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🍃Capítulo 27

《⏳》


—M-mami...

—Oh, mi niño...

YoonGi se apresuró a tomar a su hija de los brazos de su amado y lo ayudó a ponerse de pie.

La mujer, abrazó a su hijo con fuerza, mientras que Jimin, se aferraba a ella, comenzando a llorar cada vez más fuerte, al momento de sentir a su hermana unirse.

Cuando el menor dejó de sentir los brazos de su madre sobre su débil cuerpo, las manos de ésta acariciaron su cabello para después pasarse a sus esponjosas mejillas, apartando las lágrimas con sus pulgares

—Mi bebé... estoy muy orgullosa de ti...

Todos miraban esa bella escena, muy enternecidos. Después de unas cuantas lágrimas más, entre ambas llevaron con lentitud a Jimin al living, pues aún se sentía adolorido.

El otro padre estaba rodeado de sus amigos que querían ver a la bebé. Su joven cuñada se acercó con curiosidad, para ver a su nueva sobrina.

—Hey, pulguita... — llamó con una pequeña sonrisa y voz calma — ven a conocer a tu sobrina...

—Uhh... — se asomó curiosa viendo la tranquila carita dormilona — e-es muy pequeñita...

Todos se reunieron en el living, sentándose cómodamente. A excepción de Namjoon, él se disculpó con su hermano, pues tenía que retirarse, su pequeña Yeri tenía fiebre y pedía entre llantos a su padre.

Ahora sólo quedaba el matrimonio Jung de visita y Jimin junto con su madre. Ella seguía mimando y abrazando a su querido hijo, diciéndole cuán orgullosa se siente.

El pálido se acercó a su bella suegra y le entregó el pequeño bultito en sus brazos. La mujer derramó lágrimas de felicidad al conocer finalmente a su nieta. Y felicitando a ambos padres por tan bella niña.

—No puedo creer que mi bebé, ahora también tenga a un bebé — lloró

—Máaa~ — Jimin no pudo evitar reír, aún con lágrimas en sus ojos al escuchar a su madre decir eso

—Es cierto, hermanote — habló Jennie — hasta podría decir que SunMi parece tu hermanita... ¡Aún te ves de diecisiete años! Te juro que no te ves de veintitrés y mucho menos que acabas de dar a luz

—Bueno... ¿Qué culpa tengo de no aparentar mi edad? — puchereó

—ChimChim, es que es cierto, aún pareces un niño y por eso siempre me dan ganas de abrazarte mucho, mucho~

—Es cierto lo que dice Tae, aún tienes algo así como... ¡Como un aura infantil! Pero estamos seguros de que serás un padre grandioso — Hoseok alagó con una sonrisa

—Gra-gracias... — murmuró con un leve sonrojo

Durante treinta minutos se mantuvieron en una cómoda charla, llenando de preguntas al pobre Jimin.

—Y ¿Para cuando nace tu bebé, Taehyung? — cuestionó la señora Park, meciendo a su nieta con suavidad.

—¡Oh! — se emocionó llevando sus manos a su redondo vientre — está programado para dentro de dos meses más

—¿Dos meses? Ya casi, ¿Ya saben que va a ser? — miró a ambos padres con una sonrisa

—Aún no — respondió Hoseok entrelazando su mano con la de su pareja

—¿Qué? Pero si ya tiene siete meses — se sorprendió

—Lo sé... ¡Pero manchita no se deja ver! — renegó — en tooooodos los ultrasonidos, nos muestra su espalda o su traserito, no lo entiendo

—Creo que le es divertido mantenerlos con la intriga — se rió —  lo sabrán cuando nazca...

Todos los ahí presentes se enfrascaron en una cómoda charla. YoonGi volteó a ver a su esposo, le abrazó y besó sonoramente su mejilla al verlo bostezar un poco.

El pálido sonrió enternecido, era cierto: su Jiminnie seguía luciendo como un niño.

El menor se recargó en el hombro de su pareja y cerró sus ojitos. Seguía sintiéndose cansado. A pesar de sentir su cuerpo más ligero, sigue sintiéndose algo raro.

Por costumbre, intentó recargar su mano en su vientre, pero ésta terminó cayendo en su regazo. Una extraña sensación se instaló en su pecho... se sentía vacío.

Inhaló y exhaló con profundidad e intentó concentrarse en las caricias que YoonGi le dedicaba en el brazo, junto con los roces de su nariz con su cabello.

Jimin comenzó a sentir cierta ansiedad... ese vacío no lo dejaba tranquilo y el nudo en su garganta se hacía cada vez más grande mientras las lágrimas comenzaban a acumularse bajo sus párpados.

Necesitaba sentir a su bebé.

YoonGi sintió a su pareja inquieta. Lo juntó más a su cuerpo sin detener las caricias.

—¿Cómo te sientes, cariño? — murmuró lo bastante bajito para ambos. Los demás aún se encontraban enfrascados en su conversación.

Pero Jimin no contestó. El pobre sentía que si decía alguna palabra... se quebraría y no quería que los demás se dieran cuenta, para no romper el ambiente de felicidad en el lugar.

—¿Minnie? — se preocupó al verlo apretar sus labios y párpados. — ¿Te duele algo?

Negó.

—Mi amor, ¿Qué tienes? Dime algo, Minnie... — siguió regulando su voz para que los demás no escucharan — ¿Te sientes mal?

—Me s-siento raro... — su voz se quebró mientras tocaba desesperado su vientre blando. El pálido notó como movía sus manos en ese lugar de manera ansiosa. — Necesito... ne-necesito sentir a mi bebé...

Jimin lo miró con sus ojitos cubiertos en lágrimas. YoonGi de inmediato se dio cuenta de la ansiedad en su pareja. Tantos meses manteniendo a su bebé en su interior, por supuesto que el mayor entendía la necesidad de su pequeño esposo de sentir a su bebé ahora, en sus brazos.

—Tranquilo, tranquilo... — acunó su rostro y besó cortamente los labios ajenos mientras con sus pulgares limpiaba las traviesas lágrimas que humedecían las bellas mejillas — respira... eso es, traeré a nuestra hija...

—Hey, ¿Qué tanto cuchichean ustedes dos? — habló la señora Park dirigiendo su atención a la joven pareja. — ¿Jimin?, ¿Por qué lloras?

El castaño mordió sus labios, pues eso le provocó más ganas de llorar y no quería asustar a su hija. Se sentía demasiado sensible y de verdad sentía la enorme necesidad se sostener a su bebé.

—SunHee, ¿Podría entregarle la bebé? Él... se está sintiendo mal sin ella... — explicó bajito

SunHee vio a su hijo que sollozaba bajito, conteniéndose para no soltar fuertemente en llanto mientras también se abrazaba a si mismo. La mujer al ver esa acción, comprendió todo.

Extendió sus brazos y le entregó la bebé. El menor al sentir a su hija en sus brazos, no pudo evitar sentirse más tranquilo. Suspiró tragando el enorme nudo en su garganta, sin dejar de ver con ojos de amor a su hija. Abrazó el pequeño cuerpecito y hundió su nariz en su cuellito, inhalando el bonito aroma a bebé que le hizo relajarse.

Se había perdido completamente en el angelical rostro de su pequeña, tanto así que aquella tranquilidad que emanaba comenzaba a afectarle, sintiéndose más sereno. Pero aún se sentía ansioso, observaba el diminuto rostro de su hija y solo quería que abriera sus ojitos, ya que desde su nacimiento no ha dejado que sus padres vieran el color de éstos, y Jimin estaba bastante seguro de que, sus hermosos ojitos eran tan profundos como los de su esposo.

YoonGi lo observó sin cuidado, sin importarle que los demás lo estuvieran mirando. Le estaba preocupando un poco el estado de su amado, ya de por sí estaba consciente de lo que ocurriría en la noche, no dormiría bien, lo sabía, no porque su pequeña lo despertara a mitad de la noche, sino porque sabía que lucharía con la ansiedad e inseguridad de su esposo.

Tiene que estar al pendiente de ambos, no querrá descuidarles ni un segundo.

El matrimonio Jung venía del baño, topándose con la escena de Jimin abrazando a su hija y él quedándose prácticamente dormido. Decidieron que era hora de irse.

Se despidieron de todos no sin antes dejar un presente para la bebé en la mesita de centro. Hoseok le dio un fuerte abrazo a su mejor amigo y felicitándolo nuevamente por la entrada a la paternidad.

Después, YoonGi decidió llevar arriba a su amado, para poder darle un baño caliente y llevarlo a la cama a descansar. Así que le pidió a la Señora Park que mientras cuidara de la bebé, pero cuando SunHee intentó tomar a su nieta de los brazos de su hijo, éste despertó un poco de su pequeña ensoñación y se negó.

A YoonGi no le quedó de otra más que subir con su esposo en brazos, junto con la bebé. Cuando ingresaron a la habitación, se sorprendió de ver todo ordenado, supuso que su suegra había puesto todo en orden cuando llegó.

Con extrema delicadeza, recostó a su amado en la cómoda cama. Jimin suspiró al sentir las frías sábanas y abrazó más a su hija contra su pecho. YoonGi sonrió levemente y besó la frente de su esposo. Con velocidad, encendió el termostato de la habitación, luego se dirigió al baño — el cuál también estaba completamente limpio — Ni si quiera parecía que tan sólo hace unas horas, un nacimiento se había llevado acabo en ese mismo lugar... el nacimiento de su hija.

Abrió la llave de la tina al máximo, para que ésta se llenara lo más rápido posible. Reguló la temperatura del agua para después dirigirse con su esposo que yacía recostado, mientras veía a su bebé completamente extasiado. Tocaba la pequeñísima manita dejando escapar una risita al sentir como su dedo era apresado en la manita de la pequeña SunMi.

—¿Te sientes mejor? — preguntó sentándose a lado de Jimin

—¿Uhm? — Le volteó a ver, así dedicándole una tímida sonrisa — sí, lo siento... no quería arruinarlo...

—No digas eso, no arruinaste nada — acarició el suave y poco despeinado cabello — todos entendieron...

—Me entró ansiedad, al no sentir a mi bebé en mi vientre... — murmuró viendo a su hija — pero, ahora que la tengo en mis brazos, me siento mejor...

—Pronto dejarás de sentirte ansioso... — besó castamente su mejilla — el nacimiento aún ha sido muy reciente, es comprensible que sientas eso...

Ambos se habían quedado por alrededor de cinco minutos, en la cama, simplemente viendo a su hija dormir. YoonGi no dejaba de dedicarle caricias a su amado ni tampoco de dejarle besitos en toda la cara, aún no sé cansaba de agradecerle por tan bella niña que trajo al mundo.

YoonGi se dio cuenta de que Jimin, nuevamente se estaba quedando dormido. Él necesitaba descansar adecuadamente y reponer muchas energías. El parto había sido bastante agotador...

—Minnie... — lo movió con suavidad — Mi vida...

—¿Uhm? — abrió sus ojitos mirando adormecido a su esposo

—La tina está lista, déjame darte un baño calentito para que puedas dormir cómodo, ¿Sí?

—P-pero mi bebé...

—Tu madre puede cuidar de SunMi por unos minutos... no tardaremos... necesito cuidar de ti, mi amor... — acarició su cabello tranquilizándolo

—No lo sé...


•●•


—Minnie... se va a enfriar el agua

Jimin estaba sentado en la tapa del WC y envuelto en su bata de baño. Se había duchado un poco — él sólo — pues en su parte baja aún se sentía incómodo y sucio. Incluso había sangrado un poco. Quiso limpiarse bien, pues no quería ensuciar el agua de la tina con esos residuos.

—Y-ya voy... — se puso de pie, agachando la cabeza al ver a su pareja acercarse

Se sintió cohibido. YoonGi estaba semidesnudo, sólo portaba su ropa interior. Ha visto a su esposo desnudo, incontables veces, pero  ahora lo ve más en forma desde que empezó a ejercitarse en las mañanas y eso hace que Jimin se sienta aún más mal consigo mismo.

Hace unos minutos que se había duchado y no pudo evitar revisar su cuerpo. Es cierto, se sentía más ligero, pero su abdomen estaba blando y algo hinchado aún. Se puso muy triste al encontrar dos de esas feas líneas en su vientre bajo. El estiramiento de su piel le provocó ese par de horribles estrías... estaba ojeroso, sentía que había perdido brillo

No sé sentía atractivo.

Y no quiere mostrarse así frente a YoonGi, no quería mostrarle que se había convertido en un globo desinflado. No mientras YoonGi se mire tan bien y él... sea todo lo contrario.

El mayor se acercó a él e intentó quitarle la bata pero Jimin horrorizado se lo impidió cruzando sus brazos. 

—¿Minnie? — Le observó confundido

—N-no... — cerró sus ojos fuertemente y tragó — YoonGi... ¿Me puedo bañar sólo? S-si quieres, entra tu primero...

—¿Qué? — frunció el ceño — ¿Por qué...? Oh... ¿Necesitas a SunMi de nuevo? ¿Sientes ansiedad? — se preocupó tomándole de los hombros

El menor negó abriendo sus ojitos — No, no es eso... — el pálido se relajó — sólo... ¿Podrías voltearte?

—¿Voltearme? ¿Te avergüenza que te vea desnudo? — No pudo evitar utilizar un leve tono divertido — Cariño, no hay ninguna parte de ti que no haya visto antes...

Entonces, Jimin apretó sus labios y sintió las lágrimas amenazándole con volver.

—Por favor... sólo, date la vuelta, sal, haz lo que q-quieras, pero no me veas... no te gustará — su voz se rompió al instante, sintiéndose horrible consigo mismo

—¿Jimin? — Le miró preocupado al escuchar el primer sollozo — Mi vida, no... no llores — acunó el rostro de su amado entre sus manos — siempre te he visto desnudo, te conozco... no tienes porqué asustarse

—M-mi cuerpo no es el mismo... — apretó sus ojos sintiendo las lágrimas brotar — he cambiado... sólo no me veas, te lo pido...

—Jimin, por favor no hagas esto... no tienes idea de como me duele saber que tu autoestima de nuevo esté así... ¿Qué hago, Minnie? — Le miraba angustiado, limpiando con su pulgar una y otra vez las lágrimas que resbalaban por sus mejillas

—No me mires... luzco desagradable... — sollozó

—No, mi vida... no, por favor no digas eso — con desesperación, besó la frente y labios de su triste esposo — nunca lucirás desagradable para mi, cariño. Nunca, ¿Lo entiendes?

Se quedó callado conteniendo sus sollozos.

—Escucha, no tienes ni veinticuatro horas que diste a luz, cariño... tu vientre seguirá un poco inflamado por un corto tiempo... — colocó con lentitud su mano sobre el abultado abdomen, haciendo que Jimin se tensara de inmediato — es normal que esté así después de un nacimiento. Con el pasar de los días, la inflamación irá disminuyendo hasta volver a su forma anterior, ¿Comprendes eso? — acarició con amor y besó cortamente los labios ajenos — No te mentiré, no quedará exactamente a cómo lo tenías antes del embarazo, pero yo te amo y eres perfecto ante mis ojos, no importa lo que suceda, ¿Sí?

—Tengo miedo... de que no te guste lo que verás... — mordió nerviosamente su labio conteniendo los sollozos

—Cariño... lo que no me gusta es que seas tan inseguro con tu cuerpo — el menor le miró con sus ojitos muy abiertos — ¿No escuchaste? Yo te amo y te amaré sin importar cuantos cambios sufra tu cuerpo... eres el amor de mi vida, Jimin. Te amo tal cuál eres...

—Pero...

YoonGi le silenció uniendo sus labios, haciendo que el más bajo se sorprendiera para corresponder segundos después. El mayor llevó sus manos a ambas mejillas de su amado, para profundizar aún más el beso.

Se separó un poco para dejar un besito en esa bonita nariz. Sonrió al ver como el menor se sonrojaba. El pálido acercó su nariz al cuello de Jimin, donde la frotaba con lentitud y dejaba besitos húmedos en el trayecto.

Deslizó sus manos por los hombros más pequeños, para comenzar a bajar con parsimonia la blanca y suave bata de baño, haciendo un camino de besos húmedos por cada parte que iba quedando al desnudo...

Comenzando por el cuello, pasando por sus hombros y bajando hasta sus clavículas... pequeños besos húmedos, llenos de amor

Jimin cerró sus ojos, disfrutando de las caricias y besos de su esposo. Dejando escapar suspiros de gozo.

El mayor bajó la prenda cada vez más, haciendo su caminito de besos. Demostrándole cuanto ama esas perfectas imperfecciones de las que tanto se avergüenza y forman parte de su bello cuerpo, porque eso lo hace aún más hermoso.

Bajó desde su pecho, hasta su abdomen hinchadito y blandito, besándole una y otra vez. Llegó al vientre bajo topándose con un par de líneas blancuzcas y sonrió con ternura.

—Ésta... — besó una — y ésta... — besó la otra — me hacen amarte cada vez más, cariño...

—YoonGi, n-no...

—...Éstas marcas, demuestran el amor que tienes por nuestra hija... — murmuró contra la suave piel — son el resultado de tu esfuerzo por mantenerla a salvo y cálida dentro de ti, mi vida. Eres increíble, estoy orgulloso de ti y te amo...

Se puso de pie para tomar las húmedas mejillas del menor, dejando un casto beso en los esponjosos labios. Le rodeó con sus brazos y lo apegó a él en un cálido abrazo, sintiendo su cuerpo temblar

Jimin sollozaba bajito, sintiéndose lleno de amor. Piel con piel... desnudo, indefenso, frágil... así se sentía en los brazos del amor de su vida...

Sin previo aviso, YoonGi le alzó en brazos con una enorme sonrisa, mientras no dejaba de darle besitos por todo el rostro.

Con sumo cuidado, ingresó a ambos en la tina. Se acomodaron con delicadeza en su posición favorita: Jimin recostado entre las piernas de YoonGi y recargado en su firme pecho.

YoonGi comenzó a arrullarlo, meciéndose lado a lado, mientras mojaba el cuerpo de su amado con una esponja, con mucha suavidad y amor

—Relájate, cariño... — deslizó la esponja por el cuello y clavículas — Yo te sostendré y te mimaré

Jimin asintió, acomodándose en el pecho del mayor, para después cerrar sus ojitos y suspirar con gusto.

YoonGi lavaba el cuerpo y cabello de el amor de su vida, con mucha dedicación y delicadeza. Mientras le murmuraba bellas palabras de amor, besándole repetidas veces. Ya que a YoonGi le encantaba consentir a Jimin, es algo que haría por horas y jamás se cansaría, pues él vive por y para su esposo y ahora, también para su hija.

Su hija... su preciosa hija.

Min YoonGi se siente la persona más dichosa de todo el mundo. Min Jimin & Min SunMi, significan todo para él...

•●•

El pálido terminaba de vestir con un suave pijama a su pequeño y agotado esposo. No lo niega, él también se siente muy cansado, pero sabe que Jimin lo está aún más y por ende, siente la enorme necesidad de cuidarle.

Después de arroparlo, Jimin medio dormido pedía a su hija. El mayor besó su frente y le dijo en voz bajita, que iría por ella.

Con prisa, YoonGi entró a la habitación de su bebé y tomó unas mantas y una pequeña cuna alta, que sabían que necesitarían en los primeros días de nacimiento de su hija. Yoongi entró de nuevo a su habitación y colocó la cuna junto a su lado, pues quiere  estar pendiente de su hija toda la noche mientras su pequeño duerme.

Luego, se dirigió a la habitación de huéspedes y tocó la puerta un par de veces, entró cuando escuchó un "adelante" proveniente de su suegra

—¿Cómo está Jimin? — preguntó la mujer con la niña en brazos en cuanto miró al pálido cruzar la puerta

—Está mejor, pero por más sueño que tiene, no se quiere dormir sin antes ver a SunMi — respondió con una pequeña sonrisa al acercarse a su suegra. Buscó con su vista a su pequeña cuñada, pero al escuchar el agua de la ducha correr, dejó de hacerlo.

—Me tenía preocupada... — suspiró con alivio — aunque, comprendo su sentir... cuando tuve a Jimin, también sentí exactamente lo mismo, no me gustaba estar lejos de él, tenía que tenerlo a mi lado siempre — sonrió con nostalgia, viendo a su nieta dormir en sus brazos mientras se mecía lado a lado, para luego dirigir su atención a su yerno — con el pasar de los días irá disminuyendo esa sensación...

—Lo sé, yo... investigué sobre todos los síntomas post parto, aún así no puedo evitar preocuparme — disminuyó el volumen de su voz — no me gusta verle mal

—Oh, YoonGi... eso lo tengo más que claro — sonrió con ternura — recuerdo aquella vez en la que Jimin pescó un pequeño resfriado, no era nada grave... pero ahí estuviste cuidando de él. Siempre te has preocupado mucho por mi hijo y te lo agradezco tanto

—Siempre me preocuparé por él, lo amo mucho — tocó con la yema de su dedo, la ruborizada mejilla de su hija

—Eres un ángel, YoonGi. — el nombrado sonrió — Siempre me he sentido tranquila y feliz de que Jimin esté contigo y no con ese muchacho que sólo lo iba a... — se calló de inmediato — olvida eso...

—Descuide, Jimin ya me habló sobre lo sucedido... — la mujer se sorprendió

—¿En serio te habló de eso? No le gusta recordarlo... ni hablar del tema

Asintió e hizo una mueca — No sabe, las ganas que tengo de romperle la cara a ese sujeto

—Lo mismo le quería hacer en ese momento, por herir a mi bebé... pero bueno, quien sabe que será de él ahora y no me interesa — suspiró

Los quejiditos de la bebé, llamaron la atención de ambos. La pequeña, comenzó a removerse un poco en los brazos de su abuela.

—Bueno, creo que ya extraña a su papi...

•●•

Al entrar a la habitación, la bebé comenzaba a llorar un poquito más fuerte, así despertado a Jimin se su pequeña ensoñación.

Al ya tener Jimin a su hija en brazos, se dieron cuenta de que tenía hambre, pues cuando venían en el auto, camino a casa, la pequeña no se había alimentado lo suficiente.

Cuando al fin, se sintió satisfecha, Jimin la acomodó sobre su pecho y palmeó con suavidad su espaldita, mientras frotaba su nariz por los cabellitos y cuellito de su hija.

Después, la recostó en la cama, justo en medio de los dos.

Ambos la miraban emocionados, felices, como si fuera algo nunca antes visto. La inspeccionaban por completo, veían como su pechito subía y bajaba con rapidez.

Era increíble como una pequeña personita podría cambiar la vida de dos personas en cuestión de segundos. Su preciosa hija sería su total centro de atención, ambos se asegurarían de darle la mejor vida que algún niño pudiera tener. Jimin se esforzaría al máximo para hacerle saber a su hija lo hermosa, valiosa y especial que era, no permitiría que su pequeña tuviera los mismos malos pensamientos que lo estaban destruyendo a él desde hace un largo tiempo.

YoonGi se aseguraría de que su pequeña creciera con todas las comodidades, se aseguraría de que nada le faltara, su hija tendría todo lo que una niña podría desear, le mostraría el arte de la música y esperaba, desde lo más profundo de su alma, que Jimin algún día llegara a mostrarle a su hija algo sobre el mundo de la danza.

La pareja dejó salir un suspiro al mismo tiempo, sorprendiéndose por dicha coordinación, y dejando escapar una suaves risitas con cuidado de no despertar a su hija. Pero al parecer aquello no había funcionado, pues la pequeña SunMi se había movido incómoda, estirando sus bracitos y piernitas mientras abría su pequeña boquita para dejar salir un largo bostezo que apenas fue audible.

—Y-YoonGi... — el menor de los dos susurró el nombre de su esposo, tragando en seco al notar lo que estaba apunto de ocurrir.

El pálido hombre frunció ligeramente el ceño al mirar a Jimin casi temblando. Fijó su vista en su hija, intentado rápidamente revisar si algo malo le estaba ocurriendo.

Pero de pronto, sintió su respiración irse. En ese preciso momento, su pequeña bebé se encontraba abriendo sus ojitos por primera vez frente a sus padres. YoonGi, miró a JiMin de manera rápida muy emocionado, para volver a fijar sus ojos en los pequeñitos ojitos de su hija, admirando aquel color negruzco en ellos, con un brillo increíble que hacía que sintiera una calidez increíble en su pecho.

—Eso es m-mi niña... — susurró el pálido, acercándose a su hija con cuidado, acariciando su cabecita con cariño y amor, dejando un beso en su frente, sintiendo las ganas de llorar acumularse — Lo lograste, SunMi, has abierto los ojitos, mi amor... ya puedes vernos...

—Hola melocotón... — murmuró Jimin con su voz ligeramente trémula y aguda con una sonrisa en su rostro mientras tocaba la diminuta manita — ...somos tus papás, al fin nos conoces...

La pequeña, tenía su vista en dirección al techo. Abría y cerraba sus ojitos, mientras mantenía su ceño ligeramente fruncido. Volvió a abrir su boquita para dejar salir otro bostezo, estirando sus pequeñas extremidades.

Mientras tanto, ambos padres no podían dejar de verla, cada acción, la más mínima acción, les parecía lo más fascinante del mundo, ver como por si sola se movía, parpadeaba intentando enfocar... era una pequeña cosita maravillosa y sin duda la más preciosa.

—Tiene tus ojos, Yoonie... es toda una pequeña versión de ti, mi amor...

—¿De verdad crees eso? — No pudo evitar sonreír orgulloso, sin dejar de ver a su hija con admiración

—Tus genes son muy dominantes, Min — se rió bajito

—Pero qué dices... — tocó la mejilla de su pequeña — Éstos bellos mofletes son iguales a los tuyos...

La bebé, volvió a bostezar, dando a entender a ambos padres que ya quería dormirse. Así que YoonGi, la acunó en sus brazos, meciéndola suavemente.

Jimin se acercó a su esposo, recargando su cabeza su hombro. Ambos, veían a su hija cerrar sus ojitos, dejándose vencer por el sueño.

—No puedo creer que una cosita tan pequeñita, me hiciera sufrir tanto — comentó el menor en voz baja con una risita — sus pataditas de verdad dolían...

—Dentro de ti no dejaba de moverse, y ahora que está aquí, se volvió muy tranquila... — acarició los castaños cabellitos

Ambos padres, fueron testigos de como su hija se fue al mundo de los sueños. Su pequeño pechito subía y bajaba con un poco de prisa y su boquita se hallaba entre-abierta. Su piel blanca como porcelana, contrastaba con el bello rubor en sus mejillas. Aún viendo a la bebé, seguían incrédulos de que finalmente, su hija este con ellos.

Después de un largo camino, lleno de altibajos y otros buenos momentos, al fin eran padres de la niña más preciosa que pudiera existir.

A la mente de YoonGi, vino ese recuerdo horrible. El día que perdieron a su angelito... pensó que jamás podría superar ese trago amargo... ambos estaban hundidos en una pequeña depresión, la oscuridad los consumía poco a poco. Se esforzaron muchísimo por salir adelante, incluso sonreír les era muchas veces complicado.

Pero un día, llegó un rayito de luz a su oscuridad. Un rayito de luz que iluminó todo a su paso... un milagro, porque sí... SunMi era un pequeño milagro y la luz que los guiará, ahora en sus vidas...

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El reloj digital marcaba las 3:17am. Min YoonGi, apenas había dormido, mínimo una media hora. ¿Qué tal si su hija despertaba o lloraba y no se daba cuenta? ¿Y si Jimin se sentía mal de nuevo?. Tenía que estar atento a cualquier cosa y dormido no podría hacerlo.

Esto le trajo recuerdos de cuando recién entró a trabajar en la clínica y tenía que hacer sus guardias nocturnas, atento a todo lo que pudiese pasar.

Dejó escapar un bostezo más. Sus párpados pesaban. Afortunadamente su amado, había caído en un profundo sueño, lucía tan cómodo, se nota que de verdad está descansando y durmiendo adecuadamente, a cómo no lo hacía hace meses.

Volteó a ver a su hija durmiendo en su cunita, respirando con tranquilidad. Se puso de pie, por milésima vez en la noche, sólo para inspeccionarla y asegurarse de que se encontraba bien.

Encendió la tenue luz de la lámpara, regulando la intensidad de la luz. Ahora si podía ver bien a su hija. Grande fue su sorpresa, al verla con sus ojitos abiertos, mirando en dirección al techo. Movía sus piernitas de manera apenas perceptible, como él suave aleteo de una mariposa. Al parecer no tenía sueño, o quizás recién despertaba.

—¿Qué haces despierta, melocotón? — habló bajito con voz dulce, tomando a su hija en brazos

Ella sólo abría y cerraba sus ojitos, moviendo su boquita. YoonGi sonrió completamente enternecido acunándola, lado a lado.

Inesperadamente, SunMi frunció el ceño, abrió su boquita y comenzó a llorar. YoonGi se asustó.

—¿Qué tienes, hija? No... — se puso de pie, caminando por la habitación intentando calmarla — ...No llores, pequeña...

Se sentía nervioso, pues el único que lograba tranquilizarla era Jimin. Él no tenía, ni la más remota idea de como tranquilizar a su bebé.

¿YoonGi?

—Oh, cariño... — se subió con precaución a la cama, acercándose al menor que tallaba sus ojos — No quería interrumpir tu sueño, pero creo que SunMi tiene hambre

—¿Qué hora es? — preguntó medio adormilado, sentándose un poco en la cama y extendiendo sus brazos para que le entregara a la niña.

—Las tres con veintisiete... — respondió dejando a su hija en los brazos contrarios — la última vez que la alimentaste, fue a las once y algo

Jimin asintió, dejando escapar un bostezo.

—Tranquila, bebé... — la apegó a su pecho, dejando que escuchara los latidos de su corazón. Su llanto comenzó a disminuir

YoonGi se sorprendió por la facilidad en que logró que SunMi se tranquilizara. Jimin le dio un vistazo a su esposo, no pudo evitar reír. Pues el lucía nervioso y preocupado por no saber como calmar el llanto de su bebé.

—Como... ¿Cómo haces eso?

—¿El qué? — rió bajito, desabrochando su prenda. El pálido inmediatamente le ayudó

—Calmarla tan fácil — dijo ayudándole a acomodar a la bebé

—Pues... — observó a su hija comenzar a alimentarse — a ella le gusta escuchar mis latidos...

—¿Tus latidos? — ladeó la cabeza confundido

Asintió con una sonrisa que hizo que sus ojitos se convirtieran en un par de bonitas medias lunas

—Cuando llore, sólo debes acercarla a tu pecho, para que escuche tu corazón... — acarició los cabellitos de su hija —  al parecer el palpitar le relaja. Tantos meses dentro de mi, escuchando mi latir, que al parecer se acostumbró a escucharlo...

—Entiendo... — sonrió pasando su brazo, por el hombro de su amado — la próxima vez, yo la tranquilizaré, lo prometo

—Quiero ver eso... — bostezó y recargó su cabeza en el hombro del mayor

YoonGi acarició el brazo del más pequeño y recargó su cabeza contra la otra. Veían a su hija, con amor.

Ambos encontraron un nuevo pasatiempo: observar a su hija.

Podrían pasar horas mirándola sólo dormir, porque su sólo respirar, les parecía la acción más hermosa del universo. Y se sentían las personas más dichosas de todos.

Después de unos minutos, al parecer la pequeña había terminado. Jimin habia palmeado con suavidad, la pequeña espaldita para que sacara el aire.

Mientras que YoonGi, se estaba quedando dormido, recargado en su esposo.

Una suave melodía comenzó a sonar, llamando la atención de Jimin, al darse cuenta de que era el celular de su esposo.

—YoonGi... — le llamó bajito — es tu celular

—¿Uhm? — levantó la cabeza con un ojo abierto

—Tu celular está sonando

—Oh... — estiró si brazo al buró, alcanzando el aparatito y sonrió al ver la pantalla

—¿Qué es? — preguntó el menor algo confundido y curioso al verlo sonreír

—Esto...

YoonGi le mostró la pantalla de su teléfono a su pequeño esposo. Este al momento de verla se le aguaron inmediatamente los ojos

3:46AM
"24 horas desde que estás a nuestro lado, mi dulce melocotón👼🍼💕"

—Tú... ¿Tú pusiste una alarma justo... en su hora de nacimiento?

Asintió — Hace exactamente veinticuatro horas que... nuestro rayito de luz, se convirtió ahora en nuestro bello sol... hace veinticuatro horas que me siento completo y aún más feliz... — besó la frente de su hija — y hace veinticuatro horas, que diste todo tu esfuerzo para traer a nuestra hija al mundo.... Te amo tanto a ti y a nuestra pequeña hija... una vez más, Gracias Jimin, gracias por todo...

Las lágrimas no paraban de deslizarse por su regordetas mejillas. ¿Y qué si se había vuelto un llorón? Eran lágrimas de felicidad.

Jimin no podía decir nada, porque sabía que su llanto aumentaría y despertaría a su bebé. Simplemente lloró apegando a su hija a su pecho, mientras que los firmes brazos de YoonGi, les rodeaba en un cálido abrazo.

Finalmente... habían formado su pequeña familia. Una familia pequeñita y la más bella y amorosa que pudiese existir. Una familia que quizás dentro de poco, comience a crecer nuevamente...

Porque sí... Min YoonGi y Min Jimin, planean que su familia se expanda, en un futuro no muy lejano...

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¡¡HOLAAAAAA MIS BELLEZAS!!

Me quiero disculpar... (No mms vivo disculpándome:"u soy bien torpe)... por la tardanza. Me dio un maldito bloqueo, donde no sabía como describir ni nada. O sea, tenía todo en mente pero simplemente las palabras no salían y eso me frustraba:c Batallé muchísimo para terminar estr capítulo (es en el que más me he complicado gracias al feo bloqueo💔) y la verdad, detesto cuando les hago esperar tanto ;--; sólo espero no bloquearme en este próximo cap:")

Quiero agradecerle a BLOOMPJM por su ayuda, sin ella seguiría quebrándome la cabeza💔

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Y bueno, volviendo al capítulo...
¡¿QUÉ LES PARECIÓooOooOooO?!

Lo siento si... (lo shiento lo shientoOoo, aaaa tengo obsesión con la canción de SuJuxD) Lo siento si está más corto de lo usual :c me esforzaré en hacer más largo el próximo, lo prometo💕

El nacimiento del bebé Vhope se acerca cada vez más 7u7💖 estoy emocionada*-*

Para los que quieran conocer a su escritora, bueeeh~ ésta soy yo. Tengo 22 añitos y soy Mexicana, awebo. Disculpen si rompo sus pantallas ;—;

¡Nos leemos en el próximo Capítulo!

Les amo mucho mucho con todo mi corazoncito, Sony.💕💖💕💖

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