|1 mes atrás|

Narra Kate

Estaba sentada en la gélida cafetería "TremAp", esperando a que algún muchacho me atendiera, pero él tiempo que llevaba sentada en él sillón de cuero me avisaba que si no levantaba la mano para llamar la atención del camarero, mi paladar no probaría bocado de aquel pastel de fresa y crema que tanto miraba en él estante en donde se encontraban un sin fin de variedades de pasteles o queques.

Él sonido de la lluvia y la campana al golpear la puerta, avisando de que una persona desconocida había entrado en él caliente café, me ponían los pelos de punta.
Llevaba esperando hace media hora a Josh y, temía que no llegara.

Hoy cumplía otro año más de casados con Josh, a nosotros no nos gustaba celebrarlo en grande, solo él y yo en algún lugar cómodo, eso era de sobra para nosotros.

-Disculpa te he estado mirando hace algunos segundos, veo que llevas tiempo esperando -dijo mientras sacaba su libreta y lápiz- ¿Deseas algo para pedir?

-Aleluya, ¿Por qué se han demorado tanto? -me enderece y crucé los brazos

-Soy él único camarero por ahora, lo siento -se mordió él labio apenado- Por favor, no le reclames al jefe, estoy tapando a una compañera y yo estoy en práctica, necesito éste trabajo, mi madre está enferma y me faltan los recursos para cuidarla, si le dices me despedirá -hablaba tan rápido que a penas le pude entender lo que había dicho, se le notaba muy estresado.

-¿sabes? Por que mejor no te sientas conmigo y me acompañas a comer la tarta de frambusa, aquélla de allá -le apunté con una media sonrisa

-Puedo traerle con gusto la tarta pero no creo que el acompañarla sea él agrado del jefe

-¿Puedes mirar un segundo a tu al rededor? Las últimas personas que quedaban se han ido, estás libre

-Lo tendré en cuenta -y sin más se fue

Unos 3 minutos después, él mismo Joven me trajo mi tarta de frambuesa, acompañado con un capuchino.

-¿Y eso? -ladee la cabeza- no recuerdo haber pedido un Capuchino

-Lo invito yo -ante ver mi cara de horror se río- No te preocupes, no me tendrás que dar nada a cambio

-Entonces, con gusto lo aceptaré, ven sientate -extendí la mano indicándole él asiento del frente- De todos modos la persona que estaba esperando no vendrá -mire hacia él aparcamiento dándome cuenta de que ni una bicicleta se encontraba tirada en él suelo.

Lo volví a mirar y este se encontraba mirando mi tarta con lujuria.

-¿Quieres probar un bocado?

-¡Oh no! Sería muy irrespetuoso de mi parte

-Anda, toma, no hay problema -le acerqué él plato- así me ayudaras a no ganar rollitos de más

-Me sentiría culpable...

Habían pasado 2 horas desde que estaba en él pequeño café, al final Cameron, si ese era su nombre, se término comiendo mi tarta quedándome solo con mi capuchino.
En éste poco rato nos habíamos contado la vida entera, era muy inusual y simpático.
Cameron tenía 17 y estaba en último año de preparatoria, él chico luchaba con él cáncer de su madre, a pesar de tener pocos recursos , él era muy sonriente.
El y ella vivían solos en un par de cuadras por la calle sur y después de clases siempre venía a hacer turnos hasta él final del día para esperar la mísera paga que le daban, según él, eso era suficiente para mantener a Katherine, su madre.

-Me a encantado charlar contigo Kate, pero ya es tiempo de cerrar -se levanto tomando los platos vacíos

-Puedo decir lo mismo, ¿Quieres que te pegue un aventon a tu casa?

-Eso sería muy amable de tu parte, pero me voy a demorar, tengo que hacer él aseo del lugar -fruncio él ceño- Creo que se avecina una gran tormenta -miramos hacia afuera, él ruido de los truenos y él viento golpeando con la lluvia eran los únicos sonidos que nos acompañaban en él lugar.

-Esto se está poniendo feo, es mejor que te vayas

-Pero yo podría ayudarte y luego lleva... -me frenó.

-Ya dije, tu tranquila, no tengo problemas, anda ya -rió a carcajadas lo que me hizo calmarme, solo un poco.

-Conste que tu lo has dicho -uní mi risa con la suya para luego salir con un bolso en la cabeza, tapandome de la lluvia, lo cual no servía de mucho ya que él viento golpeaba de lado, lo cual hacia que las gotas me cayeran en la ropa.

Entré en él auto maldiciendo a Josh por no avisarme de que no vendría al lugar, no lo veía hace 1 semana por temas de trabajo, según él tenía un congreso en la villa Mac, por lo cual, no estaría en casa por algunos días. Luego de 20 minutos, ya había llegado a mi dulce hogar.

Cuando cerré la puerta de entrada pude apreciar que pétalos de rosa adornaban la escalera y velas iluminaban él camino. Al lado de la escalera, en la pared, se encontraba un cartel que decía; "Trata de apagar las velas, no queremos un incendio, ¿no?"
Desgraciado, lo tenía todo planeado.
Cuando apagaba las velas una por una, mi risa nerviosa y la oscuridad se mezclaban formando un ambiente de tensión. ¿Que me espera?
Llegando a la habitación a tientas con la ayuda de la pared para guiarme, escucho un ruido y luego siento que unas manos me abrazan la cintura y unos labios húmedos me besan él cuello.

-¿La luz es parte de la decoración? -reí a la vez que me volteaba para agarrarle del cuello.

-La verdad no, un rayo calló en los cables de electricidad en la otra cuadra, ya me estaba desesperando por tu llegada

-Me tenías deprimida como la mierda, si me vieras dirías que parezco costal de papas, estoy empapada

-Tal vez, pero uno muy bello -me besó en la punta de la nariz -¿ese fue tu ojo? ¿donde está tu boca?

-Te adoro...-dije.

-Y yo más, juro que me hacías mucha falta en estos días, te necesitaba como a nadie en él mundo...

Y por fin, me besó. Sus labios eran cálidos y los besos acelerados, sus monturas se abrían como si me necesitara más de lo que habían dicho sus palabras.
Cada segundo que pasaba podía sentir como la temperatura se elevaba.

Las manos de Josh se introducieron bajo mi polera, hasta posarse en mis caderas, tocadolas de una forma lenta.
La poca cordura que me quedaba se fue esfumandose por el aire a la vez que sentía como su cuerpo presionaba más en mi, aumentando algo extraño debajo de mí abdomen, al sentir que algo duro se presionaba contra mi cadera, sentí que sus manos subían hacia mis pechos, dejando ahí sus palmas, me susurró palabras sucias en mi oído, las cuales, me incitaban a seguir y, con eso, la poca cordura que me quedaba...se esfumó por completo.

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¡Hey! Aquí les dejo él muy esperado capítulo, este capítulo se lo dedido a Soy_Tributo-4 , tu comentario anterior fue muy cómico (Cuando este de portátil lo haré mas formal), perdón por la tardanza.
Si ven algo mal en la narración, perdón, fue lo más rápido que me salió.
Y muchas gracias a las chicas que me saludaron por mi cumpleaños, fueron muy dulces al recordarlo.

PD: Éste capítulo tuvo contenido muy importante para él resto de la novela...