—Quiero pedirte algo Zack... —comentó Rachel sin verlo, escondiendo su mirada.

El tono en que dijo sus palabras fue suficiente para preocupar a Zack, y si... ¿si de nuevo le pedía que la matara? Quien terminaría matándose esta vez sería él. Intentando afrontar todo lo de minutos atrás la miró mientras acariciaba su cabello... Si sus pensamientos realmente eran reales, quería siquiera disfrutar de los últimos momentos que de verdad la pasó estupendo con Rachel.

—Nunca me abandones...

Las palabras de Ray hicieron a Zack sonreír, lo sorprendió tanto que su corazón latía rápido en respuesta de ello... Estaba feliz, era la máxima felicidad que había alcanzado volviéndola a ver. Abrazó a Rachel aún más, ella correspondió el momento era claro los dos sabían muy bien lo que deseaban pero a Zack le daba miedo confesarlo, tenía miedo de que algo malo le pudiera suceder a Rachel, pero aún así la seguridad estaba ahí, estaba seguro de que podría cuidarla se sentía capaz... Sin necesidad de que sucediera el mismo estúpido juramento sobre la muerte de Rachel.

“Si no puedes con algo, tómalo de la mano e invitalo a tomarse un café.”
En este caso Zack simplemente dejaría un juramento ahí, algo que permaneciera mutuamente para los dos, sin necesidad de que alguno tenga que alejarse del otro, esta vez sería un juramento donde se quedaran juntos, complementándose uno con el otro, ayudándose mutuamente y aceptándose. Tal cual son.

—Lo juro —las palabras de Zack sonaron tan tranquilas que Ray sintió una calma inmensa, como si un peso se le hubiese quitado de encima. —Lo prometo.

Con la afinación de Zack el mundo de Rachel se vino para arriba, una gran sonrisa apareció en el rostro de ella mientras se lanzaba a llorar a cantaros sin querer soltar a Zack, él por la acción de ella, la abrazó, le dio un gran abrazo que hizo que su llanto incrementara realmente necesitaba a alguien como él, un apoyo moral no alguien que tratara de cambiar su pensar. Desde el momento en que le contó lo que sucedió con sus padres y las cosas horrendas que hizo la reacción de Zack fue simplemente el final para que ella comenzara a soñar un mundo con él y no es sólo eso, si no que... Zack ya lo había soñado.

Las palabras no eran suficientes para describir las emociones de los dos, faltaban, sobraban... Simplemente buscando y buscando nunca se podría hallar como describir lo que los dos sentían.

—Gracias Zack...

Cuando volvieron a la realidad escucharon como seguía lloviendo afuera, se levantaron de la cama cada uno sentándose en un extremo mientras se veían.

—Salgamos a dar un paseo —insistió Zack mientras Ray lo miraba.

—Está lloviendo... —murmuró. —Hagámoslo.

Zack se paró de la cama y se puso las botas, Ray imitó su acción y los dos salieron tanto de la habitación como del hotel. La lluvia no era para nada fuerte, de hecho hasta se disfrutaba estar bajo ella, Ray agarrada de la mano de Zack comenzó a caminar junto a él observando el lugar.

—Zack —él volteó a verla. —Te quiero.

Zack soltó una pequeña risa y acomodó un mechon de cabello detrás de la oreja de Rachel, todo era tan perfecto que realmente parecía un sueño un gran sueño.

—Yo te quiero aún más —sin dudar Zack atrajo a Ray empujándola desde sus hombros hasta él.

Estar junto a ella era estar en total tranquilidad.

—Tanto que hasta sería capaz de dar mi vida por ti.

Ray miró a Zack inconscientemente, la sonrisa que él tenía en su cara le sorprendió demasiado pero aún más sus palabras, sonrió escondiendo su cara por su expresión; se había sonrojado.

Caminaron durante un rato fue tiempo suficiente como para que la lluvia se quitara y el sol comenzara a salir. Se detuvieron en un lugar, los dos se sentaron.

—Tan solo mírala —habló alguien al lado de Zack y él volteó con rapidez, Rachel parecía no darse cuenta.

—¿Quién carajos eres tú? —cuestionó Zack frunciendo el ceño.

—No hace falta que te preocupes por el tiempo —aquel tipo sonrió. —Al terminar esto vendrá algo mejor.

Cuando Zack iba a responder, Ray lo llamó así que volteó a verla.

—Estabas como perdido... —mencionó Ray mientras lo miraba directamente a los ojos.

Él vio de reojo el lugar donde se encontraba el tipo, realmente comenzaba a volverse loco más de lo que ya se encontraba, comenzaba a pasar un mal rato realmente.

—Me distraje con alguien —respondió mirando de vuelta a Rachel quien sólo asintió con la cabeza.

—¿Deberíamos ir a comer algo? —preguntó Ray mientras se levantaba haciendo que Zack la mirara atento.

—Está bien —respondió mientras se paraba.

Rachel comenzó a caminar, Zack se acercó a ella y tomó su mano mientras sonreía la confianza que se tenían era demasiada por lo cual hacer eso ya no importaba tanto como antes, cuando Ray miraba a Zack como un verdadero desconocido.
Zack vio al tipo con el que había estado intercambiando un par de palabras últimamente, iba demasiado cerca de ellos pero era casi irreal, Rachel no notaba su presencia o le importaba siquiera.

No sabía si lo ignoraba para que no molestara o de verdad no era capaz de notar su presencia.

Cuando llegaron al lugar donde iban a comer, Zack le pidió a Ray que se sentara mientras pedía la comida, ella obedeció.

Cuando estaba pagando un mal presentimiento apareció en su cabeza, comenzaba a sentirse mal sin saber la razón de porqué. Cuando se dirigía al lugar donde se supone estaba Rachel, no había nadie.

Salió con total velocidad para comenzar a buscarla, no parecía estar por ningún lado. Caminó y caminó, la comida ahora estaba fría de tanto buscar y por las pequeñas gotas que caían.

Hasta que la vio con ese tipo, el tipo que tanto le había estado hablando, frunció el ceño y corrió hacia ellos sólo para darse cuenta de que estaban más lejos que cerca. Rachel caminó en dirección opuesta mientras que el tipo se dirigía hacia donde estaba Zack.

—Sé que te preocupas por ella —habló antes de que Zack pudiese darle un golpe. —Yo también lo hago, pero tu tiempo aquí ya terminó.

La sonrisa tan tranquila de ese tipo inquietaba a Zack, negó.

—¿A qué carajos te refieres? —preguntó enojado.

—A que ya hiciste mucho —dijo mientras tocaba su hombro y se alejaba lentamente.

Ray apareció frente a él, y le dio un beso en la mejilla, para después irse. A Zack le dio un dolor de cabeza horrible, era fatal.

—¿Zack?, Zack...