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6.


JiMin sonrió al ver como una pequeña eyesmile se abría pasó en sus finos y rosados labios. Sabía que la sonrisa era provocada por alguien más y no por él precisamente y creía que era por MinHo, la anterior pareja de YoonGi.

—¿En serio? Entonces era una persona muy sabia —dijo y sonrió dándose la vuelta para poder ver a YoonGi mientras caminaba de espaldas al camino y teniendo cuidado de no caer con el alfa viendo el suelo para advertirle sobre las piedras que pudiera haber en su camino.

—Lo era, me daba muy buenos consejos desde que era niño —admitió YoonGi con cierto dolor en sus palabras.

JiMin asintió con su sonrisa aún en el rostro y se dio la vuelta. Recordó entonces que ese dragón era a quien tenía que seducir aunque fuera discretamente y sobre todo para que YoonGi no se molestará con sus acciones.

Tal vez comenzaría a coquetear más con él, sutilmente, claro.

—Mi casa está por allá —dijo JiMin señalando al camino contrario de YoonGi—. Entonces me despido, hyung.

Dijo con un sonrisa y su camisa se meneó suavemente al caminar en dirección opuesta al Hell. Sabía que YoonGi lo estaba viendo, pues sentía claramente su mirada puesta en él.

—JiMin, antes me preguntaste si podíamos salir... Te veo mañana en este lugar para irnos juntos —dijo dudoso y se giró para no ver la reacción de JiMin, aunque sabía que muy posiblemente estaba sonriendo.

—¡Por supuesto que sí, hyung!

—A medio día. Hasta mañana —dijo algo cortante, pero eso a JiMin no le importó pues había logrado avanzar un paso de los muchos que le faltaban para llegar a la meta.

—¡Adiós, hyung!

JiMin llevo sus manitas a su boca y sonrió en grande mientras daba saltitos en su lugar y sentía a su dragón igual de emocionado que él abriendo sus alas hasta crear una ventisca que se mostró en el cuerpo de su humano como un gran sonrojo.

—Espera... ¡Saldré con él mañana!

La noche era fría, el lado vacío de su cama no hacía más que recordarle que él ya no estaba a su lado. Que por su debilidad, por su temor y desesperación, termino por perderlo totalmente de su vida. Todo era su culpa y cada vez dolía más saberlo.

Su rostro era neutro, viendo fijamente al techo mientras las lágrimas llenas de silencio y dolor caían al lado de sus ojos, no emitía ningún sonido y sólo podía sentir como sus lágrimas ardían al deslizarse de sus ojos y el dolor entrar a todo su cuerpo sin piedad.

Giró su rostro al lado de la cama un poco hacia arriba y miró la foto que estaba en el buró oscuro, era la foto de él y MinHo, ambos riendo enamorados mientras YoonGi lo cargaba en su espalda y lo sujetaba con fuerza para no dejarlo caer. MinHo tenía sus brazos en el cuello de YoonGi y con otra hacia la seña de amor y paz a la cámara. YoonGi recordaba ese día perfectamente.

Y dolía saber que eso eran solamente ahora.

Recuerdos.

—¡Una foto! Por favor, es nuestro tercer aniversario juntos, por mí —le dijo MinHo con ojos de cachorrito y un puchero hermoso en sus labios mientras tomaba las mejillas de YoonGi y el otro tomaba su cintura mientras rodaba sus ojos y se dejaba consentir con las caricias de MinHo en sus mejillas.

—Ya, está bien.

MinHo rió alegre y dio saltitos en su lugar; NamJoon, SeokJin, TaeHyung y el hermano de MinHo los veían con ojos enternecidos y fue SeokJin quien tomó la cámara y la apunto hacia ellos.

—¡Prepárense! —Dijo él igual de emocionado que la pareja.

—¡Cargame! —Dijo MinHo llendo de entusiasmo y YoonGi no se pudo negar a su petición pero aunque lo hubiera hecho el omega ya había saltado a su espalda.

YoonGi caminó a una zona cercana donde estaba llena de girasoles y césped de color verde brillante. MinHo beso su mejilla antes de aferrarse a YoonGi y esperar a que la fotografía estuviera lista.

A YoonGi casi se le doblan los pies, pero logró enderezarse y tomar los muslos de MinHo y elevarlo un poco más con ayuda de un pequeño saltito.

—¿Listos?

—Sí —dijo YoonGi y escuchó la risa tierna de MinHo justo en su oído.

—Te amo, Yoonie —le susurró y ambos sonrieron a la cámara llenos de alegría y amor desbordandose de sus rostros.

—¡Salieron perfectos! —Dijo SeokJin y YoonGi no pudo dejar de sonreír como todo un bobo, sintió a MinHo bajar de su espalda y correr a su hyung para ver la foto que les había tomado.

Y justo en ese momento, sintió una ganas inmensas de llorar por la alegría que sentía correr por todo su cuerpo.

—¡SeokJin, no despierta! ¡Esta ardiendo en fiebre y no puede abrir los ojos! —NamJoon sintió la desesperación correr en todo su cuerpo, eran las diez de la mañana cuando llegaron a visitar a YoonGi y lo encontraron aún en su cama, lleno de sudor y jadeando como si no tuviera aire en sus pulmones supieron que algo estaba terriblemente mal. Se veía tan enfermo que pensaban que posiblemente eran sus últimos momentos.

—¡NamJoon, el médico no está! —Le gritó desde abajo en cuanto TaeHyung llegó y les dio la mala noticia.

TaeHyung no tuvo un buen aterrizaje por que una de sus alas se enredó en las ramas de un árbol y cayó al suelo dando dos vueltas antes de chocar con la pared de la casa de YoonGi. SeokJin lo ayudó rápido a levantarse y corrió arriba para revisar a YoonGi.

El Hell estaba cada vez peor, sus mejillas y nariz estaban rojas por la intensa fiebre. NamJoon le puso una mano en la frente y se angustió aún más al notar como su fiebre parecía aumentar y temió que en unos minutos comenzará a convulsionar si la temperatura no podía ser controlada.

SeokJin llegó junto a él y vio como YoonGi empeoraba en lugar de mejorar, corrió al baño y abrió las llaves y llenar la tina de agua casi fría.

Abajo TaeHyung tenía un asunto con dos personas, y no era fácil contenerlos.

—Nam, tráelo, necesitamos bajar su fiebre de alguna manera —le dijo y NamJoon se levantó tomando a YoonGi en brazos sintiendo en su piel el ardor que emanaba el Hell desde su interior como si estuviera ardiendo en llamas furiosas.

De inmediato sintió todo el calor que estaba guardando el cuerpo de YoonGi se sentía en aumento y supo entonces que si la fiebre no bajaba de una u otra forma, YoonGi podría morir finalmente.

—No funciona... ¡No está funcionando! —Dijo totalmente alterado y con lágrimas corriendo por sus mejillas luego de tener a su amigo inconsciente y siendo sostenido por ellos en la tina de agua fría.

—¡NamJoon, cálmate! —Le dijo al ver como el otro rasguñaba con fuerza sus mejillas y llevaba su cabello tantas veces hacia atrás que terminó por despeinar todo su cabello.

El otro dragón lloró al ver que su amigo estaba cada vez peor. YoonGi estaba llorando incluso con el estado que tenía. Sus manos se volvían en puño con fuerza, haciendo que sus uñas se clavaran en la palma de su mano y comenzarán a crear una pequeña herida, así que NamJoon le puso alguna prenda en las manos para evitar que se lastimara más. SeokJin sujeto su cabeza y pecho para que no cayera totalmente al agua y sintió sus lágrimas deslizarse por sus mejillas. Le dolía ver así a YoonGi y era aún peor cuando sabía que él no estaba siendo de ayuda.

—Voy a buscar a la anciana —dijo NamJoon y sin que SeokJin pudiera responder, vio a su pareja bajar las escaleras corriendo y luego ver por la ventana que el dragón morado oscuro salía volando en busca de la bruja.

La «anciana» era una bruja antigua que realizaba la tarea de médico cuando estos no podían hacer nada en algún dragón enfermo. Utilizaban magia y eran llamadas solamente cuando no había más remedio ni forma de aliviar el malestar de esa persona. En muchas ocasiones llegaban a ser incluso peligrosas, eran fáciles de molestar y si decidían, te hacían algún mal, tampoco era muy seguro que sus intenciones fueran del todo buenas, y podrían solamente estar jugando contigo y hacerte aún más daño.

SeokJin temía que la bruja de su aldea fuera de ese tipo. El agua no funcionaba, y si la bruja no llegaría en poco tiempo de nada servía tener a YoonGi metido en agua fría y ponerlo peor tal vez.

Teniendo cuidado lo saco y vio que TaeHyung llegaba junto a él para ayudarlo. Pero le sorprendió aún más cuando JungKook y JiMin entraron también a la habitación.

—¿Qué...?

—Luego te explico, hyung.

JungKook los ayudo a sacar a YoonGi, lo dejaron sobre la cama y JiMin sólo pudo mirarlos hacer todo eso. Algo dentro de sí mismo dolía mucho, su dragón se movía demasiado inquieto y quería tomar el control sobre él, JiMin no se lo permitió, pues no era momento de que su animal trajera más problemas y menos estando en el interior de un hogar.

—¿Qué le ocurrió? —Les preguntó JungKook y SeokJin se sentó al lado de YoonGi quitándole toda la ropa y taparlo con una sábana.

—No sabemos, estaba así cuando llegamos a visitarlo, NamJoon fue por la anciana.

—¡¿La anciana?!

—Es nuestra última opción, no podemos asegurar el bien de YoonGi si nos quedamos aquí sin hacer nada, el médico no está y ella es quien puede ayudarlo.

—Ella no es la única que puede ayudarlo —dijo JiMin y todos lo vieron confundidos.

—¿Quién más? —Le preguntó SeokJin lleno de preocupación y JiMin se encogió de hombros y bajo la cabeza no sabiendo si de verdad era una buena idea.

—Es un hechicero, pero es incluso mejor que una bruja, sólo que es algo... terco.

—No me importa, tráelo por favor, YoonGi necesita ayuda de inmediato.

JiMin asintió y se desvistió sin tiempo a tener vergüenza mientras bajaba las escaleras pues YoonGi necesitaba ayuda y si él tenía una oportunidad de ayudarlo lo haría sin dudar.

En el siguiente sabrán por qué YoonGi se puso así.

Les doy una pista, y quien esté más cerca de acertar se gana dos capítulos dedicados.

Pista: tiene que ver con su dragón.

Edit 2023: No entiendo cómo tenía tanta capacidad para tener más de una escena dramática en esta historia.

Los amo bebés. 💜

 

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