Jinho pensó una vez más en su vida y en cómo llegó a este punto. Su padre había despertado milagrosamente y los médicos finalmente admitieron que la única persona que nunca había despertado de ese sueño era la madre de su hyung-nim y estaba seguro de que su prima le había descrito a una persona extraña que se vestía igual que ella y que estaba caminando por el hospital al mismo tiempo.

Ya no entendía al hombre y no sabía qué hacer con toda esta información. Estaba realmente feliz de que su padre despertara, pero se sentía avergonzado de que una persona a la que ignoraba fuera la que viniera a rescatarlo. Todavía recordaba las palabras de Jinchul, quien le dijo lo sofocante que podía ser Jinwoo en su amor y cómo estaría dispuesto a conseguir la luna para la persona que su corazón eligiera.

Por el momento se centró en su padre para no pensar en nada más. Debió estar feliz de no haber perdido a su padre y de haber regresado aún más fuerte y saludable porque sus problemas estomacales y otros problemas habían desaparecido junto con la maldición.

Descubrirá cómo agradecerle a su hyung-nim, pero no será ahora. Sí, podría guardarlo para más tarde. Así se convence a sí mismo de pensar sólo en el momento presente.

Por parte de Jinwoo, no estaba tan alegre como esperaba. Antes cuando le vino esta pregunta a la mente, logró convencerse de que no era él, que todo ese poder provenía del sistema y no estaba seguro si realmente era uno con él. Luego, cuando realmente lo inundó, se perdió en el par de poderosos muslos de Jinchul o JongIn.

Pero ahora, en su habitación, la pregunta resonaba en todos los lados de su mente: ¿qué soy, en qué me he convertido?

Había visto miedo en los ojos de la señora Selner, el mismo que sentía ante un monstruo que había surgido de una puerta rota. Ella se había alejado de él como si fuera la encarnación del mal en la tierra.

Sin embargo, pensó que empezaría bien. Después de todo, Adam Withe parecía un hombre muy competente y confiado. A pesar de la falta de sueño, brillaba con confianza y belleza. Sobre este último punto, Jinwoo también se preguntó cuál era su problema con los hombres visiblemente exhaustos.

- ¿Qué quieres de mí? Le preguntó al humano que lo había estado siguiendo desde que salió de la habitación del hospital.
- Soy Adam Withe de la Asociación Americana de Protección de Cazadores, respondió el rubio entregándole su tarjeta de servicio la cual aceptó aunque no era su costumbre.

Los ojos de Jinwoo perdieron interés y ganaron cautela. Jinchul ya le había advertido que la Asociación Coreana de Protección de Cazadores tendría dificultades para protegerlo completamente de las solicitudes de otros países y que estos siempre podrían recurrir a otras formas de acercarse a él.

"Como enviar a un hombre sexy directamente hacia mí", comentó la mente de Jinwoo, sus ojos acariciando la forma de Adam White que se estremeció.

Había oído que los cazadores asiáticos eran más comedidos en sus deseos y no los mostraban tanto y directamente, pero pediría que se corrigiera esto.

-Iré al grano: queremos que vengas a América, Hunter Sung. Nuestro país tiene mucho más que ofrecerte que el tuyo.
-¿Y qué te hace pensar que lo quiero?

"Él es del tipo juguetón". Concluyó el agente White al ver la sonrisa de Jinwoo. "Estoy seguro de que ya está interesado. Después de todo, los hombres siempre son débiles cuando se trata de su ego".

- Porque lo que hemos superado todo lo que la gente puede imaginar y no se puede monetizar: la capacidad de progresar.

Jinwoo estaba pensando seriamente en irse antes de la última frase. ¿Era esto una pista para comprender de alguna manera cómo él mismo había excedido los límites de la humanidad? Se estaba poniendo muy curioso.

Calmó su expresión cuando vio la satisfacción del Agente White. Este último tenía cara de gato que se había tragado un trozo de mantequilla, alguien que creía que iba a conseguir su objetivo.

"Eso no te conviene", dijo de repente el cazador.
- Indulto ?
- Esa sonrisa no te queda bien, explicó Jinwoo.

Adam White tosió en su mano, preguntándose qué le pasaba cuando logró permanecer bastante neutral el resto del tiempo.

- Lo siento si eso te molestó.
- De ninguna manera. Hago lo mismo cuando corto trozos grandes.

Los ojos grises de Jinwoo le parecieron ligeramente brillantes al Agente White en ese momento. Luego se dijo que probablemente se trataba de una ilusión óptica.

- ¿Vienes conmigo?
- Tengo curiosidad así que veré qué pasa después. ¿Pero no hay ninguna condición en caso de que falle?

El agente White sonrió mientras caminaba hacia el auto preparado para ellos.

- Creo que lo mejor es discutirlo mientras vamos a nuestro destino.
- BIEN.

Para Adam White no tenía sentido, pero existían las condiciones para el fracaso. Lo que la gente realmente no sabía es que el efecto real de un fracaso de este plan sería la muerte del cazador que fuera víctima de él. Movió su cabeza de izquierda a derecha para recomponerse y expuso sus argumentos a un Jinwoo más tranquilo de lo esperado.

"Probablemente esté fanfarroneando. Estoy seguro de que debe estar muriendo por poder volverse más fuerte, por inflar su poder y su ego. Qué desperdicio de carácter para una persona tan hermosa".

Sus pensamientos se habían vuelto divagadores cuanto más miraba la forma sentada y relajada de Jinwoo y más pensaba que en un mundo normal podría haber tenido un poco más de patriotismo. Él sonrió para sus adentros y continuó.

- Lo comprobaréis vosotros mismos cuando lleguéis allí. La tasa de éxito de la operación es del 100% con muy pocos efectos secundarios.
- ¿Efectos?
- Sí, como fatiga, dolores musculares, dolores de cabeza, etc... nada realmente grave en general.
- Entiendo.

En el auto, intercambiaron más palabras al respecto y, como era de esperar, Jinwoo fue llevado a un lugar bastante remoto de la civilización donde se encontraba una gran mansión.

- Cuando nuestros representantes vienen a Corea, a Seúl, ahí es donde pasan su tiempo, explicó Adam White con calma.

Conocía a los cazadores de alto rango. Eran gente poderosa, pero también muy desconfiadas. No dejan escapar a nadie cuando se dan cuenta de que están en una emboscada.

- Entiendo.

El agente estadounidense se preguntó por qué el cazador coreano no le hizo más preguntas sobre el lugar.

"¿Tal vez está demasiado absorto en la idea de aumentar su poder?" Se encogió de hombros doloridos antes de retomar su papel de guía y conducir al joven a una habitación donde una mujer negra estaba sentada elegantemente bebiendo té. Dejó su taza tan pronto como cruzaron la puerta y les sonrió cortésmente.

- Es un placer conocerte, Hunter Sung.

- También.

- Hunter Sung, ella es la señorita Selner, presentó Adam antes de sentarse en la silla frente a la mujer, al lado de Jinwoo.

Pero el agente no entendió al cazador coreano que no se movió y no dijo nada. A menudo, las personas a las que había engañado para que "traicionaran" a su país de origen estaban mucho más entusiasmadas. Éste simplemente parecía... ¿curioso?

- ¿Sabes por qué estás aquí?

- Sí, me hicieron una breve presentación.

- Por eso creo que lo mejor es ofrecerle una visión general de lo que podemos ofrecerle si se une a nuestras filas, propuso Selner. Perdóname si soy un poco brusco, pero no creo que seas el tipo de persona que estaría dispuesta a esperar.

- Es verdad que ya me costó bastante venir aquí. Si no me hubieras enviado esos dulces para la vista, ni siquiera habría venido.

Las mejillas de Adam White se ruborizaron. Ningún hombre antes se había atrevido a hablar de él como si no estuviera allí porque la mayoría de las veces ni siquiera existía para ellos. Era un instrumento sencillo para el país y lo había sido durante años. No esperaba que a su edad llamara la atención de alguien dos veces más joven que él. Se preguntó si este Jinwoo era realmente el pervertido retratado en los medios, donde simplemente era demasiado imprudente para este país.

Pero la frase hizo reír a la señorita Selner, y no se molestó en decir nada más antes de tomar las manos del cazador.

- Ahora te ayudaré a aumentar tu poder. Mírame a los ojos.

Sus pupilas se volvieron blancas mientras miraba dentro de su alma, pero inmediatamente saltó y lo soltó, huyendo gritando. Los guardias que estaban allí como estatuas de mármol se movieron y apuntaron con sus armas a Jinwoo antes de que Adam White les pidiera que las bajaran para su propia supervivencia.

Entre ellos, no había cazadores porque, en la superficie, se suponía que la señorita Selner era solo una persona rica sin poderes ni vínculos con los grandes gremios de su país, en resumen, un secreto bien guardado.

- Creo que debería irme, dijo finalmente Jinwoo mientras se levantaba, dando una última mirada a la forma acurrucada de la señorita Selner que ni siquiera podía mirarlo a los ojos. Espero que nos encontremos en mejores condiciones la próxima vez. Adiós, agente White.

Luego se evaporó en la naturaleza ante los ojos asustados de todos y particularmente los de Adán. ¿Qué hubiera pasado si no hubiera apreciado su belleza? Porque se resistía a creer que semejante monstruo los hubiera dejado con vida porque no encontraba ningún motivo para matarlos. Le habían alzado las armas, tenía derecho a defenderse. Se estremeció al imaginar la escena y luego se recompuso. Lo importante ahora era la señorita Selner.

Jinwoo ya no entendía. ¿Estaba tan podrido su interior? ¿Era por eso que todo lo que hacía ahora estaba a veces más allá de la moralidad humana? Se sintió perdido y el rostro de la estatua que lo había puesto en esa situación resaltaba aún más en su mente.

"Te encontraré y te haré hablar".