Capítulo con contenido sensible. 

Memories.

JaeHyun miro el paisaje del campo por la ventana de la habitación, su hermana estaba a su lado durmiendo y se giró para verla, sonriendo con cariño cuando notó el pequeño gesto de sus labios, tomo la manta que usaba para ponerla sobre su hermana y protegerla del frío.

—Lo daría todo por ti —le susurró regresando su vista a la ventana.

—Entonces por favor deja en paz a esos chicos...

El rostro del Sun no cambio para nada y solo suspiro, acarició el cabello de su hermana y ella lo retiró suavemente mientras se levantaba y lo miraba directamente.

—No tienen la culpa de nada, que ellos nacieran siendo un Hell no debería ser motivo para que les hagas todo esto JaeHyun. ¿Qué sentirías si me hicieran eso a mí?, ¿Te gustaría verme atada a una camilla con cientos de agujas en el cuerpo como a SooBin?, ¿O qué me destruyeran la garganta como a Kai? ¡Háblame maldita sea! —Gritó ella enfurecida y golpeo a su hermano en la mejilla con el puño, llorando de impotencia cuando esos chicos podrían sufrir todas esas incontables torturas ahora mismo.

—JiEun, deja de decir esas estupideces, a ti no te pasará nada de eso y...

—¡Vete a la mierda, JaeHyun! ¡¿Cómo puedes decirme solamente eso?! ¡Lo que quiero es que entiendas que no está bien lo que haces, pero no quiero denunciarte con el concejo porque sé muy bien que te alejaran de mí, sé que es egoísta mientras esos niños están sufriendo, pero eres lo único que me queda!

El Sun talló su rostro con sus manos y se levantó para intentar tomar los hombros de su hermana, pero ella evitó su contacto y salió de la habitación totalmente desconsolada. Tenía tantos sentimientos en contra que le estaban atormentando, quería salvar a esos chicos, pero no quería perder a su hermano. Ya no sabía qué más hacer, se sentía encerrada en una pequeña habitación donde su única compañía eran los gritos de dolor de esos chicos y las palabras amorosas de su hermano, pero todo aquello solo era una tortura mental que la estaba acabando lentamente.

Pasó por uno de los pasillos y se detuvo casi asustada cuando los escucho. Cuando escucho los gritos de los Hell.

—¡Por favor, detente!

—¡Duele, por favor, ya no lo soporto!

Escuchó gritos aún más intensos y su mano tembló cuando abrió lentamente la puerta.

Se arañó el brazo cuando vio a Kai siendo sujetado por otros tres, mientras uno de los «doctores» le obligaba a abrir la boca y usaba un instrumento de punta afilada para obtener una muestra de lo que fuera que buscaba.

Nunca se usaba anestesia para los Hell.

—¡Ya, te lo ruego, por favor!

Miro en la dirección contraria para encontrar a SooBin sin camisa los brazos totalmente marcados de agujas de la droga usada en ellos, su torso lleno de moretones por los experimentos, algunos fallidos y otros victoriosos, pero su rostro se desfiguraba en tanto dolor que ella no podía ni siquiera reaccionar.

Escuchó un llanto tan doloroso que quiso esconderse.

Miro a YeonJun y los cientos de cortes que tenía en el cuerpo para obtener muestras de piel, pero ese chico tenía una enfermedad que le hacía sangrar exageradamente y el piso junto a su débil cuerpo estaban llenos del rojo líquido y nadie estaba a su lado para ayudarlo.

Todo aquello lo vió en pocos segundos, sentía toda la angustia en la habitación, todo ese dolor y sus ansias por dejar de ser torturados.

—¡Basta! —Gritó ella alejando a quienes sujetaban a Kai, empujó a quienes tenían a SooBin y se giró para golpear a uno de los que seguía cortando una pequeña parte del brazo de YeonJun.

—¡Váyanse a la mierda de aquí, largo! —Bramó enfurecida y vió que todos dejaban los instrumentos con fastidio y la miraban mal. Sin embargo no se atrevían a protestar porque sabían quién era ella y el poder que sin saber tenía sobre los demás.

Cuando no había ninguno de ellos en la habitación corrió a liberar a los chicos.

SooBin lloro a gritos cuando YeonJun llegó a él con tanto dolor y lo abrazó, tomando a Kai tan suavemente como podía para ponerlo en medio de ambos y abrazarlo, pues el menor había perdido el conocimiento por el dolor de sentir su garganta ser rasgada y como llegaba a ahogarse con su sangre.

YeonJun grito de dolor, SooBin lo abrazó y Kai solo durmió por días enteros.

Esa era la vida de los Hell, cada día sin tener descanso, heridos, con traumas y miedo a todas horas.

Ahora les diré una cosa, JiEun no es mala, no es estúpida y no es tonta. Pero aún así hubo muchos comentarios negativos a ella en capítulos anteriores. Me cansé de leerlos así que solo los ignore, porque nuevamente no entendieron que ella también tiene traumas que no la dejan decidir como ella quisiera por culpa de su hermano.

En fin.

Los amo bebés. 💜