Aquella oficina estaba en silencio, sólo se podía escuchar el sonido del teclado y el claro sonido del papel siendo hojeado.

Reclinandose en la silla de cuero negro, JiMin removió sus hombros un poco, tronando así los huesos de su espalda. Removió sus lentes de trabajo, cerro un poco sus ojos ya cansados de estar pegado a la computadora desde que llegó y se sentó en aquella silla.

La puerta fue tocada y antes de que JiMin entrará, la figura de un hombre mucho mayor, con un poco de barriga cervecera y un despojó de barba cenizosa se dejó ver en aquel rostro regordete.

Era el jefe de JiMin.

"En verdad lo siento JiMin-ah, pero sabes que las clases no pueden seguir siendo pospuestas, perdona hacerte venir así tan de repente" fue lo primero que dijo el hombre regordete.

JiMin acomodo sus lentes y masajeo un poco en centro entre sus cejas, suspirando, puso una sonrisa en su rostro.

"No se preocupé, yo entiendo señor Kang, es sólo que hay mucho papeleo... Y cuando digo mucho es porque en verdad lo hay"

El señor de apellido Kang se sentó en el sillón al lado izquierdo de la oficina. "Lo sé, no pensé que ese subordinado mío no haría bien su trabajo y desorganizó todo el horario que enviaste"

Él solo pudo suspirar. Las apariencias si que engañan.

"Ummm, ya se lo había dicho señor Kang, no se puede confiar mucho en alguien"

"En"

Tomando la taza de vidrio a su lado, bebió del té negro, degustando de la calidez que bajaba por su garganta hasta la boca de su estómago.

"JiMin-ah..."

El nombrado alzó la cabeza para verle directamente a los ojos. "Si" respondió él.

"Cuando te cases, ¿cómo le harás con este trabajo? Tus clases siempre son las más solicitadas y casi siempre estás lleno de alumnos, ¿renunciaras para vivir en Seoul con... Con tu esposo e hijo?"

Los dedos de JiMin se apretaron alrededor de la taza. Eso... Lo había pensado pero no sabía cómo decírselo a YoonGi. Amaba su trabajo, pero su trabajo quedada en Busan, su pareja e hijo vivían el Seoul.

"Aun no sé, me gusta este trabajo. Realmente me gusta"

El señor Kang asintió lentamente, poniéndose una de sus manos sobre su barbilla hablo: "Y qué tal si trabajas los fines de semana? Puedo hablar y mover tus horarios para los sábados y domingos"

JiMin se lo pensó, más aún así primero debía hablarlo con YoonGi. Estában a unas semanas para entrar en julio. Pronto se llegaría la gran fecha y siendo sincero no quería pensar en nada del trabajo y esas cosas estresantes.

"Lo pensaré señor Kang, primero debo hablarlo con mi esposo" sonrió al final.

El señor Kang asintió y luego se levantó del sillón.

"Bien, espero tu respuesta, aún tienes tiempo para decidir" el Señor Kang camino hasta la puerta, pero se detuvo a unos pasos de llegar. "Por cierto, espero la invitación de sus bodas de plata" diciendo esto, el hombre regordete abandono la oficina donde ahora había un JiMin con sus mejillas tan rojas como las manzanas mismas.

Al otro lado de Busan, exactamente en Seoul, una mujer cruzaba sus brazos y veía al hombre frente a ella divagar y no llegar a nada.

Exasperada por la indecisión del hombre, ella bufo y luego tomo la botella de vidrio a su lado, con su aún contenido de refresco y golpeo la superficie de la mesa, llamando así su atención y la de las demás personas a su alrededor en aquel restaurante.

"Ya, se serio Min YoonGi, mi tiempo es jodidamente oro, ORO. Decidete por un jodido anillo ¡¡AHORA!!" Gruño enojada.

YoonGi no pudo evitar rodar los ojos ante la impaciencia de su vieja amiga/conocida.

"No es tan sencillo sabías" comento despectivamente él.

"Ay, por favor Min, es sólo un estupido anillo, no es el jodido fin del mundo" respondió ella sarcástica.

"¡Hey! No te desquites conmigo tu soltería, no es mi culpa que tengas gustos tan... Elevados, que nadie quiera salir contigo"

Las manos de la mujer se tensaron y aflojaron a la vez, respirando pesadamente, calmando la furia interna provocada por el comentario de YoonGi.

"¡Min YoonGi! No tientes mi paciencia, no eres el único cliente al que tengo que visitar hoy" sonrió ella, pero no era para nada una sonrisa de felicidad.

YoonGi la ignoro, y siguió viendo el catálogo en la mesa, sus dedos se detuvieron cuando sus ojos vislumbraron el anillo que le gustaría, claramente habría unos cambios pero no serían tantos.

"Este, quiero esté" sus dedos apuntaron al anillo en la página. Ella enarco una ceja.

"No está mal, tienes un buen gusto. Te lo puedo traer en una semana"

"Cambia el color de la gema a un color ónix con reflejo azul" pidió. "No importa el costo, y que sean dos, el otro que sea igualmente ónix con reflejo dorado"

"Oye, eso te saldrá caro" dijo ella, apuntando las cosas perdidas por YoonGi en una libreta.

"Ya te dije, el dinero no es problema" YoonGi se encogió de hombros.

Ella volteó los ojos, poniéndolos en blanco. Los ricos y su dinero interminable.

"Ah, también quiero un dije, con forma de lágrima, que sea de un azul oscuro con reflejos esmeralda. Será para nuestro hijo"

Ella sólo bufo mientras asentia. "Una semana exacta, ¿te los envío o nos volvemos a encontrar?"

"Nos volvemos a encontrar, esto es una sorpresa para JiMinnie" sonrió al decir el nombre del menor.

"tsk, tsk, meloso" murmuro por lo bajo.

"Bien, yo te llamo y te digo el lugar, con la paga..."

"Te depositaré la mitad primero, así que envía el costo total antes"

"Bien, un gusto hacer negocios contigo" dijo ella, poniéndose en pie. "Ahora si me disculpas, tengo otro cliente que ver" haciendo una reverencia en dirección de YoonGi, la mujer de hermoso cabello rojiso se alejó de la mesa y pronto salió del restaurante.

"Señor, su hijo..." una camarera se acercó con un pequeño bebé de ojos rojos y nariz roja, con mejillas mijadas y cara de haber llorado mucho.

Ella sonrió avergonzada mientras le tendía al infante a YoonGi. "Lo sentimos, intentamos de todo pero el pequeño..."

YoonGi tomó a JimHae en sus brazos, este se aferró al cuello de su padre mientras balbuceaba varios «Baba» que derritieron e hicieron dolor el corazón de YoonGi.

"Esta bien, gracias por su trabajo. ¿Puedes traerme la cuenta?"

La cámara asintió, sus mejillas estaban cubiertas de un tenue carmín por la vergüenza y por la presencia tan imponente de este hombre, del cual ella era fan en sus días de infancia.

"Gracias" contestó YoonGi, una vez ella le tendió la libreta de cuenta, dejo la tarjeta negra enmedio y ella se despidió para llevar a cabo el pago.

"Mi vida, ¿tú también extrañas a papi JiMinnie?" el pequeño en sus brazos se removió y asintió en silencio, sus manitos regordetas apretadas en la camisa de su padre.

Sonriendo y luego suspirando, YoonGi también tuvo que admitir. "Sí, yo también lo extraño... Mucho."

Hi, a donde sin votar y comentar eh??

Les gustó(?)

Si no es así les wua quemar el rancho amixes~

Cada día más cerca del final AAAAAAAAAAAAAAAAH~ la boda está en camino!!

Vayan a leer mis demás historias: Demonio y Emperador
Lord Demond
Pet Association
Dulce Sorpresa(sólo tendrá 6 caps)

Hoy es 25 pero mañana es mi cumpleaños (26/10) asi que...

🎁🎂FELIZ CUMPLEAÑOS A MI🎂🎊

Gracias por todo perdón por tan poco.

MinMin🔥