Celos y diferencias
Naruto no daba crédito a lo que veían sus ojos. Ella... Él... Juntos, riendo, como si nada, como si fueran buenos amigos. La mirada de Naruto se llenó de odio y rencor, sus fosas nasales se ensancharon debido al elevado ritmo respiratorio que tenía él en ese momento, su ceño estaba fruncido y sólo tenía ganas de partirle la cabeza a ese albino. Si ya de por sí Naruto estaba molesto porque Hinata no le hablaba, ahora le surgía un nuevo problema: el descubrimiento de la nueva amistad de Hinata con Toneri.
El rubio no escondía el profundo desprecio que sentía por el Otsutsuki, ya que en su vida anterior hizo todo lo posible por separarlo de Hinata, y lo cierto es que estuvo a un paso de conseguirlo: estuvieron sin hablar más de una semana, y eso para un pareja tan bien avenida y tan consolidada, era una crisis monumental. Sólo con la ayuda de Sasuke, Sakura y Kiba, Naruto pudo desenmascarar a Toneri y volver al estado original de su relación con Hinata. Pero le costó horrores, y ahora estaba seguro de que le volvería a molestar.
— ¿Qué cojones hace Hinata hablando con ese desgraciado? — gritó Naruto a sus dos mejores amigos, que intentaron calmarlo.
— Tranquilo, Naruto, seguro que sólo son amigos. — dijo Sakura, intentando calmar al rubio. El éxito de esa intentona fue nulo, pues Naruto suponía que él iba detrás de ella.
— Una polla como una olla. — dijo Naruto notablemente enfurecido. — Ese tipejo va detrás de mi Hinata. Y ella se deja hacer por él.
— Para empezar, idiota, ella no es nada tuyo como para que le recrimines nada. Ella es libre de estar con quien quiera, y si no te ha elegido a ti, es porque algo no habrás hecho bien. — dijo Sasuke, con crudeza y frialdad. — Y segundo, ponerte celoso no es la solución, deberías luchar por ella limpiamente, con las armas de las que tú dispones. Si de verdad ella siente algo por ti, las acciones que realices no pasarán inadvertidas.
Naruto sabía que Sasuke tenía razón. No era nadie para exigirle nada a Hinata, incluso si fueran pareja, tampoco debía reclamarle. Ella era una mujer lo suficientemente madura como para saber con quién juntarse y con quién no hacerlo. Pero tampoco podía evitar sentirse mal al ver la complicidad que tenían Hinata y Toneri, esa que se tiene con un mejor amigo o... Naruto sacudió la cabeza al pensar en esa posibilidad. Si de algo estaba convencido era de que ella sentía cosas por él y que no estaría con otro. Decidió emprender un movimiento antes de que fuese tarde.
— Voy a hablar con ellos. – dijo Naruto, sorprendiendo a Sasuke y Sakura.
— No irás a montar una escenita de celos, ¿verdad? – preguntó Sakura, conociendo la respuesta de su mejor amigo.
— ¿Yo? No... Nunca, yo no estoy celoso. – dijo Naruto, como intento de convencerse a sí mismo de que aquello era cierto.
— Haré como que te creo... - susurró Sakura en voz baja mientras veía a Naruto acercarse a aquellos dos. Se alejó con Sasuke hacia la siguiente clase.
Naruto exhaló un fuerte suspiro. Iba a necesitar de todo el autocontrol que tuviera en su cuerpo para frenar las ganas de matar a Toneri que inundaban su cuerpo. Se acercó a Hinata por la espalda, siendo el peliblanco el único que podía verlo venir de frente.
— ¡Hola chicos! ¿Cómo estáis? – dijo Naruto, con un tono de amabilidad tan falso que no engañó a nadie.
Hinata se estremeció por completo al oír la voz de Naruto. Era la primera vez que se sentía así. Tenía miedo. Miedo de que Naruto malinterpretara la situación. Miedo de que él pensara mal de ella, que pensara que había jugado con él. Miedo a su reacción. Y lo peor de todo: sentía absoluto pánico y pavor a perderlo y a que no quisiera volver a saber nada de ella.
¿Estaba bien ser tan egoísta? Siendo ella quien lo había rechazado, no quería que él se alejara de ella. Hinata mintió descaradamente cuando dijo que estaba bien si él iba tras su verdadero amor. En su fuero interno, ella anhelaba que la hubiera perseguido para convencerla de que era ella y sólo ella a quien amaba. Pero no podía forzarlo, y si él encontraba la felicidad en otra persona, ella también sería feliz. O eso quería creer.
— Bien, aquí hablando con mi amiga. - dijo Toneri, sintiéndose superior a Naruto por compartir ese momento con ella. - ¿Y tú qué tal?
— Bueno, nada mal. – dijo Naruto, que no dejaba de mirar a Hinata. La peliazul seguía sin querer ver a Naruto, repitiéndose internamente la frase "si no lo veo no existe". – Oye, Hinata...
El llamado de Naruto sobresaltó a Hinata, que no quería encarar al rubio. Sabía que al Uzumaki no le caía bien Toneri, porque se lo había dicho en una salida que tuvieron juntos. Y el hecho de que estuviera hablando con él como si nada hacía pensar a Hinata que podía parecer culpable a ojos de Naruto.
— ¡Hinata! – Naruto zarandeó ligeramente a Hinata por sus hombros con el fin de captar su atención. Hinata se giró lentamente, mirando a Naruto con algo de miedo, sintiéndose cada vez más lívida.
— Hinata, ¿te encuentras bien? Estás muy pálida. – dijo Naruto, hincando una rodilla en el suelo para poder hacer contacto visual con Hinata. Pero ella parecía huir de él.
— Yo... tengo que irme. – Y dicho esto, Hinata salió corriendo del aula, con los ojos brillantes fruto de las lágrimas que estuvo a punto de derramar, fruto del sinfín de emociones que Naruto le hacía sentir.
Hinata buscaba desesperadamente la salida del edificio, sentía cómo una presión se acentuaba por la zona de su pecho, dificultándole la respiración y haciéndola hiperventilar ligeramente. Estaba sufriendo un ataque de pánico. Se dejó caer al suelo, mientras hiperventilaba.
Por suerte para ella, una persona conocida la vio salir corriendo del aula y fue tras ella la encontró a tiempo.
— ¿Hinata? ¿Estás bien? ¿Qué te pasa? – dijo el muchacho.
— Yo... No puedo más...
— ¡Cállate, por favor! – dijo el chico, muy preocupado por Hinata. — ¿Qué es lo que te pasa, Hinata? ¡Dímelo, por favor!
— Esto me hace daño... Kiba, ayúdame... No quiero perder a Naruto... Yo... Lo amo... - confesó Hinata, sorprendiendo a Kiba.
"Lo has conseguido, Naruto...", pensó Kiba al oír a Hinata decir sus sentimientos de forma tan clara. Se alegró por su mejor amiga, al fin había encontrado a alguien especial con quien estar. Pero en ese momento, no necesitaba que se alegraran por ella, necesitaba que le dijeran que todo saldría bien.
— No lo vas a perder, ese rubio tonto te quiere mucho, Hinata. Creo que deberías hablar con él sobre lo que sentís el uno por el otro. Cuando habléis, todo irá rodado.
Hinata se quedó paralizada. Shion también le había dicho que lo que Naruto sentía por ella iba más allá de una simple amistad o camaradería. Que lo que sentía era genuino y verdadero amor. Pero no podía ser. Aunque lo cierto es que ella nunca le dejó terminar de hablar, el cómo había empezado a hablar no auguraba nada positivo para ella y su corazón.
— ¿Lo dices en serio? – el rostro de Hinata se iluminó, sus ojos brillaron tras lo que Kiba le dijo, había recuperado la esperanza perdida.
Mientras tanto, Naruto y Toneri seguían estupefactos ante la reacción de Hinata. Era raro que la Hyuga reaccionara así, ella sería tímida e introvertida, pero era alguien que jamás salía corriendo como acababa de hacer ella. El silencio se hizo presente, no solo por la preocupación que sentían tanto Toneri como Naruto por Hinata, también influía el odio que rezumaba el rubio hacia el Otsutsuki.
— Uzumaki, ¿tienes idea de qué le pasa a Hinata? – dijo Toneri, preocupado por su amiga. El cómo Toneri se refirió a Hinata no le gustó absolutamente nada a Naruto, que se volvió hacia el Otsutsuki furioso. Arrinconó a Toneri contra la pared del aula y se dirigió a él.
— Escúchame bien, niño pijo. – dijo Naruto, con odio sin disimular. – Te lo voy a decir sólo una vez, y espero que entiendas mi mensaje. Esa chica que se acaba de ir corriendo es a quien yo amo. Y no pienso permitir que me separes de ella, ¿vale?
Toneri se quedó extrañado ante lo que le había dicho Naruto. ¿Separarlos? No tenía ni idea de qué hablaba. No negaría que Hinata le atraía, ni mucho menos. Pero no sentía más que eso: le atraía su personalidad y su habitual ánimo. Le gustaba como persona, sí, pero no sentía nada más hacia ella.
— ¿Separaros? No entiendo de qué me hablas. – dijo Toneri, manifestando su sorpresa ante las palabras de Naruto. — Yo solo soy un amigo de Hinata, quiero que ella esté bien.
— ¡No me trago ni una palabra tuya, vaso de leche! – dijo Naruto, que estaba comenzando a perder la paciencia ante el cinismo que Naruto detectaba en Toneri — Sé que vas detrás de ella. Ya me pasó en otra ocasión que un hijo de puta como tú casi hace que rompa con una novia que tuve. ¡No voy a permitir que me pase lo mismo de nuevo!
— Te interesa tenerme como aliado y no como enemigo, Naruto. – dijo Toneri intentando calmar a Naruto. — Mira, soy un buen amigo de Hinata, te puedo ayudar, en serio. No sé lo que te pasó en el pasado, pero no soy tu enemigo.
— ¿Te estás riendo de mí? – gritó Naruto desesperado, mientras apretaba con más fuerza a Toneri contra la pared.
— Me... Haces daño... – dijo Toneri, sintiendo cómo aumentaba la presión sobre su cuerpo, ejercida por Naruto.
— ¡Naruto! ¡Suelta a Toneri! – dijo una voz aguda que todos reconocieron.
En el rostro de Naruto se marcó el miedo. Se había dejado llevar por los celos y por sus miedos ocultos, aquellos que no podía contar a nadie, porque tenían relación con su vida pasada. La voz de Hinata hizo que Naruto girara lentamente. Vio a Hinata notablemente enfadada, ceño fruncido y labios apretados y formando una mueca de disgusto. De la impresión que le causó esa imagen soltó rápidamente a Toneri.
Hinata corrió rápidamente hacia Toneri, al que le costaba respirar. Naruto fue consciente en ese momento de que Hinata le había pillado en un momento muy delicado. No se arrepentía de lo que le había hecho a Toneri, pero había supuesto un enorme problema el haberlo hecho en público.
— ¿Qué narices...? ¿Por qué has atacado con esa rabia a Toneri? – espetó Hinata, decepcionada con Naruto.
Naruto recordó las discusiones que tuvo con Hinata por decir que Toneri intentaba meterse entre ellos. Le decepcionó que, en aquel entonces, no hubiese creído en él, en aquel que tanto decía amar. Ese fue el motivo que puso en jaque la relación entre ambos, y ahora estaba sintiendo eso mismo de nuevo.
— Yo... Es que...
— Naruto, no te entiendo. Toneri es un buen amigo y... - Hinata estaba decepcionada con el ataque de celos que había tenido Naruto.
Pero Naruto no estaba de humor para volver a vivir batallas ya disputadas. Quería dejarlo todo bien claro y desenmascarar a Toneri de una vez por todas.
— ¡Esta rata no puede ser tu amigo! – gritó furioso Naruto. — Te advierto que, mientras él esté pululando a tu alrededor, no vas a poder ser feliz. El desgraciado éste no parará hasta que estés con él.
— ¡No hables así de él!
— Hinata... No te preocupes. – dijo Toneri, que estaba sentado en el suelo, aún dolorido por la agresión de Naruto. — Seguro que Naruto tiene motivos para haberse puesto así. Creo que ha sido culpa mía...
Naruto cerró el puño de la rabia que estaba sintiendo en ese instante. Toneri se estaba haciendo la víctima de nuevo delante de Hinata, y estaba convencido de que Hinata sentiría compasión por él y culparía a Naruto.
— Toneri, no. Nada justifica que Naruto se haya puesto así. – dijo Hinata, con voz firme y clara.
Ahí estaba. A ojos de Hinata, él era el malo. Aunque la escena no le beneficiaba en nada, él lo hacía por protegerla. Y creía que Toneri estaba actuando de esa forma para conseguir que Hinata lo odiara y poder estar con ella. Y eso hacía que Naruto perdiera los papeles.
— ¿Por qué crees en él y no en mí, Hinata? ¿En algún momento te he fallado, te he mentido o me he equivocado? – dijo Naruto, que se entristecía conforme las palabras salían de su boca. Su autoconfianza se había minado por la desconfianza que tenía Hinata hacia él. — Todo lo que he hecho por ti, para protegerte y para ayudarte... ¿Es que no te dice nada?
— Yo... Yo... – Hinata se quedó muda. Naruto tenía razón: había hecho muchas cosas por ella como para que ella ni siquiera le diera un voto de confianza. Pero la imagen que había visto era demasiado evidente como para creer en él.
— ¿Sabes qué? Déjalo. – dijo Naruto, decepcionado. — Creo que es una pérdida de tiempo seguir adelante. Tú siempre creerás a otros antes que a mí. Y eso no va a cambiar, da igual lo que yo haga o diga.
Naruto dio media vuelta y salió del aula, dejando a una Hinata desconcertada y triste. Sabía lo que quería decir, y sabía que ese era su momento de hacer un movimiento por él. Era su momento de demostrarle lo que de verdad sentía.
— ¿A qué esperas, Hinata? ¡Ve tras él! – dijo Toneri, empujándola.
Hinata salió corriendo, pero Naruto se había esfumado de la escena como alma que lleva el diablo. Es como si, de repente, hubiera desaparecido, porque tampoco tardó tanto en salir detrás de Naruto.
En ese instante, pensó que tal vez iría a hablar con sus dos mejores amigos, que como todos sabían en ese instituto, eran Sasuke y Sakura. Fue al aula de ambos, pero por desgracia para ella, el profesor ya había llegado y no quería interrumpirles. Hinata dio media vuelta y volvió a su clase notablemente entristecida, era cierto que Naruto no había actuado bien, pero algo tenía que haber pasado para que, de repente, dijera eso.
Cuando vio a Toneri sentado y mirando por la ventana, decidió no hablar con Sasuke y Sakura preguntarle por lo que había pasado con Naruto. En ese momento, agradeció el que su profesor se hubiera puesto malo de repente, porque esa sería una conversación realmente importante. Se acercó a Toneri y, poniendo la mejor cara que su maltrecho estado de ánimo le permitía, encaró a su amigo.
— Toneri, ¿sabes por qué Naruto reaccionó así? — preguntó Hinata, preocupada por lo que había sucedido.
Toneri pudo ver en Hinata el rostro del temor más profundo por perder al rubio. Notó al instante el aprecio que le tenía a Naruto. Tal vez era algo más profundo. Y como él sólo quería lo mejor para Hinata, decidió ser sincero y decirle lo que le pasaba a él, aunque en su fuero interno creyera que esa no era tarea de él, sino de Naruto.
— Bueno, al parecer tuvo una mala experiencia en el pasado que puede justificar su reacción. — dijo Toneri, con calma. — Parece ser que él tuvo una novia en el pasado y hubo un amigo de por medio que malmetía y, al final, consiguió separarlos. Por eso igual cree que yo quiero hacer eso.
— Pero eso no justifica que él hiciera lo que te hizo...
— Hinata, un hombre enamorado es capaz de todo. Y uno celoso, más aún.
¿Naruto celoso? Eso no tenía sentido, no tenía motivos de peso más que sus temores infundados para estarlo. ¿Y Naruto enamorado? Tenía menos sentido aún, Naruto amaba a otra persona, y ella nunca se dejaría llevar por lo que otros dijeran.
— No, Naruto no me ama ni está celoso. — dijo Hinata, con firmeza.
— Sigue engañándote y creyendo eso, Hinata. Cuando todo esto te estalle en la cara, nadie te apoyará. Todos estarán del lado de Naruto, porque es él quien ha sufrido por ti. — dijo Toneri, con la misma contundencia y seguridad que hizo ella. — Si tan segura estás, ¿por qué no le preguntas a él directamente?
Hinata no sabía qué hacer. Realmente, todos decían lo mismo: que lo que Naruto sentía por ella iba más allá de un simple aprecio y cariño de amigos, que él la veía como algo más. Le hacía tanta ilusión que todos tuvieran razón y ella no que sopesó esa posibilidad. Pero no, era peor que todos la ilusionaran y luego darse de bruces con la realidad. Manteniendo un perfil bajo, sin esperar nada, le dolería menos cuando viera a Naruto feliz con su futura novia. Si se repetía eso una y otra vez, tal vez se lo terminaría creyendo.
A Hinata solo le quedaba por hacer una cosa: hablar con Sasuke, Sakura y, al final de todo, cuando tuviera los datos necesarios, con Naruto.
Un capítulo cortito para retomar esta historia, que llevaba más de un año parada. Tengo muchas ganas de seguir tras terminar "Un lazo eterno", porque este fue el primer long-fic que escribí, y había dejado esta historia totalmente abandonada.
Tenía el capítulo prácticamente escrito, pero me vino la inspiración y... Cuando te visita, tienes que aprovecharlo. Y de ahí el retraso, disculpas.
Como siempre, espero con ganas sus comentarios, aunque sé que va a ser complicado por el largo tiempo que ha pasado desde la última actualización. Pero la esperanza es lo último que se pierde... ;)
¡Saludos y nos vemos en el próximo!
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