De camino Harry inhaló y exhaló fuertemente, intentaba respirar profundo, se limpió las lágrimas. Intentaba calmar el temblor de sus manos, pero aún estaba alterado.
Pequeños flashes de su pasado vinieron a su mente y eso fue lo que más le aturdió.
Louis estaba a su lado, el alfa se quitó el saco y lo pasó por sus hombros, tomó uno de sus pañuelos y se lo ofreció.
—Gracias.
—No hay nada que agradecer.
—No sé ni qué decir, yo...
—No tienes nada que decir, ¿necesitas algo?
—No, creo que ahora estoy bien.
Louis abrió una pequeña compuerta donde se encontraban algunas bebidas y aperitivos, buscó una botella con agua, la destapó colocándola cerca de su boca. —Bebe. —ordenó con cautela.
Un par de lágrimas rodaron sobre mejillas del omega, entreabrió los labios y bebió. Cuando terminó de beber el castaño sin pensarlo mucho, limpió la comisura de sus labios, Harry se paralizó por el toque y por la forma en que lo observaba. —Disculpa las molestias, prometo que buscaré una solución y pagaré por todo.
En otras circunstancias el alfa hubiera dicho, te quedarás, pero ahora no era un buen momento. —Puedes quedarte el tiempo que desees, no tengo inconvenientes.
—No quiero causar molestias y sin ofender no sé mucho de ti, así que con hoy bastará.
—¿Te arrepientes de venir? Puedo buscar un hotel o algo. —Louis odió la idea que se fuera de su lado.
Harry suspiró ¿Cómo le decía que estando junto a él, se sintió más seguro que nunca, incluso mucho más que con sus propias madres?
—¿No me harás nada verdad? Porque me sé defenderme, te lo advierto. —habló serio.
—Nada que tú no quieras, Harry y como sabes, mi nombre es Louis Tomlinson, tengo 26 años, soy dueño de mi propia empresa de licores… entre otras cosas. —omitió un poco de información para no asustarlo.
Harry se burló un poco aún con los ojos y nariz roja —Gracias, Louis Tomlinson de 26 años, es maravilloso saber tanto de ti. —comentó sarcástico virando los ojos.
Louis sonrió negando con la cabeza, el chofer abrió los ojos sorprendido al ver al jefe, parpadeó fijando la vista al frente.
—Ya pronto te diré todo lo que quieras saber, ahora dime, ¿tienes hambre?
—No, solo… yo solamente…
—Pídelo, ten la confianza de pedir lo que desees.
—Una ducha, por favor, tengo su olor impregnado. —quiso llorar de nuevo, pero se calmó de inmediato cuando un olor a madera lo abrazó, el olor de Paulo fue cubierto por el de Louis.
El castaño suspiró pesado, su lobo luchaba por atraerlo y recostarlo sobre su pecho. —Apresúrate, Tim. —demandó al conductor.
El alfa pisó el acelerador y en cuestión de quince minutos estaban frente a una enorme mansión.
Harry se quedó asombrado desde los enormes árboles que abrían paso al camino. Legaron hasta las rejas, un avanzado mecanismo de seguridad les dio el paso.
Era una enorme mansión, elegante y lujosa. El frío de la noche azotó y fue hasta ese preciso momento cuando Harry empezó a notar la realidad. Él estaba junto al gran Tomlinson, Louis, de quien ha escuchado un sinfín de sucesos. Tragó fuerte, ¿podría estar volviéndose loco? Se mordió el labio sintiéndose ansioso.
El alfa le dio tiempo para que su cabeza procesara y lograra terminar de calmarse. Nuevamente, sintió el deseo de llorar. Elevó la vista y se encontró con la sincera mirada de Louis. En ella solo encontró sinceridad y preocupación. En fin, ha estado con peores personas, además, su omega insistía confiar en el alfa.
Louis bajó rodeando la camioneta para ir a abrir la puerta, hasta ese momento se percató de que ni Myles ni Zayn venían dentro auto. Ayudó a Harry a bajar y luego mandó al chofer de vuelta llamando por celular a los muchachos para informarles.
El pobre rizado tiritaba de frío, Louis se acercó disimuladamente para darle un poco de calor.
—Vaya… —Harry comentó realmente asombrado.
—¿Qué sucede? —inquirió el alfa.
—¿Está es tu casa?
—Una de ellas, sí.
—¿Una de ellas?, por la luna, es muy hermosa —halagó.
—Gracias. —su lobo aulló feliz, a su omega le gustaba el que ahora sería su nuevo hogar, empezó a darle ideas a Louis de algunas formas de cortejar.
Unos momentos después, un par de alfas se aparecieron en la entrada de la gran mansión, inspeccionaban a Harry intentando determinar si era una amenaza. El omega, un poco asustado, se apegó al alfa. —Calma, él me acompaña, todo está bien. —Los alfas asintieron.
Louis abrió la puerta cediéndole el paso. —Entra.
—Gracias. —De nuevo se sentía nervioso y algo tenso, ¿qué diablos hizo?, ¿por qué jodidos aceptó venir?
—Tranquilo, Harry, no tienes por qué temer, confía en mí. —El omega respondió con una tímida sonrisa, admiró los acabados, todo parecía brillar. Había una linda vista, mobiliarios que ni en sus mejores sueños existirían, elementos de arte y arquitectura.
—Aquí estarás seguro, el rubio ese no podía llevarte, el idiota de Paulo podría ir a su casa igual.
—Lo sé, no imagino como se pondrá Mike, si no hubieras estado ahí creo me habría llevado por la fuerza. —Su voz se quebrantó un poco.
—No te preocupes por eso, ya no pienses más, ahora estás a salvo, ¿bien? —su voz fue tan dulce.
—¿Señor Tomlinson? —uno de los vigías de la mansión le habló.
—¿Qué mierda quieren ahora? —tosco se dio vuelta frunciendo el ceño.
—Solamente le informo que todo lo que pidió se ha cumplido.
—Perfecto.
El alfa se retiró, Louis volvió su atención al omega relajando su semblante.
—Todo está bien.
—De verdad, gracias, sé que tú tampoco sabes mucho de mí, así que prometo ayudar de alguna forma con limpieza o la cocina, será como un pago, pero te juro que no soy un ladrón o algo parecido. —Harry estaba muy apenado y Louis se burló para sus adentros, si supiera que sabe su tipo de sangre y cuantos dientes tiene.
—Oye, tranquilízate, yo fui quien te trajo.
—Lo sé, es que todo es extraño, pero te aseguro que solo será por hoy. —suspiró.
—Tú estás como invitado, no harás nada más que descansar, y no creo que sea solo por una noche, Harry.
—Pero…
—Pero nada, mandé a preparar una habitación especial para ti, sígueme por favor. —Hizo una seña para que subiera las escaleras tras él.
—Tu casa es muy bella, tienes muy buen gusto, es muy lindo aquí.
—Me alegra saber que te agrade. —Louis volteó, Harry admiraba las paredes sujetándose de la madera del barandal de las escaleras.
—Parece que lleva mucho esfuerzo construir todo esto.
—¿En realidad tienes conocimiento de en qué trabajo?
—Escuché algo, pero es mejor corroborar las cosas por uno mismo.
—¿Qué escuchaste? —El alfa detuvo su andar viéndolo desde arriba.
—Que eres malo y un matón despiadado, entre otras cosas. —Harry jugó con sus manos.
—¿Y no me tienes miedo? —preguntó bajando un escalón.
—¿Debería? —inquirió desafiante.
—Según yo, no, ¿Y tú qué piensas?
—Louis sentía curiosidad.
—No me pareces alguien que sea tan malo, solamente algo serio; pareciera que vives enfadado todo el tiempo. Pero si te soy sincero, para mí solo tienes la cabeza algo inflada por creer que todos mueren por ti. —sonrió sin mostrar sus dientes.
—Todos mueren por mí, eso es real, ¿qué quieres que te diga? —La comisura de su labio se elevó.
—Si eso te hace dormir por las noches, está bien.
El alfa achicó los ojos —Debes estar loco, soy un alfa muy bien parecido. —Se tomó el tiempo de admirarlo, aún llevaba la pieza de cadenas cubriendo su torso, bien podría atraerlo de ellas, besarlo hasta el cansancio y sentir su esencia en su paladar.
—¿Solo por decirte que no a todos puedes gustarles, consideras que estoy loco?
—¿Eso te incluye?
—¿Me sacarás de tu casa si te digo que no?
—Por la jodida mierda —bufó—, eso es imposible.
—Todo es posible, señor Tomlinson. —concluyó el omega, Louis volteó y lo observó sintiéndose indignado y el sonrió angelical. Se encontraban parados frente a una fina puerta de madera, el alfa se detuvo.
Mientras subía, Harry pudo apreciar el monumental y bien trabajado físico del alfa, trataba de no verse afectado, ni de caer ante los encantos del castaño, pero claro que admitía que era sumamente guapo.
Aún estaba dudoso con respecto a situaciones referentes a él, en el bar escuchó varias cosas y después lo corroboró cuando sus compañeros iban con Louis, Mike un día dijo que podría entrar con varias personas a los cuartos y dejarlas totalmente satisfechas a todas, la idea la causó repulsión y por algún motivo estuvo de mal humor esa mañana.
A pesar de todo, lo que sentía dentro de él no era fácil de ignorar. Una vez leyó que si su lobo conocía a su verdadero amor, su lado humano y el instinto se fusionaban en un mismo sentimiento.
Era algo del destino y de almas gemelas, cosas que se leían en cuentos, eran relatos asegurando que desde mucho tiempo atrás las vidas estaban trazadas para encontrarse cuando realmente se pertenecían.
Louis abrió la puerta para dejarlo pasar, el omega se sintió acongojado, en ese momento se dio cuenta de que él y su apariencia desalineada no pertenecían a aquel sitio, creía que podría ensuciar algo o que estropearía algo con su sola presencia, era como un gran palacio, la habitación de alguien perteneciente a la realeza.
—Esto es demasiado, Louis. —dijo boquiabierto.
—Se escucha perfecto.
—¿El qué?
—Mi nombre en tus labios.
—¿Armas de seducción? —El omega se burló y Louis frunció el ceño, era imposible con el omega.
—Ve a tomar tu ducha, en el armario encontrarás algunas prendas, toma las que te gusten y te hagan sentir cómodo, vendré por ti para ir por algo de cenar, ¿de acuerdo?
—No sabes cuán agradecido estoy, me salvaste la vida y me abriste las puertas de tu casa, eres muy amable, Louis. —suspiró con alivio, sus ojos se cristalizaron de nuevo.
—No te preocupes, ya pasó todo, mientras yo esté, nada ni nadie te pondrá una mano encima.
Harry lo vio salir al alfa, inmediatamente se giró para ir a tomar la ropa y dirigirse a la ducha, cuando abrió el armario se quedó pasmado, toda esa ropa era fina y seguramente muy valiosa, así que buscó lo más sencillo para ir al cuarto de baño, y no pudo amar eso más que a otra cosa en la vida, había una tina, había una jodida tina, pasó sus manos por todo el fino material.
Se imaginó recostado, disfrutando de un baño relajante y espumoso, recargado en el pecho del alfa… ¿Pero qué le sucedía? Movió rápidamente la cabeza sacando sus pensamientos, se apresuró a encender la ducha. Tomando uno de los jabones lo pasó y talló con fuerza todo su cuerpo para quitar el asqueroso hedor, pero entonces se percató que desde hace rato ya no lo sintió más, solo estaba el olor a madera.
Louis lo marcó con su aroma, madera.
Harry sonrió y por primera vez en mucho tiempo, se sintió verdaderamente tranquilo.
Media hora después la puerta fue tocada, Harry dio el pase cuando sintió un aroma dulzón, se puso nervioso pensando que Louis tenía pareja y que ahora lo sacarían de la mansión.
Una linda omega de avanzada edad asomó el rostro dejando ver su tierno semblante —Hola.
—Hola. —respondió tímido y temeroso.
—Tú eres Harry, ¿cierto? Mi nombre es Tali, soy la nana de Louis.
—Mucho gusto, señora. —Su semblante se relajó viendo la linda sonrisa que ella le otorgaba.
—El gusto es mío, lindura, solo mírate eres muy hermoso.
—Gracias, usted es muy amable, perdone las molestias.
—No te preocupes, ahora acompáñame o el loco alfa subirá, solo está atendiendo una llamada, no quiso hacerte esperar. —Harry caminó junto a ella, Tali tomó su mano para que se tranquilizara.
Llegaron a la cocina en una amena charla, de pronto el estómago del ojiverde hizo ruidos cuando percibió el olor a comida recién preparada.
La omega lo invitó a ubicarse a su lado. —¿Deseas esperar a Louis? Porque si gustas te podrían servir de una vez.
—Creo que será mejor esperarlo, gracias.
Minutos después el alfa se apareció por la puerta con el cabello mojado, estaba diferente, con ropa cómoda y se veía endemoniadamente guapo.
—¿Por qué no han comido? —preguntó sentándose justo en frente del omega.
—Harry decidió esperar por ti. —Le informó provocando un leve sonrojo en las mejillas del omega.
Tali llamó al cocinero y este dejó los platos frente ellos. —Buen provecho. —El beta inclinó su rostro, Louis dio las gracias y observó a Harry.
—Menteur. —mencionó casi en un susurro con la vista fija en el ojiverde que haya decido esperar por él era demasiado para el alfa.
—¿Perdona? —Harry se sorprendió.
—Nada.
—¿Eso fue francés?
—Sí.
—¿Hablas otros idiomas?
—Sí, algo de Italiano y Alemán.
—No me jodas.
—Ya dijiste que no.
—¡Louis! —Su nana reprendió molesta.
—Él tiene la culpa. —burlón el alfa acusó.
Harry se burló de Louis y siguió disfrutando la comida, hace mucho tiempo que no tenía una digna, hace mucho que no podía sustentar su cocina como él deseaba, hace mucho tiempo no compartía mesa con alguien.
Tali, como la linda omega y platicadora que era, empezó a hacerle algunas preguntas a Harry y él amablemente las respondía. Era raro, pero se sentía bien, no le causó ninguna incomodidad, sus nervios se disiparon gracias a que todo olía al alfa. Para el rizado el aroma era tan relajante y puede que Louis se diera cuenta de eso y por eso lo dejaba salir.
—¿Y tu familia?
—Nana… —Louis intentó detenerla.
—Tranquilo, creo que al menos les debo eso.
—No nos debes nada cariño, no fue mi intención molestarte. —La omega habló apenada.
Harry le sonrió con cariño —tengo dos madres, ambas son alfas, pero no estaba bien con ellas, cuando cumplí dieciocho, salí de casa, no era lindo el ambiente.
—Eras solo un pequeño, ¿no fue difícil? —Ella siendo tan sensible tomó la mano de Harry para demostrarle su apoyo.
—Lo fue, estuve en la calle unos días y de verdad fue horrible, pero me sirvió o al menos eso quiero suponer. Después de todo llegué a un albergue donde viví por un tiempo, luego conocí a Niall y juntos dimos con el club, me quedé ahí en el trabajo que tengo hoy y pude pagarme un cuarto donde vivir, sirviendo bebidas. —sonrió.
—Eres muy valiente, cariño, te admiro. Es una pena que pasaras por todo eso.
—Gracias y está bien, ya pasó todo.
Louis estaba con el semblante serio, solo observándolo fijamente, su lobo se dolió al escucharlo. Claro que esa no era toda la historia, mientras el omega daba su rápido relato, notó sus muñecas marcadas y el cambio de voz cuando mencionó a sus madres, ¿quién mierdas provocó aquellas cicatrices?
El tiempo avanzó y Tali sacó unas pequeñas tartas que ella misma preparó, el postre fue irrumpido por un enfadado Zayn. —Tu maldito idiota…
—Basta Malik, silencio. Siéntate a comer. —sentenció sin dirigirle la mirada.
El omega le hizo una mueca al alfa y luego agitó la mano felizmente en saludo al omega.
—Harry, ¿cómo te encuentras? —Se acercó con cuidado de no perturbarlo.
—Bien, gracias, ¿y tú?
—Súper, ¿Louis fue amable contigo?
—Sí, ha sido muy bueno. —esbozó una pequeña sonrisa.
—Más le vale.
Por la mirada de Myles, Louis supo que algo no andaba bien, se puso de pie para ir a su oficina con el alfa.
—¿Qué sucede?
—Logramos contener todo, el alfa tuvo una lesión en el brazo, el dueño del lugar estaba muy apenado con usted, pensé que Leandro tomaría algún tipo de represalia o nos intentaría atacar, pero no fue así.
—Mande a Liam a investigarlo, hay algo raro en él, aún estoy esperando su reporte.
—También pienso lo mismo, es algo extraño.
—Apresuren el informe, necesito todo para mañana.
—Como tú quieras, Louis.
—¿Cómo sigue Jules?
—Mucho mejor, mañana regresa.
—sonrió.
—Perfecto, ¿algo que agregar antes de ir a descansar?
—Solo estoy esperando su autorización para hacer las siguientes entregas, hubo un par de problemas, pero los pude solucionar, mañana llega un cargamento de armas y los distribuidores están tranquilos, un par de ratas intentaron meterse en nuestros territorios, Zayn lo solucionó.
—Perfecto, gracias, pasa buena noche.
—Gracias, que pases una buena noche, si necesitas algo no dudes en llamar.
El jefe se sentó en su enorme escritorio, frente a él el informe de la vida de Harry, y algunos tratados y cosas que firmar, mandó a Liam a investigar personalmente de sus madres y aún no tenía respuestas.
Alguien golpeó la puerta —¿QUÉ? —habló molesto.
—Lou… —era Zayn.
—¿Qué sucede?
—Es Harry.
—¿Qué pasa con él? —se puso de inmediato de pie.
—Nada, es solo que necesita hablar sobre mañana.
—¿Mañana?
El omega hizo que el alfa saliera, en la sala principal estaba Harry parado de espaldas admirando un cuadro pintado, era su madre.
—Harry…
El ojiverde se dio vuelta, algo enrojecido habló: —Lo siento, no quise ser entrometido.
—No te preocupes, ¿qué sucede?
—preguntó con tono suave.
—Bueno, mañana debo regresar a trabajar y me vine sin nada —habló apenado—, dejé mi celular y mi cartera en los casilleros del bar y me preguntaba, ¿si serías tan amable de llevarme a mi apartamento, por favor?
—No puedes regresar. —aseguró.
—Necesito algunas cosas, tengo algo de dinero, podría buscar algún lugar donde vivir, yo no quiero ser una molestia, Louis. Pero no sé cómo salir de aquí, de verdad no quiero causar problemas. —dijo nervioso.
—No te irás a ninguna parte.
El omega frunció el ceño —debo ir, me pueden despedir si no llego, debo cumplir con la coreografía y todo.
—Entonces renuncia.
—¿Qué? ¿Estás loco? No se puede vivir de aire por si no lo sabías, así que “No”, necesito ese trabajo, es lo único que tengo.
Zayn se quedó parado disfrutando de todo.
—Podrías vivir aquí, no me molestaría. —comentó como si nada, su alfa aulló feliz.
—Claro que no, eso sería abusar y no tendría cómo pagarte, no he aceptado a ir con Niall porque tengo miedo de molestarlo.
—¿Y? Yo no soy tu raro amigo ese, así que te quedarás.
—¡Que no!, mañana me llevarás al club.
—Harry…
—Señor Tomlinson… —habló serio.
—No empieces con esa mierda de nuevo, Harry.
—No me hables en ese tono, me llevarás al club. —exigió cruzándose de brazos.
—Bien, pero con la condición que yo te acompañe y regresas de nuevo aquí.
—¿Condición? ¿A qué viene eso o por qué?
—Únicamente es por seguridad. —Zayn se carcajeó, callándose de inmediato cuando el alfa le dio una dura mirada.
—Yo...
—Solo acéptalo.
El omega viró los ojos y el alfa le sonrió, Zayn se quedó perplejo, Louis se acercó a Harry. —Ahora ve a dormir.
—Solo porque estoy agotado, no porque tú lo digas.
Ambos caminaron subiendo las gradas, el omega ya se encontraba frente a la puerta de la habitación que le asignaron.
Giró la perilla deteniéndose un instante para ver a Louis. —Gracias, de corazón lo digo, algún día te compensaré por todo.
—No es necesario, pero si lo haces, lo aceptaré con todo gusto.
—Feliz noche, Louis.
El alfa asintió esperando a que entrara para ir a su habitación. Harry ya entre las cobijas sintió un apretón en el pecho, sus ojos se cristalizaron, suspiró intentando calmarse, pero no funcionó, sus lágrimas empezaron a rodar. ¿Qué pasaría ahora con él?
Lloró en la oscuridad por un buen rato hasta quedarse dormido, ahora no era tan amargo el sentimiento con la ilusión de creer que podría tener a alguien que cuidara de él y con tan solo saber que Louis estaba al lado, se sintió en paz.
En la otra habitación de a lado, el alfa peleaba con su lobo porque este le ordenaba ir hasta donde el omega para que se acurrucara junto a él.
Cada vez era más difícil controlarlo.
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Hola, buenas noches.
¿Cómo están?
Con otro más.
Perdón si les aburro con las misma pregunta en cada capítulo, pero, ¿qué les pareció?
Cada uno tiene su propio pasado, ¿teorías?
Pongan la pompa, nalgaditas cariñosas. :D
Ayer estuve como dos horas intentando subirlo no sé si es mi señal o la aplicación, ya casi me ponía a llorar de la frustración jajaja igual está pasando hoy así que aaaaahhhhhh
Espero les guste, ya empezará la verdadera interacción entre ellos.
Espero tengan lindos días y disfruten al máximo siempre con prudencia y precaución.
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