11
Sophia
El viaje en esta ocasión no se me hizo para nada eterno, ni siquiera agotador. Tal vez sea por el millar de pensamientos que me asaltaban. Ya era momento de buscar a Alik, y con esto, era momento de enfrentar todas las tormentas que se avecinaron en mi vida. Los malestares no hicieron más que aumentar, como si fuera un claro recordatorio de lo que se está gestando en mi interior, pero del que no quiero ser consciente aun al no hacerme la prueba.
Tal vez lo más sensato sea afirmar lo obvio al recordar la noche en que tuve con relaciones con Charlie. Porque aun la bruma del alcohol me cuesta asegurar sin utilizamos protección o no. Ni siquiera tengo en mente lo que haré cuando afirme lo que ya sé, ni siquiera sé si nuevamente estoy lista para ser mamá.
Este fin de semana lo tengo libre, por lo que tomé la decisión de pasarlo con mi padre, en especial porque él es la persona que más me puede ayudar aquí. Hablé con Charlie y salí el viernes un poco antes de que cayera el sol.
Claramente ni mi padre ni mi hijo me esperaban, pero agradezco que mi papé no mencionó nada por el momento. La cena fue divertida y me sirvió para distraerme de todo el ajetreo de mis pensamientos. Luego de eso, podía sentir los ojos de mi padre mientras reía con Alik en el piso de la sala, a los pies de la chimenea. En mi interior me estaba preparando para todo lo que tuviéramos que decir, en este caso yo.
Una suave sonrisa sale de mis labios cuando respiro el aire nocturno del campo, completamente distinto al de la ciudad. Hace unos minutos que mi hijo cayó dormido, ni siquiera me molesté porque se pasó de su hora habitual, aunque eso también ayudó a que nada más tocar la cama el sueño lo venciera. Fue ahí cuando yo aproveché para salir un rato. La noche parece pacifica, el manto de estrellas sobre mi cabeza solo parece aumentar su brillo. Subo ambas piernas a la silla en donde me encuentro, junto a la piscina disfrutando del silencio y de la vista que tengo del viñedo.
Bebo del té de miel de manuka, es una miel proveniente del árbol de manuka cultivado en nuestro país. La miel tiene muchos usos, pero el principal de ellos es para hacer infusiones, como la que ahora estoy tomando. Siendo sincera se me antojaba algo más fuerte, como uno de los vinos de la colección personal del señor Elyaz, pero ahora no es el momento.
Me giro al sentir pasos acercándose, y no me sorprendo cuando noto que es mi padre. él toma asiento junto a mi y el silencio reina entre nosotros, pero no es algo que me moleste. Al contrario, comprendo que de esa forma mi padre me está dando la oportunidad de hablar por mi cuenta.
—Alik cayó dormido al instante—comento al aire y veo de reojo como mi padre sin despegar la mirada del paisaje cruza sus piernas.
—Siempre me aseguro de agotarlo todo el día para que se duerma rápido, así que me sorprendió de que aguantara más tiempo despierto.
Una risa aflora en mis labios al escuchar el tono serio de mi padre, pero con el deje cariñoso que solo guarda para nosotros—No seas malo papá.
—También me sorprendió verte llegar antes de tiempo—miro la taza entre mis manos, siendo consciente de que eso es una invitación sutil de que diga que es lo que me pasa.
Siempre es de la misma forma con Elyaz Thompsoon, y creo que es por esa principal razón que quería hablar con él.
—La policía fue al hospital hace unos días—digo sin mucho rodeo, y cuando miro a mi padre noto que la vista de él también está puesta sobre mí.
—¿Ocurrió algo?
—Aun están investigando lo ocurrido en el accidente—ya con la taza vacía la coloco en la mesita que hay entre las sillas—La investigación fue lenta porque aun habían muchas pruebas que no pudieron recuperar del lugar del incendio—repito las palabras dichas por el hombre como si me lo estuviera diciendo al oído, son esas palabras las que no me he podido sacar de la mente en estos días—Lo reunido inicialmente parece indicar que fue un accidente laboral.
—¿Te dijeron eso?
—También existe la posibilidad de que no lo sea, pero mencionaron que dudan que lo sea, todo indica que Xaver no tuvo la culpa.
—¿Qué piensas tú? —miro a mi padre con una ligera sorpresa, no me esperaba esa pregunta. Pero a la vez me confunde.
Desde hace días las palabras de la policía y todo lo que indica con ello han rondado por mi cabeza. Había mucho que pensar y que hacer. Mi posible embarazo también ha robado parte de mi tiempo, sin siquiera poder hablar con Charlie más allá de esa llamada. Eso ha imposibilitado que el centenar de preguntas que alguien normalmente tendría en estos casos salgan a la luz.
Ahora es demasiado claro que no me he enfocado en eso.
¿Qué pienso acerca del accidente?
¿Estoy segura con certeza de que Xaver no es capaz de eso?
Luego de la muerte de Xaver, no quise ahondar más en lo ocurrido. Quería dejar atrás todo, no iba a permitir que fuera un obstáculo en mi vida y en la de mi hijo.
Aunque admito que ese era el camino más fácil...
No sabría decir, ahora también me lo pregunto.
-No sé-respondo con sinceridad, mi padre también nota eso-El día que llegó al hospital las preguntas aparecieron por su cuenta, luego...-entrelazo mis dedos sin apartar la vista del frente-creo que seguí mi camino- vuelvo a mirar a mi padre, que escucha con atención cada una de mis palabras-¿Qué piensas tú?
-Xaver era alguien común-ahora la que pone atención soy yo-era un muchacho trabajador y tranquilo, siempre parecía amable y dispuesto a ayudar-el cuerpo de Elyaz está ligeramente inclinado hacia mi y mientras estuvo hablando sus ojos sus ojos se movían de un lado a otro recordando, pero ahora estos se Aldana para mirarme-Dudo que alguien como él fuera capaz de provocar un incendio.
El silencio nos vuelve a cubrir, cuando ahora es a mi a quien atacan los recuerdos. Ese es el mismo chico que conocí hace años. Su familia recien se había mudado al pueblo y era alguien agradable pero tímido. Desde el principio noté que preferia mantenerse solo. Hasta que de casualidad me encontró subida en ese árbol.
Me extrañó que al ser tan agradable no tuviera más amigos. No guardé mi curiosidad y se lo hice saber en la cuarta ocasión que nos encontramos. Me miró con esa sonrisa tan radiante: “No quiero regalar mi corazón, se que es frágil”
Mientras más nos conocíamos notaba que era cierto. Tal vez fue por eso que yo también le abrí mi corazón y por lo que creo en las palabras de mi padre. Pero aun así, algo se siente amargo en mi pecho.
-¿Eso es todo?
La voz de él me despierta de la misma manera que lo hace con mis pensamientos. Recordándome enseguida el otro punto de la conversación. Dejando atrás la seriedad del momento, los nervios hacen de las suyas ahora.
-Hay otra cosa-eso es algo que ya él sabí, así que espera con paciencia lo que sea que tenga que decir a continuación-Creo que estoy embarazada.
-¿Crees?
-Aun no estoy segura-murmuro, pero es lo suficientemente alto como para que él lo escuche, la verguenza se incrementa cuando sé lo que estoy a punto de decir-¿Recuerdas a Charlie? -recibo un asentimiento como respuesta-D ecidimmos empezar a conocernos poco a poco.
No sé si es la manera en que una hija tiene que hablar para explicarle a su padre el comienzo de una relación. Hablando relativamente soy nueva en esto. Es algo gracioso decirlo cuando estuve casada, pero en aquella ocasión, Xaver fue quien pidió permiso para ser novios. Elyaz notó que yo también lo quería y dio su bendición. No hubo mucho que decir.
Ahora es diferente.
No hay ningún -hombre esté presente- que sea el intermediario. Aunque para mi enorme suerte, el señor Thompson no pidió explicaición, lo que me asegura que comprende a lo que me refiero. Su expresión se mantiene serena, y por primera vez en muchos años no puedo descifrarla.
-¿Y estás segura?
-Aun no me he hecho la prueba, pero todo me indica que sí.
-¿Qué harás?
-No se papá- se siente cómodo permitir que l vulnerabilidad se note en mi voz, tal vez porque la persona que me escucha sea él-S i tengo dos semanas es muchco, cuando vea la ecografía pensaré en que hacer.
-¿Vas seria con él? -sin muchas palabras sé que se refiere a Charlie.
-Es el comienzo- no dudo mcuho cuando la sinceridad brota de mi-es un poco raro, pero nos llevamos bien.
-El niño aun no lo sabe- más que una pregunta fue una afirmación, pero aun así asiento con la cabeza.
-Es muy pronto, por el momento quiero dejarlo fuera de esto.
Cuando termino de hablar el silencio crece entre los dos, algo en mi quiere que cierre la conversación, que me diga que me de una respuesta. Quisiera saber que es lo que pasa por su mente, que piensa de esto, de mi embarazo, de mi relación con Charlie.
Pero contrario a eso, toma mi mano suiendo su mano. Recuerdo esa expresión, es la que siempre me daba cuando era niña.
-No me cuesta repetir las palabras- su mano le da un apretó cariñoso a la mía-Eres mi hija sin importar el camino que tome o los errores que cometas.
-Gracias papá- las lágrimas se me acumulan en los ojos, pero soy capaz de aguantar, en especial cuando él me da un beso en la frente.
Ya sola, permito que mi mente se deconecte de los pensamientos que se han acumulado por estos días. Con una actitud renovada miro el cielo estrellado, sintiéndome con más fuerza para lo que venga.
////////////////////////
No podría asegurar si la situación es graciosa o no, pero verme en esta habitación me resulta un tanto extraño, en especial por la persona que me acompaña. Luego de ese fin de semana lejos de todo junto a mi hijo y mi padre, en especial de las palabras de este úñtimo, mis pensamientos lograron aclararse un poco.
Naturalmente la tormenta seguía ahí, pero ya no sentía que me iba a ahogar.
Por eso en mi camino de regreso contacté con la ginecóloga que trabaja en mi hospital...
Y aquí es donde me encuentro junto a Charlie. Quién no perdió un segundo en venir cuando comenté mi desición la noche anterior. Podría haberme hecho la prueba, pero quería hacer lo mismo que con Alik, ver su primera imagen. Aun no estoy segura de lo que haré cuando lo vea, pero almenos quiero que el comienzo de no sa distinto.
Pero la poca seguridad que tengo, la venció en la habitación sigue siendo la misma, o tal vez sea yo quien no abandona la tensión.
La doctora nos saluda con una sonrisa, indicándome que me suba a la camilla. Ni siquiera miro aC harlie, solo me concentro en los movimientos de ella. a la hora de colocarme el gel, ni siquiera el frio me sobresalta, con paciencia espero sus palabras. Veo movimiento a mi lado pero mi vista no se despega de la pantalla aunque esté de espaldas a mí.
Cuando una ligera sonrisa aparece en los labios de la doctora, la expectativa crece en mi.
-Te enncontré- murmura sin dejar la sonrisa- se ve muy sano y no parece tener problemas, aunque ahora debes aumentar las visitas con regularidad al haber estado el primer trimestre sin supervisión.
Mi cerebro se bloquea ante todo el cúmulo de información que llega a mi-¿Qué?
-A pesar de que el bebe esta en buen estado fue muy arriesgado.
-¿Dijiste trimestre? -a pesar de que estoy escuchando la informació, mi cerebo se niega a analizarla.
-Tienes 12 semanas de embarazo- concluye virando la pantallla para que vea la ecografía.
Y ahí estaba...
El feto que yo pensaba que se estaba formando recién, ya era un bebé tan perfecto que podía ver incluso ver su sexo.
Niño...
Llevo embarazada 12 semana de un niño y no lo había notado. La respiración se me queda estancada en mi pecho, en especial cuando todo me golpea como un cubo de agua fría. Mi cerebro a la vez comienza a hacer cuentas, pero por más que las hagas las cosas son claras. Siento un ligero apretón en mi mano, sé que es Charlie, pero por alguna razón no soy capaz de mirarlo.
-Marcaré la próxima cita para dentro de dos días, ¿Está bien?
Asiento por puro instinto, pero mis pensamientos no son capaces de conectarse unos con otros. Porque todos resaltan con la misma frase:
Estoy embarazada de Xaver.
Todos los planes que había hecho en mi cabeza se desmoronaron con simples palabras. Ni siquiera el aire frio de la azotea me calma, veo mis mannos temblar y toda la seguridad que había reunido luego de conversar con mi padre se evaporó. Nuevamente me siento perdida y no tengo idea de lo que voy a hacer.
Mi mano se mueve a mi estómago, al bebé que esta ahí presente desd hace semanas. Me río de mi propia tontería, de no haber notado que estaba embarazada. Como doctora puede sentirse como una verguenza, incluso cuando cada mes tenía el período eso no significaba nada.
Inmediatamente a mi mente llega a esa noche en la que bebí, y los nervios son remplazado por culpa.
El sonido de unos paos acercándose me hacen voltearme y veo a Charlie. Aun cuando los dos salimos de la habitación en silencio, no fui capaz de mirarlo y sigo sin comprende la razón. Directamente en un principio pensé que él era el papá de mi bebé. La posibilidad de que Xaver fuera el padre era una posibilidad lejana y nunca antes esperada.
Nuevamente la culpa hace de las suyas cando me imagno en como se puede sentir él al enterarse de que no tiene nada que ver con el niño.
Rrecibo el jugo de manzana que me brinda y ninguno se atreve a romper el silencio. Lo sigo mirando, esperando que las palabras salgan de mi boca, pero soy demasiado cobarde como para hacerlo. Aunque no sé que decirle exactamente.
-¿No te sientes mareada? -es él quien rompe el silencio, y mi pecho palpita ante su marcada preocupación por mi.
-No, por fin los mareos se fueron- le dedico una sonrisa y él se coloca a mi lado rozando nuestros hombros.
-¿Como te sientes? -cuando me hace esa pregunta, estoy consciente de que no se trata de mi estado fisico.
-No estoy muy segura, tenía todo planeado para este momento, ahora no tengo mucha idea-mi manno nuevamente se mueve a mi estómago-el embarazo está muy avanzado, no quiero deshacerme de él, aunque sé que va a ser difícil.
-Si lo va a ser-luego de sus palabras toma mi mano con delicadeza para que me voltee para estar frente a él-Si me das esa oportunidad quiero quedarme a tu lado.
Como ocurrió con mi padre, mis preocupaciones volaron lejos solo con esa palabras. Pero con Charlie se siente completamente distinto, su profunda mirada me transmite una tranquilidad, esa que tanto anhelo en estos momentos.
Incluso cuando sus brazos me rodean y mi corazón late apresuradamente me siento segura. Mis pensamientos dejan de tener validez cuando sus labios chocan con los mís. Es la primera vez que nos besamos luego de esa noche, y el cúmulo de emociones que crecen dentro de mi no se comparan con la bruma de esa noche.
Cierro lo ojos y me entrego a su caricia cruzando mis brazos en su cuello, sintiendo como Charlie acaricia mi cintura con ternura, como si temiera hacerme daño.
Mi alivio crece junto con las emociones en mi pecho, porque con este gesto a la perfección soy consciente de que no voy a estar sola caminando por la tormenta.
///////////////////////
Respiro tras el volante cuando las náuseas hacen de las suyas nuevamente. Esta semana no ha sido la más fácil luego de saber del embarazo, en especial con la ganas incesante de vomitar. La doctora me dio unas vitaminas que ayudan con el desarollo y de paso disminuyen un poco los mareos junto con las ganas de vomitar.
Por otro lado Charlie ha estado al tanto de mi más que yo misma lo que me parece tierno y adorable. Ppuedo decir que eso ha hecho que nuestra relación avance un paso más, aunque mi corazón sigue igual de loco.
Bajo del auto recordando cuando llamé a mi padre para comunicarle el cambio de los acontecimientos. Esa noche estuve esperando en silencio lo que sea que fuera a decir. Pero su palabra nuevamente me calmron a l mismo tiempo que me sacaron una sonrisa.
“Pase lo que pase, sé que mi hija puede con eso”
Con el recuerdo de esas palabras me acerco a la escuela en donde se encuentra mi hijo. Dentro de una semana vuelven a comenzar las clases, pero los profesores los llamaron antes para que entre todos los alumnos y profesores hicieran trabajo voluntario. Me pareció una buena idea, además Alik se veía emocionado.
Busco entre los niños a mi hijo y mi ceño se frunce cuando no lo encuentro-¿Es usted la señora Bell? -asiento ante la joven maestra que se acerca a mi-Su hijo aun está con su maestra.
Camino por el pasillo hasta donde tengo claro que es la oficina de la profesora Mc’Duniell. No puedo evitar que mis pasos sean apresurados hasta que cruzo las puertas de la oficina. Un jadeo asustado sale de mis labios cuando veo a mi hijo con una pequeña venda en la frente.
Me arrodillo frente a él revisandole la herida ya cubierta. Las preguntas se agrupan, en especial cuando noto su ropita sucia y parte de su rostro. Estoy a punto de abrir la boca para hacer las preguntas cuando alguien más se cruza en mi campo de visión.
Alzo la mirada para encontrarme con unos ojos marrones claros, acompañado de un pelo negro por encima de los hombros, lo que hacía resaltar su suave color de piel, casi como si fuera rosado. Facciones finas y elegantes, junto con un ligero maquillaje que resalta más su expresión.
Debe de tener mi edad, su complexión es delagada y estilizada, me dio la impresión de ver a una modelo. En especial con ese mono azul cielo de tirantes y tacones blancos. Pero no es solo eso lo que me llama la atención, veo otra cabellera negra esconcida tras sus piernas.
Otros ojos marrones más oscuros me miran con curiosidad. Una pequeña un poco mayor que mi hijo, con el mismo pelo de su madre. Su piel un poco mas clara que la de su madre, veo un ligero parecido con su madre, pero no del todo. De alguna forma se me asemeja a alguien más.
Aunque su vestido rosa es lo que más sobresale de todo, porqque al igual que mi hijo, tiene la ropa llena de tierra.
-¿Usted es la madre de Alik? -me incorporo cuando la mujer se dirige a mi, asiento y ella me da una sonrisa a la vez que me da su mano para que la estreche-Soy Evelyn, y ella es mi hija Freya.
//////////////////
Tegan
Miro la citación entre mis manos, la que no me hace ningun tipo de gracia. Sabia que lo ocurrido en el accidente tenía mucho que revelar mientras más se investigaba. Un suspiro pesado sale de mis labios preparándome para lo que se que viene a continuación.
Cuando la puerta se abre me imagino que es mi abogado, pero me relajo inmediatamente cuando veo a mi hija y a mi esposa. Estoy a punto de darle una sonrisa cuando frunzo el ceño al notar que la ropa de mi hija está sucia.
-¿Que ocurrió?
Contrario a lo que me esperaba mi esposa sonríe-Tu hija se convirtió en una heroína.
Sin importar su estado, mi pequeña se sienta en mis piernas-Unos niños de mi año estaban molestando a uno que es menor y me molesté.
-Tu hija practicamente peleó con ellos.
De alguna forma mi esposa se ve orgullosa por lllo que hizo nuestra hija-Evelyn la violencia no es aceptable.
-Es cierto y le pedi que no volviera a hacer algo como eso, pero estoy orgullosa de mi Freyaeso, en especial cuando la madre del pequeño nos agradeció.
Sonrío al igual que ella dos cuando recuerdan ese momento en especial. La tensión en mi cuerpo que hace minutos tenía desaparece ante la presencia de Evelyn y Freya, mi esposa e hija.
TENEMOS 1K!!!!!!!!!!!
No saben la emoción que sentí cuando vi esto, casi me echo a llorar.
Al principio debo de admitir que me costó mucho animarme a publiar la historia por miedo a que no fuera bien recibida y por lo diferente que era. PEro estoy tan agradecida a todas esas personas que se animaron a leer la historia a pesar de lo pocos capítulos y de las lentas actualizaiones. Esto es por y para ustedes.
Como los amo mucho, tengo dos regalos más para ustedes en Instagram, mi perfil es mary2b03.writer
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro