Capitulo 26

Jorge la cogió del brazo. El frágil cuerpo de Diana quedó cerca de él. Sin fuerzas. Sin siquiera poder defenderse en ese momento. Y a él... a Jorge lo único que se le ocurrió hacer en ese momento fue besarla. Un beso pequeño. Sentía que de alguna forma debía agradecerle por todo lo que había hechopor él. Sabía que Diana no se merecía nada de esto. Era única. Y merecía a alguien que la quisiera por completo. No alguien que tuviera en la mente a otra mujer.

-Perdón. - Se disculpó él. Ella se le separó. Respiró hondo, mientras se limpiaba las lágrimas, algunas risas se escucharon en las afueras de la casa. Una cerradura. Y la puerta se abrió. Tini y Mechi entraron, Mechi dejó de reír el mismo instante en el que vio a Diana. Martina también la miró. Y Diana hizo lo mismo. Cruzando miradas por primera vez.

-Me tengo que ir. - Dijo ella, tímida. Por primera vez había visto a Martina. Ni siquiera por foto la había visto antes. Y era preciosa. Sí, mucho. Tan solo con mirarla había comprendido por que Jorge se había enamorado de ella. Era bonita y sutil. Y eso... eso solo le molestaba más. Sin decir más, salió de la casa de Jorge. Y es que no tenía que decir ni hacer nada más por ahora, todo estaba hecho, y él le había roto el corazón en pedacitos infinitos. Mercedes cerró la puerta de la casa después de verla salir, mientras Jorge intentaba cambiar de rostro al ver a Tini mirarlo dudosa.

-Saliste temprano... - lL dijo ella, dejando las bolsas de ropa en una de las butacas de la mesa. - ¿Quién era ella?

Jorge se quedó callado, miró a Mer con una sonrisa a medias. Indicándole que tal vez... no era un buen momento para que ella estuviera ahí... necesitaba hablar con Martina a solas de todo esto.

-Bueno yo... iré a ver como me queda esto... - Mer les sonrió a los dos. Cogió sus bolsas de ropa y se las llevó a la habitación en la que dormía con Ruggero. Fue en ese momento donde se volvió a hacer un silencio largo, pero esta vez entre los dos solos. Entre Jorge y Tini. Se escuchaba solamente la respiración de él, de pronto colocó sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón y se apoyó sobre la mesa.

-Se llama Diana. - Le dijo él. - Es de quién te hablé... - Jorge soltó un respiro. Se sentía pésimo por todo esto. Como un idio.ta sin arreglo. Eso y más. Había ca.gado todo con Diana. Bajó la cabeza. Jo.der. Tini lo miró enternecida. - Yo... es que...

-Jorge... - Tini colocó sus finas manos sobre su rostro, subiendo su mirada hacia ella. Chocaron miradas por un largo tiempo. Era el momento más sublime de toda la vida. El mejor. Jorge sintió que podría besarla en cualquier momento, así no fuera el indicado - Cuéntamelo todo, ¿sí? no importa que haya pasado, solo hazlo... quiero que te sientas mejor... que te desahogues.

-Es que...

-Nada. - Martina lo miró seria. - Cuéntame, vamos. Soy yo, Martina, tu novia...

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No Jorge, no! ¿¡Por qué la besaste!?
Te va a dejar por es.tupido *niega con la cabeza lentamente*

Que pena Tini no puso en su lugar a la ZORRA de Diana -.-