unos pisos mientras trataba de hallar su habitación o el cuarto donde la tenían. También le fue una sorpresa ver a...

Sino mal recuerda, según la información que le dio la Khaos Brigade bien se unió, esa chica que estaba a unos pasos de ella era Sona Sitri, la heredera del clan Sitri. ¿Qué hace aquí y frente a esa puerta?

-Rias, voy a entrar. Te guste o no. – la voz de la chica la hizo temblar un poco, más porque en verdad se notaba que no iba a medias tintas.

Sona entró a la habitación y dicho de paso, Sunset se acercó un poco. Más porque la que iba a ver era Rias Gremory, la otra novia del Sekiryuutei. Al estar cerca ya a la puerta, le dio un vistazo al interior... no había mucha luz. Pero se notaba que la heredera del clan Gremory estaba en un estado lamentable.

Sus ojos hinchados por tanto llorar, con ojeras de seguro por no poder dormir. Estaba destrozada por dentro y eso se estaba mostrando por fuera debido a su estado.

Pudo ver a un lado de ella los Cosmic Packs, seguían en su estado fosilizado de la última vez. Parece que ella se los quedó...

-Rias, arriba. Ya es hora de que actúes y dejes de estar ahí como una muñeca sin vida. – Sona habló con un tono firme, uno que mostraba también decepción.

-Déjame en paz Sona... ya no tiene caso. ¿De qué sirve luchar si él... ya no está? – al parecer la respuesta no fue del agrado de la heredera Sitri, quien apretó los puños al oír ello.

-¿Así será? ¿Te sentarás ahí sin hacer nada, sin una preocupación por el mundo y nuestra sociedad que está en peligro? ¡Nunca te creí una cobarde Rias, pensaba que eras mejor que ello!

Rias miro a su amiga con rabia y dolor, al parecer esas palabras no le gustaron nada. Más porque la estaba llamando cobarde.

-¡Cierra la boca, tú no sabes nada! ¡No sabes que es saber que la persona que era todo para ti ya no esté! ¡Eso es porque nunca has amado a nadie! ¡No puedo vivir sin él, no puedo seguir sin él... él... él era todo para mi!

El grito de Rias, lleno de dolor y lágrimas, pareció callar a Sona... sólo para que note que de los ojos de su amiga, salían unas silenciosas lágrimas. Abrió los ojos con sorpresa, porque no espero que ella llorara... no frente a ella o ante alguien más.

-¿Eso crees? ¿Qué no he amado a nadie? ¿Qué no sé lo que es saber que esa persona no esté más? ¿¡Eso crees!? ¡Entonces no sabes nada de mí! – el grito de Sona pareció esta vez amedrentar a Rias quien abrió los ojos con sorpresa. - ¡Al menos tú si le dijiste lo que sentías, al menos tú lo tenías a tu lado y le demostraste una y otra vez lo mucho que lo amabas! ¡Yo no tuve esa oportunidad Rias! ¡Por cobarde nunca la tuve!

-Sona... tú... - Rias abrió los ojos con sorpresa, ella...

-Yo también lo amaba Rias... me negué a aceptarlo en un inicio. Me negué a pensar que un idiota cómo él me interesara. Y lo negué mucho tiempo... hasta que él arriesgo su vida para salvarme, fue cuando me di cuenta lo que él significaba para mí. Tal vez a ti te atrajo desde el momento uno por su presencia, pero a mi... mi lo hizo desde que me dijo que no abandone a mis amigos. Que de hacerlo me quedaría sola... y lo entendí, desde ese día cambie sin notarlo. Gracias a él... y me duele, nunca haberle dado siquiera un gracias por todo lo que hizo por mi... nunca haber tenido el valor de decirle te amo. De nunca haber siquiera...

Sona apretó los puños al sentir las lágrimas salir con más fuerza de sus ojos. Rias no tenía palabras, ni siquiera una para...

-Sona... yo...

-Él te amo Rias... siempre lo demostró... y me daba envidia. Y por ello me enfurece verte así... derrotada y sin deseos de hacer nada. Porque de ese modo, estas escupiendo en la memoria del hombre que yo también ame. – Sona simplemente no dijo más. – Él no se habría rendido... aún tras todo. Hubiera luchado... al menos por despecho... porque ya veías como era... que se hartó de darse lástima y sentarse sin hacer nada. Él mismo lo dijo... estamos aquí, vivos... y eso significa que hay cosas que aún podemos hacer. Más ahora... Que él ya no está. – Sona se dio media vuelta para retirarse, dado que ya no tiene nada más que decir. – Iré a la capital a ayudar en lo que pueda, ese es mi modo de demostrar que mis sentimientos por él no eran falsos o en vano... ¿Qué harás tú Rias?

Sona salió de la habitación y cerró la puerta tras ello. Dejando a Rias, sola con sus pensamientos... la chica apretó los puños al digerir todo lo que su amiga le había dicho. Ella...

...

Ya afuera de la habitación, Sona caminaba en dirección de la salida. No sin antes detenerse y -apoyarse a la pared. Lloró unos segundos, más porque ella en verdad estaba en su límite. Estaba harta de sentirse tonta... pero al mismo tiempo, que el muy idiota haya muerto antes de que ella le dijera lo que sentía. Y eso era lo que le dolía más...

-Idiota... tenías que morir haciéndote el héroe... eso es lo que odiaba de ti... y a la vez lo que más amaba. – Sona siguió su camino mientras se limpiaba las lágrimas en sus ojos.

Sin que ella lo supiera... en la esquina del pasillo, Sunset había visto y escuchado todo. Y la chica se apoyo en la pared para dejarse caer al suelo y abrazar sus rodillas. ¿Qué podía hacer? ¿Qué debía hacer?

Porque de algún modo... quiere remediar esto. Porque no quiere seguir sintiéndose así... culpable.. Ya no más. Por eso debe saber que hacer... y se está dando una idea...

---

Kiba regresó a la casa luego de terminar su charla con Saji y Sairaorg, ambos ya se habían retirado con Sona a apoyar en lo que puedan en la capital. El joven se encontró de paso con Aki, Kaori y Kurama. Los tres se veían mucho mejor de lo que él recordaba. Es más... Se veían diferentes.

-Oh, hola Kiba-kun. Justo te íbamos a buscar.

-Rarity se mostraba preocupada por ti, no deberías dejarla en ascuas. – Kaori completó lo que su amiga dijo y hasta Kurama ladró en respuesta.

El joven suspiró al ver que estaba relegando a la chica. Y ella se estaba mostrando paciente con él... sin duda es muy generosa. Lo que no puede imaginar ahora es lo que dirá o hará a partir de ahora. Los 4 demonios simplemente no sabían aún que hacer exactamente... tal vez tengan más convicción ahora. Pero eso no ayudará mucho a que el resto se recupere.

-Veo que estaban aquí. Perfecto. – todos voltearon al escuchar la voz de Grayfia quien estaba ingresando al lugar. – Vine a ver como estaba mi hijo y de paso ver como estaban.

Grayfia ya no llevaba su clásica ropa de maid, al contrario, llevaba su cabello atado en una cola de caballo y un traje de batalla. Eso demuestra que saldrá a pelear como miembro del séquito de Sirzches.

-¿Irá a pelear Grayfia-sama? – la mujer asintió a la pregunta de Kiba.

-Así es. Debido a que el poseedor de la True Longinus está todavía libre. Mi esposo no puede salir, por lo que nosotros, sus sirvientes, iremos a por el Jabberwocky, que se acerca más y más a la capital. Al menos trataremos de detener su movimiento.

Al parecer el avance de esas cosas no puede ser limitado por hechizos de restricción normales. El Anihilation Maker en verdad es un objeto temible que es capaz de crear cosas que son poderosas e inmunes a varias habilidades o hechizos... eso explica porque algunos consideran que esa cosa debe estar sellada y no andar libre. Grayfia por su parte, le entrego a Kiba un trozo papel con algo escrito.

-Dáselo a Rias. Es la información que Sirzches y Azazel han obtenido, al menos lo principal. Estoy segura que han hallado más y no lo van a decir... Aun.

Kiba y el resto se vieron las caras. Sabía que estaba mal ver algo que estaba dirigido a su maestra, pero dada las circunstancias... cuando vieron las palabras Ajuka y base en ellas, sabían que lo que era...

-Es la información necesaria para que vayan a dicho lugar. Según palabras de Azazel, tal vez Ajuka pueda analizar lo que ha pasado con las Cosmic Packs. Y sepa porque han pasado por ese fenómeno tan raro. Vayan, todos... tal vez puedan hallar algo de interés. Es más, dice que es una buena idea que lleven a los chicos que vinieron a ayudar... tal vez ocurra algo y necesiten ayuda.

Los tres jóvenes sonrieron al ver que Azazel pensó en más de lo que esperaron. Se notaba que el tipo en verdad se preocupa por ellos y por Ise. Kurama ladró como diciendo que lo hagan, que no pierden nada.

-Les dejo el resto a ustedes. Iré a ver a mi hijo... - Grayfia sonrió antes de decir lo que venía. – de ningún modo dejaré que quien será mi cuñado muera por algo tan insignificante como esto. Es más, ya es hora que Rias se ponga de pie nuevamente. Es ridículo que se llame la próxima generación de demonios cuando no puede usar su poder cuando el mundo está en crisis. Si no lo hace por las buenas, yo me haré cargo por las malas. – La mujer se retiró a paso lento a ver a Vali, quien yace fuera de la mansión.

Los tres jóvenes y lobo se quedaron congelados al procesar lo que ella les dijo... sin duda alguna, esa mujer era muy amable... pero también muy estricta. Digna esposa del Maou Lucifer.

---

En el campo de batalla. Rean ya había eliminado a otro Bandersnatch, poco a poco estaban logrando avanzar. Aunque ya estaba sintiendo el cansancio... así como Eva y Serafall... los pocos demonios que los acompañaban también estaban deseosos de un descanso. Es más... les parecía raro que cuando mataban a esas cosas, sus restos simplemente se queden ahí... ¿Por qué pensó en que estos se harían pedazos? ¿O polvo?

-Rean... ya llego quien Azazel dijo era un buen refuerzo. – el humano volteo para ver a Evangeline quién estaba cruzada de brazos. – Pensar que quien fue enemigo de tus chicos, venga a ayudar.

-La vida es así, llena de sorpresas. – Rean sonrió al ver la presencia de quien no esperó sería un aliado ahora, uno que los nórdicos mandaron. – Es un gusto... Bud de Alcor.

El joven sonrió al escuchar su nombre y simplemente dijo lo primero que se le vino a la mente.

-Odin-sama y Thor-sama me informaron de la situación. ¿En qué puedo ayudar?

La llegada de unos de los guerreros que lucho por Loki antes era una gran sorpresa. Pero ahora se veía que era al menos un aliado... al menos saben que es un guerrero capaz y muy fuerte. Que sin duda será una gran ayuda en esta crisis... que aún está lejos de acabar.

----

-¿¡Ya!?

-¡No, aún falta un poco más!

Beta alzó los brazos en señal de rabia y protesta, esto era absurdo. Supuestamente ya debían de estar listos y libres para poder salir y comunicarse con el exterior. Pero siguen aquí... Se está volviendo loco.

-Un poco de paciencia Beta, Gamma está tratando de hacer todo lo que puede. Por ello es que está tardando. A menos que desees quedar hecho polvo por un mal cálculo. – Alfa era el más paciente de los 3, sabe que debe mantener la calma... Que debe estar tranquilo.

Beta suspiro y no tuvo otra opción más que aceptar que así debían ser las cosas y... Rayos, odia tener que esperar.

-Un poco más... y sólo tendremos que lanzar nuestra energía a quienes queremos y listo. Seremos libres. Es más... no creerán que vino con nosotros. – Gamma alzó la mano y apareció una espada que ninguno imaginó ver.

-¿Ascalon? ¿Qué hace aquí? – Beta no ocultó su sorpresa de ver la dicha espada.

Alfa se acercó a Gamma y tomó la espada en sus manos para luego verla.

-Parece que tienes algo en mente ¿no? Muy bien. Creo que también deseas decir que tu amo esta con vida. – No era sorpresa ver lo leal que era la espada a Ise, han visto más de una vez como ha reaccionado a él tanto en esta forma como Oathkeeper.

Gamma siguió con los suyo, falta poco... pronto serán libres y podrán decir que el chico sigue vivo. Solo esperan que no sea tarde.Capít 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro