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Cinco chicos están al pendiente de aquel teléfono móvil de Namjoon, ubicado en el centro de la mesa.
Ansiosos de que la tan ansiada al fin pueda entrar y ellos saber las buenas nuevas, están más que seguros que la respuesta será positiva.
Namjoon lee una revista mientras que Seokjin juguetea con su móvil, Tae y Jungkook están en el otro sofá, con Hoseok en medio de ellos, mientras este último sólo observa las nuevas series de premiaTV, Jungkook ignora a Tae y viceversa, el aire sigue al parecer estando tenso con aquellos dos, Hoseok sólo se hace el tonto que no sabe nada, aparte de que siente que si se suelta hablar, le va a echar más sal a la herida.
El sonido irreconocible del iPhone marca el inicio de una llamada, todos dejan de lado sus "ocupaciones" y ven atento a Namjoon quien es el que coge la llamada, ansiosos esperan poder saber la noticia.
“De verdad?” la voz de Namjoon se escucha normal, pero tiene esa pizca de alegría. “Dios, eso es increíble Jimin-ah, le dije que todo iría bien, ven, siempre deben de confiar en lo que digo” agrega con una sonrisa en su rostro.
“Bien, yo les pasó el mensaje Minnie, adelante, si, tranquilo, serán los mejores ya verán” la llamada se corta y Namjoon guarda su móvil nuevamente en su bolsillo.
Cuatro pares de ojos le ven inquisitoramente, Nam se rió bajito y dejo salir un suspiro para nuevamente, tener una hermosa sonrisa de hoyuelos en su rostro.
“Acaban de firmar los papeles, oficialmente son padres, él bebé se les estará entregando hasta la próxima semana, Jimin dijo que podían ir a verlo estos dos días de esta semana y que posiblemente el lunes tendríamos al nuevo integrante de la familia Bangtan” informó alegremente Nam.
Todos efectivamente gritaron felices y aplaudieron por la buena noticia, la sensación de alivio recorriendo sus sistemas.
Sin percatarse tanto Jungkook como Taehyung terminaron abrazándose, mientras sonreían, aquello obviamente no pasó por alto para la pareja de casados, quienes estaban muy cómodos en los brazos del otro, observando el actuar de los menores, quienes se avergonzaron al darse cuenta de la situación en las que estaban.
Y Hoseok nuevamente se hizo el bobo ignorando el sonrojó en las mejillas de Tae y kook, palmeando sus mejillas simplemente sonrió nostálgico pero con cariño.
Era noche para celebrar, y se celebraría como tal.
Tenían años, casi siglos si es que es posible, de no pisar una discoteca, la última vez que fueron a una, casi son descubiertos por las cámaras y dispacth; pero nuevamente entraba Súper PD y arreglaba sus problemas.
Se arreglaron como en sus días de gloria, y decidieron juntarse en la entrada de dicho lugar.
«MagicBlue's» se llamaba aquella discoteca, conocida entre toda la comunicación juvenil y quizás entre el mundo de los adultos ricos en busca de paz.
Siete en punto y ellos estaban entrando al lugar, hablando entre ellos, Namjoon abrazando por la cintura a su esposo, receloso de las miradas que le daban, después de todo los años jamás le pegaban fuerte a Seokjin.
Él seguía siendo el mundialmente guapo, hermoso, precioso Kim Seokjin.
Hoseok se rió bajito y sólo negó, caminando atrás de Taehyung, Jungkook encabezando el grupo, y sonriendole a todos aquellos que le sonreían y saludaban.
Parecía que Jungkook tenía un doble vida, casi todos en aquella discoteca conocían y saludaban a Jungkook, como si fueran íntimos amigos.
Lo bueno de «MagicBlue's» era la seguridad, que literalmente tocaban hasta donde ya no, registrando que ninguna cámara o teléfono fuera llevando a aquel lugar, sin duda eso era lo mejor, claro aparte de las bebidas y la buena música.
Los siete se encaminaron hasta una de las tantas mesas y se sentaron, observando el ambiente juvenil del lugar.
“Esto no es nada, deberían de ver cuando son las doce, se pone uff” dijo Jungkook hablando fuerte por sobre la música.
Jimin asintió, el ambiente sin duda era divertido y todo eso, pero sencillamente él hubiera preferido una celebración a la antigua, unas cuantas cervezas, sojo, vino y pollo frito, aquello hubiera sido más mejor.
Pero al parecer todos tenían debilidad ante Jungkook, que simplemente no pudieron decirle que "No" cuando él pidió ir a aquella discoteca para "celebrar" y revivir tiempos "antiguos"
Los shots no se hicieron esperar, la cerveza y uno que otros cócteles, riendo y tomando, brindando porque el lunes, habría un nuevo integrante en su pequeña pero acogedora familia.
El corazón de Yoongi no cabía de la felicidad, ese día debía celebrase a toda madre, él que era partidario de las cosas no ruidosas y de no salir de su apartamento, a menos que fuera para ir a trabajar, estaba disfrutando del ambiente alegre de la discoteca.
De un momento a otro todos estaban en la pista, la música electrónica sonando de fondo, las luces y los cuerpos moviéndose en todas direcciones, bailando al ritmo de la música de DJ.
Yoongi observó desde el otro extremo, las miradas de algunas chicas sobre Jimin, quien ajeno a ellas bailaba como si solo fuera él aquella pista de baile.
Nadie se le acercaba, sabían quien era, todos lo conocían, pero los ojos pecaban y ellos eran simples humanos que querían sucumbir a la tentación y posar sus manos en las caderas de su esposo.
Carajo.
Yoongi maldijo al sentir el ardor en su sistema y la sensación de posesividad le arremetió hasta lo más profundo.
Culpando al alcohol de su comportamiento, Yoongi se acercó hasta donde estaba Jimin, y bajo la atenta mirada de todos los presentes, poso sus manos en la cadera de SU esposo y lo acercó a su pelvis, abrazándolo asi por la cadera.
Hoseok bebió del cóctel de luna y sonrió al ver la escena frente a sus ojos, alguien tocó su hombro y una joven le sonreía coquetamente.
Alzó su copa y ella hizo lo mismo, bebiendo luego del brindis.
Yoongi apego más a Jimin, sintiendo como el trasero de este se molía contra su entrepierna, sintiendo de un momento a otro, el ambiente un poco acalorado.
“Ca-cariño, Jiminnie~” llamó al oído del menor.
Jimin se volteo para verlo, sus pupilas estaban de cierta forma dilatadas.
En su momento de lucidez, Yoongi se preguntó, cuanto fue lo que tomó Jimin, para que estuviera en ese estado.
El menor pasó sus manos por sobre el cuello de Yoongi, bailando ahora frente a él, ahora Yoongi maldijo el momento en que tuvo un ataque de celos, celos sin sentido alguno.
“Jimin, y si, nos vamos mejor, mañana tendremos que ir a visitar a Jae” susurro un poco alto Yoongi, al oído de Jimin, la música siendo cada vez más fuerte de lo normal.
“Umm, n-no, más, uhm, más~” ni tan siquiera Yoongi entendía aquello, él solo tenia aún sus manos, sobre las caderas de un muy experto bailarín ebrio.
Rio bajo y tuvo la intención de caminar aún con Jimin casi colgado de él, hacía la mesa, pero el castaño estaba reacio a dejar la pista de baile.
“Jimin, mejor vamos a la...”
Sus palabras fueron cortadas por la boca vivaz de Jimin, quien ahora hacía marañas en su cuero cabelludo.
Los ojos de Yoongi abiertos cómicamente, estaba de cierta forma anonadado, jamás espero aquella reacción del menor en sus brazos.
Los aplausos y los vitoreos no se hicieron esperar, e importándole menos el hecho de que estaban en público, fue él quien profundizó el beso.
Si mañana se iba a arrepentir por este arrebato, que fuera después de aprovechar una buena y merecida recompensa.
Y es que, de cierta forma, los labios de Jimin eran jodidamente adictivos, como una droga, y a Yoongi de cierta forma, le gustaba esa droga.
Hiii, no te vayas sin votar y comentar xfis~
Ahhhhh os gustó?
Cuando escribi este capítulo estaba escuchando Waste on me Remix y uffff
Espero sea de su agrado~ gracias por tanto perdón por tan poco.
Los lovea~
MinMin🖤
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