capitulo 1
4 de marzo, 08:00 am
Hoy fue el día, Yoongi cruzo las puertas del instituto con pasos confiados que lo condujeron directamente hacia el pasillo donde sabía que el casillero de Kim Seokjin se encontraba. Hoy era el día en que finalmente iba a invitar a Jin, después de meses de suspirar por el desde la distancia. No era que Yoongi no estuviera seguro de sus sentimientos, era que Jin le era bastante intimidante. Estaba por delante de Yoongi, Más alto, Más seguro y extrovertido que Yoongi, sin mencionar que tenía la voz de un ángel.
Le gustaba mucho sentarse fuera de la sala de música del coro del instituto cuando practicaban, esperando la oportunidad de escuchar a Jin cantar. Valió la pena tener que escuchar las extensas horas de Jimin quien se adueñaba y autoproclamaba jefe de todos, por unos preciosos minutos de la voz de Jin. Tenía la voz más única y hermosa que Yoongi había escuchado. Era alta y fuerte, con un toque femenino pero aun así muy masculino, en cierto modo. Y de alguna manera lograba trasmitir todas sus emociones a través de su voz, sin saberlo, compartiendo todo lo que era con Yoongi, quien se enamoraba de Jin cada vez más.
Había pasado la noche anterior practicando varias pláticas para iniciar una charla, reuniendo el valor para finalmente hablar con Jin. Tenía exactamente lo que iba a decir planeado en su cabeza. No había manera que pudiera arruinar esto. Pero cuando yoongi doblo la esquina para ver a Jin en su casillero, luciendo tan hermoso como siempre, cada palabra que había planeado solo salió volando de su cabeza. Sintió que su corazón se aceleraba y sus manos comenzaban a sudar. Él no podía hacer esto. Se avergonzaría a sí mismo. Jin lo odiaría. “oye, siempre hay un mañana”, se dijo a sí mismo.
Yoongi se dio vuelta justo a tiempo para ver pasar a un par de jugadores de futbol con sus uniformes de práctica. Se encogió en la esquina, esperando que no lo notaran, pero la suerte claramente no estaba de su parte cuando escucho un murmullo a su amigo “oye mira, es el marica”. Yoongi cerro los ojo, esperando que un inevitable golpe o empujón se avecinara, pero no llego.
En cambio, los dos continuaron por el pasillo, dirigiéndose a Jin. Cuando pasaron junto a él, uno golpeo su hombro contra Jin, con fuerza, empujando su cara hacia el casillero. Yoongi hizo una mueca al ver que Jin se golpeaba la cabeza, que solo empeoro cuando el segundo atleta cerro de golpe la puerta de la taquilla, rebotando en su hombro.
Jin se hundió en el suelo, agarrando su hombro mientras los deportistas se alejaban, chocando los unos con los otros. Levanto las rodillas contra su pecho y se miró los pies. Yoongi se paró en la esquina, luchando consigo mismo. ¿Debería ir a ofrecer su ayuda? Jin no tenía idea de quién era el. ¿Y si se daba cuenta de que yoongi lo había estado observando todo el tiempo? ¿y si pensaba que Yoongi era un acosador?
De repente, Jin levantó la vista y se volvió para mirar a Yoongi como si hubiera sentido que alguien lo estaba mirando. Yoongi se congelo cuando los penetrantes ojos color avellana de Jin lo miraron fijamente. Había algo en esos ojos que yoongi no podía leer. Vergüenza? ¿Acusación, tal vez? En pánico, el sólo doblo la esquina y corrió a la clase.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro