CAPÍTULO 20
El traje de Harry constaba de dos piezas, un pantalón de vestir color negro y una capa larga del mismo color, dejaba libre todo su torso.
Louis ayudó a Harry a ponerse los pantalones para dejar que Zayn entrara, ya que el omega insistió en ponerle algo de maquillaje y usar los esmaltes de uñas que Louis le había obsequiado.
El morocho entró radiante y sonriente como siempre.
—Eres muy hermoso, lo único que haré es realzar tu belleza. —puso un poco de rímel en sus pestañas.
—Y tú eres muy amable. —respondió con cariño, Zayn continuó con un poco de iluminador para sus ojos y algo de color en sus labios y mejillas, era un maquillaje sutil y sencillo, no parecía que llevara algo encima, luego pintó sus uñas de un azul suave, el omega lo admiró y sonrió
—Hermoso. — Zayn concluyó.
—¿No crees que sea mucho?
—Para nada, te ves espectacular.
De igual forma, Harry le agradeció y halagó su traje, resaltaba su tono de piel, era algo formal de color palo rosa, al terminar y guardar todo el omega salió.
El rizado estaba colocándose los botines de tacón cuando vio a su alfa casi listo, iba vestido con traje formal de color gris, camisa blanca y corbata que aún no terminaba de anudar, su cabello estaba peinado con un copete hacia atrás y su olor era intenso.
Tragó fuerte, era jodidamente caliente, todo se acentuaba perfectamente a su buen cuerpo y a su perfecta figura.
Louis se acercó sonriente sabiendo el efecto que causaba en Harry. —Déjame ayudarte. —pidió.
El omega le sonrió y aceptó el beso que el alfa le ofrecía. —Te ves muy bien, amor, me encantas y tus uñas lucen estupendas. No puedo creer que tenga al omega más hermoso y caliente de este puto planeta. —Louis le pasó la capa por la espalda ajustando el broche en su cuello, le regaló una sonrisa y lo admiró.
—Adoro cuando tienes el torso descubierto. —besó su mano y después buscó sus labios, adentrándose necesitado de su omega.
Harry se dejó acariciar por el castaño, los roces y toques le causaron cosquillas haciéndolo sonreír.
—¿Qué te sucede? —el omega inquirió cuando el alfa se apegó a su cuello, dejando muchos besos y chupetones en él, estaba siendo más apegado y mimoso de lo que ya era.
—Nada, es que me encantas, me encanta tu aroma, todo me gusta de ti. —acunó su rostro y demandó otro beso.
Cuando el alfa se sintió totalmente satisfecho, besó la punta de su nariz.
—Luces muy guapo, alfa. —halagó cuando Louis por fin dejó de besar su rostro.
—Siempre me veo guapo, pero ahora contigo a mi lado luzco espléndido. —Cuadró los hombros guiñándole un ojo.
—Eres imposible, Louis.
—¿Me dejas marcarte con mi olor? —El castaño preguntó un poco temeroso.
—Claro que sí, siempre me encanta tu olor en mí, pero… ¿Te sientes bien?
—preguntó algo preocupado mientras ajustaba su corbata.
—Sí, solo me pone un poco nervioso llevarte allá luego de las cosas que han pasado, es todo. —El lobo de Louis se regodeaba orgulloso de ver a su omega dándole su atención.
—Gracias, cariño. —Harry se sonrojó por lo dicho, pero Louis, lo abrazó para luego besar su frente.
—No es nada, es lo mínimo que puedo hacer, tú eres muy bueno.
—Para eso fui creado, eres mi omega. ¿Nos vamos, amor? —preguntó extendiendo el brazo para que Harry pasara su mano y lo tomara.
Ambos bajaron hasta donde estaban Myles, Liam y Zayn, los tres sonrieron al ver a Louis al fin sentando cabeza.
—Con alguien como Harry es imposible no volverse idiota, ¿no creen? —Zayn habló cruzado de brazos con una enorme sonrisa.
—Respeta a tu alfa, Zayn, tienes a Liam a un lado. —Myles habló con tono de regaño.
—Deja de ver a mi omega, Malik.
—Louis abrazó más su cintura para esconder el rostro del omega en su cuello.
—¿Celoso?
—Cierra la puta boca. —regañó molesto.
—Es que no puedo creer que tú, el gran alfa que nunca tendría un compromiso real o siempre decía que jamás estaría loco por un omega, esté aquí frente a mí, con esa jodida cara de idiota, por lo jodidamente guapo que tu su omega.
—Liam controla a tu bestia. —Louis dijo apretando la mandíbula, el alfa estaba intentando aguantarse la risa, todos sabían que al morocho le encantaba joderle la vida al castaño.
Emprendieron camino dejando a Myles a cargo del cuidado de Tali junto con Jules, Louis casi golpea a Peter cuando la mayor lo regañó, al parecer a Peter se le había escapado, lo que le hizo pasar en la prueba.
Así que Peter iría con ellos como guardaespaldas también, junto a Liam y Zayn.
Desde que Harry puso un pie fuera del auto, Louis lo apegó a él tomándolo de la cintura, su lobo se negaba a estar lejos de su omega, ahora que no había inhibidores en la vida de Harry, su aroma chispeante era llamativo, solo de pensar que todos ahí podrían percibir su aroma, le hizo desear arrancarles a todos las cabezas.
Copa de Oro seguía conservando su nombre, pero aquel anunció de la omega dentro de la copa no existía más.
Al entrar, vio muchos de sus compañeros repartiendo bebidas, Niall no estaba en la barra porque ahora se encontraba supervisando que todo saliera bien.
Bella estaba asegurándose que todos los empleados estuvieran cómodos y el ambiente fuera agradable, tanto para los trabajadores, como para los clientes.
Todos lo saludaban amablemente, pero con una distancia prudente, porque temían acercarse con tan solo ver el rostro serio y molesto del alfa.
—¡Harry! —Bella se acercaba sonriente para abrazarlo.
El omega emocionado estuvo a punto de zafarse del agarre del alfa, pero este lo retuvo. —¡Oye!
—No te quiero lejos.
—Sin embargo, solo la voy a saludar, es Bella.
—No me importa. —Lo sujetó por detrás abrazándose a su cintura, el alfa de Louis le exigía no separase de su omega.
—No se preocupe, Señor Tomlinson el obsesionado y acosador, ese está advertido, no puede acercarse a Harry. —La omega habló en tono frío refiriéndose a Leandro.
El rizado le sonrió —¿Cómo va todo?
—Bien, muchas gracias a ambos, es diferente el ambiente y los chicos están muy felices.
—Me alegra tanto escuchar eso.
—Te ves guapo, ricitos. —Niall se acercó a saludar.
Louis enfadado levantó una ceja en su dirección —Harry, su jodido nombre es Harry.
El rizado, algo extrañado por la posesividad y el humor del alfa, besó su fuente de olor para relajarlo, dejando salir su aroma para marcarlo cuando pasó su rostro por su cuello.
—¿Te encuentras bien? —preguntó viendo directo a sus azules.
—Sí, perdona, ¿tú estás bien?
—Estoy contigo, así que estoy perfecto —sonrió besando sus labios.
El rubio los guio a una de las mesas principales, aún no tendrían números de baile tan elaborados, por el momento solo unas introducciones para entrenamiento de los clientes.
Zayn codeó a Liam para que observara como Peter se quedó viendo a Bella. —Eso no es cortés, no olvides tu posición. —amonestó el alfa.
Zayn viró los ojos diciendo que solo se asegurará de cumplir con sus órdenes, pero que podía conversar con alguien.
El alfa apenado volvió su atención al cuidado de Louis y Harry, el rizado estaba muy feliz y tranquilo de ver cómo el Club había cambiado y mejorado tanto.
La música cambió y el espectáculo dio inicio, varios omegas y alfas aparecieron con trajes de con acabados de lentejuelas.
A Bella se le ocurrió la brillante idea de que los bailarines interactuaran con los clientes, fue por ello que en el centro se convirtió en una pista de baile. Los chicos corrían a buscar a sus elegidos tomándolos para bailar.
Harry sonrió viendo a todos divertirse, estaba pasando un buen rato.
Louis estaba serio a su lado con el rostro neutro, pero su mano sostenía la suya. —Es mucho mejor de lo que era. —halagó el omega viendo los nuevos acabados en color negro y dorado.
—Tenía que tener esto en mi poder, aquí te conocí. —simplificó llevando su mano hasta sus labios para besarla.
Harry se acercó más a su alfa recostando su rostro sobre su hombro, sus manos seguían unidas.
—Gracias, omega.
—¿Por qué?
—Por permitirme adorarte, amor. —besó su frente provocando una tierna sonrisa en el omega.
Pasaron las horas conversando y riendo, el omega estaba provocando al alfa a ir a la pista. Estuvo a punto de lograrlo, pero todo se detuvo porque Harry empezó a sentirse algo extraño.
—¿Qué sucede? —preguntó el castaño cuando el rizado se aferró a sus brazos tomándolo con fuerza, un tirón en la parte baja de su vientre estuvo a punto hacerlo doblarse de dolor.
El olor de Harry empezó a ser un poco más dulce y el pecho de Louis retumbó con un rugido que amenazaba por salir.
Su omega estaba entrando en celo.
Liam y Zayn intentaron acercarse, pero Louis los alejó con un enorme rugido, un alfa puro con su omega en celo era un peligro, sus sentidos podían llegar a nublarse pensando que cualquiera podía ser una amenaza.
Era la primera vez que veían a Louis de esa manera, demostrando su estado natural, su lobo estaba tomando todo el control.
Todos en el lugar voltearon a ver al alfa que aferraba al omega rugiendo a quien se atreviera a intentar acercarse.
Liam de inmediato llamó a Myles para que salieran de la mansión y dejaran provisiones en la habitación de Louis y Harry, a ellos los mandó a que fueran a una casa provisional que tenían para cuando sucedían estas situaciones.
Zayn intentó hablarle a Louis, pero cuando este le dio su atención, sus ojos empezaban a verse oscuros.
—Cálmate, no seas idiota, tu omega te necesita, yo voy a conducir, vamos.
—No, estoy bien, yo lo llevaré. —Su voz se escuchaba ronca y peligrosa.
—Louis…
—Es mi omega, yo cuido de él. —El alfa tomó el cuerpo del rizado y lo cargó, Peter ya se había encargado de despejar el camino para felicitar su paso.
Al llegar a la camioneta el omega se quejó —Perdóname, Lou, no sé qué sucedió. —sollozó aun sin estar completamente bajo los efectos del celo.
—Ya amor, tranquilo. —lo marcó con su olor nuevamente para intentar tranquilizarlo hasta llegar a casa.
Subió de inmediato y arrancó el auto, Zayn dejó a cargo a Niall, Bella y Peter para que siguieran con lo planeado en el bar.
Por precaución, Zayn y Liam fueron tras ellos siguiendo a Louis en todo el camino hasta llegar a la mansión.
Cuando lo vieron bajar y entrar a casa con el rizado en brazos, regresaron al bar, nadie podía estar cerca hasta que el celo del omega pasara.
Con cuidado lo tomó en sus brazos, el olor de Harry empezaba a ser más fuerte, su piel empezaba a tener pequeñas gotas de sudor.
Louis subió las escaleras, los lamentos y lloriqueos de su omega lo estaban matando, su alfa exigía calmar el dolor.
Al entrar notó todas las cosas que supuso que Myles dejó en la habitación, caminó hasta el centro con el omega en sus brazos, lo acostó sobre la cama y Harry empezó a llorar.
—Tranquilo, amor. —Algo dentro de Louis sabía que el celo era algo que el omega siempre temía, le aterraba que su pasado se repitiera, así que, tanto su lado humano como su instinto, estaban guardando la calma para darle todo lo necesario y con el cuidado que Harry merecía.
Cuando el omega salió de casa y tuvo sus celos, optó por comprar algunos juguetes y hacerse cargo el mismo, siempre lo pasaba realmente mal porque no había quien lo cuidara o se encargara de que comiera y se hidratara, esta era otra razón del porqué su cuerpo era débil, cuando más necesitaba alimentarse no lo hacía, siempre estuvo solo.
—Alfa, ayúdame por favor. —balbuceó, en tanto Louis le quitaba la capa, su cuerpo estaba ardiendo.
—Tranquilo, cariño, aquí estoy.
Harry empezó a despojarse de su ropa, sus lamentos estaban acabando con el poco control que Louis intentaba tener.
—Te necesito. —forcejeó con sus pantalones para deshacerse de ellos, entonces Louis se acercó a ayudarle.
Al sacárselos Harry haló al alfa para que estuviera sobre él, llevaba puestas unas bragas color negro, se veían un poco mojadas por el lubricante que goteaba.
Su cuerpo ardía y sentía su piel quemar, el tacto del alfa producía un efecto calmante en su ser, ansioso deseó que al fin lo poseyera.
El olor del castaño lograba apaciguarlo un poco, pero no lo suficiente como para saciar su sed y aquietar su fuego, llevó sus manos a sus botones y los empezó a luchar para sacar la camisa, Louis le ayudó logrando quitarla por completo.
—Duele mucho. —lloriqueó el omega.
—Aquí estoy, contigo amor.
Con algo de dificultad logró deshacerse de sus pantalones porque el omega se negaba a quitarle las manos de encima, cuando estuvo completamente libre de todo, fue hasta Harry para besarlo.
El omega no dejaba de explorar su cuerpo necesitado de sentirlo.
Su olor era fuerte y atrayente, las cerezas bailaron en el aire y logró percibir un nuevo olor, fresas.
—Hueles tan bien, omega, fresas y cerezas, la perfecta combinación.
Harry algo ido se quedó viendo al alfa con detenimiento, —¿otro olor? —parpadeó desconcertado, un día escuchó un par de teorías respecto a esas extrañas situaciones. Algo de almas gemelas, pero eso ya lo tenía claro, Louis era su destinado, él lo sintió desde el primer momento sus miradas se encontraron.
Louis buscó cómo acomodarlo mejor para iniciar.
El rizado balbuceó algo que no fue entendible, el alfa lo tomó de la mandíbula atrayéndolo para besarlo, lamió sus labios y se adentró a su cavidad bucal tragándose los gemidos del omega, pasó su mano por detrás de su cuello y lo acercó más.
Louis lo tomó posicionándolo de lado, apegando la espalda del rizado a su pecho, inmediatamente pegó sus labios a la piel ardiente y se dirigieron a su oreja, empezando a dar leves succiones, uno de sus brazos lo abrazó por el pecho y el otro empezaba a acariciar la erección sobre la tela de su ropa interior.
—Tu alfa te cuidará, amor.
Louis bajó sus labios por la curvatura de su cuello, dejando un camino marcado por pequeños mordiscos y lamidas, su mano no dejaba de estimular la entrepierna del omega.
Harry estaba entregado completamente al alfa, dejándose llevar por las sensaciones que provocaban que su cuerpo ardiera en llamas, una ola de placer lo envolvió provocando cerrar sus ojos.
El omega pasó una de sus manos para tomar el cabello del castaño y halarlo, Louis dejó sus caricias en la parte baja, lamió un poco su mano y la llevó al pezón dando leves apretones.
—Alfa. —el omega lloriqueó impulsando su parte trasera para apegarla a la ingle de Louis.
—Te quiero escuchar, gemir, amor, dámelo todo. —lamió su oreja dejando un fuerte apretón en su sobre la piel de su pecho.
—Adentro, te quiero adentro. —Se restregó contra su regazo lleno de deseo y lujuria.
Necesitado de contacto, Harry se colocó bocarriba abriendo las piernas, ofreciendo todo para su alfa.
Louis lo siguió besando mientras se posicionaba sobre él, bajó su mano yendo directamente hasta su ropa interior, la escabulló entre sus bragas y tomó su hombría acariciándola, Harry elevó sus caderas buscando más toque, sus labios no se habían separado siguiendo el beso lascivo.
Harry intentó llevar sus manos hasta su cuello del castaño, pero el alfa se lo impidió tomando sus brazos para dejarlos sobre su cabeza.
—Espera.
El alfa se abrió camino colocándose en medio de sus piernas, sus lenguas seguían danzantes, el omega jadeó cuando ambas erecciones hicieron fricción.
Louis se movió sobre él un par de veces, provocando que el rizado se abriera más de piernas para dejar bien colocado a su alfa y poder sentirlo mejor.
—Eres tan hermoso. —Fue bajando sus besos de sus labios hasta su mandíbula, cada toque provocaba una sanción de fuegos artificiales dentro de él, siguió hasta llegar a su pecho.
Sonriente elevó la mirada sabiendo que era una zona de mucha sensibilidad para el omega, un pensamiento vino a su mente imaginándose a su querido rizado embarazado y produciendo leche.
Louis lamió con más fuerza gracias a la excitación.
Pasó sus manos por debajo de su espalda para intensificar las succiones que empezó a dar a sus pezones, el omega se estremeció.
El alfa los tomó uno de sus erectos botones entre sus dientes, presionando suavemente, el tan solo tacto de su lengua, rodearlo y succionar hizo que Harry dejara salir un buen puñado de lubricante.
—Tan dispuesto para tu alfa, mira lo mojado que estás, quiero probarte, quiero todo… —Louis llevó una de sus manos e hizo a un lado la tela de sus bragas para pasar su mano y llevarla a su boca.
—Sabes tan jodidamente bien. —El alfa acabó con todo lo que tenía entre los dedos.
—Al-fa… —la excitación del omega subió dos escalones al ver esa caliente acción.
Louis se acercó y lo besó con lujuria dándole a probar su propio sabor,
ladeaban la cabeza para buscar más profundidad, mordió su labio inferior y terminó un par de lametones en la comisura de sus labios.
Sus cuerpos se presionaban el uno contra el otro, la tela empezaba a molestar a ambos, se frotaron y gimieron ante la exquisita sensación. Harry se movía elevando las caderas para encontrar un poco de alivio.
El castaño pasó sus manos por la piel marcada por su boca en el cuerpo de su omega, orgulloso de demostrar que Harry era suyo.
Acarició las bragas, el omega empezaba a desesperarse, su calor estaba aumentando.
Deslizó su ropa interior por esos muslos que le volvían loco y le encantaban. El rizado jadeó fuerte cuando su dedo índice fue directo a su entrada palpitante que rogaba por atención, hizo leves movimientos hallando un patrón provocando que su cuerpo empezara a temblar, su alfa luchaba por ir y enterrar sus dientes, marcarlo y al fin hacerlo completamente suyo.
Entre los delirios del omega, hubo un par de súplicas ladeando su rostro para que su alfa lo mordiera, el omega ya estaba completamente en su celo.
El alfa serenamente fue a una parte de su cadera, besándolo con urgencia, lamió y succionó la piel para luego morderla, dejando una perfecta marca de sus dientes.
Por la entrada del omega seguía escurriendo lubricante y eso provocó que Louis adentrara dos dedos más.
—¡AHHH!—gimió el omega cerrando los ojos.
Cuando tuvo suficiente, Louis se incorporó levantando las piernas de Harry dejándolas arriba, bajó su rostro, empezando un camino de besos por ellas, recorriendo cada centímetro hasta llegar a sus muslos internos.
—Lou-is…
—Sabes a jodida gloria. —habló besando el glande sonrosado del omega, moviendo su nariz por toda la extensión de su piel.
Su alfa exigía ser cuidadoso y amoroso con su lindo omega, él merecía lo mejor, pero también quería someterlo hasta que el rizado se quedara sin voz de tanto gemir y gritar su nombre.
Tomó sus piernas y las elevó para que toparan en su pecho. —Sujétalas. —Hizo que el rizado se aferrara mientras él volvía a bajar para prepararlo.
Dio un par de lametones en su extensión, rozó su nariz contra su piel besando su entrada y probando su sabor, el alfa jadeó extasiado enterrando su rostro mientras sus manos abrían sus mejillas para tener un mejor alcance dentro de él.
Harry jadeaba con los labios abiertos, empezaba a sudar y a delirar, para el alfa sus gemidos eran como dulces melodías. —Mi fai impazzire. —habló en perfecto italiano haciendo que una ola de lubricante brotara del omega empapando su rostro.
Cuando las exigencias del rizado empezaron a incrementar, el alfa se incorporó logrando dilatarlo a la perfección.
El omega abrió las piernas como forma de invitación, el alfa se apresuró al ver el rostro adolorido del omega.
Se puso frente a su entrada, masajeando su propia hombría de arriba abajo con un poco de lubricante que tomó de Harry, se acercó hasta estar en la perfecta posición, introduciéndose lentamente.
El omega ahora tenía sus manos sobre su cabeza, sumiso a su alfa.
—Profundo. —demandó el omega.
El alfa siseó al sentir las paredes, aprisionar su bien dotada hombría.
Sus cuerpos sudados se mezclaban como uno solo sus sonidos, haciendo eco en la habitación.
Cuando Louis logró adentrarse completamente esperó a que el rizado se acostumbrara a la intromisión y no le afectara su tamaño.
—Al-fa.
Ante el llamado empezó a moverse con destreza encima de él, haciéndole perder la razón en cada estocada, se aferró a su cadera acariciando el tatuaje de los laureles con sus dedos pulgares.
—No te detengas. —gimió cuando Louis rozó su punto dulce.
—No pienso hacerlo. —dijo con voz ronca para penetrarlo con un poco más de fuerza, causando que el omega gimiera alto y delirante, completo y sintiéndose bien.
—Má-s …
Louis obedeció y aceleró un poco más fuerte, colocando una mano sobre su cadera para afianzar su agarre y a remeter más fuerte contra él, su otra mano se dirigió a la erección del omega que estaba rebotando en su vientre.
El rizado dejó salir un grito de placer cuando el alfa presionó su glande haciendo movimientos coordinados con sus embestidas.
—Eres tan bello. —susurró entrecortado el alfa viendo su pene entrar y salir de Harry con rapidez por la cantidad de fluido.
Louis sonrió satisfecho cuando notó un par de lágrimas rodar en el rostro de su omega, su omega lloraba de puro placer.
—Yo… —Harry encorvó la cintura anunciando su pronto orgasmo.
Louis salió de él y como si nada le dio vuelta haciéndolo estar en cuatro, se introdujo nuevamente haciendo del omega un hermoso desastre.
Harry luchaba por mantener su posición, su ya sonrosada y sensible erección rozaba en las sábanas de la cama provocando una fricción en su delicada piel.
El omega no aguantó más y dejó caer el pecho sobre la cama, ese movimiento provocó que Louis diera más fuerte contra él, sin soportar más, el omega manchó las sábanas con su semen.
El lubricante provocaba un chapoteo obsceno al momento de que sus cuerpos chocaran, Louis jadeaba fuerte y bestial.
El alfa no paró, siguió con las estocadas haciendo que Harry sufriera pequeños espasmos al estar tan sensible por su liberación, le permitió a su alfa que lo tomara por unos momentos más, hasta que se derramó dentro de él, llegando a su propio clímax.
Siguió penetrando al omega lentamente hasta ver cómo su semen mezclado con los fluidos del omega salían escurriendo por su hombría y piernas.
Con cuidado lo tomó de la cintura y lo pegó a su pecho para recostarse pegados, siendo el alfa la cuchara grande.
Su nudo empezaba a crecer y Harry daba pequeños quejidos a causa del dolor que rápidamente fueron calmados por las caricias de su alfa.
—Ya, amor, ya pasará todo. —besó sus hombros, dejando un brazo bajo el rostro del omega como almohada mientras abrazaba su cintura con el otro.
Louis esperó paciente a que el nudo bajara para salir de su omega, Harry estaba completamente dormido, pero cuando sintió el vacío dio unos quejidos por la falta del alfa en su interior.
El castaño liberó su olor para que estuviera tranquilo, fue al baño y tomó unas toallas con agua tibia para limpiarlo y que no estuviera incómodo.
Por el momento lo dejaría descansar porque intentó despertarlo para que bebiera o comiera algo y no lo logró, en cambio, el rizado se recostó sobre su pecho buscando con su rostro la fuente de su olor y se quedó dormido nuevamente.
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Buenas noches, madrugadas o días.
¿Cómo les va? Espero se encuentren bien.
Llegando con otro capítulo y de verdad espero les guste y este a la altura que esperan :)
Me cuentan que les pareció.
Gracias por seguir aquí.
Nalgaditas cariñosas :D
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