🍃Capítulo 34
《⏳》
El pálido detuvo sus caricias, cuando el nombre de ese sujeto salió de los labios de su esposo. Frunció levemente el ceño, consiguiendo la atención del menor, quien le observó un poco nervioso.
—¿YoonGi?
El nombrado dejó escapar un pequeño suspiró, cerró sus ojos y negó despacio. Retomó las caricias en la mano de su esposo, ante su atenta mirada.
—Cariño… sé que prometí no enojarme, pero-...
Interrumpió inmediatamente — ¿Estás enojado conmigo?
—No, no. Sabes que es muy difícil que tú, mi amor, me hagas enojar. — Jimin relajó su mirada — sé que en su momento, estuviste apunto de decirme quién era él, pero alguien muy desagradable nos interrumpió.
Hizo una mueca y abultó levemente sus labios — ¿Entonces?
—Estoy molesto por no haber golpeado más a ese sujeto, se merecía más que una simple y minúscula hemorragia nasal. Estoy muy molesto con él, por intentar sobrepasarse contigo e intentar algo, después del daño que te hizo
Jimin desvió la mirada a sus manos, viendo como su esposo, ahora, mantenía las manos de ambos, entrelazadas. — Por eso temía decírtelo en ese momento… — levantó la mirada, viendo directamente los oscuros orbes de su amado — No quería que te metieras en problemas, ni tampoco quería que el problema se hiciera más grande. YoonGi, no era el momento, nuestra hija estaba ahí. — suspiró y mordió su labio inferior, conteniendo sus ganas de quebrarse — Me asusta verte pelear y me preocupa que tu quedes herido. — el pálido abrió su boca, intentando decir algo, pero Jimin lo silenció, colocando su dedo anular en sus labios — sé que lo haces por defenderme… Pero él no vale la pena, yo ya u-uhm… ya lo superé. Sólo hay que ignorarlo, no creo que se vuelva a repetir. Así que te pido por favor: olvidemos el incidente con Jongsuk. Él no lo vale…
Suspiró, el pálido suspiró tratando de mantenerse sereno. Observó alternativamente los ojitos de su esposo que le dedicaban una mirada suplicante y cristalizada.
—¿Estás muy seguro de querer olvidar lo sucedido?
Asintió despacio — Sí, por favor…
Tomó la mano más pequeña, la llevó a sus labios, dedicándole un pequeño beso, cerca de donde yacía el anillo de compromiso, que YoonGi le había entregado a Jimin, el día de su cumpleaños, proponiéndole nuevamente matrimonio. Jimin, por supuesto aceptó, pidiendo que cuando renovaran votos, el anillo de matrimonio que había portado por casi cuatro años, se le sea colocado de nuevo.
Ambos habían aceptado en hacer una simple, pequeña y privada ceremonia, con sólo sus amigos más cercanos. Lo que Jimin no sabía, es que YoonGi no tenía planeado hacer esa pequeña ceremonia en Seoul. Habló con sus amigos y todos estuvieron de acuerdo en irse todo un fin de semana a las bellas playas de Hawaii, donde la ceremonia se llevará a cabo, en el mes de abril, justo el día en que será su aniversario número cuatro.
El pálido dirigió de nuevo su vista al rostro de su amado, mientras esperaba su respuesta.
—Está bien… — suspiró llevando su dedos al mentón del menor — lo dejaré pasar por alto, sólo porque tú me lo pides
Los ojitos del castaño se iluminaron, esbozado una pequeña sonrisa que casi de inmediato se borró, pues los labios de YoonGi se unieron con los suyos, en un dulce beso.
Sus labios se movían con suavidad y necesidad. YoonGi llevó su mano a la pierna del menor, acariciando cada vez más arriba. Jimin sólo portaba su bata de baño, debajo se encontraba completamente desnudo…
Con lentitud, recostó a Jimin en la cama, acariciando sus caderas por debajo de la bata. Mientras que sus labios no se despegaban, moviéndose al compás.
Jimin llevó sus manos a la nuca de su esposo, dejando pequeñas caricias.
—Minnie… — gruñó pasando sus manos por debajo de la bata, tocando la delicada y suave piel. Se paseó por el abdomen que aún se encontraba blando, subiendo por el pecho, para después descender a la cintura.
Jimin soltó un pequeño gemido adolorido, cosa que hizo que YoonGi alejara su mano de ahí, casi de inmediato, para después detener sus besos y mirar la pequeña mueca en el rostro de su amado.
—¿Jimin? ¿Te lastimé? — habló preocupado tomando las mejillas del menor entre sus manos, quien comenzó a negar
El pálido movió un poco a su esposo, haciéndole quedar de lado. Levantó la suave y blanca bata, descubriendo centímetro a centímetro la piel, topándose con la cicatriz del accidente que tuvo Jimin hace un año. YoonGi pasó con delicadeza, la yema de sus dedos por la línea de piel irregular, verificando si le dolía ahí mismo. Pero no, estaba por cubrir de nuevo cuando un poco más arriba se encontró con un pequeño hematoma de color lavanda, verdoso.
—Cuando me estaba duchando… hmm... — siseó bajito, pues su esposo había tocado lo más delicado posible
—Lo siento
—Descuida… te decía, me estaba duchando y me di cuenta de ese pequeño moretón… sabes que soy muy torpe, tal vez me golpeé sin darme cuenta…
—No, es muy pequeño para ser un golpe, además se ve reciente — de pronto varias cosas comenzaron a conectarse en la mente de YoonGi, llegando inmediatamente a la conclusión — Fue él
—¿Eh?
—Te tomó fuertemente de la cintura, ¿verdad? — habló serio. Jimin acomodó su bata cubriéndose de nuevo, para después sentarse.
—B-bueno, sí…
—Ahí está, es más que claro que él es el causante de ese moretón — pasó sus manos por su cabello tratando de controlar su molestia
—No te enojes… — mordió su labio alcanzando la mano de su esposo — prometiste que no te enojarias
—Sé lo que prometí — entrelazó sus manos — Pero es difícil no enojarme con todo esto — suspiró y negó — ¿Por qué siempre quieren hacerte daño? Tú no lastimas a nadie… todo esto es mi culpa
—¿Qué? No es tu culpa, YoonGi — frunció el ceño
—Claro que sí — levantó la vista observando a su pequeño — es mi culpa por tener al más bello esposo de todo el mundo
—No es cierto — desvió la mirada avergonzado
—Sí es cierto — se acercó más a él y lo rodeó con sus brazos, hundiendo su rostro en su cuello — me molestaré más si vuelves a decir que no es cierto
—Está bien, está bien — sonrió acurrucándose más en el mayor, dejándose mimar — por favor, también olvidemos eso… tú más que nadie, sabes lo sensible que es mi piel, con cualquier cosa me queda marca…
—Y créeme que lo sé muy bien… — murmuró cerca de su oído, logrando que a Jimin se le erizase la piel
YoonGi lo atrajo a su regazo, rodeándole el cuerpo de manera cálida, en tanto se regalában pequeños besitos, mimos y dulces palabras de amor. Tratando de olvidar el pesado día que tuvieron.
.
.
🍃⏳🍃
.
.
Entró rápidamente a su hogar, seguido de una fuerte corriente de aire congelado que hizo que la puerta se cerrara de un portazo.
Frotó sus manos, quitó su bufanda y abrigo, colocándolos en el perchero. Se adentró a su cálido hogar y sonrió. La época navideña se hacía cada vez más presente, gracias a la decoración que su amado esposo estaba colocando en todo el lugar. Aunque para estas fechas, ya habría concluido en decorar todo, pero los síntomas que la semillita en su interior provocaban, lo tenían un poco agobiado.
Por lo mismo, insistía en ofrecer su ayuda pero su amado y regañón esposo, se negaba, pues los adornos eran bastante frágiles y sabía que él podría terminar rompiéndolos por accidente.
De repente, unos pasitos apresurados se escucharon cada vez más cerca. Dejando ver en el umbral del living, a una pequeña figurita quien corrió a los brazos de su padre.
—¡¡PAPÁAAA!!
Al escuchar el grito de su hija, dejó su maletín en el suelo, se puso de cuclillas y con una enorme sonrisa, extendió sus brazos, para recibir a su niña en un enorme abrazo. El alto se puso de pie, mientras la más pequeñita llenaba su cara de besitos.
—¡Papá, te extrañé mucho, mucho, mucho, mucho, muuuuuuuuucho!
—Yo también te extrañé muchísimo, princesa — besó su regordeta mejilla y picó su pancita provocándole pequeñas carcajadas que de inmediato cubrió con sus manitas
—Papi está durmiendo — susurró con un dedito sobre sus labios
—¿Ah, sí? — asintió con un pequeño puchero
—¿Papi está enfermo? Tú puedes curarlo, ¿Verdad?
—Bueno… — rascó su nuca observando los ojitos iluminados de su hija
Aún no querían contarle a Yeri que iba a tener un hermanito. Pues quieren asegurarse de que el embarazo se llevará a cabo y eso sólo sería, si Jin logra llegar a los cuatro meses. Si le dicen ahora, la pequeña se ilusionaría mucho, pero si llega a suceder algo… romperían su corazoncito.
Afortunadamente, desde que comenzaron a ir con un médico especialista, todo ha marchado en orden y ni señales de una amenaza de aborto ha habido. Sólo los síntomas normales de un embarazo es lo que tiene descompensado a Jin.
—Ya sé cómo podemos hacer sentir un poquito mejor a Papi
—¡¿Cómo?!
Namjoon se dirigió con su niña a la cocina y prepararon una deliciosa, fresca e hidratante limonada. Pues las náuseas han sido muy fuertes últimamente. Yeri ayudó revolviendo el líquido con un cucharón.
El moreno sonrió satisfecho al ver que hicieron todo bien, pues su pequeña hija al parecer había heredado sus dotes destructivos, ya había logrado romper varias de sus muñecas accidentalmente.
Ambos son muy torpes. “De tal palo, tal astilla” diría el abuelo Min.
Después, subieron a la habitación donde yacía Jin descansando. El moreno dejó la bandeja con la jarra y un vaso sobre un mueble, mientras que Yeri se subía a la cama, quedando sentada sobre sus rodillas, viendo de cerca el rostro relajado de su padre. Namjoon desajustó su corbata y dobló sus mangas hasta sus antebrazos y subió a la cama, acomodándose detrás de su dormido esposo, llevando discretamente su mano al semi-plano abdomen del mayor.
La pequeña tocaba con la yema de su dedito, la nariz de Jin, en tanto Namjoon dejaba pequeñas caricias en su abdomen y dulces besos en la mejilla. SeokJin frunció el ceño y soltó un gruñido, comenzando a despertar. Yeri soltó una pequeña risita al ver a su padre removerse.
—Déjenme dormir… — gruñó abrazando más una almohada
—Paaaaapi~ — Yeri se acercó al rostro de Jin y dejó un besito en la nariz, haciendo que el otro la arrugara
—Quiero otro de esos, o no despertaré
Yeri soltó una risita y de nuevo dejó un besito en la nariz de su padre. Jin abrió los ojos, observando la carita sonriente de su hija.
—¡Papi, despertaste! — festejó abrazándolo y hundiéndose en su pecho
—Sólo dormí veinte minutos, hija… — se rió acariciando la pequeña espalda
Namjoon sonrió al ver a su niña siendo mimada por su esposo. Beso la mejilla del mayor, tratando de llamar su atención, la cual consiguió.
—Bienvenido a casa, Namie — le dedicó una sonrisa. El menor sonrió y unió sus labios en un pequeño y tierno beso — ¿Cómo te fue en el trabajo?
—Cansado, me llamaron a urgencias porque necesitaban que revisara a una pequeñita de la edad de Yeri, tenía su brazo fracturado, pero no te preocupes, pronto se recuperará — acarició el cabello de su esposo — ¿Cómo te has sentido?
—La mayoría del día me sentí bien, tanto que tuve oportunidad de decorar un poco, sólo que las náuseas me hicieron detenerme, así que vine a tomar una siesta
—Eso es bueno — besó su mejilla de nuevo — Y ahora mismo, ¿Cómo te sientes?
—Pues… — hizo una mueca y llevó una de sus manos a su garganta — aún tengo la sensación de náuseas y dolor de cabeza
—¿Seguro? — inspeccionó el rostro del mayor, acariciando ansioso un par de veces más el pequeñísimo vientre — ¿Algo más?, ¿dolor?
—Hey, tranquilo — acunó una de sus mejillas — estoy seguro, no he sentido nada de dolor ni ningún otro tipo de molestias que no sean las típicas de un embarazo, no te angusties…
—Lo siento, no puedo evitarlo… — mordió su labio, recordando todos los horribles escenarios del embarazo anterior. Después de haber pasado por todo eso, era casi imposible no estar alerta ante cualquier síntoma por más pequeño que sea.
—Entiendo tu sentir… — dejó un pequeño beso en los labios contrarios — pero estamos bien. Quitando las náuseas y mareos, me he sentido de maravilla.
SeokJin le dedicó una pequeña sonrisa conciliadora, que hizo al otro sonreír levemente, antes de unir sus labios en un cálido beso, acompañado de unas breves caricias y pequeños suspiros.
El moreno se detuvo, cuando un par de ojitos grandes y curiosos estaban sobre ellos, observándoles atentamente.
—Creo que alguien nos vigila… — susurró Namjoon, sobre los labios de su esposo
—¿Uhm? — bajó la vista a su pecho donde yacía su hija abrazándolo. Sólo que ahora mantenía sus ojitos a la vista, que al momento de ser atrapada, volvió a esconderse, mientras soltaba una tierna risita. — Yeeeeri~
Ambos padres, le comenzaron a hacer cosquillas en su pancita, logrando que soltara unas enormes carcajadas.
Después de pasar alrededor de veinte minutos jugando, la pequeña yacía sobre el pecho del moreno, quedándose poco a poco dormida, pues ya casi era su hora de dormir.
—Papá… — llamó bajito
—¿Sí? — respondió acariciando su espalda
—Te quiero… — bostezó — ...mucho
Namjoon sonrió, sintiendo su corazón cálido. Besó con mucho amor la cabeza de su niña y le dijo: —Yo también te quiero mucho, hija…
Acarició la espaldita de su pequeña, intentando arrullarla. Suspiró silenciosamente, en tanto recargaba la cabeza con la de su hija.
En las mañanas, cuando se va a trabajar, normalmente Yeri aún se encuentra dormida, así que sólo se despide de ella con un besito en su sien. Pero últimamente, ha estado saliendo tarde de la clínica, cuando antes solía salir a las cinco, ahora sale a las siete. ¿Por qué? Pues Namjoon quiere acumular horas, y así llevar a su pequeña familia a un bonito viaje familiar y sacarlos de la rutina, antes de que su hija ingrese por primera vez al preescolar el próximo año, o que el embarazo le impida a Jin viajar.
Cuando llega a casa a eso de las siete de la noche, su hija siempre lo recibe con los brazos abiertos, diciéndole cuanto lo extrañó. Namjoon le dedica casi toda una hora a su pequeña princesa, antes de que caiga dormida, pues ella no resiste despierta más de las 8:30, en ocasiones hasta las nueve, pero es muy raro.
Por eso, sus fines de semana son exclusivamente para su familia y nada más.Su padre le demostró, que la familia está primero, siempre.
Poco después, SeokJin ingresó a la habitación, con una toalla secando su cabello. Observó a su esposo muy hundido en sus pensamientos, así que se acercó sigilosamente y dejó un dulce beso en su mejilla.
—¿En qué piensas? — cuestionó llamando su atención
Suspiró — Jin… tú, ¿No crees que paso muy poco tiempo en casa?
El mayor lo miró sorprendido, se sentó a su lado y tomó su mano.
—Bueno… entiendo que tengas mucho trabajo y eso te evita pasar tiempo en casa
Bajó la mirada — Lo siento… no quería decírtelo, pero… he estado haciendo horas extras
—¿Horas extras? — enarcó una ceja — ¿por qué?
—Quiero llevarte a ti y a Yeri a un pequeño viaje, dentro de unas semanas más y pues, necesito acumular horas en el trabajo para que podamos ir… — entrelazó sus manos y lo miró a los ojos
—¿Hablas en serio? — los ojos de SeokJin brillaron con emoción
Asintió — Creo que necesitamos un respiro y salir de la rutina, ¿Qué opinas?
—¡Es grandioso! A donde sea que quieras llevarnos, me parece perfecto, mientras tú estés ahí
Namjoon sonrió y se acercó al rostro de su amado, tomando su mentón delicadamente, para plantar un cálido beso en su gruesos labios.
SeokJin sonrió durante el beso, se separó con suavidad y acunó las mejillas del menor, dedicándole una dulce sonrisa, agradeciendo su arduo trabajo del día a día y todo lo que hace por ellos.
.
.
🍃⏳🍃
.
.
Una semana después…
Luces coloridas decoraban cada una de las casas del lugar. Pequeños copos de nieve caían sin cesar una y otra vez.
El 24 de diciembre al fin había llegado, Nochebuena se hacía presente y prácticamente, la navidad ya estaba aquí.
Y todos se habían puesto de acuerdo, en reunirse en una linda cena familiar en el hogar de Namjoon. Donde la deliciosa cena será preparada entre Jin & YoonGi
Jimin se encontraba en el living, con sus dos niñas favoritas. Su pequeña hija SunMi, yacía tranquilamente dormida a su lado en su cómodo portabebé. En tanto frente a él tenía a Yeri, peinando su suave cabello en dos bonitas coletas.
La pequeña lucía realmente emocionada, ella ya quería que Santa Claus, le trajera muchos regalos. Todo el año había sido una niña muy buena y Santa sólo le trae regalo a los niños que se portan bien.
Jimin intentaba entretener a Yeri, para que no interrumpiera a Jin y a YoonGi en la cocina. Pero ella también preguntaba por su padre y a Jimin sólo le quedaba decirle que pronto llegaría. Pues aun en plena Nochebuena, Namjoon se encontraba trabajando arduamente y llegaría un poco tarde.
El timbre sonó avisando de la inminente llegada de sus invitados. Jimin se puso de pie para abrir la puerta, pero Yeri fue más rápida y corrió delante de él.
—¡Tío Kookie! ¡Tío Gummy!
Las risas resonaron por toda la sala, cuando segundos después, la figura de ambos chicos aparecían en el living, con Jungkook sosteniendo Yeri en sus brazos, mientras le hacía cosquillas en su pancita.
Ambos chicos saludaron a Jimin. En Tanto Jungkook se sentaba en uno de los sofás y Yugyeom iba a la cocina a saludar. Después los cuatro mantuvieron una cómoda charla en lo que Jin y YoonGi terminaban de preparar la cena. Al rededor de media hora después, el timbre volvió a sonar.
Esta vez quienes llegaron fueron, Chanyeol y Baekhyun, acompañados del pequeño Junhyun. Cosa que realmente sorprendió a Yeri, ella no se esperaba que vinieran, pero aún así se puso muy feliz, pues tendría con quien jugar toda la noche.
—Si, no te preocupes... aquí te esperamos… conduce con cuidado Nam… — colgó
—¡¿Papá ya viene?! — preguntó Yeri muy emocionada
—En un rato más, hija… — ella hizo un puchero. Jin volteó a ver a YoonGi — Hay mucho tráfico, tiene diez minutos atorado en la avenida principal
—Ya veo… — observó a Yeri salir de la cocina — sigo sin comprender porqué está trabajando tanto
—Pues… Namjoon quiere llevarnos de viaje, por eso está haciendo horas extras — revisó el pavo en el horno
—Ahora entiendo, me parece una idea grandiosa, pero espero que no se sobre esfuerce demasiado — revolvió la sartén — y esperemos que llegue pronto
•●•
Las risas de Yeri y Junhyun resonaban por todo el lugar, mientras corrían con una pelota. En tanto los adultos, mantenían una cómoda charla y comían bocadillos, esperando a los últimos invitados.
El timbre sonó por tercera vez avisando de la llegada de los últimos asistentes a la cena. Jin fue a abrir encontrándose con el matrimonio Jung. Taehyung mantenía una sonrisa apenas perceptible en su rostro, mientras que Hoseok era quien mostraba una sonrisa más notoria y sostenía a su hijo. SeokJin se preguntaba que había sucedido con esos dos.
—Lamentamos la tardanza, tuvimos unos… inconvenientes — habló Hoseok. El menor de los tres apretó sus labios y miró al suelo.
—Oh, descuiden. Llegan justo a tiempo — se hizo a un lado — adelante, todos están en el living
Taehyung se adelantó de manera silenciosa, y haciendo el más mínimo ruido, subió las escaleras, intentando que nadie notara su presencia. Hoseok hizo una mueca y negó con un pequeño suspiro.
—Le pregunté si mejor nos íbamos a nuestra casa, pero se negó…
—Hoseok, disculpa que me meta pero… — cerró la puerta detrás de él y reguló el volumen de su voz — ¿Sucedió algo entre ustedes?
Negó y acomodó a su bebé en sus brazos — es solo que…
—¿Puedo sostenerlo? — preguntó rápidamente
—Oh… por supuesto… — con cuidado le entregó el pequeño bultito envuelto en mantas
Jin sonrió con ternura al ver lo pequeñito que TaeHoo era en sus brazos. Realmente era idéntico a Taehyung. Besó la pequeña frente y acarició su mejillita.
—Perdón por interrumpirte, puedes decirme
—Descuida — sonrió levemente al ver a su hijo abrir sus ojitos
—Entonces… ¿Sucedió algo con Taehyung? — preguntó meciéndose con suavidad lado a lado
—Pues… nosotros venimos de la clínica, Taehyung y yo íbamos muy ilusionados… creímos que el día de Hoy, TaeRin podría salir y pasar su primera navidad con nosotros… pero se nos fue negado hacerlo… — suspiró desviando la mirada. Tratando de esconder su dolor — ella aún necesita pasar más tiempo en esa incubadora
—Ahora entiendo…
—Taehyung y yo, de verdad queríamos tener a TaeRin con nosotros en su primera navidad, pero no se pudo… creo que a Taehyung le afectó aún más que no la pudiéramos tener aquí — rascó su nuca
—Es comprensible su actitud — miró al pequeño en sus brazos — Si quieres, puedes pasar con los demás, yo iré a ver como se encuentra Taehyung
Asintió — También le diré a Jimin que suba
SeokJin asintió de acuerdo, viendo como Hoseok se encaminaba al living. Se dio media vuelta para dirigirse a las escaleras, cuando escuchó la puerta ser abierta, dejando entrar finalmente a su amado esposo.
—¡Namie! — se acercó a él de inmediato
—Hola, Jinnie — sonrió cansado y lo abrazó con cuidado al percatarse del bultito en sus brazos — Perdóname por tardar tanto
—Lo importante es que ya estás aquí… — Lo observó con sus ojitos brillosos. Namjoon se acercó y dejó un beso en sus labios — Ahora sí, ya estamos todos
—Lo estamos, jamás podría perderme una navidad con mi familia — pasó su brazo por la cintura de Jin y sonrió al ver a TaeHoo bostezar
Plantó de nuevo un besito en los labios de SeokJin y lo apegó más a él, disculpándose una vez más por la tardanza.
Lo importante era que ya estaban finalmente todos. Era momento de pasar nochebuena todos juntos como una familia y ver llegar la navidad.
Sería una noche cálida y especial.
—¡¡PAPÁAAAAA!!
—Oh, Yeri ya te encontró Joonie~
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
¡ES CUMPLEAÑOS DE SU ESCRITORA! Wiiii~💕
(en realidad fue ayer 24/sept)
La cosa es, que quería actualizar ayer por lo mismo:") me apresuré lo más que pude y apenas tuve el capítulo listo QuQ
¡¿QUÉ LES PARECIÓ EL CAPÍTULO?! Lamento mucho si quedó aburrido TnT nada más llega enero (en el fic obvio) y comenzará lo bueno. Aaaa~ No tienen idea de lo que se viene en los próximos capítulos:")
¡Esperaré sus lindos comentarios! Créanme que amo cada uno de ellos. Son muy importantes para mi, más de lo que creen💕🌟
🌟¡¡GRACIAS POR LOS +18k!!🌟
Me estoy cayendo de sueño:") así que me voy. Espero que les gustara el capítulo ¡Actualizaré lo más pronto posible!
¡¡LOS AMO MUUUUUUUUCHOOO!! Les mando un enorme abrazo y beso a cada uno de ustedes 💕
💖💚💙💖💕💚💙💛💖💕💚💙💛💖💚💕💖💚💙💚💖💚💕💖💚💙💚💖
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro