[Han's pov]

—¡MinHo!—gritaba mientras entraba al salón a toda velocidad.
Ignore por completo la llega de la maestra Shin, quien a través de las desgastadas micas de sus gruesos lentes me miraba con desprecio.

Podía ver los cabellos negros y alborotados de MinHo al fondo del salón; su mirada fija en el teléfono no le permitía percatarse de mi presencia. Me senté en la butaca
de su derecha y lo miré con ojos expectantes y brillantes.
Mi mano pasaba suave frente a su cara, su atención seguía en su celular.

—Honnie, tierra llamando a Honnie—mi ceño se frunció y resoplé— Ayer le chupe el pe...

—¿Qué?—me miró desconcertado.

—¡Ajá! Así que te gusta el pene.

—¡No! ¿de qué hablas Sung?

—¡Es broma! vamos, ríete—tomé sus cachetes y los jale para simular una sonrisa— ¡Tan lindo!

—Mierda, cállate.

—Gruñón—rodeé los ojos y acerqué un poco más mi butaca a la de MinHo— ¿Y? ¿Qué hizo Mr. Gruñón el fin de semana?

Sin respuestas. Tal vez tenía algún novio o una aventura. Intenté visualizar la pantalla del aparato pero parecía misión imposible. Solo logré visualizar un poco notando que estaba en la app de Twitter.

—¿Qué ves?—intenté tomar el celular pero este se me fue arrebatado con brusquedad —¿Qué te pasa? Vamos, estabas viendo twitter, relájate, no es algo malo.

—Que metiche eres, Sung.

—Lo que digas—rodeé los ojos ante la indiferencia de MinHo— ¿Qué hiciste el fin de semana? Cancelaste nuestra ida al cine de imprevisto.

—Mi mamá se resfrió y tuve que cuidarla. Tenía la temperatura demasiado alta y algunos mareos.

—Oh. ¿Y ahora esta mejor?—SoYeon, la fabulosa madre de MinHo, al parecer, había enfermado.
SoYeon es como una segunda mamá. Ella cuidaba de mi cuando mis padres no podían recogerme en la escuela. Recuerdo que –a los 15 años de edad– junto a MinHo nos llevaba a casa y nos daba helado de vainilla mientras veíamos series en la televisión.

—Si, está tomando sus medicamentos. El doctor dice que pronto se recuperara.

Planeaba seguir la conversación, pero MinHo se veía tan poco interesado y la profesora Shin solo parloteaba sobre libros que no me interesaban.
Me sente correctamente y comencé a sacar mis cuadernos mientras la maestra comenzaba a escribir en la pizarra.

—Sung— susurró Lee.

—¿Mmh?— pronuncie mientras mordía mi lápiz y miraba el pizarrón con un interés fingido.

—¿Quieres ir por un helado? Tengo libre la siguiente hora. Es para compensar que no pude salir contigo.

—Seguro—anoté algunas cosas en mi libreta pero MinHo solo tocaba mi hombro con insistencia—¿qué quieres?

—¿Siquiera me estás escuchando?

—Shh. Estoy intentando poner atención—bromeé y le guiñé un ojo mientras mi amigo solo rodaba sus ojos.

Deje mi apunte a medio escribir y dibuje un horrible garabato sobre el papel.
MinHo es un terrible mentiroso; conozco perfectamente su rostro al mentir, la forma en la que sus ojos miran hacía abajo y se muerde el labio con insistencia. Él estaba mintiendo respecto a cuidar a su madre enferma, pero, ¿por qué?

¿Qué pasara por la cabecita de MinHo? ¿En qué se habrá ocupado y por qué lo oculta? No podía ser trabajo, o estudiar hasta tarde, aun faltaban algunos meses para los exámenes. Tal vez solo se estaba aburriendo de mi. Tenía sentido.
MinHo y yo somos amigos desde la secundaria. Nos hicimos buenos amigos desde el primer día de clases. Probablemente tantos años a mi lado y sin convivir con tantas personas haga que mi presencia comience a ser aburrida y repetitiva.

Sacudí la cabeza queriendo eliminar esos pensamientos, pero tal vez esa era la realidad. Y es que Lee ha estado saliendo con diferentes chicos, aunque no sabría decir si son sus nuevos amigos, pues nunca lo he visto en grupos de chicos o saliendo por segunda vez con la misma persona.
No puedo negar que Lee MinHo siempre ha sido un jugador y suele tener a sus "chicos de una noche" pero jamás pensé que los buscara en la facultad; la regla era simple: follar con un chico sexy de un bar e irte en la mañana antes de que despierte.

Odiaba ese lado de mi amigo, pero cuando lo veía poner sus ojos en algún chico de la barra o la pista de baile solo le daba un enorme trago a mi cerveza y me levantaba a bailar y a emborracharme con algún hombre que me coqueteara.

Me sorprendía que MinHo quisiera ligar en la facultad, pues atentaba con su regla. No tenía que decir explícitamente que jamás follaría a alguien que conozca, pero él no quería lidiar con algún niñato enamorado y que lo buscara para una segunda ronda. Y se arriesgaba a algo así en la escuela.

Ninguna teoría hacía sentido en mi cabeza. No me queda de otra que dejar pasar esta situación, pues probablemente Lee está aburrido de mi y no me lo dirá hasta que se harté.

¡Prepárate para el golpe JiSung!

────

La profesora Shin finalmente deja de hablar y da por terminada su clase, pero mientras guardo mis cosas noto que MinHo no esta en la banca al lado mío.
Mordí mi labio inferior y salí de ahí un poco confundido y triste por lo sucedido. De todas formas, buscaba a mi amigo con la mirada hasta que, para mi grata sorpresa, logró divisarlo en su casillero guardando unos libros.

Sonreí grande y caminé hacía él, pero cuando estaba a tan solo unos metros de él apareció Park SungHoon. Mi expresión cambió por una seria a una de indignación.

Park SungHoon, estudiante de segundo año en la facultad de ingeniería mecánica. Su característico lunar al lado de su nariz y su sonrisa cautivaba a todos, pero él solo tenía ojos para una persona, para mi MinHo.
¡No estoy celoso! MinHo no es mi novio, ni siquiera me gusta. Pero vamos, un chico como SungHoon (que solo sabe menearle el culo a mi mejor amigo y lanzarle guiños ridículos) hará que MinHo se aleje de mi ¡y yo llegué primero!

Podía ver como MinHo le daba esa sonrisa que conozco a la perfección. Me gusta llamarle "sonrisa de gato".

¡Diablos! MinHo solo hace esa sonrisa ladina y sexy (pero a la vez tan tierna, joder) a los chicos que conocía en los bares o fiestas a las que asistíamos. Así es como funciona su técnica, a la que, obvio, también le tengo un nombre: "La técnica Lee".

La técnica Lee es simple, rápida y muy eficaz. Los mira con su sonrisa de gato, los invita a bailar como excusa para refregar su pene en los traseros de aquellos chicos y así finalmente llevarlos a un baño o hasta a un hotel para darles una increíble follada (eso dicen los rumores, yo no he tenido la oportunidad de comprobar que tan buenas sean esas folladas.)

Y al parecer todo estaba funcionando acorde a la técnica Lee, pues SungHoon paso sus dedos por el pecho de MinHo recibiendo como respuesta un apretón en su cintura.
MinHo estaba coqueteando de forma tan descarada frente a todos ¡pero sobretodo, frente a mi!

MinHo sacó una pequeña caja negra de su mochila y se la dió con una sonrisa cómplice. Tal vez era joyería, pues la sonrisa de SungHoon era enorme y podía ver como sus ojos brillaban mientras decía "gracias" repetidas veces.

Quise intervenir, pero antes de poder dar un paso, MinHo y SungHoon salieron de mi vista, abrazados y riéndose de alguna estupidez

Solté un fuerte bufido y me fui de indignado, y un poco triste, a decir verdad, pues ahora entiendo que el sexo es más importante que mi amistad.

¿Soné muy pesimista? Da igual, al final del día mi cita será conmigo mismo y un enorme bote de helado de chocolate.

holiiii, le di altos cambios a la historia, espero les guste y no resulte una molestia :((
los quiero muak <3