SeHun avanzó todo lo que pudo en el porche antes de que anocheciera y entró en la casa. JunMyeon estaba sentado a la mesa de la cocina, nervioso aún por la última conversación que habían mantenido con SeoJoon.

—Un centavo por tus pensamientos. —dijo SeHun al ver que JunMyeon alzaba la vista hacia él y lo miraba con una expresión de sorpresa, como si no esperara que apareciera por allí.

—Mi tarifa habitual es mucho más alta. —dijo JunMyeon señalando una hoja blanca, y él se obligó a concentrarse en la conversación.

SeHun tomó la hoja de papel que había sobre la mesa.

—Supongo que nuestro trato quedará explicado con detalle aquí. —susurro SeHun sin mostrarse decaído y herido por la frialdad de JunMyeon.

JunMyeon asintió.

—No te estoy cobrando lo que cobraría en Seúl. —explico JunMyeon casi sin mirarlo.

Y sin mirar el papel, SeHun frunció el ceño en dirección a JunMyeon.

—No debes hacer eso. —demando SeHun con firmeza.

JunMyeon alzó la barbilla.

—Pues lo he hecho. —reto.

SeHun dejó el papel sobre la mesa.

—Quiero que me cobres lo mismo JunMyeon, es tú trabajo y mereces el pago justo por ello. —razono SeHun.

—No lo haré. Y deja de ser tan condenadamente testarudo. Ni siquiera lo has mirado. —dijo JunMyeon con enojo, devolviéndole el presupuesto—. ¿Lo ves? Tampoco significará la ruina para mí.

Era una bonita y redonda cifra, pero no era suficiente.

—Lo que es justo, es justo, JunMyeon. Esto no es ni la mitad de lo que me cobraría Kai. —reprendió SeHun negando.

Ante eso, JunMyeon pareció vacilar.

—¿De verdad? —cuestiono sorprendido.

—De verdad. —le aseguró SeHun—. Si tú no cambias la cifra, lo haré yo. —y diciéndolo, tomó el contrato, anotó otra cifra y firmó en la parte inferior de la hoja—. Así está mejor. —dijo mientras se lo entregaba.

JunMyeon frunció el ceño al leerlo.

—No puedes hablar en serio.

—Pues claro que sí. Pregúntaselo a Kai. —se defendió SeHun—. Y eso que él peca de prudente.

SeHun vio en los ojos de JunMyeon un brillo que no supo interpretar.

—Será cretino... —murmuró JunMyeon entre dientes sin dejar de mirar el papel—. No puede ser tae tenía razón.

Pete se quedó perplejo ante su reacción.

—¿Quién es un cretino? ¿kai? —cuestiono SeHun—. ¿y quién es tae y porque tiene la razón?

—No, claro que no. —dijo JunMyeon rápidamente—. El cretino el mi jefe en Seúl. Taehyung siempre decía que era un tacaño y un explotador, que la cifra no compensaba todas las horas que pasaba y siempre creí que lo decía simplemente porque él ganaba mucho por solo estar parado frente a una cámara y los trabajos de la gente normal es muy sacrificada, pero estoy empezando a ver claro la cantidad de dinero que habrá ganado a mis expensas.

—A mí me parece una buena razón para no volver. —dijo SeHun ignorando olímpicamente el comentario sobre Taehyung, tras lo cual añadió como quien no quiere la cosa—: Suponiendo que necesites una.

—Puede que vuelva a Seúl, pero lo que sí te aseguro es que no volveré a trabajar para él. —dijo JunMyeon con ferocidad.

SeHun se rió al oír el tono furibundo de JunMyeon.

—Puede que deba llamar a kai y decirle que éste es el momento ideal para pedirte que te asocies con él. —oferto SeHun.

JunMyeon le lanzó una astuta mirada.

—Puede que lo fuera, si tuviera un lugar en el que vivir. —tanteo JunMyeon.

—Muy listo, pero tienes esta casa de tu abuela JunMyeon. —contratacó SeHun soltando una carcajada suave—. A este lugar no le ocurre nada malo que una cariñosa labor de mantenimiento no pueda arreglar. Además, tus hermanos ya han hecho algunos arreglos. Los cimientos y el tejado son sólidos. El porche es la última inversión que habrá que hacer.

—Hay un lugar aún más perfecto a unos pocos kilómetros de aquí. — insistió JunMyeon.

SeHun lo miró con absoluta inocencia.

—Pero el precio es demasiado elevado para ti, ¿es eso lo que quieres decirme? Además, es tremendamente grande para una persona sola. —susurro SeHun.

—Dime una cantidad para empezar a negociar. —ofreció JunMyeon sin rodeos.

—Hay muchas más cosas que el dinero en la vida. —le recordó SeHun.

—Eso no es lo que solías decir. —replicó JunMyeon—. Cuando te conocí, solo pensabas en montar tu negocio y labrarte un nombre. Eras muy ambicioso.

—Pero ahora que ya he logrado eso, veo los fallos de mi razonamiento. — confesó SeHun—. Nada de eso importa si no tienes alguien con quien compartirlo.

JunMyeon le sostuvo la mirada y dejó escapar un suspiro.

—No puedo negártelo. —dijo JunMyeon y, poniéndose en pie, se acercó al frigorífico y abrió la puerta—. ¿Puedes quedarte a cenar?

SeHun se acercó por detrás hasta quedar contra su espalda y cerró la puerta

del frigorífico.

—¿JunMyeon?

Cuando JunMyeon se dio la vuelta y lo miró, vio que tenía las mejillas húmedas por las lágrimas.

—¿Qué pasa? —preguntó SeHun, enjugándoselas con la yema del pulgar. Tuvo que contenerse para no ceder al deseo de tomarlo en sus brazos y reclamar sus labios.

—Nada. —insistió JunMyeon, tratando de escapar por debajo de su brazo, pero SeHun le puso una mano en el hombro y lo mantuvo en el sitio.

—Háblame JunMyeon. —suplicó SeHun—. ¿Qué he dicho que te ha molestado? Puedo cambiar cualquier cosa si es así, no quiero hacer nada que te incomode demasiado, JunMyeon no quiero volver a lastimarte. —añadió con sinceridad.

—No has sido tú SeHun —insistió JunMyeon—. Es que soy idiota.

—Eso no puede ser. —respondió SeHun acariciándole las mejillas—. Tú nunca lo serás JunMyeon, eres demasiado bueno y los idiotas somos los que te rodeamos por no saber apreciarte como es debido.

—Claro que sí. Siempre deseo aquello que no puedo tener o aquello que no me conviene. —sollozo JunMyeon.

—¿Por ejemplo? —cuestiono SeHun.

JunMyeon le sostuvo la mirada un momento, pero al cabo la apartó.

—No hay nada que no puedas contarme JunMyeon. —lo animó SeHun—. Nada. ¿Qué es eso que quieres y no puedes tener?

Una chispa de furia iluminaba los ojos de JunMyeon cuando los fijó de nuevo en SeHun

—Una vez te quise a ti. —dijo JunMyeon con tal tono de pesar en su voz que SeHun sintió que se le retorcía el alma de dolor—. Y quise a Taehyung, hasta que descubrí lo idiota que era.

—¿Algo más? —pregunto SeHun sabiendo que había algo más.

—Se trata de Taehyung. —confeso JunMyeon—. Las cosas no... es difícil de explicar.

SeHun trago saliva al oírlo hablar nuevamente de Taehyung y aunque pensó que estaba listo para aceptarlo, que era su culpa que ese hubiera entrado en la vida de JunMyeon. no impidió que le una ola de rabia, celos y dolor atormentará su pecho. No creía tener fuerzas para poder hablar del otro hombre que aún tenía el corazón de la persona que SeHun nunca había dejado de amar durante estos seis años.

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Ahh no me gusto el cap que va a venir, pero no se siento que es necesario mil perdones si no les gusta... La verdad me esforzado y no me convenció al 100% sin embargo tenia que pasar. Todos odiamos a SeHun y Taehyung, bueno más a Taehyung creo yo por como se porta y sigue sin mover nada para recuperar a JunMyeon. 

otra cosa jaja la vez pasada me equivoque de nombre del cap, era veinticinco porque del veinticuatro pasamos al veintiseis jaja