Liam había tenido aquél mismo sueño muchas veces y la sensación de abandono seguía siendo la misma a pesar de que su madre nunca lo había abandonado, al menos, físicamente. O no más de tres días cada vez. Pero prefería no pensar en aquello. Formaba parte del pasado. Sin embargo, siempre que estaba estresado resurgían en él el miedo y la soledad de aquél entonces.

Aspiró el olor de la piel de Zayn, se dijo que iba a ayudarlo a tranquilizarse, pero su cerebro no aceptó la excusa, además ya había notado su falta pijama, si se le aceleraba el pulso con sólo tenerlo cerca, ya estaba perdiendo la cabeza completamente. Puso toda su alma en aquél beso. Puso todo lo que siempre había querido ser, todo lo que había perdido, que era mucho.

Ya no había marcha atrás. Al hacer aquello con Zayn, estaba cerrándole la puerta a un futuro con Keaton.
Era una decisión consciente, que tenía que haber tomado antes, al descubrir quién era Zayn. Y lo que iba a ocurrir a partir de entonces era algo en lo que prefería no pensar esa noche.

Liam apartó la toalla que los separaba y apoyó una mano en su cadera, la metió por debajo de sus calzoncillos y lo acarició. Lo deseaba, no podía evitarlo. Y, sobre todo, deseaba perderse en él y en el placer que
sabía que ambos encontrarían juntos.

Subió la mano a su pecho, notó sus pezones erguidos, volvió a bajar por el abdomen y metió de nuevo la mano por debajo de la ropa interior. Zayn le agarró la mano con firmeza y apartó sus labios de los del castaño.

—¿Estás seguro de esto? –le preguntó con la voz ronca por el deseo.

—Sí –le respondió Liam sin pensarlo.

Volvió a besarlo y notó cómo Zayn le soltaba la mano,
permitiéndole que siguiera explorando, acariciandolo. Estaba excitado, tan excitado que Liam gimió al descubrirlo mientras le acariciaba la erección.

Lo necesitaba tanto como respirar. Era instintivo. Era necesario.

Sus lenguas se batieron en duelo y Liam anheló tenerlo entre las piernas, pero, al mismo tiempo, deseó que aquello durase lo máximo posible. La primera vez que habían hecho el amor Zayn había llevado las riendas. En esa ocasión le tocaba a él.

Se quitó el pijama y lo tiró al suelo. Quería sentir el
calor del cuerpo de Zayn en su piel. Después bajó sus calzoncillos, liberando su erección, y se colocó justo encima.

Después de sólo unos pocos segundos, Zayn jaló su mano y agarró la parte posterior de la cabeza de Liam con la otra mano, tirando de él en un apasionado beso
al llegar detrás del castaño y facilitando en su interior el primer dedo para prepararlo. Liam se quejó profundamente, moviendo sus caderas para encontrar el ángulo correcto, y un segundo dedo se unió rápidamente al primero, empujando, empujando,
perfecto, «Dios».

Liam se sentó rápidamente, buscando un condón de la mesita de noche, cuando lo encontró rompió la envoltura con los dientes mientras el pelinegro retiraba sus dedos y agarraba las caderas del castaño en su lugar. Liam deslizó el condón en el miembro del pelinegro, y posteriormente se acomodó hacia abajo sobre la dureza de Zayn, hundiéndose poco a poco en ella, disfrutando de la plenitud perfecta.

La cabeza de Zayn estaba echada hacia atrás, la boca abierta, cuando Liam comenzó a moverse. Él montó a su amante lentamente al principio, para acostumbrarse a la invasión, luego más rápido, ya que encontró el ángulo que estaba buscando, la forma de impulsarse correctamente sobre el miembro del pelinegro para que
roce en ese lugar perfecto. Zayn comenzó a presionar con él, igualando su ritmo, empujando hacia arriba, manteniéndolo apretado.

Liam comenzó a moverse más rápido, y Zayn levantó la cabeza ahora, viendo el movimiento de la mano de
Liam en su propia erección, sus ojos tan abiertos, su respiración entrecortada. Notando que Zayn lo veía le producía una sensación increíblemente erótica, y Liam de repente estuvo diez pasos más cerca de correrse.

—Mírame —jadeó, y los ojos de Zayn miraron
rápidamente hacia arriba, y lo miró a los ojos, y se acabó. Liam vio cómo Zayn se perdió, sacudiendo las caderas hacia arriba, cuando disparó en su interior, y el gemido que se le escapó fue simplemente...

Santo. Jodido. Dios. Envió a Liam justo sobre el borde, disparando su carga en el estómago y pecho de Zayn, y jadeó en éxtasis con la boca abierta por un momento, antes de caer hacia adelante, agotado.

Zayn salió del interior del castaño, se deshizo del preservativo y rodeó con sus brazos a Liam, sosteniéndolo cerca, arreglando el desorden entre sus cuerpos, Liam se acurrucó más cerca, los ojos cerrados, jadeando, emocionado intensamente. Se quedó allí, sin poder creer lo que acababa de hacer, agotado y saciado.

Zayn le acarició la espalda hasta que se quedó dormido. Liam se apartó de su cuerpo y volvió a su lado de la cama. Esperó a que su respiración fuese profunda, se levantó y fue al baño, recogiendo su pijama por el camino.

Estudió su reflejo en el espejo y se sintió culpable. Bajó la vista al anillo de compromiso que todavía llevaba puesto, se lo quitó y lo guardó en su neceser. Jamás volvería a ponérselo. Se lo devolvería a Keaton en
cuanto lo viese. Además, le informaría de su decisión de terminar definitivamente su relación.

En el fondo, ya lo había sabido, aunque no había aceptado la verdad hasta un momento antes.

Volvió a mirarse en el espejo y sintió decepción. Tenía los mismos ojos que su madre, la misma forma del rostro, incluso el mismo color de pelo. Y la misma falta de moral, se dijo mientras se le encogía el corazón en el pecho. En realidad, era igual que ella. Estaba dispuesto a tirarlo todo por la borda por una aventura, sin importarle las consecuencias.

Se lavó, se puso de nuevo su pijama, apagó la luz y volvió a la cama. En cuanto estuvo bajo las sábanas, Zayn lo abrazó por la cintura y murmuró algo entre sueños. Y Liam se quedó allí, incapaz de dormir
mientras veía cómo todo su mundo se desintegraba.

[...]

En cuanto empezó a amanecer, Liam salió de un salto de la cama, tomó su ropa, fue al cuarto de baño y se preparó. Debía de haber dormido algo, pensó mientras se miraba al espejo, lo suficiente para no tener ojeras aquella mañana. Después de ducharse y vestirse, salió a la habitación y descubrió que Zayn ya estaba despierto.

—El baño es todo tuyo –le dijo, intentando no clavar la mirada en su pecho desnudo.

—¿Vas a hacer como si no hubiese ocurrido nada anoche?

—¿Por qué no? La última vez, funcionó –le respondió el castaño.

Zayn lo fulminó con la mirada. —¿Eso soy para ti? ¿Un tronco en el que afiliarte las uñas? ¿Vamos a volver a Seattle hoy y a fingir que no ha ocurrido nada? ¿Vas a seguir con mi hermano, como la última vez?

—En realidad Keaton y yo hemos decidido, de común acuerdo, darnos un tiempo –le informó Liam.

—¿Significa eso que pueden acostarse con quien quieran? –inquirió Zayn.

—No, no significa eso. El domingo por la noche decidimos darnos algo de tiempo, pero cuando vuelva del viaje voy a romper nuestro compromiso. Es evidente que no podemos seguir juntos. Tenía que haber tomado la decisión cuando me acosté contigo la primera vez. Lo que Keaton y yo tenemos no es lo que él se merece. Yo no soy la persona que él se merece.

—Al parecer, yo tampoco. Esto lo va a estropear todo con mi familia.

—¿Por qué? No tienen por qué enterarse.

—¿En serio? Nos hemos acostado dos veces, ha sido increíble, maravilloso, ¿y quieres fingir que no ha ocurrido?

Apartó las sábanas, se levantó de la cama y se dirigió hacia Liam, pero antes de llegar a su lado se giró hacia el baño.

—Zayn, no podemos tener nada fuera del trabajo. No le puedo hacer eso a Keaton, además de romper con él.

—¿Pero acostarte conmigo te parece bien?

—No, no me parece bien –admitió Liam con los ojos llenos de lágrimas—. Por favor, no se lo cuentes a nadie.

Zayn dejó escapar una carcajada. —No te preocupes. He captado el mensaje. No tienes nada que temer
de mí.

La puerta del baño se cerró tras de él con un portazo. Liam aprovechó su ausencia para terminar de recoger sus cosas, escribió una nota diciéndole que lo esperaba en el vestíbulo y salió de la habitación.

En el ascensor, no pudo evitar preguntarse por qué no podía sentir por Keaton lo que sentía por Zayn. Había tenido toda su vida planeada, su futuro asegurado. Había tenido todo lo que siempre había querido al
alcance de la mano. Y lo había estropeado. Había tirado por la borda los dos años de relación con Keaton. Llevó el dedo pulgar de manera instintiva al anillo de compromiso, que ya no estaba allí, y volvió a recordar por qué no estaba allí.

Era igual que su madre, lo mirase como lo mirase, y eso no le podía doler más.

Amigues! ¿Qué les pareció el cap? Hoy es el cumple del patrón jaja de nuestro hermoso Zayn y sólo por eso voy a subir otro cap más al rato, espero esten disfrutando esta fic...✨