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18.

Tomó la cintura de JiMin y lo acercó a él de manera suave mientras sus labios apenas rozaban en una caricia tortuosa para el omega que ya no podía más con las peticiones que su cuerpo le exigía, cada vez más fuertes con el pasar de los segundos en esa habitación donde el ambiente comenzaba a subir rápidamente, el aire de su alrededor olía al rico aroma de JiMin, ese aroma tan embriagador que estaba volviendo loco al alfa e hipnotizando sus sentidos.

El dragón de YoonGi se movió en su interior, se sintió alterado cuando tuvo tan cerca al omega en aquel roce íntimo, pero aunque quisiera negarlo, sabía lo que JiMin era para él y para YoonGi, más que una parte esencial de su presente y tal vez también lo sería de su futuro. Aunque no lo quisieran admitir, era algo que ya estaba destinado entre ellos dos, aunque quisieran evitarlo o negarlo de mil formas.

YoonGi bajo suavemente sus labios al cuello de JiMin creando un recorrido con sus finos belfos cepillando la piel trigueña mientras el omega jadeaba y echaba su cabeza hacia atrás para darle más acceso a la zona de su cuello y seguir sintiendo aquella corriente eléctrica que lo llenaba de placer. El alfa se detuvo y abrió un poco su boca para tomar una pequeña parte de la blanca piel del omega y saborearla mientras sus manos vagaban en la cintura de JiMin acariciándola con las yemas de sus dedos. JiMin jadeó en sus bocas y se sentó sobre las piernas de YoonGi, mientras que una de sus manos se aferraba a su cuello y otra se perdía en el corto cabello de su nuca.

-YoonGi... -dijo separándose unos centímetros para tomar aire y permitirse admirar las finas -pero masculinas- facciones del alfa que tenía frente a sus ojos.

-JiMin... por favor detente -le dijo el alfa con la voz ronca con la poca coherencia que tenía, causando que una corriente de placer viajara a cada fibra del sensible cuerpo del omega. El dragón de JiMin se sintió en parte rechazado cuando el alfa le pidió detenerse.

-¿No me deseas? -Le dijo sintiéndose arrepentido de haber llegado tan lejos y sin haber pensado en lo que sentía YoonGi. Se había dejado llevar, pero no era como que pudiera controlarse del todo en esos momentos.

YoonGi pensó en lo que JiMin le dijo. ¿Lo deseaba? Estaba convencido de que no, pero algo dentro de él le decía que se estaba equivocando terriblemente al rechazar lo que el omega le estaba pidiendo, pero no podía seguir con esos besos y caricias cuando en su mente estaba MinHo y no la delicada belleza de JiMin. No deseaba tomar a alguien si su mente era tan engañosa con él mismo que luego lo haría tener la vergüenza de no poder ver a JiMin a la cara.

Aquel silencio fue suficiente para herir a JiMin y se bajo de sus piernas para ir a la cama y tirarse sobre ella, perdiendo repentinamente aquel deseo que tenía carcomido a su cuerpo. YoonGi quiso golpearse por ser tan estúpido como para no detener a JiMin e intentar por lo menos explicarle sus razones. Así que se levantó y camino a la cama, acariciando la espalda y piernas de JiMin con las puntas de sus dedos, JiMin se estremeció y mordió su labio, sintiéndose mal al pensar que su actitud había forzado al alfa a mimarlo en ese momento.

-No te hagas otras ideas, JiMin. Te deseo, pero no quiero hacerte pasar un mal rato por mi culpa -le dijo con la verdad a medias, pues no pensaba decirle que no quería tomarlo porque en su mente no estaba él y en su lugar había un castaño que aún tenía su corazón en sus manos.

-YoonGi... no hagas esto, me haces sentir sucio -le dijo sintiendo un nudo en su garganta cada que los dedos de YoonGi se pasaban en su espalda con tanta delicadeza que incluso le gustó la sensación.

-¿Sucio? -Dijo YoonGi parando sus caricias y dejar su mano fija en la cintura del omega temblando en la indecisión de alejarse o no.

JiMin asintió y cerró sus ojos para hablar directamente, no quería seguir con aquella falsedad y tampoco quería obligar a YoonGi a tener sexo con él sólo porque estaba en su celo.

-Me siento como un cualquiera si sigues haciendo eso -reveló y el corazón de YoonGi latió fuerte sintiéndose culpable al instante.

-Yo... yo lo si...

-No te disculpes, seguro que es por mi celo que estoy así de sensible, puedes irte, de hecho, quisiera estar solo por favor.

-No es bueno que...

-Por favor vete, YoonGi.

Cuando JiMin le repitió a YoonGi nuevamente que se fuera, el alfa decidió salir para no molestarlo más, intento forcejear un poco con la puerta hasta que escucho los pasos de alguien corriendo por el pasillo y luego la puerta ser abierta.

-¿Ya lo ayudas...?

-Muévete -dijo y paso al lado de SeokJin quien sólo pudo ver cómo el alfa metía sus manos a sus bolsillos y salía caminando por el pasillo con una cara de frialdad que no le había visto en un corto periodo de tiempo.

SeokJin miró preocupado al interior de la habitación, esperando ver todas las sábanas revueltas y la ropa de JiMin regada por todo el piso. Pero sólo pudo ver a un tienro y frágil omega encima de la cama mientras se cubría hasta el cuello con las finas sábanas que le rodeaban, ni había ningún aroma mezclado que le dijera que de verdad estuvieron juntos.

Sintió su alma irse de su cuerpo cuando de los ojos de JiMin comenzaron a caer delicadas lágrimas, sus mejillas y nariz rojas y casi desnudo. JiMin podía ser tantas versiones en uno solo que le partió el corazón verlo tan desolado en ese momento.

-¿Qué tienes? -Le dijo pasando sus dedos entre las suaves hebras de su cabello platinado, mimando al omega que buscó su mano para tenerlo cerca.

JiMin negó y se levantó mientras intentaba sonreír al omega que tenía frente a él.

-Hyung, mi dragón siente cosas -le dijo y SeokJin lo miró confuso.

-Estas en tu celo, es normal que...

-Siente cosas por YoonGi.

El corazón de SeokJin latió con descontrol cuando las palabras abandonaron los labios del omega y miró que en los orbes azules se formaron lágrimas cristalinas que no tardaron en caer en el regazo y piernas de JiMin.

-¿P-por YoonGi? -Dijo el otro sin poder creer lo que le decían, JiMin no era alguien que se enamorara con poco de conocer a una persona, al contrario, nunca había tenido pareja debido a que era bastante duro de conquistar y eso hacia que quien lo quería cortejar terminará por dejar todo de lado. Era por eso que SeokJin comenzó a sentir una angustia irreconocible en su pecho, temía que JiMin terminará con el corazón roto, pues sabía perfectamente que YoonGi no lo aceptaría por temor.

Cuando llegó al frente de su casa se quedó durante unos segundos viendo el jardín, el césped había crecido y se veía mal estando tan largo, los árboles habían dejado caer algunas de sus hojas ya que el otoño había entrado y en el cielo se veían las nubes grisáceas que amenazaban con una fuerte lluvia que podría acabar en tormenta.

-¿Qué debo hacer? -Dijo mirando al cielo, esperando alguna respuesta aunque tenía muy en claro que no la recibiría, sólo necesitaba hablar con alguien, tenía que sacar todo lo que llevaba dentro.

Una sonrisa amarga cruzó sus labios y se dió la vuelta para entrar a su casa, todo estaba oscuro, no había ningún rayo de luz que entrara para iluminar el espacio, aquel que se hacía llamar su hogar se veía tan abandonado, tan lúgubre y viejo, no era nada comparado a como lo fue hace unos años.

El alfa llevo sus manos al cabello azabache para tirar de él con fuerza. Estaba harto de vivir de viejos recuerdos que aunque eran recuerdos tan valiosos y llenos de amor, no hacían más que lastimarlo y llenarle el pecho de melancolía, mucho más desde que conoció a JiMin y su mente no dejaba de jugar con su cordura relacionando cada cosa con el omega que buscaba acercarse a él.

Quería salir de ese profundo hoyo sin final, quería tener una vida normal y no pasársela muriendo en lágrimas durante horas para repetir la misma monótona rutina de siempre. Se había descuidado tanto desde la muerte de MinHo que eso le hacía sentir tanto asco de sí mismo, le daba pena verse a un espejo y no reconocer a la persona que se reflejaba frente a sus ojos porque se perdió tan rápidamente que en su reflejo solo veía a alguien extraño y descuidado, una versión más suya que odiaba.

Ya no era el mismo, se había abandonado tanto y no sabía cómo salir de ahí.

Edit 2023: Me doy cuenta que antes había escrito a JiMin demasiado sumiso y a YoonGi demasiado idiota, pero teniendo en cuenta que fue de mis primeras historias no me sorprende mucho.

Los amo bebés. 💜

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