18- TENSIÓN
KARA
Estábamos a siete de octubre. Lena había ido a L-Corp para tratar unos asuntos importantes, así que ese día me quedé sola en casa con los niños. Tuve que ir a buscar a Katie al colegio media hora después de haberla dejado. Al parecer, no se encontraba demasiado bien. Le dolía el estómago.
Seguía trabajando en la cura de Katie, así que cuando llegamos a casa, decidí subirlos conmigo al laboratorio. Caleb y Kayla dormían y Katie jugaba en un rincón con Zor. Yo la observaba de vez en cuando, estaba demasiado tranquila, demasiado callada.
-Kara: Katie, cielo, ¿Estás bien?
-Katie: Me duele la tripa...
-Kara: Ven aquí... - dije acercándome y cogiéndola. La miré detenidamente. Algo no iba bien. Estaba ardiendo y notaba algo raro en ella, en sus ojos. En ese momento, Katie me vomitó encima y empezó a llorar, asustada – No pasa nada... Tranquila. Vamos a bañarte... - dije bajando con ella al baño y sentándola en el váter – Espera un segundo, voy a por tus hermanos...
Subí a por Caleb y Kayla y los dejé cerca para poder oírlos. Llamé a mi madre para ver si podía venir a ayudarme con ellos. Tenía la sensación de que me tocaría salir corriendo con Katie.
Mientras la bañaba, Katie volvió a vomitar.
-Katie: Tengo sueño...
-Kara: ¿Quieres dormir un ratito?
-Katie: Sí...
-Kara: Vale... Te dejaré dormir hasta que llegue la abuela. – dije, terminando de vestirla. La llevé a su cuarto y la tumbé en la cama, tapándola. - ¿Mejor?
-Katie: No... Me duele aquí... - dijo, señalando la zona superior del abdomen.
-Kara: ¿Aquí...? ¿Mucho? – dije, tocando con cuidado.
-Katie: ¡Sí!
-Kara: Vale, en cuanto venga la abuela nos vamos al hospital...
-Katie: ¡No!
-Kara: Sí... - dije. En ese momento, Kayla empezó a llorar y tuve que ir a atenderla. Se había hecho caca y tenía que cambiarla, pero no quería dejar a Katie sola. Empezaba a ponerme nerviosa. Saqué el teléfono y llamé a mi madre de nuevo. La había pillado en la otra punta de la ciudad y al parecer estaba en un atasco por un accidente en la carretera, así que tardaría un rato. Colgué y llamé a Alex, pidiéndole que viniera lo más rápido que pudiera y que trajera su equipo para examinar a Katie. Fui a nuestro cuarto y cogí un pañal limpio para Kayla y fui a cambiarla al cuarto de Katie para tenerla controlada. Después dejé a Kayla en su cuna de nuevo y me senté junto a Katie, poniéndole el termómetro.
Cuando Alex llegó, junto con Sarah, Katie seguía quejándose, la fiebre le había subido y empezaba a costarle respirar. Alex la estuvo examinando y me miró, muy seria.
-Alex: Llévatela ya, Kara. Yo me quedo con Caleb y Kayla.
-Kara: ¿Tan malo es?
-Alex: Sí... Tiene taquicardias, y espero equivocarme, pero creo que el hígado y los riñones no están bien...
-Kara: Vale, voy a... - dije, mirando a todas partes, nerviosa.
-Sarah: Llévala tú, Alex, yo me quedo con los niños.
-Alex: De acuerdo... Vamos.
Cogí a Katie y corrimos hacia el coche. Me subí a la parte de atrás, con ella en brazos. Cuando Alex arrancó, saqué el móvil y llamé a Lena, pero no lo cogía.
-Kara: Vamos, Lena... ¡Mierda!
-Alex: Tranquila... Llegaremos enseguida.
Cuando llegamos al hospital, nos atendieron inmediatamente.
-Kara: No he podido hablar con Lena...
-Alex: Yo la llamo. Ve con Katie, vamos...
Cuando Lena llegó, tres horas después, se acercó a mí, abrazándome. Katie estaba en cuidados intensivos, llena de tubos y cables por todas partes.
-Lena: Lo siento, cariño, estaba en una reunión y dejé el teléfono en el despacho. ¿Cómo está?
-Kara: Mal...
-Lena: Kara... ¿Qué han dicho, qué le pasa? –Me soltó y se acercó a la cama de Katie, que estaba dormida.
-Kara: Empieza a fallarle todo, Lena. Los riñones, el hígado, el corazón... - dije llorando – Se muere. Y yo no he podido curarla.
-Lena: ¿Cómo que se muere? Pero... ¿Cuánto...?
-Kara: Un mes, dos como mucho si su corazón aguanta...
-Lena: Aún puedes hacerlo.
-Kara: No, no puedo... Aunque consiguiera la cura... Tendría que probarla primero, Lena. He estado buscando voluntarios, pero nadie quiere usar a sus hijos como conejillos de indias, y lo entiendo.
-Lena: Tienes que seguir intentándolo.
-Kara: No puedo hacer más...
-Lena: Sí, sí que puedes. Vamos, Kara, llevas años con esto, no puedes dejarlo ahora que casi lo tienes.- me abrazó de nuevo. Las dos llorábamos, nerviosas y preocupadas.
-Kara: ¡No puedo irme y dejarla sola, ¿no lo entiendes?! ¡No podría concentrarme, sabiendo que ella está aquí, así! – grité señalándola.
-Lena: No va a estar sola. Yo me quedaré con ella. Caleb y Kayla pueden quedarse con mis padres. Kara, cariño...
-Kara: Ha sido tan... de repente... - dije apartándome de Lena- Estaba bien... ¡Anoche estaba bien!
-Lena: No, no lo estaba...
-Kara: ¿Cómo no me he dado cuenta antes?
-Lena: Porque tienes demasiadas cosas encima. La cura, Caleb y Kayla... Son muy pequeños y necesitan toda nuestra atención, por eso no nos hemos dado cuenta de que Katie no estaba bien. No has sido tú sola, yo tampoco lo he notado. – Me abrazó por detrás – Cielo... Ve a casa, intenta dormir un poco y...
-Kara: No, no voy a irme... - dije, sacando mi móvil.
-Lena: ¿Qué haces?
-Kara: Vuelvo enseguida... ¿Crees que podrías conseguir que me dejaran un hueco en el laboratorio del hospital?
-Lena: Sí, pero...
-Kara: Hazlo - dije saliendo. Fui a buscar a Alex para darle las noticias. Luego llamé a Winn. Le pedí que recogiera las muestras de casa y las llevase a los laboratorios Zor-el. Después, volví con Lena. –Tengo que ir a los laboratorios un par de horas, ¿te quedas con ella?
-Lena: ¿Qué vas a hacer?
-Kara: Curar a nuestra hija – dije, saliendo rápidamente.
Cuando llegué a los laboratorios, Winn y Nia estaban ahí, esperando.
-Winn: Lo tengo todo dentro...
-Kara: Bien, Sarah no te puso pegas, ¿verdad?
-Winn: No.
-Kara: Perfecto. Nia, voy a necesitar que te quedes al cargo de todo un tiempo.
-Nia: ¿Yo? Pero...
-Kara: Estás más que preparada para esto, lo harás bien. Voy a necesitaros más que nunca, ¿vale?
-Nia: Claro...
-Kara: Bien. Winn, tú vendrás conmigo al laboratorio del hospital, voy a necesitarte allí. Ahora, necesito que metas esas muestras en esa cámara durante cinco horas y luego me las lleves al hospital, ¿de acuerdo?
-Winn: Sí...
-Kara: Bien... - dije, poniéndome mi bata y unos guantes – Pero ahora... Nia, necesito que aísles todas las células muertas de esas dos muestras. Y necesito que lo hagas rápido, ¿vale?
-Nia: Vale...
-Kara: Winn... Ayúdame con esto, necesito que me ayudes a encontrar qué es lo que impide que esto funcione del todo. Es como si algo lo bloquease, algún componente de la sangre de Katie, o... No losé. Tienes que dar con ello y sacarlo de la muestra.
-Winn: Bien... ¿Tú qué harás?
-Kara: Crear más muestras... y tratar de acelerar el proceso. - Cuando miré el reloj, habían pasado dos horas y media – Tengo que volver con Katie. Winn, cuando esté todo listo, llévalo al hospital.
-Winn: Vale.
Cuando llegué de nuevo al hospital, vi a Alex, a mi madre y a los padres de Lena en la sala de espera. Tras saludarles y hablar con ellos un rato, explicándoles la situación, fui a la salas donde tenían a Katie. Lena estaba sentada junto a ella, acariciando su mano.
-Kara: Siento haber tardado. Necesitaba hacer algo en los laboratorios.
-Lena: No pasa nada...
Fui junto a Lena y cogí su mano, mirando a Katie.
-Kara: Ve a comer algo... Ya me quedo yo con ella.
-Lena: Vale, no tardaré. – dijo levantándose y acercándose a la puerta.
-Kara: Lena...
-Lena: ¿Sí..?
-Kara: Voy a curarla, ¿vale? No importa lo que tenga que hacer, pero no vamos a perderla.
-Lena: Lo sé... - dijo llorando.
La abracé con fuerza.
-Kara: Tranquila...
-Lena: Kara, lo que hablamos... Lo del bebé...
-Kara: Esperaremos el tiempo que quieras. Sé que ahora no es el momento.
-Lena: No... Quiero empezar con ello ya.
-Kara: No. Lena, ahora no...
-Lena: Quiero hacerlo, Kara.
-Kara: Vale, habla con Alex y con los médicos del hospital. Escucha, empezaremos el proceso, pero no haremos nada hasta...
-Lena: Kara... Si consigues al menos que Katie aguante un poco más, quizás este bebé también pueda ayudarla.
-Kara: Lena, amor... Será mejor esperar un poco hasta saber qué pasa con Katie. Quiero que estés segura de esto. Esperaremos un poco, es lo mejor.
-Lena: Pero...
-Kara: Lena, por favor, no es el momento...– dije besándola y mirándola salir. – Cat.
-Cat: Estoy aquí... - dijo, inclinada sobre Katie, mirándola.
Me di la vuelta y la vi.
-Kara: En serio, deja de hacer eso, maldita sea... ¿No puedes hacer nada?
-Cat: No puedo curarla, ya te lo dije. Tomaste una decisión y...
-Kara: Sí, sí, lo sé... Pero... ¿Podría cambiarme por ella?
-Cat: ¿Cómo?
-Kara: ¿Podrías pasarme su enfermedad...a mí?
-Cat: ¿Estás hablando en serio?
-Kara: Sí.
-Cat: No puedo hacer eso.
-Kara: ¿No puedes, o no quieres?
-Cat: Hay unas reglas, Kara.
-Kara: ¿Qué reglas?
-Cat: Puedo curar, pero no puedo hacer que otra persona enferme, está prohibido. Además, dejarías a Lena sola con Katie y los bebés?
-Kara: Lena no soportará perder a Katie.
-Cat: ¿y a ti sí, te estás escuchando?
-Kara: Lena quiere otro bebé...
-Cat: ¿Qué?
-Kara: Esta vez quiere tenerlo ella. Es algo que hablamos hace un par de días, no teníamos aún pensado cuando hacerlo y ella quiere hacerlo ya. Creo que le ha entrado miedo. Cree que, si consiguiéramos más tiempo, este nuevo bebé podría ayudar, igual que Caleb y Kayla.
-Cat: Eso puedo hacerlo.
-Kara: ¿El qué?
-Cat: Daros más tiempo. – dijo, inclinándose sobre Katie.
-Kara: ¿Qué vas a hacer?
-Cat: Ya te he dicho que no puedo curarla, pero puedo hacer que la enfermedad vaya más despacio.
-Kara: ¡¿Y no pudiste hacer eso antes?!
-Cat: No me lo pediste... - dijo – No me mires así. Sólo podemos hacer lo que nos piden. No somos adivinos y no sabemos lo que la gente quiere en cada momento.
-Kara: Entonces hazlo.
-Cat: No podré conseguirte mucho más. Tal vez dos semanas, tres...
-Kara: Suficientes.
-Cat: De acuerdo... - dijo, pasando su mano sobre el cuerpo de Katie – Ya está.
-Kara: ¿Ya está?
-Cat: Sí... ¿Qué esperabas, que sacara lucecitas de colores de su cuerpo o algo así?
-Kara: No... - dije, cogiendo una jeringuilla de uno de los cajones.
-Cat: ¿Qué haces?
-Kara: Tomar una muestra. Si has ralentizado el ritmo con el que avanza, quizás pueda ver algo más.
-Cat: Buena idea...
-Kara: Toma, lleva esto al laboratorio, etiquétalo y guárdalo.
-Cat: ¿Me has tomado por tu criada?
-Kara: No. Pero eres la directora de este sitio, ¿no? Nadie va a preguntarte y tienes acceso. Yo no podré hacer nada hasta que tenga acceso al laboratorio.
-Cat: Lo único que necesitas para eso, es mi permiso... Y lo tienes.
-Kara: Perfecto, pero no pienso moverme de aquí hasta que vuelva Lena. Así que toma, mueve tu angelical culo hasta el laboratorio y haz lo que te he pedido.
-Cat: ¡Oye!
-Kara: ¡Cat, por favor!
-Cat: Bueno, si lo pides por favor, entonces vale. ¿Lo ves? No es tan difícil pedir las cosas bien... - dijo, cogiendo la muestra y saliendo.
LENA
Salí de la habitación y fui a la sala de espera, conteniendo las lágrimas.
-Lillian: Lena, cariño, ¿qué pasa? ¿Katie está peor?
-Lena: No. Está... sigue igual. Voy a comer algo... Alex, ¿puedes acompañarme?
-Alex: Claro.
-Lillian: Voy con vosotras.
-Lena: No... Tengo que hablar de algo con Alex, mamá. Por favor, espera aquí. Vamos...
-Alex: Te sigo – dijo, caminando detrás de mí.
Entramos en la cafetería y pedí algo para comer, aunque no tenía demasiada hambre. Nos sentamos en una mesa y miré a Alex durante algunos segundos.
-Lena: Quiero pedirte un favor...
-Alex: Tú dirás.
-Alex: Kara y yo estuvimos hablando de tener otro bebé.
-Alex: ¿Ahora? Caleb y Kayla apenas tienen tres meses. ¿No podéis esperar un poco?
-Lena: No sería Kara quien lo tuviera esta vez.
-Alex: ¿No sería ella? Vaya, por fin se animó a pedírtelo.
-Lena: ¿Qué?
-Alex: Bueno, Kara siempre ha querido que tú pasaras por la experiencia de ser madre. Pero no se atrevía a pedírtelo. Pensaba que le dirías que no.
-Lena: ¿En serio?
-Alex: Sí. Incluso tiene algunos de sus óvulos guardados por si alguna vez se decidía a pedírtelo y decías que sí. Ya sabes cómo es.
-Lena: ¿Y tú sabes dónde los tiene guardados?
-Alex: Sí, en su laboratorio.
-Lena: ¿Podrías ayudarme a que eso fuera posible, Alex?
-Alex: ¿Quieres hacerlo ahora? Pero...
-Lena: Por favor. No quiero que pase algo con Katie, Kara se arrepienta y decida que no quiere más hijos. Por favor, Alex.
-Alex: Está bien... ¿Cuándo quieres hacerlo?
-Lena: Hoy mismo si es posible.
-Alex: ¿Hoy?
-Lena: Me refiero a que hoy te daría una muestra de... Bueno, ya sabes. – dije en voz baja.
-Alex: Está bien... Escucha, les mandaré un mensaje diciendo que vamos a comer fuera para que te distraigas un poco. Pasaremos por los laboratorios de Kara, e iremos a la clínica donde trabajo para empezar el proceso. En unos días, cuando esté todo listo, volveremos a quedar e implantaré algunos óvulos en tu útero.
-Lena: Bien...
-Alex: Sabes que Kara podría enfadarse, ¿verdad?
-Lena: Correré el riesgo.
-Alex: Entonces vamos.
Salimos del hospital y fuimos a los laboratorios. Dijimos al guardia de seguridad que veníamos a por algo que Kara nos había pedido. Como nos conocía a las dos, nos dejó entrar. Fuimos al despacho de Kara y Alex se acercó a una pared.
-Lena: ¿Qué haces? – pregunté, cuando la vi palpando.
-Alex: Era por aquí...
-Lena: ¿El qué?
-Alex: Esto... - dijo, presionando en una esquina de un azulejo. Una especie de puerta se abrió, dejando ver una especie de caja fuerte. – Es una cámara frigorífica. Kara los guarda ahí.
-Lena: ¿Sabes la combinación?
-Alex: Por supuesto. Es tu cumpleaños.. – dijo, pulsando varias teclas y haciendo que se abriera la cámara.
-Lena: ¿Cómo sabes que Kara tenía esto?
-Alex: Yo la acompañé a hacer la extracción. La hermana de una amiga se ocupó de ello. Ahora necesito algo donde transportarlos. Algo como... esto – dijo, cogiendo una especie de tubo metálico que había cerca – Esto los mantendrá en condiciones. Vámonos.
Salimos, evitando a Winn y Nia para que no hicieran preguntas. Aunque parecían bastante concentrados haciendo algo.
Después de los laboratorios, fuimos a la clínica donde Alex trabajaba y ella fue a guardar los óvulos de Kara en una cámara. Mientras, yo fui al baño con un botecito de plástico y me bajé los pantalones, empezando a masajear mi miembro con fuerza. Algunos minutos después, le di la muestra a Alex.
-Alex: Perfecto. Pediré que se pongan con ello ahora mismo.
-Lena: Gracias...
-Alex: Me debes una.
-Lena: Por supuesto.
El Catorce de octubre, justo una semana después, Alex me llamó para decirme que lo tenía todo listo y que fuese ese mismo día la clínica donde trabajaba.
Durante esa semana, Eliza y mis padres se ocupaban de Caleb, Kayla y Zor, que no se movía de al lado de la cama de Katie, esperando que volviera a casa. Kara iba a casa cada mañana para ocuparse de nuestros hijos encargarse de que no les faltasen biberones con leche. Por las noches se quedaba con Katie, y las tardes las pasaba entre los laboratorios Zor-el y el del hospital.
Conmigo la notaba algo distante. Cada vez que intentaba sacarle el tema del bebé, ella lo evitaba o terminaba la conversación diciendo que no era el momento.
Winn y Nia se ocupaban de los laboratorios, tal y como Kara les había encargado. Alex y Sarah nos ayudaban viniendo a quedarse con Katie de vez en cuando par que nosotras pudiéramos ir a comer, o ducharnos. Y Sam y Maggie estaban ayudándome a mí con L-Corp.
-Lena: Kara... Cielo, tengo que salir durante unas horas.
-Kara: ¿Ahora? Pero tengo que ir a casa. ¿Quién se quedará con Katie?
-Sarah: Yo. No te preocupes, te llamaré si hay algún cambio.
-Kara: Está bien. Si te vas, es porque debe ser importante.
-Lena: Lo es... Luego te veo – dije besándola.
Cuando llegué, Alex ya lo tenía todo listo. Así que el proceso fue rápido.
-Alex: Listo... Ahora te convendría tener unos días de descanso, Lena. Estar tranquila y no tratar de discutir con Kara. Sé que es difícil, que la situación de Katie no ayuda.
-Lena: Lo intentaré.
-Alex: Bien... Hemos implantado tres embriones. Espero que al menos uno se agarre bien fuerte ahí dentro y empiece a crecer pronto.
-Lena: Sí...
-Alex: En cuanto a Kara, no te preocupes. Ahora mismo está muy agobiada, Lena. No es que no quiera ese bebé. Pero ahora mismo sólo puede pensar en la cura de Katie. Sería mejor que de momento, no volvieras a sacar el tema. Cuando sepamos si ha funcionado, dentro de un par de semanas, según estén las cosas, tú decides si se lo dices o prefieres esperar.
-Lena: Lo sé... Pero está tan distante, Alex... ¿Y si empieza como la otra vez?
-Alex: No creo que lo haga. Kara ha cambiado mucho en estos meses. Vuestra familia, y tú, sois lo más importante para ella.
-Lena: Lo sé.
-Alex: En cuanto a la boda... ¿Qué tenéis pensado hacer? Necesitamos saberlo por si hay que cancelarlo todo. Ya sabes, el sitio, el banquete...
-Lena: Hablaré con Kara.
-Alex: Bien... Os veré más tarde. Quédate ahí un rato. Una enfermera vendrá a decirte cuando te puedes ir.
-Lena: Gracias, Alex... - dije cuando se iba.
Cuando salí de la clínica fui a comprar algunas cosas para Katie. Cuando llegué al hospital, Kara ya estaba allí.
-Kara: Hola amor... - dijo, acariciando el pelo de Katie. Parecía agotada, pero no parecía dispuesta a dejar de buscar una solución para Katie. El tiempo se nos acababa, aunque Cat nos hubiese conseguido un poco más. Si Katie seguía empeorando, no sabíamos si podríamos pasar las navidades con ella.
-Lena: Hola... Has vuelto pronto.
-Kara: Sí... ¿Qué es eso?
-Lena: He comprado unos cuentos y un par de peluches para los pocos ratos que está despierta.- dije, sacándolos de las bolsas.
-Kara: Le van a encantar... - dijo sin apenas mirarme.
-Lena: Kara, tenemos que hablar...
-Kara: Lena, por favor. Sé que deseas ese bebé, amor, pero de verdad, ahora no puedo ayudarte con eso.
-Lena: No es sobre eso.
-Kara: ¿Entonces sobre qué?
-Lena: Sobre la boda.
-Kara: ¿Qué boda?
-Lena: La nuestra. La que íbamos a celebrar dentro de dos semanas y media.
-Kara: Mierda, la boda.... Lo olvidé por completo.
-Lena: Sí, yo también. Por suerte tu hermana, mis padres y los demás, no lo hicieron y siguieron adelante con la planificación. ¿Vamos a celebrarla?
-Kara: ¿Quieres celebrarla?
-Lena: No lo sé. Con Katie así...
-Kara: Esperemos un poco a ver qué pasa, ¿vale?
-Lena: Está bien... - dije acercándome y cogiendo la mano de Kara. Pensé que la apartaría, como había hecho durante estos días. Pero una de dos: O empezaba a pasársele el enfado, o estaba tan agotada que no tenía fuerzas ni para rechazarme. Esperaba que fuese lo primero. - ¿Por qué no te vas a dormir a casa un rato?
-Kara: No puedo irme... Winn llegará en diez minutos, tenemos que comprobar algo.
-Lena: Está bien. Pero prométeme que mañana descansarás, Kara. Si te pones enferma por el cansancio, no podrás ayudarla. Por favor, cariño...
-Kara: Depende de los resultados que obtengamos hoy.
-Lena: Kara...
-Kara: No puedo dejarlo ahora, Lena. No estando tan cerca, y con el tiempo en nuestra contra. – dijo levantándose y mirándome. Entonces me di cuenta de algo. Había estado llorando. Sus ojos estaban rojos e hinchados.
-Lena: Cariño... Ven aquí – dije abrazándola – Está bien, tranquila... Pero no quiero que te pase como la otra vez, que te obsesiones sólo con la cura. Kara, te necesito. Y Caleb y Kayla también. Te necesitamos. Llevamos una semana sin estar casi con nuestros hijos. Escúchame – dije, haciendo que me mirase, cogiendo su rostro entre mis manos. – Mañana, tú y yo nos iremos a casa con Caleb y Kayla. Estaremos con ellos todo el día.
-Kara: No...
-Lena: Yo tampoco quiero dejarla sola. Pero no estará sola. Tu madre estará con ella. Y mis padres. Y Alex, y Sarah... No le faltará gente para cuidarla. Pero necesito que pasemos un día con nuestros otros hijos Kara, juntas. ¿Vale?
-Kara: Sí... - susurró.
-Lena: ¿Me lo prometes?
-Kara: Te lo prometo...
-Lena: Bien... - dije abrazándola de nuevo. Las dos llorábamos, sin poder evitarlo.
En ese momento, escuchamos unos golpecitos en la puerta.
-Winn: Perdón... ¿Pasa algo, Katie está...?
-Lena: Está bien... Bueno, mejor dicho, está igual.
-Winn: Vale, me he asustado al veros así... - dijo, serio. Algo raro en él.
-Kara: Tengo que ir con Winn...
-Lena: Está bien. Ve. – dije, mirando cómo se marchaban de camino al laboratorio. Suspiré y me senté al lado de Katie, cogiendo su manita. – Mamá va a curarte, cielo, ya lo verás... Sólo aguanta un poco, ¿vale?
KARA
Me dirigía con Winn al laboratorio, cuando un montón de periodistas se nos echaron encima. La mayoría mostraban respeto, pero ya habíamos pillado a un par intentando sacar fotografías de Katie. Lena y yo les denunciamos, tanto a ellos como a las revistas para las que trabajaban, pero no debió importarles, porque ya estaban allí de nuevo.
-Winn: Apártense... - dijo, mientras nos abría paso.
-Periodista: Señora Luthor... ¿Van a permitirnos sacar una foto de su hija, o no?
-Kara: Ya está bien... - dije cruzándome de brazos y mirándoles - ¡¿En serio?!¡¿De verdad quieren sacar una maldita foto de una niña de cinco años que se muere?! ¡¿Es todo lo que les importa?!
-Periodista: Es la noticia del año... El que consiga esa foto, posiblemente gane el...
En ese momento, no pude contenerme y le di un puñetazo en la cara al tipo.
-Kara: ¿Eso es lo único que les interesa? ¿Un maldito premio? Pues que les quede claro. Nadie va a ganar nada a costa de mi familia, y mucho menos de mi hija, ¿está claro? Si alguien más quiere sacar una maldita foto, que lo diga ahora. Acabará como él... - dije, mientras me sujetaba la mano. Me dolía muchísimo. – Winn, llama a seguridad y que los saquen de aquí, a todos.
-Periodista: Pienso denunciarla... - dijo mirándome.
-Kara: Hágalo. Me importa una mierda... - dije, mirándole fijamente- Pero déjeme preguntarle algo. ¿Tiene hijos?
-Periodista: Sí. Dos niños.
-Kara: Bien. Ojala y nunca tenga que pasar por algo así. Ojala nunca tenga que verlos inmóviles en una cama de un hospital, muriéndose, sin poder hacer nada. Ojala nunca tenga que entender por lo que mi esposa y yo estamos pasando. Y si tuviera que pasar por algo así... Ojala y no aparezca un gilipollas empeñado en hacerle una foto a su hijo mientras lucha por seguir vivo... - dije alejándome.
-Winn: Kara... - dijo siguiéndome y abrazándome- Eh...
-Kara: No puedo más, Winn... - dije llorando – intento ser fuerte por Katie, por Lena... Pero no puedo más, estoy cansada, estoy... Estoy agotada. Cada día tenemos menos tiempo para encontrar esa maldita cura y...
-Winn: Vas a encontrarla, Kara. Estoy seguro de ello, y Nia, y toda la gente que trabaja para ti. Todos creemos en ti, y sabemos que vas a dar con la solución.
-Kara: Pero quizás sea tarde...
-Winn: No, no lo será. Vamos a... - dijo, cogiendo mis manos.
-Kara: ¡AU!
-Winn: ¿Te duele?
-Kara: Sí...
-Winn: Vamos a que te vean esto primero y luego te vas a casa. Yo me ocuparé. Le pediré a Nia que venga a ayudarme.
-Kara: No voy a irme a casa.
-Winn: Pero... Está bien. Eres una maldita cabezota, ¿lo sabías? – dijo sonriéndome – Anda, vamos a que te vean eso. Menudo derechazo. Espero no hacerte enfadar nunca...
-Kara: Cállate... – dije, riéndome, pero llorando aún.
-Winn: Sabes que le has roto la nariz, ¿verdad?
-Kara: Bien... Así dejará de meterla donde no le importa...
Después de que un médico viese mi mano y la escayolase, Winn y yo fuimos al laboratorio.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro