Cita de Sorpresas
Era ya el momento de la verdad, Ise sabía que no había vuelta atrás. Tras haber acordado que la situación era mejor afrontarla y no sólo hacerse el idiota, era la hora de ir a su cita con Rossweisse.
... Está nervioso. ¿Por qué? Ha tenido citas antes, a logrado avanzar en su idea de conocer a todas un poco más antes de dar el gran paso. Pero lo que venía ahora, era distinto.
Su relación con Rossweisse siempre ha sido, ¿cómo decirlo? Complicada. No es algo malo, no. Pero con ella es un trato distinto. Rossweisse es mayor que él, por lo que sus temas a veces no cuadran. Pero logran... llevarse lo suficientemente bien como para no estar como idiotas sin hablar. Es más, ambos son los que más cuidan a Kurama. Eso cuenta.
-Vamos Ise, menos quejas y más acción. No ganarás nada quedándote viendo a la nada.
-No molestes. Aún me cuenta creer que tú y la abuela de Rossweisse... ¡Un paso en falso y estaría saliendo con la nieta de mi vida pasada!
-Si... es algo incómodo. Pero Gondur es una gran mujer. Firme como la ves, es muy amable. Ama a quienes aprecia. Sin contar que muy apasionada también.
-¡Hey!
-Mi punto. Lo que hubo entre Gondur y yo, que no te afecte. Disfruta esta cita con la chica. Aunque, tras todo esto... mucho tiene sentido.
-¿Sentido?
-El talento de tu amiga en la magia, no es la imaginación. Es en los cálculos. Ponlo así, ella usa 3 de energía para un ataque de 5, pero genera el mismo daño. Es una aplicación bruta del teorema de Lavenza, que ella logra aplicar con su ingenio. Y eso no es fácil. Además de que, no usa el símbolo de la familia de Gondur.
-¿Símbolo?
-En grandes familias, parece que es costumbre que el heredero use el símbolo familiar en su magia. Algo que tu amiga Fay hace. Pero Rossweisse no usa el de Gondur. Eso me hace entender que no heredó la magia de ella. Eso es algo curioso. Pero no me sorprende, viendo su área de experticia.
-¿A qué te refieres? Rossweisse es fuerte.
-No digo que no lo sea Ise. Lo que digo, es que la especialidad de ella yace en el ataque y la defensa. Gondur era una mujer que usaba magia de control y apoyo. ¿Me captas?
Eso significa que... Rossweisse no...
-No desprestigio a tu amiga. No. Ver que se hace fuerte a su modo, es digno de admirar. Pero algo de su orgullo debe de estar afectado. Trata de ver que puede decirte. Es una buena oportunidad para que se conozcan más.
Era verdad. Es cierto... tomará la palabra de Himmel e irá a conocer más de Rossweisse, es algo que ella merece también.
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Por otro lado, Rossweisse había terminado de ponerse lo que usará para esta cita. Su primera cita. Ugh... está nerviosa.
-*Woof* - el ladrido de Kurama le sacó una risa. Era verdad, es su oportunidad de...
-Gracias Kurama. Sé que... no es como lo pensé al inicio. Pero es una oportunidad de ver a dónde me lleva esto. Ver si... puede haber algo más.
La chica sabía que era su única oportunidad. Pero saber que su abuela fue una vez la amante de la vida pasada de Ise... era algo difícil de digerir. Pero no más dudas. Se dio media vuelta para salir de su habitación y...
-¿Me veo bien? – Kurama la miró con exasperación. – Ok, sólo me aseguro. Geez...
El lobo estaba cansado... mujeres, ¿Por qué se complican tanto la vida?
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Ya esperando en la puerta. Ise miraba su celular, ya casi era hora de que salgan. Esto no puede salir mal. Espera.
-Veo que estás listo. – la voz de Rias lo saco de sus pensamientos.
Ver a la pelirroja, Twilight y Akeno ahí, le hizo recordar que debía... al menos tratar algo con ellas.
-Oigan. Lamento que la situación las incomode.
-Ise. Olvídalo. Ya hemos tenido nuestro tiempo de asimilar todo. Y confiamos en ti. – Twilight le sonrió como siempre. – Es más, tal vez te sirva para dejar de ser tan denso.
-... Veré. Pero, hablé con Himmel ayer. Aún es incómodo pensar que Gondur fue... ya saben... Pero me dio la recomendación de pasar más tiempo con ustedes. Y es verdad, siento que con todas mis responsabilidades y demás, las estoy dejando a un lado. Por lo que... Luego de todo esto, vayamos a un lado. Me daré el tiempo para ir con cada una.
-¿¡De verdad!? – Akeno sonrió al oír ello. – Es... Ahm... Ise, lamento mis reacciones de ayer. Es que... Aún me cuesta ver que habrá más. Pero si Rias y Twilight pueden, yo con mayor razón. – la chica se mostró algo apenada. – Sólo necesito ser más fuerte. Trata bien a Rossweisse en la cita. Ella la necesita.
-Y no te preocupes si hay mirones. Xenovia parecía querer espiar, pero Irina detuvo la idea... - Rias se mostró algo preocupada. - ¿Sabes que le pasa? Se le ve algo... ida de vez en cuando.
La pregunta sorprendió al Sekiryuutei... Irina ida. Eso es raro. Mmm, parece que deberá de hablar con ella y eso es algo que hará. Sí. Necesita recuperar tiempo con su amiga de la infancia.
Pero tras todo esto. Agradece el apoyo de todas. Sabe que no es fácil para ellas esto. Rias y Twilight siempre han sabido lo que podía pasar, se han preparado, pero la teoría no es como la práctica. Akeno ni que decir, ahora que muestra más sus emociones, parece no dudar en mostrar sus inquietudes. Pero está dispuesta a ser más fuerte en varios sentidos. Por lo que... él intentará lo mismo.
-Bueno, los dejamos. Iremos al sótano a ver unas cosas. Somos las únicas que siguen en la casa, cada uno ha ido a hacer sus cosas o pasar el tiempo. Gracias a Dios... - Twilight sabía que el estrés los puede matar.
-¿Qué hay de Ruby y las demás?
-Hable con Weiss en la mañana. Al parecer Blake ha ido a comprar un nuevo libro de la serie que le gusta. Ella y las demás vendrán aquí a pasar el día. Tal vez entrenar un poco.
-Ya veo... - Asintió a las palabras de Akeno. Sabía que su maestro estaba con Azazel hablando de algo sobre las redes de información para DxD. – Oh bueno. Entonces las veo más tarde. Creo que Rossweisse ya está por salir.
-Muy bien. Sólo tengan cuidado. Ambos.
Rias le dio un beso para luego ir hacia el sótano, Twilight imitó la acción sólo que le dio una palmada en la mejilla. Akeno... ella sólo le dio uno cerca a los labios, sabiendo que aún no puede dar uno donde quiere. Pero bastaba por ahora. Y tras ver que las tres se habían ido, soltó el aire que quería soltar...
-No será fácil....
-Verdad. Pero lo vale. Es más, aún estas aprendiendo. – Himmel tenía razón. Lo mejor será...
-Lamento la tardanza. Estaba... peinándome. – Hora de la verdad...
-No te preocu...
Hay varias cosas que pensó al imaginar esta cita. A Rossweisse usando sus clásicos buzos... ¡No usar ropa de diseño! Es más, ¿¡Brillo labial!? ¿¡Quién es esta belleza que tiene enfrente!?
¡No crean mal! ¡Rossweisse es bella, bellísima! ¡Pero verla vestir acorde a su edad...! ¡es como ver a una Diosa del Valhalla y...! ¡Debe parar con las referencias! ¡Ya cállate cerebro!
-¿Me veo mal...?
-¡No! Digo... no... es que... me dejaste sin habla. Es todo.
-O-Oh... entiendo. – la chica celebró para sus adentros. Gracias Rarity.
Ambos se quedaron mudos unos segundos hasta que...
-Ahm... ¿Vamos?
-¡S-Si! ¡Vamos!
Qué incómodo era esto... muy incómodo. Pero era el inicio nada más. Pueden mejorar. Sí, aún se puede mejorar lo que sería esta cita.
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En Shinjuku, Blake había logrado llegar al lugar donde había querido. Al fin tras meses de espera, tenía en sus manos un tesoro invaluable, para ella al menos. ¡Love Ninja había sacado al fin su más reciente volumen! ¡Al fin sabrá lo que pasó luego del Cliffhanger del último libro! ¡Este autor la desea matar del maldito suspenso! ¡Pero no importa, al fin lo tiene en su poder!
Admite que no fue fácil. Cuando supo que en Shinjuku estaba saliendo ya el libro a la venta, no tardó en hallar el modo de llegar a este lugar. Le ha costado tres horas... ¡Tres! En poder descubrir cómo moverse entre todas las líneas de tren que hay en esta ciudad. Pero lo logró al fin tras tanto ensayo y error. No quita que tuvo que pedir direcciones, algo que le molesta en gran medida, más por las claras intenciones de unos hombres, pero el esfuerzo lo ha valido. ¡Está feliz!
Ahora, irá de nuevo a la maldita estación de tren, lo tomará y se irá directo a casa para abrir su libro...
-¿Dónde deseas ir? – Esa voz...
-No lo sé... La verdad, nunca he estado aquí. - ¡Esa voz si la reconoce!
-¡Ya sé, vamos a la tienda de 100 yenes que hay aquí! ¡Oí que es muy famosa! ¡Bella se llama si no mal recuerdo! ¡Y todo lo que hay ahí vale 100 yenes!
Blake se escondió tras el poste que estaba cerca suyo para ver que quienes estaban ahí, a unos metros de ella, eran Ise y Rossweisse. ¿Qué chances habían de que tuvieran su cita aquí? ¿Una en un millón? Demonios, ¿Qué puede hacer ahora? No puede salir y saludar, no. Están en una cita. Una que se ve, Rossweisse puso mucho empeño en vestirse para la ocasión. Oyó del resto que ella era... simple a sus horas de vestir... Bueno... no sabe que más pensar sin que suene ofensivo.
Pero verla ahí, sonriendo de lo más normal, bien vestida y con una buena compañía, no pudo evitar fruncir el ceño. Ella nunca tuvo la oportunidad de hacer algo así en el pasado. Claro, si tomas en cuenta que tu ex era un lunático asesino, puedes obviar varias cosas. En fin...
Ver a esos dos caminar hacia dónde sería esa tienda Bella... ¿Qué pasará de ahí? ¿Harán algo más? ¿Por qué le preocupa? No es su asunto. Date media vuelta, ve a la estación de tren y vete de una maldita vez. ¡Ya!
...
...
¿Ya se fue...? Nop. Sigue ahí tras el poste como una perfectísima imbécil. Obvio que le tiene que pasar esto.
-¿Mamá, por qué esa chica está tras el poste?
-No le hagas caso...
... Obviamente... tenía que pasar algo que pasa en sus libros. ¿¡Es broma!? ¡Porque no es gracioso que se burlen así de ella! ¡Ya vete de una vez Blake! ¿¡Qué importa si Rossweisse se vistió y pinto un poco para verse tan bella para una cita!? ¡Ella también puede hacerlo!
Ugh... ¿Por qué le molestó tanto verlos caminar con una sonrisa? ¿Qué le molesta? ¿Qué hagan algo que ella nunca pudo hacer con su ex novio? ¿Qué la chica se vea feliz? O... ¿Qué no sea ella la que está ahí?
... No. Nonononono. ¡NO! ¡No es eso, no lo es! Es... absurdo. ¡Sí, absurdo! ¡apenas conoce a Ise! ¡Sí, no niega que se ha portado bien con ella y muy paciente! ¡No niega que...! Ha llamado su atención tras todo lo que ha hecho desde que lo conoció y... que quiere ayudarla. No por una agenda oculta... sino porque... quiere verla feliz.
Agh... ¿Por qué le pasa esto? Sí, no está mal pensar que le parece interesante. Nada más. Ya. Déjalo así. Date vuelta y vete. Ahora.
Y eso hizo, pero al darse la vuelta... vio algo que hizo que su corazón se detenga medio segundo. Personas con capuchas, puestas en puntos estratégicos... con... esas máscaras... No... ¡No puede ser! ¡Se supone que...! ¿¡A quien buscan!? ¿¡A quien vigilan!?
No tardó en ver como se movían entre las sombras, de seguro siguiendo a su objetivo. Debe de seguirlos, debe de ver que están pensando. Debe de detenerlos. Y sin pensarlo dos veces, Blake fue tras esos sujetos que representan un pasado que quisiera olvidar.
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-Lo que esperaba de una tienda de esta fama. Gasté 10000 yenes en las compras. Qué terrorífico.
Rossweisse estaba sentada frente al Sekiryuutei en un conocido lugar para tomar té o pasteles al aire libre en Shinjuku. El joven miraba con una gran gota de sudor las compras que ella había hecho. Y eso que habían guardado varias en una agencia para que las manden a casa mañana... que terrorífico es el poder de las compras y el instinto femenino para este.
Habían llegado varias horas atrás al lugar, tras viajar en tren una hora para llegar a esta parte te Tokyo, más por petición de la misma Rossweisse. En medio del camino, ella llamaba la atención de los varones, algo obvio dada la belleza que es esta chica. Algo que uno puede olvidar si ves que su hobbie es comprar cosas que no pasen de los 100 yenes. No puede evitar preocuparse un poco por su futuro. ¿Acaso no recuerda lo que pasó por comprar ese buzo barato en Kyoto? Él no lo ha olvidado... y no quiere hacerlo.
-¿Te aburrí? Siento haber terminado de comprar cosas mientras era la única feliz por esto... es sólo que...
-No... No. Sólo me sorprende aún la capacidad de las mujeres para esto. Yo ya estoy muerto...
-Jajaja... sí... Es sólo que... estoy nerviosa. Es mi primera cita así que...
-¿Está bien que haya sido yo quién... tu sabes?
Rossweisse se le quedó viendo varios segundos, en los cuales se vio el sonrojo en su cara.
-Si me pidieran que eligiera a una persona para salir con los hombres que me rodean, entonces te hubiera elegido a ti, Ise-kun ...... ¡Pero por favor no me malinterpretes! ¡Es "si"! "Si" alguien preguntó! ¡Esto es simplemente una historia de qué pasaría si! – ella volvió a beber de su te, mientras se maldice por ser tan cobarde. ¿¡Por qué no puede decir lo que siente en verdad!? ¿¡Por qué es tan difícil!?
-Oh. Entiendo... - no pudo evitar sentirse algo mal... vaya forma de un rechazo en estos días. Rayos.
Rossweisse en eso notó que él se tomó muy en serio sus palabras. ¡No! ¡no puede dejar que piense eso! ¡Debe de cambiar de tema, lo que sea!
-Yo...Simplemente estudié mientras vivía en mi tierra natal ...... Las Doncellas de Guerra, las Valkirias, que estaban a mi alrededor estaban teniendo una acalorada discusión sobre héroes increíbles que se convirtieron en los guerreros de Valhalla ...... Mientras mis compañeras de clase estaban perdiendo el tiempo con el sexo opuesto, yo simplemente di todo en estudiar para acercarme a mi objetivo. – la chica empezó a decir lo que pensaba, lo que había pasado. Tal vez en un intento de que él la entienda.
-¿Te agradó la idea de hacer algo así? Digo... sé que eres una mujer muy responsable. Pero creo terminaste dándote cuenta de que estabas en un extremo que te privo de varias cosas. – Rossweisse no pudo evitar sonreír con ironía a las palabras dichas por el Sekiryuutei.
-No lo niego. Sabes... Pude convertirme en Valquiria debido a que dediqué todo el tiempo de mi juventud en estudiar, pero ahora miro hacia atrás pensando de que debí haber jugado un poco. Ahora estoy aquí, envidiando lo que otros si pudieron vivir.
-¿Por qué hablas así? Aún eres joven. Sí. Puede que hayas hecho las cosas en un orden distinto que la mayoría. Pero no quita que lograste algo increíble. Fuiste una Valquiria, secretaria de Odín. Sí, él te dejó. Pero ganaste más de lo que pensaste que tendrías. ¿Te decepciona haber terminado con nosotros?
-¡No! ¡Claro que no! ¡Ahora sé que es lo mejor que puede haberme pasado! Pero... Al mismo tiempo, me hace ver que no logro lo que me propongo... nunca.
El silencio que Rossweisse mostró, le hizo creer que ella...
-¿Es por algo de tu familia?
-Jeje. Himmel-san te lo dijo, ¿no? Obviamente, conoció a mi abuela y ella debió... decirle como son las cosas si ella quería... tener algo duradero con él. – Aún le cuesta asimilarlo por lo que ve. – Yo... no soy alguien que...
La mujer sacó algo de su bolsillo. Un símbolo, uno que habían visto en el círculo mágico que Gondur uso. Runas. No sabe leerlas, pero sabe que Fay sí. Hasta puede escribir algunas y añadir fórmulas. Pero estas se ven más... complicadas que las que su amiga tiene costumbre de ver.
-Este es un símbolo único ...... una cresta de la casa, que había sido pasada a través de mi familia. El hijo mayor de la familia hereda este símbolo y lo graba en su cuerpo y alma para pasarlo a la próxima generación. ..... Soy la hija mayor, la hija única para ser específica, pero no pude...
-Rossweisse.
-No pude heredarlo, fallé. Y debes saber cómo son las cosas allá. Es una obligación en nuestra familia hacerlo, en todos los que son de la mitología nórdica. Trabajar con los espíritus que le dan fuerza a todo. Intenté hacer el ritual, una vez, dos veces... tantas veces. Pero el símbolo jamás... jamás se grabó. No tengo hermanos, así que mi prima lejana heredó el emblema al final. Esa niña completó el ritual para heredarlo de inmediato, y lo recuerdo muy bien porque nadie como yo o los que me rodean podrían quejarse. ...... Originalmente era mala en usar la magia que es la especialidad de los miembros de mi familia ...... No sé si decir si tuve una mala compatibilidad con ella, pero todavía no puedo acostumbrarme a la magia espiritual. Aprendí a usar el estilo rúnico y el estilo gandol, pero lo que más me sorprendió fue que me acostumbré fácilmente a la magia ofensiva de las doncellas de batalla que es para propósitos de, eso, luchar. Actualmente, me he convertido en el usuario con uno poderosa magia ofensiva en mi familia ...... Entre mi familia que había estado usando las tres runas, gandol y seiz, yo era el único caso irregular. Obtuve buena compatibilidad con magia que mi familia apenas usó ... tuve la suerte de convertirme en una valquiria ... pero los resultados que obtuve no son nada en comparación con los de mi abuela durante su mejor momento. Y eso me frustra... tanto. Todo me fue mal... nada parecía irme bien. Claro, hasta que Odín me contrato y... ya debes de saber el resto. – Rossweisse río un poco.
-¿Estás decepcionada de ti misma?
-Eso creo. En mi familia, nadie me hecho la culpa o me dijo que era una inútil. Sólo me dejaron... seguir en lo que estaba haciendo. Mi familia llegó a aceptar mi situación de inmediato diciendo: "Bueno, habrá momentos en que una niña como ella aparece en un clan ". Eso me hizo feliz ... pero podría haber tenido un estilo de vida diferente si me hubieran dado una sola crítica. ......No este el estilo de vida que tengo actualmente también puede ser diferente. Tal vez por eso me hice demonio, porque quería seguir... tratando algo distinto. Aún cuando Odín me dejó... siento que logré algo. Al menos algo importante... pero me sigo preguntando, que hubiera pasado si... me hubieran dicho algo... una crítica. No lo sé. Jajaja, creo que mi madre estaría decepcionada de mí tras tanto fracaso...
-No creo eso. – ella pasó a verlo con una ligera sorpresa. – Sé que no es así. Porque... mi maestro me dijo una cosa cuando mostré no tener talento. Que el talento en un área, no es lo que te hace quién eres. Si no lo que haces con dicho talento. Hasta el más pequeño, puede crear grandes cosas. ¿Por qué crees que uso más los puños que las espadas? Porque no soy bueno con ellas. Las uso, sí. Pero porque mi cuerpo a sido capaz de aprender por el ensayo y el error. Mi maestro me hizo aprender otras cosas de paso, porque él quería que creara mi camino. Ese es el estilo de las Ocho Hojas, según lo que me dijo. Ser libre... las hojas cambian con las estaciones. Y el estilo aprende y cambia con cada nuevo maestro. – Ise sonrió con nostalgia. – Creo, que tu familia vio en ti, la oportunidad de que alguien de su familia pueda seguir su camino y no el marcado por un simple símbolo.
-Ise-kun....
-Eres profesora Rossweisse, se ve que amas enseñar y conectar con quienes enseñas. ¡ayudaste a Xenovia! ¡Creo que eso dice mucho!
-Jajaja. Ella no es tan tonta... sólo tarda un poco...
-Lo ves. Ray lo intentó por semanas, pero tú le das una nueva forma de estudiar y mírala. Sé que recibiste la invitación de Sona, sé que debes de dudar... pero... Veo en ti la clase de persona que le puede enseñar a un niño, lo que le cuesta tanto. Porque tienes ese amor por lo que haces. Tienes... esa pasión por el trabajo que tienes. Algo que no muchos pueden decir con orgullo. – Rossweisse lo miraba como esa vez el día de ayer. Con esos ojos... - No sé lo que piensas a futuro. Ni yo sé que deseo ser. Tal vez transmita el conocimiento de las Ocho Hojas y tomar uno o dos discípulos, porque veo que me gusta enseñar el arte que mi maestro me dio... ese que me hizo, volver a saber lo que era vivir.
-Estoy segura que Rean-san se emocionaría si te oye.
-No lo dudo. – ambos rieron un poco. – Sé que no puedo darte grandes consejos en que hacer. Pero puedo estar contigo y ayudarte... estar ahí para escuchar lo que tengas que decir. Claro, si no te molesta.
Rossweisse sonrió al oír eso. Tal vez era lo que quería oír. Por puro impulso, tomó la mano de Ise, la que estaba sobre la mesa, y la apretó con firmeza y algo de dulzura. Una que el Sekiryuutei devolvió.
-Me encantaría... tal vez vayamos a otra tienda de 100 Yenes.
-Si me dejas ir a una tienda de mi gusto, es un trato.
Los dos se quedaron viendo unos segundos. Ise pudo ver al fin a la verdadera Rossweisse, una mujer que sentía haber fallado al legado de su familia. Una que, trata ahora de hallar su camino. Sin duda era bella, pero verla así.. la hacía aún más bella. Y no podía negar que siempre se sintió atraído a ella. Rossweisse por su lado, supo que había elegido bien. Qué este hombre, con todos sus defectos, se preocupa por ella y quiénes lo rodean. Qué tras tanto dolor, tiene tanto para dar. Y ella quiere ser una de esas personas a las que él...
Se sonrojo más al ver que... la oportunidad era ideal. Era perfecta. Sólo unas palabras... unas simples palabras y... ella... tomó aire para calmarse. Pasó a verlo con una intensidad que él nunca esperó ver. Una, que logró ponerlo nervioso.
-Ise-kun... yo... Es lo que dije antes... mentí... no es la única razón por la que te pedí esto... es algo más... y temo... temo que si callo, pierda la oportunidad. Quiero decirlo ahora, que tengo la oportunidad... - El Sekiryuutei se mostró nervioso por una razón. – Ise-kun... desde unas semanas... yo... yo...
Antes que ella logre terminar lo que iba a decir, el X-Pulse de Ise reaccionó a algo... ¡Sed de sangre, desde varias direcciones! Se puso de pie sin soltar la mano de Rossweisse que también se vio parada por la repentina acción.
-¿Qué pasa...?
-Pensar que estarían a campo abierto. – la chica sintió que alguien acariciaba su cabello desde atrás. – que inocentes.
El Sekiryuutei rápidamente puso a la chica atrás de él, sólo para ver con odio a la persona frente de ellos. Quién se mostraba de lo más tranquilo.
-Euclid... - el demonio sonrió, la imitación de sonrisa que da, al ver la cara del Sekiryuutei.
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Blake estaba caminando por la multitud que había. Había perdido a esos tipos. ¿Qué hacían aquí? ¡No tenía sentido! ¡Ellos...! Se supone que tras la muerte de Adam, el grupo se hizo pedazos. ¿qué estaba pasando?
No podía irse y dejar las cosas así. Se acomodó su sombrero, para seguir caminando. Sólo para detenerse al sentir un cambio en el ambiente, uno que sus orejas captaron y que... no... No aquí... alzó la vista para ver las cámaras que saben están en la zona...
No están activadas... algo las detuvo o algo... ¡No! ¿¡Aquí!? ¿¡Un ataque aquí!? No puede ser... Fue en ello, que su vista se posó en quienes sabían estaban aquí. Sólo para sudar frío al ver a la persona miraban... ¡Euclid, él estaba...!
Fue en ello que sus instintos hicieron lo primero que podía. Ver la zona... habían varias personas, pero sus sentidos le hicieron captar 3... 4 presencias conocidas. Eran... Hanyous... Y estaban con la vestimenta que uno usa al ser White Fang... Y estaban... con algo en mano... eso era... Lo reconoce, ya que ella una vez uso una...
-Bomba.
Un ataque terrorista aquí... en Japón. Dónde hay gente inocente... ¡Debe de...!
Sintió algo tocar su espalda. Volteó con duda y era... uno de ellos. Amenazando con una daga.
-No te muevas... traidora.
Lo que le faltaba... Esto estaba mal....
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-¿Qué haces tú aquí? – El Sekiryuutei estaba alerta, la multitud aquí presente hace que todo sea más difícil de tratar. No puede llamar la atención.
-Vine por un simple motivo. Tu amiga. Deseo que se nos una. – Rossweisse se puso pálida al oír ello. – Tiene algo que deseamos.
-¿Qué? – el demonio no estaba siendo claro.
-Aquí está la sabiduría. El que tiene entendimiento, que cuente el número de la bestia. Porque es un número de hombres: y el número de él es seiscientos sesenta y seis.
-Un pasaje de la Biblia. Del Apocalipsis... ¿Cómo es que sabes de eso? Un demonio no podría...
-Tengo mis métodos Ex Valquiria. Es más, se sabe que hiciste un trabajo en relación a esto... en tus días de estudiante.
Rossweisse empezó a sudar. ¿cómo es que...? Ese trabajo lo dejó de hacer, sólo hay notas sin importancia en su antigua escuela. Este sujeto, son peligrosos si es que lograron hacerse de algo que ella creyó haber dejado atrás hace años. Sólo su compañera de cuarto sabía de qué... ¡No!
-Las evidencias deben ser eliminadas. Tu amiga fue útil... - él... ellos... Rossweisse sintió unas lágrimas salir de sus ojos al captar que la habían eliminado tras obtener lo que querían. - Pero no es mi única razón para estar aquí. ¿sabes? – Euclid tomó algo de su saco, era un papel. – Esto, es algo que he planeado para hacerte pedazos Sekiryuutei. Y mis nuevos asociados tienen una Vendetta contra ti.
¿Asociados...? ¿De qué está...?
-Ise-kun... - la voz algo temblorosa de la mujer, lo hizo pasar a verla y...
Vio que una chica encapuchada tenía un cuchillo apuntando a la espalda de Rossweisse. Ni supo cuando es que ella... ¿Cómo...? Pasó a ver a todos lados de modo discreto y sintió presencias nada humanas.
-Ellos te reconocen. Pero de seguro tú no. Es una lástima que las cosas se hayan puesto de este modo Sekiryuutei. Es más, ¿Qué pensaría la Alianza si es que... pasa algo aquí?
Ambos empezaron a sudar frío. El tipo está hablando en serio... no bromea. No... Él quiere...
-Y al parecer, esa chica del grupo de cazadoras de antes, la de orejas de gato, está aquí. Se dio cuenta de nuestros planes y... la tenemos vigilada.
-Blake... - Ahora también de debía preocupar por su amiga. La busco con la mirada, sus ojos lograron captar que estaba a unos metros de ella, solo que con alguien atrás suya. – Rayos...
-¿No es gracioso? Esta paz. Estos humanos, no ven lo que pasa. Son débiles a simple hechizos que cambian sus perspectivas. Y esto, hace que todo sea más sencillo.
El Sekiryuutei empezó a temblar. Había tanta gente aquí. Había niños, familias... este tipo no... no le importa nada más. Sólo hará lo que le venga en gana. Y esta situación....
-No... Son gente inocente... No saben nada de nosotros. No saben lo que pasa... No los metas en esto.
-¿Importa? Son humanos. Son seres que viven en ignorancia al resto del mundo. Creen tener el control. Pero son sólo ovejas que deben ser sacrificadas por seres como nosotros. – Ise miró al tipo con más rabia. – Todo ha sido planeado muy bien... En especial, cuando sea la hora. Dime Sekiryuutei... ¿Qué se siente saber que no puedes evitar lo inevitable? No importa que hagas ahora, no puedes salvarlos a todos.
Maldita sea... ¡No...! ¡No puede hacer nada! ¡Hay mucha gente! Pero... ¡Al demonio, le importa poco si es descubierto! ¡Debe de evitar que este tipo...!
Blake por su lado, vio que los que tenían la bomba estaban en posición. Fue ese segundo que su captor asintió a la señal, que le dio la oportunidad de moverse y golpear su mano con el arma blanca. Se la quitó y la clavó en su cuello, sin importar nada más. La sangre y el cadáver fueron olvidados por la muchacha, quién corrió hacia sus amigos. Para poder gritar...
-¡Una bomba!
El Sekiryuutei vio a la chica ir hacia ellos. Todo en ese momento fue cámara lenta. Se movió para patear a la que tenía a Rossweisse retenida, la captora saltó hacia atrás al mismo tiempo que veía una sonrisa en ella. Ise tomó a Rossweisse en sus brazos y la empujó a un lado, donde Blake estaba. Vio la sonrisa de Euclid antes de posar su vista en la gente en la zona...
En eso, se sintió y escuchó el sonido de una explosión. Una que mandó a volar todo lo que estaba en la zona. El Sekiryuutei salió volando por la onda expansiva hasta impactar con algo. No supo que... sólo sintió el zumbido en sus oídos y la quemadura que debe de tener. Luego de ello, sólo hubo una ligera oscuridad hasta poder captar que estaba pasando. Ese día, supo que el mundo no sería lo mismo...
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Blake sintió sus oídos, tanto humanos como gatunos, zumbar. Estaban sangrando, no lo duda. Lo primero que hizo al recuperar su orientación, fue ver dónde rayos estaba.
Alzó la vista, yacía en el suelo. Sus ropas dañadas por lo reciente, pero sacudió la cabeza para volver a centrarse. Y cuando su vista se estabilizó... vio todo. Lo que la hizo tener ganas de llorar...
Fuego... caos... destrucción... muerte. Lo que hace poco fue un lugar transitado y pacifico, se había vuelto una pequeña zona de guerra. Construcciones dañadas, fuego... cadáveres de los que no tuvieron la suerte de saber que rayos los mató. Sin saber... ¿por qué murieron?
Se puso de pie, tratando de hallar a Ise y Rossweisse, la última estaba cerca de ella cuando todo pasó. Buscó unos segundos, sólo para verla arrodillada al lado de algo... alguien.
-Rossweisse... - Caminó hacia ella y con cada paso, vio que ella tomaba la mano de alguien... un adolescente. – No...
-Yo... no sé... él... - Verla en ese estado, la hizo entender que nunca había visto esto. Sí, habían luchado a morir. Pero la muerte de este modo... nunca. Injusta. Cruel... - Él...
-Está muerto Rossweisse...
-¡No! ¡Él...! ¡Él era de mis alumnos! ¡De primer año! ¡Tiene un futuro por delante! ¡No puede...! ¡No así! ¡No es justo!
Verla llorar a pesar del dolor que debe tener por las heridas y las quemaduras. Si han sobrevivido es porque son seres que van más allá de lo normal. Pero estos humanos... Una parte de ella, la hizo pensar que tuvo suerte... murió de modo rápido... sin dolor. Otros no serán tan afortunados. La agonía... es lo peor en una muerte.
Blake se arrodilló al lado de Rossweisse, quién seguía llorando. Acercó su mano a los ojos del cadáver y los cerró... tenía esa expresión de haber muerto... sin saber que ocurrió. La había visto tanto, que le duele ver que... está acostumbrada.
-Vamos... - Trató de levantarla, pero ella seguía igual. - ¡Vamos! ¡Ise está por ahí, la explosión le dio de lleno! ¡Debe estar peor que nosotras!
-Ise-kun... - el nombre del muchacho la volvió a la realidad. - ¿Dónde...?
-No sé. Todo fue rápido. Ni sé si las autoridades llegarán rápido. Todo fue planeado. Las cámaras no grabaron nada. Este modus operandi... Es algo que White Fang haría.
-¿El grupo al cual...? ¿¡Cómo es posible!?
-¡No lo sé! – Blake gritó con exasperación, rabia y tristeza. - Lo único que sé, es que están en la zona y...
Ambas vieron cómo varias figuras encapuchadas se mostraron ante ellas, portaban máscaras que eran calaveras... Sí, White Fang estaba aquí. Y... habían estado haciendo lo que mejor saben. No dejar sobrevivientes. Habían estado matando a los que debieron sobrevivir.
-¡Ustedes...! – Blake habló como un felino furioso. - ¿¡Por qué...!?
-Porque esto es lo que hacemos traidora. – uno de los miembros ahí presentes, habló. – Pensar que tú, quién seguía nuestro ideal, pusiera en tela de duda... nuestra meta. Después de todo, fuiste la mujer de nuestro salvador.
-¡Adam era un hijo de puta! ¡Uno que está muerto! – Blake sabía que estaba desarmada, Rossweisse parece haber recuperado su deseo de luchar, al ver a quiénes hicieron esto. - ¿Puedes moverte?
-Si...
Rossweisse sabía que deben ser rápidas. Si esto se extiende, quién sabe que puede pasar. Tal vez puedan salvar a unos cuantos civiles...
De las 5 figuras, la que se movió primero parecía tener la velocidad de un felino o algo similar. Siendo Blake la que logró reaccionar mejor e ir a su encuentro. Uno que no duró mucho, la chica sacó el lazo que siempre lleva consigo para ponerlo en el cuello de su enemigo y así rompérselo sin miramientos. Estos tipos buscan matar... y les darán lo mismo en retorno.
Rossweisse cargó magia en sus manos e hizo que del suelo salgan estacas hechas de tierra. Sus enemigos saltaron, esos reflejos eran nada humanos. Por lo que la hizo reaccionar a mayor velocidad. Lanzó ráfagas de fuego a todos, unos lograron esquivar o contrarrestar con magia. Pero la ex Valquiria no había acabado, modificó el fuego en medio del ataque para que estos se vuelvan cadenas... el calor de estas atrapó a sus víctimas y las hizo sufrir una dolorosa muerte antes de que Blake usara el mismo cuchillo de antes para acabar con sus miserias. Dado que no quiere ser como ellos, lo hizo rápido... indoloro. Al menos para sus estándares.
Le sorprendió poco ver la mirada fría de Rossweisse. Sí... ella estaría igual. Parece que poco o nada se siente cuando matas al culpable de tanto dolor. Y no la culpa... al menos... sabe que puede hacerle frente. Pero escuchó pasos... camuflaje... sólo una persona tiene esa habilidad en White Fang.
-¡Sal de una vez Ilia! – Blake sabía que su ex amiga estaba aquí. - ¡No hagas que te ataque!
-Veo que... sigues con la creencia de que los humanos merecen una oportunidad.
De repente, ambas voltearon a ver que de los escombros, había una chica de tez bronceada y unas marcas en su piel. Tenía en mano una máscara, símbolo de White Fang.
-Que bueno verte Blake. No has cambiado nada.
-¿Quién...?
-Ilia Amitola... Miembro de la red de asesinato de White Fang... la tercera al mando... cuando Adam y yo éramos los que... estábamos al mando. – Blake habló con vergüenza a la pregunta de Rossweisse, quién pasó a ver a la nueva enemiga con odio.
-Veo que tu nueva amiga me odia. Lástima que se me ordenó no matarla. – Ilia mostró el cuchillo con el que amenazó a la ex Valquiria. - ¿Por qué sigues con esa creencia tonta Blake?
-¿¡Y está bien lo que hacen...!? ¡Gente inocente Ilia, ellos no sabían nada!
-Son humanos... todos son iguales. ¿U olvidaste lo que ese grupo que se hizo llamar héroes nos hizo años atrás? ¿¡Has olvidado como somos tratados nosotros los híbridos en este mundo!?
-¡Esa no es razón para matar a gente inocente! ¡Ellos...! ¡Ellos no saben ni que existimos! – Rossweisse contuvo las lágrimas que querían salir.
-Pero lo harán. Ya es hora de que los humanos vean... que ellos no tienen control de nada. Qlippoth nos dio a nosotros, White Fang, la oportunidad de acabar lo que Adam inició. Sí, no niego que estaba loco... ¿Pero eran sus ideas erróneas? ¿Está mal querer hacer el cambio a través del miedo? Los humanos... los demás no entienden a la buena. Lo harán a la mala... o serán destruidos por los híbridos que dejaron a un lado... como si fueran basura.
-¡Ilia...!
-Mi misión acá, acabó. Me retiro... oh. Lo olvidaba. Espero que ese maldito dragón sufra lo que se le viene. Euclid lo ha preparado exclusivamente para él.
A esas palabras, la chica desapareció, tan rápido que ninguna pudo reaccionar. Blake maldijo las habilidades de camuflaje de la chica, esa la hacía perfecta para el arte del asesinato. Pero lo último que dijo, es lo que la puso nerviosa. A ella y Rossweisse.
-¡Debemos hallar a Ise-kun!
No había peros ahí. Ella sabe que Ise se puede cuidar sólo. Pero no puede evitar pensar, que ver este escenario lo puede afectar. Más que a cualquiera y... Teme que algo le pueda pasar. Ambas corrieron rápidamente en busca de su amigo, tratando de... no ver la muerte que había a sus pies.
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El Sekiryuutei caminaba de un modo desorientado. Sus oídos sangraban por lo que pasó, el zumbido no se iba. Pero confía en la capacidad regenerativa que Skeith le proporciona para lograr seguir.
Sus pasos eran algo tambaleantes, pero servía como... algo que le permitía ver lo que había pasado con mayor claridad. Ver lo que hace poco era una zona calmada y pacífica, en esto... le daba una sensación horrible en su estómago. Y lo hacía pensar... ¿Pudo hacer más? Obviamente no. Pero él no podía evitar sentir la culpa. ¿Cuántos han muerto...? ¿Cuántos han perdido gente que les importaba sólo... por esto?
Vaya líder... Vaya grupo que eran. En sus narices... habían hecho un ataque que ha sacudido... no, ha destruido lo que creían. Qué el mundo humano estaría a salvo de ataques. No era así, nunca lo fue. Sólo fue una creencia estúpida... el pensar que sujetos así, seguirían las reglas.
Ise se apoyó en una de las paredes, tratando de volver a tomar el equilibrio que le era esquivo. Alzó la cabeza para ver que... Había más muertes de las que pensó... más dolor que tragar de un modo amargo y horrible.
Sintió su X-Pulse activarse. No era Euclid, pero igual le sirve. Ver la máscara de quién es uno de los responsables de esto... White Fang... ese grupo, esos que desbarató hace dos años. Ese... que ha creado esta horda de muerte que ahora respira en el humo que hay.
-Veo que no me reconoces.
-¿Debería? – Sonó más cruel de lo que intentó.
-Si. Para ti, no valemos nada. ¿no? Soy uno de los que vieron como acabaste con nuestro líder. Nuestra esperanza... nuestro sueño.
-¿Sueño...? – El Sekiryuutei se lamió los labios para sacarse la sensación de sangre en estos. - ¿¡Esto los lleva a sus sueños!?
-Es necesario... Euclid nos dio la oportunidad de volver a luchar por nuestro mundo ideal. Y eso es lo que haremos.
¿Ideal...? ¿¡Cuál ideal!? ¿¡Esto!? ¿¡Muerte y dolor!? ¡Qué estupidez!
Ise canalizó poder en su brazo derecho y la zona de la casaca y los vendajes que lo cubrían, se rompieron para dar paso al brazo recubierto de escamas.
-Veo que... ahora eres como nosotros.
-Primero muerto...
Ambos se vieron unos segundos, antes de que uno haga el primer movimiento. Ise se movió más rápido, estaba enfrente del sujeto este. Que se mostraba era descendencia de un Minotauro por el tamaño y la fuerza de su golpe. Pero el Sekiryuutei fue más rápido... esquivó el golpe y sin dudarlo, clavó su garra derecha en el pecho de su enemigo. En un segundo, tenía el corazón del tipo en la mano y lo aplastó sin piedad... la muerte fue inmediata. Viéndolo caer como un muñeco al suelo, lo hizo sentir nada... ¿Estaba mal...?
-No... Sólo demuestra que... no ves ganancia. Pero a la vez, entiendes que es necesario.
Sí... era verdad. Estaba seguro de que... se dio vuelta, tratando de ver si logra hallar algo. Uno que haya sobrevivido a esto.
Y lo hizo... oyó algo... voces bajo unos escombros. Se acercó a estos y oyó dos voces... un hombre y una mujer. Muy bien. Empezó a alzar los escombros uno a uno, la fuerza del brazo derecho ayudaba en su labor. Y al ver que había llegado a las personas... ocultó su brazo como pudo con el resto de la casaca... mejor que nada.
-¿¡Cómo están...!?
Ver que era una pareja joven, que la mujer estaba embarazada, le hizo sentir que... Rayos. Un paso en falso y una vida habría acabado antes de iniciar.
Ayudó a ambos a pararse, en especial a la mujer que se mostraba más preocupada por el bebé que lleva dentro que ella misma.
-¡Vayan por allá, de seguro ya hay alguien que los puede ayudar! ¡Ya!
La mujer lo miro. Se veía el agradecimiento en sus ojos. Y él sabía que ella nunca lo iba a olvidar. Aunque él quiere que olviden todo...
Verlos irse a paso lento, pero a salvo... lo hizo suspirar. Debe de seguir buscando más gente. Al menos uno más... uno más.
Caminó y caminó... en medio del desastre. Tratando de que sus oídos y ojos logren ver vida. Pero había muerte... mucha muerte. Su mente iba hacia tantas cosas. Rossweisse y Blake... ellas estaban aquí. De la última no sabe porque, pero espera que esté bien. Ha llegado a apreciarla en estas semanas que se conocen. De Rossweisse... obviamente, la quiere a salvo. Pero su mente pasó a los responsables de esto... White Fang... Debió matarlos a todos... debió hacerlo... Pero... Eso lo habría vuelto lo que él enfrenta.... Su mente, fue a Euclid ahora.
Ese Bastardo... sonrió... ¡Sonrió! ¡el muy hijo de puta sonrió al saber lo que iba a pasar! ¡Él...! Un minuto... ¿sonrió...? ¿No era que él no tiene emociones...? Eso significa que...
Luego pensará en ello. Ahora debe de...
-Ver que buscas gente con vida, es algo patético de ver, Sekiryuutei.
-¡Euclid! – el joven volteó para ver al responsable de este desastre. Se le veía tan calmado. - ¡Hijo de puta!
-¿Está bien insultarme de ese modo? Mi madre es la de Grayfia...
-¡Grayfia no se parece en nada a ti! ¡Ella nunca...! ¡Ahora veo la verdad en sus palabras, que ella sentía que estabas mal! – Ise en eso notó algo que no esperó ver en el demonio... ¿Fastidio...? ¿Acaso...? - ¿¡Por qué!? ¡Maldita sea! ¡Eran personas inocentes!
-No hay nada de inocente en este mundo Sekiryuutei. Nada. Y ya has visto que ni el mundo humano es seguro. ¿Qué pensaría mi hermana si viera la escena que la hizo cambiar de bando en la guerra civil, de nuevo?
El demonio bloqueó el golpe del Sekiryuutei, sintió un ligero fastidio en su mano. Fue más rápido de lo que espero... Y al ver sus ojos, estaba ahí... la bestia quería salir y matarlo.
-¡No te dejaré! ¡No te acercaras a ella! ¡Ni a nadie!
-¿Seguro de querer llevar esta pelea aquí? Sabes que Japón se hará pedazos si lo hacemos, ¿no?
Euclid alzó a Ise y lo lanzó a uno de los autos que estaban ahí... destrozado. El Sekiryuutei le importó poco el dolor... ya casi no lo sentía. Su mente centrada en una cosa... Pero... ¿De qué sirve atacar...? No puede ganar ahora. Pero... tal vez pueda ver algo que le sirva luego contra este sujeto.
-¿Por qué tanto interés en lo que Grayfia piense ahora? ¿No era que no te importa?
-Y así es. Sólo quiero ver... cuando note que se equivocó de bando.
-¿Bando...? ¿Cuál...? ¿El nuestro? ¿el suyo...? ¿o el tuyo? – ahí está de nuevo la reacción. Sí... parece que halló algo. – Grayfia nunca se uniría a ti o esos bastardos que tienes de aliados. Ella ama a este mundo y los que viven en él... porque aquí vive su hijo y el hombre que ama. ¿No has pensado eso?
-Irrelevante. Mi hermana no importa...
-¿No? ¿Por qué entonces reaccionas de un modo distinto cuando hablamos de ella? Dime, ¿Por qué te interesa si tú mismo has dicho que ella te importa nada tras entregarse a Sirzches? – El Sekiryuutei sonrió al ver que... - ¡Porque te importa al final! ¿¡Qué no lo ves!? ¡Es obvio! ¡Haces esto por una razón y ya la vi!
Ver que la cara neutral mostró algo al fin... Ise supo que lo había logrado. Había visto algo que otros no. Sí, tal vez... no le sirva. Pero puede trabajar con esto.
-Di lo que quieras Euclid... pero entiende esto. Ahora no ganaré, pero te juro... que cuando peleemos. Te haré sufrir para que desees morir. Te haré pedazos. Y eso te lo juro con mi vida. Haré que pagues todo el daño que has hecho. Porque... ya no me das miedo... me das lástima.
Ise sintió como era alzado del suelo... Euclid lo tenía agarrado del cuello, sintió el dolor en su cuello. Pero sonrió... al ver que tenía una pista, una luz para vencer a este sujeto.
-Si es que logras ver ese día. O si logras ver de nuevo. - ¿De qué está...? – Esto es algo especial para ti Sekiryuutei. Veamos cómo afrontas... estar en la oscuridad.
Ise vio al demonio alzar su mano frente a su cara y de esta aparecieron varios símbolos, runas... magia de distintas clases, pero era la esencia de esta magia, lo que lo puso de nervios....
-¡Eso es...!
-¡No!
Apenas sintió el miedo que salió de las voces de Himmel y Skeith, sólo para sentir el destello en la cara, en sus ojos y ser lanzado hacia atrás para chocar con el suelo...
-Con eso... veremos quién es más patético. Hasta nuestro próximo encuentro, Hyoudo Issei.
Sintió la presencia del demonio desaparecer. Él por su lado trató de pararse, no estaba herido... ¿Por qué...?
-¡Ise-kun! – esa voz, Rossweisse...
-Oye, reacciona... - esa es Blake....
Abrió los ojos para tratar de verlas... sólo para... no ver nada. Estaba oscuro...
-¿Ise...? ¿Qué pasa? ¿Por qué pones tus manos frente a tus ojos? – oyó el jadeo de Blake al captar que... - ¡Déjame ver tus ojos!
Rossweisse vio a la chica hacer que Ise la vea... sintió las lágrimas salir de sus ojos al ver que los ojos de Ise... sus ojos...
-No... ¡Por favor no!
Blake tembló de la impotencia y la rabia al ver la verdad... y el Sekiryuutei ya la había captado al ver que no veía a pesar de saber que tiene los ojos abiertos...
-¡Yo tampoco puedo ver! ¡Maldita sea, ese demonio...!
-¡Magia de sellado! ¡Selló el sentido de la visión! ¡Se supone que es magia olvidada!
[¡Compañero...! ¡Ise reacciona!]
Ise al fin captó lo que Euclid le dijo al final... Pero el peso de la verdad era igual de fuerte y dura...
Estaba ciego. Euclid lo había dejado ciego de alguna manera... y no sabe que hacer ahora.
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Encima de un edificio, Ilia vio como el Sekiryuutei era ayudado a pararse por Blake y la otra mujer. Sonrió al ver que el plan había sido un éxito. Y sonrió más al ver que Euclid llegaba a su lado. Con una expresión de satisfacción absoluta.
-Veo que hemos logrado nuestra meta.
-Asi es. La pérdida de tus hombres, no fue en vano. El Sekiryuutei ha sido neutralizado.
Sí... la posibilidad de que se lance a pelear de nuevo, es nula. Sería una locura. Es absurdo pensar en esa posibilidad. Ilia sentía que estaban logrando al fin vengarse de él. Sí, eso era lo que él merecía tras destruir sus sueños. Sí, verlo sufrir será un buen pago.
-¿Qué harás ahora...?
-Lo mejor será que nos centremos en lo que importa. Luego pueden seguir con sus ataques. Lo primero es...
-Si, ya sé. Mientras el viejo cumpla su palabra, nosotros ayudaremos en lo que necesitan. Y más.
Ilia despareció tras decir ello, de seguro para informar de lo que se viene. Al menos eso cree. Pero...
Euclid se quedó viendo el camino por donde ese muchacho de fue con esas dos. Sabe que lo que le hizo, lo pondrá en una situación difícil. Pero... ¿Por qué el sentimiento de intranquilidad? Es absurdo. Sus amenazas, no son nada.
Sí, está exagerado... es más... no puede evitar soltar una risa al pensar en lo que le espera. Porque es imposible que se levante luego de esto. No lo hará... estaba acabado. Él había ganado.
Se fue del lugar que se había vuelto, una marca, una advertencia. Qué Qlippoth atacará donde sea... incluso a los humanos que no saben nada. Porque al final, el destino de este mundo... será desaparecer.
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