Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Epiphany

Recuerdo que Yoongi era la única persona que caminaba por la torrencial lluvia de la cuidad como si no le importara que toda su vestimenta se mojara. Su cabello humedo cubría sus ojos y su abrigo estaba tan empapado que al verlo no dude mucho en cruzar la calle, siendo insultado por algunos autos por mi imprudencia, pero cumpliendo mi objetivo de llegar hasta él. Me ofreci a acompañarlo hasta su hogar, cubriéndolo de la fuerte lluvia e intentado mantener una conversación sutil para poder saber aunque sea su nombre. Cuando creí que me agradecería y terminaría con la conversación, se limitó a sonreirme y pedirme con un leve sonrojo mi número telefónico, dando inicio a la lección de vida más difícil, larga y cruel a la que me enfrente.

En un principio creia que habia encontrado al amor de mi vida, esa persona que te llena el alma de una felicidad tan única y hermosa que llegas a sentir que explotaras; sentia que ambos fuimos hechos para estar con el otro, era nuestro destino, nosotros debíamos estar juntos. De alguna retorcida manera llegue a creer que Yoongi y yo no podíamos, ni debíamos separarnos, en ningun sentido, todo porque lo consideraba mi persona ideal; era maravilloso ante mis ojos, estaba cegado de amor, solo podia asimilarlo a él en mi vida, lo volví el dueño de cada uno de mis pensamientos todo porque Yoongi se había metido tanto en mi, que lo habia tranformado en mi todo, lo idolatraba de forma agónica, anhelaba todo su tiempo para mi, moria por sus besos, su atención, cada segundo de el; lo queria de una forma tan retorcida que dolia.

Siempre me fue difícil entender por qué, mientras más pasaba el tiempo, las cosas más cambiaban, más se deterioraban; nuestros días de película, nuestras cenas juntos, nuestras conversaciones nocturnas, nuestra relación; cada una de ellas desgastadas, arruinadas y finalmente acabadas por completo

Lo más triste fue que lo que más me marcó, no fueron los momentos felices del inició, sino todas y cada una de las innumerables discusiones que teníamos, las que mostraban que nisiquiera mi dignidad importaba si Yoongi esta en medio, porque yo veía cada discusión como el inicio de nuestra ruptura, eran demasiado graves, algo que no podia permitir, que debia resolver de inmediato porque mi gran idiotez lo había ocasionado; y como era mi culpa, tenia la resposabilidad de arreglarlo, no importaba lo mucho que me demigrara, no importaba que tuviera que entregar mi cuerpo sin siquiera quererlo realmente, debía hacerlo todo por Yoongi, por tenerlo, porque lo amaba con locura, y sin él seria nada. Termine por ser un idiota, que amaba a otro idiota.

Poco a poco deje de preocuparme por mi, y pense en él, en su felicidad, en que podria hacer para lograr que todo volviera a ser como antes, necesitaba que nuestra felicidad volviera o todo mi mundo se derrumbaria frente a mi. Hice todo lo que me fue posible para adaptarme a Yoongi, para mostrarle que estaba dispuesto a todo por el, por nuestro futuro. Mi amor era tan retorcido que quemaba, me mataba.

Pense que todo mi esfuerzo había funcionado cuando me propuso matrimonio, creia que toda nuestra relación estaba salvada al ver ese pequeño anillo; fue un golpe muy duro para mi cuando semanas después Yoongi dió por terminado todo, y por más que me dió cientos de explicaciones razonables, no podia entender por qué; le pregunte que habia hecho mal, si ya había encontrado a alguien mejor, le rogue que se quedara conmigo, llore demasiado intentado apelar a su lastima, pero no funcionó. Perdí y dí todo de mi ese día para retenerlo y no sirvió de nada.

Lo último que ví fue cuando se quitó su anillo y lo dejó sobre una mesa para luego salir de nuestro roto hogar. Lo único que hice bien ese día, fue no seguirlo, por algúna razón decidí quedarme llorando, con la pequeña esperanza de que volvería tiempo después. Fue por eso que corrí casi tropezandome hasta la puerta principal cuando oí que la tocaban, notando que era Namjoon, quise decirle que no era un buen momento y que me dejara solo, pero él me abrazó y no pude evitar no llorar en su hombro por largas horas. Entendí que, sin Yoongi a mi lado, esa era la única forma de desahogar tal dolor, ese dolor que me consumía todo el pecho, que provocaba que me retorciera de agonía día tras día.

Los meses siguientes fueron dificiles, y por más que mis amigos intentaron pasar tiempo conmigo para animarme, nada servía; me sentia tan vacio, no había nada que me hiciera sentir pleno como lo hacía Yoongi, no podía dejar de pensar en él, lloraba a díario y me sentía tan abrumado. Llegue a pensar que yo era lo peor, habia dejado que la persona que amaba se alejara de mi, todo era mi culpa, todo yo era el causante de mi propio dolor; me autoconvencia de tal locura hasta creérmela, hasta aceptar que Yoongi se había alejado porque ya no era atractivo por los años, porque no era agradable, porque no cumplía bien con el sexo, porque era irritante, porque mi comida era horrible, porque no habia organizado bien sus discos; me convencí de que era lo peor que le había pasado al planeta, lo peor que le había pasado a Yoongi. Estaba tan mal.

Cuando llegue a considerar que la única forma de no sentir dolor era que dejar este insufrible mundo, Taehyung y Namjoon hicieron aparición y me obligaron a ir con una especialista. En las primeras sesiones solo iba a ese consultorio a llorar por mi horrible relación, a contar con detalle lo mucho que habia amado a Yoongi y todo lo que entregue por él para luego arruinarlo.

Todo cambió cuando la especialista dijó una simple oración que quebró algo adentro de mi. "No era amor Jin, era obsesión", mis músculos se tensaron, mi respiración se corto, y mi llanto cesó en ese momento.

Ame a Yoongi, pero me habia obsesionado con el, estaba cegado por el supuesto amor que sentia, estaba tan mal, y tarde tanto tiempo en entenderlo, en saber que me habia aferrado a algo destructivo, algo que me alejó de mi propia felicidad, una felicidad real, donde yo por fin sonreía, donde por fin podia ser yo, y no lo que le mostraba a Yoongi, una felicidad que solo podía obtener al quererme.

Las cosas cambiaron, yo era mejor, me levantaba cada mañana y me decia frente al espejo que no podía seguir sufriendo, que debía dejarlo ir, debía pensar en mi, yo lo era todo y siempre debí serlo. Estaba determinado a sentirme bien, me prepuse a encontrar el amor propio que siempre debí tener, el que me negué por años, el que yo me merecia por ser una persona increíble.

Taehyung y Namjoon me decían muy seguido lo bien que me veía con mi nuevo estilo, y también insistieron mucho en que debía cambiar el color de mi cabello, seguí cada consejo de mis fieles amigos y de la agradable especialista a quien veia cada semana; esa maravillosa mujer que comenzó a entrar en mi vida de una forma que nunca creí, para terminar siendo mi amable y hermosa prometida. Había encontrado a alguién que me hacía feliz, que me ayudó a reparar cada parte de mi dolido corazón y a superar mi pasado, para poder tener un futuro sano y radiante a su lado.

Yo era felíz, mi vida era perfecta, ya había pasado mucho tiempo desde la última vez que llore por él; y años desde que le rogue a Namjoon para que me hablara de su existencia. Entendí que Yoongi ya no era importante y que me había dado una gran oportunidad al dejarme. De forma muy difícil comprendí que el lo había hecho por nuestro bien, terminó con una relación tan tóxica que ahora, al recordarlo, queria agradecerle por los hermosos momentos que me hizó pasar al incio y por terminar todo al notar lo obsesivo que yo era. Sentia que estaría orgulloso de mi si me viera, porque estaba seguro de que el me quería y mucho. Logre aprender muchas cosas con su ayuda y estaba seguro de que era una mejor persona luego de esa experiencia.

Sí, queria verlo, pero solo lo habia pensado, no creí que lo veria a través de la gran ventana de esa cafetería, tampoco creia que nuestras miradas se cruzarían de tal forma y mucho menos esperaba que el entrara al lugar y se sentada en la misma mesa que yo, mostrandome su hermosa y real sonrisa, esa que hace años podía ponerme eufórico pero que ahora, tristemente, no me preovocaba nada.

💐

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro