10-AMANTE ENLOQUECIDA
Mi mujercita me va a decir que soy blandita, lo sé. Y seguro que me regaña jajajaja.
Pero lo habéis pedido, y aquí lo teneis.
El saber qué pasa con Lena os ha hecho comentar más que nunca jajaja. Os tiene intrigadas.
No me hago responsable de posibles infartos, instintos homicidas, etc...
Eso sí, seguir comentando y votando y seréis recompensadas.
Pero hoy, al subiros doble capítulo, el precio a pagar por ello es....
NO HABRÁ NI UN CAPÍTULO MÁS HASTA EL DOMINGO O LUNES.
A sufrir
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LENA
-Mujer: ¡Lena! – dijo acercándose y besándome. Aunque me aparté lo más rápido que pude – Me alegro de verte, ¿cómo estás?
-Lena: Bien. Leslie, tenemos que hablar...
-Leslie: Por supuesto. Llevamos semanas sin vernos, te he echado de menos.
-Lena: Escucha, no...
-Leslie: No tendré que hacer más viajes hasta dentro de unos meses. Así que tenemos tiempo para lo que quieras, cielo... - dijo jugando con mi pelo.
-Lena: ¿En serio? Pensaba que te daba asco... Que mi apariencia te resultaba... ¿cómo era? Ah, sí, repugnante y asquerosa.
-Leslie: Bueno, la verdad es que al principio tu condición me resultó... extraña. Lo siento, no debí haberte rechazado aquella noche. Pero lo he pensado mejor, y sí que me gustaría divertirme un poco contigo y tu... "amiguito" de aquí abajo – dijo, tocando mi miembro por encima de la ropa.
-Lena: No, Leslie... - dije apartando su mano.- La verdad es que me alegro de que me rechazaras. Quiero a Kara. Las cosas vuelven a estar bien entre nosotras y Kara está embarazada.
-Leslie: ¿Me estás rechazando? – dijo, ofendida – Piénsatelo bien, Lena. ¿Sabes cuánto me pagarían si contase tu pequeño secretito a la prensa?
-Lena: Hazlo y te juro que te arruino la vida.
-Leslie: ¿Y si hablo con tu mujercita? Cuando le cuente que sé lo que escondes entre esas preciosas piernas, seguro que las cosas entre vosotras dejan de ir tan bien.
-Lena: Entre nosotras no pasó nada.
-Leslie: Pero tu mujer no lo sabe, ¿Verdad?
-Lena: Esto se acaba aquí. ¿Quieres dinero por tu silencio? Dime cuánto – dije, sacando la chequera.
-Leslie: No quiero dinero, Lena. Te quiero a ti. Y voy a tenerte, cueste lo que cueste, cariño.
-Lena: Por tu bien, espero que no – dije marchándome rápidamente.
Pasaron tres semanas. En ese tiempo Kara seguía intentando cambiar. Llevaba a Katie al colegio y volvía a casa para seguir con sus investigaciones antes de ir a recogerla. Incluso se reunía en casa con Maggie, que además de ser la mejor amiga de Alex y Kara, era la abogada que había contratado para los laboratorios y que le estaba llevando todo el asunto del juicio que tenían pendiente con los laboratorios Lord, el cual estaba programado para La primera semana de Marzo.
Era diez de febrero y Kara ya estaba de doce semanas. Ese día tenía la primera ecografía con Lucy Lane, la nueva doctora que había contratado para el hospital. Por lo visto, la mejor.
Después de dejar a Katie en el colegio, nos dirigimos hacia el hospital.
-Lena: ¿Estás bien? – dije, abrazando a Kara en la parte trasera del coche.
-Kara: Sí...
-Lena: ¿Nerviosa?
-Kara: Un poco, ¿y tú?
-Lena: Mucho... - dije sonriéndola.
La miré. Kara solía tener algunos dolores de cabeza, aparte de los mareos, los vómitos... Llevaba un par de días diciendo que se sentía algo débil. Y me preocupaba. Debía estarlo cuando ni siquiera había pisado el laboratorio y no había querido recibir a Maggie.
Cuando llegamos al hospital, nos sentamos en la sala de espera. Lucy estaba atendiendo a una paciente y tenía otra fuera esperando. Decidimos sentarnos y esperar nuestro turno. Puede que fuese la dueña del hospital, pero tampoco quería aprovecharme de ello si no había necesidad.
-Lucy: Señoras Luthor... - dijo cuando entramos – Un placer conocerlas al fin.
-Lena: Igualmente. La directora Grant me habló muy bien de usted.
-Lucy: Debió hacerlo. Por lo visto, me dijo que estaba dispuesta a pagar lo que fuera por tenerme entre sus empleados.
-Lena: Me gusta tener lo mejor de lo mejor.
-Lucy: Estoy segura... - dijo sonriéndome – Supongo entonces que usted es Lena Luthor.
-Lena: Así es. Y esta es mi esposa, Kara.
-Lucy: Encantada... - dijo.
-Kara: Igualmente...
-Lucy: Bueno... - dijo mirando los papeles que tenía en la mano y luego a Kara- Vamos a ver a ese bebé. Túmbese y levántese la camiseta.
-Kara: Sí...
La ayudé a tumbarse y a levantarse la ropa, dejando su vientre al descubierto.
-Lucy: Por lo que veo, ya tienen una hija, así que ya sabe cómo funciona esto. El gel estará algo frío – dijo, echándolo sobre el vientre de Kara y empezando a mover luego el pequeño aparatito que mandaría las imágenes al monitor. Cogí la mano de Kara y la sonreí. – Veamos... ¿Escuchan eso?
-Kara: ¿Es su corazón? – preguntó, emocionada , mirándome - ¿Lo oyes, amor?
-Lena: Sí, pero suena algo... raro. ¿va todo bien?
-Lucy: No suena raro... Lo que están oyendo no es un latido, son dos.
-Lena: ¿Dos...?
-Lucy: Sí, ahí, ¿lo ven? Son dos bebés.
-Kara: ¡¿Dos bebés?! Oh, dios.
-Lena: Kara, cielo – dije sonriéndola.
-Kara: Parece que a este paso si cumpliré la promesa que le hice a tu madre.
-Lena: Eso parece... - dije besándola - ¿Cómo están, están bien?
-Lucy: Perfectamente. Le mandaré algunas vitaminas y hierro. –dijo, mirando a Kara.
-Kara: ¿Es normal?
-Lucy: Muy normal, sí. ¿Le preocupa algo, señora Luthor? – dijo, tendiéndole un poco de papel a Kara – Puede limpiarse y levantarse.
-Lena: últimamente está muy cansada. Con dolores de cabeza, muchas náuseas. Con nuestra primera hija apenas tuvo síntomas. Aparte de cogerle asco a algunas comidas y un par de antojos...
-Lucy: Bueno, todos los embarazos son distintos. Además, esta vez son dos bebés, es normal que se sienta más cansada. Les sacaré un DVD con la ecografía y un par de imágenes para que puedan enseñarlas a sus familiares.
-Kara: Podemos hacerlo en la cena de esta noche...
-Lena: Me parece bien...
-Lucy: También puedo deciros la fecha de parto aproximada. Lo suyo sería que diera a luz a finales de agosto, señora Luthor. Pero teniendo en cuenta que son dos, podrían adelantarse. Tal vez para primeros de agosto. De todas formas, llevaré un control exhaustivo.
-Kara: Agosto... Vale. Un mes antes que Katie, amor.
Después de hablar un rato con la doctora, que estuvo explicándonos varias cosas sobre los cuidados que debía tener Kara, los síntomas que tendría, y demás, volvimos al coche.
Por el camino, tuvimos que esquivar a varios periodistas, que se habían enterado de que estábamos en el hospital. Tuve que mentir diciendo que habíamos ido a una revisión para asegurarnos de que Kara se estaba recuperando bien de las heridas sufridas en su accidente de hacía unas semanas. Eso pareció bastarles.
Hacía un par de semanas que habíamos planeado una cena con toda la familia para darles la noticia ese mismo día, tras confirmar que todo estaba bien. Teníamos que hacer un par de paradas para comprar algunas cosas antes de ir a casa.
-Kara: Dios mío, amor, dos... ¿cómo lo vamos a hacer? – preguntó Kara, apoyando su cabeza en mi hombro y cogiendo mi mano.
-Lena: Nos apañaremos...
-Kara: ¿Tú crees...? Tu trabajo, Katie, la investigación...
-Lena: Ya escuchaste a la doctora. Debes tomártelo con calma, Kara.
-Kara: Lo sé, pero... Dentro de tres semanas es el juicio y...
-Lena: Para eso tienes a Maggie y el resto de abogados de la empresa.
-Kara: Sí. Por cierto, la invité a la cena de esta noche. No te importa, ¿verdad?
-Lena: No, claro que no... Es una de tus mejores amigas, Kara.
-Kara: En realidad, es una de las mejores amigas de Alex. Aunque acabase siendo también mi amiga. ¿Por qué no invitas también a Sam? También es una de tus mejores amigas y hace mucho que no viene a casa. La tienes esclavizada, amor.
-Lena: ¿Cómo tú a Maggie? Estas semanas sólo ha estado en casa para hablar de trabajo.
-Kara: Somos lo peor... Tenemos a nuestras amigas explotadas. No sé cómo nos siguen aguantando.
En ese momento, el coche se detuvo.
-Lena: Dame un par de minutos, iré a por el vino y unas cervezas. ¿O prefieres venir?
-Kara: No, me quedo aquí.
-Lena: De acuerdo. No tardo.
Volví poco después con tres botellas de vino y doce cervezas que el chófer dejó en el maletero.
Entré en el coche y mi móvil empezó a sonar. Lo miré y colgué, volviendo a guardarlo.
-Kara: ¿Quién era?
-Lena: Alguien intentando venderme no sé qué seguro. Llevan llamando tres semanas. No te preocupes...
-Kara: La próxima vez deja que conteste yo...
-Lena: No será necesario. Con colgarles un par de veces, dejan de molestar el resto del día.
-Kara: Está bien...
Hicimos otra parada más para comprar lo que faltaba para la cena y fuimos a recoger a Katie al colegio.
Pasamos toda la tarde preparando las cosas para la cena y nos pusimos algo de ropa cómoda, pero formal. Era una cena con familiares y amigos. Pero tampoco queríamos parecer dos vagabundas en nuestra propia casa.
Las primeras en llegar fueron Alex y Sarah, con Ian y Laurel. Katie corrió a saludar a sus primos y a sus tías y los tres niños se fueron a jugar a un rincón.
-Alex: Por fin volvéis a hacer vida social. Lleváis unas semanas que no paráis. Si seguís así, os saldrán canas antes de tiempo.
-Kara: Hemos tenido mucho lío Alex. Ya sabes, el juicio contra Maxwell Lord, el montaje del laboratorio en casa, ir a las instalaciones a comprobar que todo estaba en orden y dejarlo todo listo para que Winn y Nia no tengan problemas...
-Sarah: Estoy de acuerdo en lo de las canas. Pareces cansada, Kara.
-Lena: ¿Queréis unas cervezas mientras vienen los demás? – dije, sacando un par de la nevera y tendiéndoselas.
-Alex: Esto me huele a chantaje para que no sigamos preguntando. Algo escondéis, estáis muy raras...
Los siguientes fueron Winn y Nia.
-Winn: Hemos traído vino y... tarta de chocolate.
-Kara: ¡Tarta de chocolate! Sois los mejores... - dijo abrazándolos.
Después apareció Eliza con unos bollos caseros que le encantaban a Kara.
-Eliza: Kara cielo, ¿estás bien?
-Alex: Es que no para. Parece que le hayan dado cuerda. Una cuerda que no se acaba nunca.
Lex fue el siguiente en llegar. Venía sólo. Bueno, le acompañaban unas cuantas cervezas y una botella de whisky.
-Lena: ¿Y papá y mamá?
-Lex: ¿Aún no han llegado? Vaya, creo que es la primera vez que llego antes que ellos a algún sitio. Tenía una reunión y me vine directo aquí cuando acabé.
Mis padres y Sam llegaron juntos.
-Sam: Mira a quién me encontré por el camino. – dijo, señalando a mis padres mientras me tendía una botella de vino blanco
-Lex: ¿Qué te he dicho de ir recogiendo las cosas que te encuentras por ahí, Sam? Cualquier día te van a morder o algo.
-Lillian: Sigue así, Alexander, y te coso la boca.
Maggie fue la última.
-Maggie: Lo siento, no funcionaba el agua caliente. He traído algo para el postre. Tarta de manzana.
-Lena: Genial. Antes de cenar, ¿por qué no jugamos un rato?
-Lillian: ¿Jugar, cielo?
-Winn: ¿Era una tarde de juegos? Porque no hemos traído ninguno.
-Lena: No, es por pasar el rato hasta que termine de hacerse la cena.
KARA
Lena y yo habíamos preparado un pequeño juego para dar la noticia del embarazo. Hicimos los equipos, que quedaron de la siguiente forma. Lena y yo, Lionel y Lillian, Alex y Sarah, mi madre y Lex, Winn y Nia, y por último, Sam y Maggie.
-Lillian: ¿Quieres un poco de vino, Kara?
-Kara: No, gracias. Yo... Beberé agua.
-Alex: ¿Agua? Vamos, ¿desde cuándo bebes agua? Tómate una cerveza con nosotros.
-Kara: Después del juego...
-Alex: Aburrida...
-Kara: Vamos a jugar al ahorcado. Lena, cielo, ¿escribes tú?
-Lena: Por supuesto... - dijo, dibujando varias rayitas en una pequeña pizarra que teníamos para anotar las puntuaciones y usarla para varios juegos.
-Kara: ¿Quién empieza?
-Nia: ¡Nosotros! La... B
-Kara: No... -dije, mientras Lena dibujaba la cabeza
-Winn: Empezamos bien.
-Kara: Siguiente...
-Sarah: La S.
-Kara: ¡SÍ!
"_ _ _ _S _ S_ _ _ _S _ _S _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _"
-Alex: ¡Bien! Así se hace, cielo – dijo besándola.
-Kara: Siguientes.
-Lex: La T
-Kara: No... Lena dibujó los ojos y la boca.
-Lex: Mierda...
-Kara: Siguientes
-Maggie: La L
-Lena: ¡Bien!
"_ _ _ _S _ S_ _ _ _S _ _S _ _ L _ _ _ _ _ L _ _"
Tras varios turnos, las cosas estaban así.
¡VA_ OS A SER DOS _AS EN LA_ _A _ILIA"
Era el turno de Lionel y Lillian y sólo les faltaba un pie para completar el muñeco.
-Lionel: Espera, creo que lo tengo...
-Lena: Pues dilo...
-Lionel: Quiero asegurarme, no quiero que me ahorquen. A ver... Una pregunta. ¿Esa frase es... tiene sentido, es cierta?
-Lena: Dila y lo sabremos...
-Lionel: Vamos a ser dos más en la familia.
-Kara: ¡Sí, acertaste!
Todos se nos quedaron mirando unos segundos, intentando encontrarle algún sentido a la frase.
-Winn: Esperad... ¿Vais a adoptar un gato? No, perdón, dos... dos gatos... O perros.
-Kara: No, Winn...
-Alex: Oh, Dios mío... - dijo mirándome - ¿Es en serio? ¿Esa frase es verdad?
-Lena: ¿A qué te refieres?
-Alex: ¡¿Kara está embarazada?!
-Kara: ¡Sí! – dije abrazando a Alex.
-Alex: Mierda, por eso estabas tan rara... Bueno, las dos lo estabais. ¡Felicidades!
-Eliza: Pero espera... Ahí dice que vamos a ser dos más. ¿Eso quiere decir que son dos bebés?
-Lena: Sí... Hoy fuimos a la primera ecografía y nos dieron la noticia.
-Sam: ¿Desde cuándo lo sabíais?
-Lena: Desde el accidente de Kara. Pero no quisimos decir nada hasta asegurarnos de que todo estaba bien.
-Eliza: ¿Katie ya lo sabe?
-Kara: Aún no. Se lo diremos este fin de semana.
Estuvimos celebrándolo durante un buen rato. Íbamos a sentarnos a cenar, cuando llamaron al timbre.
-Lex: Ya voy yo.. – dijo abriendo la puerta. Una mujer rubia entró rápidamente y se acercó a Lena, besándola.
-Leslie: ¡Lena, cielo! Vaya, no me esperaba esto... Has traído a toda tu familia para presentármela. Eres un encanto...
-Lena: Leslie, ¿qué...?
-Leslie: Como no cogías mis llamadas decidí pasarme a hacerte una visita y asegurarme de que seguías viva... - dijo besándola de nuevo.
-Kara: Perdona... - dije poniéndome entre ella y Lena - ¿Y tú eres...?
-Leslie: Soy Leslie Willis... Lena y yo estamos juntas.
-Kara: ¿Cómo...? – pregunté, mirando a Lena.
-Lena: No, no estamos juntas... Sólo somos... conocidas, pero entre ella y yo no hay nada, Kara.
-Kara: ¿Y por qué te ha besado así?
-Leslie: ¿Esta es Kara? ¿Esta es la bruja de tu mujer? Pues perdona, cielo, pero no sé qué le ves. Ella no merece a alguien tan hermosa como tú, no está a la altura.
-Kara: ¡¿Y tú sí?!
-Alex: Kara, cálmate... - dijo cogiéndome del brazo - ¿Se puede saber quién eres tú?
-Leslie: Ya lo he dicho... Lena, cariño, tu familia está medio sorda...
-Lena: Márchate de mi casa...
-Leslie: ¿Perdona? No, cielo, no voy a irme. He venido a por ti... y a por esto... - dijo, cogiendo el miembro de Lena con su mano, por encima de la ropa.
-Kara: ¿Sabes lo de...? –miré a Lena - ¿Os habéis acostado?
-Lena: No.
-Leslie: Aún no... Porque fui estúpida la primera vez. Pero estoy dispuesta a solucionar eso.
-Kara: ¿Aún no...?
-Leslie: Bueno, la primera vez que Lena se quedó desnuda frente a mí, me impresionó un poco y la rechacé. Pero ahora comprendo lo estúpida que fui...
-Kara: ¿Te desnudaste... frente a ella? ¿Ibas a... acostarte con ella?
-Lena: Kara, cariño.
-Kara: No... - dije apartándome antes de que Lena me tocase – Ibas a acostarte con ella, Lena... Si no te hubiese rechazado lo habrías hecho, ¿verdad...?
-Lena: Kara...
-Kara: ¡¿Verdad?!
-Lena: Es... posible... ¿Pero qué esperabas que hiciera? ¡Tú apenas estabas en casa, y cuando estabas, ni me tocabas! ¡No cruzábamos más de tres o cuatro palabras, Kara!
-Lillian: Lena, hija... ¿En qué pensabas?
-Lena: ¡Me sentía sola! ¡Sólo quería... alguien con quien hablar, y... la conocí a ella! ¡Al principio sólo eran pequeñas charlas para desahogarme, pero con el tiempo, creía que estaba sintiendo... algo y...!
-Kara: Oh, Dios... - dije apoyándome en Alex, mareada.
-Alex: Kara...
-Lena: Kara, cariño... ¿estás bien?
-Kara: No me llames así... - dije mirándola, sin poder contener las lágrimas – Puedo entender que te sintieras sola, incluso que buscases alguien con quien hablar. Puedo entender eso...
-Lena: Bien...
-Kara: ¡Pero no que estuvieras dispuesta a acostarte con ella, Lena! ¡A mí jamás se me habría ocurrido traicionarte así, ni siquiera cuando estabas mu...!- dije, callándome. Miré a la tal Leslie, que sonreía, pegándose a Lena – Fuera de mi casa...
-Leslie: ¿Cómo dices?
-Kara: ¡QUE TE LARGUES! – Rugí- ¡Si no quieres que te saque de aquí a patadas!
-Leslie: Hazlo... Y le contaré a todo el mundo el secretito de tu mujer...
-Lena: Kara, cálmate, por favor...
-Kara: ¡No quiero calmarme! – dije, agarrando a la tal Leslie de los pelos y tirando de ella hacia la puerta -¡Sal de mi casa ahora mismo, o te dejo calva, maldita zorra!
-Alex: Kara, para...
-Leslie: Esto no va a quedar así. Lena será mía... En todos los sentidos. Y no me importa si tengo que quitarte de en medio.
-Kara: ¿Es una amenaza?
-Leslie: Es una promesa... Y yo, al contrario que tú, sí las cumplo.
-Kara: ¡Largo! – grité, dándole con la puerta en las narices y apoyándome después en la puerta.
-Alex: Kara... - dijo, sujetándome antes de que me fuese al suelo.
-Eliza: Kara, cariño... -dijo, sujetándome también.
Vi que Lena se acercó y aparté la mirada.
-Lena: Kara, ¿qué te pasa?
-Kara: Hoy dormiré sola, Lena.
-Lena: ¿Cómo?
-Kara: Puedes dormir en el sofá, o con esa... - dije, mirando hacia la puerta – Pero no conmigo. No en nuestra cama.
-Nia: Está pálida...
-Kara: Estoy mareada... Necesito tumbarme...
-Lex: Ya la llevo yo a la cama – dijo, cogiéndome en brazos. Me dejó sobre la cama y me acurruqué, llorando de nuevo. Sentí a mi madre sentarse a mi lado, en silencio. Cerré los ojos, intentando dormir un poco. Pero no podía. Escuchaba a Lena gritar en el salón, discutiendo con sus padres y con Alex.
-Kara: ¿Puedes traerme un poco de agua, mamá?
-Eliza: Claro, cariño...
La escuché salir y poco después, escuché cerrarse el seguro de la puerta.
-Kara: ¿Esto también era necesario? – Dije, al sentir a alguien acercarse – Yo nunca la engañé con nadie.
-Cat: No, no lo hiciste. Pero tú la empujaste a esto, Kara. Tú la hiciste llegar a este punto.
-Kara: Entonces quizás es que no me quiere lo suficiente.
-Cat: ¿Eso crees?
-Kara: Entiendo que se sintiera sola y buscara compañía para desahogarse. Pero acostarse con ella...
-Cat: No puedes culparla.
-Kara: Yo también me sentí sola cuando la perdí. Y no me acosté con nadie.
-Cat: Ella te ha perdonado muchos errores, Kara. ¿No puedes perdonarle tú uno?
-Kara: Esto no es un error, es una traición...
-Cat: ¿Entonces... el error fue traerte aquí para que la tuvieras de nuevo?
-Kara: ¿Qué...? No... ¿No irás a...? No, por favor... Ella debe seguir viva.
-Cat: ¿Estás segura?
-Kara: Estoy intentando corregir mis errores. Ella no debe pagar otra vez por mi culpa...
-Cat: ¿Acaso no estás haciéndole pagar por algo que provocaste tú?
-Kara: ¡Yo no la obligué a acostarse con otra!
-Cat: Viene tu madre. Depende de ti, Kara. Piensa bien lo que harás y las consecuencias que tu decisión podría traer – dijo desapareciendo. El seguro volvió a abrirse y mi madre entró.
-Eliza: Toma, cielo...
-Kara: Gracias... - dije bebiendo – Ve a cenar con los demás. Se estropeará la comida.
-Eliza: Nadie está comiendo. Y yo no voy a dejarte sola.
-Kara: Pero quiero estar sola, mamá. Quiero dormir.
-Eliza: Entonces me quedaré hasta que te duermas... - dijo, acariciando mi pelo.
Seguía escuchando gritos fuera. Alex seguía discutiendo con Lena.
-Kara: ¿Puedes pedirles que se vayan y acostar a Katie antes de irte tú?
-Eliza: Lo haré... - dijo con suavidad.
Me dormí poco después, llorando aún.
Algo después sentí que Lena se tumbaba a mi lado y me abrazaba. Abrí los ojos y miré el reloj. Las cuatro y cuarto de la mañana. Aparté el brazo de Lena y me separé un poco.
-Lena: Kara... Vamos a hablar...
-Kara: Te dije que no vinieras aquí.
-Lena: También es mi cuarto, Kara.
-Kara: De acuerdo... - dije sentándome en la cama – Entonces me iré yo.
-Lena: Por favor, escúchame.
-Kara: No tengo ganas de discutir ahora Lena. Es muy tarde, y no me encuentro bien.
-Lena: ¿Cómo que no te...? ¿Qué te pasa? ¿Te duele algo? – preguntó, preocupada.
-Kara: Sí. El corazón. Me lo has hecho pedazos, Lena. Ahora, por favor, vete.
-Lena: Kara...
-Kara: ¡No quiero escucharte, no quiero verte, no quiero nada, Lena! Así que vete, o me voy yo.
-Lena: No dejaré que duermas en el sofá en tu estado. Ya me voy... - dijo saliendo.
LENA
Me dirigí al salón y me senté en el sofá, en silencio.
Cuando esa tarde vi a Leslie aparecer por la puerta, no podía creérmelo. Era cierto que las últimas semanas no dejaba de mandarme mensajes al ver que no contestaba sus llamadas. Amenazaba con presentarse en casa y contarle todo a Kara. Pero no pensaba que fuera capaz.
El rostro de Kara al ver a Leslie besándome reflejaba dolor, y angustia. Incluso me pareció escuchar el momento exacto en el que el corazón de Kara se rompió en pedazos. Lo peor de todo fue cuando Leslie insinuó que quise acostarme con ella. Sí, es cierto, lo intenté. También es cierto que esa noche había bebido demasiado y que al llegar a casa, me sentí aliviada de que Leslie me rechazara.
Y Kara tenía razón, puede que ella hubiera cometido muchos errores, pero nunca me engañó con nadie. Nunca buscó a otra persona. Me sentía realmente mal. Ahora mismo tenía ganas de vomitar, sólo de recordar cómo besé a Leslie, cómo me desnudé ante ella, exponiendo mi mayor secreto. Ese secreto que sólo mi familia y la de Kara conocían.
Dos días después, Kara seguía sin hablarme. Seguía ocupándose de Katie, de sus investigaciones... Pero conmigo estaba fría y distante. No me dejaba tocarla y sólo me respondía cuando le hablaba de algo relacionado con nuestra hija.
-Katie: ¿Mamá está fadada contigo? – preguntó.
-Lena: Sí, cielo.
-Katie: ¿Por qué?
-Lena: Porque mami le ha hecho daño.
-Katie: ¿La has pisado?
-Lena: No, no la he pisado.
-Katie: ¿Le has dado con una pelota en el ojo?
-Lena: No, tampoco es eso...
-Katie: ¿Entonces?
-Lena: Mami le ha roto el corazón... - dije, mirando a Kara con tristeza mientras ella preparaba algo de comer. Katie me miró durante algunos segundos.
-Katie: Pues arréglalo.
-Lena: No puedo.
-Katie: ¿Por qué?
-Lena: No sé cómo.
-Katie: Mmmm... yo sí... - dijo, marchándose y volviendo poco después con un rollo de celo y una barra de pegamento – Toma. ¿Con esto se puede?
-Lena: No, cielo, no creo que se pueda. Pero gracias. Ve a lavarte las manos, la comida estará enseguida.
-Katie: Sí...
Miré a Kara de nuevo. Quedaban dos días para San Valentín, pero tenía la impresión de que este año no lo celebraríamos, de nuevo. Y esta vez, no era culpa de Kara.
Comimos en silencio y Kara empezó a recoger la mesa.
-Lena: Descansa un poco, ya lo hago yo.
-Kara: No quiero que hagas nada. Ya has hecho bastante.
-Lena: Kara, por favor, sé que estás enfadada, pero...
-Kara: ¿Sabes qué? Sigue tú, voy a tumbarme un rato, estoy cansada.
-Lena: ¿Vas a seguir así mucho tiempo? Kara... ¡Kara! – dije, mirándola caminar hacia el cuarto. Suspiré y terminé de recoger la mesa. Me senté a leer un rato, pero no podía concentrarme. Tenía que hacer algo para que Kara me perdonase. Y sólo había una persona que podría ayudarme. Me levanté y fui al cuarto, cogiendo mi bolso y las llaves del coche.
-Kara: ¿Dónde vas?
-Lena: A dar un paseo.
-Kara: ¿Vas a verla?
-Lena: No, no voy a verla.
-Kara: ¿Si no vas a verla, puedes llevarte a Katie?
-Lena: Kara, no creo que... - la miré. No se había girado, me daba la espalda, mirando hacia la ventana- Está bien, me la llevaré.
Dejé las llaves del coche y fui a buscar a Katie. Le diría al chófer que nos llevase. No me gustaba dejar a Kara sola, pero tenía que hacer esto.
Quince minutos después, tenía a Katie cogida de la mano y estaba llamando a casa de Alex.
-Sarah: Lena...
-Lena: Hola... ¿Está Alex?
-Sarah: Sí, pasa.
-Katie: Hola tía Sarah...
-Sarah: Hola peque... - dijo, mientras cerraba la puerta.
-Katie: ¿Y los pimos?
-Sarah: Jugando en su cuarto, ve con ellos. Siéntate Lena, iré a buscar a Alex. ¿Pasa algo, Kara está bien?
-Lena: Sí, está... enfadada. Pero está bien.
-Sarah: Bien... - dijo alejándose.
-Alex: Lena... - dijo entrando.
-Lena: Alex, necesito tu ayuda.
-Alex: ¿Con qué?
-Lena: Con Kara. Lleva dos días sin hablarme, ni me mira...
-Alex: ¿Dónde está el problema? Me parece una reacción de lo más normal, teniendo en cuenta lo que hiciste. – dijo, cruzándose de brazos.
-Lena: Lo sé, pero... Si me dejase al menos explicarle lo que pasó...
-Alex: Déjame adivinar... ¿bebiste demasiado, esa es tu excusa? Inventa algo mejor, Lena. Eso ya está muy visto.
-Lena: Puede... Pero es la verdad. Sí, bebí demasiado, y cometí el mayor error de mi vida. Pero quiero arreglarlo, Alex. Por favor... - supliqué, casi llorando.
-Alex: Te ayudaré, pero antes haré una cosa.
-Lena: ¿El qué? –dije, sintiendo de pronto una fuerte patada entre mis piernas, que hizo que me doblase de dolor - ¡Joder, Alex!
-Alex: Espero que eso te sirva para pensártelo dos veces antes de volver a intentar meter eso en otro agujero que no sea el de mi hermana.
-Lena: Tranquila... Que no... volverá a... pasar... Dios... - dije, dejándome caer al suelo – Creo que... después de esto... No tendréis más sobrinos...
-Alex: Por tu bien espero que sí. - Me ayudó a levantarme y a sentarme en el sofá. Alex se sentó cerca de mí. Sarah entraba en el salón en ese momento – Sarah, cielo, ¿puedes traer un poco de hielo para Lena?
-Sarah: ¿Hielo? – preguntó, mirándonos - ¿Qué ha pasado? Alex, ¿Qué le has hecho?
-Lena: Sólo me ha recordado que me casé con su hermana. Y por extensión, también con ella. Si una no me castiga, lo hará la otra.
-Alex: Justo eso...
-Sarah: Pero mira que eres bruta... - dijo, abriendo la nevera y trayéndome hielo envuelto en un trapo – Toma.
-Lena: Gracias... Joder, qué gusto.
-Sarah: ¿Puedo dejaros solas o acabareis matándoos la una a la otra?
-Alex: Quédate cielo, a lo mejor puedes ayudarnos. Kara está muy enfadada y ni la mira. Lena quiere disculparse. Pero debe ser una disculpa a lo grande. Es lo mínimo que se merece Kara.
-Sarah: Ya, bueno... - dijo sentándose – Faltan dos días para San Valentín.
-Alex: Sí, ¿y?
-Sarah: Bueno, ¿qué tal... una escapada las dos solas a algún sitio?
-Lena: Kara no querrá venir.
-Alex: Si se lo pides tú, quizás no. Pero si yo la llevo...
-Lena: ¿Alguna idea?
-Alex: Puede... Sarah, ¿recuerdas la cabaña del bosque en la que estuvimos hace unos años?
-Sarah: ¿La que acabó comprando mi hermana y alquilando a parejas los fines de semana? Sí... Allí hicimos a Laurel. Como para olvidarla.
-Alex: Ya... ¿podrías preguntarle a tu hermana si está libre? Y si no lo está, seguro que Lena no tiene problema en pagarle el doble, o el triple para pasar San Valentín allí con Kara.
-Sarah: Iré a llamarla. – dijo levantándose y saliendo
-Lena: ¿Una cabaña en el bosque?
-Alex: Es una maravilla. Tenéis un pequeño lago para bañaros y todo muy cerca de la cabaña. Pones algunas velas, un ambiente romántico, algo de música, y seguro que Kara te acaba perdonando. Y un buen regalo. Uno caro.
-Sarah: Listo – dijo volviendo poco después. – La cabaña es vuestra durante dos días.
-Alex: Perfecto. Mañana iremos a prepararlo todo y...
-Lena: No sé si es buena idea que yo... Kara ya no se fía cuando salgo de casa. Piensa que voy a encontrarme con Leslie y... Por eso hace que me lleve a Katie. Sabe que no iría a verla si estoy con ella.
-Sarah: Nosotras lo prepararemos todo.
-Alex: Y el lunes, a primera hora, recogeré a Kara con cualquier excusa y me la llevaré. Y no os preocupéis por Katie. Se quedará con nosotras.
-Lena: Gracias Alex, Sarah... No sabéis cómo os lo agradezco. En cuanto a Katie, se la dejaré a mis padres. También les gusta tenerla de vez en cuando.
-Sarah: Claro, sin problema.
-Alex: La única forma de agradecérnoslo es no volviendo a lastimar a Kara. Mi hermana ha cometido muchos errores, Lena, no te lo niego. Y la regañé por ello, lo sabes. Pero nunca te engañó con otra persona. Kara te quiere demasiado. Eres toda su vida. Acabará perdonándote, porque te quiere con locura, eso lo tengo claro. Pero no la culpes si se vuelve desconfiada.
-Lena: No lo haré... Me voy, no quiero que esté sola demasiado tiempo. ¡Katie, cariño, vamos!
Cuando Katie vino, me despedí de Alex y Sarah y volvimos a casa. Aunque antes hicimos una parada para comprar helados.
Entramos en casa y Kara estaba sentada en el salón, revisando algunos papeles. Tenía los ojos rojos, lo que me indicó que había estado llorando. Mi corazón se partió en millones de pedacitos al verla. No soportaba verla así. Se suponía que debía estar feliz, disfrutando del embarazo, de nuestros bebés. No deshecha en lágrimas por mi culpa.
-Katie: Hemos visto a las tías... Y tenemos helado.
-Kara: Muy bien, cielo, pero nada de helado hasta después de cenar.
-Katie: Sólo un poco..
-Kara: No, que luego no tendrás hambre.
-Katie: Mami... ¿un poquito? ¿Sí?
Estaba a punto de decir que sí cuando Kara me miró. Su mirada era tan fría, que me dejó congelada en el sitio.
-Lena: Luego, cielo, obedece a mamá... Venga, vamos a bañarte.
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