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EXTRA II

Hola, ¿qué tal? Qué gusto me da estar por estos rumbos jaja

Pido perdón, pero este extra fue pedido por mi querida Cami, por lo tanto se los dedico CamiGu728VanessaNuez214

Espero les guste :) si tienen a bien leerlo.

Las luces se apagaron, el escenario fue iluminado donde se encontraba Zayn tomando un pedestal, la música sonó, Bella salió de un lado del escenario y Harry del otro siendo seguidos por todos.

Zayn fijó su vista al frente I can taste it on your mouth —Notó a Liam observándole con orgullo, quien parecía intentar contener a Louis y evitar una catástrofe, Niall y Shawn estaban a su lado burlándose del alfa y disfrutando de la puesta en el escenario.

El club estaba de aniversario y Harry tuvo la maravillosa idea de participar, todos bailaban en perfecta sincronía. El omega sonrió a su alfa guiñándole un ojo.

I just wanna watch you when you take it off
Take off all your clothes and watch you take them off (take it off) —Las luces parpadearon, algunos alfas salieron detrás de los omegas para despojarlos del saco dejándolos con un juego de pedrería que cubría sus torsos, y manos.

Louis se puso de pie, no sabía que eso pasaría, elevó el mentón cuadrando la mandíbula, sus manos fueron a sus bolsos, no le gustaba para nada lo que estaba viendo, es decir, amaba lo que estaba observando, no que no podía concebir era que todos estuvieran con la vista en su omega.

Harry caminó entre todos su vista, estaba directamente en Louis, quiso reír al ver sus manos apretando la tela de su pantalón.

Su alfa lucia tan guapo, prácticamente lo devoraba con la mirada. Harry se lamentó por el bello traje que llevaba puesto, seguramente terminaría en el piso y hecho pedazos.

La voz de Zayn se seguía escuchando a fondo Push me up against the wall Don’t take it easy —Los bailarines bajaron del escenario, Harry se acercó a su guapo alfa pasando su mano sobre su pecho, hasta ahí Louis pudo ver el detalle en su rostro, sus labios tenían pequeñas perlas y diamantes pegados, brillos en sus pómulos y pestañas volteadas, sostuvo su fuerte mirada sin ser capaz de quebrantarse.

You like it hard like me, It's what you need —Para este punto la mano de Louis sujetaba el cuello de su omega, viéndolo detenidamente, sus labios apenas se movieron siguiendo la letra de la canción.

Let's get naked and explore, Our inner secrets
For what it is, It's what it is —Terminó por besarlo sin poder resistirlo más, Harry pasó sus manos por su cuello permitiendo la entrada de su alfa a su boca.

I, I, I, I just wanna watch you when you take it off
Take off all your makeup, baby take it off
I just wanna watch you when you take it off
Take off all your clothes and watch you take them off (take it off) —Louis devoró la boca de su omega saciando el deseo que nunca dejaba de sentir por él, Harry se apartó cuando sintió que no podría más.

Sobre el escenario el acto continuaba, Zayn disfrutaba ver a los bailarines alrededor de él.

Take it off, take it off, baby just take it off
Take it off, take it off, baby just
Take it off, take it off, baby just take it off
Take it off, take it off, baby just take it off —el alfa impidió que Harry continuara, lo atrajo de la cintura y lo sentó en su regazo.

I just can't wait to see it all
I'm so turned on
And it's all mine
I just can't wait to see it all
I'm so turned on —Louis le sacó el dedo medio a Zayn cuando empezó a caminar para ir por Harry, el acto estaba finalizando, estaba tan concentrado en terminar con la vida del omega con su mirada pesada, que pasó por alto un par de casi adolescentes detalles que se unieron a los bailarines.

Myles y Jules sonreían guardando distancia, recién se habían enlazado, aunque ambos disfrutaban ambos espectáculos.

I, I, I, I just wanna watch you when you take it of
Take off all your makeup, baby take it off
I just wanna watch you when you take it off
Take off all your clothes and watch you take them off —Miel y Mía ayudaron a Zayn a subir al escenario de nuevo, los tres se pusieron al frente y ellas hicieron unos cuantos pasos que habían visto a su madre practicar y que por su puesto ella les mostró.

El tiempo se detuvo para el alfa, la cabeza de Louis estaba a punto de explotar, esas eran sus pequeñas hijas bailando frente a un puñado de idiotas que no dejaban de aplaudir ni de gritar, Harry aprovechó dejando un beso en su mejilla y se marchó para unirse con sus pequeñas.

Sostuvo el puente de su nariz con su dedo índice y pulgar suspiró pesado intentando calmarse, aún estaba trabajando con la tontería de que ellas seguían mencionando la palabra con “a”.

La última estrofa de la canción estaba llegando a su fin, ellas sabiendo lo molesto que su padre estaba lanzaron un saludo y un beso en su dirección yendo con Bella, quien las tomó de las manos para finalizar.

I, I, I just wanna watch you when you take it off
Take off all your makeup, baby take it off
I just wanna watch you when you take it off
Take off all your clothes and watch you take them off —Bella y Zayn concluyeron de pie espalda con espalda y cada una de las niñas al centro de ambos de brazos cruzados, mientras Harry era alzado por dos bailarines para que su rostro se viera. Al terminar todo gritaron emocionadas, abrazándose y revoloteando por todos lados.

No supo cómo fue capaz de esperar con tanta ¿paciencia? No lo sabía, su labio estaba algo rojo de tanto presionarlo. Harry bajaba mientras sus hijas regresaban a la parte trasera del escenario.

Su omega llegó sonriente, con las manos por detrás, con una tímida mirada, lucia como cuando un niño hace una travesura descomunal y creyendo que al hacer esos ojos todo le será perdonado.

Louis no pudo contenerse más, lo tomó de su cabello y lo acercó para besarlo, cada que podía lo hacía para dejar en claro que él era su alfa. Siempre lucia su mordida con mucho orgullo.

El club siguió teniendo más éxito desde que se dispusieron a cantar mientras los demás bailaban.

Copa de Oro se coronó como el mejor de todos, principal centro de atracción gracias a los lindos omegas que bailaban y cantaban.

—Esto te saldrá muy caro. —Louis se relamió los labios con la cabeza inclinada a un lado, notó la sonrisa de su omega.

—Pero yo no tenía idea de eso. —Se abrazó sonriendo a su cuello, yendo directamente a su fuente de olor.

—Eso ya lo veremos, omega.

Leandro pidió llevarse a las gemelas para que pasaran un rato con él, las niñas lo adoraban, incluso Louis estuvo celoso suponiendo que en algún momento lo apreciarían más a él.

Harry se encontraba frente al tocador dándole la espalda, Louis fijó su mirada en la silueta de su cuerpo. Su omega estaba quitando el maquillaje que usó en el espectáculo.

Se acercó por detrás para besar su mejilla, Harry de inmediato le sonrió poniéndose de pie para abrazarlo.

—¿Qué te pareció todo?

Louis se despegó acunando su rostro con una mano mientras la otra la dejó sobre su cintura. —Si te soy sincero no puse atención en otra cosa que no fueras tú.

—Supongo que eso es lindo. —Se acercó sonriente para besarlo.

—Lo es, y debo confesar que lucias de la jodida gloria. —Louis tomó su rostro iniciando un beso cargado con deseo para luego llevarlo a la cama y acomodarlo mientras él se recostaba sobre su pecho, lo amaba.

Louis en toda su existencia imaginó temer por algo, nunca en toda su vida sintió tanto miedo como en este preciso momento, ¿el motivo?, pues era el rostro furioso de su lindo omega que lo observaba con semblante serio.

El alfa estaba en problemas, lo sabía muy bien, y si Harry tuviera el poder de matarlo con la mirada seguramente ya estaría tres metros bajo tierra.

La cuestión fue que Louis iba entrando a casa con sus cachorras, regresaban de los apartados luego de un par de inconvenientes, estaban tan concentrados en su conversación que no se percataron de la presencia del omega en la cocina.

—¿Pero por qué lloró? —Mía preguntó quitándose el saco negro para colgarlo en el perchero, ambas tenían un estilo totalmente diferente.

—A mí me encantó, es divertido cuando lo hacen. —Miel siguió haciendo lo mismo que su hermana, a diferencia que su saco era de un rosa pastel con algunos apliques brillantes.

—Por lo menos sufrió lo que merecía, nadie hace sentir mal a mi omega. —La voz de Louis se escuchó oscura, mientras dejaba un bolso en un compartimento que solo era conocimiento de la familia. Harry se acercó curioso para escuchar mejor, creyó que su familia hablaba de algo referente a los estudios o sobre como Miel se sentía orgullosa de su gemela por el trofeo de primer lugar en Boxeo en la categoría de omegas que Mía ganó.

La omega ladeó el rostro —pensándolo bien, creo que el que tú le arrancaras el diente mientras yo quebraba uno de sus dedos fue suficiente, ¿no?

—Ese tonto alfa nunca más hará sentir mal a mamá. —Miel suspiró furiosa, en ese instante la figura de su madre se dejó ver.

—¡Mami! —Ambas corrieron para abrazar a Harry.

—¿De qué estaban hablando? —preguntó pesando la frente de cada una.

—Nada. —respondieron al mismo tiempo.

—¿Alfa? —Harry se cruzó de brazos esperando una respuesta.

—Hola, cariño, ¿cómo te encuentras? Debo decirte que ese color te sienta perfecto. —besó sus labios.

—Louis… —El omega suspiró, sintiéndose un poco abrumado.

—Déjame explicarte… —Harry lo detuvo volteando a ver a sus hijas.

—¿Podrían ir arriba, por favor? Su padre y yo necesitamos discutir algo, es normal, lo saben solo que no deseo que ustedes se vean involucradas.

—Claro. —Ambas besaron su mejilla, Miel se subió a la espalda de su hermana para que la llevara cargada.

Al verlas desaparecer volvió su mirada al alfa —Estoy esperando, Louis. —habló de brazos cruzados y con una ceja alzada, su cabello estaba realmente largo, rozando un poco más debajo de las clavículas, Louis se perdió en su piel, seguramente todos pensaban que con ese aspecto su omega lucia atemorizante, pero lo único que provocaba era que sus pantalones apretaran de la parte de enfrente, Harry lucia tan sexi cuando se enojaba.

—Tomlinson. —regañó frunciendo el ceño.

—Amor… —Se acercó con cuidado de no enfurecerlo más—. Sabes que son unas sabandijas.

—Son nuestras hijas, no puedes llamarlas así. —bufó molesto.

—Son unos demonios, eso es lo que son, te juro que no me fije, esas pequeñas ratas ocultaron su olor y…

—Pero estaban en los apartados.

—Lo sé, lo sé, y no es justificación, solo estaban preocupadas por ti, ¿por qué no me dijiste que ese idiota te incomodaba?

—No quería molestarte con algo tan simple.

—Que te intimide e intente usar su voz no es algo simple, omega.

—Lo sé, pero en realidad no quería molestar, no le vi problema, Zayn le dejó en claro que se alejara.

—Sin embargo, no lo hizo.

—Basta, no me cambies de conversación. —Harry dio la vuelta para ir a verificar la comida.

—Ese lugar me pone nervioso, es todo, el otro día escuché cómo estaban pintándole las uñas a uno de tus rehenes, mis pequeños ángeles en ese horrible lugar.

—Ni que lo digas, el pobre diablo rogó que acabara con él antes que las cachorras quisieran ponerle una mierda colorida y con purpurina sobre los ojos. —Dijo orgulloso, se acercó abrazándolo por la cintura.

—Eso no me tranquiliza. —intentó contener una sonrisa.

—Cariño… yo sé que estuvo mal, pero te prometo que no las sentí.

—No quiero que ellas estén rodeadas de todo eso, Louis, Miel tiene una colección de herramientas extrañas. —Se dio vuelta para verlo de frente.

—Herramientas de extracción. —corrigió arrepintiéndose en ese preciso instante cuando recibió el golpe que su omega le dio en el pecho.

—¡Louis! —Harry seguía con la misma postura, realmente no podía creer que su alfa no viera las cosas desde su perspectiva.

—Amor…

—Aún no termino, Tomlinson. —Le vio severo—. El otro día encontré a Mía maquillando a su hermana con coletillas de cigarro, ¿puedes creer eso? ¡COLETILLAS DE CIGARRO!

Louis ladeó el rostro, algo más pasaba con su omega, acercó la punta de su nariz a su fuente de olor dejando pequeños mordiscos. —¿Qué sucede, cariño?

Harry dejó caer su rostro sobre el hombro de su alfa, aceptando sus brazos rodearlo. —¿En qué momento crecieron tan rápido? —abrumado por tantas emociones, el omega se cobijó en su pecho.

El alfa sonrió al sentir a su omega relajado bajo su toque, besando su cabello, lo tomó de la cintura para conectar sus miradas —te tengo algo.

—Alfa…

—No digas nada. —repuso dándole vuelta para poner en su cuello un collar de perlas.

—Mía dijo que lo viste el otro día.

—Louis, es muy lindo, gracias.

—¿Louis?, ¿quién diablos se supone que es Louis?

—Mi hermoso alfa dramático. —Se colgó de su cuello para besar sus labios—. Pero esto no te libera de mi reprimenda, cariño.

El lindo hijo de Bella Kyle seguía siendo tímido excepto con Mía, estaban reunidos pasando un buen rato celebrando los seis meses de la cachorra de Liam y Zayn.

Miel se acercó a donde todos estaban dirigiéndose al alfa —hola, Ky. —El lindo alfa le sonrió amable.

—¿Tienes dientes Kyle? —la alfa se acercó tomando su rostro para verificar el suceso.

—¿Disculpa? —preguntó algo cohibido, en tanto se alejaba de Mía, la alfa observó su boca.

—Aún tienes dientes, afirmó. —afirmó con el ceño fruncido.

El pobre se puso un tanto nervioso —pues supongo que sí.

—Eso quiere decir que no has tocado a Mía, el otro día mi papi dijo: si ese niño toca a mi pequeña se quedará sin dientes.

Harry que estaba tomando algo de jugo escupió todo, Louis sonrió triunfal, Miel no entendió la reacción de todos excepto porque su hermana se apegó de forma territorial al alfa.

—¿Qué? —preguntó Louis cuando recibió todas las miradas —dejen de observarme tanto, idiotas.

—Tomlinson, tú nunca cambias. —Leandro acomodó a la bebé de Zayn mejor para limpiar la baba que escurría de su pequeña boca, a la pequeña Aly empezaban a brotarle los dientes.

—Louis… —Harry se acercó luego de disculparse con Bella, quien solo se reía de la situación y veía con mucho amor a la omega que protegía a su pequeño alfa.

—Cariño, que bien luces. —Lo tomó de la cintura besando su mejilla.

—No hagas eso, Ky es un lindo alfa, solo míralo. —señaló, Louis achicó los ojos al ver a Mía darle pequeñas palmadas sobre su pierna para calmarlo.

Niall llamó a los niños para jugar un poco, al final era el tío consentidor, en un par de ocasiones hicieron una boba competencia para verificar si Zayn o él ganaban el puesto, Harry le tenía un gran aprecio. Al final Louis dejó de molestarlo, aunque aún le daba trabajo ver lo cariñoso que era su omega con el tonto rubio que ahora no era más rubio.

La tarde transcurrió tranquila, eran ellos sintiéndose dichosos, disfrutando de lo simple y de lo que amaban.

Al llegar la noche todos fueron a sus hogares. Louis llevó a sus hijas a su habitación después de darles las buenas noches.

Bajó a la cocina sabiendo que Harry estaba preparando algo de té, lo vio solo con un short y suspiró, algunos años pasaron desde que lo conoció y Harry seguía luciendo igual de hermoso. Su cabello estaba recogido en un moño alto, tenía puesto otro de los collares que le dio el otro día con una cruz justo en medio de su pecho, adornando aquella mariposa que tanto veneraba.

Se acercó por detrás abrazándolo por la cintura, su aliento seguía provocando que la piel de su omega se erizara con tan solo un roce o un suspiro.

—¿Qué haces? —preguntó haciéndose escuchar ronco.

—Nuestro té de las buenas noches. —sonrió girando el rostro para que Louis le besara la mejilla.

—¿Te he dicho lo mucho que te amo y lo hermoso que eres?

—Olvidaste las 10 para completar las 200 veces que me lo repites a diario. —sonrió con un lindo sonrojo.

Louis le dio vuelta para sentarlo en la encimera, se ubicó en medio de sus piernas, Harry reposó sus brazos sobre sus hombros pegando sus frentes.

—Te amo.

—Te amo, alfa.

Louis organizó una velada romántica para Harry, resulta que su lindo y amado suegro cuidaría de las gemelas un fin de semana completo. Así que tomó a su omega y lo llevó al auto, Harry no entendía nada, pero confiaba en su alfa, eso hasta que vio que estaban en una autopista donde un Jet los esperaba.

—¿Louis?

—Son vacaciones nos las merecemos.

—¿Y nuestras cachorras?

—Con el loco de tu padre y Tali.

—¿Es seguro para ellos quedarse con ellas?

—Claro que sí, además, Zayn y los chicos ayudaran y tu idiota amigo también se ofreció.

—No seas grosero. —aceptó la mano de su alfa y lo encaminó justo para ir en la entrada.

Subieron y una linda alfa los recibió para mostrarles sus asientos, Harry agradeció amable y Louis lo mantuvo tomado de la cintura de forma posesiva.

La azafata sonrió con algo parecido a la coquetería, al omega, como siempre Harry era inocente en muchos aspectos, pero Louis se daba cuenta.

—No sonrías tanto o te llevaré al baño y te tomaré hasta que esa infeliz deje de verte de esa forma, eres mi omega. —habló en dirección a su oído.

El omega abrió los ojos, la voz de su alfa hizo su corazón latir rápidamente, carraspeó, pues creyó que sus interiores se habían mojado.

Así que cuando fue seguro se levantó de su asiento y se sentó en el regazo de su alfa yendo directo a su fuente de olor —no te pongas celoso, amor, mis ojos solo están puestos en ti.

—Y también otras partes de tu cuerpo reaccionan solo por mí, ¿no es así omega? —inquirió cuando sintió su pantalón húmedo. Harry se sonrojó y se ocultó en su cuello, dejando besos y pequeños mordiscos.

—¿Bebé…?

—Mmmm

—Si sigues así, olvida el baño, te tomaré aquí mismo. —Harry sonrió dejando de marcar a su alfa.

—Lo siento. —suspiró—. ¿Adónde vamos?

—Ya verás, es una sorpresa.

—Parece que nunca has dejado de cortejarme, alfa.

—Tengo toda una vida para venerarte, aun así, ¿por qué perder el tiempo?

Harry bostezó un par de veces, quedándose dormido con el olor de su alfa. Cuando estuvieron a punto de llegar lo ajustó de nuevo en su sillón para que fuera seguro en el aterrizaje.

Como su omega seguía soñoliento, pues, simplemente tomó entre sus brazos, Harry se recargó en su hombro y enroscó sus piernas alrededor de su cintura, sus pechos estaban pegados.

—Puedo caminar. —dijo con rastros de sueño.

—No, yo te llevo, duerme, te hablaré cuando lleguemos.

Una hora después, Louis acariciaba el rostro de su omega besando su mejilla, —cariño, debes comer algo.

Harry con mucho esfuerzo abrió los ojos, sonrió atrayendo a su alfa para besarlo —tengo hambre.

—¿Qué deseas? —Harry se incorporó viendo la lujosa habitación, con curiosidad se dirigió al enorme ventanal cubierto con una extensa cortina, se cubrió la boca al ver la vista, frente a sus ojos la torre Eiffel relucía. Volteó asombrado.

—¿Qué? Miel dijo que tenías ganas de conocer París.

Harry dio unos saltos emocionados y corrió a sus brazos —supongo que te gustó la sorpresa.

—¿Por qué no me dijiste nada? No tengo ropa adecuada, tenía que haber empacado.

—Por favor omega, como si no me conocieras, revisa eso. —apuntó a unas bolsas cerca de la cama que Harry aún no había visto, al revisarlas encontró diferentes prendas, interiores, pantalones, camisas y todo lo que él realmente amaba.

—Alfa…

—Vamos a tomar una ducha, tengo reserva en un restaurante. —Lo atrajo para besarlo, después fueron juntos a la ducha donde compartieron algunos besos.

Louis tenía una sorpresa preparada para su omega, una cena en la misma torre Eiffel, reservó la tarde para que nadie más los interrumpiera. Como específicamente debían cumplir con una etiqueta de vestimenta, él se encargó personalmente de elegir los atuendos.

Ambos de traje, excepto que Harry no llevaba camisa y su cuello estaba adornado por una gran flor, por un momento temió que a su alfa no le parecía que justamente su mordida se cubriera, pero quitó el pensamiento cuando lo vio sonreír.

—Luces maravilloso. —tomó su mano para besarla, Harry se sonrojó un poco, su alfa a pesar de los años siempre sabia exactamente que decir para hacerlo sentir único.

—¿Vamos? —preguntó extendiendo su mano para que su omega la entrelazara con él.

Al llegar al sitio destinado, el omega no podía creer lo que sus ojos estaban viendo. Desde pequeño siempre soñó con conocer Francia y que ahora su alfa esté frente a él ofreciéndole un poco de salmón con el tenedor, era todo un sueño.

Cuando entró se sintió como en un sueño, para él no era necesario pedirle algo a su alfa, porque él sabía perfectamente que darle, y no eran las cosas que le obsequiaba, era el simple hecho que Louis lo escuchaba, que le daba su tiempo, amor y cariño.

—¿Estás feliz?

—Claro que sí, Lou, la próxima hay que traer a las niñas.

—Por supuesto, eso será cuando hagamos otro viaje familiar, este es entre tú y yo nada más.

Y es que ambos entendieron el buen significado de la unión, muchos se ven destinados al fracaso cuando la pareja deja ver a su ser amado como eso… su pareja y empiezan a verles como la madre de mis hijos o el padre de mis bebés, y eso está bien es algo complementario, más no lo correcto.

Para ellos eran su omega y su alfa, su esposo, su amor, su alegría y deseo, su Harry, su Louis.

Al salir caminaron por las calles, Harry iba admirando todo siendo protegido por el brazo de su alfa, detrás había un par de guardias en cubierto para verificar que nada les pasara.

Pasaron un buen rato andando bajo la luz de la luna, y era tan de película romántica, las luces, el ambiente, su alfa…

—Empieza a hacer frío, vamos al hotel. —Louis lo abrazó para besarlo después.

Al llegar sonrió al ver que cumplieron con su pedido, por toda la habitación había pétalos de flores esparcidas y velas dando un cálido ambiente, la luz tenue dando la iluminación perfecta para una noche romántica. Sobre la cama estaba colocada una caja con un moño.

—Louis…

—Alfa, soy tu alfa. —sonrió.

—Me consientes demasiado. —habló abriendo la caja blanca. El alfa se sintió satisfecho al ver las pupilas dilatadas de su omega por el regalo, era un traje de lencería, Louis no solamente se la obsequiaba por un simple significado, él lo hacía porque conocía y sabía que su omega se sentía y lindo, sexi, seductor con ese tipo de piezas.

—Es hermoso. —pasó su mano por la tela, volteó a ver a su alfa—. ¿Quieres que me lo ponga?

—Solo si tú quieres.

—Tomemos una ducha. —Harry propuso tomándolo de la mano para ir al cuarto de baño, ambos se despojaron de sus ropas optando la misma rutina que hacían hace años, Louis le sujetaba el cabello a su omega en una coleta para que no se mojara y Harry siempre esperaba que su alfa se ubicara para luego el ingresar él y recostarse en su pecho.

Ambos solo se quedaron con una pequeña cadena, como dije tenía un colmillo bañado en oro, Louis besó su cuello notando la fina pieza, sonrió recordando.

—Nunca nos las quitamos. —Harry al notar a lo que se refería su alfa sonrió.

—Ni Miel ni Mía lo hacen, ese día fue el peor día de mi existencia.

—Solamente de recordar enfurezco.

La historia era que Zayn salió con las chicas de paseo, todo se fue al carajo cuando una camioneta aparcó cerca de ellos y muchos alfas salieron atacando al omega mayor, para su mala suerte recibió varos golpes, un disparo y antes de caer inconsciente logró contactar a Louis.

El primero en llegar fue Myles que era el que estaba más cerca, lo llevó al hospital, los demás llegaron minutos después, el omega sollozó pidiendo perdón a sus amigos, ambos intentaron tranquilizarlo más fue inútil, luego de recibir la atención no pudieron retenerlo, se sentía realmente mal y enfurecido, secuestraron a sus sobrinas por su culpa.

Cuando Harry se enteró sintió desfallecer, había una furia creciendo dentro de él que le estaba haciendo difícil de controlar.

Media hora más tarde las camionetas de los Tomlinson aparcaron frente a una enorme casa, Leandro les había regalado unas pequeñas argollas que tenían un microchip rastreador, tanto las chicas, Louis y Harry estuvieron de acuerdo con el obsequio, era por su seguridad.

El indicador apuntaba a una zona baldía, el alfa bufó ante el aroma que había en la estancia. Eran cambia forma, hace días se enteró de que una pequeña manada extranjera llegó. No supo que era un remedo e intento fallido de mafia hasta ahora.

Louis, Zayn y Liam acababan con todos los guardias de la pequeña manada, no fue difícil para ellos; sin embargo, el alfa de ojos café está al cuidado y pendiente de su omega que recién salió del hospital.

Myles caminó rodeando la casa para acabar con todos los vigilantes, los demás irían dentro para el rescate.

Un pequeño grupo de alfas salieron al ataque y defensa, dispararon en su dirección, el ojiazul se asustó cuando por un momento perdió de vista a Harry, por su marca lo sentía extraño, hasta que su corazón empezó a latir frenético.

—¿Harry…? —corrió encontrándose con algo que jamás imaginó ver en estas instancias, su omega se había convertido en lobo.

El omega se movía con destreza luchando con otros dos lobos que custodiaban la puerta de una habitación, era una madre enfurecida luchando por sus cachorros.

Los hombres gritaron al sentir los colmillos del lobo desgarrar su piel, ambas cabezas volaron hasta cerca de él, el lobo negro aulló desolador para luego empujar la puerta, Louis no esperó más al sentir el olor de sus cachorras y los sollozos de Mía, un gran lobo blanco se situó al lado de Harry.

Ambos pelearon lomo a lomo acabando con todos los que se venían encima, no fue difícil. Louis tenía a su omega a su lado.

De pronto una pareja de alfas salió con sus hijas amordazadas y una bolsa de manta cubriendo sus rostros, uno de ellos habló con un terrible acento —queremos tu dominio y tendrás a tus bastardas.

A Harry le corrió un escalofrío por toda la espina dorsal, la calma que su alfa estaba le empezaba a inquietar, nada bueno sucedería.

—Quiero verte como humano. —El otro alfa exigió, al ver que Louis no acató la orden de inmediato le sacó la manta a Miel para que la viera, su pobre pequeña lucia extraña, y gruñó al notar que posiblemente estaba bajo el efecto de alguna droga, el alfa le puso un arma en el cuello Y Louis de inmediato se convirtió.

—¿Qué mierdas les hiciste?

—La maldita me mordió, estaban muy inquietas, no quedó de otra que tranquilizarlas. —La alfa respondió.

Harry se puso frete a su alfa para cubrirlo, Miel los llamaba. Louis sentía a su omega inquieto, un leve temblor lo invadió.

—Solo lo diré una vez, libéralas. —Su tono y olor amenazante hizo titubear a uno de los captores.

El alfa sonrió con burla, la alfa le siguió tirando Mía al piso.

Su omega lloriqueó inquieto, eran sus bebés siendo golpeadas, Harry no supo en qué momento rugió con furia, acechó amenazante haciendo que los alfas se convirtieran.

Uno de los criminales intentó atacar a Miel, cosa que no fue muy inteligente, ya que, en un abrir y cerrar de ojos, el omega se fue directo a su yugular, sintió como el sabor metálico que llegaba a sus papilas gustativas. Escuchó cómo su alfa acabó con el hombre y otros que venían mientras él iba a descubrir a sus hijas.

Ambas tenían los ojos rojos y sus labios estaban resecos, justo en Zayn y Liam entraban junto a Myles, el omega les tendió unos shorts en tanto los alfas verificaban si no había nadie más con vida.

Casi se vuelven locos cuando las llevaron al hospital, Mía era quien estaba más afectada gracias a la droga, cuando despertó pidió ver a Zayn, al tenerlo de frente lo abrazó en medio del llanto, la pequeña omega dijo que él recibió la bala que iba dirigida a ella.

Harry parpadeó saliendo de su recuerdo, aceptó la mano de su alfa para salir de la tina, fueron a la cama, Louis se situó sobre su cuerpo recostándose en el pecho de su omega —¿te sientes bien?

—Claro que sí, alfa. —Harry llevó sus manos a la cabeza de Louis acariciando entre su cabello.

El omega suspiró cuando Louis pasó sus manos al costado de su cuerpo, abrió mejor las piernas para que su alfa se ubicara mejor, el alfa besó su pecho y sus labios fueron directo a sus pezones, Harry afianzó su agarre en su cabello.

—Louis… —rogó al sentir su lubricante salir.

—Ya bebé. —El alfa se incorporó llevando sus dedos a su entrada para estimularlo, sus labios seguían en su pecho repartiendo caricias, mordidas y chupetones, algunos minutos después Harry volvió a rogar.

—Vamos, te quiero dentro. —haló su cabello para enfatizar su petición. Louis sonrió alineándose, se introdujo lentamente observando las expresiones de su omega. Cuando estuvo completamente dentro inició un leve movimiento.

—Quero reabrir la marca —mordió su piel—, ¿me dejarías, omega?

—Hazlo. —Harry tomó su rostro y lo atrajo a un beso.

El omega gimió al sentir su piel ser rasgada por los colmillos de su alfa, ambos alcanzaron su orgasmo, empapados de amor, del puro y bueno.

—¿Falta poco? —Mía cuestionó acomodando mejor a su hermana, quien iba con la boca abierta sobre su hombro, totalmente dormida.

—Pronto llegaremos, cariño, ¿estás bien? —Louis preguntó mientras conducía.

—Sí, papi, estamos muy bien, ¿y mami?

—Profundamente dormido. —Le sonrió a través del espejo.

—¿Está bien? —preguntó la omega.

—Sí, es solo que últimamente se siente muy cansado, en estos días tenemos una cita con el doctor para hacerle una revisión.

Tenían un viaje familiar, se dirigían a la playa donde también estarían Tali, todos los chicos y Leandro, quien dijo que quería presentarles a alguien especial.

Para nadie fue sorpresa saber que el alfa estaba saliendo, Leandro estuvo actuando extraño los últimos días. Llegaron al aparcamiento, la omega se encargó de despertar a su hermana, que pidió ser cargada de nuevo, y Louis se encargaba de su omega.

Caminaron hasta llegar a una de las cabañas que buscaron por internet, Liam y Zayn ya los esperaban, las chicas corrieron a ellos para saludar. Miel se apegó a Zayn y Mía a Liam.

Un alfa mayor se acercaba sonriente —señor Tomlinson, es un gusto tenerlo por aquí. —saludó cortes dando un asentimiento con la cabeza a todos los demás, para que lo siguieran dentro de la estancia.

—Gracias. —respondió tomando a su omega de la mano para seguir al mayor.

—Tengo las llaves de su casa, muchas gracias por su compra.

Harry viró los ojos volteando a ver a su alfa, Louis le devolvió la mirada —¿qué? Nuestras cachorras dijeron que te gustaba el color.

—Estás loco, alfa. —Harry lo atrajo para besarlo. Liam abrió la puerta cuando la tocaron.

—Será mejor que se separen o busquen una habitación, ¡por la luna! —La voz de Niall se escuchó, Louis le sacó el dedo medio.

Cuando por fin lograron instalarse comieron algo de fruta y fueron a tomar un poco de sol, Miel ponía protector en la espalda de su hermana y Louis en la de su omega, luego ambos alfas cambiaron de lugar para verificar que los rostros de los omegas estuvieran cubiertos.

Harry tomó la crema y untó en el rostro de sus hijas, cuando se halló satisfecho dejó un pequeño beso en sus narices.

Miel llevaba un conjunto color rosa pastel con pequeños caramelos como adorno y Mía un conjunto negro. Ambas se adelantaron con Liam, Zayn, Niall y Shawn para ir a recibir a Peter y Bella.

—De ninguna manera, Harry. —Louis estaba serio y de brazos cruzados, sus músculos resaltaban.

—Pero tú vas con el torso descubierto. —respondió retador.

—Amor… —Louis luchaba para no volverse loco—. Solo no quiero que te observen tanto, maldición, luces exquisito y si algún alfa, beta u omega se atreve a mirarte me volveré loco.

—Cariño. —El omega se acercó sonriendo.

—Es mucha piel expuesta, Harry de Tomlinson. —Harry sonrió amando la faceta de celos de su alfa.

—Es solo una pieza.

—Es mucha piel expuesta, demasiada diría yo, el sol te puede hacer daño. Eso debería ser únicamente para mis ojos.

—Lo hice solo para mi alfa —besó su mandíbula—, además me pondré una bata playera.

Luego de salir y ubicarse en las sillas especiales, Louis se aseguró que sus pequeñas se encontraran bien, Miel estaba sentada leyendo algo y Mía intentaba armar algo en la arena con Niall y Shawn.

—Muchachos… —La voz de Leandro se escuchó a lo lejos, todos voltearon a ver al alfa que venía de la mano con otro alfa, las gemelas se pusieron de pie para ir a saludarlo. El mayor saludó a todos hasta estar frente a su hijo Hola, cariño.

Harry solo se abrazó a su padre sintiendo su olor, su mirada se desvió al alfa que estaba a su lado —él es Gary. —presentó con orgullo.

El alfa sonrió de una forma tierna, tímida —Hola, Harry, es un gusto. —tendió su mano para saludar.

—El gusto es nuestro. —El omega sonrió sintiendo a Louis llegar a su lado, el alfa asintió en dirección de ambos.

—Él es el alfa loco de mi bebé. —Leandro presentó a Louis, Gary sonrió levantando la mano en forma de saludo, ya su alfa le había comentado sobre el carácter del castaño.

Ambos, luego de saludar a todos, fueron hasta donde Tali se encontraba para conversar un poco con ella.

Pasaron el día compartiendo, tomando sol, yendo al agua y riendo de Louis, cada que rugía cuando alguien se acercaba a su omega o a alguna de sus hijas.

Todo se complicó un poco cuando Ky golpeó a un alfa para defender a Mía, todos quedaron sorprendidos, pues, no era común en él. Bella lo tomó del brazo, pero él se rehusaba a salir de ahí.

Louis observaba orgulloso a Miel y al niño raro que su pequeña quería tanto, ambos estaban protegiendo a su linda hija.

—Que se aleje de mi omega. —Ky dijo demostrando su enojo. Harry abrió los ojos sintiéndose algo asustado, Louis tensó la mandíbula, Mía se sonrojó.

El alfa llamado Walt sonrió con burla —¿tú, un alfa? —preguntó empujándolo.

Mía salió detrás de ellos golpeando directamente el rostro del alfa —sí, es un alfa, maldito idiota, cuida como te diriges a él.

—Tranquila, corazón. —Harry intervino atrayéndola, ella buscó su fuente de olor para calmarse.

Louis caminó advirtiendo al alfa que si volvía a molestar lo usaría como alimento para sus lobos.

La mayor sorpresa se la llevaron unos días después cuando encontraron a Harry dormido en el jardín, Louis tomó a su omega y lo llevó a donde el doctor, su alfa estaba seguro de lo que pasaba, el olor de su omega era diferente.

El especialista pidió a Louis tomar asiento por la noticia que venía, su omega estaba embarazado de casi dos meses.

Harry empezó a llorar y Louis lo atrajo para calmarlo —tendremos otro cachorro, amor.

Su omega salió de su cuello luego de ser marcado por su olor —lo sospechaba, pero creí que era por el pastel que comí el otro día y por el helado y esas frutas y…

Louis se burló un poco, al llegar a casa y dar la noticia todos se volvieron totalmente locos, para Harry fue un poco abrumador, ya que ni su alfa, sus hijas, Niall, su padre e inclusive Zayn y Liam teniendo a su pequeña de casi dos años lo dejaban solo.

Todos alegaban que podría ser peligroso, nunca lo dejaban sin compañía, iban con él a caminar, nunca estuvo solo, Louis se aseguraba de alimentarlo y las gemelas de mantener sus sitios cálidos y seguros. 

Siete meses después nació, Harry dio a luz un lindo omega. Las gemelas tuvieron temor de hacerle daño, ambas lloraron cuado lo vieron por primera vez.

Matthew, así fue como decidieron llamarlo. Las gemelas discutieron durante mucho tiempo, analizando el nombre perfecto que le perteneciera a su pequeño hermano.

No dejaban de llorar de emoción, amaban con intensidad al pequeño omega, pues era todo lo contrario a ellas.

Matthew era tímido, físicamente parecido a Harry con el color de ojos de Louis.

—Eres el omega más hermoso de todos, ¿no es así? —Mía hacía gestos graciosos para hacer reír a su hermano, el pequeño se mantenía apegado a sus padres, en raras ocasiones se dejaba tomar por alguien más.

Con el único que él estaba totalmente feliz fuera de sus padres eta con Niall, Louis viraba los ojos cuando el alfa le hablaba y su pequeño extendía los brazos para que lo cargara.

—Pequeña rata traidora. —refunfuñaba al verlo tan tranquilo en los brazos del alfa.

—¡Louis! —Harry lo golpeó en tanto cargaba a la pequeña bebé de la pareja.

—Solamente mira cómo le sonríe, se supone, solo lo hacía con nosotros.

Su pequeño era idéntico a su omega, era tan pequeño y delicado, que por un momento se preocuparon. El médico dijo que todo estaba bien con su salud física y que era un lindo y tierno omega.

—Cariño, ¿y los cepillos de dientes? —Louis preguntó mientras observaba a Harry en la tina.

—Perdona, alfa, olvidé colocar los nuevos, ya era hora de cambiar los antiguos.

—No te preocupes, bebé, yo los ordeno. —El alfa tomó todos los utensilios de aseo personal y los coloco en el sitio correcto en la estantería.

Harry estaba tomando una ducha, Louis al ver algunos productos los llevó a la cama, regresó a donde su omega y le tendió la mano para ayudarlo, extendió la toalla para cubrirlo.

—Alfa ya hiciste mucho por mí, lamento todo esto. —Se disculpó, pues su alfa estuvo cargándolo todo el día pegado a él por si necesitaba algo, por la mañana Harry fue con las niñas al gimnasio, Mía practicaba con Myles y Liam boxeo.

Zayn lo animaba mientras jugaba con su pequeña y Maty, Harry subió para hacer un par de movimientos, sus piernas se cruzaron y cayó al piso lastimándose la mano y el tobillo.

El pobre omega se sentía realmente estúpido, no tenía ni dos minutos cuando el mismo se provocó la lesión, cuando Louis se enteró lo llevó con diferentes médicos para estar seguros de que nada grabe pasara.

—Déjame consentir a mi omega. —Lo sentó sobre la cama y le ayudó a ponerse su ropa interior, buscó una de las cremas y un cepillo especial para su cabello.

—Gracias. —dijo tímido sintiendo cómo su alfa pasaba sus dedos entre sus rizos, ya estaban llegando a los hombros y Louis los amaba, desenredó y puso un poco de crema para definir mechón por mechón, sus párpados pesaban el toque de su alfa lo relajaba, secó su cabello con cuidado hasta tenerlo casi seco. Harry casi estaba dormido.

Con cuidado el alfa tomó a su omega y lo ubicó para que se hallara más cómodo, puso un poco de crema corporal y la paso por su piel, Harry casi soñoliento lo vio con amor, Louis lo tocaba con mucha delicadeza, no había nada sexual, solo eran ellos siendo Louis y Harry.

Hace algún tiempo atrás Miel llegó a casa de la forma más sospechosa posible, le hizo señas a su hermana para indicarle que la zona estaba libre y podía pasar. Louis percibió los dejes de temor con sigilo, caminó a la cocina donde estaba su pequeña omega solo para asegurarse que estuviera bien.

—¿Qué haces? —preguntó notando la sorpresa de su hija.

—Nada, solo quería algo de fruta. —respondió nerviosa.

—Mhn, es curioso.

—¿Qué cosa? —preguntó ella sintiéndose nerviosa.

Louis abrió la nevera dándole la espalda —dices que buscabas fruta, sin embargo, tienes chocolatada en las manos—. Señaló y Mía suspiró.

—Papi…

—Sabes que puedes contarme lo que sea, ¿por qué no conversamos un poco?

Miel entró a toda prisa al ver la figura de su padre, se detuvo —carajo.

—Hablen par de lindos demonios. —El alfa sonrió con cariño. Miel abrió la cremallera de su sudadera dejando ver a un pequeño gato blanco.

—¿Qué mie…? —Harry entró y le vio con la ceja alzada, recién había dejado a su pequeño dormido, no aprobaba que su alfa mencionara groserías delante de sus hijos.

—Qué mirada tan linda, eso iba a decir, no me mires así omega. —bufó—. ¿Y esa cosa? —preguntó señalando la pequeña bola de pelos. Harry se sentó en el regazo de su alfa, sus hijas se vieron a los ojos con temor.

—Es un gatito —Mía explicó—. Lo encontramos cerca de aquí, ¿no es lindo? —la omega levantó al pequeño animal para ponerlo frente a ellos y que lo observaran mejor, la bola de pelos maulló haciendo que las niñas lo atrajeran para abrazarlo.

Miel sonrió —se llama conejito, porque es blanco y pequeñito.

—Me gusta más copito. —Mía refutó.

—¿Cómo un gato puede llamarse conejo? —Louis bufó.

—La imaginación y creatividad no tiene límites papi. —respondió la omega haciendo reír a su madre.

—Como digas, ¿y qué pretenden? —inquirió el alfa sabiendo el rumbo de la conversación.

—¿Puede quedarse con nosotras, por favor? —ambas preguntaron al mismo tiempo con un puchero en los labios.

—Es mucha responsabilidad, jovencitas, necesita cuidados…

—Nosotras cuidaremos muy bien de él y le daremos todo nuestro amor y cariño, estaremos todo el día pendientes.

—Deben tratarlo con respeto, no es juguete, ni algo momentáneo, ¿entienden eso?

—Sí, lo hacemos.

—Yo creo que está bien, ¿tú qué dices, amor? —El alfa preguntó a su omega.

—Es una gran idea, me parece bien. —respondió acariciando al minino que se acurrucó a un lado de él.

Las gemelas chillaron de emoción yendo a abrazarlos, Louis sonrió —denle todo su amor a esa cosa y a nosotros, así que no hay lugar para ningún alfa, solo nosotros, ¿bien?

Ambas voltearon los ojos sonriendo, su padre siempre hacía ese tipo de bromas —bien. —respondieron al unísono.


—Papi… —Mateo caminaba llamando a Louis con un enorme puchero en los labios, sus ojos azules lucían brillosos a causa del llanto, su pequeña nariz estaba totalmente roja.

—¡Cariño!, ¿pero qué sucedió?, ¿qué te pasa?, ¿te duele algo?, ¿alguien te lastimo…? Myles, Liam —llamó mientras marcaba a su pequeño.

Ambos alfas llegaron a toda prisa —¿Qué sucede?

—Está llorando —intentó sacar a su pequeño de su pecho, pero este se negó aferrándose.

—Dime que te pasa corazón, quien te haya hecho llorar llegará al cielo rojo. —Cuidaba sus palabras porque su pequeño era sensible y cuando lo escuchó hablar de muerte lloró.

—Papi…  —sollozó de nuevo.

Louis lo meció —ya amor, no llores, papi está aquí, yo te cuido.

Los alfas seguían esperando, Harry se apareció con un mandil amarrado en la cintura —¿Qué sucede?

—No ha dejado de llorar y no me habla.

El omega se acercó acariciando la espalda de su bebé, Maty abrió los ojos refrendando su nariz, no era un niño de llorar fuerte, era tan delicado.

—Cariño, ¿qué sucede?, ¿quieres hablar?

—No —respondió con los ojos llorosos.

—Necesitamos saber qué sucede, ¿podrías mostrarnos? —al recibir el asentimiento del pequeño. Louis lo bajó, Maty bajó su mirada, avergonzado, señaló hacia afuera.

Liam y Myles se apresuraron, el pequeño los siguió quedando frente a la causa de su llanto.

—¿A mi bebé se le cayó su helado? —Maty volteó a verlo con otro puchero. Harry sonrió negando. El alfa alzó a su cachorro para mecerlo de nuevo.

—Liam…

—¿Cuál deseas que se compre?

—La más grande, mi bebé ya no debe llorar de nuevo, busca una mie… es decir, algo que sea saludable.

Myles y Liam salieron, Harry observó a su alfa —no cambias.

—No sé de qué hablas —respondió besando la cabellera castaña con rizos de su cachorro.

—A ver, deja que te refresque la memoria —Harry carraspeó—, me compraste una tienda de ropa, una joyería y aquella cafetería, a las gemelas la perfumería, ¿y ahora una heladería?

—Harry, son cosas necesarias para mantener la felicidad de mi familia, déjame ser feliz haciéndolos felices, omega.

—Eres imposible.

—Y tú una bomba sexi —Le guiñó el ojo.

—Alfa…

—Para esta instancia de la vida tendrías que saber que soy capaz de quemar el puto mundo por ustedes —dijo con tranquilidad sabiendo do que su pequeño se quedó completamente dormido.

Harry se acercó para besarlo —Eres el mejor, gracias.

—Shhh —Louis tapó la boca de Miel, su pequeña lucia asustada.

—¿En dónde están? —preguntó asomando la cabeza mientras su padre tomaba el arma y la ajustaba.

—No lo sé. —suspiró limpiándose el sudor, tenía que proteger a su bebé.

—Tú crees que él…

—No, cariño, por su puesto que no. —sonrió intentando calmarla, asomó la cabeza para asegurar el área—. Ahora, vamos.

Miel acató la orden, siguiendo con sigilo a su padre, ambos veían a todos lados, Louis alzó la mano para que detuviera sus pasos, escucharon un susurro. Señaló una de cabañas de los apartados, de ahí provenía el sonido.

—Cúbreme la espalda, yo entrare, haremos una emboscada y acabaremos con ellos, nos quitaron a Zayn, debemos vengarnos.

Miel asintió, ajustó su arma y siguió a su padre para cubrirlo, un ruido estridente los hizo voltear.

—Liam… —Louis habló.

—No, no, no. —Miel caminó hacia atrás, sintiendo cómo su cuerpo colisionaba contra otro.

—Hola, lindura. —La alfa intentó defenderse cuando su hermana disparó y el agua la mojó completamente, escuchó a su padre caer siendo tumbado por su madre en medio de una carcajada.

—Ganamos. —Liam sonrió satisfecho.

—Se aprovechan de que los amamos mucho. —Miel bufó, habían organizado una tarde de juegos para pasar un poco de tiempo en familia, se había dividido por equipos, Liam, Mía y Harry eran un equipo y en el otro Louis, Miel y Zayn.

Louis llevó a su omega cargado en su espalda, Liam iba con Mía y Miel con Zayn.

Al final Harry terminó aceptando algunas cosas referentes a los apartados, le fue imposible mantener alejadas a las gemelas del sitio, en ocasiones se admiraba del temperamento de cada una de ellas, se volvieron diestras y meticulosas, inteligentes y poderosas, de personalidades totalmente diferentes; Miel, era todo arcoíris, pero sádica, en una ocasión ayudó a Zayn cuando un alfa intentó hacerle daño a su padre, ella amaba la sangre, le encantaba hacer sufrir a los malos.

Mía tenía una personalidad oscura; sin embargo, era un amor, supuesto carácter pasivo, pero también sentía cierta fascinación por la sangre.

Miel se divierte con sus víctimas y Mía no tiene compasión tirando a matar.

En el territorio se habían creado una pequeña fama como las gemelas del terror, lo habían demostrado cuando con ayuda de Myles acabaron con la vida de tres alfas que intentaron tomar por la fuerza a Jules y a su madre cuando fueron de compras.

Harry se encontraba un poco conmocionado, su querido y amado alfa estaba completamente vestido de negro, se encontraba sentado en un mini sofá de cuero dándole la espalda a la puerta.

Miel sonreirá observando a su padre mientras ella estaba junto a su hermana.

Los más pequeños estaban sentados jugando con Leandro, la alfa de Zayn era muy apegada al mayor. Maty balbuceaba cosas que no se entendían, se escondía detrás de su abuelo cuando Myles lo observaba.

Louis le dio una fuerte mirada al alfa, quien solo sonreía con cariño al cachorro de tres años.

—My —Maty pidió ir con él, el pequeño omega era muy tímido, casi no hablaba.

Harry sonrió en aprobación para que el alfa lo alzara, cuando Niall no estaba al pequeño le encanta estar con él.

Myles y Liam estaban ubicados al lado del jefe, uno a la derecha y el otro a la izquierda.

El timbre sonó, Zayn ajustó su traje para abrir la puerta, la figura de Kyle, Bella y Peter se dejaron ver.

—Hola, señor Payne. —El joven alfa saludó amable.

—Ky —respondió guiñando un ojo—, pasa ya están esperando por ti.

Harry suspiró, Bella sonrió para tranquilizarlo y se abrazó a su amigo, los pasos del joven se detuvieron, sonrió en dirección a Mía, justo en ese instante la silla de Louis se dio vuelta.

Estaba completamente serio, su mirada era seria, lucia un poco tenebroso teniendo a Copito en su regazo mientras lo acariciaba.

—Vaya, vaya, vaya.

—Señor Tomlinson. —El alfa hizo una pequeña reverencia mostrando respeto.

—¿Qué tenemos aquí? —Louis lo escudriñó, Mía viró los ojos, Miel se aguantaba la risa y Harry quería esconderse.

—Gracias por recibirme, señor, es un placer verlos a todos. —Todos sonrieron, Ky era todo un caballero y Louis no podía con la idea de que el alfa fuera para llevar a su pequeña a una cita.

—Habla.

—Me presento delante de usted y el señor Harry para pedir permiso y llevar a Mía a un paseo.

—Ella es uno de mis cuatro tesoros más preciados, Kyle, ¿entiendes eso?, ¿qué te hace pensar que la dejaré ir tan fácilmente?

—Porque durante estos años también se ha convertido en algo preciado para mí, no dudaré en poner mi vida por delante si de su seguridad se trata.

—Eres mayor que mi pequeña, muchacho, eso no juega a tu favor.

—Entiendo perfectamente eso, señor, y es por eso que he venido a dar la cara, no pretendo arrebatarle a su pequeña, solo que no me parecería correcto verla a escondidas y si en dado caso usted no me concede la autorización ya veré que hacer.

—Tienes agallas, ¿sabes que soy un puro? No me tentaría en arrancarte la garganta si un día le haces daño, ¿entendiste?

—Completamente señor.

—Basta, papi, no molestes a Ky. —Mía se levantó dirigiéndose a Bella.

—¿Me conocerías el permiso de salir con tu bello hijo alfa? —preguntó la omega, la mayor la abrazó diciendo que sí.

Louis y Harry la observaron orgullosos, ella se giró —no vamos a enlazarlos, papi, solo queremos salir con tu aprobación.

—Lo sé, es solo que… —rechistó chasqueando la lengua.

Mía suspiró —sé cómo defenderme, ya te he tirado un par de veces, Ky no es malo, yo lo siento aquí —señaló su corazón—. Además, ya le prometí no sobrepasarme con él.

—¿Qué?

—Es un alfa que sueña con un romance a la antigua, es muy tierno.

—¿A dónde la piensas llevar? —preguntó en dirección al joven.

—Entiendo que la seguridad de Mía es lo primordial, así que hablamos y por hoy solo caminaremos en el jardín, yo traje algo de comida para ella y otras cosas que son sorpresa —se sonrojó—, más adelante me gustaría llevarla al cine o salir a cenar.

—Bien, largo, pero estaré vigilando.

Mía lo abrazó y le dio las gracias, tomó a Ky de la mano y salieron, ese día Louis creyó sufrir un par de infartos porque quince minutos más tarde Zayn acompañaba a otro alfa, Miel sonrió con fingida inocencia.

—Es mejor resolver los asuntos familiares en conjunto. —Ella se puso de pie tomando la mano del pobre muchacho.

—Papi, él es Phill, tomamos las mismas clases desde que éramos unos cachorros y…

—Alto, ¿cuándo tan siquiera tú…?

—Le pedí a tío Zayn que lo investigara, sabemos todo absolutamente de él. —Ella hizo una seña y su tío pasó una carpeta al alfa.

Phill vio con asombro a la alfa, ella acarició su mano —perdona cariño gajes del oficio.

—Santa mierda, ¿ustedes quieren mi ruina, no es así? —Louis dejó caer la cabeza en el respaldo del sofá, Harry se acercó pellizcando su brazo para que no dijera más groserías.

—¿Y tú que pretendes con mi niña? Que sea una alfa no significa que yo no estaré pendiente de ella, ¿qué no me temen? Si chasqueo los dedos, tu cabeza podría rodar…

Harry tocó su hombro —alfa, cariño, todo está bien.

—Solo mira eso —señaló acusador—. Eso no es estar bien.

—Tus cachorras tienen más de dieciséis años, están en casa solicitando tu permiso, están haciendo las cosas bien, están incluyéndote en su vida, cariño.

—Lo sé. —Se dejó marcar por su omega, dirigió su atención a lo que el alfa dijo, Miel estuvo sonrojada y algo tímida, al parecer si le gustaba ese idiota.

Louis se paró frente al enorme ventanal observando a Miel unirse con Mía. —Lo tenían todo planeado, míralas. —bufó notando el abrazo de sus pequeñas cachorras y el saludo de ambos alfas.

Harry se abrazó a su cintura. —Supongo que hicimos un buen trabajo, solo míralas.

—Es una total mierda ver cómo cambia todo tan rápido.

—Solamente es la vida y su ciclo, imagina cuando estén por enlazarse.

—¿Tú también quieres acabar conmigo, verdad? Acordamos que se enlazan a los setenta.

Harry negó —no quiero imaginar cuando traigan nietos.

—Basta por favor —Louis se giró pidiendo a su pequeño—. Tú serás monja, si eso será perfecto.

—Alfa…

—Es una broma, pero Maty… —ubicó a su pequeño para verlo a los ojos, el omega tenía su mano en su boca luciendo adorable. —Tú nunca tendrás alfa, ¿verdad amor?

—No. —respondió el cachorro haciéndolo sumamente feliz.

 Ambos salían de la habitación de Mía, habían ido con los tres para arroparlos y desearles buenas noches, no se sorprendieron al ver a Maty con Miel, el pequeño siempre se escabullía con alguna de sus hermanas para dormir.

Bajaron a la cocina para hacer un poco de té, Louis cubrió la espalda de su omega porque ambos notaron la hermosa noche que hacía. Caminaron hacia el gran jardín dejando el té sobre la mesa.

—Yo sé que todo fue un plan tuyo para seducirme, omega, eres un pícaro. —Louis negó fingiendo disgusto.

—Eso no fue cierto, tú fuiste por mí. —Lo golpeó en forma de juego.

—Tú rogabas para que lo hiciera. —El alfa caminó admirando el paisaje.

—Si eso te hace feliz, pues, todo fue planeado para que tú cayeras directo a mis redes, así pensarías que yo te seducía, sin embargo, tú serias quien iba a rogar.

Louis lo tomó de la cintura y lo giró haciéndolo reír —eres malvado, omega.

—Basta, despertaremos a todos.

—No importa —Louis molestó a su omega, casi caían a la piscina.

—Ten cuidado, alfaaa —Harry sonrió cuando se tambaleaba.

—Amo este lugar, ¿recuerdas las veces que te hice mío y tu grita…? —Harry cubrió su boca como si alguien fuera capaz de escuchar.

—¡Louis! —el alfa lamió su mano haciendo que s omega lo liberara, ambos forcejeaban de forma juguetona.

—¿Ahora te sonrojas? —preguntó.

—A ti te gusta estar dentro de mí —mordió con cariño su brazo izquierdo, se corretearon hasta que Louis tomó a Harry para ir a sentarse a tomar el té. El omega se acurrucó al lado de su alfa, melancólico, sorbió un poco de su té.

—Es increíble todo lo que ha sucedido, ¿no crees?

—¿Quién mierdas diría que luego de tanto rogarme, pedirme cortejarme y luchar contra todos por mi amor, estaríamos justo aquí?

—Alfa, sigues con eso, no te dejaré anudarme.

—Pero si te encanta mi nudo, todo de mí te ama, amor y no digamos mi polla.

—Siempre tan romántico.

Entonces ellos comprendieron que ellos no eran inmunes a los efectos del amor, tarde o temprano, con mayor medida y algo de buena frecuencia caerían, pero no cualquiera sino con el indiciado.

—Creo que no hay nadie más perfecto para mí. —Harry besó su mandíbula.

Recordaron el primer día que sus miradas se encontraron, Louis nunca creyó encontrar a un omega que fuera perfecto para él y Harry no se imaginaba tener un alfa que lo diera todo por alguien como él, porque entendieron el significado de ser uno sin subestimar ni aminorar al otro.

Demostraron que muchas veces el amor auténtico no hace falta verbalizarlo. Pero no se cansaban de repetirse lo mucho que se amaban.

Se abrazaron bajo la luz de la luna, arropados por los millones de estrellas, satisfechos y felices por todo lo que poseían, por la alegría y el simple hecho de estar juntos sin importar qué.

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LISTO, Cami y Vane, fue un gusto escribir esto.

Muchas gracias a quienes leyeron, les deseo lo mejor. Cuídense, tomen agua y éxito en todo.

Nalgaditas cariñosas :D

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