Camino por la acera de la calle, mientras siento como mi piel se congela a causa de la nieve que cae lentamente desde el cielo. Observo los faroles mientras doy pasos cortos y por alguna razón me recuerda a la luna de aquella noche.

Me da tristeza, tal vez algo de alegría. Extiendo mi mano y veo caer copos de nieve en ella, escalofríos me dan cuando el copo toca la palma de mi mano y en ese instante los recuerdos vuelven a mí como una bomba...

-Yo llegando a la iglesia, el sacerdote hablando y luego como la cereza que le faltaba a la torta; veo a Josh entrando-.

Ojala hubiera tenido la opción de irme corriendo de ese lugar ese mismo día. Pero luego del beso, me quede tan impactada que no podía mover ni una molécula del cuerpo, sin duda, su llegada había sido inefable para mí.

Aaron y Josh se pelearon a golpes frenéticamente mientras yo lloraba como estúpida, sin saber qué hacer. En ese momento no se si lloraba por felicidad de ver a Josh después de unos largos años o simplemente lloraba por la rabia de haber vivido con una mentira en la realidad, sin siquiera saberlo. Estaba tan ajena de mis pensamientos que ni siquiera recuerdo quien o como me sacaron de aquel lugar. Me tomó de sorpresa la llegada de Josh, sin embargo, fue muy caótica y a pesar de todo sentía como si fuera una epifanía.

Cuento corto... Aaron me culpo que lo estaba engañando, incluso, me tuve que resistir todas sus palabras y quedarme callada. Nunca me daba el tiempo para explicarle bien las cosas; en consecuencia cada noche escuchaba nuevos insultos de Aaron hacia mí.

Cada día pensaba más en Josh y menos en él. Aaron algunos días era muy cariñoso y dulce, pero a los siguientes de estos, se volvía una bestia infernal. Una noche calcule y pensé en todo lo que me estaba pasando y por primera vez, abrí mis ojos y me di cuenta de la realidad...de mis sentimientos.

Por más que me haya costado decirlo esa vez, o siquiera pensarlo. Ya no tenía ningún afecto por Aaron. Inmediatamente al día siguiente de eso, recuerdo que me fui del departamento con lo justo y lo necesario. Por un año, me fui a vivir a otro lugar, por supuesto que estaba muy resentida por lo que paso y me costó salir adelante, es más, Ashley se vino a vivir conmigo, junto con mi hermano.

Un día, escuche a Drew hablar por teléfono y en esa ocasión me entere que Aaron se había ido a vivir a Canadá; con sus padres. La empresa que tenía en Londres, se la había dejado a Harry. Y desde ese momento no me he enterado de ninguna otra noticia de él.

Por parte de Josh, intentaba hablarme cada día; luego de un par de meses me harté de él y por esta razón fue ahí cuando tuvimos nuestra primera charla. Me explico todo lo que ocurrió y por qué hizo todo lo que había hecho. Me había quedado callada y sin más, mi única respuesta fue un abrazo mío hacia él.

Luego paso otro año más, mi relación con Josh había mejorado y ahora era tan especial; que decidimos entablar una relación seria. Habían pasado 2 años desde mi boda interrumpida y horrible. Para mi edad ya estaba lo bastante madura como para pensar bien en mis decisiones.

Al final, termine casándome con Josh. Tuvimos nuestra luna de miel en Punta cana; gracias a todos los chicos que nos ayudaron a pagar los boletos y hoteles. Después de otro año más de romance, alegrías y entre otras cosas, estuve en el hospital... ¿Adivinaron por qué? Había un dulce niño que se formaba en mi vientre cada día, estaba, estoy y estaré muy feliz por el momento que supe la notic...-Una voz juguetona me interrumpe mis recuerdos.

- ¡Mamá! -Un grito acogedor y dulce inunda mis odios.

Dejo las bolsas de la compra en el suelo para ver al pequeño Joseph bajarse de los brazos de su padre y correr hacia mí, mientras estiraba los brazos para que yo lo tomara.

- Te esperábamos con ansias -Josh habló con su voz ronca y su sonrisa atrevida, las cuales siempre me dejaban suspirando

- Y yo esperaba llegar lo más rápido posible para estar con ustedes, amor -Nos dimos un corto beso, luego de eso, Josh tomó las bolsas de compra con una mano, mientras que con la otra agarraba delicadamente de la mía. Por parte de Joseph, el me abrazaba del cuello para no caer, aun así cuando yo lo sostenía.

Mientras caminábamos hacia la entrada de la casa, miro hacia atrás y me digo mentalmente que

-esta historia nunca acabará- . Cuando ya estamos dentro, siento como el calor entra por mis poros, me siento cómoda.

Sin duda, Estoy en mi hogar.

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Hola, quiero avisar en adelanto que desde el 2do capitulo el narrador de la obra vendría siendo Joseph quien ya tendría 16, ya que pasan 12 años. (Kate 34 y Josh 35, para hacerse una pequeña idea de lo que están leyendo) Y si me demoro en subir capítulos, les pido la mayor de la paciencia que tienen en su interior, me alegra estar de vuelta ¡Que disfruten de la novela!