🍃Capítulo 24
《⏳》
Jimin llevaba alrededor de diez minutos, dentro de la tina. Mismos en los que no ha parado de quejarse e intentar respirar con tranquilidad.
YoonGi, no se ha alejado de él ni un segundo. Brindándole palabras de amor y de apoyo. Tomaba su mano, sintiendo como ésta era fuertemente presionada, cada que su pequeño esposo tenía una nueva contracción.
Con ayuda de su esposo se levantó un poco, colocándose de rodillas y se sostuvo con fuerza de la orilla de la tina. Mientras YoonGi lo revisaba con mucho cuidado.
—Llevas ocho centímetros — habló ayudándole a recostarse de nuevo en la tina — has estado de parto todo el día y no te habías dado cuenta, cariño…
—S-sentía… cierta incomodidad, pero creí que… Mhm… era normal...
—Mi vida… — removió el flequillo en su frente que empezaba a adherirse — ¿Estás seguro de que quieres tomar el parto natural? Creo que aún estamos a tiempo de ir al hospital…
—Yo… — chilló y apretó la mano de su esposo al sentir otra contracción — m-mierda…
—Eso es, respira… lo estás tomando bien… — besó su mano repetidas veces, como si hacer eso le sirviera de anestesia — te amo, te amo
El corazón del mayor se encogía, al ver a el amor de su vida, sufrir. Pero se sentía tan afortunado de tenerlo y también muy orgulloso de él.
Al igual que en sus ejercicios de respiración, YoonGi respiraba junto con él y limpiaba el sudor que comenzaba a aperlar su frente.
—¡Oh, carajo…! — siseó mordiendo su labio
—¿Otra contracción? — asintió con sus ojos cerrados fuertemente — Eso es… respira… — acaricié su vientre el cual se sentía más duro de lo normal — creo que está un poco alargado…
—S-supongo… — respiró fuerte — la he sentido bajar un poco… ¡Ah!
Cada vez que YoonGi escuchaba a su esposo quejarse, quisiera ser él y tomar todo el dolor para él sólo, no le gusta verlo sufrir, pero desafortunadamente esto es algo que no se puede evitar.
Mi esposo es fuerte…
—¿Te duele mucho, mi amor? — preguntó afligido quitando el flequillo de su frente que ya estaba húmedo por el sudor.
Jimin lo observó molesto, como diciendo: ¿Es en serio tu pregunta, idiota?
El pálido se reprendió mentalmente por haber preguntado eso. ¿Qué clase de estúpida pregunta es esa? ¡Es claro que le duele!
—Dios… hace frío aquí… — frotó sus brazos
—Yo apagué el… ufff… termostato. Tenía calor…
—Sé que en este momento tu cuerpo está produciendo calor, pero si no enciendo el termostato, te puede hacer daño, cariño — al estar inclinado a su lado, se puso de pie y besó su frente — iré a encenderlo, ¿De acuerdo?
—No tardes mucho, no quiero estar sólo… — hipó viéndolo con los ojitos llenos de lágrimas
—Vuelvo enseguida, mi amor
El mayor ingresó trotando a la habitación y fue hasta la pared, donde se hallaba el termostato, lo encendió y se aseguró de tomar su celular y meterlo al bolsillo de su pijama, sólo por si Jungkook vuelve a llamar.
Cuando ingresó de nuevo al cuarto de baño, no se esperaba hallar a Jimin, con el rostro rojo, sus piernas flexionadas mientras al parecer ejercía fuerza.
Estaba pujando.
—¡Jimin! — inmediatamente se acercó a él — ¡Detente, te puedes lastimar!
El embarazado, liberó el aire contenido y su rostro volvió a tener su color normal, a excepción de sus mejillas y frente, estás adquirieron un tono rojizo.
—¿Por qué hiciste eso? — indagó muy preocupado, revisando entre sus piernas — aún tienes ocho centímetros de dilatación, te puedes desgarrar, Jimin
—Y-yo… necesito pujar, YoonGi… ¡Necesito hacerlo, ahh! — gritó casi con pánico en su voz
—¡¿Qué?! N-no, Jimin. Tranquilízate y espera un poco, no quiero que te lastimes, por favor — pidió desesperado
—No puedo tranquilizarme… ¡La niña ya viene, YoonGi! — se quejó fuertemente
—Puede esperar, ¡Resiste un poco, por favor! — frotó sus piernas
—¡No puede esperar! — respiró una y otra vez — E-ella ya quiere nacer. ¡Y yo tampoco puedo esperar!... ¡Carajo, me duele YoonGi! P-por favor déjame pujar… — rogó con lágrimas en sus ojos
—Te vas a lastimar, Jimin. Entiende, por favor… N-no quiero que te hagas daño… — murmuró observándolo a los ojos
—YoonGi… ¡Ahh! — sollozó e intentó unir sus piernas conteniéndose
—Lo siento, mi amor — acunó su rostro y besó cortamente sus labios mientras limpiaba las lágrimas con su pulgar. Lo miraba a los ojos con amor y mucha angustia — Te amo demasiado, sé que podrás resistir un poco más, eres muy fuerte mi vida, muy fuerte
—Me duele mucho, Yoonie… — murmuró con voz rota
—Lo sé, eres muy valiente… mi pequeño valiente… te amo... — susurró sobre sus labios dejando unos besitos
El celular en su bolsillo comenzó a timbrar, lo tomó en su mano, “Kook” decía en la pantalla.
—¿Ya has llegado? — preguntó al contestar
—Sí, abre el portón para entrar
—Dame un segundo — colgó
Volteó a ver a su esposo que inhalaba y exhalaba, manteniendo sus ojos cerrados y una mano en su vientre, mientras que la otra la tenía entrelazada con la de su esposo.
—Minnie, esto está casi por terminar. Jungkook ya llegó, iré a abrir el portón eléctrico, ¿Sí?
Asintió con lentitud mientras tragaba saliva — Apresúrate… te necesito...
—Volveré enseguida, continúa con tus respiraciones — besó su frente
El pálido había bajado las escaleras con mucha velocidad. Se dirigió a la cocina, donde se encontraba el botón para abrir el portón que permite entrar autos al vecindario.
Se acercó a la puerta de entrada, al haberla dejado medio abierta, entró una corriente de aire congelado haciéndolo temblar y abrazarse a sí mismo. Todo el piso de abajo se encontraba muy frío.
¿Justo hoy tenía que haber una maldita tormenta de nieve?
Abrió la puerta, logrando ver como su amigo se estacionaba fuera de su hogar. Cuando bajó del auto con maletín en mano, notó que venía acompañado de Yugyeom. Ambos venían con su pijama puesta y una delgada bata ajustada a su cintura.
Ni si quiera se abrigaron.
—Hey, Yoon— saludo el joven médico tiritando al entrar — traje a Yugyeom para que me asistiera
—Está bien — observó al otro chico dedicándole una sonrisa y cerró la puerta — gracias por venir, chicos
Subió las escaleras, Jungkook y Yugyeom venían detrás de él.
—Bien, entonces tiene ocho centímetros — habló Jungkook caminando tras él — parece ser que aún tendremos oportunidad de irnos a la clínica, sólo si Jimin lo quiere. Pero primero necesito revisarlo
—Le pregunté lo mismo, pero no me contestó porque una contracción llegó — suspiró — a medio día se estaba divirtiendo en el parque y cayó, afortunadamente la nieve le salvó. Él me dijo que no se había lastimado… creo que desde entonces entró en labor
—Entonces lleva, aproximadamente quince horas en trabajo de parto… — murmuró entrando a la habitación después del pálido — ¿Por qué no lo llevaste conmigo para checarlo?
—Él insistía en que estaba bien y… — se quedó en silencio al escuchar los sollozos de su esposo
YoonGi entró al cuarto de baño, encontrándose a Jimin, pujando de nuevo.
—¡Detente, Jimin! — se acercó a él desesperado — ¡Deja de pujar, te vas a lastimar!
—¡No! — tomó aire una y otra vez — ¡Y-ya vie…ne!
—Mierda… — susurró a lo bajo y revisó entre sus piernas — No puedo ver bien…
Pero a Jimin no le importó, sintió nuevamente la enorme necesidad de pujar, y lo hizo
—¡Jimin, te estás lastimando! — exclamó YoonGi preocupado.
En ese instante, Jungkook ingresó al cuarto de baño, bien preparado, con guantes en sus manos y Yugyeom venía tras él con todos los instrumentos médicos necesarios, en una pequeña manta azul, esterilizada.
—¡Hey Jimin, tranquilo! — se preocupó al ver a Jimin pujar de manera descuidada.
El pobre se detuvo asustado al escuchar a su amigo. Su respiración se volvió irregular, así que YoonGi se colocó a su lado tratando de calmarlo.
—Respira, mi amor… eso es… — tomó fuertemente su mano — inhala… exhala…
—Bueno chicos, al parecer esta niña ya quiere nacer. — habló revisando entre las piernas del embarazado — recién dilataste a nueve y la bebé ya se encuentra en el canal de parto
—¿Escuchaste eso, cariño?
Asintió — Necesito pujar… por favor… — rogó desesperado al sentir la enorme necesidad
—Ya vamos a empezar, respira… — Yugyeom se colocó a su lado — YoonGi, siéntate detrás de Jimin para que trates de mantenerlo tranquilo y lo llenes de apoyo ¿Sí?
—¿Y-yo? ¿Dentro de la tina? — observó su ropa — un segundo…
Se quitó la pijama, quedando sólo en un bóxer negro y una camiseta blanca. Yugyeom, desvío la mirada avergonzado de haber visto esas blancas y delgadas piernas.
—Jimin, ¿Quieres que el parto sea aquí en la tina o en la cama?
—Yo no pienso mover…me de aquí...
—De acuerdo — llevó su vista al otro futuro padre — YoonGi ¿No piensas meterte a la tina?
—¡YoonGi, apresúrate o yo mismo te meto al agua! — exclamó Jimin con molestia
El pálido inmediatamente se adentró en la tina y se sentó detrás de su esposo, lo rodeó con sus brazos y descansó sus manos en su redondo vientre.
Al sentir a su pareja detrás, se inclinó, hasta quedar totalmente recargado en el abdomen de YoonGi. Echó su cabeza para atrás, afirmándola en el pecho del otro.
Jimin se tensó, al sentir una nueva y fuerte contracción. Incluso YoonGi sintió, como el pequeño cuerpo de su esposo tembló un poco y ahora se sentía muy rígido.
El joven médico le pidió a su novio que subiera las piernas de Jimin a los lados la tina, así quedando abierto frente a él.
—Muy bien, Jimin… — habló Jungkook observándolo respirar una y otra vez — pujarás cuando yo te diga, ¿Okay?
Asintió desesperado, su esposo tomó sus manos y las entrelazó fuertemente. El pálido estaba muy nervioso, pero confía plenamente en que su pareja hará un buen trabajo.
—A la cuenta de tres, quiero que empujes con mucha fuerza ¿De acuerdo? — el embarazado asintió apretando sus labios — uno, dos… ¡tres!
Jimin, contuvo la respiración, pujó con mucha fuerza, apretando el agarre en sus manos.
—Bien, bien — habló Jungkook deteniéndolo mientras lo revisaba — cuenta hasta cinco mientras respiras
—Lo estás haciendo bien, cariño — murmuró YoonGi en su oído. Estiró su brazo para alcanzar una toalla y se dispuso a secar la frente de su adolorido esposo — eso es, respira… una más, muy bien...
—Oh, dios mío… Y-YoonGi, m-me… ¡Ahhh! — chilló sintiendo otra contracción e inevitablemente pujó con fuerza
Jimin pujó varias veces, sintiéndose cada vez más agotado. YoonGi percibía el dolor junto con él, cada que Jimin pujaba, el pálido contenía la respiración y cerraba sus ojos, sintiendo sus manos algo adoloridas, pues su tierno esposo las apretaba cada vez más.
Pero no le importaba, porque sabía que el dolor de su mano, era nada a comparación de lo que Jimin estaba sintiendo.
—La cabeza se está acercando, Jimin — alentó Kook — un fuerte empujón y la cabecita estará fuera
—M-me siento… can…sado… — habló entrecortado y cerró sus ojos, las lágrimas no habían parado de caer
—Vas muy bien, mi vida — habló YoonGi orgulloso, limpiando el sonrojado rostro — un poco más y esto terminará
El pecho de Jimin, subía y bajaba agitadamente, mientras que YoonGi no dejaba de besarle repetidas veces sus cabellera.
A YoonGi le duele muchísimo, ver a su pequeño sufrir. Jimin arqueó dolorosamente su espalda, dejando escapar grito lastimero gracias a una horrible punzada en su entrepierna. YoonGi sintió como su pequeño tembló.
—¡Carajo, duele mucho!
—¡Eso es! — exclamó Jungkook — ¡La cabeza está fuera! Yugyeom, ten lista la manta para recibir a la bebé
YoonGi intentó asomarse muy emocionado, más sin embargo, desde su posición le era imposible alcanzar a ver.
—No veo desde aquí… — murmuró
—¡Cállate! ¡¿Qué no ves que estoy sufriendo por tú culpa?!
Aquí vamos, pensó Jungkook divertido.
—¿M-mi culpa? — preguntó YoonGi sorprendido
—¡Si tan solo hubieras utilizado el estúpido condón!
El mayor escondió su rostro entre los castaños cabellos del irritable embarazado, esbozando una pequeña sonrisa. Sabe que Jimin habla sin pensar, simplemente es del dolor el que lo hace expresarse así. Él jamás se arrepentiría de su bebé. Sin querer dejó escapar una muy baja risita que su esposo logró escuchar
—¡¿De qué te ríes?! ¡¿Te burlas de mi sufrimiento?! — exclamó malhumorado, ejerciendo fuerza de nuevo
—Te amo… — susurró en su oído, acariciando sus tensos hombros
—Eres un… idiota… ¡¡Ahhh!! — sollozó fuertemente luego de haber pujado — …YoonGi… — llamó con voz rota y aguda — t-te amo, mucho…
—Yo también te amo, demasiado Minnie… — besó sonoramente la regordeta y sonrojada mejilla, sintió una lágrima descender por su pálida piel — Vamos, mi amor… respiremos juntos, como lo practicamos
Jimin asintió con dolor. Ambos comenzaron a inhalar y exhalar una y otra vez, tratando de soportar el dolor. YoonGi pasaba las manos por todo el cuerpo de su esposo, acariciando, tratando de transmitirle un poco de tranquilidad, mientras le murmuraba lindas palabras de amor y de apoyo.
Jungkook y Yugyeom los observaban con ternura. Lastimosamente, tenían que interrumpir ese bello momento, su hija está esperando
—Chicos… continuemos, su hija espera… — interrumpió llamando la atención de ambos — Jimin, ya estamos por terminar, toma una fuerte bocanada de aire y empuja con mucha fuerza ¿Okay? — asintió con sus ojos cristalizados — una… dos… ¡Ya!
Jimin tomó aire, entrelazó su mano con la de su esposo y con mucho esfuerzo, pujó lo más que pudo, sintiendo un ardor entre sus piernas, lo cual lo hizo detenerse
—¡Muy bien, Jimin! — entre sus manos seguía sosteniendo la pequeña cabecita y parte de sus diminutos hombros — un empuje más y esta pequeña ya estará con nosotros
—¡Me duele! — lloró mientras más lágrimas caían por sus mejillas
—Tranquilo, cariño — Lo besó repetidas veces, ajustando el agarre en sus manos, mientras Jimin respiraba agitadamente — hagámoslo juntos ¿de acuerdo? Reúne todas tus fuerzas y con un último empuje, tendremos a nuestra hija, en brazos. — besó su mano — confío en ti, mi amor. Yo sé que tú puedes, mi pequeño…
—E-está bien… — suspiró con dolor — pero no sueltes mis manos, te n-necesito…
—Jamás, Jimin. — murmuró en su oído sintiendo como su corazón se aceleraba cada vez más — Jamás, te soltaré…
Con lágrimas en sus ojos y con todas sus fuerzas, pujó… pujó lo más que pudo. YoonGi contenía la respiración al mismo tiempo, ambos presionaban sus manos hasta que sus nudillos se tornaban blancos. Jimin tenía sus ojos cerrados mientras mordía con fuerza su labio inferior.
YoonGi en su mente, suplicaba por que esto acabara de una vez por todas. Sintió como nuevamente, tomó una profunda calada de aire y empujó. El futuro padre, sufría junto con su pequeño esposo, percibía todo, apretaba sus manos con fuerza y su cuerpo entero temblaba.
El mayor quería poder hacer que Jimin dejara de sentir dolor. Deseaba ser él mismo quien sintiera dolor y no su pequeño.
—¡Una vez más, Jimin! — exclamó Jungkook
—Te amo, mi vida. Te amo, como no tienes idea. — murmuraba YoonGi, doliéndose por él — Eres muy fuerte, tú puedes, confío en ti... una última vez, tú puedes...
YoonGi, hundió su rostro en los cabellos de su esposo y con su brazo izquierdo, lo abrazó del pecho, mientras que su otra mano, era apretada entre la mano más pequeña. Jimin se sentía muy agotado, pero pujó con toda la fuerza que quedaba en su cuerpo.
Se escuchó un fuerte gemido de dolor, sintió que había desgarrado su garganta. De un momento a otro, dejó de sentir dolor, así aflojando todo su cuerpo, se desvaneció sobre el pecho de su esposo, destensando su cuerpo y tratando de regular su agitada respiración.
YoonGi levantó su vista y vio la escena más maravillosa que podía imaginar. Su niña, su hija… ¡Al fin estaba con ellos!
Todo pasaba en cámara lenta ante sus ojos. No percibía ningún sonido, la emoción nubló sus sentidos.
Su amigo, la sostenía entre sus manos, mientras que Yugyeom estaba listo para cortar el cordón umbilical y anudarlo. Jungkook se la entregó a su compañero quien comenzó a limpiarla y succionó la naricita para ayudarle a respirar.
En ese instante, se escuchó el sonido que ambos padres, tanto anhelaban escuchar.
El llanto de su bebé.
Jimin abrió los ojos desesperado. Buscando a su hija.
—Yoonie… e-está llorando... ella está llorando… — murmuró con voz aguda y débil
—Sí, mi amor — habló bajo sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas
—Quiero verla… necesito ver… ugh… — se encogió con una mueca de dolor
—¿Qué tienes, Minnie? — se preocupó
—Es una pequeña con…tracción — por puro reflejo, dio un leve empuje sintiendo el dolor desvanecerse
—¡Ah! Ya hemos terminado, Jimin — habló Jungkook — la placenta ha salido
En eso, Yugyeom se acerca con un pequeño bulto en brazos, un poco cubierto con una pequeña manta azul.
—Esta bella niña, quiere conocer a su padres…
—Oh dios mío… — murmuró Jimin alzándose un poco
Yugyeom le entregó con mucho cuidado a la pequeña bebé que no paraba de llorar.
Jimin la sostuvo por primera vez, con muchísima delicadeza, sintiendo las lágrimas descender por sus mejillas. YoonGi, observaba maravillado a ese pedacito de carne, mientras que de sus ojos comenzaban a caer las lágrimas de emoción y felicidad.
Ahí, en ese mismo instante… ambos conocieron el amor a primera vista. Sólo les tomo unos segundos caer rendidos ante su bebé, se enamoraron de su pequeña hija, sabían que tenían que amarla y protegerla de todo y de todos.
Ninguno de los ahora padres, emitían palabra alguna. Simplemente observaban ese pequeño producto de su amor, que estuvo durante nueve meses dentro del cálido vientre de Jimin. La miraban con una expresión parecida al éxtasis, incluso el llanto, les parecía la melodía más hermosa que podían escuchar.
Jimin lloraba junto con ella, la apegó a su pecho con zuma delicadeza, sintiendo como su llanto disminuía un poco. El joven padre, al notar eso, dejó escapar un sollozó que hizo vibrar su pecho y espalda. El pálido le abrazó desde atrás, llorando silenciosamente, sin dejar de admirar a su pequeña hija.
—Gracias, Jimin… gracias… — murmuró con la voz quebrada — …muchas gracias, mi amor… es perfecta… gracias… te amo…
—YoonGi… e-es ella… al fin está aquí… — la observaba sin creer que la tenía en sus brazos
El castaño, tocó con la yema de sus dedos la suave y tersa piel de la mejilla de su bebé con muchísima delicadeza, como si estuviera hecha del cristal más frágil del mundo.
Aún no podían decir a quien de los dos se parecía, la pequeña acababa de nacer y como cualquier bebé que recién llega a este mundo, toda su piel se encuentra rosada y un poco hinchada. Le tomaría unas cuantas horas para tomar su color natural.
La pequeña comenzó a restregar su rostro por el pecho de Jimin mientras que su llanto iba disminuyendo. Jimin sorbió su nariz y observó algo confundido a su esposo, quien sonreía con lágrimas en sus ojos.
—Tiene hambre… — dijo YoonGi restregando sus ojos
—¿Hambre?
—Así es, es un instinto que poseen los bebés al nacer llamado “Breast crawl” — explicó Jungkook — necesita amamantar durante unos minutos y dejarla por un tiempo sobre tu pecho, ella ya ha comenzado a reconocerte…
—O-oh… — Jimin intentó levantar su húmeda y delgada prenda pero su amigo le detuvo
—Será mejor que lo hagas en la cama, tienes que estar cómodo, además mientras te revisaré
Yugyeom tomó a la pequeña en brazos, quien inmediatamente comenzó a llorar al alejarla del calor que su padre le brindaba. Jimin y YoonGi se observaron preocupados.
Segundos después, YoonGi sacó a su esposo de la tina y lo sostuvo entre sus brazos. Jungkook se apresuró a colocar una manta sobre la cama donde después, lo recostaron.
Mientras Jungkook revisaba a Jimin; YoonGi se apresuró en quitarse la ropa húmeda, se enjuagó un poco para así colocarse el pijama que anteriormente traía, todo en un tiempo récord de tres minutos.
Cuando regresó con su esposo, Yugyeom le estaba ayudando a quitarse por sobre la cabeza, la húmeda y única prenda que traía. YoonGi se apresuró y él mismo se la terminó de quitar.
Yugyeom colocó con cuidado a la pequeña sobre el pecho desnudo de Jimin, donde la bebé al sentir de nuevo, el contacto con la cálida piel de su padre, y también los latidos compasados tan conocidos para ella, disminuyó su llanto de forma gradual.
YoonGi vio al hermano de su cuñado irse en dirección al cuarto de baño. Así que decidió por sentarse a lado de Jimin, mientras observaba a su hija moverse contra el pecho de su amado.
Jimin le ayudó, donde inmediatamente la bebé comenzó a succionar de manera hábil. Ambos padres compartieron una mirada de satisfacción y emoción combinadas.
—Es tan hermosa… — sollozó el castaño sin dejar de verla — Hola, melocotón… a-al fin nos conocemos… eres tan pequeñita…
YoonGi no pudo evitar que sus ojos se cristalizaran de nuevo. Se puso de pie y tomó el bolso de bebé, que había terminado en el suelo. Sacó una pequeña y suave manta, con la cuál, cubrió el cuerpecito desnudo de su bebé y parte del pecho de Jimin. Se sentó de nuevo a su lado, para besar sonoramente la castaña cabellera.
—Bienvenida a nuestras vidas… Min SunMi… — YoonGi murmuró con la voz un poco ahogada, resistiendo las ganas de llorar
Tocó con suavidad los delgados cabellitos en la pequeña cabecita. Al tocarla, no pudo reprimir un sollozo.
Se sentía feliz, muy feliz. Se sentía completo. Ver a su amado esposo, alimentando a su hija, lo hacía inexplicablemente feliz.
Llevó su vista a su esposo, notando que sus ojos estaban cerrados. Sonrió con ternura, pensando que obviamente se encontraba agotado, fue un parto algo difícil, pero no imposible.
Besó su frente con amor, analizando su rostro. Las mejillas aún se encontraban bastante sonrojadas. Se sentía orgulloso de su esposo, es tan fuerte.
—Minnie…
—YoonGi — llamó Jungkook
—Cariño, despierta… — Lo movió un poco, así notando que no estaba dormido. Se había desmayado — ¿Jimin?
—¡YoonGi! — el llamado volteó inmediatamente con su amigo, el cual mostraba sus guantes, manchados de sangre.
—¿Qué sucede? — preguntó asustado
—No puedo detener la sangre, Jimin se lastimó, se ha desgarrado al haber pujado antes de tiempo.
—¡¿Qué?! Pero… — volteó a ver a su esposo, dándose cuenta de que sus labios estaban perdiendo color — ¡Jimin se desmayó!
—¿De verdad? — se asomó preocupado verificando que, efectivamente Jimin se encontraba inconsciente — mierda… necesitamos ir a la clínica, aquí no tengo lo básico para detener el sangrado
—¿Es mucho?
—Un poco, pero tranquilo — quitó sus guantes — no es grave. Además, Jimin está agotado, esa es otra de las razones por las que se desmayó
—Cariño… — palmeó sus mejillas — Mi amor, despierta…
—¿YoonGi?... — susurró. — Me siento muy cansado… ¿P-puedo dormir un ratito?
—¿Qué? — Lo observó preocupado, no sabiendo que hacer, que decir.
Besó su frente y tomó sus manos. Miraba como su pequeño esposo, luchaba por mantener sus ojitos abiertos.
—Duerme, mi amor… — susurró y acarició con cariño su cabello — estaré a tu lado, cuando despiertes
Al escucharlo decir eso, Jimin le mostró una débil sonrisa y se dejó caer en la inconsciencia…
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🍃⏳🍃
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Un nostálgico y muy conocido perfume llegó a sus fosas nasales. Sentía su cuerpo pesado y adolorido. Con dificultad, intentó abrir sus ojos, pues la luz era demasiado brillante y lastimaba sus sensibles ojos.
Entre-abrió sus ojos, logrando divisar una figura masculina de espaldas frente a un gran ventanal, a lado de su cama. Esta persona, se mecía lado a lado con suavidad, escuchándolo tararear una conocida melodía.
—Ahh~ ¿verdad que eres hermosa?
Esa voz…
—Tenía tantas ganas de conocerte…
No puede ser…
—Al fin, me he convertido en abuelo… — acarició la regordeta y sonrosada mejilla — Así es, yo soy tu abuelito… ¿Verdad que luzco muy joven?
Es él…
—Eres la nieta más bella del mundo… — rió bajito — …y también la única que tengo, por supuesto…
No había duda, de verdad era él…
—Eres la niña más bonita que he sostenido en mis brazos. Bueno… mi hija también lo fue… pero aquí entre nos — habló bajito — tú eres mucho más bonita… no le vayas a decir a Tía Jennie, eh… este secreto es entre tú y yo, ¿De acuerdo?
No pudo evitar sonreír
—¿Papá?
—Creo que despertamos a tu padre, pequeña SunMi — besó su cabecita y la recostó en una linda cuna que se encontraba a lado — Cuida mucho a papi, te lo encargo muchísimo…
El hombre se dio media vuelta y se acercó a Jimin. Este último, al ver a su padre, tal y como lo recordaba, sintió las lágrimas deslizarse por sus mejillas.
—Lo hiciste muy bien, pastelito… — murmuró con una sonrisa. Igual que la suya — ella es hermosa…
—P-papá… — su voz se quebró al escuchar el apodo que su padre le había puesto desde que era un niño — estás aquí…
Intentó levantar su brazo, pero su cuerpo se sentía demasiado pesado, que le era imposible moverse
—Tranquilo… — llevó sus manos al castaño y suave cabello. Jimin cerró los ojos ante el tacto — quise venir a conocer a mi nieta, serás un padre maravilloso, hijo…
—Te extraño tanto… — murmuró con voz rota — mamá, mi hermana… nos haces tanta falta, papá…
—Yo también los extraño mucho… pero me da gusto que salieran adelante. Son muy fuertes y no sabes lo orgulloso que estoy de ustedes tres — acariciaba el cabello con ternura — ¿Cómo se ha portado YoonGi contigo?
—Hemos tenido unas cuantas discusiones… pero cuida mucho de mi y me ama tanto como yo a él… lo amo mucho, pá...— el castaño observaba con detenimiento las facciones de su padre, notando que poco a poco… se iba desvaneciendo
—Me alegra saber que, tú y mi nieta están en buenas manos… — sonrió haciendo que sus ojos se formaran en un par de medias lunas
Jimin tenía la misma sonrisa que su padre, eran muy parecidos.
—Lo estamos… — no dejaba de observarlo con amor, tristeza, añoranza, mientras las lágrimas no paraban de caer — Papá, e-estás desapareciendo…
—Oh… creo que es hora de irme, pastelito — acarició la mejilla de su hijo, dándose cuenta de que en verdad se estaba desvaneciendo
—¿T-tan rápido? — preguntó con voz trémula — no te vayas… ¡No me dejes de nuevo!
—Me tengo que ir, hijo… — quitó su mano del sedoso cabello — te amo, jamás lo olvides
—N-no… papá, no te vayas… — suplicó con voz rota
Sonrió con ternura y besó con mucho amor, la frente de Jimin.
—Tal vez, pueda volver a visitarte… — se alejó con lentitud — dile a tu madre y a tu hermana, que siempre las amaré
—L-lo haré… — sollozó mientras sus ojos se nublaban — te amo mucho, papá…
Jimin lo vio sonreír una última vez, antes de desvanecerse completamente mientras que una luz cegadora, le hizo cerrar sus ojos…
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El pálido tenia unos cuantos minutos que recién despertaba, ahora se encontraba viendo a su amado esposo, dormir pacíficamente.
Después de llegar a la clínica a eso de las cuatro de la mañana y lograran detener el sangrado, había sido trasladado a una habitación. Su bebé fue entregada a una de las asistentes de Jungkook, quien la revisó, pesó, registró, midió, vistió y ahora, la mantenían en los cuneros, junto con el resto de los bebés. Sólo estaban esperando a que Jimin despertara, para que pudiera alimentar a su hija.
Había sido un completo revuelo entre sus compañeros médicos ver entrar a YoonGi con su esposo inconsciente en brazos, todo envuelto en gruesas cobijas y a Jungkook con una bebé en brazos mientras que Yugyeom les abría las puertas y sostenía el bolso de la niña.
Rápido se esparció la noticia por todo el lugar, de que el cirujano estrella de la clínica, se acababa de convertir en padre.
Después de ver que todo estaba en orden, Jungkook y su prometido se fueron a casa para dormir un par de horas, pues tenía que regresar para cumplir con su horario laboral.
Ya eran las ocho de la mañana y YoonGi estaba ensimismado viendo el rostro relajado de su esposo. Lo observaba con admiración.
Se sentía tan orgulloso de él. Admirado del enorme esfuerzo que hizo en traer a su hija al mundo.
Estuvo con él, lo tenía entre sus brazos y sentía absolutamente todo. Como el cuerpo de Jimin temblaba, se tensaba, ¡sentía la fuerza que su pequeño ejercía! Su mano estaba un poco adolorida pero valía la pena.
Una lágrima se escapó del ojito de Jimin. El mayor se sorprendió de ver eso. Pensando en que podría estar soñando su pequeño para hacerle llorar, incluso en el mundo de los sueños.
Llevó su vista al vientre del menor que se encontraba cubierto por las suaves mantas. Aún no desaparecía en su totalidad, todavía se hallaba un poco abultado y blandito, necesitaría unas semanas para que éste se desinflame poco a poco.
Dejó escapar un suspiro, al pensar que extrañará ver a su pequeño con su bello vientre, la forma en que lo acariciaba… YoonGi también extrañaría besar ese redondito vientre y abrazarlo.
Pero ahora, tendrán sus brazos ocupados, con ese pedacito de ambos que se mantuvo durante nueve largos meses dentro del cálido vientre de su amado.
Aún no la ha sostenido, no se atreve a hacerlo. Es tan pequeña y frágil… que teme lastimarla.
Sus pensamientos fueron interrumpidos al percibir como Jimin se removió con lentitud y soltó un leve quejido. El pálido tomó inmediatamente su mano.
—¿YoonGi?
—Aquí estoy, cariño — besó su dorso
Poco a poco, sus ojitos comenzaron a abrirse. Dirigía su vista a todos lados, buscando algo… o alguien.
—¿D-donde estoy? — preguntó con voz ronca
—Shh… tranquilo — acarició su frente, removiendo el flequillo — estamos en la clínica
Abrió sus ojos enormemente y llevó sus manos a su vientre, sintiendo un escalofrío recorrerle la espina dorsal, al momento de sentirlo muy pequeño. YoonGi notó que se encontraba asustado, recordó que la pérdida de su bebé anterior es algo que atormentará a su pequeño siempre. Pero él le ayudará a superarlo
—Jimin…
—¿Y mi bebé? — cuestionó muy asustado. Iba a preguntar algo más pero al parecer recordó todo. — E-ella… ella nació, ¿d-donde…?
—Ella está muy bien, mi amor. — frotó su brazo tratando de transmitirle tranquilidad — muy saludable… hora exacta de nacimiento, 3:46 de la mañana, hoy 5 de diciembre... pesó tres kilos con trecientos gramos y midió cuarentaiocho centímetros…
—Oh dios, tú… memorizaste todo… — sonrió cubriendo su boca con su mano libre
—Y nunca lo olvidaré, nunca...
—Yoonie… — suspiró ahogado — ¿Dónde está ella? Ne-necesito verla…
—Está en el cunero, dormidita — habló suave — llamaré a una enferme…
La puerta de la habitación se abrió interrumpiéndolo, así dejando entrar a una enfermera con una bitácora en su mano.
—Buenos días, ¿Cómo amaneció el nuevo papá? — saludó contenta
—Uh, y-yo... — balbuceó bajito
—Buenos días a ti también, Hyorin
—Oh, Doctor Min — hizo una venía — ¿Hace cuanto que su esposo despertó?
—Hace… — tomó su celular que estaba sobre la mesita de a lado — …siete minutos
—Muy bien… — tomó nota — ¿No te sientes mal? ¿Náuseas? ¿Algún malestar? ¿Dolor?
Jimin negó — No, sólo… aún me siento algo cansado
—Okay… — anotó — es normal, tu cuerpo hizo mucho esfuerzo y apenas has descansado cuatro horas, necesitas reponer fuerzas y descansar adecuadamente
La pareja asintió. Jimin vio a su esposo, quien asintió con una sonrisa.
—Al parecer, todo está en orden. El doctor Jeon llegará en un rato más y ahora… ¿Quieren que traiga a su bebé?
—¡Oh! Sí, necesito verla — se emocionó sacudiendo sus piernas. YoonGi rió bajito enternecido
—De acuerdo, en un momento regreso con ella — sonrió y salió de la habitación
El menor lucía muy emocionado mientras su esposo le ayudaba con unas almohadas en su espalda, cuello y cabeza. Podría haber movido el respaldo de la cama con el control remoto pero Jimin aún no podía sentarse sin que antes le revisaran.
—YoonGi, vi a… a mi padre… — murmuró. El pálido lo miro con una ceja enarcada
—¿A tu padre? — asintió — ¿Pero cómo?
—Creo que fue un sueño… pero él vino a visitarme y a conocer a nuestra hija… ¡Él la sostenía! Y decía que era la niña más hermosa
—Oh mi amor… — rodeó sus hombros con su brazo y besó su sien — para que te des cuenta de que él aún continúa velando por ti y ahora por nuestra hija…
—Lo extraño mucho, Yoonie… — suspiró con voz rota — en momentos únicos y especiales como este, quisiera que estuviera aquí…
—Estuvo aquí, tú lo has dicho… — acariciaba su cabello con parsimonia
—Pero, aún así… — la puerta fue abierta casi de manera brusca, haciéndoles dar un salto a ambos
—¡Es verdad!— gritó entrando a la habitación — E-esto es… ¡Ya soy tío!
—¿Pero qué…? ¿Hoseok?
—¡¡Tengo que decirle a Taehyung!!
Así como llegó, se fue. Corriendo a toda prisa por los pasillos en busca de su teléfono celular para llamar a su pareja y comunicarle, que ya se habían convertido en tíos.
Se miraron mutuamente, sin saber que decir a lo que acababa de pasar. Soltaron una risita al ver visto la expresión de sorpresa en Hoseok.
Minutos después, la enfermera hizo acto de presencia, con un pequeño bulto en brazos, envuelto en una manta rosada y con un diminuto gorrito sobre su cabeza.
—Ésta bella niña, ha sido la sensación en toda la clínica, desde que llegó — habló acercándose a ellos. YoonGi se puso de pie — desde que la dejamos descansar en los cuneros, ha estado recibiendo muchas visitas, por parte del resto de médicos e internos de aquí. ¡Incluso han comenzado a dejar regalos! En un rato más se los traeremos aquí
Informó la joven enfermera, dejando a la bebé de manera delicada en los brazos del menor de los tres.
El castaño, miraba a su pequeña hija con mucho amor, sintiendo como sus ojos picaban. El pálido se acercó a él y se sentó a su lado, admirando a su bebé.
—Es muy hermosa… — murmuró la enfermera — Felicidades, nuevos papás
—Gracias, Hyorin… — murmuró Min agradecido
—Me tengo que retirar, la pequeña tiene hambre… — habló despacio tomando la perilla de la puerta — así que es necesario que ella amamante un poco ¿Sí?
Después de que la enfermera se retirara. Los nuevos padres, se encontraban prácticamente, hipnotizados por su hija. No alejaban su vista de ella.
La notaron un poco inquieta, lo atribuyeron a que tenía hambre. Así que el mayor desabrochó la bata de su amado, justo en la parte del pecho; donde con sumo cuidado la acomodaron viendo como succionaba hábilmente, empezando a alimentarse.
—Es… maravilloso… — murmuró YoonGi sin dejar de verla, sintiendo como una lágrima se escapaba y deslizaba traviesamente por su mejilla
Rodeó los hombros de su pequeño esposo y hundió su rostro en las hebras castañas, sollozando de manera silenciosa.
Se sentía tan feliz
—Gracias, Jimin… gracias. Te agradeceré toda la vida, por tan hermoso regalo… — decía mientras besaba su mejilla repetidas veces — Te amo…
—Se parece a ti… — murmuró muy bajito, acariciando la pálida y ruborizada mejillita — tiene tu piel, es igual de blanquita que tú, Yoonie — sonrió enormemente
—Y tiene tu nariz, cariño… — habló en voz baja, mientras restregaba sus ojos, limpiando las lágrimas
—Ella es hermosa… — su voz se quebró — después de tanto esperar por ti… imaginar como serías… finalmente estás aquí…
—De nuevo… bienvenida a nuestras vidas, mi niña — susurró el pálido, tocando la pequeña manita que se encontraba en un puñito
Se sorprendió al sentir como su hija, tomaba su dedo con todas sus fuerzas, entre su manita
YoonGi sintió su corazón oprimirse de amor y felicidad pura. Sintió las lágrimas caer, al ver tan bello gesto.
—Te amo, Minnie… — con su mano libre, tomó el rostro de su amado donde plantó un casto y tierno beso en sus esponjosos labios — Gracias, mi vida… gracias… jamás me cansaré de agradecerte…
—Yoonie… — sollozó dirigiendo su vista a él — T-te amo mucho…
El pálido acercó su rostro al de su hija, besando con amor su pequeña frente.
Ambos juntaron sus manos, notando la diferencia de tamaño. Se miraron a los ojos con una sonrisa y acercaron la manita de su hija.
Ahora los tres juntos, observando tan bella imagen que formaban sus manos. Una imagen digna de fotografiar.
Porque esto, es apenas el comienzo de la vida como nuevos padres, para ellos dos...
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¡¡¡6036 PALABRAS!!!
Hola mis bellezas, hermosuras...💕
Me disculpo por tardar tanto, me quedé sin internet y así... </3 Ya no pondré cuanto tardaré en subir capítulo por que no cumplo con la fecha dicha :"c 💔
Por cierto: SI, Jimin tuvo a su bebé por el asterisco, anastasio. Como gusten decirle uwu
Me esforcé mucho escribiendo este capítulo, quería lograr llenar mis expectativas y por supuesto que también las suyas, respecto al nacimiento. ESPERO NO DECEPCIONARLXS.
Por favor díganme, QUÉ LES PARECIÓ EL CAPÍTULO. En este más que nada necesito saber, qué tal lo hice. Sus comentarios son muy importantes para mi💕
Espero que haya sido de su agrado y si tienen alguna crítica, pueden decírmelo, acepto todo♡
Esperaré todos sus comentarios, los amo todos todos💕
Sin más, me despido.... (SE VIENE EL MIXTAPE DE HOSEOK AAAAAA)
¡Lxs leo en el próximo capítulo!
Los amo con todo mi corazoncito💕
GRACIAS, EN SERIO GRACIAS POR LEER SEGUNDOS❤💖💛💚💙💜
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