CAPÍTULO 19
Algunos días después…
Harry y Louis pasaban mucho tiempo juntos, tanto dentro como fuera de la mansión. Harry se fue familiarizando con todo el mundo de Louis, aunque no con tanta profundidad.
Cada día se hacían más apegados y sus sentimientos aumentaban cada vez más el uno con el otro.
Hasta ahora Copa de Oro era un éxito, algunas cosas cambiaron desde que los chicos se hicieron cargo. La reapertura fue un gran éxito.
El omega recibía cada día a su alfa y se preocupa de darle las atenciones que necesitaba para quitar el estrés del trabajo, algunas veces lo hacían hablando o tomando una ducha y en muchas otras ocasiones, sobre su cama, donde el castaño se hacía cargo de hacerlo sentir el ser humano más maravilloso y feliz que de este puto mundo.
Últimamente, el alfa se encontraba preocupado y distraído, según le contó a su omega, había cosas que no estaban saliendo como él lo esperaba con lo de unos italianos, pero todos sus hombres se estaban esforzando por acabar con eso.
Louis le demostraba su interés y su creciente cariño cada momento que le fuera posible, para nadie fue una sorpresa que al fin pudieran verse “como pareja”, hasta ahora, Harry no tenía ninguna recaída con sus alergias, estaba terminando sus tratamientos y solamente se quedó con algunas vitaminas para reforzar su sistema inmune y con el encargo que le hizo a Zayn, por el momento no quería cachorros.
Una tarde el alfa entró a su habitación con un ramo de flores, encontró a su omega tomando las pastillas y se acercó con una enorme sonrisa.
—Mi omega se ve muy hermoso, le extendió el hermoso ramo de girasoles. —Ten, son para ti, ¿cómo estás, amor?
—Bien, gracias, ¿y tú, alfa?—Harry le regaló una enorme sonrisa y lo besó, le hacía tan feliz verlo—. Gracias son muy lindas.
—Mejor ahora que te veo, Harry, necesito hablar contigo.
Preocupado, el omega se dio vuelta. —¿Sucede algo?
—Sí, pero no es nada grave, no te preocupes, es solo que Zayn me comentó que estás tomando anticonceptivos.
Algo sonrojado el omega asintió. —No quiero tener cachorros por el momento, ya sabes mi historia y por ahora no siento que esté listo. Si pasó lo que pasó fue porque yo lo permití, yo lo quería además ya se los había pedido a Zayn así que no hay problema. —sonrió.
Louis lo atrajo a su regazo y peinó su cabello, besó su cuello y se escondió en él, cada día su olor le atraía más, pero desde anoche quería estar todo el tiempo pegado a su fuente de aroma. —Te quiero pedir una disculpa, me dejé llevar por el momento y no te expliqué nada.
Al ver el rostro confundido de Harry continuó. —Espero no incomodarte con esto, pero antes de ti, yo era un puto y estaba con muchos omegas, en una ocasión una de ellas mintió y fingió un embarazo y desde ese entonces me sometí a un tratamiento para alfas.
Harry estaba completamente callado, dejó el ramo a un lado y se abrazó a Louis. —Sé que debí habértelo dicho antes, amor, perdóname, pero no es necesario que tomes esas mierdas, te pueden hacer daño, sin embargo, si te hacen sentir seguro, yo mismo me encargaré comprártelos o podríamos usar preservativos, lo que tú quieras; aun así, preferiría que no los tomarás, tienen muchos efectos secundarios que pueden afectar tu salud.
—No sabía que existían cosas para los alfas, pero confío en ti, Lou.
—Es un tratamiento a base de una inyección, son bloqueadores espermicidas, son mucho mejores que los mismos anticonceptivos, cada mes voy por la dosis, antes la idea de ser padre me daba salpullido. —rio—. Pero desde que llegaste tú, mi bello y sexi omega, le diste vuelta a todo y me encantaría verte con un cachorro mío creciendo en tu vientre, sin embargo, eso será algo de los dos, cuando ambos estemos de acuerdo y preparados, ¿está bien?
—Eres un gran alfa, Lou.
—Te quiero, omega.
Harry se incorporó de inmediato, sus ojos se cristalizaron, lo observó directo a los ojos, procesando lo mencionado.
Jamás escuchó esas dos palabras, nunca, así que se dejó ir en sus brazos. —Yo también te quiero, alfa.
Se sentía pleno y feliz, y era tan afortunado de haberlo encontrado.
Louis lo atrajo y se recostó sobre la cama con el sensible omega sobre él.
Era medio día, el alfa llegó después de algunas reuniones con los demás líderes, almorzaron juntos y Louis propuso ir un rato a la piscina.
Por la mañana casi le fue imposible separarse del omega, estuvo dejándole besos y caricias por todo su cuerpo.
Cuando Louis regresó, llegó con un set de esmaltes como regalo, desde que Zayn le comentó que su omega se quedaba viendo ese tipo de cosas en las ventas, el alfa no dudó en llevarlos.
Harry poco a poco le iba contando algunas cosas con respecto a su crianza. Louis determinó que sus madres eran unas reverendas hijas de puta, al ser criado como alfa, nunca le permitieron ni tan siquiera desear cosas que dieran la idea de que sería un omega.
Harry peleaba con su instinto, ya que su omega se regodeaba asegurando que el alfa estaba cortejándolo, pero su lado humano se mantenía sereno, pues Louis no le había mencionado algo al respecto.
—Me vuelves completamente loco, omega.
—Claro, échame la culpa. —bufó burlón—. Tú ya estabas loco cuando te conocí.
—Tú eres mi locura, obviamente tienes la culpa, por ser tan perfecto… —sentenció, atrayéndolo para dejar un beso sobre su mejilla, adoraba a su omega y le encantaba su olor.
El alfa se dio vuelta para buscar su bañador, ambos estaban en ropa interior, Harry se quedó admirando el cuerpo de su alfa, tenía tanta suerte.
—No pienses que no me he dado cuenta de que me observas el trasero, Harry. —Louis se dio vuelta.
—Pero… ¿Qué quieres que haga si lo tienes ahí? —señaló inocente en un pestañeo coqueto.
—No es necesario que lo veas tanto.
—ladeó el rostro viéndolo con detenimiento, se relamió los labios levantando una ceja.
—¡A mí me gusta mucho, es el mejor trasero que he visto en mi vida!
—exclamó emocionado.
—¡Ves! Es por eso que eres el pervertido de nosotros. —Louis le propinó una nalgada cuando salían de la habitación.
—¡Oye!
—No discutas, sé que te gustó.
—Eso no es cierto.
—¿No? Pero si el otro día estabas sobre mi polla brincando y diciendo “oh sí, más fuerte, más fuerte, alfa” mientras te daba unos cuantos azotes —hizo un fallido intento de imitación.
Harry se puso totalmente rojo, le dio un manotazo en el brazo. —Cierra la boca, no seas idiota, te van a escuchar. —Estaban caminando por la orilla para ir a los sentaderos que adornaban el contorno de la piscina.
—Para que cierre la boca debes sentarte sobre ella, ya te dije, Harry, pon más atención, por favor.
El rizado lo empujó haciéndolo caer en la piscina, el alfa emergió sacudiendo el cabello, pasó su mano sobre su rostro para quitar el agua. —Ven ahora mismo.
El omega indiferente lo ignoró, se sentó en una de las sillas para ponerse algo de bloqueador solar y unos lentes oscuros.
—¡Harry! Te estoy hablando, no me hagas ir por ti, omega. —el ojiverde ignoró el llamado del alfa, cuando no lo escuchó hablar más, volteo disimuladamente, bajó los lentes y despejó su vista al ver al alfa emerger del agua, mordió su labio inferior cuando la ropa se le pegó a la piel, era jodidamente guapo.
Se quedó en sus pensamientos hasta que sintió los brazos de Louis, rodearlo para alzarlo. —Louis, bájame. —demandó.
—¿Pero qué será lo que escucho?
—No te hagas el idiota, alfa.
—¡Ya entendí! —exclamó emocionado, luego de suspirar profundo continuó—; quieres darte un baño con tu bello y sensual alfa al que siempre comes con la mirada, ¿no?
—No te atrevas.
Louis saltó al agua sosteniendo fuerte al omega para protegerlo.
Harry manoteó dentro del agua poniéndose en pie intentando alcanzarlo, el alfa caminaba en reversa viendo el rostro furioso de su omega, en ese estado se veía más sexi y jodidamente caliente de lo que ya era.
Cuando logró alcanzarlo se colgó de su cuello y pasó sus piernas alrededor de su cintura.
—Amor, no te enfades.
—Bésame. —ordenó el omega en tono demandante.
Louis atacó sus labios en un beso demandante, haciéndolo jadear de inmediato, sus manos fueron a sus glúteos apretándolos.
Harry dejó que se adentrara en su boca, permitiéndole que explorara cada rincón con su lengua.
Lo hizo jadear, lo apretó contra su cuerpo para sentirlo.
El alfa caminó con el omega sujetándolo de los glúteos, siguió el camino hasta la orilla de la alberca donde estaban sus toallas.
Pegó la espalda del rizado a la orilla sin dejar de besarlo y apretar su trasero.
Harry lo provocó haciendo movimientos con su cadera para crear fricción en sus ingles.
El alfa lo volvió a sujetar buscando la parte baja, sus bocas causaban un sonido chasqueante.
Louis logró extender una toalla sobre la superficie para que su lindo y provocador omega no se lastimara con el piso con lo que tenía planeado hacer.
Desde la mañana el castaño tenía la necesidad de tomar a Harry en cualquier sitio de su mansión.
El omega escabulló sus manos explorando y tocando el pecho de su alfa hasta llegar a su ingle, acarició el creciente bulto que el castaño tenía bajo la ropa, besó la mandíbula de Louis, le encantaba sentir lo áspero de su creciente barba.
—Date la vuelta. —demandó Louis cuando vio los labios rojos y ojos dilatados de Harry.
—¿Qué? —preguntó triunfante fingiendo sorpresa.
—Obedece, omega. —sintiendo la excitación a flor de piel, el rizado cumplió con lo ordenado.
—Perfecto. —habló cerca de su oído, pasando sus manos por el contorno de su figura, pegándose a su trasero.
Louis pegó su boca a la piel de sus hombros y recorrió con sus manos su cuerpo desde sus clavículas, pecho, vientre hasta llegar a su erección.
—¿Sientes eso, cariño? Eso es lo que provocas en tu alfa. —fingió dar una estocada para que lo pudiera sentir.
—Louis…
—Vamos a darte lo que quieres, omega.
Metió la mano entre sus bañadores para deshacerse de ellos, dejó una pequeña mordida en sus hombros cuando Harry dejó caer su cabeza atrás para que el alfa tuviera más acceso a su piel.
—Mi omega, solo mío. —posesivo susurró en su oído, provocándole un escalofrío.
Harry sonrió cuando el alfa hizo recargar la mitad de su cuerpo afuera, quedando el omega recostado boca abajo con su trasero justo a la altura de su ingle.
—¿Te encanta provocarme, no?
—No sé de qué hablas. —sentía su rostro caliente y su corazón palpitaba frenético.
—Y te haces el inocente, omega descarado. —bajó su bañador dándole un pequeño azote.
Harry jadeó cuando Louis toco su parte sensible, dando leves toques que amenazaban con hacerlo gemir.
Adentró uno de sus dedos estimulando su entrada para que estuviera preparado para recibirlo, cuando sintió que estaba listo acercó la punta de su miembro para rozarle su necesitada entrada.
El rizado, algo urgido, se movió un poco hacia atrás para buscar contacto. —Espera. —el alfa detuvo sus movimientos.
—Lou-is…
—Debes ser paciente, no te quiero lastimar, amor.
—Es-toy listo, solo te quieres vengar.
—suspiró entrecortado.
Louis tomó su hombría con sus manos, jugueteó con ella en las mejillas del omega pasándola de arriba hacia abajo, el rizado seguía boca abajo, sumiso y dispuesto, sintiéndose desfallecer.
El meneo en su parte trasera le estaba haciendo desear tomar al alfa y enterrarlo de una vez por todas.
El castaño estaba jugando con su entrada y él solo necesitaba que estuviera dentro, su piel cosquilleaba, su omega tenía la necesidad de tenerlo y de ser poseído, Louis al sentir su miembro lleno de lubricante, se dejó entrar de una estocada. —Mierda, Harry, estás estrecho para tu alfa.
—Lou…
El castaño tenía en mente tomar al omega afuera, solo de verlo en esa ropa diminuta lograba aflorar su lado más salvaje.
Así que se las ideó para sacar a todos de la mansión, Peter, el alfa encargado de Tali la sacó a pasear, mostraba gran habilidad, así que estaba encomendando algunas cosas para seguir probándolo, solamente dejó a unos hombres por seguridad, pero tenían prohibido estar cerca de ellos.
El alfa no estaba dispuesto a que escucharan los gemidos que provocaba en su omega, esos solamente le pertenecían a él.
Sujetó sus caderas y aumentó el movimiento, la imagen de tener al omega jadeante y verse bajo el agua penetrándolo, entrando y saliendo de esa manera, le estaba volviendo loco.
Pasó sus manos por la curvatura de su cintura, su piel brillaba gracias a las gotas de agua y los rayos del sol que se reflejaban en ellas. —Tan jodidamente caliente —jadeó.
—Al-fa… —Harry se sentía en las nubes—. Gimió cuando Louis apretó la piel de uno de sus glúteos.
—Solo para tu alfa, ¿verdad, amor?
El rizado era incapaz de hablar, su mente estaba nublada por el éxtasis, el sol estaba en su piel, sus rizos mojados pegados en su rostro y el alfa arremetiendo contra él.
Apretó la toalla con sus manos vueltas puño, abrió su boca dejando escapar jadeos, quería más, quería todo de su alfa.
Louis se inclinó aferrándose a sus caderas, el omega podría quedar marcado con las huellas de sus manos, se movió dando en el punto dulce.
—J-usto a-hí —el omega se estremeció en un leve temblor, el alfa hizo las estocadas un poco más fuertes, provocando que el rizado llegara al mismo espacio.
El omega veía luces por todos lados, y ahora solo escuchaba el leve chapotear del agua por el choque de sus pieles.
Louis se empujaba, pero por unos momentos Harry empezó a mover sus caderas hacia atrás, ayudando con el movimiento. Harry se estaba follando solo impulsándose desde la orilla.
El alfa admiró la escena desde arriba, las mejillas del rizado tomaban perfectamente toda su extensión con movimientos precisos.
Louis sintió los cielos abrirse y ser bendecido por los mismos ángeles.
Cuando el omega no pudo más, lo volvió a tomar de las caderas para seguir con las estocadas por un par de minutos.
Harry llegó al éxtasis retorciéndose bajo su toque.
—¿Omega?
—Adentro-o, lo quiero adentro.
El alfa siguió impulsándose hasta que el ya conocido cosquilleo, se instaló en la parte baja de su vientre y pudo derramarse en su interior. —Mierda.
—siseó inclinándose para besar su columna— ¿Quieres recibirlo?
—preguntó refiriéndose al nudo.
—Por favor, déjalo.
—Como mande mi hermoso omega.
El alfa buscó una de las escaleras que estaban cerca de ellos y se sentó dejando a Harry sobre él, durante el proceso Louis se encargó de enterrar su rostro en el pecho del omega, dándole leves lametones y mordísqueos en sus pezones, su tarea era distraerlo hasta que su nudo bajara.
—¿Te sientes bien? —preguntó abrazándolo.
—Sí, gracias por tratarme tan bien.
—dejó un beso en la fuente de olor del castaño.
—¿Te he dicho lo hermoso que estás hoy?
—No. —respondió entre risas, acurrucándose más cerca.
—Pero que mal alfa soy, eres el omega más lindo, guapo, jodidamente sexi y hermoso, que hay en el puto mundo.
—Basta exageras. —Algo sonrojado se escondió en su cuello.
—¿Crees qué sea posible que se me vuelva a parar luego, aun con el nudo? Es que eres muy caliente.
—¡Louis! Nunca es suficiente para ti.
20 minutos después, llenos de risas e insinuaciones del alfa y de que el nudo bajara, salió del omega asegurándose que se encontrara bien, le volvió a besar los labios y buscó sus bañadores para ponérselos de nuevo, lo tomó entre sus brazos para cargarlo y llevarlo adentro a tomar una ducha.
Sus cariños hicieron que el rizado tuviera una erección y Louis gustoso se encargó de hacerla bajar en la ducha, al terminar salieron y como el omega aún andaba un poco afectado por las rondas con el alfa, el mismo se encargó de vestirlo.
Le encantaba mimarlo y hacerlo sentir bien y querido.
Estando en el cuarto ya cambiado, Louis recibió una llamada de Liam solicitándolo de inmediato, porque tenían una pista de Leandro y al parecer era algo importante, el lobo se negaba a dejar a su omega, lo único que deseaba era enterrarse en su cuello y quedarse ahí para siempre.
Esa noche irían al club para ver cómo estaba funcionando, al principio Louis estaba un poco negativo con la idea de llevar a Harry, pero su omega lo convenció. ¿Quién eras él, para negarle algo?
Así que el alfa siempre tan lindo, pidió a Zayn y a Myles llevarlo de compras, Harry se rehusó diciendo que tenía mucha ropa, pero Louis le dijo que si no compraba algo entonces no lo llevaba.
—Amor, regreso en un rato. —Se acercó y lo besó no queriéndose despegar
—Ten cuidado, ¿te espero para comer, verdad?
—Así es. —se acercó y frotó su rostro al cuello para marcarlo con su olor, su alfa quería llenarlo de su aroma.
—¿Alfa? —preguntó extrañado, Louis no dejaba de marcarlo.
—Me encantas, te veo más tarde, si necesitas algo, solo llámame.
Al rato Harry, Zayn y Myles fueron a una de las tiendas de ropa más prestigiosa y cara de la zona, el rizado se negaba a entrar.
Aún no se acostumbraba a todos los lujos que su Alfa le daba, pero realmente le agradecía cada vez que lo mimaba con pequeños y simples detalles.
—Vamos, Harry, debemos apresurarnos.
—Un traje de esos vale mi propia vida.
—Esas son puras mierdas, ¿verdad Myles? —Zayn replicó.
—Así es Señor Styles, si el jefe mandó específicamente entrar ahí, entonces debemos hacerlo, ¿no cree?
—Bien, pero solo uno y ya.
—Louis no mandó un límite, así que compra lo que quieras o te haga falta.
—Me gustaría algo formal, esto será como una inauguración, ¿no?
—Así es, los chicos son sensacionales, todos quisieron seguir con lo de los bailes, así que eso se queda.
—¿Aún hay zona dorada y celestial?
—Sí, pero ahora Bella está a cargo, se firma un contrato de protección y bienestar, si el alfa o la omega ya no desean continuar, entonces están en todo su derecho de terminar, no se le obliga nada a nadie y lo pagado por el cliente se le da totalmente al trabajador, porque se cobra la renta del cuarto y eso está para el club, así todos ganan.
—Me encanta, es buena idea.
—Hay muchos que están ahí porque les gusta hacerlo y a los que no porque tenían situaciones difíciles, les dimos otro tipo de trabajos para que tuvieran una paga digna y no hagan algo que no deseen.
—Eso es magnífico. —Entraron en la tienda, como Zayn ya conocía el lugar guio al omega y al alfa por donde estaban algunos de los mejores trajes.
El omega morocho supo que Harry encontró el indicado cuando el rizado se quedó pasmado frente un traje en específico, no podía dejar de verlo, sus ojos brillaron y se acercó para apreciarlo de cerca.
Zayn pidió a las vendedoras que trajeran uno de la talla para Harry, cuando el rizado se dio cuenta del precio, se hizo para atrás negando, pero el omega lo adentró a uno de los vestidores para que se lo tallara.
Harry se despojó de su ropa y luego se puso los pantalones y la pieza que iba en la parte superior, se dio vuelta y se admiró.
Louis era un gran alfa, un lindo alfa que lo hacía sentirse lindo y especial, lo sacaba de quicio en algunas ocasiones, pero que se preocupaba por él, por pasar tiempo juntos, por hacerlo sentir amado.
La verdad en Harry era que él no buscaba un alfa, tenía un poco de temor que fuera como los de su pasado, pero al ver a Louis todos sus pensamientos fueron derribados.
Cuando estaba en su casa con sus madres alfas y los que ellas llevaron para quitar sus calores, todos sin excepción fueron malos y groseros, al final solo cumplían con un trabajo y era aminorar el dolor, a través de palabras hirientes o golpes físicos.
Sus madres no soportaban sus lloriqueos y sus lamentos cuando su celo llegaba, así que por eso contrataban alfas sustitutos.
Tener a Louis fue como una brisa templada en tiempos de calor, fresco y apacible, le ha sido de apoyo para olvidar los tormentos y malos recuerdos.
Cada vez que se acuestan besa sus manos y acaricia sus cicatrices, haciéndolo sentir especial. Y su omega lo ama, jodidamente ama a ese alfa.
Suspirando por sus pensamientos, se quitó el traje y salió para avisarle a Zayn.
Pronto se sintió inseguro, ya que unos olores llegaron a su nariz, sus ojos se cristalizaron de la nada y en su rostro se pintó el pánico, temor y dolor.
Buscó al omega y lo vio unos pasos adelante, tomando más ropa, caminó hasta él, pero una voz lo detuvo.
—¿Harry? ¿Qué diablos haces aquí? —Era Cristal, una de sus madres y lucía enfadada por verlo.
El omega se dio vuelta con un nudo en la garganta, jamás imaginó volverlas a ver.
Escuchó el celular de Zayn sonar a sus espaldas, Harry sin poder decir una sola palabra se quedó estático.
—Alfa, ¿qué sucede? —Estela se asomó impulsándose en su silla de ruedas, al ver su presencia la alfa lo vio despectiva.
—No sabía que aceptaban cualquier cosa aquí, esta es una tienda de prestigio. —Cristal espetó acercándose donde estaba su alfa.
—Tranquila, alfa, si no tuviéramos los inhibidores de olor ni hubiéramos entrado, estos malditos omegas siempre apestando todo con su asqueroso olor
—Estela cuadró el rostro—. ¿Qué haces aquí, que ahora eres un ladrón?
—No me sorprendería, alguien de tu puta casta solo eso puede hacer.
—Cristal provocó que los ojos de Harry enrojecieran al decir aquellas palabras.
—Basta las dos. —habló colérico, y sus lágrimas salieron de sus ojos.
—Agradece que no te denunciamos, por tu maldita culpa mi alfa está en silla de ruedas y tú andas por la vida como si nada, maldito, infeliz.
—¿Estás hablando en serio? Tu maldita alfa que es mi jodida madre intentó abusar de mí. —Maldijo nervioso—. Y a ti, madre. —Esa palabra fue resaltada con tono burlón. —Te importó más un jodido nudo que tu propio hijo—. Gritó con sorna y veneno llamando la atención de todos.
Myles se acercó de inmediato junto a Zayn que seguía en el teléfono, al parecer hablaba con Louis, el alfa llamó preguntado por el omega porque sintió algo extraño.
—Harry… —El rizado ignoró al llamado del morocho, su vista era furiosa y dolida.
—¿Ahora te vendes?, ¿quién sería tan idiota como para poder pagar por un asqueroso omega? —Estela escupió con saña.
—Solo de pensar que estuviste en casa,
¡qué asquerosidad!, son tan repugnantes —Cristal masculló colérica.
—Ojalá se pudran en el infierno, las odio a ambas y para su información, no me estoy vendiendo, ahora tengo a un verdadero alfa que me quiere, deberían aprender un poco de él, así que fuera de mi vista porque el que siente asco soy yo.
Cristal se acercó para propinarle una cachetada, pero Zayn la detuvo. —Yo que usted ni me atrevería a tocarlo ni a volver a cruzarme con él, Harry es un amor y sería incapaz de ponerles una mano encima… pero yo no soy Harry, ¿verdad? Así que largo de aquí, malditas hijas de puta.
Myles se puso al frente del omega para evitar cualquier altercado, el omega hizo señas y unos encargados sacaron a las alfas que estaban furiosas.
—Quiero ir a casa, por favor. —Harry pidió cabizbajo.
Zayn se encargó de pagar todo lo que llevaban y salieron de inmediato del lugar, Harry no dijo nada en todo el camino.
Cuando llegaron a la mansión, Louis estaba afuera caminando de un lado hacia otro con el rostro serio y molesto.
Al notar llegar la camioneta, se apresuró a alcanzarla, abrió la puerta y Harry se tiró a sus brazos, se escondió en su cuello y empezó a llorar.
Sin dudarlo, Louis lo llevó adentro, Harry estaba enroscado a su cintura, sin dificultad alguna subió todas las escaleras hasta llegar a la habitación.
—Amor…
—No me sueltes, por favor. —rogó sollozando.
Louis besó sus rizos y los acomodó sobre la cama. —Nunca te voy a soltar, ya estoy atado a ti. —buscó sus labios y dejó un par de picos.
—Ellas estaban allá, y dijeron que yo-yo, me odian Lou…
—No hagas caso, ellas son unas mierdas y no valen ni una de tus lágrimas, además tú eres un gran omega.
—Me llamaron asqueroso porque pensaron que me estaba vendiendo. —hipó lamentándose.
—No te preocupes, yo mismo me desharé de ellas.
—No valen la pena, alfa.
—Nadie se mete con lo que es mío Harry, y esas malditas te hicieron llorar.
El omega se acurrucó en su pecho calmando su llanto, porque Louis lo estaba marcando con su olor.
—Creo que será mejor no ir al club, los chicos entenderán.
—Yo si quiero ir, necesito distraerme y verlos.
—Siempre a mi lado. —demandó posesivo—. Moviéndose a su fuente de olor para besarla.
—Siempre a tu lado.
—Tengo un jacuzzi, ¿quieres relajarte un poco antes de irnos? —preguntó luego de marcar su piel.
—Eso me encantaría.
Louis se encargó de mimarlo, le besó y lo sostuvo en sus brazos cuando estuvieron dentro del agua, se encargó de hacerle saber lo mucho que le gustaba, le habló palabras susurradas diciendo lo lindo y guapo que era.
Lo hizo reír, lo cuidó y luego de otro buen orgasmo, fueron a la ducha para asearse bien, Harry se estaba entregando en cuerpo y alma al alfa y Louis sabía que su vida fue creada para venerar al rizado.
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Buenas noches
Gusto en saludarles una vez más.
Por ahí vi que alguien se lastimó el pie y esperamos que siga mejor.
Otro cap más.
Bueno desde ya, perdón si la agarrada no era lo que esperaban jajaja yo dije que no era experta digo me tocó primero escribirlo que vivirlo jaajajaja
Siempre mil gracias por tomarse el tiempo para leer.
No subo otro porque no lo tengo editado y aún así siempre, se me escapan errores y no me gusta porque quiero que tengan algo bueno y más o menos digno.
Gracias por todo.
Nalgaditas cariñosas :D
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