3.-
Zack caminó durante un tiempo, tenía que pensar perfectamente como idear un plan o algo por el estilo para ganarse la confianza de Rachel. Ahora mismo quería volver en el tiempo por haber aceptado ver a Danny, definitivamente todo iba a ir mal.
Pasó frente a una tienda de ropa y un hombre con traje se le acercó.
—¿Disculpe? —Zack volteó. —¿Usted es Zack?
—Sí —y respondió frunciendo el ceño.
—¡Perfecto! Un hombre pagó para que le entregáramos esta ropa y esta mochila —el hombre tenía la mochila en la mano, se la dio a Zack.
—¿Quién fue? —preguntó Zack confundido.
—Desconozco la persona que pidió que hicieramos esto —confesó. —Pase un excelente día.
Zack se fue de ahí sin decir nada, metió la ropa en la mochila y suspiró.
«No sé que demonios estará sucediendo pero espero que todo sea un sueño...» Pensó mientras se colgaba la mochila en el hombro.
Volvió a la misma banca donde había dormido, se sentó y abrió la mochila iba a revisar más tranquilo.
Sacó la ropa, y al final había una bolsa con dinero, un papelito como la vez anterior y una identificación oficial.
Ignoró el papel y sacó el dinero.
—¡Genial! —exclamó al ver la cantidad —¿Quién demonios me daría esto a mí?
La curiosidad le ganó y sacó el papel, no parecía tener tantas palabras pero lo único que pudo reconocer fue el nombre de Rachel.
Lo guardó nuevamente y cerró la mochila revisando la ropa, era una sudadera lo más parecida a la que usaba, un par de playeras y tres pantalones, se fijó en el precio. Frunció el ceño al verlo.
Lo guardó por igual (exceptuando el dinero), y se fue de ahí.
Por lo menos ahora tenía dinero para rentar una habitación de hotel.
Buscó por un tiempo un hotel que no quedara tan lejos de la cafetería donde veía a Rachel, encontró algo que era cercano a la cafetería, pero sólo eso. Entró y se dirigió a donde la recepcionista.
—Hola —saludó —quiero rentar una habitación.
—Hola, buenas tardes —saludó ella con una sonrisa —¿cuál es su nombre?
—Zack. —Respondió y la recepcionista se puso a buscar en una libreta.
—Señor aquí usted ya tiene una reservación en una suite, sólo necesito su identificación para comprobarlo.
«¿Todo eso ya estaba planeado...?» Zack buscó entre la mochila y en una bolsa estaba una identificación, frunció el ceño, el maldito sueño que estaba teniendo era una total locura.
Le entregó la identificación a la recepcionista y ella asintió mientras la revisaba, le dio su llave.
—Si sigue un poco más a la derecha, estará alguien para llevarlo a su suite, disfrute su estancia aquí.
Zack siguió, inspeccionaba el hotel, ¿quién demonios pagaría tanto por él? Primero sucede lo de Rachel, después lo del tipo del papel, la mochila y la ropa y ¿ahora lo de la suite? Zack casi vez estaba más convencido de que simplemente estaba teniendo un sueño a que estuviera viviendo en una realidad paralela o algo por el estilo, cada vez parecía más irreal.
Cuando llegó al lugar que la mujer le indicó un hombre lo llevó hasta su habitación.
Entró con su llave y después cerró, la razón por la cual Zack quería una habitación pequeña era porque estando solo se sentiría realmente fatal.
—Se ve como un buen lugar —caminó y aventó la mochila a un sillón.
Fue hacia la cocina y buscó entre la alacena no había comida, suspiró. Al parecer Zack tendría que comprarla.
Fue hacia el baño y vio que estaba todo muy bien, salió de ahí para ir a su habitación. Se recostó un momento sobre la cama y cerró los ojos.
¿En los sueños puedes dormir?...
Pensó mientras se levantaba de golpe al recordar como el día siguiente había dormido en la calle, se levantó y observo que en la cocina había cuchillos y agarró uno haciendo un corte en el dedo. Le salió sangre, el dejó el cuchillo.
—¿No estoy soñando? —se preguntó al ver como la sangre salía de su dedo, suspiró.
Se quitó el abrigo, la camisa que llevaba desde hace ya unos días que estaba manchada de sangre y se comenzó a quitar las vendas de la cara, se iba a dar un baño para pensar con claridad todo esto que estaba sucediendo.
—Lo único bueno de todo esto es Ray —dio un suspiro mientras tiraba las vendas por ahí.
La noche Zack la había pasado estupendo, la cama no era una fría y dura banca de un parque y había mantas calientitas para que se tapara.
Se paró de la cama y agarró la mochila de al lado, sacó ropa nueva y se cambió. Se sentó en la cama dando un suspiro.
—Creo que iré ahora mismo allá —dijo mientras se levantaba y guardaba nuevamente todo en la mochila.
Agarró el abrigo que traía anteriormente y buscó entre el, encontró su foto de Rachel.
Zack y Ray estaban comiendo un helado, los dos felices... La sonrisa que ella tenía en ese momento era inolvidable, absolutamente hermosa.
A pesar de que Zack puede verla nuevamente no era lo mismo que cuando tenían una relación estable y los dos eran felices.
Zack negó guardando la foto en la bolsa de su sudadera, podía ser fuerte y aguantar una silla electrica y una gran herida en el estómago... Se podría decir que el amor es el arma más dolorosa que se pudo haber creado. Zack era débil emocionalmente más cuando se trataba de Rachel, Ray era su apoyo.
Recordó el papel que había en la mochila y también lo guardó, se llevó la llave de la suite y salió de ahí, seguido del hotel.
Caminó y se detuvo en un lugar donde habían muchas televisiones pasando las noticias, escuchó un poco para saber la hora y... la fecha. Si bien sospechaba un poco de que no era un sueño ahora estaba seguro.
Siguió cuando escuchó la hora, eran las doce; medio día. Había dormido tan bien en la noche que se le fue el tiempo pero por lo menos no se pasó.
Cuando llegó vio a Rachel sentada, fue corriendo.
—Hola Zack —saludó ella mirándolo.
—Hola Ray —le devolvió el saludo.
—Me costó mucho... Pero el doctor Danny dijo que si podía recibirte —Rachel comenzó a caminar y Zack la siguió.
—¿Me llevarás con él?
—Sí.
Zack suspiró, no de alivio, no de felicidad ni mucho menos estaba molesto; suspiró al pensar lo difícil que iba a ser dirigirse a él sin querer matarlo por todas las cosas que había hecho anteriormente.
—¿Puedo pedirte que leas algo de nuevo? —preguntó mientras sacaba el papel.
—Claro, ¿no has pensando en aprender a leer? —preguntó ella mirándolo mientras aceptaba el papel.
Zack se quedó callado. Te maté antes de que pudieras enseñarme... Pensó, y negó.
—Entiendo... Te ayudé con un par de cosas, lo necesitabas... Ahora es tu turno de ayudar a Rachel. —Leyó ella. —¿Por qué dice mi nombre?
—No tengo ni la más mínima idea —dijo mientras cerraba los ojos y se tocaba la nuca.
Cuando abrió los ojos reaccionó con rapidez, Ray por no estar atenta en el camino casi la atropella un auto si no hubiese sido porque la jaló haciéndose que quedara pegada a su pecho.
—¿Estás bien?... —preguntó Zack con miedo, no quería desperdiciar la segunda oportunidad que tenía.
Rachel no respondió nada, ni siquiera lo vio... Ray se quedó un par de segundos pegaba al pecho de Zack, lo rodeó suavemente con sus brazos.
—¿Quién eres?... —preguntó ella mientras escondía su cara —tengo un recuerdo confuso de ti pidiéndome que no dejara que me mataras...
Zack la miró y abrazó, pero ella se separó rápidamente.
—Creo que tenemos que ir rápido —Zack asintió.
—Ten cuidado.
Rachel comenzó a caminar sin responderle a Zack.
El camino a Danny fue realmente incómodo, después de esa situación ninguno de los dos dijo nada. Rachel simplemente le hablaba a Zack para indicarle bien por donde debía ir.
Cuando estaba frente a la puerta, Ray tocó y cuando dijieron "pasa" Zack la siguió.
—Hola chicos —saludó Danny con una sonrisa mirándolos a los dos.
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