Zack se levantó de la banca en la que había dormido parecía un completo vagabundo. A juzgar por la oscuridad pudo darse cuenta de que era temprano, que amanecería pronto.
Comenzó a caminar, aún estaba cerca de la iglesia donde antes por si las dudas.... Pero tenía que pensar que demonios haría con Rachel, parecía no recordar a nadie del edificio (exceptuando a Danny que lo había conocido antes).

—Señor... —escuchó como lo llamaron y el volteó frunciendo el ceño —un hombre me dio esto para usted...

Le dio un papelito el cual Zack aceptó, cuando lo abrió quería golpear en ese mismo instante al tipo que se lo entregó.

—¡No sé leer carajo! —gritó mientras arrugaba el papel, suspiró e intento calmarse, lo guardó en una bolsa del abrigo —¿quién te lo dio?

Le preguntó al pobre tipo que estaba junto a él, aquel hombre prácticamente temblaba de miedo ante el grito de furia por parte de Zack mucho menos se atrevía a hablar.

—N-no lo sé... No pude verle la cara, sólo me dijo que viniera a este lugar y que buscara a alguien con vendas... —respondió el mientras retrocedía un par de pasos —Con tu permiso me retiro.

Zack se dio la vuelta y volvió a sacar el papel, con él en la mano comenzó a caminar. Debía encontrar a Rachel.

Caminó durante un largo rato para esperar a que amaneciera más, para después volver a la iglesia y investigar por los alrededores esperando encontrarla. Vio a una chica de baja estatura, rubia, estaba sentada en una banca al lado de un poste. Se acercó y se sentó al lado, se dio cuenta de que era ella y sonrió de alivio... No tardó tanto como esperaba.

—Hola —saludó Zack mirándola, Rachel volteó a verlo.

—¿Me acosas?

—¡No! —respondió inmediatamente negando muchas veces.

—Hola entonces... ¿Zack? —él asintió. —No te ves muy bien.

—Ah... ¿en serio? Juraba que estaba perfectamente —dijo el sarcástico.

Rachel sólo dejó de mirarlo, él suspiró. Recordó el papel que tenía en la mano derecha, miró a Ray pensando si debía de pedirle que se lo leyese.

—Oye Ray... —Ella volvió a voltear.

—¿Ray?

—Llevo llamándote así desde ayer, ugh sólo ignora la forma en la que te llamo y ya.

—Está bien, ¿qué necesitas?

—Soy analfabeta, quiero que leas algo por mí.

Rachel miró la expresión tranquila de Zack, como la miraba y la forma en que lo hacia. De alguna u otra forma sentía algo en su corazón, no sabía que era pero ahí estaba, lo sentía.
Zack al darse cuenta de lo sumida que Ray estaba en sus pensamientos pasó su mano en frente de la cara de ella mientras le hablaba.

—Lo siento... —dijo volviendo en si —¿qué quieres que lea?

Zack le dio el papel que antes había arrugado, ella lo miró confundida pero aún así lo abrió.

—Lo primero que debes hacer es que te tenga confianza —comenzó a leer. —No dejes que se vuelva una pecadora, ayudala.

Zack frunció el ceño al escuchar las palabras que Rachel leyó, le costó un poco pero al final entendió que se trataba de Ray de quien hablaba ese papel, sólo que... ¿Cómo haría eso?
¡La confianza y el amor que le había tenido antes era porque ella le pidió que la matara!, ¿Qué debía hacer Zack?... ¿Pedirle a Rachel que lo ame de nuevo?

—¿Quién te entregó esto? —dijo ella mientras le devolvía el papelito.

—Un hombre... —dijo mientras lo volvía a guardar. —¿Ya desayunaste?

—No.

—Vamos, te invitaré algo —Zack se paró mientras miraba a Rachel con una sonrisa.

Ray frunció el ceño, se tocó la cabeza ya que le había dado dolor cuando un "recuerdo" apareció en su mente.
Era cuando estaban en el elavador, Zack y Rachel se encontraban hablando sobre el disparo que le dio ella a Cathy... Y cuando Zack sonrió causándole a ella también una leve sonrisa.
Rachel se paró sin aceptar la mano de Zack, de verdad no entendía que era lo que le sucedía cuando estaba a su lado.

—No creo que sea correcto —respondió.

—Si no comes bien, te enfermaras —Zack recordó las palabras que ella solía decirle cuando no comía o cuando comía cereal con soda.

Rachel no pudo negarse, Zack insistía mucho. Hasta a él se sorprendía la inmensa cantidad de paciencia que tenía en ese momento.
Los dos comenzaron a caminar hacia la cafetería donde Zack la había acompañado el día anterior, entraron.

—Ten pide lo que quieras —dijo mientras le daba dinero, ella lo aceptó.

—¿Y tú?

—No quiero nada.

Rachel no dijo nada más y Zack se fue a sentar a una mesa cerca del mostrador, mientras seguía pensando en las palabras escritas en el papel.
¿Cómo se gana la confianza de alguien? Zack era pésimo para ese tipo de cosas por más que pensara no se le ocurría nada.

Unos pocos minutos después Rachel se sentó junto a él con dos cafés y dos donas.

—¿Qué es eso?

—Uno es para ti —dijo mientras movía un café, más cerca de Zack.

—¡Era para que te compraras algo bueno tú!

—Agradezco que fuera para eso, pero me sentiría culpable si no comieras nada por mi culpa —dijo mientras colocaba el cambio de la comida frente a Zack.

Zack río, el tiempo que había pasado antes con ella era suficiente para saber que Rachel solía hacer lo que quería como las cosas por su cuenta o no hacerle caso a los demás.

—¿De qué te ríes? —preguntó ella mientras lo miraba.

—Estoy de buen humor —sonrió mientras agarraba el café y le metía el popote.

Rachel sonrió, pero de pronto le dio una impresión como si ese justo momento ya lo hubiese vivido... Tuvo un déjà vu. Zack la vio sorprendido, pero después río.

—Deberías sonreír más.

Rachel volteó rápidamente la cara hacia otro lado, se había avergonzado.
«¿A esto se refería?...» Se preguntó Zack al volver a sentir un poco esa sensación de felicidad, bueno... Después de todo le encantaba estar junto a Ray.

Pero seguía sin saber como ganarse su confianza y por más que hubiese hecho sonreír a Rachel eso no significaba que tuviera su confianza.
Tragó saliva cuando se le ocurrió algo, no sabía precisamente si debería de decirlo porque era una mentira y a Zack no le gustan las mentiras.

—Rachel —ella volteó a verlo cuando le dio un mordisco a la dona. —Danny... ¿dónde se encuentra?

—¿Quieres hablar con él? —dijo al pasar la comida que tenía en la boca —puedo hablar con él para que te reciba y buscarte aquí mañana en la tarde.

—¿En serio?

Zack se sentía aliviado de no haber tenido que mentir, mordió su dona mientras asentía gracias.

—¿Pero qué es lo que tienes?

—Quisiera saber como ganarme la confianza de una persona... —murmuró.

Zack dio un leve vistazo a la cara de Rachel, principalmente sus ojos... Ya no estaban tan oscuros como en la mañana cuando la vio sentada en esa banca, se dio cuenta de que tenía una expresión de confusión pero no se notaba mucho.

Los dos terminaron de comer, salieron del lugar y Rachel volteó a ver a Zack.

—Entonces te veo mañana, tengo que irme ya... Tengo terapia —cuando se iba a dar la vuelta Zack la detuvo.

—¿Por qué vas a terapia?

Fue estúpido de su parte hacer esa pregunta, ya sabía porque lo hacía.

—Vi como mataron a alguien... —murmuró Rachel desviando la mirada.

Zack frunció el ceño al darle un último vistazo a los ojos de Rachel, se habían oscurecido, todo por si estúpida pregunta. Ray se fue de ahí.
Zack se dio la vuelta y comenzó a caminar, cuando iba ya algo lejos se dio cuenta de que Rachel había dicho "en la tarde." Más nunca la hora de la tarde.

Suspiró, definitivamente tenía que estar temprano en esa cafetería.