Ayeon.

Cuando atravieso la puerta ya es demasiado tarde, lo presiento, y caminar hasta llegar a la sala totalmente destruida, la escena frente mis ojos me deja sin aliento por varios segundos. Mi mayor hermano Tyrion se encuentra en el suelo tratando de proteger el cuerpo de alguien mientras tiembla sin parar, como si estuviera siendo electrocutado.

Más allá, cerca de las ventanas rotas, hay mucha sangre y otro cuerpo cubriendo uno más pequeño.

—¡Tyrion! —grita Malice detrás de mí, sin aliento después de correr hasta aquí junto con todos los demás de la familia siguiéndole el paso a ella y a Mortis, su gato.

Malice agarra a Tyrion por los hombros y después de un par de intentos al fin logra voltearlo hasta hacerlo recostar en el suelo.

Se me hiela la sangre al ver el rostro de la persona que Tyrion trataba de proteger: Era a Aline. Aunque no veo ninguna herida ni sangre en su pequeño cuerpo su piel se ve anormalmente pálido y sus labios azules, como si estuviera muerta o en proceso de estarlo muy pronto.

—Aline... No... —digo en un susurro y voy a acercarme a su cuerpo hasta que alguien me intercepta jalándome del brazo derecho.

—¿Qué fisst crees que haces? —me reclama mi hermana gemela, Kayan, con el ceño muy fruncido y con una expresión llena de incredulidad —Nuestro hermano está justo al frente de ti a punto de morir ¿Y a tí solo te importa una estúpida humana que ya está muerta? ¡¿Qué pasa contigo?! ¡Kwohn! —grita enojada, aprieta más su agarre en mi brazo pero me suelto e ignoro el pequeño escozor que me hizo sus uñas al hundirse en mi piel.

—¡Ella no está muerta! —le grito de vuelta y mi cuerpo vibra por el miedo de que sea cierto. Pero no, me niego rotundamente a creer que su luz se haya esfumado tan rápido de este mundo. No lo merece, tiene tanto por vivir. Tiene solo diez años, por amon.

—Pues si no lo está, va a estarlo muy pronto —gruñe Malice mientras mira con desprecio el cuerpo muy quieto y pálido de Aline, pero no deja de cuidar a Tyrion y hablarle con ternura cerca del oído para que no pierda la conciencia entre su delirio y desborde de poder. Sigue temblando y cada vez se vuelven espasmos más fuertes.

—Tyrion decidió salvarla por alguna razón y de seguro sabía las consecuencias que él tendría si se involucraba directamente, así que ustedes no tienen ningún maldito derecho a hablar sobre ella —escupo con rabia y trato de acercarme de nuevo al cuerpo Aline pero Kayan me detiene de nuevo poniendo su palma en mi pecho para detenerme.

Yo le quito el brazo con brusquedad y quedamos frente a frente desafiandonos con la mirada. Ella sabe que no ganaría nunca una lucha conmigo cuerpo a cuerpo, siempre lograré anticipar sus movimientos mucho antes de que ocurran pero también es cierto que soy pésima en combate y no podría atinar bien a un golpe o haciéndole alguna llave porque ella es muy flexible, es capaz de escapar de cualquier amarre que le hagan. Tiene un cuerpo muy escurridizo, como el de una serpiente.

Aunque yo tendría mucha ventaja al saber todos sus movimientos, jamás podría ganarle por mi muy mala habilidad en la lucha.

—¡Ya basta todo el mundo! —aparece Destiny con Rage y Glare en cada lado y nos obligamos mi hermana y yo a inclinar ligeramente la cabeza en muestra de respeto hacia ella. —Hay personas muriendo en esta sala y ustedes solo discuten, pensé que las había criado mejor que esto —exclama Destiny y no decimos nada. —No nos debería importar quiénes son estas personas, vamos a salvarlas aunque sea lo último que hagamos. Lo haremos por Tyrion, su sacrificio no será en vano.

—No hables como si él ya no estuviera aquí, él sigue vivo —le gruñe Malice con odio. Ella es la única capaz de contestarle de ese modo a Destiny, no nos sorprende porque son madre e hija. Solo Destiny es capaz de controlar el torbellino de problemas que es su hija Malice.

Destiny solo le dedica una dura mirada que la hace cerrar la boca pero sigue mirándola con odio mientras sostiene la cabeza de Tyrion en su pequeño hombro izquierdo. Destiny deja de mirar a su hija y empieza a dar órdenes con firmeza, nadie la cuestiona.

—Kayan, saca a Tyrion de aquí y llévalo a la casa, dile a Kai que haga todo lo posible por tenerlo limpio, sin posibles heridas internas y consciente hasta que yo llegue. Prometo no tardar —Kayan se pone en movimiento y alza el cuerpo de nuestro hermano telepáticamente, haciéndolo flotar, y sale de la casa a pasos rápidos y firmes. —Tú te quedas Malice —ordena con dureza al ver a su hija moverse para también irse. Esta refunfuña pero se queda parada en su lugar —Malice, Glare, encarguense de las personas que están allá —señala donde anteriormente vi el cuerpo cubierto de sangre de alguien que trataba de cubrir a otra persona. —Rage, tú ayúdame a levantarla con cuidado para que su cabeza quede encima de mis piernas —le indica para que mueva el cuerpo de Aline. Todos hacen lo que se les dijo.

—¿Yo qué hago? —pregunto con ansiedad al ver el cuerpo de Aline muy pálido y sin vida en el suelo. Parece tan muerta... No, no quiero eso.

—Te quedas donde estás. —me ordena Destiny mientras se inclina hacia Aline. Me muerdo el interior de la mejilla para evitar dejar ir la réplica que quiere salir de mis labios pero mis manos no dejan de abrirse y cerrarse a mis costados, llenos de tensión y ansiedad.

Pasan unos tortuosos minutos donde solo puedo observar como Destiny la revisa y usa su magia para curar cualquier daño físico interno o externo que tenga.

—Está muerta —avisa Glare desde el otro lado de sala y le dirige una mirada a la mujer que está cubierta de sangre —Es su madre —nos informa y señala al niño que está atendiendo Malice, que parece solo tener un golpe en la cabeza donde estaba sangrando antes, y señala hacia Aline.

Claro, Aline tiene a un hermano gemelo.

Entonces su madre... ¿Murió? La noticia me tiene asombrada y en lo único que puedo pensar es en lo devastada que estará Aline cuando despierte y se entere. Me rompe el corazón el solo imaginarlo. No quiero verla romperse, no quiero que pierda su luz nunca, ella no merece nada de lo que le está pasando a ella ni a su familia en estos momentos.

Todo esto es culpa mía, no debí ser tan egoísta y adentrarme a su vida sin advertirle antes. Pero tampoco puedo negar que lo volvería a hacer si retrocediéramos en el tiempo. Ya no veo una vida sin ella junto a mí.

—Malice, ¿el niño está completamente curado? —le pregunta Destiny y esta asiente con la cabeza mientras le retira las manos de la cabeza al hermano de Aline, donde estaba curándole la herida del costado de la cabeza con magia menor. —Bien. Entre las dos lo cargan y lo llevan a cualquier habitación donde haya una cama y lo dejan ahí para que descanse, si es la de él es aún mejor. No se despertará hasta dentro de varias horas.

—Seguro encuentro su habitación —asegura Glare, y junto a Malice sostiene al chico por los hombros, una en cada lado del niño.

Después de unos tres minutos veo cómo Destiny deja de transferirle magia curativa de golpe a Aline y su expresión se tensa. Rage arrodillada frente de ella también lo nota y se pone nerviosa intercambiando una mirada entre Aline y yo.

—¿Qué? ¿Qué está mal? —exijo con urgencia. Destiny no dice nada hasta que Malice y Glare bajan las escaleras y regresan a la sala.

—¿Modificaste los recuerdos del niño? —le pregunta a su hija y ella asiente con la cabeza. Sigue manteniendo una expresión seria y llena de desagrado pero no desobedece las órdenes de su madre. —Bien. —dice en aprobación —Voy a necesitar que me ayudes con ella —mira a Aline y mi pulso se dispara anticipando lo que va a hacer.

—¡No puedes hacer eso, me va a olvidar! —grito con ira y doy unos pasos hacia ella. El gato de Malice, Mortis, se coloca en mi camino y me sisea mientras su cola se esponja en modo de advertencia. Yo le gruño, mostrando mis dientes, haciéndole ver que no me voy a doblegar.

—No hay otra manera Ayeon —me explica Destiny con cansancio pero decidida —Algo poseyó su cuerpo por breves segundos antes de que llegáramos, no sabemos qué fue, solo Tyrion podría responder eso pero no está aquí, ya él hizo todo lo que pudo para mantenerla con vida —dice con dureza —Lo que sea que se adentró en el cuerpo de esta niña no era algo que Tyrion haya podido controlar, solo retener. Por eso necesitamos borrarle por completo sus recuerdos, lo que sea que aún le quede dentro de esa criatura se está alimentando poco a poco de su alma y recuerdos alegres y también los horribles, y justo ahora ella acaba de tener un momento muy traumático. Está muriendo, Ayeon —dice lo último con tristeza mientras mira a Aline y le da una suave caricia en la cabeza.

Me quedo quieta mirando el frío estado en que está Aline. Me duele. Siento un dolor constante punzando dentro de mi pecho, me deja sin aire pero me obligo a respirar con la boca. Estoy batallando una guerra abismal entre lo que mi mente sabe que es lo correcto y lo que mi alma me pide a gritos que haga con tal de mantener a la persona que amo junto a mí para siempre.

«—No te preocupes, prometí que te protegería y lo voy a cumplir.»

Eso fue lo que le prometí la primera vez que nos vimos y nos hicimos amigas.

Y no lo pude cumplir. Fallé. Le fallé.

—Gemelas, contengan a Ayeon con todo lo que tengan —demanda Destiny con seriedad y mi cuerpo reacciona por sí solo.

En mi mente se proyectan los movimientos que harán las gemelas en los próximos segundos y lo uso a mi favor para esquivarlas mucho antes de que siquiera tengan la oportunidad de cambiar de parecer. Logro burlar sus intentos de agarrarme y justo cuando creo que gané y extiendo la mano para agarrar la mano de Aline, Mortis me lanza un fuerte rasguño en la mano.

Siseo del dolor pero no me importa la sangre espesa que empieza a salir de las tres marcas de sus garras en mi mano. Solo quiero llegar a donde está Aline y sostenerla en mis brazos.

Por descuidarme por unos segundos no veo venir la mano de Rage posarse sobre mi hombro derecho y sentir el como bloquea mi poder. Logra retener mis poderes y debilitarme por completo cuando Glare la toca a ella, quien es la que la ayuda a potenciar su habilidad contra mi. Cuando trato de dar un paso hacia adelante mis pies se debilitan y caigo al suelo; esta es obra de Rage y su mala suerte que dirige hacia mí para que no pueda sentir mis piernas.

Las gemelas aprovechan mi corto momento de debilidad y frustración para inmovilizarme en el suelo por completo con sus cuerpos y aunque me sacudo con fuerza, sigo siendo débil contra dos personas sobre mi cuerpo.

Veo con los ojos muy abiertos, presa del pánico, como Malice se coloca detrás de la cabeza de Aline y le coloca las manos a los lados de su cabeza, Destiny coloca las suyas encima de su pecho, donde debe estar reposando su alma y la mía, que le compartí.

Destiny y Kai son los únicos que lo sabían. No me juzgaron cuando les conté. Pero nada de eso importa cuando Destiny está a punto de romper ese vínculo tan importante y sagrado para nosotros. Para mí.

Es la mitad de mi segunda alma. Solo yo tengo derecho a decidir a quién se lo doy y solo esa persona tiene el derecho de usarme, destruirme o matarme si así lo desea. Solo esa persona. Solo Aline tenía ese derecho sobre mí si al final decidía que yo era un monstruo a sus ojos cuando le contara toda la verdad.

Pero ya no será posible. Me han quitado ese derecho. Le van a quitar mi segunda alma.

—No... Por favor no... —suplico en un susurro. La luz blanca de la magia empieza a hacer efecto en Aline, haciendo que vuelva a recuperar poco a poco algo de su color natural.

Yo por mi parte siento como si me estuvieran arrancando parte del alma. Lo cual están haciendo. Mi respiración se acelera y empiezo a sentirme abrumada por todas las sensaciones. Un fuerte tirón en el pecho hace que lance un fuerte grito lleno de agonía y mi cuerpo se sacude involuntariamente, con ganas de escapar de esta tortura.

—No, Aline... No quiero que me olvide, por favor... Paren, paren —digo con voz ronca por las emociones y noto como empiezan a salir lágrimas de mis ojos sin que pueda detenerlas.

Es la primera vez que lloro en toda mi existencia, ni siquiera lo hice al nacer. Nosotros no lloramos cuando nacemos. Pero aquí estoy, llorando sin control alguno por la única persona que he amado y amaré hasta que deje de existir en este mundo.

Otro tirón fuerte en el pecho logra que mi espalda se arquee de dolor y grito aún más fuerte. Me quedo sin aliento y muerta en vida cuando el último tirón es más suave, casi gentil, pero termina por destrozar y arrancar por completo aquel vínculo y contención que mantenía a raya la mitad salvaje de mi segunda alma en mi interior.

De lo último que soy consciente es de Aline, ya totalmente recuperada, con color en sus lindas y suaves mejillas de nuevo. Sonrío con alivio pero siento una profunda tristeza también. Una solitaria lágrima termina por salir de mis ojos y pierdo por completo el conocimiento.

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Nota: Hay palabras desconocidas que Kayan dice cuando discute con Ayeon. No traten de buscarlas o traducirlas, no existen jaja. Esas palabras son cosas que se llegará a explicar en la historia a su debido tiempo.