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7.


Parecía que YoonGi estaría muerto en pocos minutos, SeokJin tuvo que ayudarle en varias ocasiones a respirar pues parecía que el aire ya no circulaba en sus pulmones y moría antes de llegar a ellos.

Su estado era cada vez más alarmante. Con cada minuto parecía perder aún más la tonalidad de su piel, en sus ojos aún estando cerrados podía ver el cansancio de su cuerpo, el mismo que temblaba y sólo podían ver cómo débiles jadeos abandonaban sus labios que lentamente perdían su color rosáceo.

De pronto afuera se escuchó un ruido y JungKook se asomó por la ventana, con su pecho llenándose de una amarga desilusión al ver la realidad al otro lado de la ventana.

—Es NamJoon hyung y... viene solo —dijo decepcionado y TaeHyung corrió abajo para ver lo que decía el chico sin atreverse a pensar que eso era verdad, sino que el White solo inventaba cosas.

—¿Cómo que viene solo? —Dijo SeokJin jalando su cabello con un rastro de lágrimas y desesperación corriendo en su rostro y JungKook sólo pudo asentir a su pregunta a pesar de lo doloroso que sabía dar la noticia.

—Nadie viene con él.

JiMin tuvo problemas para entrar a la montaña encantada, tuvo que pasar por un interrogatorio hecho por los duendes rojos que no hacía más que ponerlo nervioso. Contesto todas y cada una de sus preguntas para que lo dejarán pasar lo más rápido posible aunque por su naturaleza traviesa lo detuvieron más de una vez ya estando adentro.

No dejaban de preguntarle por qué quería ver a Félix y él respondía que era por un amigo cercano, claramente eso no les importaba a los duendes. No fue hasta que el cuervo de Félix llegó y miraron que tenía un papel amarrado a su pata y lo leyeron en voz alta, decía que dejarán pasar a JiMin de una vez por todas.

El dragón alzó el vuelo y siguió al cuervo hasta llegar a una inmensa torre, se paró en el balcón, no pensaba volver a su forma humana y que lo vieran desnudo.

—¿Qué necesitas, JiMin? —Escuchó la voz ronca y fuerte desde el interior obscuro de la torre y JiMin dijo:

—Por favor, necesito tu ayuda, mi amigo está demasiado enfermo, no sabemos qué hacer.

—¿Y por qué tengo que ser yo? Hay muchos otros hechiceros en está montaña y otras vecinas.

—Pero eres al único que conozco y que es de la confianza de mi familia entera, Félix por favor, es urgente.

Dentro escuchó un bufido y luego la silueta alta y esbelta de Félix se asomó saliendo de entre la oscuridad con sus ojos cerrados al recibir la luz del sol tan directamente.

Vestía totalmente de negro con un pantalón ajustado, una camisa delgada que tenía la mitad de transparencia del estómago, su cabello gris y las perforaciones en sus oídos adornadas por aretes de formas extrañas. JiMin sonrío al verlo y Félix rodó los ojos con la misma sonrisa en su rostro.

—Es sólo porque te debo un favor.

—Uno no, varios.

—La bruja se negó, dice que no tiene tiempo para tratar alfas moribundos. Me cerró la puerta en la cara y gritó que me largará.

—Maldita... JiMin dijo que tenía un amigo que puede ayudar a YoonGi, fue por él hace unos diez minutos.

—¿Qué amigo? —Le preguntó NamJoon y SeokJin negó encogiéndose de hombros un poco arrepentido de no haber preguntado pero eso los habría retrasado aún más.

—No nos lo dijo, sólo salió y aún no regresa.

De pronto escucharon a YoonGi toser con fuerza, como si algo bloqueará su garganta y de las comisuras de sus labios comenzaron a caer hilos delgados de sangre que pintaron la palidez de su rostro con el color carmín extendido en él.

NamJoon se alarmó y su fobia lo atacó en el momento que miró la sangre salir y SeokJin vio que un ataque estaba por salir así que lo tomó de los hombros y lo saco de la habitación, dándole un beso en los labios y volviendo con YoonGi a los pocos segundos. No necesitaba que su pareja tuviera un ataque de pánico cuando la situación era lo bastante delicada tan solo con su amigo.

—Kook, ayuda a NamJoon por favor, tiene hematofobia.

—Sí, hyung.

SeokJin miró que YoonGi ya no tosía, pero ahora sólo estaba acostado en la cama y la sangre seguía saliendo de sus labios. Se sintió impotente al solo limpiar con una tela limpia su rostro y no dejarlo estar sucio de su propia sangre.

—Por Dios, YoonGi —dijo con los ojos llenos de lágrimas—. Seguro es por no tener pareja o algo así. Tal vez sea un estúpido hechizo que alguien te hizo, con todo el odio que te tiene media aldea no me sorprendería.

YoonGi sólo cerró sus ojos con más fuerza y apretó los puños, entonces con la poca fuerza que le quedaba, abrió sus ojos y miró a SeokJin al lado de él.

—E-es... por l-la —de pronto YoonGi tuvo un ataque de tos más fuerte que el anterior e hizo que quedara sentado en la cama, dejando que la sangre que se acumulaba en su boca saliera de sus labios, incluso comenzando a sangrar por la nariz manchando todas las sábanas como un lienzo.

SeokJin no sabía qué hacer, él no era médico, tampoco tenía los poderes de un hechicero o dragón sanador para poder curar a YoonGi y tampoco sabía los secretos médicos de su familia al haber sido desterrado por que resultó ser un omega y no un alfa.

—S-SeokJin...

—Estoy aquí, Yoon.

—N-NamJoon, s-su fobia... él... —no podía formular nada que fuera del todo coherente. Pero SeokJin entendió que estaba preocupado por NamJoon, sabiendo de la fobia que lo atacó desde la guerra de sangre.

—Joonie, está bien, JungKook está con él y lo llevo abajo para que se calme.

Vio que YoonGi asentía como podía y se dejaba caer de espaldas a la cama, mientras su rostro se llenaba de muecas que reflejaban solamente el dolor con su sudor bajando por su frente y que el mayor solo pudiera limitarse a secarlo.

SeokJin lloró, se arrodilló al lado de la cama y tomó la mano de YoonGi mientras dejaba su llanto fluir libremente por sus mejillas. YoonGi sintió algo cálido mojar su mano, escuchó a SeokJin llorar y sintió la culpa carcomer su cuerpo.

Ya nada estaba teniendo sentido. Era mejor morir si a pesar de que quiso mejorar estaba trayendo tanta culpa y dolor en sus únicos amigos.

—¡Félix, necesito que bajes!

—Como si no lo supiera —dijo y de un salto bajo de la espalda del dragón y cayó arrodillado en el pequeño espacio del balcón cuando casi perdió el equilibrio. Un olor demasiado fuerte llegó a su nariz y formó una mueca de dolor al sentir su nariz ser atacaba de esa forma.


—¡Esto es asqueroso! —Dijo y entonces apareció JiMin vestido con su ropa, lo tomó de la mano y lo hizo entrar a la habitación donde reposaba el débil cuerpo de YoonGi.


—Es muy fuerte este olor.

—¿De qué olor hablas? —Le preguntó SeokJin y Félix lo miró.

—¿No huelen? Debe ser por que mi nariz es distinta a la suya, pero aquí huele a alfa y muerte —las palabras que salieron de su boca dejaron a todos helados, el tiempo pareció ir demasiado rápido y la tos de YoonGi, junto a la sangre, confirmaban las sospechas de Félix.

—Es un Hell... ¿verdad?

—¿Cómo lo-? Bueno... sí —le dijo SeokJin no queriendo alargar el tema y el hechicero se sacudió el cabello frustrado cuando notó que el alfa podría salirse de sus manos con aquel estado.

—¿Cuántos años tiene? ¿Perdió a su pareja o algo por el estilo? ¿Cuánto hace de eso?

SeokJin se sintió aturdido por tantas preguntas pero se obligó a poner atención ya que no había nada más que le preocupara en ese momento como lo hacía por su amigo.

—Tiene veinticuatro, perdió a su pareja hace cinco años.

—¿Cómo es que a sobrevivido tanto? Otro de su raza ya estaría muerto.

SeokJin negó y se hizo a un lado cuando el peligris se acercó a su amigo y le tocó el pecho notando entonces las largas uñas blancas que tenía.

Una luz plateada salió de la palma de su mano y recorrió todo el torso de YoonGi sin tocar su piel y sólo haciendo a su mano vagar por su pecho como si estuviera analizando algo en su interior con la ayuda de su magia.

—Es lo que pensaba... Su dragón lo está abandonando.

Había una historia que se les solía contar a los niños cuando ellos cumplían diez años. Era una especie de tradición que se llevaba a cabo desde años desconocidos en la raza, generalmente eran sus padres o abuelos quienes contaban la historia durante las noches cuando el infante se iba a la cama.

Se les decía que en algún momento, cuando los primeros dragones comenzaron a domar las tierras, hubo uno de ellos que se convirtió en líder por su gran fuerza y destreza a la hora de pelear con otros.

Pero llegó una nueva omega a esa joven manada que se acaba de formar, una omega de belleza incomprensible, sin duda alguna, esa omega era única en belleza y poder sobre todos los demás omegas dragones con los que había luchado o visto alguna vez.

El líder había quedado encantado con esa belleza y poder, haciendo así, que la omega se fijara en él y después de un tiempo, comenzar un cortejo. Habían creado una relación, con hijos hermosos y de un poder que nadie superaba.

Pero en un día, su omega murió, fue por culpa de otro dragón que la envidiaba. Dejando a sus crías solas y a un alfa con el corazón y el alma rota. Se había dado cuenta que su hermosa omega era su destinado, su alma gemela o como se le llamara.

Y la habían matado.

El alfa llevo a sus hijos con la familia de su omega para que los cuidarán e hicieran de ellos dragones honorables. El alfa asesinó al dragón que se atrevió a robarle su felicidad, su vida entera, al amor de su vida.

El dragón a los pocos días había muerto, a pesar de ser joven su dragón no soportó la idea de no tener a su omega. Su dragón lo abandono poco a poco hasta que su alma terminó por separarse de la suya ocultándose en un rincón esperando solamente la hora de morir.

Pronto llegó, pues un dragón no sobrevivía sin su alma gemela.

En cambio, si esa pareja no era la que estaba destinada a pasar una vida junto a ti, tenías una posibilidad de vivir y seguir con tu vida, encontrar a la persona que estaba sujeta a ti con el hilo del destino y ser feliz una vez más en la vida si tenías la suerte.

Pero no muchos lograban hacer sus vidas una vez más pues sus dragones decidían morir antes que su razonamiento humano decidiera seguir adelante.

Uuf no, sé que la historia dice Seduciendo al Dragón, y aquí no está siendo seducido NADIE, pero es necesario que sepan por qué pasó esto, que se explique aquello, y pues ajá etc, etc. Pronto verán a JiMin ponerse en acción con su objetivo.

Hematofobia: Hace referencia al miedo a la visión de sangre o heridas, o a recibir inyecciones. Esta fobia suele caracterizarse por una intensa respuesta vasovagal, «por ejemplo, descenso de la presión arterial y/o desmayos». Las personas con fobia a la sangre anticipan que pueda producirse un desmayo y las desagradables sensaciones de mareos y náuseas, siendo así también que evitan hacerse análisis.

Los amo bebés. 💜

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