Salí del despacho y comencé a caminar a la cafetería.

¿Qué demonios he hecho?

Aceptaste ir a tu fin.

¿Por qué acepté ir?

Porque eres una tonta.

¿Y por qué me pregunto cosas y al rato las respondo?

Porque ambas somos un par de idiotas.

Estaba tan concentrada en discutir con mi consciencia que no noté que me tiraban del brazo y me encerraban en un cuarto pequeño, sin salida.

- ¿Se puede saber qué diablos acabas de hacer?- preguntó una voz familiar. 

- Eso es justo lo que mi consciencia me dice a diario, Bryan- le respondí. No había notado lo cerca que estábamos uno del otro.- también tengo derecho a saber el porqué de que me encerraras aquí.

- Porque si te preguntaba fuera de aquí sabía de antemano que me gritarías o huirías.

- Y tenías razón, ahora dime para qué me querías hablar o gritaré desde aquí.

- Creo que eres el ser humano con menos sentido común del Universo- dijo rendido.

- Gracias, me lo dicen a menudo- dije fingiendo modestia.

- Escucha, no quiero verte sufrir por un tonto otra vez, no lo soportaría de nuevo.- gritó sincero, y sonrojado.

Esperen, ¿estaré aún en casa durmiendo y Kendall todavía no me despierta?

- Bryan- me sonrojé- P-pero no te entiendo.

- Desde que llegaste notaba como te apagabas, incluso antes de saber quien eras- me dijo dulce- eras muy risueña y adorable, eras la niña más linda que había visto, pero cuando escuché que te entristecía un chico no lo sorporté.

<<Desde entonces pensé "preferiría mil veces que me odiase por molestarla y verla enojada en lugar de triste" y desde entonces ha sido por eso que te molesto>>