seis
JunMyeon sabía que no pensaba con claridad. Sin embargo, no podía quedarse en la casa a derrumbarse en su miseria, el auto de Taehyung ya había arrancado así que solo sería cuestión de minutos en que SeHun estuviera entrando y no quería que lo viese destrozado, SeHun ya le había roto el corazón una vez y no iba permitir que vea como otro acaba de hacerle lo mismo, no le daría la satisfacción de verse humillado nuevamente por un amor.
Se seco rápidamente las lagrimas tratando de eliminar todo rastro de llanto y camino rápidamente hacia la mesa de la cocina para tomar sus llaves y su monedero junto a unas gafas de sol oscuras, no quiso ni verse al espejo porque ya suponía su situación patética y solo necesitaba estar solo, para pensar en todo, desahogarse: gritar, llorar e insultar a Taehyung con todas sus fuerzas hasta quedarse afónico.
SeHun por su parte dentro de su auto se encontraba preguntándose donde había visto la cara del tipo que había irrumpido en la casa de JunMyeon. Se dejo caer sobre el asiento de su auto revolviéndose el cabello con ambas manos tratando de calmarse. Al ver el perfil de ese tipo le habían entrado unas inmensas olas de celos. Quería entrar a la casa de JunMyeon para ver de que estaban conversando por más que sabia que él no tenia derecho de meterse en la vida amorosa de JunMyeon, después de haber malogrado todo hace seis años.
Su lamento acabo cuando el tipo volvió a salir, cubierto totalmente y en ese momento SeHun recordó donde había visto el rostro de ese tipo, en las revistas que Luhan compraba: ese tipo era Kim Taehyung, el modelo guapo que había logrado meterse en la lista de los hombres más guapos del mundo. Quiso averiguar ahora aún más del porque un modelo tan reconocido vino en busca de JunMyeon.
SeHun estaba a punto de bajar de su camioneta luego de que el tal Taehyung se marchara cuando observo que JunMyeon salía apresuradamente de la casa colocándose las jafas de sol. ¿JunMyeon y Taehyung tenían alguna relación? ¿había venido a invitarlo a pasear y por eso JunMyeon salía detrás de él?
Con algo de dificultad por los celos y remordimiento que estaba sintiendo al tener esos pensamientos, SeHun no pudo abrir con tanta facilidad la puerta y al lograrlo corrió rápidamente hasta JunMyeon, pero este ya estaba dentro de su auto iniciando a conducir en dirección a la cuidad.
JunMyeon conducía en dirección al super market que estaba cerca de la plaza, compraría unas cervezas y algo de helado, con la sangre hirviéndole aún en las venas. ¿Qué iba a tener que hacer para superar lo que Taehyung le había? Después de su llamada y la reacción que él mismo tuvo al ver a SeHun se pasó los días pensando en cómo hacerse fuerte para no perdonar fácilmente a Taehyung, a hacerse de rogar por el dolor que había sentido en su momento pero estaba seguro de que Taehyung le diría que todo fue un malentendido. JunMyeon no se esperó que todas sus dudas fueran ciertas y todos los comentarios negativos de sus tres hermanos hacia Taehyung hubieran sido acertadas. Se sentía extremadamente patético por haber defendido siempre a Taehyung, por haber creído que lo suyo si iba funcionar a pesar de que fuera un artista famoso, de que no volverían a jugar con sus sentimientos, un segundo más al lado de Taehyung y le habría dado una bofetada, tal vez más de una por todo el dolor que sentía en esos momentos, le hubiera gustado hacerlo y gritar para que supiera lo miserable que era, pero estaba el idiota de SeHun ahí afuera y si hacia escandalo estaba seguro de que entraría. Las lágrimas no tardaron en comenzar a rodar por sus mejillas y trato de limpiarse torpemente con una mano mientras la otra sostenía el volante.
Afortunadamente ya estaba en el super market así que solo estaciono su auto y entro al establecimiento, tomo un pack de cervezas y un vote de helado, agradecía tener las gafas de sol pues al ser Daegu un pueblo pequeño los rumores de que había estado ahí con los ojos llorosos habrían llegado a oído de sus hermanos y si ellos sabían que Taehyung había estado aquí se armaría todo un revuelo.
Antes de ponerse en camino al lugar en donde desfogar sus penas, se había pasado un buen rato dentro del coche, pensando en Taehyung, aturdido por haberlo considerado siquiera en regresar con él. La mano le temblaba tanto que casi no pudo meter nuevamente la llave en el contacto. De hecho, se le caló dos veces antes de alejarse finalmente de super market.
Al llegar a la bahía alejada JunMyeon bajo de su auto con la bolsa de sus compras se quito los zapatos para poder caminar por la arena hasta sentarse en un punto donde el agua le llegaba a rozar los pies. JunMyeon no era fan de las bebidas alcohólicas, pero por la ocasión se encontraba bebiendo la cerveza admirando el horizonte dejando fluir tranquilamente sus lágrimas, al acabar su segunda botella de cerveza decidió no seguir bebiendo y se centro en lanzar piedras al mar, imaginando que esas piedras lastimaban a Taehyung de alguna forma. Mientras recolectaba las piedras se dio cuenta que el vote de helado que había comprado ya estaba derretido y aquello lo enojo mucho.
Se enojo por todo, todo le salía mal, creyó encontrar el amor y no fue así, luego decidió quedarse en Seúl para sufrir en paz y no pudo y al llegar a Daegu lo tuvo que recibí la persona que menos quería ver: SeHun, el culpable de que toda su mala suerte hubiera iniciado. JunMyeon deseo con todas sus fuerzas no haberlo conocido hace seis años atrás. Si SeHun no hubiera entrado a su vida tal vez nunca hubiera conocido a Taehyung, pues habría pasados sus días libres en Daegu y no deambulando en Seúl.
—Estúpido SeHun! — grito JunMyeon—. Porque sigues apareciendo en mi vida y volviéndola un desastre... porque, porque...
Refunfuño lleno de rabia lanzando el vote de helado al mar aquello no calmo y quiso lanzar las botellas vacías al mar, pero luego recapacito no era adecuado que por sus problemas algún niño se accidentara al pisar un pedazo de vidrio. Por ende, tomo las botellas para regresar a su auto.
Nuevamente ahí dentro decidió ir a hablar con sus hermanos, uno de ellos había tenido la idea de colocar a SeHun nuevamente en su vida, al único culpable de que todo le hubiera ido tan mal en estos años mientras a él la vida le sonrío, se casó y su negocio como constructor de casas era un éxito en la cuidad de Daegu. "era obvio, solo necesitabas joder mi vida para florecer la tuya SeHun" pensó JunMyeon con amargura.
De camino a casa de Kyunsoo, no dejó de repetirse que tenía que calmarse. Si su hermano lo veía en aquel estado, adivinaría que le pasaba algo y no haría falta mucha presión para que JunMyeon soltara que Taehyung estuvo en su casa y el conto toda la verdad.
Cuando aparcó fuera de la casa de su hermano, vio los coches de Xiumin y Baekyun también allí. Lanzó un nuevo improperio al sentir que toda la furia que había sentido se comenzaba a esfumar y tentado estuvo de dar media vuelta y regresar a la ciudad, pero con tanta adrenalina se le había abierto el apetito. Apagó el motor, inspiró profundamente y salió.
No había hecho más que entrar en la cocina profesional de Kyunsoo cuando notó que volvía a ponerse de mal humor. Sus tres hermanos estaban sentados a la mesa, ante los restos de un bizcocho de nueces pacanas y sendas tazas de café. En sus rostros estaba dibujada la inocencia, pero uno de ellos era un traidor, aún sin saberlo. JunMyeon apostaba por Xiumin, pero decidió preguntar por si estaba equivocado.
—Bueno, ¿quién ha sido? —preguntó JunMyeon sin siquiera quitarse el abrigo.
—¿Cómo que «quién ha sido»? —preguntó Kyunsoo, prosiguiendo como si la pregunta y la respuesta no tuvieran importancia—. Hay más bizcocho, si quieres. Esta en el horno para que no se enfríe. Y acabo de preparar el café. Sírvete. Si hubiéramos sabido que ibas a venir, te habríamos esperado.
JunMyeon trato de sofocar su irritación y comportarse como siempre. Se quitó el abrigo y lo tiró sobre una silla, antes de acercarse al horno y servirse una taza.
Mientras se cortaba un pedazo de bizcocho preguntó:
—¿Quién llamó a oh SeHun y le pidió que fuera a casa anoche?
JunMyeon se encontró con tres rostros realmente inocentes.
—¿Entonces fue? —preguntó Xiumin, confirmando así que había sido él—. Bien.
—Pareces molesto —señaló Baekyun, con expresión más de curiosidad que de arrepentimiento.
—No estoy molesto —dijo JunMyeon, tratando de mantener un tono neutro. A su parecer, lo estaba consiguiendo—. Sólo sorprendido.
—Todo el mundo, incluso Xiumin, dice que SeHun es el mejor de la zona. ¿Tienes algún problema con que se ocupe del porche? —preguntó Kyunsoo.
—Sí, tengo un problema. —farfulló JunMyeon sin pensar. Maldición, maldición, maldición. Eso por vanagloriarse de su dominio de sí mismo. Debería haber optado por un enfoque distinto, para no admitir que era algo personal.
—¿Qué problema? —insistió Kyunsoo arqueando la ceja en señal de alarma.
JunMyeon intentó recular e inventar una explicación que no despertara sospechas.
—No me lo habían consultado. —dijo finalmente JunMyeon—. No tiene nada que ver con SeHun. Estoy seguro de que está perfectamente cualificado, pero soy yo el que tendrá que aguantarlo en casa. Esta allí ahora mismo, blandiendo un arma para destrozar los tablones. Tendré suerte si la casa sigue en pie cuando vuelva.
—Vamos, JunMyeon. No exageres. SeHun sabe perfectamente lo que hace. —lo tranquilizó Xiumin y, a continuación, le sonrió—. Y, además, es una alegría para la vista, ¿no crees? Nos hizo algunas reformas a Chen y a mí cuando estábamos preparando nuestra casa. De haber sido un hombre soltero, definitivamente me habría dado la vuelta para mirarlo dos veces.
JunMyeon levantó los ojos al cielo. Estaba empezando a hacerse una idea más clara. La presencia de SeHun era un regalo de su hermano mayor, una distracción masculina, una golosina para la vista. Dios, estaba afligido, dolido y enojado por lo de Taehyung y Xiumin le ponía en su vida a SeHun supuestamente para mejorar su dolor por la traición de Taehyung, pero SeHun había sido el primero en jugar con sus sentimientos. Ojalá sus hermanos pudieran comprender lo irónico del gesto.
JunMyeon elevó la vista y se dio cuenta de que Baekyun lo estudiaba con creciente curiosidad.
—¿JunMyeon hay alguna razón en particular por la que no quieras tener a SeHun entrando y saliendo de la casa? Me refiero a SeHun específicamente. —preguntó Baekyun—. Ni siquiera sabía que lo conocieras, y al parecer ese hombre te ha desagradado profundamente desde el principio.
JunMyeon suspiró. No era ése el camino que quería tomar, ni siquiera con sus hermanos. Su vida ya era bastante patética en ese momento como para desempolvar historias del pasado. Ya había despertado más suspicacias de lo que había sido su intención.
—No me disgusta. —mintió JunMyeon—. Es sólo que me habría gustado que me hubieran dejado encargarme del asunto. Tengo el corazón roto, no el cerebro y por más que haya actuado como idiota algunas veces, de verdad soy capaz de sobrellevar las cosas y pensar en soluciones. —se lamentó un poco por haber soltado lo último y antes de que sus hermanos preguntaran añadió—. Debo buscar cosas que me distraigan, si es que voy a quedarme aquí un tiempo. No puedo estar en casa encerrado todo el día. Y, a pesar de lo que puedan pensar, mirar al tío bueno que me han buscado no es la solución.
—Es un comienzo interesante, ¿no te parece? —preguntó Xiumin—. Pensé que serías más agradecido JunMyeon.
JunMyeon trató de mostrar la dichosa gratitud, pero en lo único que podía pensar era cuánto se habían torcido las buenas intenciones de sus hermanos.
—¿Has hablado con él Xiumin? —preguntó a Kyunsoo con seriedad—. ¿Te ha dicho cuánto tardara en arreglar el porche y cuánto va a costar? Ese hombre se dedica a casas grandes. He visto carteles con su nombre por todas partes. Te va a cobrar una fortuna por una reparación sin importancia como ésta. Estoy seguro de que cualquier otro, uno de esos manitas que hacen de todo, podría haberlo hecho por mucho menos.
—Es demasiado tarde, puesto que SeHun ya ha empezado. Además, ya te dije que no te preocuparas por el dinero. —dijo su hermano mayor—. Y confío en que SeHun hará lo que crea necesario y me cobrará un precio razonable.
—¿De verdad? —preguntó JunMyeon con escepticismo—. ¿Confías en él?
La antena de Xiumin se puso alerta.
—¿Hay alguna razón por la que no debiera hacerlo? Creía que habías dicho que no lo conocías. —anuncio Xiumin estudiándolo.
JunMyeon se dio cuenta de que no persuadiría a Xiumin para que lo despidiera sin darle una base sólida para ello. Y como no tenía la intención de admitir lo único que habría hecho cambiar a su hermano de opinión, se limitó a encogerse de hombros.
—Es tu dinero. —dijo JunMyeon—. Supongo que podré aguantar su presencia mientras dure la obra. Aunque no sé cómo voy a poder pensar con los martillazos.
—Mejor. Probablemente estés dándole demasiadas vueltas a las cosas.
Olvida lo que pasó en Seúl. Olvídate de todo y relájate. —dijo Baekyun.
JunMyeon se aguantó una carcajada. ¡Cómo iba a relajarse cuando Taehyung había llegado a herirlo aún más y encima tenía que convivir con SeHun!
—Claro. Lo intentaré. —dijo JunMyeon con sarcasmo.
—Tal vez debería pasar por allí y decirle a SeHun que hable contigo. — sugirió Kyunsoo, con expresión pensativa—. Así podrán acordar la hora más adecuada para que vaya por allí sin que te cause molestias. Se que se adapta a las circunstancias en cada caso así que no creo que exista problemas.
—No. No. —se apresuró a decir JunMyeon. Lo último que quería era que su perspicaz hermano viera la tensión que existía entre ellos—. Estoy seguro de que podremos llegar a un acuerdo bueno para los dos. No sé por qué estoy haciendo una montaña de un grano de arena. Es ridículo.
—¿Estás seguro JunMyeon? Lo último que queremos es añadir a tu vida otro motivo de agobio en este momento. —dijo Kyunsoo.
Demasiado tarde, pensó JunMyeon, pero esbozó una sonrisa.
—No te preocupes. —aseguró JunMyeon—. Siento mucho haberme enojado por eso. Es una tontería. De verdad. —se levantó—. Será mejor que me vaya corriendo.
—¿Corriendo adónde? —preguntó Baekyun—. Ni siquiera has probado el bizcocho.
"A alguna parte, a cualquier parte", pensó JunMyeon con desesperación mientras tomaba un pedazo de bizcocho y lo envolvía en una servilleta.
—Recados. —dijo de forma sucinta—. Me llevo un trozo.
—Iré contigo. —se ofreció Xiumin, apartando silla y levantándose—. Yo también tengo que hacer algunos.
JunMyeon frunció el ceño.
—No necesito una niñera Xiumin. —hablo con firmeza.
Xiumin se sentó de inmediato.
—Lo siento.
Más templada ya, JunMyeon atravesó la habitación y le dio un abrazo a Xiumin.
—Tengo que hacer cosas yo solo, ¿vale? No es que no agradezca tu ofrecimiento, te quiero mucho los quiero a los tres, pero siento que necesito mi espacio y ni siquiera soy el menor de los hermanos. —dijo JunMyeon con un puchero.
—Lo sé JunMyeon —dijo Xiumin, mirándolo con comprensión—. Somos abrumadores.
—Si son demasiado abrumadores. —confirmó JunMyeon.
—Bueno, vete solo, hermanito. —dijo Kyunsoo—. Si nos necesitas, llámanos recuerda que aún sigue la opción de iniciar un ataque cibernético al idiota de Taehyung. —anuncio con malicia.
—Tengo sus números grabados en marcación rápida en el móvil. — dijo JunMyeon con una sonrisa.
Tras lo cual salió corriendo antes de que sus hermanos recordaran que allí, en medio del campo, el móvil prácticamente no servía para nada luego de que lo había estampado con la pared al recibir la primera llamada de Taehyung estando ya en Daegu antes de que el susodicho se apareciera en su puerta.
Satisfecho consigo mismo, se dio cuenta de que era la segunda vez que se escapaba en lo que iba de mañana. A ese paso, terminaría convirtiéndose en un experto en escapatorias de urgencia. Claro que, a menos que decidiera hacerse un ladrón de bancos, ese talento no le valdría de mucho.
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Regalo de navidad jaja. otra vz no pude dormir por el dolor y eso pero felizmente ya no me duele la cabeza y pude escribir algo, espero que les guste este cap y cualquier error me dicen pls, me enoje con word porque me cambia las palabras, se vencio mi officee y pues estoy usando el gratiuto que usas con el codigo de tu universidad y es como medio raro la verdad.
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