Capítulo VII
Lo miré atenta.
-Qué?- pregunté.
-Que si te gustaría salir conmigo- sonrió. Tierno pensé.
-Y eso por qué?-
-Hablé con mi primo, no para pedirle permiso. Pero si tenes algún problema...-
-No, no tengo ningún problema- dije mirando sus ojos.
-Ah no?- negué. Sonrió- el viernes o el sábado?- preguntó.
-Miércoles- afirmé.
-Miércoles?- asentí.
-Algún problema? Estamos en Nueva York, hay miles le lugares abiertos en la noche- dije.
-Entonces, miércoles- asentí.
-Miércoles- afirmé. Marcus se fue y yo me quedé en mi habitación, iba a salir con el primo de mi exnovio... raro e interesante a la vez.
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Lunes.
Me acerqué a mi casillero y lo abrí. Un papel cayó y lo agarré. Lo miré extraña. Tenía mi nombre en él. Lo abrí y leí lo que decía.
"Campo, 12:30"
Okay... Miré mi celular, iban a ser las 8:00 recién. Cambié mis libros y cerré el casillero.
Entré a clase y me senté en el fondo. Filosofía me tocaba. No me gustaba para nada.
Lxs demás entraron y yo no hice nada más que mirar a cada unx. Normales. Idiotas. Molestxs. Calladxs. Indecisxs. E insegurxs. Yo estoy en todas esas etiquetas. Una bendición y una maldición a la vez.
-Buenos días- la profesora entró. Algunxs saludaron, otrxs no. Yo era de esxs. Lo crean o no, presté atención en a la clase. No soy buena en clases. Pero nos prohibían el uso de celulares. Por eso se pasaban papeles, como si fuera el 2010. Reí.
Pasaron 15 minutos y tocaron la puerta. La profesora habló con alguien en la puerta. Ella asintió y yo abrí mis ojos con sorpresa. No podía ser cierto.- alumnos, ellos dos son alumnos nuevos. Preséntense- yo agarré mi libro de filosofía para tapar mi cara.
-Soy Marcus y él es mi primo Thomas, pero le gusta que le digan Tom-.
-Un gusto Marcus y Thomas- hubo una pausa- por favor, busquen un asiento-
Sentí pasos por el salón, yo bajé mi libro y tapé mi cara con mi pelo. No había muchxs chicxs con pelo largo o con rulos, para mi suerte. Los vi de reojo, y se sentaron en la otra punta. Gracias.
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Eran las 12:21 y yo fui al campo de la escuela. Miré a mi alrededor y la campana sonó. Los alumnos se estaban yendo al almuerzo y yo me senté en el pasto. Estaba frío. Pero no me importaba. Se sentía bien.
De mi mochila saqué mi lata y saqué un porro. Iba a prenderlo. Cuando me lo sacaron.
-Ey!- miré arriba mío y me calmé. - porque?- pregunté. Andrew se sentó a mi lado.
-El pasto está helado- se quejó.
-No te pongas molesto- reí.- vos me dejaste la nota?- pregunté.
-Nota? No, estaba aburrido y decidí sentarme acá y cagarme de frío- sonreí.
-Entonces somos dos- le saqué el cigarrillo y lo prendí.
-No es muy temprano para fumar?- lo miré incrédula.
-Hay horario para fumar?- asintió.
-Cierto- afirmó.
-Y? Para que querías verme?- pregunté.
-Quería pasar el rato, nada más. Mi padre se fue por asuntos de la escuela hace un rato, y puedo hacer lo que se me de la gana- asentí.
-Inteligente-
-Y con orgullo- le pasé el porro.- en fin- sacó todo el humo- hoy llegaron dos estudiantes nuevos- mis amigos quieren que entren al equipo de básquet por su físico.- rió- se creen que porque soy el capitán no les voy a hacer una prueba primero. Idiotas- reí con él.
-Thomas y Marcus...- dije mirándolo.
-Si, cómo...-
-Viven conmigo, son de los que te hablé ayer- dije levantando las cejas y mirando el piso.
-Oh...-
-Si, oh...-
-______ si no queres no les hago la prueba y...-
-No, no me molesta, es más. Prefiero que se ganen un lugar en el equipo y así me dejan más tiempo a solas- respondí.
-Entiendo.. Pero van a hacer la prueba- afirmó.
-Que la hagan- dije.
Y así nos pasamos la media hora. Fumando, hablando, riendo y mirando el pasto que se convertía en arena, después en pasto otra vez, piso, pasto, aire, pasto, lava, pasto y así durante un rato largo.
-Me caes muy bien _____, en serio. Que te parece salir algún día con mis amigos y mi novia- propuso. Yo lo miré sorprendida.
-Qué?- dije.
-Si, te van a caer bien, es más mi novia no es muy social que digamos y hasta le podes caer bien, son muy parecidas. Sin la parte de drogarse, ella es religiosa- abrí mis ojos asustada- si, ni lo menciones. Pero en fin, si querés, vamos a estar en un bar el viernes en la noche, cerca de Manhattan, unas cuadras de Central Park Oeste, después te paso la dirección si?- asentí.
-No hay problema- el timbre volvió a sonar.
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Me la pasé el día por las calles, viendo locales, caminando, escuchando música. Y al llegar a casa hice lo de siempre. Hablar con Nick, molestarlo y que él me moleste a mí obviamente.
No hice algún contacto visual o físico o vocal con Tom y Marcus. Según Peter, ellos se estuvieron afuera todo el día.
-Y eso es lo que anda pasando en mi vida- dije mirando la pantalla.
-Más aburrida que la mía entonces- afirmó y yo reí un poco.
-Puede ser. Puede ser-
-Y cómo va la convivencia Nicholson/Holland/Frost?-
-Para haber sido el primer día de ellos, tranquilo. No me los crucé en ningún momento por suerte y nada más. A parte de lo que te conté sobre Marcus-
-Es verdad. TE INVITÓ A SALIR EL PRIMO DE TOM- saltó y gritó.
-No te emociones, es una salida. Nada más-
-Y si te termina gustando esa salida?- su cara se formó en sorpresa- y si termina en SEXO?- gritó lo último.
-Lo dudo Nick-
-Por favor _____, hace mucho sabemos que un pene no a tocado esa vagina en bastaaante tiempo-
-Es porque no tomo muy enserio el término coger por coger- dije diciendo la verdad.
-A mí no me mientas, vos queres tirarte a Marcus o a Tom y gritar sus nombres "MARCUS AY SI" "TOM MÁS AY"- hizo caras de "exitación" y yo me largué a reír.
-Sos unx taradx lo sabías-
-Si, y me encanta mujer-
-Nick, no quiero molestar. Pero necesito saber donde dejaste al perro... otra vez- reí por el comentario de su padre.
-Me olvidé- susurró para si mismo.- lo dejé afuera, en el patio- dijo.
-HACE FRÍO NICK- le gritó su padre salió corriendo.
-Cómo que otra vez?- pregunté.
-Hace unas semanas estábamos con Harrison, teniendo sexo y el perro no nos dejaba de mirar el pervertido. Entonces lo dejé en la bañera. Cuando mamá llegó yo me había olvidado. Samantha dejó el agua correr y cuando me cuenta el perro estaba nadando en la tina. Casi me matan- me largué a reír como nunca en mi vida.
-Y COMO QUE FUE ESTA VEZ?- grité riendo.
-De nuevo el pervertido se lamía los huevos mientras Harrison me la chupaba. Es un asco. Lo saqué al patio para no olvidarme y...-
-Te olvidaste otra vez y ahora tu perro podría morir de hipotermia- finalicé.
-Exactamente, además..-
-MIRÁ COMO ESTÁ EL PERRO NICK. - se lo dio- MAS TE VALE QUE LO BAÑES CON AGUA TIBIA Y QUE NO SE TE OLVIDE EN LA BAÑERA- cerró la puerta.
-Estás helado pervertido- dijo mirándolo. Yo no dejaba de reír.- me voy, antes de que cometa una locura y el perro termine en Dinamarca- saludamos y cortó la llamada.
Me fijé la hora 2 DE LA MAÑANA. EN QUE MOMENTO PASÓ.
En fin. Bajé para comer algo. La casa estaba en completo silencio por suerte.
Llegué a la cocina y abrí la heladera y saqué una jarra de agua. Me serví y de la alacena agarré unos cuantos pedazos chicos de brownies que había hecho Selena.
La luz se prendió y yo me asusté.
-Qué haces despierta a esta hora?- preguntó un Tom mal dormido y desalineado.
-Tenía hambre, no cené así que buscaba comida-
-A las 2 de la mañana?- preguntó.
-Hay horario para comer?-
-No pero...-
-Entonces- comí un brownie- no molestes corazón. Rió esa estúpida y hermosa sonrisa.- que es tan gracioso?- pregunté.
-Tu cara, es muy linda cuando comes- tragué en seco.
-Qué?- pregunté. Se acercó a mí.
-Eso, que sos muy linda, más cuando comes- se acercó aún más- cuando comes, cuando reís, cuando lloras, cuando te haces la mala, sabiendo que sos un amor- tocó mi cintura. Y me puse nerviosa. Se acercó a mi cara- queres que pare?- preguntó mirando mi boca. Negué. Se acercó a mí, abrí mi boca un poco y me...
Me desperté.
-______ ES TARDE- Jack entró a mi cuarto y yo me levanté de un golpe. Pasaron unos segundos cuando me di cuenta.
-ERA UN PUTO SUEÑO- grité con todo el aire que tenía en mis pulmones.
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Lxs amoooooo bbs
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