Escuchaba como Quentin, mi primo por parte de mi madre, tocaba las teclas del piano de la casa sin siquiera mirar de reojo. Me impresionaba a mí mismo cuando me di cuenta que era uno más de los espectadores que se acercaban al piano para ver como mi primo se sumergía en su burbuja de fantasía.

-Toca increíble –me susurro mi tío, orgulloso de las habilidades de su hijo de tan solo 10 años.

Eran las nueve y media de la noche y mis padres habían invitado a toda la familia, claro, dejando fuera a mis otros primos que viven en Canadá, era mucho viaje para una pequeña noticia.

Según mis padres, tenían algo muy importante que decirnos y el timbre de la casa no dejaba de sonar ni por un segundo.

-Joseph, ¿Puedes ir a abrir la puerta, por favor? –mamá se dio la vuelta con una copa de agua entre sus labios.

A lo cual yo le respondí con una sonrisa y un gesto educado

Caminé sin apuros por el pasillo de la casa mientras familiares me dirigían la palabra contentos de la invitación. Hace tiempo que no hacíamos esto, la última vez que la familia se juntó fue gracias al cumpleaños de Billy, mi abuelo ya muerto. Fue una gran pena su noticia, recuerdo despertarme a las cinco de la mañana para ir a clases con una sonrisa en la cara, ya que en aquel entonces tenía 14 y ese mismo día era mi cumpleaños, pensaba con fascinación ¡Ya soy mayor, un adolescente! Pero aquella sonrisa se esfumó cuando bajé las escaleras corriendo y encontré a mi madre en los brazos de papa llorando desconsoladamente frente a la puerta de entrada, donde yo me dirijo en estos momentos.

Abrí la puerta con una sonrisa desechando esos recuerdos.

-¿Eres un amigo de la familia? –fruncí el ceño al darme cuenta de la presencia de un chico más alto que yo con el cabello color azabache, nunca lo había visto

-Oh, perdón –soltó un bufido nervioso- Un gusto, soy Cameron...un amigo de Kate–me estrechó la mano a lo cual yo acepté

-Pasa –me hice a un lado para darle el espacio suficiente

-Traje un pastel de limón –me extendió el pastel con una bolsa encima

-El preferido de la familia- dije estupefacto por tal coincidencia. Creo que lo llevaré a mi cuarto y así podré comerlo solo, es mi preferido.

Ya en la sala de estar vi como todos saludaban a Cameron, feliz por su presencia, algunos lo señalaban diciendo que lo conocían de algún café, que era muy bueno y simpático en su trabajo y se merecía de todo, a lo cual Cameron solo respondía con una cara avergonzada, pero alegre por todos los halagos.

-¡Joseph! Ven aquí –mi madre alzó la mano con entusiasmo para hacer notar su presencia- ¿Te acuerdas del muchacho que te conté hace 2 meses?

-¿Es él? –reí, me había imaginado a alguien más adulto- Le salvaste el culo a mi madre con tu compañía, seguro se ponía a llorar luego de un rato

-Todo culpa de tu padre y sus sorpresas –reímos

-¿Por qué no mejor van los dos al cuarto y juegan videojuegos? Seguro se conocerán mejor –habló mi Papá

-Claro, ven –guie a Cameron por las escaleras hasta llegar a mi cuarto

Me senté en la cama por lo cansado que me dejaba subir las escaleras, estas semanas he notado que mi peso ha subido un poco, consecuencias de ser perezoso y comer como enfermo.

-¿Dónde vives? –me atreví a preguntar ya que ninguno de los dos hablaba

-Oh, un poco lejos de aquí, no soy bueno dando direcciones –se tocó la cabeza algo incómodo- ¿y tú?

Me lo quede mirando con una sonrisa terca, ¿acabo de escuchar lo que creo?

-¿Por qué me miras tanto? –se sentó en el puff rojo, frente mío

"Porque me acabas de preguntar dónde vivo cuando sabes que estamos en mi habitación"

-Porque me pareces atractivo –me pare de la cama mientras caminaba lento hacia su posición

-¿Disculpa? –tartamudeo- ¿Para esto me habías pedido que apagara las luces de tu cuarto? –se echaba hacia atrás incomodo por mi presencia, estábamos a una nariz de distancia, literal.

"No imbécil, fue para que la pantalla se viera mejor para cuando jugáramos videojuegos"

-¿Por qué te alejas? Sabes que algo te causa este momento –le coloqué una mano en la cintura y me acerque a su cuello, en donde pasaba mis labios lentamente. Lo escuché suspirar y hablar ronco y ese fue el timbre que me avisaba que la broma llegaba a su tope.

-Permiso –me fui hacia adelante dejando mi torso en su cara- ya falta poco –agarré por fin el control del videojuego que se situaba atrás de el- ya podemos jugar –me ubique en el puff verde

Miré hacia la derecha y me di cuenta que Cameron solo miraba a un punto inexistente de la habitación, sonrojado.

-¿Solo querías tomar el control?

-¿Y que más si no? –reí mientras tomaba un sorbo de la botella de agua que se situaba a mi lado. "El sería una perra pasiva a la perfección" pensé.

Antes de que el respondiera unos golpes se escucharon

-Pase –dije

-Es hora de la gran noticia –Mamá se encontraba en la puerta tocando sus manos nerviosamente a la vez que minúsculas lagrimas desbordaban sus ojos

Bajamos y todos se encontraban sentados en los sillones, menos los pequeños que se encontraban en el suelo comiendo galletas y hurgándose la nariz. Yo con Cameron nos quedamos en pie mientras que mi mamá intentaba no pisar las manos de los niños que estaban en el suelo.

-Bien, hemos invitado a todos porque, Kate...-miró a mi madre para que siguiera

-Vamos a tener un bebé luego de tantos medicamentos y problemas que tuve para tener otro, ya habíamos perdido las esperanzas, pero aquí estamos, esperando otro hijo –mamá comenzó a llorar mientras varios familiares aplaudían y se levantaban a felicitar a mis padres

¡Tendré un hermano o hermana! ¿Habré escuchado bien?

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Gracias por el apoyo que me han dado , ¡Un gran abrazo a todas y feliz año nuevo!