Capitulo 25

Diana estacionó su viejo Renault. Resopló su propio cabello quitándoselo de lafrente. Era ahora, o nunca tendría el valor de ver a Jorge de nuevo. Sin pensárselo mucho y darle mucha vuelta al asunto, tocó la puerta principal mientras se acomodaba la falda tejana. Él le abrió la puerta.

-Ah... hola... - Le dijo casi estupefacta. Dios, era en ese momento donde notaba lo mucho que le gustaba Jorge. Él le dedicó una sonrisa a medias.

-Hola...

-¿Puedo pasar? - Le preguntó ella, Jorge solo asintió, abriendo más la puerta principal, haciéndola pasar. De inmediato ella se volteó a mirarlo, lo conocía muy bien. - ¿Estás bien?, ¿Me he perdido de algo? - Dijo riendo Jorge la miró enternecido.
¿Por qué Diana tenía que ser asombrosa? Simplemente no se merecía nada de esto.

Cerró la puerta.

-Perdón por no llamarte...

-No te preocupes. Ya me acostumbré a que estés desaparecido siempre.

-No, no... no es así...

-Hey. - Ella le acarició una mejilla. Jorve sintió un pequeño remordimiento en el corazón. (Como te enamores y/o te la folles nunca mas veras la luz del sol Atte: Escritora)- Está bien, ¿estamos bien, no?

-Creo que sí.

Un silencio incomodo se paseó entre los dos. Diana decidió romperlo.

- ¿Crees?

-Yo... Diana... es que... - Murmuró.-Quiero que estemos bien ¿vale?, como amigos, que todo este bien .- Dijo él... Diana sintió una oleada fría en el estómago al escucharlo hablar. ¿Por qué recalcaba la palabra "amigos"? lo eran pero... ¿es que acaso Jorge se había olvidado del beso de la otra noche? ¿o simplemente no había significado nada?

-¿Se puede saber que te sucede? - Le preguntó ella. Y entonces recordó. La última noche, aquella que habían hablado por celular, el cumpleaños de Facu, Jorge no fue por ella. Y no había ido por ella por que... - Ah... ¿tu novia te ha prohibido que me veas? ¿es eso? - Le preguntó Diana. Y era como si ella misma se hubiera marcado el corazón con una navaja gruesa. Le dolía. Le dolía Martina y lo mucho que aún podía importarle a Jorge a pesar del tiempo. Era injusto. Injusto para ella, que había pasado un año cerca de Jorge solo para enamorarlo. (Cof cof zo.rra cof cof Atte: Escritora)

-No, Tini no es así...

-Claro, defiéndela. Jo.der, no puede ser que seas tan idio.ta. - Le dijo sin pensar, y a continuación, lo siguiente también lo diría sin antes meditar. - No puede ser que sigas enamorado de ella mientras yo he estado a tu lado todo este tiempo, Jorge... - Un nudo se le formó en la garganta al escuchar sus propias palabras. Él la miró atónito. Sin saber que decirle.- No sé que vine a hacer aquí...

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Yo si se que querias hacer alli, zorra, que sos una zorra -.-