5-DESCUBRIMIENTOS ÍNTIMOS
KARA
Fuimos hasta el baño sin dejar de besarnos. Una vez allí, dejé que Lena me fuese desnudando lentamente, mientras yo mordisqueaba su cuello y sus labios y acariciaba el bulto de su pantalón.
Cierto, olvidé decir que Lena era "especial". No sólo por ser la mujer más hermosa y maravillosa que había visto nunca. Ni por tener la suerte de estar casada con ella y tener una hija en común. Lena tenía algo que el resto de las mujeres no tenían. Lena tenía pene.
Ella había nacido con ambos sexos y era algo que sólo mi familia, la suya y los médicos que la atendían sabían. Ni siquiera nuestros amigos más cercanos como Winn, Nia o Sam lo sabían. Era algo que Lena prefería mantener en secreto, y yo lo respetaba, aunque no lo entendía. Si a alguien no le gustaba, con que no la mirase, solucionado. A mí no me importaba lo más mínimo. Gracias a eso teníamos a Katie.
Recuerdo lo mucho que le costó a Lena contármelo.
**********FLASHBACK 2013****************
Lena y yo llevábamos dos meses saliendo como pareja. Yo tenía veintiún años y esa noche, Lena cumplía los veinte. Esa noche fuimos a cenar y acabamos en el apartamento de Lena. Tras ponernos algo más cómodo, nos sentamos en el sofá a ver una película, pero de pronto, me entraron unas ganas tremendas de besarla, cosa que hice. Lena correspondió a mi beso con ganas, jadeando. No sé si fue efecto del vino que tomamos en la cena y mientras veíamos la película, pero yo quería más. No me bastaba con los besos y las leves caricias que nos dábamos de vez en cuando.
Y no es que Lena no me atrajese. Lo hacía, y mucho, pero no me atrevía a ir más allá. No quería que Lena pensara que estaba desesperada o era una loca ninfómana con ganas de sexo a todas horas. Quería estar segura de que Lena lo deseaba tanto como yo, que me deseaba a mí tanto como yo a ella. No quería presionarla. Ya tenía bastante con la presión al a que estaba sometida en esos momentos con L-Corp.
Pero esa noche, ya no pude contenerme más. Estaba realmente hermosa, con el pelo suelto y ese pantalón de pijama que le quedaba grande, lo miraras por donde lo miraras. Llevaba una camiseta larga de manga corta y se había quitado el maquillaje. Sus ojos verdes parecían dos preciosos faros que iluminaban la habitación.
Me quité las gafas, dejándolas sobre la mesa y luego le quité la camiseta y acaricié sus pechos por encima de su sujetador.
-Kara: Eres perfecta, Lena.... – dije, mientras yo me quitaba la camiseta que me había dejado, para quedarnos en igualdad de condiciones.
-Lena: Podría decir lo mismo de ti, Kara... - dijo, quitándome el sujetador – Así está mucho mejor.
-Kara: Hum... Habrá que igualar esto otra vez.. – dije, quitándole el sujetador y tirándolo al suelo – Mucho mejor, desde luego... - dije, empezando a lamer uno de sus pezones.
-Lena: Oh, joder, Kara... - dijo, tensándose. – Mierda... Espera, Kara, espera...
-Kara: Ya no puedo esperar más... - dije, mientras acariciaba su estómago con mi mano, haciendo pequeños círculos. Fui bajando lentamente, apartando el cojín que Lena tenía sobre sus piernas, hasta que Lena sujetó mi muñeca y me detuvo.
-Lena: Kara, espera... Por favor....
-Kara: Lo siento... - dije apartándome – No quería incomodarte, yo.... ¿y mi camiseta? – pregunté para ponérmela de nuevo.
-Lena: No, no es eso, cielo... Kara, mírame.
-Kara: Lo siento, no quería... De verdad Lena, yo no... Puedo esperar el tiempo que haga falta para...
-Lena: No es eso... - dijo sujetando mi rostro entre sus manos – Pero tengo que decirte algo... Lo cierto es que debería habértelo dicho desde el mismo momento en el que empezamos a salir en serio, Kara...
-Kara: Lena, amor, ¿qué pasa? – pregunté, al ver su mirada llena de miedo. Pude notar que estaba temblando y a punto de llorar – Lena...
Lena me soltó y se levantó del sofá, mirándome.
-Lena: Esto no es... fácil, ¿vale? No es...
-Kara: Me estás preocupando, Lena... - dije, levantándome también - ¿Qué pasa, estás bien...?
-Lena: Sí... No... No lo sé, Kara. Es posible que... después de lo que voy a decirte, no vuelva a verte nunca más.
-Kara: ¿Por qué?
-Lena: Yo... No soy como las demás mujeres, Kara...
-Kara: Eso ya lo sé...
-Lena: ¿Lo sabes? ¿Cómo que lo sabes? – preguntó, completamente pálida.
-Kara: Lena, cariño...
-Lena: ¿Cómo lo sabes?
-Kara: ¿Qué no eres como las demás? Porque eres increíble, Lena. Eres guapa, lista, sexy... y me quieres. No, tú eres distinta. Eres especial.
-Lena: Ah, te referías a ... a eso...
-Kara: Sí, ¿a qué iba a referirme si no? – la vi medio tambalearse y la sujeté – Lena... Oye, siéntate, vamos. Te traeré un poco de agua... - dije, ayudándola a sentarse y corriendo a por un vaso de agua. –Ten...
-Lena: Gracias... - dijo bebiendo.
-Kara: Estás temblando... - dije agachándome frente a ella y sujetando sus manos, mientras ella aún sujetaba el vaso entre ellas. - ¿Estás enferma, quieres que llame a un médico?
-Lena: No... No, estoy bien. Sólo... dame un minuto, por favor....
-Kara: Claro... - dije acariciando su mejilla para tranquilizarla y esperando.
-Lena: Kara, yo... Hay algo que... - dijo, cogiendo aire y mirándome.
-Kara: Lena, tranquila. Puedes contarme lo que sea....
-Lena: No sé yo...
-Kara: ¿Qué pasa? ¿Vas a decirme que tienes cuernos y una cola puntiaguda?
-Lena: No... ¿Si así fuera, te irías?
-Kara: ¿Irme? No sé, la idea de una diablesa sexy para mí sola, me pone mucho...
-Lena: Kara... - dijo riéndose.
-Kara: Eso está mejor.... ¿estás más tranquila?
-Lena: Sí...
-Kara: Entonces venga, dime lo que quieras decir.
-Lena: Mejor te lo enseñaré... - dijo poniéndose de pie y haciendo que yo me sentase en el sofá. De pronto la vi llevarse la mano a los pantalones.
-Kara: ¿Vas a hacerme un striptease? – dije sonriendo - ¿Es eso..?
-Lena: No, no es eso... - dijo bajándose el pantalón. Entonces vi que Lena no llevaba bragas, si no calzoncillos.
-Kara: Te pone llevar ropa interior masculina – dije, tras unos segundos –Bueno... No tiene nada de malo... Creo que a mí me gusta verte con eso... Ven aquí... - dije, tirando de la goma del calzoncillo.
-Lena: No, espera... - dijo apartándose – Fíjate bien.
-Kara: Son calzoncillos azules... ¿te gusta el azul?
-Lena: ¡Kara! Por favor, esto es serio, fíjate bien...
-Kara: Vale, vale, ya me fijo.... Sabes que sin gafas no veo bien... Espera... Oh, dios...
-Lena: ¿Ya te has dado cuenta?
-Kara: Sí... Tienes un pequeño agujero ahí. Vamos, amor, no es tan grave... - dije riéndome.
-Lena: ¡Kara, por dios! – dijo, bajándose los calzoncillos de golpe. Entonces lo vi. Como para no verlo. Me quedé pasmada, mirando el pene de Lena, colgando entre sus piernas. –Kara... - dijo tras un par de minutos – Di algo, lo que sea...
-Kara: ¿Es de verdad? – dije, tocándolo con un dedo y viendo cómo empezaba a levantarse –Joder, sí que lo es...
-Lena: Kara, por dios... ¿En serio?
-Kara: Lena, tienes un... Un... Joder, es enorme. ¿cómo no me he dado cuenta antes?
-Lena: Supongo que se acabó... Ahora te levantarás y te irás...
-Kara: ¿Qué...? ¡No! ¡¿Por qué, por esto?! ¿Funciona? Quiero decir... - dije, sonrojándome. No quería incomodarla, de verdad.
-Lena: ¿Te refieres a si puedo penetrarte con él?
-Kara: Sí, eso...
-Lena: Sí, funciona igual que el de cualquier hombre.
-Kara: Vaya... Pero eres una mujer... Quiero decir, tienes pechos y... ¿eres...?
-Lena: ¿Soy....?
-Kara: A ver, cómo digo esto sin que pienses que... ¿Estás... cambiando tu cuerpo o...?
-Lena: ¿Qué si estoy...? ¡No! No, claro que no. Soy una mujer, Kara, sólo que... nací con ambos sexos.
-Kara: ¿Con los dos? ¿Entonces también tienes...?
-Lena: Sí.
-Kara: Oh, vaya.... Esto es... - dije, alargando de nuevo la mano para acariciar su miembro y notando cómo se ponía duro – Apenas te he rozado...
-Lena: Sí, bueno, es que...
-Kara: ¿En serio? ¿Tanto me deseas que no puedes soportar ni que te roce un poquito? Ahora entiendo por qué te medio apartabas cuando me abrazabas y por qué siempre te ponías un cojín sobre las piernas.
-Lena: ¿No te... molesta?
-Kara: La verdad es que no... - dije besándola - ¿Ves cómo eres especial?
-Lena: Tú sí que lo eres... - dijo sonriéndome.
Me levanté y cogí a Lena de la mano.
-Kara: Vamos a tu cuarto...
-Lena: ¿En serio?
-Kara: Muy en serio... - dije besándola. Me aparté y la miré a los ojos. - ¿Estás bien?
-Lena: Sí, es que...
-Kara: ¿Qué?
-Lena: ¿Podrías... no contárselo a nadie?
-Kara: A nadie le importa lo que mi novia tiene o no tiene entre las piernas- la besé de nuevo – No diré nada, tranquila.
-Lena: Gracias.
-Kara: ¿Esto quiere decir que... nunca has...?
-Lena: No, nunca, con nadie...
-Kara: Vaya...
-Lena: ¿Y tú...?
-Kara: Hace dos años, con Adam, un compañero de clase.
-Lena: ¿En serio?
-Kara: Sí... –Dije besándola de nuevo. Parecía nerviosa – No haremos nada que no quieras...
-Lena: ¿Tú quieres?
-Kara: ¿Contigo? Por supuesto...
-Lena: Entonces vamos... - dijo tirando de mí.
Esa fue una de mis mejores noches con Lena. Una primera vez para ella, tanto de una forma, como de otra. Y una noche inolvidable para mí. Un año después, cuando ya teníamos claro que queríamos pasar el resto de nuestra vida juntas, decidimos contarle a mi familia la condición de Lena. Al principio les chocó un poco, pero no tuvieron ningún problema en aceptar a Lena tal y como era, cosa que me agradó. Y a Lena, la tranquilizó.
**************FIN FLASHBACK**************
Cuando noté a Lena apoyándome contra la pared de la ducha y penetrándome con fuerza, volví a la realidad. Estábamos justo debajo del chorro del agua, completamente desnudas y excitadas.
-Lena: ¿Dónde estabas...?
-Kara: Estaba... recordando... cuando me contaste... lo tuyo – dije, mientras ella empezaba a embestir con fuerza.
-Lena: ¿Por qué?
-Kara: No lo sé... Sólo... me acordé... Oh, joder...
-Lena: Ahora... céntrate sólo en mí...
-Kara: No puedo... centrarme en... nada más... - dije, rodeando el cuello de Lena con mis brazos. La miré a los ojos – No sabes cómo echaba esto de menos...
-Lena: ¿Ah sí...?
-Kara: Ni te lo imaginas... - dije, escondiendo mi rostro entre su hombro y su cuello para que no me viese llorar.
-Lena: ¿Estás bien...?
-Kara: Mejor que nunca... Sigue, por favor...
-Lena: Se supone... que debías... descansar...
-Kara: Ya tendré tiempo... de descansar... luego... ¡Joder, Lenaaaaaaaa! – grité, justo cuando llegué al orgasmo, pegándome todo lo que pude a ella.
-Lena: Despertarás a Katie, cariño – dijo riéndose.
-Kara: Lo siento...- jadeé, temblando aún entre lo brazos de Lena y con ella aún dentro de mí...
-Lena: ¿Puedes con un segundo asalto? – jadeó, besándome.
-Kara: Por supuesto...
-Lena: Entonces vamos a por él...
Sin saber cómo, acabamos sobre la cama, completamente empapadas. Lena estaba sobre mí, embistiendo con fuerza mientras nuestras manos estaban entrelazadas. Esta vez, ambas llegamos al orgasmo a la vez y Lena se tumbó a mi lado.
-Lena: Ha sido increíble...
-Kara: Maravilloso... Pero falta algo...
-Lena: ¿El qué...?
Sonreí, y me puse sobre Lena, empezando a besar su cuello, sus pechos, todo su cuerpo... Separé sus piernas y aparté con cuidado su miembro.
-Kara: Este ya se ha divertido bastante hoy... - dije, introduciendo un par de dedos en su vagina y empezando a moverlos hasta que noté a Lena tensarse.
-Lena: Oh, joder, Kara... ¿aún tienes ganas, cielo?
-Kara: Muchas... Un año es demasiado tiempo.
-Lena: ¿Cómo...?
-Kara: Nada, que te relajes y disfrutes... - dije, empezando a jugar con mi lengua en su interior. Lena agarró las sábanas con fuerza y se arqueó, dejando escapar varios gemidos de placer.
-Lena: Joder, Kara, tú sí que sabes cómo... Oh, dios... ¿Qué haces?
-Kara: Sssshhh... Me distraes... - dije. Lena estaba totalmente empapada y yo empecé a succionar sus fluidos, con ansias...
-Lena: Kara, ¿qué...? Oh, joder... Eso es nuevo....
-Kara: Me desconcentras, amor...
-Lena: Ya me ¡callooooooh, joder, Karaaaa!
Cuando Lena dejó de temblar, tras llegar al orgasmo, me tumbé a su lado, abrazándola y apoyando la cabeza sobre su pecho.
-Kara: ¿Estás bien...?
-Lena: Estoy muerta...
-Kara: No digas eso... - dije apartándome y mirándola.
-Lena: ¿Qué, qué pasa?
-Kara: No, nada, es que... No me gusta esa frase. No viniendo de ti. – dije, volviendo a mi postura anterior y escuchando el corazón de Lena, latiendo con fuerza, agitado por el esfuerzo.
-Lena: Duerme un poco... Lo necesitas. Llevas sin dormir desde ayer.
-Kara: Sí... - dije cerrando los ojos y quedándome dormida segundos después, con las caricias de Lena.
LENA
Desperté de madrugada y noté la cama vacía a mi lado.
-Lena: ¿Kara? – pregunté, levantándome y poniéndome la camiseta que usaba para dormir. Fui al baño a ver si Kara estaba allí, luego a la cocina. Nada. Miré la hora. Las cinco y media. Suspiré. Seguramente Kara estaría en los laboratorios, trabajando. Ahora entendía por qué lo hacía, pero necesitaba descansar. Se suponía que debía haber ido a dormir cuando Eliza vino con Katie, pero Kara decidió pasar el día en el zoo con Katie y conmigo. Cosa que me agradó bastante, pero mis planes para hoy, eran que descansara todo el día. – Kara...
Fui al cuarto de Katie para ver cómo estaba y me sorprendí al ver a Kara allí. No se había ido. Estaba allí, con Katie, tumbada con ella en la cama, abrazándola. Me quedé observándolas desde la puerta durante varios minutos. Me gustaba verlas así, tan unidas. Me acerqué poco después y me senté sobre la cama con cuidado, acariciando el pelo de ambas. Katie se parecía tanto a Kara... En todo. Tenía el pelo rubio y el carácter de Kara. Pero había sacado mis ojos. Y no era que no me gustasen, al contrario, pero me habría gustado que tuviera los ojos de Kara.
Las estaba mirando cuando Katie se revolvió un poco y Kara la pegó más ella, como protegiéndola, sin despertarse ninguna de las dos. Entonces entendí que, posiblemente, Katie habría tenido alguna de sus pesadillas, o alguno de esos momentos en los que sentía dolor, y que Kara había ido a calmarla.
Por muy enfadada que estuviera con ella, Katie siempre se calmaba cuando Kara la pegaba a su pecho. Por lo visto, los bebés podían sentir los latidos de sus madres cuando estaban en el vientre y, al parecer, Katie recordaba esa sensación, se sentía protegida y a salvo al escuchar los latidos de Kara, y se calmaba. Conmigo le costaba mucho más, pero con Kara, era cuestión de un par de minutos para que Katie se tranquilizara.
Las besé en la frente y las dejé dormir, cerrando con cuidado. Fui a ponerme algo cómodo y cogí mi portátil. Me senté en el salón y empecé a repasar las cuentas de L-Corp. No tenía sueño y quería estar pendiente de Katie.
-Kara: Buenos días... - dijo entrando en el salón, cerca de las ocho y media de la mañana y rodeando mi cuello con sus brazos desde atrás - ¿Qué haces aquí?
-Lena: No podía dormir... - dije, cogiendo su mano y levantando la cabeza para besarla - ¿Y tú?
-Kara: Katie tuvo una mala noche...
-Lena: ¿Otra vez los dolores?
-Kara: Sí... - dijo - ¿Has desayunado?
-Lena: No...
-Kara: Haré café para las dos entonces...
-Lena: Y luego te vuelves a la cama – dije mirándola- Tienes que descansar cielo, los médicos te mandaron reposo y ayer pasamos todo el día por ahí. Y deberías haber estado durmiendo, porque por la noche no lo hiciste. Has estado casi dos días sin dormir nada. Así que hoy, no vas a moverte de la cama hasta que hayas dormido unas cuantas horas...
-Kara: No pienso discutírtelo, estoy agotada y... ¡MIERDA!
-Lena: ¿Qué?
-Kara: Oh, joder... Alex me va a matar...
-Lena: ¿Alex?
-Kara: íbamos a dejarle a Katie ayer a las ocho en su casa, ¿recuerdas?
-Lena: Oh, mierda, nos va a matar a las dos...
-Kara: Voy a llamarla – dijo cogiendo el móvil y marcando –Alex... Hola... Oye, sí, lo siento, es que... Perdona... Alex, lo siento, de verdad, es que... ¿Por qué no venís Sarah y tú a comer con los niños? Déjame compensarte, por favor... Sé que estás enfadada, pero... Alex...
-Lena: Déjame... - dije cogiéndole el móvil – Alex, hola... Oye, lo siento, de verdad, se nos olvidó. Katie se lo estaba pasando tan bien y estaba tan contenta que no nos acordamos. Hacía mucho que no veíamos a Katie así y... Sé que debías estar preocupada, debimos llamar, lo siento. Pero de verdad, no nos acordamos. Acepta la invitación de Kara a comer, por favor... - me aparté un poco para que Kara no pudiera oírme – Alex, por favor... Kara ayer disfrutó tanto como Katie, hacía mucho que no la veía así y... Sabes que Kara te adora, y aunque no lo creas, te necesita, Alex. Sí, está bien, más o menos. Luego hablamos. ¿Venís a comer entonces? Bien, gracias. – dije colgando y volviendo al salón – Vienen a comer...
-Kara: Bien... Debía estar muerta de preocupación... Soy una malísima hermana...
-Lena: No lo eres... Pero ayer nos lo pasamos tan bien con Katie, que se nos olvidó por completo lo demás, cielo. Es normal... - dije abrazándola.
-Kara: Tu café... - dijo pasándome una taza poco después, cuando nos separamos tras besarnos durante algunos minutos.
-Lena: Gracias... Tú tómate el tuyo y ve a dormir un poco. Yo me ocupo de la comida.
-Kara: Pero...
-Lena: A dormir. Pareces un mapache. O un oso panda, lo que prefieras...
-Kara: ¿De verdad?
-Lena: Si... Venga, descansa un poco, te lo mereces...
-Kara: Vale... - dijo caminando hacia la habitación.
Desperté a Katie cerca de las diez. Ese día no quise despertarla para ir a clase. Cuando le daban esos dolores, la dejaban agotada. Le di el desayuno y jugué un rato con ella, con los peluches que Kara le compró en el zoo..
-Lena: La tía Alex va a venir a comer, ¿me ayudas a preparar la comida?
-Katie: ¡Sí! ¿Y mamá, se ha ido?
-Lena: No, está durmiendo. ¿Quieres ir con ella?
-Katie: No.
-Lena: Katie, cariño... O empiezas a portarte mejor con mamá o tendré que castigarte, ¿me oyes? Mamá te quiere mucho, pero ha tenido mucho trabajo y por eso ha faltado a tantas cosas.
-Katie: No me quiere...
-Lena: ¿Ah, no? ¿Qué te pasó anoche?
-Katie: Me dolía...
-Lena: ¿Y quién estuvo contigo?
-Katie: Mamá.
-Lena: Entonces, es porque te quiere, ¿no?
-Katie: A lo mejor...
-Lena: Oye, mamá te quiere mucho, ¿Vale? Así que más vale que empieces a portarte mejor con ella. Cumplió su promesa, te llevó al zoo.
-Katie: Pero tarde...
-Lena: Pero lo hizo, ¿o no?
-Katie: Sí.
-Lena: Pues cuando se despierte, le das un beso y un abrazo.
-Katie: Vale...
Dejé que Kara durmiera hasta la una y media de la tarde. Entonces fui al cuarto a despertarla, Alex y Sarah, no tardarían en llegar.
-Lena: Kara, cariño...
-Kara: ¿Hum...? Hola... - dijo abriendo los ojos y sonriéndome.
-Lena: Levántate, Alex y Sarah llegarán en media hora.
-Kara: Sí...
-Lena: ¿Has dormido bien?
-Kara: Sí, gracias. ¿Y Katie, cómo está?
-Lena: Está fuera, viendo dibujos.
-Kara: Bien... - dijo, volviendo a cerrar los ojos.
-Lena: No, vamos, arriba.
-Kara: Dijiste que tenía que dormir...
-Lena: Sí, pero invitaste a Alex y a Sarah a comer. Luego duermes otro poco, venga, arriba... - dije tirando de ella. Pero Kara tiró de mí y me hizo caer sobre ella, besándome.
-Kara: Si vas a despertarme, hazlo en condiciones, amor...
-Lena: ¿Pero qué te pasa últimamente? – dije riéndome.
-Kara: Que no quiero separarme de ti...
-Lena: Venga, arriba... - dije apartándome y saliendo de la habitación, antes de que fuera tarde.
Cuando Kara fue al salón, ya vestida con ropa cómoda, Katie se acercó a ella.
-Katie: Hola mamá... - dijo abrazándola y haciendo que se agachara para besarla en la mejilla.
-Kara: Hola, cariño... - dijo sonriendo.
En ese momento, llamaron al timbre.
-Kara: ¡Alex, Sarah! – dijo abriendo.
-Alex: Hola, mala hermana – dijo entrando, seria.
-Kara: Alex, lo siento...
-Sarah: Hola, Kara...- dijo dándole dos besos.
-Ian y Laurel: ¡Tía! – gritaron, entrando y abrazando a Kara con fuerza.
-Kara: Eh, hola...- dijo sonriéndoles. – Katie, cielo, mira quién está aquí, tus primos.
-Katie: ¡Ian, Laurel! – gritó, corriendo hacia ellos.
Daba gusto verlos a los tres. Ian tenía siete años y Laurel cinco. Los tres eran como una pequeña piña alborotadora.
-Ian y Laurel: ¡Tía Lena!
-Lena: Empiezan los gritos... - dije acercándome a saludar- Hola Sarah...
-Sarah: Lena... - dijo abrazándome.
-Lena: Hola Alex...
-Alex: Vosotras dos... Voy a mataros lentamente y con mucho, mucho dolor. Podríais haber avisado al menos...
-Kara: Alex, de verdad, se nos olvidó... Pero tampoco debías estar muy preocupada, porque ni siquiera llamaste.- dijo, cogiendo sus abrigos y colgándolos al lado de la puerta.
-Alex: ¡Lo hice! ¡DOCE VECES! ¡A CADA UNA! Pero seguíais con los móviles en silencio, ¿a que sí?
-Lena: Pues sí... - dije mirando el móvil – Perdona, Alex.
-Alex: Al ver que no contestabais, vine a la casa. Me tranquilicé al ver luz, y estuve llamando al timbre, ¡cinco veces! Una más y habría echado humo.
-Kara: No oímos nada, ¿a qué hora fue eso?
-Alex: Claro que no oísteis nada. Volví a preocuparme, así que fui a mirar por las ventanas a ver si os había pasado algo o... Y entonces os vi.
-Lena: Nos viste.
-Kara: ¿Y por qué no dijiste nada?
-Alex: ¡Porque estabais foll...! Porque estabais como dos perras en celo en la cama, completamente mojadas y desnudas. Parecíais desesperadas por meteros mano. – susurró, para que no la oyeran los niños.
-Kara: ¡Alex, por dios! ¡¿Te quedaste mirando?!
-Alex: ¡¿Qué?! ¡Tenía que asegurarme de que estabais bien, y no os estaba dando un ataque epiléptico o algo así! ¡Menuda manera de moverse, por dios! ¡Parecía que os habían electrocutado con un cable pelado!
-Sarah: ¡Alex, cariño!
-Alex: Es culpa de ellas, por no avisar.
-Kara: Vale, nos lo merecemos... Lena, tenemos que poner persianas, o cortinas, o algo..
-Lena: O apagar la luz... O una alarma anti mirones... - dije, mirando a Alex con cara de pocos amigos.
-Alex: Bueno, por lo menos le habéis vuelto a dar uso al mini Luthor – dijo, cogiendo una cerveza de la nevera.
-Lena: ¿Cómo?
-Alex: A... Ya sabes... tu... ¡Oh, vamos, se te iba a caer a cachos de no usarlo!
-Kara y Sarah: ¡ALEX!
-Lena: Razón no te falta, no...
-Alex: ¿Estaba muy oxidado?
-Kara: Estaba perfectamente... De oxidado nada. Que no se use, no quiere decir que se descuide. Y funciona de maravilla.
-Alex: ¿Sí...? Interesante. Entonces qué, ¿vais a abrir de nuevo la fábrica?
-Lena: ¿Qué fábrica?
-Alex: La de bebés... - se sentó en la mesa, dando un trago - ¿Vais a crear un nuevo Luthor?
Miré a Kara, no sabiendo qué decir. Sarah también se sentó.
-Kara: No por ahora. Pero puede que pronto.
-Alex: Oh, vamos, Katie necesita un hermano ya mismo. Sola se debe aburrir un montón. Mira qué feliz es jugando con Ian y Laurel...
-Kara: Es algo que debemos planificar primero...
-Alex: Eres una maldita sosa...
-Sarah: Déjala tranquila, Alex. Tu hermana parece cansada, y tú aquí, soltando burradas por la boca. No volveré a besarte si sigues así.
-Alex: Vale, tienes razón – dijo mirando a Kara - ¿Estás bien? ¿Qué te pasó el otro día?
-Kara: No lo sé...
-Lena: Kara ha estado trabajando demasiado. Apenas ha dormido y su cuerpo ya no aguantó más, así que se desmayó. Por suerte, el golpe de la cabeza no fue grave, y el del brazo tampoco. Pero me ha prometido que va a tomarse las cosas con más calma desde ahora, ¿verdad cielo? – dije rodeando su cintura con mi brazo.
-Kara: Sí... Intentaré trabajar en casa todo lo que pueda.
-Alex: Bueno, me alegro de que no fuera nada. Pero debes cuidarte Kara, mírate, has perdido peso y...
-Kara: Lo sé...
-Lena: Yo me ocuparé de que vuelva a coger esos kilos que ha perdido y que vuelva a ser la de antes.
-Alex: Si pues como tengáis mucho trote como el de anoche, me da a mí que más que hacerla coger peso, la vas a dejar en los huesos.
-Sarah: Alex, cielo, para...
-Kara: No te preocupes, que al final, Lena me engordará como un pavo.
-Sarah: ¿Y podremos comerte en navidad?
-Kara: Depende...
-Lena: Será mejor que comamos...
Tras la comida, nos sentamos un rato a hablar. Kara se quedó dormida pocos minutos después entre mis brazos.
-Lena: Está agotada... - susurré, mirando a Alex.
-Alex: ¿Qué le pasa?
-Lena: Intenta encontrar una cura para Katie. Es lo único que le importa. Por eso se ha olvidado de otras cosas como cumpleaños, aniversarios... Kara no quiso darnos falsas esperanzas a Katie o a mí, así que ella no hacía más que decir que todo era por la situación económica de los laboratorios.
-Sarah: Pero eso se solucionará. Maxwell Lord no tiene posibilidad de ganar.
-Lena: Kara lo sabe... Pero pensó que era mejor decir eso que hablarnos de su trabajo en la cura y que no funcionara... - dije, acariciando su pelo- Se está esforzando mucho por Katie... Y yo he estado metiéndole más presión aún... Por eso se desmayó, no puede más, necesita descansar.
-Alex: ¿Le han mandado alguna medicación?
-Lena: Le dieron unas pastillas por si le dolía la cabeza o se mareaba por el golpe, pero no le han hecho falta.
-Alex: Mañana cuando salga de la consulta, te traeré unas pastillas para que se las tome si está nerviosa, o alterada...
-Lena: Gracias Alex..
-Sarah: Kara os adora, a las dos. Y sabes que haría lo que fuera por vosotras, Lena. Pero también debe pensar un poco en sí misma.
-Alex: Tu apoyo le irá bien...
-Lena: Lo tiene. Ahora que sé la verdad, lo tiene...
-Sarah: ¿Y antes no?
-Lena: Antes pensaba que era sólo una estúpida obsesión por el dinero y no quería saber nada del tema. No veía lo que pasaba. Ahora sí. Voy a invertir parte del dinero de L-Corp en maquinaria nueva para los laboratorios. Kara la necesita, y ahora mismo no puede comprarla. No hasta que se solucione lo de Maxwell.
-Alex: Bien. Será mejor que nos vayamos y la dejemos descansar. ¿Te despides luego de ella por nosotras? No quiero despertarla.
-Lena: Claro...
-Sarah: Voy a por los niños... - dijo alejándose - ¡Ian, Laurel, vamos!
-Laurel: ¡Jo, mami, ¿ya?!
-Katie: Un poquito más, tía...
-Alex: Katie, cielo, ¿quieres venirte a casa con nosotras? Mamá necesita descansar un poco...
-Katie: ¡Sí! ¿Puedo mami?
-Sarah: La traeré de vuelta esta noche – dijo mirándome.
-Lena: Está bien... Pero obedece a tus tías.
-Katie: Sí, mami... - dijo acercándose a darme un beso. Luego miró a Kara durante unos segundos y la besó en la mejilla.
-Sarah: Luego nos vemos...
-Lena: Bien, gracias... - dije mirándolas salir y acariciando el pelo de Kara – Descansa cariño...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro