Hace más o menos cien años, la humanidad empezó a sentir el peso de sus pecados, el peso de su codicia, la humanidad pagaría cada pecado hecho.

La escasez de recursos básicos como el agua, la comida y los bienes inmuebles golpeó casi de la noche a la mañana, esto desencadenó lo inevitable, una guerra mundial por la supervivencia, los primeros en caer fueron los países del tercer mundo, luego las regiones africanas, incluso potencias como Israel fueron eliminadas, era un caos un todos contra todos, para sobrevivir otro día eso fue hasta que...

Dos facciones, The lights y The silents aparecieron, dos facciones con la misma promesa, derrotar al enemigo y ganar la guerra, el mundo naturalmente no tardó en dividirse en dos, dejando sólo a estas dos facciones como las únicas dos naciones existentes, ambas con su territorio bien definido, The Silents tiene todo el hemisferio occidental mientras que The lights se quedo con el oriental, todo siguió su curso normal, con las batallas librándose en campos de batalla muy lejos de cualquier rastro de civilización.

Hasta que The Lights dio el anuncio que a partir del 24/3/20XX, todos las personas de 14 años tendrían que realizar un servicio militar de forma obligatoria.

Ese año fui capaz de presenciar muchas cosas, mucha gente haciendo revueltas por enviar a prácticamente niños al campo de batalla, madres llorando al ver como se llevaban a sus hijos, niños tratando de escapar y aún así eran capturados y otras cosas de las cuales no quiero acordarme.

Pero también ese mismo año fui capaz de presenciar la vuelta de esos niños, aunque muchos no volvían de la forma que su familia deseaba, muchos volvían en ataúdes y los que volvían muchas veces volvían con mutaciones en su cuerpo o no eran los mismos, a esa corta edad no era capaz de entenderlo, pero ahora que mi cumpleaños número 14 esta a punto de llegar tengo miedo, miedo de que me separen de mi familia, miedo de que me pase algo mientras hago el servicio, miedo de morir.

Pero de algo estoy seguro, Algún día esta guerra acabará, y seremos los soldados los que le demos la victoria o la derrota a nuestra patria.

Pero a pesar de esto, yo sólo se que...

¡No dejaré de luchar hasta que perezca!