
Más allá del Engaño
En el lugar, Akeno miraba con detenimiento al tipo que era su enemigo. Por apariencia pura diría que no sería un problema si es que no tuviera a un Cerbero y un Serpopardo de mascotas. Lo más raro era que las bestias se mostraban muy... mansas y hasta tranquilas cuando en realidad son bestias indomables en la mayoría de casos y muy feroces.
Ver como el gran can guardián de las puertas del infierno abría la fauce de una de sus cabezas la hizo prepararse. Alzó vuelo al ver una de las ráfagas de fuego ir hacia ella y con un movimiento ágil de su parte esquivó la dicha esfera para luego dar un ataque eléctrico al animal quien se mostró más que afectado por el reciente impacto.
Luego de ello, fue el turno del Serpopardo en atacar. El león de gran cuello no tenía que hacer demasiado para acercar su boca a la chica quien de inmediato lanzó varias ráfagas de magia al animal para tenerlo al margen pero este las mordía y hasta se las tragaba como si se tratara de su alimento. Al ver ello, Akeno optó por lanzar ataques más pequeños pero dirigidos al cuerpo de la bestia al ver que atacar a la cabeza no haría ninguna ganancia.
Akeno lanzó sus ataques para luego alejarse del animal, que se quejó por el ataque, para luego pisar tierra y cargar electricidad en su mano y ponerla en el suelo para crear una fuerte corriente eléctrica en la zona donde estaba el enemigo. El Serpopardo se vio muy afectado por el ataque de Akeno, ella por su parte se tuvo que poner de nuevo en guardia ya que el Cerbero de lanzó al ataque esta vez usando sus grandes garras para tratar de darle.
Con un salto a un lado, la chica logró salir de ahí sólo con unos rasguños en su ropa ocasionados por el viento que esa garra generó. Akeno dio un par de saltos más para esquivar las bolas de fuego que venían hacia ella desde arriba, pelear con un ser de una cabeza era difícil y con tres... lo será aún más.
-Si, ese perro es tan molesto como lo recuerdo. – La chica recordó el incidente con Kokabiel y como este trajo consigo al enorme animal. – Suerte que ya tengo experiencia en este rubro y que soy más fuerte.
-Entonces demuéstralo. – a las palabras de Innis, Akeno creó una lanza de luz y la lanzó al aire.
La lanza al alcanzar cierta altura se volvió un número casi ilimitado de lanzas más pequeñas que fueron al impacto contra el enorme can quien recibió una de esas lanzas en un ojo de sus tres cabezas. Soltó un gran rugido de dolor y de rabia, abrió la boca para lanzar una gran llamarada a la chica quien alzó vuelo. En un movimiento rápido, Akeno cargó poder para crear una especie de escudo.
Las llamas del can impactaron al escudo que por la misma fuerza del ataque empezó empujarla hacia atrás pero con un solo cambio en la posición de sus manos, Akeno redirigio las llamas hacia donde estaba el Serpopardo. El animal recibió el impacto de las llamas del Cerbero en todo su cuerpo y empezó a gritar de dolor. Eso bastó para que el can deje de atacar y se enfoque en usar más sus garras para tratar de hacer un daño real pero las tres esferas de luz en frente de sus tres cabezas y la obvia explosión que hubo al estallar esas tres al frente suyo hizo que este caiga al suelo con las cabezas casi destruidas. El Serpopardo por su lado estaba en su lugar totalmente inmóvil... parece que pereció ante el poder de las llamas.
Akeno sabía que hace unos meses, esta hazaña hubiera sido imposible sola pero se ha entrenado para usar la luz de manera consciente sin tener que mezclarlo con su electricidad y además de que gracias a su nexo con Innis, puede distribuir mejor su poder y no gastar tanta magia. Si bien antes esta batalla hubiera terminado de otro modo, ella está en un nuevo nivel también.
-Bravo, magnífico. – las palmadas del sujeto ese, la hicieron mirar en su dirección. Ver como él no se había movido ni un centímetro de su sitio era... se le ve muy confiado. – Veo que no sólo eres bella, sabes como pelear de manera elegante.
-¿Qué harás ahora? Tus bestias están derrotadas. – Akeno creó una lanza de luz para luego cargarla de electricidad. – Sal de mi camino, no eres un rival para mí.
-Lo sé, eso lo sé muy bien. – Marik se mostraba muy calmado al decir eso, como si no tuviera importancia de que... la estén muertos. – Pero la batalla no ha acabado aún linda, aún siguen en pie de lucha. – el hombre levantó un poco el cetro que llevaba en mano y el brillo que salió de este era... terrorífico.
El brillo duró unos segundos pero bastó para cumplir su meta. De repente, ante la sorpresa de Akeno... las bestias que creyó haber derrotado se empezaron a levantar. Esa vista la hizo sudar frío, eso no era posible. Ambas bestias se pusieron en pie y soltaron un poderoso rugido, uno que le sacó más de un tic nervioso.
-Parece que no será tan sencillo como creímos. – Innis analizaba todo con calma, ese cetro... - Ya veo, si fueran seres racionales se hubieran quedado en su lugar esperando la muerte pero no... él los obliga a levantarse.
-¿Qué...? – Akeno en eso recordó la habilidad del cetro, controlar a las personas o a otros seres que estén en su rango de poder controlar. – No... los fuerzas a luchar yendo contra su dolor y agonía.
-Jajajaja, es correcto. Maravilloso ¿Verdad? – Marik se mostró más que complacido y feliz de ver a sus bestias levantarse para seguir la lucha. – Son las mascotas perfectas, ambas fueron un regalo del benefactor de Aknam y... decir que el poder de control del cetro en ellos los vuelven armas de ataque únicas.
-Bastardo... Eso es inhumano, los fuerzas a luchar aún sabiendo que están moribundos. – Akeno apretó los puños con rabia al ver que... para él, esos animales eran sólo armas que deben pelear hasta morir.
Lanzó sin piedad una ráfaga eléctrica hacia el humano quien ni se molestó en moverse, eso era porque el Serpopardo se puso en el camino del ataque y lo recibió así como así, actuó de escudo. Akeno no creyó lo que vio, fue en ese segundo de duda que recibió el impacto de la embestida del can del Inframundo en todo su cuerpo, el impacto con uno de los muros del lugar le hizo sentir un enorme mareo producto del impacto de su cabeza con dicha estructura.
-Ooh, eso dolió... ¡No debiste bajar la guardia! – Akeno sabía que su otro yo tenía razón, cometió un error pero al ver como ese felino protegió al sujeto ese sin importar su salud o sus heridas... - están siendo controlados, no pueden hacer nada contra esa cosa aunque quieran.
Akeno se levantó con pesar, no tuvo tiempo para decir algo ya que el Serpopardo fue tras ella. Alzó vuelo como pudo y logró esquivar apenas el ataque de la bestia que tras dar su zarpazo creó una onda de viento que la desequilibró unos segundos. Segundos que bastaron para que el can se lance al ataque con la boca de una de sus cabezas.
Akeno de inmediato envolvió todo su cuerpo en electricidad e hizo que la corriente eléctrica lo recorra para que bien esa cosa la toque, sienta una buena descarga. Dicho y hecho, al momento que el Cerbero tuvo a Akeno en una de sus bocas, la corriente eléctrica lo mandó a volar lejos de ella debido a que recibió todo el impacto eléctrico en su interior. Cayó al suelo debido a la fuerza eléctrica y al daño hecho... todo mientras Akeno trataba de recuperar en algo el aliento.
La chica estuvo tan centrada en ello que no sintió cuando el Serpopardo saltó hacia ella para dar un zarpazo, cuando lo notó ya era muy tarde para hacer algo más que defenderse creando una barrera defensiva que logró bloquear el ataque a su persona en su mayoría pero no impidió que fuera mandada al suelo.
El impacto de su cuerpo con el suelo fue tal que tras el impacto inicial, rebotó tres veces más antes de quedarse quieta. Sobra decir que Akeno sentía un dolor casi indescriptible. Escupió sangre al sentir el ardor en su cuerpo... fácilmente tenía unos huesos rotos. Trató de ponerse en pie solo para sentir que su ala estaba rota... no podrá seguir volando usando sus alas de demonio.
-Veo que en verdad lo tienes difícil linda. – Marik seguía en su lugar, viendo toda la batalla como si fuera algo divertido. – Jejeje, admito que no espere que durarías tanto.
-Ugh... Bastardo. – Akeno se puso de pie como pudo y se mantuvo así, tratando de tomar aire. – Eres un cobarde, no luchas tus batallas.
-¿Por qué hacerlo? Tengo el modo perfecto de hacer que otros luchen por mi. – Mostró su cetro y sonrió de un modo más... demencial. – Así si es divertido pelear. Puedes hacer lo que te plazca sin la necesidad de mancharte las manos.
Ambos animales se pusieron de pie y rodearon a la chica pero no la atacaron como espero que harían. Sólo se le quedaron viendo, como indicando que no iría a ningún lado.
-Es un modo más listo y fácil de ganar peleas, en vez de estarte esforzando. De luchar una y otra vez arriesgando tu vida, lo mejor es mandar a alguien o varios para que hagan tu trabajo. Es más sencillo...
-Y más cobarde... - Akeno dijo eso por pura inercia ya que sentía que en verdad el tipo no le importa usar a otros con tal de lograr sus metas.
-Piensa lo que quieras. – Marik miro su cetro para luego hablar. - ¿Cómo crees que las batallas luego de la creación de estas cosas se ganaban? Usando a los soldados como muñecos, que vayan a luchar sin que tengan el miedo de la muerte. Si estaban heridos o casi muertos, ellos seguirían luchando ya que el general que poseía el cetro así lo ordenaba.
El can rugió para luego atacar a Akeno quien puso su mano en el suelo para crear un gran pilar de electricidad que detuvo el avance enemigo mientras que miraba al otro lado del lugar ya que el Serpopardo iba al ataque esta vez aprovechando su gran cuello para tratar de morder a Akeno. Ella sólo se dio un impulso al costado, logrando esquivar por los pelos los dientes de esa cosa. Tras rodar unos segundos en el suelo, la chica lanzó una ráfaga de electricidad al animal quien no se mostró afectado por el ataque, al contrario... se veía más furioso que nunca.
Akeno se puso de pie y sacó una de sus alas de caído para reemplazar la de demonio que se rompió y tomar vuelo de modo inmediato. Ya en el aire lanzó varias lanzas de luz al animal, quien aún tras recibirlas seguía atacando. El felino abrió de nuevo la boca y soltó un aire que parecía tóxico pero lo que Akeno no espero es que este lo escupa hacia ella. No lo vio como una gran amenaza pero se vio más que equivocada al notar que el Cerbero había lanzado una esfera de fuego de sus bocas y al entrar en contacto con el gas que el Serpopardo escupió... explotó en frente de la chica quien impactó uno de los muros para luego caer al suelo totalmente herida y con varias quemaduras en su cuerpo.
-¡Jajajaja, increíble! ¡La combinación fue más que genial y no te la esperaste! – Marik rio con más fuerza al ver como Akeno escupió sangre. – En instancias normales, esos dos no hubieran sido capaces de tal ataque combinado porque no tienen el nivel de razonamiento para siquiera pensar en trabajar en equipo.
Akeno se puso de pie para luego sentir como sus huesos tronaban. Se fijo en su hombro y lo tenía fuera de lugar, justo ahora le debe pasar esto. Con algo de esfuerzo y algo del conocimiento que tomó en caso de heridas de esta clase, Akeno puso su hombro en su lugar correcto. Tras sentir el hueso en su lugar de nuevo y además de tener que soportar su propio grito de dolor, Akeno se puso de pie... nunca antes la habían lastimado tanto.
-Oh, veo que eres más resistente de lo que creí. – Marik se sorprendió al ver a la chica ponerse de pie. – Se ve que no eres como los demás demonios que tras verse en un aprieto, se desesperan.
Akeno no dijo nada, no estaba en el humor de hacer algo así. Analizó sus heridas de modo rápido y supo que con como están las cosas, necesitará usar eso pero no le durará mucho.
-Aún no capto una cosa... ¿Qué ganas con esto? – Akeno hizo la pregunta al mismo tiempo que miraba de reojo a las dos bestias cerca de ella. – No tiene lógica...
-No hay mucha... En verdad sólo hago esto para matar el aburrimiento. – la respuesta del tipo la sorprendió. – Mi hermana tiene su propio motivo, uno noble y que piensa en el futuro de los demás pero yo no soy así. Sólo estoy metido en todo esto por la oportunidad de pelear con gente fuerte. Luego de que nuestro plan tenga éxito, el mundo sobrenatural será conocido por todos. Eso me dará la oportunidad de luchar con seres sobrenaturales fuertes sin restricción alguna, eso es lo que espero luego de todo esto.
-¿En serio, eso es todo lo que esperas? – Akeno no creía lo que oía, en serio esto no podía ser más ridículo.
-No soy como mi hermana, ella si tiene sus motivos nobles para todo esto. Desear darle a los que son como nosotros, los cuidadores de tumbas. Según ella, no todos tienen la fuerza de soportar todos los años que uno pasa sin ver el sol. Pero por mi lado, es algo que no me afecta tanto. La vida y el mundo es de los más fuertes, sólo ellos son los que sobreviven. Las ideas nobles y buenas, esas son aplastadas por las que son más fuertes y se acabó, no hay más que discutir. – Marik miro a sus dos mascotas. – ellos son la prueba más clara que al final, sólo los más aptos son los que viven y los más débiles deben de vivir bajo el mando de ellos.
Akeno paso a ver a ambos animales, estos se veían muy cansados y heridos pero no lo demuestran. Es por culpa de ese Artilugio que no pueden hacerlo pero algo en ella le dice que están sufriendo mucho. Apretó los dientes porque en parte entiende lo que es ser controlado y no tener control de tu cuerpo o de las acciones de este... no es algo que uno merezca, que objeto tan horrible el que ese tipo tiene.
-Sabes lo más gracioso de todo esto niña, es que no hay nada más placentero que ganar sin haber movido un solo dedo, esa es la maravilla de esta cosa. – Akeno apretó los puños al oír eso y sus ojos cambiaron de color a uno celeste.
-¡Me harté de oír tus estupideces hijo de perra! – la chica creó una lanza y la lanzó en dirección del tipo quien ni se inmuto.
Ambos animales se pusieron al frente de este para protegerlo, era un intento fútil por parte de ella. Pero no había contado con que Akeno era muy terca y más cuando esta molesta. Con un movimiento de su mano, la lanza cambió de dirección y fue hacia. Con otro movimiento hizo que esta vaya en picada al suelo, en dirección de Marik quien se sorprendió al ver ello. Se vio forzado a moverse porque de no hacerlo, eso le atravesará el pecho.
La lanza impacto el lugar donde el tipo estuvo sentado varios minutos pero este ya no estaba ahí. Estaba a varios metros de dicho lugar... se le veía furioso y hasta temeroso. No espero que Akeno hiciera un movimiento así y mucho menos, que supiera cambiar la dirección de este en medio de la trayectoria...
-Maldita... - la sonrisa de Akeno lo sacó de quicio.
-Ara Ara... parece que el niño mimado se puso triste porque rompí su trono. – Akeno volvió a crear otra lanza, esta vez el color de esta era celeste como los ojos de ella. – No voy a permitirme perder ante alguien cono tú que no tiene honor ni valores... que sólo ve al resto como sus juguetes por tener ese objeto endemoniado en su poder. – la chica alzó vuelo y creo otra lanza en su mano libre.
Akeno lanzó una de las lanzas de nuevo hacia el tipo pero el Cerbero se interpuso y recibió el impacto. Con mucho pesar, Akeno chasqueo los dedos y el animal se vio envuelto en una gran carga eléctrica. Con un movimiento rápido de su mano libre, Akeno creó tres círculos mágicos y de estos emergieron tres Dragones Orientales hechos de pura electricidad que fueron de inmediato a tomar las tres cabezas del gran can.
Al tener a los tres Dragones tomando sus tres cuellos con fuerza y limitando sus movimientos, el Cerbero no pudo hacer nada más que rugir cuando sintió la lanza de Akeno en su columna que se hizo trozos por el ataque. Al dejar ya uno fuera de combate, Akeno deshizo su técnica y fue hacia el otro animal que era ese felino que se mostraba más que listo para atacar.
-¡En verdad eres una mujer muy terca, nada de lo que hagas hará que mis bestias no te maten! – Marik grito eso desde un lugar seguro atrás del Serpopardo.
-¡Eso no lo sabré si no lo intento! ¡Además que jure nunca retroceder, así que mejor cállate! – Akeno creo entre sus manos una especie de línea hecha por la electricidad que generaba para luego centrarla en una de sus manos.
La electricidad estaba en su mano derecha y la chica la puso como si fuera a dar una estocada con ella. Con ello, la electricidad se empezó a concentrar en un solo punto y no de modo amorfo. Con un impulso de sus alas, se lanzó al ataque hacia el Serpopardo quien extendió su largo cuello para tratar de devorarla pero ella ya se había imaginado algo así.
Reemplazando su otra ala de demonio para tener en su espalda las dos alas emplumadas negras que es característica de los caídos, Akeno dio un aleteo para maniobrar mejor... Cosa que con sus alas de demonio no es posible. Tras un movimiento casi suicida ya que pasó cerca de la mandíbula de esa cosa, Akeno clavó su mano en el cuello de este y luego siguió su camino mientras abría el cuello de la bestia como si estuviera usando un bisturí para cortar la dicha zona de manera limpia.
Con un solo movimiento, sacó su mano del cuello de la bestia y esta cayó al suelo, aparentemente sin vida. Akeno desactivó el poder en su mano y pasó a ver al hombre que se mostró más que sorprendido ante la clara demostración de poder de la chica.
Lo que hizo es lo mejor que puede hacer sin activar su nexo con Innis. Si bien no puede hacer los efectos ilusorios que hace Innis aún, el poder mágico que obtiene es increíble y le permite hazañas como estas. Pero nada de eso le importaba ahora, camino lentamente hacia donde Marik estaba y creó una lanza de luz...
-Ahora que tus bestias ya no se pueden mover, no tienes nada que te defienda. – Marik sonrió a las palabras de la chica quien no entendía porque sonreía...
-¡Idiota, cúbrete! – la advertencia de Innis vino muy tarde, varias cuchillas de aire que nacieron alrededor de ella le dieron.
Aún con la protección que sus alas le dieron, el daño que sufrió fue enorme... la sangre que salía de sus recientes heridas eran prueba suficiente de que... justo tuvo que bajar la guardia y ahora... cayó de rodillas al suelo sintió el mareo inmediato cuando su sangre cayó al suelo de modo abrupto... trató de mantenerse consciente pero el dolor era enorme. Alzó la vista al escuchar los pasos del tipo acercarse a ella...
-Cometiste un error garrafal al creer que no tendría medios de defenderme yo mismo. – el cetro que Marik llevaba consigo brillaba de una manera tétrica. – Tal como los Sacred Gear poseen sus Balance Breaker, estas cosas poseen algo llamado Limit Breaker... nos dan un aumento de nuestras habilidades naturales así como de llevar la del respectivo objeto al límite a cambio del pago correspondiente de modo constante. – el tipo creo una esfera de aire en su mano. – Mi magia es del tipo viento y si bien no es excepcional... En este estado, soy capaz de grandes cosas.
-Bastardo... - Akeno trato de levantarse pero incluso sus rodillas fueron heridas...
El rugido de dos bestias hizo que la chica se ponga azul, volteó como pudo y pudo ver que ambos animales se habían levantado... estaban hechos un desastre debido a sus ataques que lo normal sería que estuvieran muertos pero no era así. Se habían levantando, por el aspecto que tenían más parecían zombies. Akeno sintió mucha pena por ambos seres que quizás sólo desean morir ya, pero el tipo de aquí los sigue levantando una y otra vez. Ambos caminaron para estar a unos pasos de ella quien no tenía fuerzas para levantarse.
-Sabes, sin duda eres un dolor de cabeza. Ahora por lo que les hiciste voy a tener que buscar nuevas mascotas. – Akeno gruñó de rabia al oír eso. – Por cierto, dejame decirte que tu preciada amiga, la maga es muy persistente también. Luego de que todo esto acabe, la mataremos o veremos que hacer con ella.
-Maldito... Eres un enfermo y un loco, no tienes compasión con nadie... sólo... Solo te importa lograr tu meta. – Marik se acerco a la chica y tomó su cabello para alzarla con fuerza.
-Porque eso es lo que es el mundo preciosa, no importan ideas bonitas. Sólo importa ganar y mostrar que estás por encima de todos los que se te cruzan... ¡Y yo pertenezco a esa categoría! – la risa del sujeto tras decir ello se lo confirmó. Usar ese objeto lo ha vuelto un loco de remate que ya no piensa en las consecuencias. – Tú... sólo debes perecer en mis manos.
-Pagarás por esto... - Akeno no se había rendido, el brillo en sus ojos mostraba que Innis aún seguía lista para la lucha.
-Eso crees... - tomó a la chica del cuello y tras crear varias corrientes de aire que la impulsaron hacia arriba. Creo varias cuchillas que impactaron en el cuerpo de Akeno quien ni pudo gritar del dolor, los impactos venían a tal velocidad que su propio cuerpo ni tiempo tenía de mandar las señales de dolor.
Tras unos segundos de recibir ese ametrallador ataque sin tregua alguna. Akeno cayó al suelo con varias heridas en su cuerpo. Al parecer derrotada... Marik sonrió al ver ello, antes hubiera tomado la oportunidad de divertirse con ella pero ahora no tiene ese tiempo, dio un chasquido y ordenó a las bestias que estaban cerca de ir por la mujer y devorarla.
Tanto el Cerbero como el Serpopardo se acercaban lentamente a Akeno quien no se movía. No porque no pudiera o no quiera, el punto es que tiene una charla importante ahora mismo en su mente.
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-Veo que te has decidido en usar eso a pesar del riesgo que corres. – Innis estaba en frente de la chica.
-No puedo perdonarlo... no luego de que admitió que hace esto por simple placer, no me ha dado un motivo que justifique sus acciones... Está loco, es alguien que no le importa dañar con tal de...
-Así hay muchos otros mi otra yo, no todos pelean por una razón justa o buena. – Innis se cruzó de brazos y miro al cielo. – El mundo es raro, los mortales son raros... hay tanta basura entre ellos pero... pero también hay algunos que son distintos.
-No creí que ya tuvieras una mejor opinión de los mortales. – Akeno sonrió burlona, Innis miro a su otro yo molesta. – Pero es un avance en comparación del inicio.
-Te culpo a ti y esos niños de ello, antes el mundo me daba igual... que se hundiera en sus tristezas era lo mejor. Ahora trato de ver las cosas de otro modo, maldigo entender porque Skeith confió en tu noviecito.
-Aun no es mi novio...
-Como sea. Y también entiendo porque Magus y Fidchell no vinieron a atacar... es más divertido ver como ustedes, quienes son nuestros otros yo, crecer y un día... tener acceso a todo nuestro poder. – Innis alzó las manos y un destello de luz emergió. - ¿Lista? Sabes tu límite.
-Más que lista.
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En el mundo real, el primero al acercarse a Akeno fue el gran can quien ya tenía sus fauces listas para atacar el cuerpo de la chica quien seguía sin moverse. Justo en el momento que parecía ser el final de la caído, las marcas que la ligaban a Innis emergieron en su cuerpo ante la sorpresa de Marik y de los animales. Tras un pulso de energía liberado por ella, todos salieron volando para impactar con los muros del lugar.
Debido al repentino ataque invisible, Marik se vio muy confundido. Sólo para alzar la vista y notar que Akeno estaba flotando en su lugar con unas raras marcas en su cuerpo.
Yo, la Segunda Fase...
Soy quien representa las ilusiones que crean los mortales
Tengo el poder de derrumbar los corazones de los Débiles.
De hundirlos en las Ilusiones del Engaño
Tras esas palabras las marcas en el cuerpo de la chica pasaron a sus alas al mismo tiempo que la mayoría de cortes eran curadas, sólo para que sus alas se tornen de un celeste brillante y que se multipliquen... ya no eran sólo 2... eran 6 alas de caído. Akeno piso tierra para luego dar un paso al frente. Ese simple estaba cargado de poder... fácilmente el nivel de Akeno era el de un demonio de clase Suprema.
-¿Qué demonios te hiciste? – Marik no creía lo que pasó, de la nada... la chica había aumentado su poder con esa nueva forma.
-No lo entenderías del todo. – Akeno ahora hablaba con una segunda voz, era Innis. – Ahora mismo he dejado salir algo del poder sellado en mi interior. Soy incapaz de usarlo mucho tiempo pero ahora me da el poder de derrotarte. – Akeno miro la pulsera en su mano, esta que facilita canalizar el poder y que no se salga de control. – Angel of Deceit... Este es el poder que yo, Akeno Himejima, la segunda Fase de la Onda ha decidido tener.
¿Segunda Fase? ¿De qué habla esta mujer? ¿Qué es...? Ningún demonio o caído tiene un poder como el de ella según tiende entendido. Ella no es un ser común...
Sin notarlo, Akeno empleo vuelo con sus alas dejando un rastro de partículas de luz. La chica se puso en frente del Cerbero y pudo sentir, gracias a su nexo con Innis que la bestia está sufriendo y está triste... Muy triste. Más decidida que nunca, Akeno canalizó poder en ambas manos y creo una gran esfera hecha de electricidad. Estaba tan cargada de poder que de inmediato, se pudo sentir como el ambiente se cargaba de electricidad.
Lanzó la esfera hacia el can quien recibió de lleno el impacto, acto seguido ligo la esfera a sus manos y creo una gran lanza. Y acto seguido la lanza al Serpopardo quien sintió el arma en su abdomen y a la vez como la electricidad de la esfera iba hacia la lanza debido a la conexión que Akeno había creado.
Tras unos segundos, ambos ataques cesaron y ambas bestias al fin cayeron al suelo sólo para tratar de levantarse de nuevo.
-¿Tanta es tu crueldad y locura que no puedes dejar a esos dos seres morir? Ya han sufrido demasiado. – Akeno paso a ver a Marik quien se mostraba furioso y la mirada en sus ojos denotaba que estaba perdiendo los estribos mientras más usaba el cetro.
-¡Cállate, esas bestias me obedecen a mí! ¡A mí! – Akeno se mostró furiosa al oír eso, sólo para luego sentir un hincon en su pecho.
-Recuerda mi otra yo, no puedes estar en este estado mucho tiempo. Ahora estas usando más poder que esa vez con Sigmund.
Innis tenía razón, esa vez... Akeno usó sólo lo mínimo para estar en pie de luchar pero ahora estaba usando más... mucho más que aumentó su poder a niveles abismales. Alcanzar el nivel de un demonio de clase suprema.... Espero llegar a ese nivel en unos años pero... Ahora tiene la oportunidad de ser más fuerte.
Al ver que ambas bestias se volviron a alzar y se lanzaban al ataque la hicieron alzar vuelo de nuevo. Esta vez ambos animales atacaron usando de nuevo su combinación de gas tóxico y fuego, pero esta vez ella estaba lista. Creo un domo de electricidad y luz para protegerse del ataque combinado usando sus alas como medio de la técnica. El impacto si bien fue fuerte, no la afecto tanto como la última vez. Esta vez si resistió lo suficiente como para atacar con sus lanzas a ambas bestias que sintieron el impacto del poder de la luz y la electricidad combinadas.
Akeno en eso sintió el impacto de algo en su espalda, cuchillas de viento. Sus alas lograron resistir el impacto... impacto que si bien la lastimó un poco no era nada grave. Maldijo no haberse dado cuenta de que el tipo sigue molestando. A él lo puede vencer sin problemas, debe hacerse cargo de esas dos bestias primero y darles el descanso que merecen.
Alzó nuevamente las manos y dos largos cuchillos hechos de luz fueron creados en el dorso de sus manos. Ambas cuchillas eran las armas que Innis había creado cuando tuvo su cuerpo, ahora mismo ella sólo esta usando ese conocimiento para hacer esto... Lejos de ser perfectas ya que... están desapareciendo tras haberlas creado hace unos segundos.
Decidió aprovechar esto mientras dure, con un aleteo de sus alas y canalizando la electricidad en ellas como Rainbow le enseñó, su velocidad se vio incrementada en gran medida. Marik por su lado, se hartó de estar esperando que esas cosas maten a la mocosa quien había aumentado su poder de modo garrafal. Decidió atacar usando su magia de viento para apoyar en los ataques combinados del Cerbero y el Serpopard, así aumentando el daño generado por las explosiones que sin duda esta vez eran para matar, se había cansado de juegos.
Akeno por su lado, primera vez que ve lo que es volar a esta velocidad... era increíble y su pieza de Queen se ha ajustado bien a este poder... Debe agradecerle a Ajuka cuando vuelva, ver como la atacaban entre los tres le hizo sonreír, tenía una idea.
-Jaja ¡Hora de usar unas ilusiones! – Innis canalizó magia en las alas de Akeno y...
Tras un aleteo, la chica desapareció de la vista de los tres. De repente, una imagen de ella apareció a un lado, luego otra, otra más... en menos de 10 todo el lugar estaba infestado de imágenes de Akeno ante la clara sorpresa de Marik quien no creía lo que sus ojos veían y más al ver que todas al atacar daban un daño a sus bestias. Eso era imposible.... No puede haber creado clones de verdad de ella... simplemente no podía...
Las bestias de inmediato empezaron a atacar como podían, trataban de darle a la chica y poder así tornarlas cosas a su favor pero ninguna esperó que Akeno aparecería en frente de ellas con sus armas ya cargadas de electricidad y con ello... sólo dando cortes veloces a una velocidad que parecía que desaparecía, daño a ambas bestias de modo letal y las cosas no terminaron ahí ya que las dos bestias fueron rodeadas de una barrera verde que se hizo pedazos a los segundos.
Al ver que era su única oportunidad de atacar, Akeno retrocedió y en el aire cargó poder en su mano derecha para así crear el mismo cañón que Ise usa al cargar el Soul Drain. La única diferencia de ella con él es que Innis perdió la capacidad de absorber el alma o un trozo de esta cuando recibieron el ataque por parte de Ise pero aún tenían las cualidades base del Soul Drain, destruir el cuerpo del enemigo y dejar sólo el alma. El cañón simplemente ganó un destello celeste mientras que en las alas aparecieron hojas de energía de color celeste que acompañaban el ataque.
-¡SOUL DRAIN!
Akeno disparó su ataque hacia ambas bestias, las ráfagas de luz de distintos colores impactaron a sus objetivos y no tomó mucho tiempo para que estas empiecen a sufrir del efecto de la técnica. Con el paso de los segundos, sus cuerpos se empezaron a hacer partículas ante la sorpresa de Marik que empezó a sentir como su control sobre las bestias era cortada por el extraño ataques de esa mujer... ¿Qué era eso...?
Akeno al terminar su ataque piso tierra y vio como ambas bestias se hacían partículas, producto del ataque. Era tal como Innis decía, recibir eso es una derrota casi segura ya que pocos tendrían la posibilidad de contrarrestar y liberarse de ese poder. Ambos animales cayeron al suelo al sentir que sus cuerpos estaban siendo desintegrados... Vieron a Akeno con agradecimiento, los había liberado al fin del control de este loco... Akeno pudo notar que se veían en paz...
Tras cerrar los ojos, las bestias desaparecieron dejando en su lugar solo dos orbes de luz que de seguro representaba sus almas. Ambos orbes de fueron del lugar, señal de que los había liberado... Si bien la chica se veía feliz, el que había perdido a sus dos esclavos y armas no lo estaba... Marik pasó a ver la chica con odio puro... Tal fue el sentimiento que su poder se vio incrementado gracias al Artilugio.
Akeno sintió una corriente de aire ir hacia ella, la chica usó sus alas como escudo y resistió el impacto. Ver como el sujeto la empezó a atacar sin compasión o una muestra de restricción alguna. Akeno en eso repelió las ondas de viento usando sus alas para de inmediato lanzar una ráfaga eléctrica a Marik quien apenas se defendió del impacto.
La chica lo pudo notar, esta perdiendo poder... En este estado, mientras más lo use, más poder va perdiendo... Tanto es así que sólo los primeros minutos de uso es que tiene su poder a tope, luego de ello se empieza a debilitar y tras usar el Soul Drain eso parece ser más que notorio... a este ritmo, su poder será menor que su fuerza base.
Debía acabar esto ya, con un movimiento de sus manos lanzó varias ráfagas de luz para impactar a su oponente y si bien este las recibió de lleno... Este se mantuvo de pie y siguió atacando ante la clara sorpresa de ella. Esquivó por los pelos una onda de corte de su enemigo sólo para notar que los ojos de este estaban tildando a la locura, se mostraba que estaba perdiendo la locura pero eso a la vez lo hacía más peligroso ya que... atacara sin restricciones.
Una patada en su abdomen la sacó de sus pensamientos, este pasó a atacar usando el aire en sus golpes físicos. Inmediatamente, Akeno hizo lo mismo... Cargó magia en sus manos y paso a bloquear los golpes de Marik dado que sabe que su habilidad para el combate físico no es tan alta. Bloquear era todo lo que hacía pero de vez en cuando sufría un golpe y patada a su cuerpo y eso en verdad la frustraba ya que demostraba que se estaba haciendo más débil paso a paso.
Tras esquivar un golpe por parte de él para crear una lanza en su mano derecha y clavársela en el muslo de su enemigo. A pesar de la sangre que salió, que era indicio suficiente de la gravedad de la herida, Marik siguió con su desenfrenado ataque ante la rabia de Akeno que en verdad no veía como él pudiera ganar pero eso parecía no importarle.
-Parece que la locura al fin llegó a él... Miralo. –Akeno le tuvo que dar la razón a Innis, se pudo ver que el tipo sólo atacaba con rabia y sin ningún plan pero en el estado en que ella estaba... eso era malo ya que estaba sintiendo que... su poder se iba a ir.
-¡Dejate matar de una vez maldita mujer! – Marik falló en su ataque, logrando solo dejar un corte en el rostro de Akeno. - ¡Te mataré, te mataré de la manera más lenta posible para que luego me pidas morir!
-Lamento decir que... no gracias. – Akeno le dio una patada pero este lo resistió debido al estado en que estaba.
Marik canalizo magia de viento en su mano para luego dar un movimiento tipo corte al cuello de ella quien se agachó de inmediato para esquivar el ataque. Este le paso cerca de la cabeza, logró destruir el listón con el que se amarraba el cabello pero eso no la detuvo para lanzar un pulso eléctrico a Marik, dicho pulso bastó para mandar al tipo a volar unos metros lejos de ella. Al verlo tan lejos, Akeno se sacó el cabello que le tapaba la cara para luego tomar aire... no le queda mucho tiempo en esta forma... siente que su poder se acaba...
-Tengo un plan... pero la cosa es si es que tomarás el riesgo. – Innis sabía como acabar esta batalla, sólo necesita tener al tipo a su merced y sabe como hacerlo. Akeno no tuvo ninguna razón para desconfiar de ella ahora y más ahora que está al borde de perder su poder... Sólo le queda confiar en ella.
Marik por su lado, sentía cada vez más el poder del Artilugio y como este poco a poco devoraba su cordura. Pero se sentía increíble, sentía un poder indescriptible... le daba igual si esta cosa seguía devorando su conciencia... Sólo necesita de esto, poder para acabar contra los que sean que los ataque... Porque eso es lo que hace el mundo contra ellos, atacan y no piden explicaciones. Por ello él hace esto, por ello es que él hace esto... mejor ser el que ataca y esclaviza que el es víctima de ello...
Por ello es que hará que la chica sea uno de sus esclavos... Con el poder que tiene será un arma perfecta, además que la puede usar de modos más personales... No puede desaprovechar esto. Puso el cetro al frente y soltó el destello que permite el control mental ante la mirada de Akeno. Al ver que la chica había visto de lleno la luz, le hizo sonreír... la tenía.
-Oh, yo no creo eso imbécil... - Marik en eso escuchó una voz, al mismo tiempo que se veía un lugar totalmente oscuro. – Mi otra yo sólo hizo lo que yo le dije que haga, ese destello fue muy aburrido...
Marik miró a todos lados en busca del origen de esa voz tan extraña sólo para ver atrás de él a un ser colosal de apariencia humanoide... Este se mostraba muy furioso y eso era mucho que decir ya que... Este sujeto trató en verdad de tomar control de su otra yo y a ella también, mal por él... Justo se tuvo que enfrentar con la que tiene un ente de gran poder en su interior. Ahora era su turno....
-Veamos... ¿Qué puedo hacer contigo...? – Innis atrapó al sujeto con su mano ante el obvio miedo de este. – Ya sé... la tortura mental siempre ha sido una de mis especialidades... Veamos si te gusta sentir lo que le has hecho a los demás por tu propia mano.
Antes de que el tipo pueda decir algo, sintió como su mente era simplemente llenada de experiencias e imágenes de lo que hizo a personas con tal de sacar una ganancia y de sentirse poderoso... Como los maltrataba y se aprovechaba de ellos, en todos los sentidos... El asco que Innis sentía al mostrarle eso sólo hizo que ella lo haga sufrir más, más imágenes... más emociones... Mostrar estas ilusiones eran su especialidad y con ellas, estaba llevando al tipo a la locura. Los gritos de Marik eran un deleite para ella porque el tipo en verdad se lo merecía... en el mundo mental... horas aquí pueden ser sólo segundos en el mundo real y eso es lo que ella se tomó para tener al tipo bajo todas sus ilusiones. Ver como este ya estaba técnicamente más muerto que vivo, debido a que le mostró y le hizo sentir los horrores que los que controló en el pasado en carne propia... Sabe que Akeno es sádica pero no está lista para esto... aún. Cuando estuvo a punto de darle la segunda dosis, sintió que...
-¿Segura...? Se merece esto y más... - Innis miró arriba para luego suspirar decepcionada, le habían quitado su diversión. – Como quieras, sólo acaba esto ya... ya te estás quedando sin fuerzas.
En el mundo real, Mraik miraba a la nada... se veía como un muerto en vida... no había nada en sus ojos. Akeno tenía su mano extendida con una espada hecha de luz y electricidad atravesando el pecho del tipo... Cuando vio que en verdad ya estaba muerto, deshizo el arma y dejo que este caiga al suelo... No sintió nada al ver el cadáver del tipo, no era la primera vez que quitaba una vida pero si era la primera vida que quitaba sin sentir nada... no había alegría ni remordimiento, sólo nada...
-Tal vez... eso demuestra que tu vida no valía nada en mi perspectiva... tal vez ahora soy más cruel pero... Lo seré si con ello logró tener a los que amo a salvo de gente como tú que oprime a otros para no ser oprimido. – Akeno avanzó tras pasar de largo el cadáver de su enemigo.
Tras unos pasos, sintió como su cuerpo se resentía.... Miró sus manos y notó que su modo Angel of Deceit estaba desapareciendo... Sus heridas... Las heridas que antes había tenido se estaban sumando a las nuevas. Curarlas solo era un estado ilusorio tras acceder a esa forma, luego de salir de ella... estas vuelven... El mareo repentino que sintió era señal de que estaba muy mal, había perdido mucha sangre y... Sacó como pudo el vendaje bañado con lágrimas del Fénix y se rasgo partes de la prenda para mostrar las heridas que tenía. De inmediato trató las heridas más graves, dejó las más pequeñas como cortes, quemaduras, moretones y demás a un lado... Sabía que eso no iba a bastar, el sueño le estaba ganando... Camino como pudo hasta una de las columnas cercanas y se sentó apoyada en una de ellas... El dolor le estaba ganando, demasiado.... Al menos con haber tratado las heridas más serias supo que estará bien...
-Debo.... Recuperar fuerzas.... Debo.... Reunirme con los demás.... Ise... Rias... Todos... - Akeno cerró los ojos al verse presa del cansancio. Innis optó por hacer lo mismo, le dará a su otro yo la energía que necesitará para lo que viene.
Al mismo tiempo, el cetro que yacía al lado del cadáver de Marik desapareció... debe de regresar a donde pertenece, ya no necesita estar con este cadáver... ya no necesita nada de él.
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Mientras tanto en Japón, el resto de jóvenes seguían esperando alguna llamada por parte de sus amigos pero seguían como antes... nada, ni una sola noticia y eso los estaba desesperando.
-¡Aaaaaah, no puedo soportar tanto suspenso! ¿¡Por qué no llaman!?
-Tranquila Rainbow, lo harán... - Fluttershy trato de calmar a su amiga pero ella también se sentía igual que ella, todos se sentían así...
-Hay que ser pacientes. – Sona estaba cruzada de brazos, se mostraba tranquila pero por dentro se sentía muy preocupada... debió ir con ellos a pesar del problemas que tendría luego...
-No podemos hacer nada, las cosas ya están hechas. – Tsubaki dejó de leer la revista que tenía en mano sólo para pasar a ver a Azazel que le estaba dando a Ayane algo. - ¿Qué es eso Sensei?
-¿Esto? – el caído señaló la bandana que Ayane tenía en mano. – Es algo que mi equipo de investigadores y yo desarrollamos luego de estudiar las nuevas habilidades de Akeno. Son prendas que ayudan a los que son como ella, en este caso Ayane, tengan un acceso más sencillo al uso del poder que llevan consigo.
-En mi caso sería el poder de Magus... suena entendible, aún ahora me cuesta usarlo y mantenerlo. Por ello Akeno tiene esto. – La kunoichi se puso la bandana en la cabeza reemplazando la anterior. – Listo...
-¿Eso también servirá con Aniki?
-No Gasper... Hicimos la prueba hace unos días e Ise no es capaz de usar el poder de Skeith del modo que Akeno y Ayane usan los de Innis y Magus. Tal vez Skeith sea distinto... no lo hemos descubierto. – Todos asintieron a las palabras del caído. – Aunque...
-¿Sucede algo Azazel? – Rossweise quien tenía a Kurama a su lado hizo la pregunta tras ver la cara de preocupación del caído.
-Es sólo que... Estas prendas... que las llamamos Epitaph Cloth debido al nombre que tenía el texto que Twilight tradujo... tiende sólo a facilitar el acceso al poder pero no disminuye el cansancio que genera... Temo que si Akeno usa el poder de Innis, se quede sin fuerzas...
Todos se vieron las caras al oír eso... Otra cosa de las que deben preocuparse....
-Esperemos que no sea así.... – Rean siguió esperando la llamada del resto... Ya se está preocupando.
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Al mismo tiempo, Kahim miraba con impaciencia el sarcófago donde yacía descansando su cuerpo mortal. Esto de esperar no era lo suyo pero lo hizo casi 2000 años... puede esperar un poco más, aunque no es de total agrado.
-Impaciente... - Fay miraba al espíritu, este sólo le dio un vistazo a la chica. Se le notaba muy cansada y hasta drenada. La aplicación de magia constante debe ser mayor de la que ella esperó.
-Algo... pero no es algo que me deba preocupar. Mira... - en el sarcófago, el cetro apareció en el lugar donde debía estar. – Esa descendiente de caído era inusual...
-¿Akeno-san? – Fay al escuchar el nombre de su amiga se asustó... acaso...
-Logró vencer a ese idiota cobarde de Marik tras superar el poder del cetro...¿Cómo resistió su control mental...? –Kahim miró a Fay con cautela. – Ella da el mismo aire que tú, algo en sus cabezas impiden que el poder de los Artilugios los afecte... Sólo un ser clase Dios puede resistir el control mental del cetro.
-Somos especiales... sólo eso te puedo decir. – Fay sonrió con burla. – Si deseas saber más, esfuérzate en descubrir lo que somos.
Kahim solo sonrió al oír eso, mocosa irrespetuosa... Ya se las hará pagar luego. La muerte de Marik no era un problema, el tipo no sabía usar como debía el poder del cetro y se centraba demasiado en usar la fuerza bruta que en el daño que hubiera hecho con esa cosa... dañar Facciones enteras con sólo tener bajo su mando a alguien de nombre o poder... Tch, por ello odia a los mocosos traumados como él. Haber sufrido del constante abuso de su tío para seguir con el legado legendario que tenían... creó en él una personalidad que se decía constantemente, ataca para no ser atacado... humilla para no ser humillado... Destruye y no será destruido. Sin duda el imbécil de Aknam es todo menos un ejemplo para las generaciones más jóvenes, a fin de cuentas... Todos los de aquí tienen traumas que los Artilugios saben explotar.
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-Akeno... Kuroka... - Rias sintió que algo malo les había pasado a sus amigas.
Luego de meses juntas y de haber pasado por tanto... todos tenían un lazo que no importaba la distancia, los unía y que casi parecía que les decía del estado del resto. Tras haber eliminado a los que la atacaron con el poder de la destrucción... Rias siguió su camino, el laberinto este era un dolor de cabeza ya que estaba hartándose de caminar y correr sin rumbo fijo. En verdad esto no iba con ella, prefiere la batalla directa y no que la hagan andar en círculos por... casi 2 horas...
Si, hasta eso ha llegado por todo esto... contar los segundos minutos y demás... Lleva en este maldito laberinto exactamente... 2 horas, 15 minutos con 20 segundos.... 21, 22, 23....
-¡Basta, esto ya es patético! ¡Maldita sea Twilight, mira lo que me has hecho! – Rias grito a la nada, detestaba que algo de su "hermana" se le haya pegado.
La pelirroja optó por seguir su camino, estaba más que segura de que estaba cerca de salir de este interminable camino. Tras unos minutos, se vio al fin en frente de una puerta al final de unas escaleras que iban hacia arriba... Oh bueno, no es lo peor que le ha pasado. Optó por subir y atravesar esa puerta ya que era el único camino viable que veía.
Al cruzarla, se vio en un lugar que no conocía... era muy amplio.... Casi parece una zona donde se les obliga a los esclavos a trabajar, según lo que vio en películas de esta clase. Miró hacia una de las grandes rocas que había en el lugar, era tan grande que era imposible para un humano común alzarla.
-Este debe ser una representación de los lugares donde los esclavos...
-Así es demonio, un lugar donde solo hay esclavos. – Rias volteó al escuchar la voz.
Al hacerlo se vio con unos de los tipos que secuestro a Fay y Mana, este era el que tenía una llave en la mano... Sino mal recuerda, ese es el artilugio que....
-Mi nombre Karim, no dejaré que sigas avanzando mocosa... aquí llega tu camino. – Rias se puso en guardia al ver que era su turno para pelear. Primera vez que lo hará sola en mucho tiempo pero.... Es hora de demostrar que se puede valer sola.
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