CAPÍTULO 25
Media hora después, Louis y los alfas seguían hablando sobre las nuevas estrategias, aprovecharon y entregaron el reporte de las mercancías que poseían en su poder.
Para este punto Louis estaba realmente desesperado, por alguna razón su lobo estaba inquieto.
Era evidente que todos en la sala estaban nerviosos, temerosos y asustados, pero no era tiempo para bajar la guardia.
El celular de Myles empezó a sonar, segundos después el alfa se acercó. —Es Liam dice que es urgente. —dijo pasándole el aparato.
—¿Qué sucede? —preguntó mientras analizaba unos tratados.
—Leandro se comunicó.
—¿En dónde está ese infeliz de mierda? —colérico respondió haciendo que su olor se intensificara.
—Habló por teléfono, solicita comunicarse contigo, Louis.
El alfa se puso de pie abruptamente, dejando a todos en silencio. —¿Pero qué mierdas se cree ese hijo de puta? ¿Dónde está?
—Quedó de llamar después, pero estaba desesperado, Louis.
—Bien, termino aquí y voy para ver que hacemos con el pedazo de mierda ese.
—Estaré informando, ten cuidado.
Colgó la llamada y apresuró la reunión, nada impediría que su negocio decayera, dio órdenes de cómo continuar y que hacer si la situación se complicaba.
Veinte minutos después, salió siendo dirigido a la camioneta, recibió un mensaje de su omega diciendo que lo esperaría para comer.
Pasada la noche Louis entró a la habitación con los hombros tensos, caminó hasta la cama para buscar a Harry, pero no lo vio ahí, justo escuchó la ducha encenderse y Harry asomó la cabeza con una enorme sonrisa.
—Hola, alfa.
Louis caminó quitándose los botones del saco hasta donde estaba su omega.
—Hola, bebé.
—¿Cómo te fue? —habló mientras le ayudaba a quitarse la camisa.
—De la mierda.
—¿Necesitas algo especial? —preguntó dejando salir su olor.
—A ti amor.
—Te preparé la tina, necesitas relajarte.—se acercó a besarlo, pasando sus manos por su fornido cuerpo.
—Eres un sol, omega.
Harry se separó tomándolo de la mano para guiarlo, hizo que se metiera a la tina y puso una toalla detrás de su cuello para que no se lastimara, remojó un poco su lacio cabello y puso un poco de champú para empezar a frotar su cuero cabelludo.
El omega sentía la penetrante mirada del alfa en su rostro y Louis se sentía totalmente dichoso, su alfa aullaba en su interior porque su omega se preocupaba y cuidaba de él.
—Gracias, amor.
—Es un placer cuidar de mi alfa. —Se acercó picoteando los labios del castaño.
—¿Por qué no entras conmigo?
—Porque hoy te voy a consentir. —Le sonrió con cariño, el vapor del agua caliente hizo un ambiente relajante en combinación con los suaves tintes del aroma de Harry, al parecer el omega sabía exactamente qué hacer para que se relajara.
Cuando terminó le ayudó a quitarse todo el jabón del cuerpo y le pasó la toalla para que se cubriera.
Fueron hasta la habitación y Harry secó su cuerpo admirando cada parte, deleitándose con el calor que emanaba de la piel de Louis.
Se acercó para besarlo —¿Te sientes mejor?
—Mucho mejor, gracias.
—¿Necesitas algo?
—Solo a ti, omega. —Su voz se puso un tono más ronco, se escuchaba tan sensual.
Acunó su rostro y detalló sus facciones con sus labios.
Un calor ya conocido recorrió el cuerpo del omega, ladeó el rostro, permitiendo a su alfa explorarlo con detenimiento.
Su boca cubrió sus labios, empezando el roce tranquilo para después volverse agresivo y posesivo.
Louis pasó sus manos por el contorno de su cuerpo hasta llegar a rodear sus caderas, se deslizaron por sus piernas y lo alzó sin esfuerzo alguno.
Lo llevó hasta la cama posicionándose sobre el rizado, pero Harry hizo que Louis se tumbara sobre el colchón quedando bocarriba.
—Déjame consentirte. —pidió sentándose sobre su vientre, inclinándose hasta llegar a su mandíbula y besarla.
—Soy todo tuyo. —El alfa se dejó caer atrás, sintiendo los labios de su omega, recorrerle el torso.
(…)
Por la madrugada Louis despertó acomodando bien a Harry sobre la cama, se quedaron dormidos justo después de anudarlo, el olor que su omega dejó salir fue tan relajante que cayó completamente dormido.
Fue imposible no tomarlo después de que el rizado se posicionara entre sus piernas y le diera una de las mejores sensaciones de toda su puta vida.
Tomó su celular para ver la hora, el reloj marcaba las dos de la madrugada, fue al baño a ponerse un poco de agua sobre el rostro, se puso un bóxer y regresó junto a Harry.
—Alfa… —el rizado se quejó.
—Aquí estoy, amor. —apegó su pecho a su espalda y besó la curvatura de su cuello.
Al instante el omega se calmó y volvieron a dormir.
Eran las ocho de la mañana cuando se despertaron, Louis fue el primero en levantarse yendo al baño para tomar una ducha.
Harry se quedó sentado con la vista perdida a la nada, tenía el cabello vuelto un revoltijo, estaba completamente desnudo y Louis lo admiraba en tanto cepillaba sus dientes.
Bostezó y se levantó de la cama sin cubrir su desnudez, olvidó ponerse las pantuflas y corrió de un lado al otro cuando sintió lo frío del piso.
Louis se burló por tal imagen. —Qué lindo trasero tienes.
—No te rías, tonto. —retó con fingido enfado.
—¡Qué gruñón estás hoy!
—Es culpa tuya.
—¿Y yo qué hice?
—No me dejaste dormir.
Louis fue hasta donde él estaba. —¿Así que tienes problemas de memoria, no?
—No.
—… ¿Sabes algo? Yo soy un alfa que nunca baja la mirada, amor. —seductor se fue sobre el omega.
—¿No? —Harry elevó una ceja cruzándose de brazos.
—No, y si lo hice fue solo para verte entre mis piernas, mientras te comías toda mi po… —El omega puso su mano sobre sus labios para hacerlo callar.
—Silencio, no sigas. —Louis tomó su mano con delicadeza y la besó.
Harry ladeó el rostro permitiendo a su alfa besar su fuente de olor, dejó pequeñas mordidas en su mandíbula.
El omega inició una serie de jadeos haciéndole saber a su alfa que lo necesitaba.
—Dices que mi memoria está mal, entonces… ¿Por qué no me ayudas a recordar? —tentador levantó una ceja.
Louis atacó sus labios restregándose contra su cuerpo, el omega dejó salir su olor volviéndolo completamente loco, el alfa sentía la excitación crecer en su entre pierna.
Harry sonrió triunfal. —¿Tan duro te pones solo con dejar salir un poco de mi olor?
—No jodas, omega.
La puerta de la habitación fue tocada, era Zayn llamando.
—El deber llama, alfa. —dio un leve manotazo en sus glúteos.
Indignado el castaño le vio inquisitivo.
—Esto no puede estar pasando.
—¿Problemas, alfa? —el rizado le vio desde sus ojos hasta su vientre bajo, fijando la vista en cierto punto que crecía.
—¿Te parece graciosa la situación?
—preguntó en tanto se acomodaba su ropa interior.
—¿Cómo crees? Jamás me parecería graciosa tú —ladeó una sonrisa burlona observando su creciente bulto—, tan dura y grande situación. —terminó con una inocente sonrisa.
—Me las voy a cobrar, omega.
—Al parecer tengo una enorme deuda y no ajustas cuentas.
—Demonios. —masculló cuando Harry lo besó y se dio vuelta para ir por su baño.
—Anda, puede ser algo urgente.
Louis se puso unos shorts y una sudadera, fue hasta la puerta y con cara de pocos amigos atendió.
—¿Qué?
—Sabes bien que te podría dar una paliza por ese humor de mierda que cargas, pero ahora no puedo, Liam te busca.
—¿Qué sucede? —preguntó saliendo mientras cerraba la puerta.
—Alguien intentó atacar uno de nuestros puestos y tenemos al culpable y además llamó el alfa idiota.
—Dame los detalles, ¿algo de la trabajadora? —preguntó refiriéndose a la chica del Club.
—Bien, Liam sabe lo del maldito ese. Li se encuentra en la oficina esperándote para informar… Y con lo de la chica no se sabe nada.
—Vamos.
A pasos presurosos fue hasta la oficina, Liam se encontraba escribiendo algo sobre unos planos.
—¿Qué sucede? —preguntó estudiando lo que alfa escribía.
—Leandro al fin llamó, quiere verte por la tarde, quedó en mandar la ubicación.
—¿Así que la maldita rata decidió salir de su escondite?
—Eso parece, además tenemos algo con lo de los omegas.
—Hablen.
Zayn sacó su celular y mostró dos imágenes. —La chica es una omega, se llama Dalia y el idiota es un alfa del cual no se conoce nada, ella intentó hacer una compra en la región del este, la pobre se puso nerviosa y entró en pánico, hizo el chillido de omega llamando a un alfa.
—¿Y?
—Llevaba mercancía que no es de nosotros, está drogada, la alfa que es nuestra aliada la llevó a hacer un examen para corroborar si es la misma droga que se ha usado en los demás, ambas se apegaron y no se han separado.
—¿Y el alfa?
—No dice nada, es uno de nuestros enemigos.
—Tengo que hablar con ambos.
—Eso pensé, Louis, la pobre chica, parece ser una víctima, estaba muy asustada y no dejaba de llorar, fue necesario sedarla porque estaba muy golpeada cuando la revisaron, ahora está en el hospital.
—Iré a ponerme algo más decente, quizá alguien muera hoy y no tengo la pinta, sería descortés llegar así. —comentó sarcástico.
Liam terminó los trazos sobre el plano. —Estos son los puntos en que han atacado, todo esto —señaló con el papel—, no es solo en nuestros territorios, sino en las afueras, he escuchado que algunos empezaron la búsqueda de los culpables y los otros están en espera de un nuevo ataque.
—No hay que esperar que esto empeore, no pienso seguir perdiendo más gente.
—¿Cuál es el plan? —preguntó Liam anotando a los afectados de cada región.
—Myles se queda, tú y Zayn me acompañan.
—Como ordenes.
—Louis… —llamó el alfa mostrando el mapa—. ¿Lo ves? —preguntó.
—Tienen un patrón algo extraño.
—Están atacando tres veces en cada uno de los territorios, una vez con lo de la mercancía, otra con la muerte del alfa y lo último el rapto de los omegas.
—Es verdad… —Zayn se acercó analizando—. Tenemos ataques de mercancía, la muerte de Lila y el rapto del omega, ¿entonces lo anterior fue una práctica o qué mierdas?
Louis reflexionó tomando el mapa. —Eso parece, sus movimientos eran erráticos, ahora están mecanizados, tuvimos un intento de ataque en la mercancía, estuvieron a punto de matar a otro alfa y luego seguía el rapto del omega.
—Volverán a atacar, así que informaré a todos. —Zayn mandó mensajes a los aliados.
—Hijos de puta, apresurémonos a ir donde Leandro. —Louis demandó.
—Bien, iré a preparar a todos, te esperamos en el auto. —Liam salió junto al omega.
Louis fue hasta su habitación, justo Harry estaba saliendo de la ducha. —¿Qué sucede? —inquirió ante el cambio tan repentino en el olor de su alfa.
—Tengo que salir.
—¿Regresarás pronto?
—Me gustaría, pero debo resolver muchas cosas. —Louis habló suspirando.
—¿Puedo ayudarte en algo?
—Mantente a salvo, no salgas, solo quédate aquí, ¿bien? Tenemos un sospechoso y Leandro está solicitando verme.
—¿El señor Leandro?, ¿y qué desea? —preguntó, sintiéndose nervioso.
—Alguna estupidez, pero ya veremos que sucede.
—Solo ten cuidado por favor, ojalá no sea nada grave.
—Eso espero, amor, no te preocupes.
—Está bien.
—Acércate por favor.
Harry caminó hasta donde el alfa, Louis sacó una pequeña cajita con un lazo rojo. —Es para ti.
El omega se quedó en completo silencio, tomó la gargantilla con el pequeño dije representando su olor, unas cerezas. —Es para que sepas que me encanta tu olor.
Con ojos llorosos se dio vuelta esperando que el alfa la ajustara a su cuello. —¿Te gustó? —preguntó al notar el rostro contrariado del omega.
—Sí, alfa, gracias. —emocionado lo vio, suspiró intentando no llorar—; perdona es que no estoy acostumbrado a que me regalen cosas y tú cada día me das algo nuevo. —sonrió acariciando el pequeño dije entre sus dedos.
Louis lo atrajo cerca. —Te juro que aún estoy molesto por no haberles reventado el culo a esas estúpidas que tenías como madres.
—Ahora estás tú.
—Siempre. —dejó un casto beso en la comisura de sus labios. —Prometo regresar pronto, mi alfa está vuelto loco y no desea alejarse de ti en ningún segundo.
—Ni yo de ti.
—Puedes ir a tomar un té con Tali, Jules les hará compañía y Myles se quedará a cargo de toda la mansión.
—Muy bien.
Así Louis se cambió la ropa, se puso un traje color negro y escondió sus armas dentro de su vestimenta. Al terminar, como ya era de costumbre, el omega se acercó atando el nudo de la corbata.
—¿Dónde aprendiste?
—El omega de Niall me enseñó y en la escuela nos daban cursos de cómo ser los omegas perfectos para atender a nuestros alfas, si soy sincero nunca presté atención porque en mis planes no estaba esto. —sonrió.
—Pero tenía que llegar este magnífico, espectacular y guapo alfa a darte vuelta el mundo, ¿no es así?
—Creo que fue lo contrario, Tomlinson, yo llegué a dártela a ti.
—Y no lo voy a negar. —besó su mejilla
El celular del alfa empezó a sonar, era Zayn llamando.
—Bien, regreso al rato.
—Te quiero.
—Y yo a ti, amor, te pediría que me marques, pero antes de ir con el idiota de Leandro, no quiero que se atreva a mencionarte.
Se despidió del omega y salió, Louis bajó las gradas tomando la postura de jefe, sus hombros se cuadraron, su mirada se volvió fría, se dirigió hasta el auto y emprendieron camino.
—Veamos que mierda puede decirnos ese imbécil ¿informes?
—Hasta ahora no tenemos nada, solo lo de hoy tal parece que se calmaron y dejaron de atentar contra todo, es como si supieran que estaríamos haciendo esto. —informó el alfa.
—No son novatos, Liam, claro que esto iba a pasar, hay algo extraño y más con esos dos que aparecieron, me da la ilusión que era planeado o simplemente cometieron un error, o quizá ya entraron en confianza y atacarán cuando quieran.
—¿Y ahora qué pasará? —preguntó el omega.
—Hablemos con el alfa a ver que tiene que decir, aunque puede que no sea nada.
—Siempre hay métodos para hacerlo hablar. —Zayn sonrió siniestro.
Guardaron silencio hasta llegar a uno de los apartados donde se encontraba el alfa. Louis entró siendo seguido por el alfa y el omega.
Louis aspiró el olor, sus ojos cambiaron de color al percibir el terror, el pobre diablo parecía querer mantenerse calmado, pero su aroma lo delataba, intentaba verse pasible y sin miedo.
Era un cuarto oscuro y con agua estancada, el olor a moho y la humedad penetraba sus fosas nasales.
Louis emergió de las sombras. —Me encanta el olor a muerte. —entró destilando poder y dominio—. ¿Pero qué tenemos aquí? —preguntó con voz oscura, sus ojos destellaron al ver el miedo en las facciones del alfa.
Al parecer por la sorpresa en su rostro no esperaba encontrarse con el gran Tomlinson, pero el alfa era arrogante y no daría su brazo a torcer así por así.
Zayn se acercó dándole un par de guantes, Louis en algunas ocasiones odiaba macharse con la inmundicia y en otras amaba la sensación del líquido escurrir entre sus manos.
—¿No tiene modales? —preguntó acercándose y dándole un golpe en el estómago haciéndolo caer de rodillas.
—Inclínate, imbécil.
El alfa seguía sin decir una sola palabra.
Louis resoplando cuadró su espalda haciéndola crujir. —Liam, por favor, sé un poco amable y trae algo para que nuestro invitado esté cómodo.
El alfa obedeció y puso una vieja silla para que se sentara —¿quién eres?
El hombre no respondió, solo escupió a un lado, Louis chasqueó la lengua. —¿Te quieres hacer el interesante? Eso está jodido porque yo soy directo. —dejó caer un golpe justo en medio de su cara, provocando que su nariz se rompiera.
—¡Idiota! —gritó el alfa llevando sus manos sobre su rostro, manchándolas con la sangre que brotaba de sus fosas nasales.
—¿Con qué si hablas? —preguntó ladeando la cabeza, su olor empezó a ser un poco más denso.
—Me rompiste la nariz. —Se quejó.
—Por favor, nunca escuché a un alfa más inteligente. —Zayn comentó aguantándose la risa llevando un balde con agua y una toalla para torturarlo.
Louis sujetó su rostro y puso la toalla sobre su rostro, lo haló del cabello hacia atrás mientras el omega dejaba caer el líquido sobre su rostro, el alfa se movía buscando cómo respirar estaba ahogándose.
—¿Quién mierdas te envió? —preguntó cuando estuvo a punto de desfallecer, tosió y boqueó buscando cómo respirar, intentaba despejar la vista, pero la sangre en su rostro no dejaba de brotar.
Sin obtener respuestas, repitieron el mismo procedimiento hasta que se aburrieron.
Louis caminó rodeándolo, los lamentos y quejidos no dejaban de escucharse. —¿Sabes que puedo romperte más cosas, no? —cuestionó con voz de mando golpeando su cabeza.
—Maldito idiota, acabaremos contigo.
Louis se acercó tomando su brazo, ejerció presión, con un movimiento partiría su muñeca en dos, el alfa se quejó sintiendo cómo sus huesos empezaban a romperse con una lentitud tortuosa.
—¿Quién eres? —preguntó ejerciendo más presión.
—No hay un eres, somos un todo. —masculló apretando los dientes para soportar el dolor.
—Es maravilloso el trabajo en equipo. —irónico comento—. ¿Qué mierdas estabas haciendo en mis territorios?
El alfa no respondió, Louis, agradecido, torció su mano rompiéndola por la mitad.
Zayn emocionado, se acercó a Liam. —Me encanta cuando hace que se les vea el hueso.
—¿Cómo te llamas? —su rostro continuaba serio y sin expresión.
—Trev. —respondió titubeante.
—Es un gusto, Trev. ¿Puedo saber qué mierdas hacías en mis territorios?
—Tomando lo que es nuestro.
—¿Quién te envió?
—Tu jefe, maldito, infeliz.
—Liam ¿no te parece que se ve un poco desbalanceado? —preguntó el castaño estudiando su otro brazo.
—Así es jefe. —El alfa fingió analizar la propuesta del castaño.
Trev se retorció de dolor cuando el otro brazo fue partido en dos. —Tengo muchas extremidades más, habla o sigo, mi paciencia está por terminarse. —golpeó su rostro partiéndole el labio.
Quejándose de dolor intentó enderezarse para dar la cara. —Me vale una mierda.
Ante la impertinencia del muy maldito Louis le disparó en uno de sus pies, el alfa siseó maldiciendo para luego gritar cuando Louis hizo presión con su pie sobre la herida.
—¿Entonces?
—El señor Paulo terminará con todos ustedes malditos infelices. —Las gotas de sudor corrían en su piel, su cuerpo estaba empezando a querer convulsionar o desmayarse a causa de los golpes.
—La misma historia de siempre. —disparó en el otro pie yendo a ponerse sobre ese.
—Basta, por favor. —rogó, al fin, dándose por vencido, estaba golpeado sudado, con ambos brazos rotos y los pies desangrándose.
—Habla. —Louis se situó frente a él esperando la explicación.
—Debí-amos ir a dejar un encargo, pero la idio-ta de Dalia cometió un error y todo se vi-ino a la mierda. —dijo entrecortado a causa de todo el dolor infligido.
—¿De dónde es ella?
—Hij-a de los Lundi, fue la última en tomarse en ese territorio, en la casa se la pasaba llorando y decidi-eron sacarla, si no servía como puta entonces debía ser un buen señuelo, esa infeliz de mierda jodió todo.
El alfa empezaba a desfallecer, el dolor estaba por hacerlo desmayar.
—Son unos malditos idiotas, ¿en dónde se encuentran? —Louis ladeó la cabeza preguntando mientras le ponía algunas balas más en su arma.
—No lo sé, e-so lo jur-o. —El alfa empezó a querer llorar cuando Louis se acercaba mostrando sus colmillos.
—¿Y qué piensa el estúpido de Paulo?
—Derrocarlo, cuando tod-o esto acabe ya nadie se acordará de usted y al fin el jefe podrá tener al o-mega ese que usted le robó. Harry le pertenece, lo están rastreando y cuando lo encuentren Paulo lo marcará para terminar con usted.
Las garras de Louis crecieron y fueron directo desde el rostro del alfa hasta su cuello, desgarró su piel haciéndolo sangrar.
—No digas su nombre con tu maldita y asquerosa boca, ¿entiendes?
El alfa estaba a punto de caer, sus parpadeos eran lentos.
Louis llevó sus manos hasta las venas de muñecas del alfa, la recorrió rasgando la piel, dejando que empezara a brotar el líquido carmín. —Es una lástima que no veas cuando le quiebre el culo a tu maldito jefe. —susurró en su oído, su voz era grave y escalofriante.
—¡Qué tengas una feliz y sufrida muerte! Maldito infeliz de mierda.
Liam le tendió un paño para que se quitara lo sucio, dejó al alfa desangrándose sobre la silla.
Al pasar donde estaban los encargados y los guardias, pidió que sacaran la basura y la quemaran.
—¿Y ahora? —preguntó el omega cuando ya estuvieron dentro del automóvil.
—Esperaremos a ver qué carajos, dice Leandro, quiero ir a rondar todos nuestros puestos para ver cómo marchan, incluso podríamos tener traidores.
—Perfecto.
—¿El lugar es lejano? —preguntó limpiando bien sus uñas.
—No mucho, pero está bien escondido, al parecer la recepción falla mucho, así que si no tienen señal al llegar no se angustien.
—Bien.
Guardaron silencio en todo el trayecto, Zayn se encontraba un poco inquieto y Liam se mantenía apacible.
En todo el camino Louis fue hablando por mensajes con Harry, le prometió que al llegar saldrían a caminar un poco, el plan del alfa era darle un nuevo regalo de cortejo al rizado.
Veinte minutos más tarde, la gran mansión se mostró.
—Llegamos. —informó Liam.
🍒🍒🍒🍒🍒🍒🍒🍒🍒🍒🍒🍒🍒🍒🍒🍒
Buenas noches....
Regresamos a nuestra transmisión habitual.
¿Cómo están?
Espero esto siempre sea de su agrado.
Nalgaditas cariñosas :D
PD.
Por ahí vi que alguien escribió que diera las nalgaditas jajaj yo solo digo no es que las quiera nalguear pero sus pompas se merecen unos lindos aplausos jajajajajaja
En fin gracias por leer sus votos y comentarios.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro