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JinEun

Me río fuerte por lo que cuenta Jimin al otro lado del teléfono. Me cuenta que quedó atascado en las puertas del elevador porque no se dio cuenta que su maletín no había salido. Por suerte uno de los empleados logró ayudarlo.

— Eso te pasa por levantarte tarde. — le recuerdo mientras sigo riendo.

— Intentaré no volver a quedarme dormido. — sonrío y pienso en que se quedó dormido por estar muy cansado.

— Deberías dormir un poco más. — aconsejo y escucho un sonido afirmativo de su parte.

— Sí, lo sé... — murmura— ¿Crees que pueda ir a tu casa esta noche? — frunzo el ceño. Luego de la cena en casa de sus padres nos reconciliamos pero no habíamos tenido sexo desde entonces por mi negativa, algo que no se tomó de mal manera, simplemente lo aceptó y no puso trabas, aunque siempre me hace insinuaciones que yo solamente ignoro.

— ¿Sólo a dormir? — pregunto para escuchar su risa.

— Sólo a dormir JinEun. — responde entre risas y yo suspiro sonriendo.

— Bien. Te espero entonces.

— Entonces nos vemos esta noche. Debo trabajar. — murmura y espero por su despedida— Hasta luego nena.

Al despedirse cuelgo la llamada y miro la pared frente a mí. Mañana debo presentar mi primer examen de los finales... suelto un suspiro.

Ya falta poco para irme a Japón y Jimin aún no lo sabe.

Siento que me va a pesar el hecho de no habérselo contado, pero no tenemos una relación y no creo que le afecte.

Pero en dos semanas te dijo que te extrañaba con locura ¿Entonces qué crees que pasará en una mudanza JinEun?

Rasco mi cuero cabelludo y me provoca ansiedad esa idea.

•••

Abro la puerta luego de que fuese tocado el timbre. Él pasa sin decir nada y me toma la mano caminando mientras me lleva con él hacia mi habitación.

— Hola bien ¿Y tu? — le comento graciosa y voltea a verme con sus ojos pesados.

— Hablamos en tu habitación, tengo sueño, vamos. — me tira del agarre y suelto una risita por sus ojos cansados.

Ya en mi cama nuevamente lo veo acostado en mis piernas mientras tiene la colcha hasta el cuello.

— Deberías en serio dormir más Jimin. — aconsejo acariciando su cabello y él asiente.

— Lo haré, no quiero volver a estar así tan cansado.

Me acomodo en la cama y él también hasta que ambos estamos acostados. Él levanta la colcha y puedo verlo solo en bóxer, sonrío cuando me indica que me acerque a él y luego de hacerlo nos cubre con la colcha.

Su brazo me cubre y me apega a su cuerpo para hacerme sentir lo cálido de este. Escondo mi rostro en su cuello y siento su perfume deleitarme, sus labios dejan un beso en mi cabeza y quiero derretirme en sus brazos con lo tierno que suele ser a veces.

•••

Me despierto por la luz del sol que atraviesa mi ventana, y eso me hace dar un salto.

Dios que no sea tarde.

El chico pelinegro sobre mi cama se despierta poco a poco para luego observarme con su ceño fruncido y su cabello despeinado. Toma el teléfono en su mesa de noche y lo revisa.

— ¿Qué hora es? — le pregunto asustada mientras acomodo la ropa que me pondré.

— Son las siete y quince. — menciona con su voz ronca por recién despertar.

— Entro a clases a las ocho. — le digo mientras tomo una toalla y voy corriendo al baño.

Al salir de la ducha lo encuentro ya levantado y se acerca a mi para tomar mi brazo y regalarme una sonrisa suave.

— Arréglate con calma, yo te llevo. — murmura y suspiro agradecida.

— En verdad te lo agradecería. — él me vuelve a sonreír y luego se dirige al baño.

Mientras me visto y arreglo mi cabello él sale todo mojado, se seca el cuerpo y luego el cabello para comenzar a vestirse.

— ¿Tienes examen hoy, no? — asiento en respuesta y prosigue— Te va a ir genial, eres una chica estudiosa.

Me doy la vuelta para mirarlo y le sonrío.

— Gracias Park. — él me sonríe igual y continúa colocando sus botas.

Se levanta y se coloca su camisa, todo eso lo observo a través del espejo mientras me estoy colocando algo de maquillaje.

Tras varios minutos él está listo mientras me espera sentado en la cama mientras manipula su teléfono. Le entra una llamada de su padre y sólo escucho que le dice que llega a las nueve.

— Ya estoy lista. — me acerco y él levanta la mirada para verme y soltar un suspiro.

— Wow, estás preciosa. — halaga y siento mis mejillas sonrojarse.

— Ay ya vamos. — le digo apenada de tantos cumplidos de su parte. Él se levanta y guarda su teléfono en el bolsillo.

— En serio estás preciosa, JinEun. — lo dice más cerca de mi rostro y le sonrío agradecida.

— Gracias... Voy tarde. — murmuro para recordarle, entonces él asiente y me doy la vuelta para que él vuelva a hacerme girar.

Me toma de las mejillas y me da un beso suave. Me separo quedando a sólo centímetros de su rostro y tomo sus manos para bajarlas. Me coloco de puntillas y vuelvo a darle un beso para que él lo siga por unos segundos.

— Vamos, o si no, no vas a graduarte. — suelto una risita y él tira de mi mano para salir de la casa.

•••

En la entrada de la facultad puedo ver a mi grupo de amigos esperando por mi, seguramente. Por eso cuando me quito el cinturón lo miro.

— Gracias por traerme, Jimin. — le sonrío y él igual mientras no deja de mirarme.

— Gracias por dejarme quedar en tu casa. — se acerca un poco a mi y vuelve a murmurar— en tu cama... junto a ti abrazados toda la noche. — susurra con una sonrisa y se la devuelvo para soltar una risita cuando me roba un beso.

— Gracias por hacerme compañía. — vuelvo a agradecer en un intento de jugar a continuar la cadena.

— Gracias a ti también por acompañarme toda la noche dándome calorsito. — murmura con su voz ronca.

— Tonto. — digo entre risitas por su comentario.

— Tonta. — repite en respuesta sin cambiar su tono de voz.

— Feo. — digo con otra risita. Aunque la realidad es que para nada era cierto lo que le estaba diciendo.

— Hermosa. — murmura con su voz ronca mientras muerde su labio inferior en una pequeña sonrisa pícara.

— Caprichoso. — sonrío viendo su rostro suave. Jimin es tan guapo y sabe aprovecharlo de la mejor manera.

— ¿Me darás mi beso de una vez o yo mismo te lo robo? — pregunta sonriendo de lado. Me vuelvo a reír y simplemente pego mis labios a los suyos en un beso lento y con movimientos suaves.

Nos extendemos por varios segundos hasta que nos damos cuenta de que ya es muy tarde, así que de mala gana nos separamos no sin antes darnos un corto beso que sella nuestra despedida.

— ¿Te veo luego? — asiento a su pregunta y le sonrío.

— Te veo luego luego, Jimin. — murmuro apretando luego los labios al ver los suyos.

Entonces ríe suavemente al notarlo y nuevamente me da un beso corto que se repite una, dos y tres veces antes de que él mismo sonría ampliamente y me empiece a empujar con suavidad.

— Ya, ve, o si no no te graduarás y yo quiero verte lograrlo. ¿Bien? — asiento tierna y él se acomoda en su asiento para tomar el volante.

Me da igual lo que vuelva a decir y cuando abro la puerta me doy la vuelta acercándome rápidamente para robarle unos dos besos más.

Entre risas salgo del vehículo y cuando cierro la puerta puedo oír las suyas.

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Jimin

Luego de haber dejado a JinEun en su universidad fui a mi apartamento a cambiarme de traje y arreglar un poco mi imagen.

Pasar la noche con JinEun fue algo muy relajante. Sentirla bajo mi cuerpo, sentir su calidez y aroma hizo de mi noche más tranquila y pude descansar completamente. Hoy estoy como nuevo.

Tecleo en mi computador mientras recuerdo la noche tan cómoda que tuve, verla hoy temprano así de hermosa como siempre sólo hizo de mi mañana la mejor.

— Jimin ¿Podrías reunirte hoy con los patrocinadores de las bebidas del negocio? — comenta mi padre al entrar a mi oficina. Asiento cuando le doy la mirada y procede a entregarme una carpeta— allí hay una lista de las bebidas que presentarán... tu sabes cuales nos han funcionado en el negocio así que trata de escoger las mejores.

— Esta bien, padre. — digo con mi voz seria mientras chequeo la lista por encima.

— Hijo ¿Dónde estuviste ayer en la noche? — levanto la mirada y lo miro confundido, luego suelta una risita— no pienses que te estoy reclamando, ya eres un hombre adulto e independiente. Solo... te estuve llamando para que fuésemos a cenar con Hang y no contestabas, pasé por tu apartamento y el vigilante dijo que no habías llegado.

— Estuve con JinEun. — contesto volviendo la mirada al computador para que no me siga haciendo preguntas. Siempre quiere hacerlas.

— ¿Con tu novia? — lo miro pensando en corregirlo pero... simplemente asiento— te he dicho que la lleves a la casa a cenar, tu madre y yo queremos saber más de ella y tu la escondes de nosotros. — se queja suave mientras toma asiento frente a mí. Cierro mis ojos con fastidio porque sé que se instalará con las preguntas.

— No la escondo padre, es sólo que quiero llevarla en un mejor momento. — le aclaro para volver a escribir en el computador.

— ¿Y según tu cuál es el mejor momento? Queremos conocerla, saber más de ella... la llevaste a una cena en casa estando con los socios... ¿Estás loco? Debiste llevarla antes, nos da vergüenza que nos haya conocido de esa forma.

Cuando lo menciona con ese tono me hace darle mi atención otra vez.

— ¿Y qué tal te pareció? ¿A ti y a mamá? — le pregunto interesado y él parece notarlo cuando por primera vez le doy toda mi atención.

— A tu madre le encantó y por supuesto que a mi también, tiene porte y muy buen estilo, es educada y se nota lo enamorada que está de ti. — abro un poco más los ojos y le sonrío.

— Ay padre, no exageres. — me río mientras me echo hacia atrás en la silla.

Pero entonces su carraspeo me hace callarme y mirarlo. Cuando hace eso es porque hablará muy en serio.

— Hijo, tienes inseguridad y lo entiendo, pero es hora de que te olvides de HaEun. — ruedo los ojos y lo miro de mala gana.

— No menciones a esa mujer, eso fue hace mucho y ya no significa nada para mi. — le hago un gesto negativo con mi mano mientras ese nombre me causa un repudio.

— Bueno, pero igual eso afecta en tu presente... aunque lo niegues es así.

— ¿A qué hora es la reunión? — pregunto levantándome y él hace lo mismo.

— Siempre huyes del problema, Jimin. Y no debes hacerlo, simplemente asume con calma eso y trata de sanar un poco para que puedas estar tranquilo. — aconseja suavemente mientras se da la vuelta y luego empieza a caminar hasta la puerta donde se detiene para mirarme— en unos veinte minutos.

Asiento y lo veo salir de mi oficina. Luego de eso inflo mis mejillas y suspiro botando todo el aire de mis pulmones para luego aspirar profundamente.

Hacía mucho tiempo que no pensaba en HaEun, y ahora considero seriamente lo que dice mi padre respecto a lo que puede afectarme lo que pasó con ella.