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CAPÍTULO 18

Hola, interrumpimos la transmisión o bueno la lectura para avisar que tenemos otro poco de intento de Smut casi al final, así que si no se sienten cómodas lo pueden saltar.

(Me cuentan que les pareció)

Espero les guste, disfruten...

A la mañana siguiente, Harry despertó por tres motivos: en primer lugar, la luz del sol topaba justo en su rostro, parpadeó varias veces para despejar todo rastro de sueño.

Número dos: los brazos de Louis estaban aferrados a su cintura apretujándolo contra su vientre. 

Y número tres: en sus glúteos sentía un enorme bulto aprisionándose cada vez que al alfa se movía.

Harry intentó acomodarse mejor, le gustaba la sensación de tener a su alfa de esa forma, el aliento de Louis le hizo cosquillas en la parte trasera de su cuello. —Deja de moverte, omega, estás causando estragos en mis pantalones.

El rizado rio un poco y se dio la vuelta para quedar frente, maldijo en sus adentros, el alfa era un más guapo por las mañanas, cabello enmarañado y sus ojos parecían más azules.

—Buenos días, Lou. —Le saludó cerrando los ojos para llenarse de su olor.

—Hola, amor, ¿dormiste bien?

—Mejor que nunca. —Se acercó hasta estar acurrucado en su pecho.

El alfa dejó una serie de besos sobre su cabello haciéndolo suspirar porque, por fin, Harry supo que el sentimiento de pertenecer a un lugar lo tenía en los brazos de Louis y entonces cayó en cuenta de que el hogar no siempre serán cuatro paredes.

—¿Tienes hambre?

—Un poco.

—Vamos a comer entonces. —Se levantó y ayudó a Harry a ir al baño, ambos se asearon y cambiaron de ropa para ir a la cocina.

A media mañana Louis recibió una llamada de Liam diciendo que al fin pudo encontrar al culpable de lo sucedido con Harry, el alfa sintiendo la furia ir por sus venas pidió toda la información.

—Será mejor que vayas donde el idiota de Mike, el estúpido, ha estado intentando contactarse desde ayer con nosotros porque él también sacó sus conclusiones.

—¿Y cuál es la puta razón?

—Que tomará cartas en el asunto.

—Mierda…

—También le pidió a Harry venir, así que los veo en un rato.

El alfa cortó la llamada y Louis subió a la habitación, al entrar encontró a su lindo omega leyendo algunos mensajes.

—Mike solicita verme en el club, Niall y Bella me mandaron algunos mensajes contándome lo que está sucediendo.

—Preferiría que no fueras, ya no voy a dejar que regreses a ese inmundo lugar.

—Lo sé, pero son mis amigos y tengo miedo por ellos, al parecer ha habido problemas y si les cierran el Club no sé qué pasará, yo me voy contigo. —dijo poniéndose de pie para tomar un abrigo.

—Bien, pero siempre a mi lado. —El alfa viró los ojos ayudándole a acomodar el cuello de la sudadera—. ¿Tomaste tus medicinas?

—Sí, papá. —murmuró algo burlón. 

Sonriendo el alfa lo atrajo hacia él, apretando su trasero. —preferiría que me llames papi y de paso tenerte rebotando sobre mí p…

—¡Louis! —El omega le dio un golpe en el brazo incrédulo de lo que recién escuchó.

—Disculpa, no lo puedo evitar y tú no colaboras. —picoteó de nuevo sus labios.

Salieron en medio de la discusión, bromeando entre sí hasta llegar al auto donde estaba Myles. —A copa de Oro.

—Como ordene, señor.

En el camino, Louis sacó su celular haciendo una llamada, a lo que el omega casi no prestó atención porque estaba embelesado viendo los árboles pasar a medida que avanzaban en la carretera.

Cuando llegaron Louis fue el primero en bajar para ir a abrir la puerta a Harry, extendió su mano para que el omega la tomara y juntos entraron al bar.

Pasando las puertas, Harry siendo el chico amable saludó al enorme alfa de la puerta, Louis lo acercó más a su lado para seguir avanzando.

Cuando llegaron al salón principal todo era un gran alboroto, había algunos de sus compañeros peleando, otros se veían desconsolados, buscó a Niall y a Bella. Cuando los encontró, se dirigió hasta ellos mientras Louis lo seguía de cerca, hablando algunas cosas con Liam que ya los esperaba en el lugar.

—Chicos, ¿qué tal? —Se soltó del agarre del alfa para saludarlos y Louis frunció el ceño por la separación.

—¿Qué sucedió? —inquirió Harry al ver los rostros preocupados de sus amigos.

—De todo, pero antes de esa mierda, ¿cómo estás?

—Bien, gracias. —respondió con una enorme sonrisa.

El rubio se le quedó viendo. —¿Seguro? —indagó buscando alguna expresión negativa en el omega.

—Está mejor que nunca. —La voz de Louis se escuchó llegando a su lado después de hablar unas cortas palabras con Liam.

Ya no siguieron porque Mike venía bajando las escaleras, seguido por Leandro, Louis tensó la mandíbula viendo a ese par de idiotas.

Hizo unas señas para que Louis se acercara, con la diferencia que ahora Mike estaba siendo custodiado por dos alfas más.

Louis caminó con Harry a su lado, con por Myles y Liam siguiéndolos. —¿Qué mierdas quieres?

Leandro se acercó hasta donde el rizado. —Hola, mi lindo omega, ¿cómo te sientes? Hace mucho que no te veía.

El pecho de Louis retumbó con un rugido a punto de salir para ir y arrancarle la cabeza a ese infeliz bastardo. —Cuida lo que dices si no quieres quedarte sin lengua, Leandro.

—Con todo respeto, Señor Tomlinson, me estoy dirigiendo a Harry. —replicó enfado.

El ojiverde sintiéndose molesto, se quedó justo al lado de Louis. —Señor Leandro le suplico que no me vuelva a llamar omega, mi nombre es Harry y estoy mejor que nunca, gracias por preguntar.

—¿Recibiste lo que te mandé?, espero haya sido de tu agrado.

—Es muy amable señor, pero le pido, ya no lo vuelva a hacer.

Leandro, algo contrariado, estaba a punto de responder, pero fue interrumpido. —Entremos por favor. —Mike, algo nervioso, abrió las puertas.

—Hablen tenemos cosas más importantes que hacer. —ordenó el castaño, sentándose en una silla, atrayendo a su omega para ubicarlo en su regazo.

Los ojos de Leandro empezaron a tornarse oscuros, ejerció presión en el mango de la silla cuando Harry se acomodó, recostándose en el pecho de su alfa.

—Los mandé a llamar porque al fin encontramos al culpable de los incidentes en el bar, primero les pido una disculpa por todo lo sucedido.

—¿Quién fue? —Leandro se hizo hacia al frente.

—Kimi. —dijo con pesar fingido.

—¿Dónde mierdas está? —Louis articuló tensando la mandíbula.

—Ya me deshice de ella, la muy maldita estaba haciendo cosas que no me agradaron en absoluto y decidí venderla. 

—¿Qué?, ¿cómo que la vendiste? —Harry se incorporó de inmediato.

—Era una puta infeliz, aparte de drogarte a ti y a Paulo me engañaba con algunos alfas, tú sabes muy bien que me interesa el bienestar de todos aquí y ella estaba haciéndole la vida imposible a muchos de ustedes y no podía seguir con eso.

—¿En dónde está? ¡Qué bajo caíste! 

—Louis bufó—. ¿Jodidamente la diste a esas mierdas? —preguntó tenso.

—La verdad no lo sé y no me interesa, solo me pagaron una buena cantidad por ella y eso fue todo.

Leandro replicó. —A los omegas debe tratárseles con respeto y amor, lo único que merecen es adoración. —posó sus ojos en Harry.

—¿Pero venderla? Ella no era de tu propiedad. —Harry intervino ignorando al alfa mayor, aunque la omega fuera mala con él, tan solo de imaginarse su paradero, un escalofrío le atravesó el cuerpo.

—En realidad si lo era, larga historia que cuando vengas de nuevo quizá sepas.

—Harry ya no volverá. —afirmó su alfa, posando sus manos sobre su cintura, sentándolo de nuevo.

—¿Qué? ¿Cómo es eso posible? ¿Harry? —Mike empezaba a soltar feromonas de enfado.

—No intentes manipularlo y no pongas esa cara de idiota porque bien sabemos todas las idioteces que haces y deja de soltar tu putrefacto olor. —mascullo colérico.

—Pero debe cumplir con lo estipulado, es mi trabajador, simplemente no puede irse, yo se lo prohíbo. —molesto, habló en dirección al omega.

—Cuida como le hablas a la pareja de tu nuevo jefe, pedazo de mierda.

—¿QUÉ?

—¡Por la luna! Pobre Mike, lo siento, quizá no te han informado, pero compré copa de oro. —Serio se acomodó en la silla viendo la cara de confusión del alfa.

—Eso no es posible, yo soy el dueño de este maldito lugar. —golpeó la madera de su escritorio.

Leandro guardaba silencio, pero su rostro era serio y frío, Myles y Liam estaban atentos a cualquier arrebato de Mike.

—En realidad no, hace aproximadamente como una hora, llamé al dueño del local y ahora es todo mío, así que ten cuidado como te dijeres a tu jefe.

—Esto debe ser una maldita broma.

—No lo es, y te aviso que habrá algunos cambios, empezando por ti.

—No me puede hacer esto, Señor Tomlinson, esta es mi vida.

—Y a mí me vale una mierda, así como a ti te valió mierda muchas cosas que sucedían con Harry.

El alfa se puso de pie molesto, intentando ir contra ellos, pero Myles se interpuso dándole un fuerte golpe, dejándolo inconsciente en el piso.

—Saquen a esa basura de aquí, Liam manda a todos a sus casas diles que se tomen unos días y de igual manera se les pagará, pongan afiches o anuncien que estará cerrado por unos días, pero que habrá una reapertura con algunas mejoras.

El alfa se puso de pie para salir, antes de irse se dio vuelta para ver a Leandro. —Dile al idiota de Paulo que su cabeza será el segundo cráneo en adornar mi repisa.

—Ya le dije, Señor Tomlinson, no lo he visto desde aquel día.

—Y si vuelves a intentar estar cerca de MI omega, serás hombre muerto.

—No me alejaré de Harry, además… ¿Suyo? Nadie es propiedad de nadie, señor Tomlinson.

—Estás cavando tu propia tumba. 

—acercó al omega a su costado y salieron. 

Cuando estaban justo en las escaleras, Harry detuvo a Louis anonado por todo lo que escucho arriba.

—¿Qué fue todo eso?, ¿cómo qué ahora todo esto es tuyo?

—Liam me llamó esta mañana informándome de la situación, ya tenía conocimiento sobre esa estúpida omega y algunas idioteces de Mike, así que llamé al dueño y me otorgó Copa de Oro sin rechistar.

—Pero Mike era el dueño de todo.

—No, en realidad es un viejo conocido que tenía como empleador al fanfarrón de Mike, me debía un par de favores y me los cobré.

—¿Por qué hiciste todo esto?

—Tú dijiste que estabas preocupado por tus amigos.

—¿Hiciste todo esto solo por lo que dije esta mañana?

—Ya te dije que puedes pedirme lo que quieras, yo te lo daré.

—No me jodas, Louis.

—Disculpa, amor, pero eso ya no lo puedo prometer.

—¿Y ahora?

—Pienso que a Zayn le encantara hacerse cargo, habla con el rubio idiota y la omega, quizá se puedan unir.

El rizado se tiró a sus brazos, emocionado, y Louis lo recibió gustoso. —Gracias, Lou, no sabes importante que esto es para mí.

—Si lo sé Harry, por eso lo hice. 

Bajaron y el omega se despidió de sus amigos luego de contarles todo lo que acababa de suceder.

Cuando llegaron a casa fueron a tomar su almuerzo, Louis tuvo que salir para arreglar unas cosas.

Harry antes de subir a su habitación se acercó al omega morocho con quien se llevaba bastante bien, casi no lo veía, pero él le dijo que tenía un nuevo amigo.

—¿Zayn?

—Hola, Harry. —saludó sonriente tirando la coletilla del cigarro que estaba fumando.

—¿Cómo estás?

—Bien, gracias, ¿y tú ricitos? 

—Mejor que nunca, me preguntaba si te puedo pedir un favor.

—Soy todo oídos. —Harry buscó en la bolsa de su pantalón dinero que tenía guardado.

—¿Podrías hacerme el favor de comprar algunos anticonceptivos? —preguntó muy sonrojado.

El omega estaba a punto de morir de ternura. —Claro, cariño, no te preocupes, pero no debes pagar, el idiota de Louis corre con todos los gastos, ¿te trata bien?

—Sí. —apenado se llevó un mechón de cabello tras de la oreja.

—Si necesitas algo, me dices, ten la confianza de acudir a mí, ¿comprendes? 

—Gracias, Zayn.

—Ahora entra, está haciendo un poco frío y si te enfermas, Louis es capaz de convertirme en eunuco.

Se despidió del omega y fue de nuevo a su habitación, el rizado aprovechó para llamar a Niall y Bella para hablar mejor de todo lo que sucedió.

—Perdón, pero yo me alegré cuando supe lo de Kimi. —Bella hablaba mientras jugaba algo con su cachorro, Harry se volvió loco cuando el pequeño le lanzó unos besos a la pantalla.

—Creo que es mucho, no sabemos que tanto pueda estar sufriendo.

—Pues lo merece, a todos nos hizo daño, ¡Harry, jodidamente estuvieron a punto de abusar de ti en dos ocasiones! Era una gran mierda.

—Lo sé, pero, aun así, me da pena.

—Es que tú eres muy bueno, Harry, sin importar como sean las personas, siempre te compadeces, es tu naturaleza y eso es lindo, pero así es como se aprovechan de ti. —Niall agregó.

—Louis dijo que Zayn estaría a cargo y que les preguntara si ustedes querían participar en el manejo.

—Qué? —Bella gritó fuerte.

—Como lo escuchas, ¿qué dicen?

—¿Ya no tendré que estar en esas malditas zonas? —preguntó con los ojos llorosos.

—Ya no será necesario, Bella. 

—Dile a ese alfa tuyo que lo amo.

—Yo también, Harry. —Niall agregó emocionado, ahora podría reducir sus horas en el otro trabajo y pasar más tiempo al cuidado de su madre y de su omega.

El rizado sonrió con cariño y se despidió cuando percibió el olor de su alfa.

Louis atravesó la puerta, serio y firme, su rostro cambio cuando Harry dejó salir su aroma, el alfa se acercó para llegar hasta donde el rizado estaba.

Se acomodó en la enorme cama, recostado su espalda sobre el respaldo. —¿Lou?

—Ven aquí, por favor.

Obediente se acercó y se sentó pasando una pierna a cada lado, quedando frente a frente.

—¿Qué sucede?

—Te necesito, es todo.

—¿Pasó algo?

El alfa suspiró cerrándolos ojos por las caricias que su omega le daba en su rostro.

—¿Estás tenso?, ¿no es así?

El alfa dejó caer su cabeza hacia atrás.

—Algo, son las mismas mierdas de siempre. —puso sus manos sobre la cintura del omega y este se acercó, dejando un largo camino de besos por toda su mandíbula hasta llegar a su cuello.

Se acomodó mejor en su regazo y por accidente voluntario rozó la ingle de Louis para dejarla justo bajo su trasero.

El alfa se incorporó y fue directo a su cuello donde su glándula de olor estaba.

—Podría pasar toda la vida justo aquí.

Harry llevó sus manos al cabello de su alfa y empezó a acariciarlo, dando leves masajes, el aliento de Louis en su cuello erizó su piel, buscó sus ojos y los vio directo, acercándose a sus labios para besarlos.

Sus lenguas se encontraron en una danza de lujuria en sus cavidades bucales, el sonido chasqueante y lento pronto empezó a subir de tono.

Harry inició un movimiento de cintura haciéndola adelante y atrás para buscar contacto, quería al alfa hasta lo más profundo, lo necesitaba tanto como Louis, estar dentro de él.

Enroscó sus piernas en la cintura del alfa, Louis ladeaba el rostro abriendo el portal a un beso lascivo, picante y obsceno.

—Omega… —Louis lo abrazó por su cintura, la fricción de los movimientos del omega empezaban a hacer efecto.

—Yo te necesito y tú a mí. —habló justo sobre sus labios, dejando un beso en la comisura.

—¿Seguro?

—Completamente ¿tú no?

—Por mí ya estarías con mi mordida en tu cuello, amor.

Harry dejó caer la cabeza hacia atrás, siendo consumido poco a poco por el deseo y la lujuria. —Soy tuyo.

—Todo lo que mi omega desee.

—¿Solamente yo? Verdad.

—Solo tú, amor, jodidamente solo eres tú.

Louis se acomodó mejor, acunando su rostro, la aspereza de su barba y el tacto de su lengua, hizo al rizado jadear sobre su boca. 

Harry dejó caer la cabeza hacia atrás sin detener el movimiento de sus caderas, cuando sintió el bulto de Louis crecer bajo sus glúteos.

El alfa besó toda la línea de su cuello hasta quedarse en sus clavículas, Harry, desesperado, se deshizo de la sudadera que tenía puesta, quedándose con el torso desnudo.

Pegó sus labios a su cuello nuevamente, sus manos apretaron la cintura del omega cuando sintió un tirón en su entre pierna, succionó y besó algunas marcas que había dejado la noche anterior. 

Recorrió su piel hasta llegar a unos de sus pezones, entreabrió los labios y el vaho de su aliento provocó que la piel del omega se erizara de nuevo, sus glúteos destilaron lubricante.

Harry enroscó sus manos en el cabello del alfa, acercándolo más a su pecho para que no se separara de él. 

Jadeó dejándose caer hacia atrás, pero Louis paso sus manos por su espalda estrechándolo contra su cuerpo, cuando dio el suficiente cariño, fue en busca del otro haciendo estremecer al rizado en medio de gemidos indescifrables. —Louu…

—Calma, amor. —El alfa continuó con sus labios pegados en su marcado pezón, dando pequeñas mordidas, una de sus manos fue bajando hasta llegar a sus glúteos, mensajeándolos y apretujando la piel bajo la tela.

Louis en un movimiento ágil lo tumbó sobre la cama, quedando sobre el omega, devoró su boca nuevamente jadeando desesperado.

—¿Listo, amor?

—Por supuesto.

Harry llevó sus manos a la camisa del alfa para quitar todos los botones, le ayudó cuando fue momento de despejarse de los pantalones, quedando los dos en ropa interior.

Louis se recostó hasta estar a la altura de sus labios para seguir besándolos, pasó sus manos sobre su torso, acariciando cada centímetro de su piel hasta llegar a su ropa interior.

Dejó una pequeña mordida en su labio inferior, subió su mano hasta la altura del rostro del omega. —Lame. —ordenó, dócil Harry lamió la piel y Louis sintió la gloria.

Bajó de nuevo, escabulléndola en la ropa interior del rizado, tocando suavemente su pene.

Harry abrió la boca soltando un pequeño gemido, el alfa siguió su camino sintiendo el lubricante del omega empapar su mano. —Tan dispuesto y solo para tu alfa, ¿verdad amor? 

—Sí.

—¿Si qué, cariño?

—Sí, alfa, solo para ti. 

Metió un dedo entre sus glúteos para separar y para acariciar su entrada, con suaves movimientos mensajeando en círculos.

Atrajo el rostro del omega besándolo para tragarse sus jadeos, el rizado se estaba derritiendo bajo su toque.

El aroma del ojiverde fue casi asfixiante, Louis se aferró aún más a la piel del omega cuando este empezó un suave movimiento para buscar más contacto con la mano que estaba dentro.

—Louis, ya por favor.

Cuando sintió que el omega estaba perfectamente preparado, se paró para quitarle la ropa interior y sacarse la propia.

Harry ahogó un jadeo cuando vio toda la extensión de Louis rebotar fuera de la tela.

—Demonios, eso no entrará. —gimió deseoso solo con la idea de ser llenado y a la vez temeroso de que doliera.

—No te preocupes cariño, haremos que entre. —Louis escupió un poco de saliva en su mano mensajeando su hombría para empaparla, tan sola esa imagen provocó que el interior de Harry palpitara, dejando salir más lubricante.

Harry abrió las piernas para que se posicionara en medio de ellas, su mente le jugaba dos pensamientos, pero estaba confiando en su instinto y se dejaría llevar.

El cuerpo de Louis se presionó contra el de Harry, el alfa se frotó un poco contra él y gimió entregándole la exquisita sensación lujuriosa similar a la de un ardor provocado por un fuego arrasador que recorría todo su cuerpo.

Louis se tomó el tiempo necesario de admirar su rostro, lo atrajo en un beso necesitado, Harry boqueó en busca de aire cuando no tuvo suficiente. —Te quiero dentro.

Louis puso una almohada bajo la cintura del omega para no hacerle daño, obediente tomó su hombría acercando el glande hasta estar rozando su entrada, Harry se envolvió en jadeos vibrantes, ansioso por lo que seguía.

Su alfa se encargó de llenarlo de besos y mimos, hablándole palabras bonitas al oído y Harry solo sentía sus corazones latiendo frenéticamente.

Parecía que Louis estaba adorándolo, calmando sus ansias con caricias, hasta que con un pequeño empujón de parte del alfa, se dio cuenta de la gran invasiva sensación deleitante.

Harry arqueó la espada. —¿amor?, ¿te encuentras bien? —Louis preguntó, sintiéndose preocupado.

—Sí.

—Si deseas podemos parar.

—Ni se te ocurra Tomlinson, quiero decirte algo. —suspiró nervioso—. Pero tu gran cabezota se inflará más. 

—Como tú digas, omega, tú mandas. —besó su mandíbula, el alfa era paciente, esperaría lo que fuera para que su omega se sintiera cómodo.

—¿Ya estás completamente dentro?

—inquirió con un sonrojo en sus mejillas.

—No, amor, es apenas el inicio.

—¿Por qué diablos tienes que ser tan jodidamente gigante?, bestia descomunal me vas a partir en dos. —rezongó cubriéndose el rostro.

El alfa se burló y su ego se infló aún más. —Iremos lento ¿sí? No te haré daño, lo prometo, solo escucha mi voz y relájate, déjate llevar, si quieres parar, solo dime, me detendré de inmediato.

Louis bajo sus labios de nuevo a su cuello para besarlo hasta llegar hasta su pecho y succionar sus erectos pezones, el lubricante de Harry empapó a Louis y el alfa aprovechó a dar pequeñas y cortas embestidas, jadeó aprisionando la piel sonrosada del omega, mientras sus paredes aprisionaban su hombría.

—Mierda. —siseó acomodándose mejor sobre el rizado. Siguió introduciéndose en su interior, lentamente. Harry estaba sin aliento, no se movía. El Alfa se detuvo por unos instantes. Su omega se gimió bajo, incitándolo para que continuara.

Cuando logró entrar completamente, Harry ahogó un jadeo. Louis paró y espero a que el omega se acostumbrara a su tamaño.

Luego de unos instantes Harry habló. 

—¿Podrías moverte?, por favor. —pidió casi inaudible.

—Me encanta que seas tan educado. —Se empujó y salió despacio, hizo esto en repetidas ocasiones hasta encontrar un ritmo perenne.

—Más rápido. —ordenó aferrando sus manos sobre la espalda del castaño, arañando su piel, la idea de marcarlo de esa forma lo hizo estremecer.

—Estás tan estrecho. —Louis buscó sus labios para besarlos mientras lo embestía a un ritmo rápido.

El sonido obsceno de sus pieles chocando llenó la habitación junto a los interminables y fuertes jadeos que se daban en el oído del otro.

—Má-s. —Harry cerró los ojos por el cúmulo de sensaciones que ya había olvidado y que llenaban su vientre.

—Abre los ojos, quiero verte. —ordenó cambiando el ángulo.

Louis se impulsó más rápido. —No tienes idea de cuantas veces imagine este momento, tenerte así gimiendo por mí.

Después de unos cuantos minutos ambos se corrieron manchando sus vientres, Louis besó de nuevo a su omega que soltaba suspiros erráticos debido al fuerte orgasmo que experimentó.

Louis esperaba que Harry le pidiera salir de él para no recibir su nudo, pero el omega solo se aferró más, el alfa los ubicó en una mejor posición hasta que bajara. Mientras el tiempo pasaba conversaron de todo y de nada, todo con ellos era tan fluido que no había ninguna incomodidad.

—Déjame limpiarte, amor.

Louis fue por una toalla con agua templada para pasarlo por su cuerpo y quitar todos los fluidos corporales, al estar completamente limpios se acomodaron en la cama. Harry se apegó su espalda al torso del alfa y él envolvió su cintura, atrayéndolo más cerca, con una sensación tan plena, que a los minutos, ambos se quedaron dormidos, completamente felices. 

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Holaaaa

¿Qué tal mis chuladas cómo les va?

¿Qué les ha parecido el cap?

Gracias por sus votos y comentarios.

No se olviden de comer sano y beban agüita,

Y como dijo la Polo "Sea cortés, ande con cuidado, edúquese lo más que pueda, respete para que lo respeten...y que Dios nos ampare"

Nalgaditas cariñosas :D

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